APLICACIÓN
DE
APPLICATION OF THE TEST OF BALL LAUNCHING MEDICINAL, ABDOMINAL
Martínez López, E.J.
Doctor en Educación Física
E-mail: emilio2000@paidotribo.com
Recibido 30 de septiembre de 2003
RESUMEN
Se propone en este artículo
un estudio sobre tres pruebas muy utilizadas en el ámbito educativo para
valorar la fuerza del individuo.
Estos tests (lanzamiento de
balón medicinal, prueba de abdominales superiores en 30 seg. y salto horizontal
a pies juntos) destacan entre los más utilizados por el profesorado de
educación física.
Se ha realizado un estudio
sobre los criterios de calidad de los mismos, así como una aplicación a 505
alumnos de educación secundaria.
El análisis de los
resultados permite obtener amplios valores estadísticos y ha facilitado la
elaboración de baremos de calificación clasificados por sexo en cada uno de los diferentes niveles
educativos de la educación secundaria.
PALABRAS
CLAVE:
Fuerza,
pruebas de aptitud física, evaluación, condición física.
ABSTRACT
In this article we
present a study on three tests which are widely often used in education to
assess the individual’s strength.
These tests
(medicine ball throw, upper abdominal muscle sit-up, and horizontal jump with
your feet together) are remarkable for being widelyly used by PE teachers.
We have also
studied the quality criteria of these tests and their administration to 505
secondary education students.
The analysis of the
results allows us to obtain a wide range of statistical values and has helped
us to elaborate rating scales/assessment scales for each sex in every secondary
education grade.
KEYWORDS:
Strength, physical aptitude test, valuation, physical condition.
INTRODUCCIÓN
La mejora de la condición
física del individuo sigue siendo
determinante para el desarrollo integral del adolescente, de hecho este bloque
de contenido permanece inamovible dentro del curriculum educativo de todos los
niveles, compitiendo con el resto de practicas y conceptos por ocupar un mayor espacio
temporal en el calendario educativo de cada nivel.
El Real Decreto 3473/2000
por el que se establecen las enseñanzas mínimas correspondientes a la educación
secundaria obligatoria establece, en el campo de la educación física, 11
objetivos que permiten contribuir a la consolidación de hábitos, valores y
actitudes que favorezcan la salud y un
mejor nivel de calidad de vida. De entre estos objetivos podemos
entresacar 5 que están directamente relacionados con la mejora de las
cualidades físicas, entre ellas la fuerza, para consolidar estas adquisiciones.
Creemos que es importante exponerlas a continuación:
1º) Conocer y valorar los
efectos beneficiosos, riesgos y contraindicaciones que la práctica regular de
la actividad física tiene para la salud individual y colectiva.
2º) Practicar de forma
habitual y sistemática actividades físicas con el fin de mejorar las
condiciones de salud y calidad de vida.
3º) Valorar el estado de sus
capacidades físicas y habilidades específicas y planificar actividades que le
permitan satisfacer sus necesidades.
4º) Realizar tareas
dirigidas a la mejora de la condición física y las condiciones de salud y
calidad de vida haciendo un tratamiento discriminado de cada capacidad.
5º) Incrementar sus
posibilidades de rendimiento motor mediante el acondicionamiento y mejora de
las capacidades físicas y el perfeccionamiento de sus funciones de ajuste,
dominio y control corporal.
Es nuestro propósito
presentar un estudio relacionado con la valoración del estado de la fuerza de los
estudiantes de educación secundaria (objetivo nº 3). Para llevarlo a cabo hemos
creído conveniente concentrar nuestro esfuerzo en tres pruebas físicas creadas
para la evaluación de la fuerza. Estas son:
1 – Lanzamiento de balón medicinal (3 –
2 – Prueba de abdominales superiores (30 seg.)
