Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 1 - número 2 - junio 2001 - ISSN: 1577-0354
Arregui Eraña, J.A. y Martínez de Haro, V. (2001). Estado actual de
las investigaciones sobre la flexibilidad en la adolescencia. Revista Internacional de
Medicina y Ciencias de
ESTADO ACTUAL DE LAS INVESTIGACIONES SOBRE
Arregui Eraña,
J.A. y Martínez de Haro, V.*
* Universidad Autónoma de Madrid, e-mail:
vicente.martinez@uam.es
Se han buscado aquellos
artículos que tienen que ver con la flexibilidad. Los diferentes artículos
evidencian que las chicas tienen mejor flexibilidad que los chicos, que los
sujetos entrenados específicamente tienen mejor movilidad que los no entrenados
o los entrenados de forma genérica. Además los diferentes autores no han sido
capaces de encontrar una medida generalizada de la flexibilidad y casi todos
opinan que la medición debe hacerse en cada articulación. Existen discrepancias entre correlaciones de medidas antropométricas y
flexibilidad.
ABSTRACT
They
have been sought those articles that have to do with the flexibility. The
different articles evidence that the girls have better flexibility that the
kids, that the trained subjects specifically have better mobility that the not
trained or the trained in a way generic. Furthermore the different authors have
not been capable of finding a generalized measure of the flexibility and nearly
all hold that the measurement must be made in each joint. Exist discrepancies between
measure correlations anthropometry and flexibility.
PALABRAS CLAVE: flexibilidad, movilidad,
adolescencia, antropometría, pruebas físicas.
KEYS
WORD: flexibility, mobility, adolescence,
anthropometry, physical fitness tests.
Definimos la flexibilidad como la capacidad física de
amplitud de movimientos de una sola articulación o de una serie de
articulaciones. Si queremos medir la flexibilidad tendremos que valorar esta
amplitud de movimientos. Para ello existen una serie de métodos y pruebas que
no terminan de satisfacer plenamente.
La flexibilidad puede ser estática o dinámica. Sobre
esta última no se ha podido establecer una definición ni unas mediciones
rigurosas, si bien ha sido asociada con la oposición o resistencia al
movimiento de las articulaciones. (Hubley-Kozey Ch. L., 1995).
Un serio problema que tiene la flexibilidad a la hora
de ser estudiada es la cantidad de factores, a veces muy complejos, por los que
se ve afectada. Así concurren en ella en primer lugar la capacidad de las
unidades músculo-tendinosas para estirarse y las restricciones físicas de cada
articulación. (Hubley-Kozey Ch. L., 1995) Hay más factores que inciden y se
estudian como son el sexo, la edad, el nivel de crecimiento, la práctica
deportiva y el entrenamiento.
Muchos autores dan por supuesto que cada articulación
es independiente en su medida, mientras otros buscan pruebas que traten de
medir la flexibilidad global del cuerpo.
Respecto a los tipos de estudio vemos que abundan los
que tratan sobre las capacidades físicas, entre ellas la flexibilidad, en
practicantes de diversos deportes, en distintas edades, tratando de ver su
mayor o menor incidencia en la práctica y en el rendimiento deportivo. También
los hay sobre la validez de las pruebas y test de medición y sobre la
influencia en las lesiones deportivas.
Es el objetivo de este articulo examinar el estado
actual de las investigaciones sobre flexibilidad en las edades escolares viendo
cómo y para qué se ha utilizado la medición de esta capacidad física y qué
conclusiones se han sacado.
