Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte – vol. 3 - número 10 - junio 2003 - ISSN: 1577-0354
Miguez
Bernández, M; González, Carnero, J.; Velo Cid, C.; González Tesouro, P.; De
Composición
corporal y evaluación de
BODY COMPOSITION AND EVALUATION OF THE DIET OF YOUNG MASCULINE BASKETBALL ATHLETES
Miguez Bernández, M; González,
Carnero, J.; Velo Cid, C.; González Tesouro, P.; De
Area
de Nutricion y Bromatología. Facultad de Ciencias de Orense. 32004
Resumen
Se
estudiaron 12 atletas de 16-17 años, persiguiendo dos objetivos: caracterizar
su composición corporal para conocer de forma rápida la condición física y
determinar la ingesta media de energía y nutrientes y su adecuación a las
necesidades específicas. Los resultados permiten concluir que 2 jugadores no
están en la mejor condición física, uno por exceso de peso con un porcentaje de
grasa superior al máximo recomendado (12%) y otro por déficit, con un IMC<
20. En cuanto a las dietas, existe un desequilibrio de 400 Kcal entre las
necesidades energéticas y la ingesta. La contribución energética de los
principios inmediatos refleja un escaso aporte de los hidratos de carbono (<
51%) y de las proteínas y por el contrario una excesiva contribución de los
lípidos (38-36%), con una relación de ácidos grasos saturados:poliinsaturados:monoinsaturados
de 1 : 0,5: 1,2. Las ingestas son deficitarias en Iodo y excesivas en el
aporte de vitamina B12 y C.
PALABRAS
CLAVE: IMC, Porcentaje de Grasa, Peso Ideal, Recordatorio 24h.
KEY WORDS: BMI, % Fat
Body, Ideal Body Weight, 24hour Recall.
introducción
La
preocupación por modificar el peso o la apariencia corporal para ajustarse a
determinados estereotipos es una
constante para una amplia mayoría de la población, de la que no están libres
los atletas. En algunos casos, en este grupo, se añade una presión adicional ya
que pretenden modificar el peso con el fin de lograr una ventaja en el
rendimiento. De lo que no hay duda es que los atletas están constantemente
preocupados por su peso, situación que ya se manifiesta en los deportistas
escolares y jóvenes (Clark, N. 1998; Vinci D.M. 1988). Determinar solo el peso
y la talla, va a resultar insuficiente para valorar las posibilidades de
rendimiento, ya que será necesario conocer la composición corporal, puesto que
en muchos casos, un sobrepeso puede no representar una desventaja si ese exceso
de peso está constituido por tejido muscular. De acuerdo con Wilmore et al.
(2001) el peso objetivo que debe de
lograr un deportista debe estar basado en la composición corporal, ajustando el
porcentaje de grasa al deporte que practica y no solo al peso, ya que se debe
de lograr la máxima densidad muscular con un panículo adiposo reducido, que
deberá mantenerse dentro de unos límites idóneos, que para el baloncesto se
cifran entre un 6-12%.
Material y métodos
Población: 12 chicos de 16 y 17 años que
compiten en liga gallega en la modalidad de baloncesto. Su ritmo habitual de
entrenamiento es de 8 horas de entrenamiento en pista y 1 hora en gimnasio
durante la semana y el fin de semana juegan un partido de competición.
Determinación del peso: se
realizó mediante el empleo de una báscula con una precisión de 100 gr. La forma
de realizar la medida está estandarizada, permaneciendo el individuo de pie en
el centro de la plataforma, desprovisto de ropa, y con el peso distribuido por
igual en ambos pies y sin apoyos. (Canda, A. et al. 1999).
Determinación de la talla: se
obtiene mediante una cinta antropométrica, con una precisión de 1mm, siguiendo
el protocolo descrito por Marfell-Jones (1991). El sujeto permanecerá de pie,
con los talones juntos, brazos a lo largo del cuerpo y las nalgas y la espalda
apoyadas sobre la escala y con la cabeza situada en el plano de Frankfort.
Determinación del porcentaje de grasa:
se obtiene mediante el empleo de un sistema doblemente indirecto y
bicompartimental a través de impedancia bioeléctrica (Tanita TBF.521), ya que
según los trabajos de Porta (1999), es uno de los métodos que mejor reflejan el
panículo adiposo. El sujeto se coloca descalzo en el centro de la plataforma y
desprovisto de todo material de metal para evitar interferencias.