3 – Salto horizontal a pies juntos
Para la selección de los mismos se ha tenido en cuenta el estudio llevado a
cabo por Martínez López y col. (2003) sobre 63 tests de fuerza. En esta
investigación se actuó simultáneamente en tres frentes, cada uno de ellos
estaba directamente relacionado con el estudio de las pruebas físicas.
Aportación de los estudios
previos ofrecidos por la literatura científica.
Aportación de los libros de
texto. (se estudiarón los libros de texto de 10 editoriales)
Resultados de una encuesta a
169 profesores de EF.
Inicio de la investigación
Se ha solicitado a
Estos datos son de incuestionable valor para seleccionar una muestra
significativa, fiable, y que garantice un índice de error mínimo sobre la
población de los alumnos que cursan educación secundaria.
La muestra total (505 alumnos) permitió obtener unos resultados que nos
garantizaban un nivel de confianza del 97% y un error máximo del 0,05 en la
aplicación de estas pruebas de aptitud física.
Metodología
Para llevar a cabo la aplicación de estas pruebas de aptitud física
(PAF), ha sido necesaria la colaboración del profesorado de EF que imparte
clases en los centros educativos seleccionados. Esta fase del estudio requiere
la aplicación de pruebas a un gran volumen de alumnos, y esto sólo es posible
realizarlo en horas lectivas; con lo cual se descartó la posibilidad de realizar
esta aplicación en horario de tarde.
Para la aplicación de las pruebas se tuvo en cuenta lo siguiente:
Se eligieron grupos completos, no realizando ningún tipo de selección
sobre alumnos más capacitados.
Para la aplicación de los tests se siguió un orden alfabético.
Se excluyeron de la aplicación del test todos aquellos alumnos cuya
edad no se correspondía con la de su grupo (alumnos repetidores). Así mismo, se
elaboró una ficha en cartón para la anotación de los resultados de las PAF,
correspondientes a cada zona.
Se contó con la autorización de la dirección de cada centro educativo.
A este efecto, se elaboró una carta dirigida al director/a del instituto con el
propósito de explicar los objetivos de nuestro estudio, así como las
necesidades de material y colaboración del alumnado y profesores de EF en la
aplicación de estos tests.
Adiestramiento de los profesores colaboradores
Para llevar a cabo nuestra instrucción decidimos seguir el protocolo de
Howley y Franks (1992) adaptado por Vila (1993).
Durante varias reuniones los colaboradores unificaron sus criterios
hasta lograr que, previo a la realización de cada prueba, el testador pudiera
determinar cuando el grupo de alumnos estaba preparado para ser evaluado. En
este sentido se siguieron los siguientes puntos:
El alumno ha entendido el procedimiento de cada test.
Ha firmado el consentimiento para ser testado (en este caso sólo hemos
contado con su consentimiento oral tras explicarle ampliamente el sentido de
cada prueba, y contando con que su participación era voluntaria en todo
momento.
Ha practicado y se siente cómodo con las pruebas.
Entiende el procedimiento de inicio y finalización.
Entiende las expectativas de antes, durante y después del test.
Ha cumplido todas las instrucciones previas (reposo, vestuario, etc.).
No está enfermo ni lesionado.
Ha realizado un calentamiento apropiado.
Además, para la aplicación de cada una de las pruebas, se elaboró un
protocolo encaminado a concretar cada test, y en el cual se especificaba: Objetivo,
material, instrucciones para el ejecutante, instrucciones para el testador,
medida, ejemplo.
ANÁLISIS DE LOS
RESULTADOS DE LAS PRUEBAS
Una vez realizadas las pruebas físicas hemos procedido a analizar los
resultados de las mismas. El objetivo de esta fase de nuestra investigación es
elaborar una tabla de cada PAF realizada; cada una de ellas formaría un baremo
actualizado y en correspondencia con el nivel de aptitud física de los
escolares.
Consideraciones preliminares
Los resultados de las citadas pruebas han sido analizados utilizando la
hoja de cálculo Excel 2000 y el paquete estadístico Spss v. 10.0.
