Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte – vol. 2 - número 5 - agosto 2002 - ISSN: 1577-0354
Lago Peñas, C. y López Graña, M.P. (2002). Unidad didáctica de balonmano para
UNIDAD DIDÁCTICA DE BALONMANO PARA
DIDACTIC UNIT OF HANDBALL FOR E.S.O. THE INTEGRATIÓN
OF THE HANDBALL IN THE CONTENTS OF THE
PHYSICAL EDUCATION
* Doctor en
Educación Física. Facultad de Ciencias de
** Doctorando en Educación
Física. Universidad de A Coruña.
TÍTULO
DE
CICLO: Primero de
Nº DE
SESIONES: 10
INTRODUCCIÓN
Si bien
esta unidad didáctica se encuentra vinculada de forma preferente con el bloque
de Juegos y deportes, es posible relacionar algunos de sus contenidos con el
bloque de Condición física y el de Habilidades y destrezas. Dentro del proceso
de evolución cualitativa de la motricidad (Durand, 1988), el objetivo del proceso
de intervención se centra en el último de sus períodos: el aprendizaje de las
habilidades motrices deportivas propiamente dichas. A diferencia de los
patrones motores básicos y los automatismos, sometidos al control de la
maduración del sistema nervioso, las
habilidades deportivas y las de transición (soporte de las primeras) están
sujetas a unas características más culturales (dependientes del aprendizaje, de
la transmisión social y de los procesos de tratamiento de la información) y
específicas (relacionadas con una tarea o una clase de tareas).
De
ahí precisamente que la construcción de un marco de práctica capaz de optimizar
el aprendizaje por parte de los alumnos de las habilidades motrices
comprometidas en el Balonmano sea una cuestión relativa a la forma en que el
profesor articula las condiciones pedagógicas en las que el practicante aprende
la especialidad y en qué condiciones desarrolla su competición. En efecto, las
condiciones en las que se practiquen las tareas del aprendizaje deportivo son
las que determinan el potencial formativo de la actividad, pues es lo que
conduce a la auto-estructuración de una u otra forma de la personalidad del
alumno, mientras que la técnica y la táctica no son más que una consecuencia de
la interpretación deportiva realizada en un época determinada que permite
conocer los medios más eficaces para alcanzar el fin deseado (Seirul-lo, 1998).
Este conocimiento debe proponérselo el entrenador al deportista, pero en una
situación que permita ir más allá de la simple ejecución del modelo
técnico-táctico dominante.
Proponer
un modelo de práctica capaz de optimizar el proceso de iniciación deportiva en
el ámbito educativo será el objetivo del presente trabajo.
1.
VINCULACIÓN DE
1.1.
Relación con las finalidades
De entre las finalidades
educativas que para
- Mejora y mantenimiento de la forma física y de la
eficiencia y calidad de nuestros movimientos.
- Utilización constructiva del ocio mediante
actividades físicas, recreativas y deportivas.
1. 2. En relación con los objetivos
1.2.1. Generales de
E. Formarse una imagen
ajustada de sí mismo, de sus características y posibilidades y desarrollar
actividades de forma autónoma y equilibrada, valorando el esfuerzo y la
superación de dificultades.
F. Relacionarse y participar en actividades de grupo
con otras personas, con actitudes solidarias y tolerantes.
L. Conocer y comprender los aspectos básicos del
funcionamiento del propio cuerpo y de las consecuencias para la salud
individual y colectiva de los actos y las decisiones personales, y valorar los
beneficios que suponen los hábitos del ejercicio físico, de la higiene y de una
alimentación equilibrada, así como llevar una vida sana.
1.2.2.
Generales del Área de Educación Física
De entre
todos Objetivos Generales de Área contenidos en el DCB de
2. Planificar y realizar actividades que les
permitan satisfacer sus propias necesidades, previa valoración del estado de
sus capacidades físicas y habilidades motrices, tanto básicas como específicas.
3. Aumentar sus posibilidades de rendimiento motor
por el acondicionamiento y mejora de sus capacidades físicas y el
perfeccionamiento de sus funciones de ajuste, dominio y control corporal,
desarrollando actitudes de autoexigencia y autosuperación.
5. Participar, con independencia del nivel de
destreza alcanzado, en actividades físicas y deportivas, desarrollando
actitudes de cooperación y respeto, valorando el aspecto de relación que tienen
las actividades físicas.