Respecto a las pruebas e instrumentos de medida de la flexibilidad habría que precisar claramente qué miden. Así, hay quien ha pretendido generalizar excesivamente y ha dado como válidas para medir la flexibilidad globalmente pruebas como la de “sentarse y alcanzar” o “sit and reach” en inglés (Wells y Dillon, 1952) o su modificación, como la denomina la batería Eurofit “flexión del tronco delante desde la posición de sentado” que se hace en posición de sentado delante de un cajón de unas medidas estándar. Por su facilidad de aplicación y su alta reproducibilidad es una de las técnicas de medición más empleadas en los estudios realizados sobre el tema, sobre todo por aquellos que no estudian solamente la flexibilidad sino también otras capacidades físicas suponiendo que el “sentarse y alcanzar” (test del cajón) es prueba representativa de la flexibilidad en general. De hecho sólo mide la flexibilidad y elasticidad de los músculos de la parte inferior de la espalda y los isquiotibiales. Sus mismos autores titulan el artículo dedicado a esta prueba como “The sit and reach, a test of back and leg flexibility” traducido “El sentarse y alcanzar, un test de flexibilidad de espalda y pierna”. (Wells y Dillon, 1952). En este test el resultado está directamente influenciado por tanto por las articulaciones y musculatura de la parte inferior de la espalda y de la parte correspondiente de la extremidad inferior. En menor grado ejerce influencia el cinturón escapulohumeral (sobre todo romboides y trapecio). También limita el resultado cualquier desviación estructural de la columna. (Pila Teleña, A., 1997).
Allen W. Jackson y Alice A. Baker (1986) en un
estudio con chicas de
González Millán I. (1997-98) desaconseja por su
escasa validez los tests de flexión profunda del cuerpo y el de sentarse y
alcanzar por los efectos que sobre él ejercen la relación intermembral brazo
pierna y la altura del cajón. Propone como pruebas suficientemente
representativas de la flexibilidad global de una persona el test Tot Flex de
Porta (1985) y el cociente extraído del puente dorsal (dividiendo la altura
entre la base lograda) consideradas conjuntamente. Por eso las aconseja para la
evaluación escolar.
Un autor clásico sobre el tema es J.R. Leighton que diseñó un flexómetro e hizo varios estudios sobre flexibilidad. El flexómetro de Leigthon (1966) es un goniómetro de tipo gravitatorio que tiene un dial graduado en 360º y una aguja indicadora. Se ajusta a los miembros mediante una goma. La lectura directa en el dial es el arco descrito por el movimiento articular. El método es muy fiable según diversos estudios aunque señalan algunos problemas al no distinguir entre la amplitud de movimientos de la espalda y la cadera.
Otro aparato usado es el goniómetro estándar que es
un transportador de ángulos con dos brazos, uno fijo que forma el cuerpo del
goniómetro con el transportador y el otro móvil unido al cuerpo del goniómetro
con un remache. Tiene algunos problemas (Hubley-Kozey, Ch. L., 1995) ya que se
requieren por parte del examinador conocimientos claros de anatomía para
detectar los hitos óseos para alinear bien los brazos del goniómetro. Además no
se aconseja para la medida del movimiento espinal.
El Inclinómetro o goniómetro clínico es otro
goniómetro gravitatorio con un fundamento similar al de Leigthon y sirve para
la medida de los desplazamientos espinales.
El test flexométrico que presentan Gerard Moras y
Salvador Torres (1989) utiliza un flexómetro consistente en un compás que en su
parte superior tiene una barra o regla graduada solidaria a uno de los brazos
del compás y deslizante en el otro. Esta disposición delimita un triángulo
isósceles que mantiene siempre constante la longitud de sus lados iguales. Otra
regla también graduada permite tomar medidas de la escala centesimal y
acoplarse fácilmente al flexómetro. Según los autores es aplicable a todas las
articulaciones y elimina los errores provocados por las diferencias
antropométricas que presentan las personas en los diferentes segmentos
corporales.
Respecto a las medidas de desplazamiento angular
Hubley-Kozey (1995) señala como problema que no son medidas directas de la
longitud muscular ni de su cambio de longitud.
Características de las
investigaciones y sus resultados:
Nos encontramos con estudios sobre variables
relacionadas con la flexibilidad como son la práctica deportiva, los factores
que la condicionan (edad, sexo, crecimiento, antropometría,...) y la incidencia
de la flexibilidad en la lesionabilidad deportiva.
La flexibilidad y la práctica deportiva
Entre los autores de los trabajos que aquí aparecen,
tanto Song, Thomas MK (1983) como Bale P., Mayhew J.L., Piper F.C., Ball T.E.,
Willman M.K. (1992) y Raudsepp L. y Jürimäe T. (1996) dicen que hay pocos
estudios sobre los cambios en los años de crecimiento en relación con el
ejercicio, las capacidades físicas y el resultado deportivo y que debe
estudiarse más el tema porque los resultados no son suficientes para llegar a
conclusiones claras.