Inicialmente nos planteamos varias preguntas:
¿Cómo sabremos el lugar que ocupa un alumno dentro del total de
resultados?
¿Qué escala de valores aplicaremos para asignar una calificación
positiva o negativa?
¿Cómo podemos saber la calificación que hemos de asignarle a cada
resultado?
Para llevarlo a cabo decidimos realizar el siguiente proceso:
1º) Averiguar la amplitud de los resultados, restando la marca mínima a
la marca máxima.
2º) Calcular el número de intervalos. En este apartado, lo ideal es que
fueran 20, así lo acomodaríamos a nuestro sistema de calificación de
3º) Obtención del tamaño de los intervalos. Dividiendo la amplitud de
resultados por el número de intervalos.
4º) Obtener la frecuencia de los resultados, es decir, el número de
veces que una marca o resultado se repite dentro del conjunto de los valores
manipulados.
5º) Establecer como valor central la mediana de los resultados, ya que
ello nos garantizaría una distribución por igual del 50% de los individuos
testados.
Así, al valor de la mediana se le adjudicó, en la columna de
puntuación, la calificación de cinco puntos. Se construyó una columna con todas
las demás puntuaciones, asignándoles al intervalo inmediatamente superior a la
mediana + 1 y al intervalo inmediatamente inferior - 1, hasta llegar a la
puntuación de 10 y 0 respectivamente.
En aquellos casos en los que la distribución de los resultados de un
grupo presentó una asimetría excesiva, y no permitía una correcta distribución
de los datos, se decidió igualmente establecer la mediana como valor central
para asignación de puntuaciones, sin embargo, la visión de la mediana
desplazada a un lado del gráfico mostraba cómo los resultados estaban mucho más
agrupados a un lado que a otro.
Esta diferencia de amplitud o variabilidad observada en una zona de la
curva de distribución con respecto a la otra, justifica que se decidiera obtener un nuevo parámetro. Para conseguir
esto, se calculó la desviación mediana a la distribución izquierda y derecha de
cada lado de la mediana. Como ampliación a esto podemos decir que la mediana
serviría a su vez de extremo superior e inferior en cada caso.
A continuación ofrecemos el análisis estadístico de los resultados
obtenidos en cada test. Se han
estructurado en dos cuadros que representan:
El número de alumnos testados en cada nivel y según su sexo, media,
mediana, moda, desviación típica, varianza, asimetría, curtosis, rango,
percentiles 10 y 90.
Igualmente, en cada prueba, se ha representado gráficamente la
frecuencia de los datos obtenidos, teniendo en cuenta el sexo de los testados.
En este caso, se han agrupado todos los resultados de los diferentes niveles de
ESO y 1º de bachillerato; su observación nos muestra la distribución de los
mismos sobre la estructura de intervalos, y una interpretación de la dificultad
de cada prueba en función del agrupamiento de las marcas hacia un lado u otro
de la curva.
Si los datos se agrupan hacia el lado derecho del gráfico, situándose
sobre los intervalos más superiores, nos puede indicar que la mayoría de los
alumnos han obtenido puntuaciones positivas, lo cual se puede interpretar como
una prueba una prueba de fácil ejecución.
Asimismo, se ofrece un cuadro correspondiente a cada PAF, en el que en
cada columna se incluyen los registros
acondicionados a cada nivel y sexo según su intervalo.
A continuación se
expone el análisis estadístico de los
resultados de las pruebas seleccionas así como los baremos de consulta.
Es importante saber que los valores presentados en
cada tabla son exclusivamente de referencia y no es nuestra intención
presentarlos cómo medida estándar. Exponemos los resultados tal y como se ha
realizado el análisis estadístico tras la recogida de datos. De hecho se puede
observar que en alguna pruebas los valores en un mismo intervalo se repiten
para diferentes niveles; y es que, en realidad el profesor debe ser muy cauto a
la hora de realizar su baremo de consulta o valoración debido a la gran
cantidad de variables que pueden intervenir.