1.2.3. Objetivos didácticos
-
Verbalizar las razones del éxito o fracaso de las acciones propias y/o de
los compañeros. -Valorar
la cooperación como elemento fundamental en la obtención del éxito en los
juegos y deportes colectivos. - Mostrar
actitudes de respeto y tolerancia hacia los diferentes niveles de juego de
sus compañeros. - Evaluar
sus aptitudes físicas y habilidades motrices específicas aplicadas a la
práctica del balonmano. Forma de conseguirlas y mejora del nivel de las
destrezas. -
Aumentar las posibilidades de movimiento por el acondicionamiento y mejora
de las cualidades físicas básicas y mejorar sus funciones de ajuste,
dominio y control corporal. -
Participar, con independencia del nivel de destreza alcanzado, en alas
actividades propuestas mostrando actitudes de cooperación y respeto. - Valorar
los aspectos positivos que tiene la práctica deportiva sobre el desarrollo
personal en los aspectos biológicos, psicológicos y sociales.
1.3. Relación con los contenidos
Aunque el bloque principal de
contenidos sobre el que se construye la unidad es el de Juegos y deportes, es
posible relacionar algunos de los
contenidos de la misma con el
bloque de Condición física y con el Habilidades y destrezas, en especial en
aquellos casos en que los alumnos presentan un nivel de destreza limitado en
cuanto a su coordinación dinámico-gereral y segmentaria.. En efecto, una mayor
capacidad de integración entre el componente técnico y el neuromuscular
implicado en la producción de energía mecánica permite al deportista afrontar
con mayores garantías de éxito la resolución de las situaciones variables de
juego en las que se encuentra inmerso. Asimismo, teniendo en cuenta que en el
balonmano existe una distancia de carga reducida con el oponente durante la
ejecución de las acciones que conforman el juego, pensamos que sería muy
adecuado trabajar a través de esta unidad el bloque de contenidos transversal
Educación para
En
este sentido, los contenidos propios de la unidad a partir de los cuales el
profesor puede construir las actividades de enseñanza-aprendizaje son:
JUEGOS Y
DEPORTES |
CONDICIÓN
FÍSICA |
HABILIDADES
Y DESTREZAS |
|
CONCEPTOS |
|
- Características básicas y
comunes de las actividades y juegos deportivos colectivos: normas, reglas,
aspectos técncios y tácticos (en este caso aplicados al balonmano) - Principios básicos de ataque y
defensa - Terminología específica |
- Grado de implicación e importancia
de las capacidades condicionales en la práctica del balonmano - El calentamiento: análisis de
una actividad físico-deportiva ante la construcción de un calentamiento
personal - El entrenamiento: efectos
sobre la salud y el organismo |
- Capacidades coordinativas y su
importancia en el desarrollo de las habilidades motrices. |
|
PROCEDIMIENTOS |
|
- Práctica de juegos y
situaciones pedagògicas regladas y adaptadas que induzcan al aprendizaje de
los fundamentos técnico-tácticos, de estrategias de ataque/defensa y de
estrategias de cooperación/oposición aplicados al balonmano: fintas,
desplazamientos con y sin balón, defensa en zona, individual o mixta,
lanzamientos, pases, acciones del portero, desmarques,… |
- Elaboración de un
calentamiento personal, previo análisis de la actividad a realizar - Aplicación de las capacidades
físicas básicas en las actividades y juegos practicados - Técnicas de entrenamiento de
las cualidades físicas para el perfeccionamiento de la acción motriz
(aplicado al balonmano) |
- Actividades de acomodación de
la actuación individual y/o colectiva ante diferentes estímulos externos. - Reproducción de patrones
motores desde una formulación anterior a la acción (imitación, resolución,
ensayo-error, descubrimiento y adaptación) |
|
ACTITUDES |
|
- Aceptación de las normas y
reglas básicas del balonmano y de aquellas que el profesor introduzca - Demostrar una actitud de
participación activa y de ganas de mejorar en cada sesión. - Aplicación de la función de
integración social que tiene la práctica de las actividades
físico-recreativas - Participación e integración en
las actividades colectivas con independencia del nivel de destreza alcanzado - Cooperación y aceptación de
las funciones asignadas dentro de una labor de equipo |
- Concienciación de que una
buena condición física repercute en a obtención de mejores resultados
deportivos -Valoración de los efectos
beneficiosos que para la salud tiene la práctica deportiva adecuada del
balonmano - Toma de conciencia de la
propia condición física y responsabilidad en el desarrollo de la misma - Interés por el mantenimiento
de la condición física - Valoración de las normas de
higiene, prevención y seguridad en la práctica de la actividad y el
entrenamiento |
- Aceptación de los distintos
niveles de competencia motriz propios y de los compañeros - Comprensión y aceptación de la
propia habilidad como punto de partida hacia la superación personal - Conocimiento y valoración del
nivel técnico y de las técnicas empleadas por uno mismo y los demás - Actitud de autoexigencia y
superación de los límites del propio cuerpo - Aceptación del reto que supone
competir con los otros sin que ello suponga una actividad de rivalidad mal
entendida - Valoración y actitud positiva
en el juego limpio |
1.4. Relación con los criterios de evaluación
Los
criterios de evaluación propuestos para esta unidad didáctica están
relacionados con los criterios 3, 6, 7, 8, 11 y 12 establecidos por el
currículo oficial:
3. Analizar el grado de implicación de las
diferentes capacidades físicas que se están poniendo en juego en actividades
realizadas por uno mismo y por los demás.