Todas las
medidas antropométricas se realizaron en horario de tarde, una vez que el
proceso digestivo ha finalizado. Se efectuaron 3 recogidas de datos,
utilizándose el valor de la media.
Cálculo de las necesidades energéticas: la
determinación de las necesidades energéticas se realizó empleando la ecuación
propuesta por Santoja (2000) para los jugadores de baloncesto. NET= P Kg x 38
Kcal. La distribución de los principios inmediatos aconsejada para estos
jugadores, es diferente a las habituales recomendaciones dietéticas, ya que se
persigue que la composición corporal refleje el menor panículo adiposo y la
mayor masa muscular magra y así el 65-70% de las calorías deben de ser aportadas
por los hidratos de carbono, un 20% por las proteínas y el 10-15% restante por
las grasas. (Santoja, R 2000).
Determinación de la ingesta de energía y nutrientes: Se
realizó mediante el empleo de 3 recordatorios de 24 horas, utilizándose para la
estimación de las cantidades un modelo fotográfico (Jimenez; et al. 1993). La
conversión de cantidades de alimentos en energía y nutrientes se hizo con el
programa informático Alimentación y Salud. (Bitasde. Version 0098.045).
Resultados
Los
resultados obtenidos en las medidas antropométricas se reflejan en
Tabla I:
Estadísticos descriptivos de las medidas antropométricas
|
Mínimo |
Máximo |
Media |
Peso (Kg) |
57,7 |
103,1 |
76,5 |
Talla (cm) |
170 |
210 |
185 |
% Grasa |
3,5 |
13,5 |
7,77 |
Masa Grasa (Kg) |
2,52 |
11,74 |
6,37 |
Masa Magra (Kg) |
61,89 |
91,76 |
73,25 |
IMC |
17,89 |
26,66 |
22,31 |
Basándonos
en la fórmula propuesta por Santonja (2000), las necesidades energéticas de
estos deportistas están comprendidas entre 2.185 y 3.918 Kcal, con un valor
medio de 2906 Kcal.
Del
análisis de la dieta podemos señalar que la ingesta energética oscila entre
1.779,1 y 5.287,7 Kcal, con un valor medio de 3.392. Esta energía se suministra
de la siguiente manera: entre un 50,69 y un 35,78% es aportada por los hidratos
de carbono, un 38,6 o 36% por los lípidos y entre un 17,82 y 15,28% por las
proteínas (tabla II).
En cuanto
al aporte de los micronutrientes, (tabla II), señalar que aparecen solamente
deficiencias de vitaminas (A, D, E y B6 ) en las dietas de menor aporte
energético, encontrándose por el contrario un aporte excesivo de vitamina B12
en todas las dietas estudiadas, independientemente del valor calórico. En
cuanto a los minerales indicar que todas las dietas reflejan deficiencias de
yodo.
Tabla II: Estadísticos descriptivos de energía y
nutrientes
|
Mínimo |
Máximo |
Media ± Desv. Típ. |
RDA* |
Kcal |
1779,1 |
5287,7 |
3391,9±1015,4 |
3000 |
Proteínas (g) |
79,3 |
202,0 |
139,1±36,0 |
|
H de Carbono (g) |
158,9 |
650,2 |
429,9±150,5 |
|
Fibra (g) |
10,9 |
36,5 |
24,4±8,8 |
|
Lipidos (g) |
75,8 |
226,8 |
135,5±42,0 |
|
Colesterol
(mg) |
188,5 |
896,5 |
420,7±202,5 |
300 |
AG.MonoI (g) |
27,3 |
88,7 |
45,6±17,5 |
|
AG.PoliInsat.