Song, Thomas MK (1983) en un estudio sobre atletas de
género femenino de
Koutedakis, Y. (1995) Sugiere que en la mayoría de
los deportes los entrenamientos generales y la competición no refuerzan la
flexibilidad. En contraste, en los deportistas a los que se les incluyó en el
entrenamiento el trabajo repetitivo de la flexibilidad específica a lo largo
del año hubo aumento en medidas de flexibilidad después de la temporada.
En un estudio sobre jóvenes atletas de élite de entre
9 y 18 años del Reino Unido practicantes cada uno de diferentes deportes
(fútbol, gimnasia, natación y tenis) Maffuli N., King J. B. y Helms P. (1994)
midieron con medidas lineales la flexibilidad del miembro superior y
articulación glenohumeral, de la espina lumbar y tendones de la corva y de la
cadera, músculos aductores y posteriores del muslo (admiten que las medidas
lineales son más limitadas que las angulares). Deducen que los gimnastas y las
gimnastas eran los más flexibles de los cuatro grupos de deportistas incluso en
una edad temprana. La flexibilidad del miembro superior y articulación
glenohumeral en el lado derecho fue mayor que la del izquierdo para todos los
deportes y para ambos sexos. Existió una fuerte correlación entre las medidas
de flexibilidad en muchachas nadadoras y jugadoras de tenis. En los chicos se
evidenció una correlación pobre entre las tres medidas de flexibilidad en todos
los deportes excepto en los nadadores en los que todas las articulaciones
estaban muy correlacionadas entre sí.
Leone M. y Lariviere G.(1996) midieron, entre otras
capacidades físicas, la flexibilidad del tronco y la extensión del hombro en
muchachos deportistas de
En jugadores de fútbol de elite sub–18 (Leatt P.,
Shephard R.J. y Plyley M.J., 1987) se vio que tenían sobre la media más
flexibilidad en la cadera que otros jugadores y se atribuyó el resultado a la
selección, al tipo de entrenamiento y a una preparación impropia en los otros.
La flexibilidad fue medida por el test sentarse y alcanzar.
También Raudsepp L. y Jürimäe T. (1996) encontraron
asociación positiva entre varios índices de aptitud física y la actividad
física entre moderada y vigorosa que realizaban niños de
Los factores que condicionan la
flexibilidad (edad, sexo, crecimiento y medidas antropométricas)
Bale P., Mayhew J.L., Piper F.C., Ball T.E., Willman
M.K. (1992) ven que las chicas son significativamente superiores a los chicos
sólo en flexibilidad y atribuyen al incremento muscular la explicación de que
los chicos sean menos flexibles. Se utilizó la prueba sit and reach en chicos y
chicas de
Maffuli N., King J. B. y Helms P. (1994) encontraron
que la flexibilidad estaba más generalizada en las chicas que en los chicos en
los que la flexibilidad de la parte superior del cuerpo era independiente de la
inferior. Las muchachas eran más flexibles que los chicos entre los 13 y los 16
años. En cuanto a la edad encuentran que la mayoría de los rangos de movimiento
son influenciados a través de la edad y que algunos son específicos de cada
deporte. La aparición de la pubertad tiene mayor valor predictivo que la edad
cronológica sin la evidencia de una disminución relativa en flexibilidad
durante el periodo de crecimiento lineal máximo.
Krahenbuhl G. S. y Marten (1977) encontraron que la
flexibilidad en los adolescentes (
En el citado estudio de Leone M. y Lariviere G.(1996)
en el que midieron la flexibilidad del tronco y la extensión del hombro en
muchachos deportistas de
Docherty D. y Bell R. D. (1985) tomaron niños y niñas de 6, 9, 12 y 15 años y midieron la flexibilidad con medidas lineales (sit and reach, elevación del hombro y muñeca, extensión del tronco y cuello) y medidas angulares con el flexómetro Leigthon (flexión / extensión de hombro, cadera y tronco) y las relacionaron con medidas antropométricas. Concluyen que las chicas eran más flexibles que los chicos en todas las edades. Para los chicos la flexibilidad declina con la edad, tendencia particularmente cierta para la flexión/extensión de hombro, flexión / extensión de tronco, sentarse y alcanzar, elevación del hombro y muñeca, extensión del tronco y cuello. Es explicable por las diferencias en la morfología del esqueleto entre los dos sexos.