Lanzamiento de balón medicinal
Su principal objetivo es medir o valorar la fuerza explosiva de los
músculos extensores del miembro superior, tronco y miembro inferior.
La mayoría de los autores diferencian el peso del balón según el sexo
del ejecutante. Blázquez (1991) considera como peso ideal
En realidad, para esta prueba no conocemos criterios de calidad, pero
debe estar muy mediatizada por las características morfológicas y
antropométricas del ejecutante. Álvarez del Villar (1987), aportó unos
resultados obtenidos sobre 200 sujetos
masculinos, y sobre un peso de
Análisis de
resultados de la prueba de Lanzamiento
de balón medicinal
Prueba de abdominales superiores
Su principal finalidad es valorar la potencia de los músculos
abdominales y la resistencia muscular local.
Para Jeschke (1971), la fiabilidad de esta prueba se sitúa entre el
0,86 y 0,91 en sujetos masculinos de 12 años; del
Albl, Baldauf y col. (S/f) y Jeschke (1971), presentaron resultados de
objetividad de entre 0,71 y 0,97 en sujetos de entre 12 y 18 (en Fetz y
Kornexl, 1976).
Gusi y Fuentes (1999) en un estudio sobre validez comparativa en dos
pruebas de abdominales, realizado a un grupo de tenistas de entre 14 y 16 años,
obtuvieron que el sexo no afectó significativamente en la reproductibilidad de
ambos tests (p>0,005). En las pruebas de encorvadas y sit up con rodillas
flexionadas, se obtuvieran resultados de fiabilidad de 0,97 y 0,95
respectivamente, y mostraron coeficientes de variación bajos entre las
diferentes aplicaciones, siendo por tanto, para estos autores, <<pruebas
de valoración fiables útiles y aplicables>>.
En esta prueba la
participación de psoas-iliaco interviene decisivamente en la acción de flexión
de tronco, disminuyendo la contribución de la musculatura abdominal. La acción
de este músculo tira de las vértebras hacia delante. Así, la aplicación
sistemática de este ejercicio puede provocar un desequilibrio muscular de los
músculos flexores de la columna respecto a la cadera, contribuyendo a un
incremento de la hiperlordosis lumbar (Sinaki y Mikkelsen (1984) citados por
Gusi y Fuentes (1999).
Análisis de
resultados de la prueba de Abdominales
en 30 seg.
Salto Horizontal a pies juntos
Su principal objetivo es medir o valorar la fuerza explosiva del tren
inferior.
Nupponen (1981) afirma que el coeficiente de fiabilidad está por encima
del 0,90. Telama y col. (1982) obtuvieron unos coeficientes de fiabilidad de
0,80 y 0,96 en niños y niñas de 12 años respectivamente; valores de 0,94 y 0,87
en niños y niñas de 15 años; y valores
de 0,89 y 0,85 para sujetos masculinos y femeninos de 18 años respectivamente.
Este test presenta, sobre todo en varones, una gran dispersión de
resultados, observándose en alumnos de la misma edad, resultados muy
diferentes. Para Farrally y col. (1980) la fiabilidad del test de salto
horizontal desde parado, como medida de la fuerza explosiva, presenta una
fiabilidad de 0,96. Beune y Simon
(1977-78) obtienen un coeficiente de fiabilidad de 0,91.
Durante un programa de evaluación diagnóstico e investigación de
aptitud física y la salud, realizado por el Instituto Bonaerense del Deporte,
en la prueba de salto horizontal, se observan incrementos importantes hasta los
17 años en varones. En mujeres la potencia del tren inferior observa un gran
incremento hasta los 13 años. Por otro lado, durante los años de adolescencia,
de
Fetz y Kornexl (1978) obtienen coeficientes de fiabilidad de
Análisis de
resultados de la prueba de Salto
horizontal a pies juntos
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