(g) |
7,6 |
37,9 |
18,1±8,0 |
|
AG.Saturados (g) |
12,4 |
72,7 |
37,0±16,6 |
|
Vitamina A (mg) |
310,6 |
2009,0 |
864,5±460,4 |
1000 |
Vitamina D(mg) |
0,1 |
18,9 |
5,1±5,5 |
5 |
Vitamina E (mg) |
5,6 |
18,1 |
11,9±4,0 |
12 |
Vitamina B1 (mg) |
1,0 |
5,0 |
2,1±1,0 |
1.2 |
Vitamina B2 (mg) |
1,4 |
4,3 |
2,9±0,8 |
1.8 |
Vitamina B6 (mg) |
1,0 |
4,2 |
2,8±1,0 |
2.1 |
Vitamina B12(mg) |
5,2 |
41,1 |
18,6±11,9 |
2 |
Vitamina C (mg) |
12,4 |
292,7 |
124,4±80,8 |
60 |
Niacina (mg) |
17,9 |
48,3 |
36,9±7,8 |
20 |
Ac.Folico (mg) |
133,2 |
397,4 |
281,2±87,7 |
200 |
Sodio (mg) |
831,7 |
6689,9 |
3688,9±1816,0 |
|
Potasio (mg) |
1846,2 |
7218,5 |
3761,2±1454,9 |
|
Calcio (mg) |
850,6 |
2205,5 |
1431,6±382,6 |
1000 |
Fósforo (mg) |
1000,6 |
3341,8 |
1988,2±664,9 |
|
Magnesio (mg) |
225,3 |
615,6 |
434,6±137,7 |
400 |
Hierro (mg) |
11,7 |
52,3 |
25,6±10,9 |
15 |
Zinc (mg) |
7,7 |
22,9 |
14,0±4,7 |
15 |
Yodo (mg) |
52,7 |
123,8 |
78,8±18,8 |
145 |
*Mataix.
J. 2002
discusión
Tal y como
se refleja (Tabla I y gráfica 1), los
valores de peso varían entre 57,7 y 103,1, con un valor medio de
En cuanto
al índice de masa corporal hay que destacar dos situaciones diferentes: a)
2 atletas presentan un IMC >25, lo que estaría indicando sobrepeso, pero de
acuerdo con estudios publicados (Wilmore et al, 2001) es conveniente observar
el porcentaje de grasa, para determinar si el sobrepeso se corresponde con masa
grasa o masa muscular. En nuestro caso de los 2 atletas, solamente uno presenta
un valor de masa grasa superior al limite recomendado (12%). b) En 4
deportistas se encontraron porcentajes de grasa inferiores al límite mínimo
aconsejado (6%), pero solamente uno de los atletas tiene además un IMC < 20.
Por lo que se puede concluir, que únicamente hay 2 jugadores que no tienen la
mejor condición física, en un caso por exceso y en otro por déficit de peso, lo
que puede estar afectando a su rendimiento. (grafica 2)
En cuanto
al análisis de la dieta señalar que hay un desequilibrio de 400 Kcal entre las
necesidades energéticas y la ingesta. En cuanto a la contribución a la energía
de los principios inmediatos, esta no se ajusta a las recomendaciones
(Santonja, R. 2000), ya que hay un déficit de calorías aportadas por los
hidratos de carbono y proteínas y un exceso de grasas. En cuanto a los hidratos
de carbono, en ninguna de las dietas estudiadas se llega a un aporte superior
al 51% valor por debajo del mínimo aconsejado (65%), siendo este nutriente en
el que se encontraron las mayores diferencias en función del valor calórico de
la dieta. Es importante recordar que este nutriente, y especialmente los
complejos, es uno de los de mayor importancia para mantener un adecuado
rendimiento físico, por lo que los jugadores deberán incorporar una mayor
cantidad de hidratos de carbono, seleccionando preferentemente aquellos con un
índice glucémico bajo ya que proporcionan la energía de manera progresiva, lo
que evitará los cambios bruscos en los niveles de glucosa, que afectan muy
negativamente a la capacidad de recuperación aeróbica de los jugadores. Las
proteínas aportan el 15-17% de las calorías totales, porcentaje mas bajo que el
recomendado (20%). El valor mas elevado de necesidades proteicas para los
deportistas, se debe a un peso magro muscular (
En cuanto
al perfil lipídico indicar que la relación AGS-AGM-AGP es de 1: 1,2 :0.5, lo
que indica por un lado un escaso consumo de pescado graso y por otro que en las
preparaciones culinarias mayoritariamente utilizan aceite de oliva.
