CONSEJOS PARA ENTRENADORES (en especial de atletismo)
En algunas modalidades deportivas el entrenador es considerado como uno de los líderes del grupo, sin embargo el atletismo presenta algunas diferencias. El entrenador, normalmente, puede ser la persona de confianza del atleta, y llegando incluso a ser, el que más tiempo pasa con él. En el entrenador recae la responsabilidad de diseñar los planes de entrenamiento más adecuados, la continua renovación técnica, la colaboración con el atleta en el establecimiento de metas y objetivos y en los momentos duros y amargos de las lesiones, los abandonos o los fracasos, el hombro amigo. La responsabilidad que asume es importante y por todo ello es primordial cuidar la relación que se establece entre entrenador y atleta. Para lo cual puede ser conveniente observar algunos de estos consejos:
- Consideramos que la base de cualquier interacción o relación es el diálogo. Conversa con tus pupilos, infórmate de cómo están (o de cómo se sienten), si estudian o trabajan (como les va y si están a gusto), que hacen en los ratos libres antes o después de entrenar, etc. Cuanto más dialogues con ellos mas posibilidades hay de obtener información y de que los conozcas mejor. No tengas miedo a perder autoridad, lo que puedas perder de autoridad lo ganarás en amistad. Contribuye o facilita el hacer periódicamente comidas o meriendas que faciliten las relaciones entre el grupo de atletas y tu con ellos.
- Aprovecha cualquier circunstancia o situación para reforzar logros, victorias, resultados, conductas o intenciones. El refuerzo social es muy poderoso y verás como en poco tiempo aquellas cosas que has reforzado aumentan en frecuencia e intensidad. Reforzando obtendras más resultado que castigando.
- Facilita a tus atletas toda la información sobre entrenamientos y competiciones. Promueve el intercambio de opiniones acerca de estos temas. Es más productivo que el atleta este convencido de que el entrenamiento que va a realizar es el mejor de los posible, y no que, realice un entrenamiento por imposición. Es mejor convencer o persuadir que imponer obediencia.
- Antes de cada entrenamiento preguntan a tus atletas como se sienten, informarles del entrenamiento y si notas algún síntoma (expresado por ellos o detectado por tí) de falta de disposición para llevar a cabo el entrenamiento, intenta, rápidamente, remplazarlo por un trabajo similar (p.e. carrera contínua por un intervall training). Busca la flexibilidad frente a la rigidez.
- Colabora con tus atletas para fijar las metas y objetivos de cada temporada, de cada competición, de cada semana y de cada entrenamiento. Esfuérzate en que estas metas sean realistas. Esta es una de las maneras más sencillas de motivar a tus pupilos.
- Ayuda a los atletas a preparar y a enfrentarse a las competiciones, especialmente a los más jóvenes. Si conoces las instalaciones o la competición explícales como son, esto les ayudará a realizar ejercicios de imaginería y a establecer mapas cognitivos.
- Antes de la competición no les metas más presión de la que ya tienen. Ayúdales a mantener controlada la ansiedad. Se paciente.
- Durante la competición no les des muchas instrucciones, solamente las precisas y anímalo. Anímalo para que se sienta seguro de sí mismo, para que confíe en sus posibilidades.
- Después de la competición haz una valoración de los resultados obtenidos en función de los objetivos planteados. Si consideras que se ha esforzado al máximo de sus posibilidades, haz de cada competición un triunfo.
(Extractado del libro de Antonio Hernández Mendo, Psicología del Deporte. Fundamentos y Aplicaciones)