A diferencia de estudios previos el de Docherty y Bell encontró una correlación negativa alta entre las dimensiones antropométricas y la flexibilidad, en particular con la flexibilidad del hombro. A los 15 años la alta negativa correlación se hacía patente entre las medidas antropométricas y la flexibilidad del tronco. Las negativas correlaciones indican que los sujetos con miembros largos y alta estatura no puntúan en las medidas de flexibilidad tan bien como los de miembros cotos y baja estatura. Encuentran difícil explicar las altas y negativas correlaciones entre medidas antropométricas y de flexibilidad. Actualmente no hay razones satisfactorias para explicarlo; puede deberse a una diferencia de longitud durante el crecimiento entre los huesos y los músculos que incrementa la tensión muscular y disminuye temporalmente la flexibilidad.
En sus artículos, por el contrario, Raudssep L. y Jürimäe T. (1996) no encuentran correlación significativa entre el crecimiento, el grosor y varias componentes de forma física (fuerza funcional, flexibilidad de la espalda baja, equilibrio y agilidad) y dicen que posiblemente no exista correlación significativa entre medidas somáticas y flexibilidad.
Moras (1992) en un análisis crítico de dos pruebas de
flexibilidad (giro de hombros con bastón y espagat lateral) para medir
respectivamente la flexibilidad de las articulaciones escápulo-humeral y
coxofemoral afirma que las medidas convencionales lineales correlacionan
significativamente con las medidas antropométricas. Las angulares tomadas con
el flexómetro no lo hacen, por lo que defiende éstas últimas por no verse
influenciadas por las longitudes de brazos y piernas.
Se puede apreciar que hay discrepancias serias en los
diversos investigadores respecto a la influencia del crecimiento y las
correlaciones entre flexibilidad y medidas antropométricas.
Incidencia de la flexibilidad en la
lesionabilidad deportiva
Respecto a la mayor o menor influencia de la
flexibilidad en las lesiones Koutedakis (1995) dice que los efectos del
entrenamiento de flexibilidad en temporada han sido poco estudiados, debido
quizá a la complejidad de la medida y que los pocos estudios existentes han
notado que poco cambia.
Maffuli N., King J. B. y Helms P. (1994) encuentran
correlaciones bajas, no significativas entre flexibilidad y fuerza para el
número total de lesiones fijándose en la flexibilidad registrada por splits
frontales realizados por los niños estudiados que no padecieron ninguna, una o
más de dos lesiones agudas.
Leatt P., Shephard R.J. y Plyley M.J., (1987)
contrariamente a algunos informes comprueban la importancia en evitar lesiones
en las piernas de la flexibilidad de la cadera de jugadores canadienses sub-18,
mayor que la de una muestra de población nacional.
-
En cuanto a las
pruebas de medición de la flexibilidad parece difícil encontrar alguna que
pueda medir la flexibilidad global. La mayor parte de los autores se inclinan a
pensar que es específica de cada articulación.
-
La población joven
que practica actividad física tiene mejor flexibilidad que los que no lo hacen
-
Los
entrenamientos específicos realizados habitualmente parecen mejorar algo la
flexibilidad. Los entrenamientos genéricos y la competición sólo no consiguen
mejora.
-
Hay discrepancias
en los diversos autores en cuanto a la influencia del crecimiento y de la edad
en la flexibilidad. Las correlaciones entre medidas antropométricas y
flexibilidad y entre edad y flexibilidad difieren según los distintos estudios.
-
No ocurre tal cosa
con el sexo: está claro que las chicas son más flexibles que los chicos y que
su flexibilidad está más generalizada. En los chicos es más específica.
-
Existe relación
entre flexibilidad e incidencia en las lesiones. Parece que la flexibilidad
tiene su importancia evitando lesiones.
-
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