Los datos
de la ingesta de micronutrientes reflejan una situación de riesgo nutricional
en las dietas de menor aporte calórico para las vitaminas A, D, E y B6 ya que no se llega a cubrir el 75% de las
RDA´s. Se observa en todas las dietas un
elevado aporte de vitaminas B12
y C, que se justificaría para la
vitamina B12 por el
elevado aporte de carne que se encontró en las dietas de estos deportistas, y
en el caso de la vitamina C por el consumo habitual de zumos (naturales o
procesados) y bebidas enriquecidas. Finalmente señalar que existe un déficit de
aporte de yodo, que se podría justificar por el escaso aporte de pescados y
alimentos de origen marino que forman parte de las dietas que consumen estos
deportistas.
CONCLUSIONES
1.- Dos jugadores no se encuentran en las mejores condiciones de
forma física para el desarrollo de la actividad deportiva que realizan. Uno
presenta déficit de peso que se refleja en un compartimento graso muy reducido
(< 6%), lo que puede contribuir a que exista un mayor riesgo de lesiones,
bajas defensas, etc. Otro presenta un exceso de peso acompañado por un
porcentaje de grasa superior a lo que es recomendable para la práctica de este
deporte.
2.- Existe un desequilibrio
energético entre la demanda y la ingesta que debe ser corregido para evitar
modificaciones en la composición corporal que puedan afectar al rendimiento.
3.-La distribución energética de
los nutrientes es inadecuada, con un déficit importante de hidratos de carbono
y en menor proporción de proteínas (sus necesidades se ven aumentadas por ser
una población con un mayor porcentaje de tejido muscular) y un exceso en el
aporte de lípidos (sus necesidades son menores ya que su compartimento graso
debe de mantenerse por debajo del 12%).
4.-Existe un desequilibrio en el
perfil lipídico de los AG que componen las dietas, observándose un escaso
aporte de AGP y un elevado aporte de AGS.
5.-En general las dietas de estos
deportistas reflejan un aporte superior a las necesidades en el caso de las
vitaminas B12 y C, que se explica por que las carnes están siempre
presentes en las dietas y por que consumen zumos y/o bebidas enriquecidas o por
el empleo de suplementos.
6.-Se encontraron déficits en el
aporte de yodo en todas las dietas estudiadas, que se puede deber a que el
pescado es uno de los alimentos que con menor frecuencia incluyen en sus menús.
RECOMENDACIONES
- Los deportistas deben de ajustar
la ingesta energética a la demanda.
- Aumentar el consumo de hidratos
de carbono, especialmente aquellos con un índice glucémico bajo para evitar los
cambios bruscos en los niveles de glucosa sanguínea.
- Disminuir el aporte de grasas,
fundamentalmente de grasas saturadas, reduciendo el aporte de carnes y
embutidos en las dietas.
- Aumentar el consumo de pescados,
lo que contribuirá a mejorar el perfil lipídico y a corregir la deficiencia de
yodo.
bibliografía
Canda Moreno, A.; Esparza Ros, F. Cineantropometría. En Valoración del
deportista: aspectos biomédicos y funcionales. FEMEDE. (1999).
Jimenez Contreras, J.F. Lendoiro Otero, R.M. Memiño Oliveira, M.J. Mataizx
Verdú, J.; Llopis González, J. Manual gráfico e contido nutricional de pratos
galegos.Carrefour Galicia. Instituto
de Desenvolvemento Comunitario de Galicia. (1993).
Marfell-Jones M. Guidelines for
athlete assesment in New Zealand Sport. Kinanthropometric Assesment. (1991).
Mataix, J. Nutrientes y Alimentos. Ed. Ergón. Madrid. (2002).
Porta J. Cuantificación y distribución del tejido adiposo en deportistas
por RMN. Análisis comparativo con diversos métodos de valoración de la
composición corporal. Tesis Doctoral. Universidad de Barcelona. (1999).
Santoja, R. Dieta en el baloncesto. Sport Nutrition (2000). nº 3
Vinci D.M. Effective nutrition
support programs for college athletes. International Journal of Sport
Nutrition. (1988). 8 (3), 308-320.
Wilmore, J.H. ; Costill, D.L. Fisiología
agradecimientos
A los
jugadores del equipo Junior del Club Orense Baloncesto por su colaboración
desinteresada y siempre alegre, a Quique su entrenador que nos permitió robarle
tiempo de sus entrenamiento, a
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