6. Aplicar las habilidades específicas
adquiridas a situaciones reales de práctica, prestando una especial atención a
los elementos perceptivos y de ejecución.
7. Resolver los problemas de decisión
formulados por la realización de tareas motrices deportivas, utilizando
habilidades específicas y evaluando la adecuación de la ejecución al objetivo
previsto.
8. Coordinar las acciones propias con las del
equipo, interpretando con eficacia la táctica para conseguir cohesión y
eficacia cooperativa.
11. Mostrar una actitud de deportividad y
tolerancia por encima de la búsqueda desmedida de la eficacia, tanto en el
plano de participante como de espectador.
12. Participar de forma desinhibida y
constructiva en la realización de actividades físico –deportivas.
1.5. Respecto al P.C.C. y a
En cuanto al P.C.C. y
2. ESTRATEGIAS METODOLÓGICO – DIDÁCTICAS
Dos son, a nuestro juicio, las claves fundamentales para una enseñanza eficaz
(Pieron, 1999). El tiempo de compromiso motor consumido por los alumnos en la
realización de las tareas se considera el mediador por el cual la instrucción y
las intervenciones del profesor se transforman en aprendizaje en aquéllos. Se
ha constatado que algunas variables relacionadas con el tiempo presentan a
menudo correlaciones significativas con las adquisiciones motrices de los
practicantes. En cualquier caso, en la adquisición de habilidades motrices no
es posible explicarlo todo por la simple aportación del compromiso motor del
alumno. Es muy probable que los procesos cognitivos y afectivos de éstos
jueguen igualmente un papel mediador. En efecto, el tiempo de implicación sólo
adquiere todo su significado en la medida en que el contenido de la enseñanza
se adapte al nivel de destreza de los sujetos. Cualquier actividad no es
generadora de aprendizajes. El contenido no es indiferente (Pieron, 1999). El
diseño de las situaciones aprendizaje en la enseñanza del balonmano debe partir
de una jerarquización de las condiciones necesarias para jugar, teniendo en
cuenta, por un lado, aquello que el practicante ya conoce y es capaz de
ejecutar y, por otro lado, las adquisiciones consideradas fundamentales. De
este modo, las situaciones creadas deberán ajustarse simultáeamente al nivel de
destreza del practicante y a las exigencias del juego (Garganta y Pinto, 1997).
En el proceso de enseñanza/aprendizaje interesa sobre todo desarrollar
en los alumnos una disponibilidad motriz y cognitiva que trascienda ampliamente
a la simple automatización de gestos y se centre en la asimilación de reglas de
acción y principios de gestión del espacio de juego, como una forma de
comunicación y contracomunicación entre los jugadores (Gargamta y Pinto, 1997).
Hasta llegar al juego formal se han de resolver un conjunto de problemas de
jerarquización en la presentación de los contenidos propios del balonmano en
función de la importancia concedida a los diferentes elementos que conforman la
lógica interna del juego: jugador, compañeros, adversarios, balón, porterías,
espacio, tiempo y reglas. Debido a la complejidad del juego, en la medida en
que el que lo practica tiene que, al mismo tiempo, tener en consideración
varios elementos diferentes: balón, posición en el espacio, compañeros y
adversarios, se impone que el aprendizaje se desarrolle en fases progresivas:
de lo conocido a los desconocido, de lo fácil a lo difícil, de lo menos hacia
lo más complejo.
En este
sentido, defendemos una enseñanza del balonmano a través de fases evolutivas o
etapas que propongan tareas y objetivos de complejidad creciente. En cualquier
caso, es importante que la necesidad de dividir la enseñanza en fases no
provoque la división del juego en elementos (el pase, el control del balón, el
remate, etc.) sino que éste organice su estructura en temas principales
(unidades funcionales), con la finalidad de reducirlo a una escala asumible por
los practicantes (Garganta y Pinto, 1997). Así, la enseñanza del balonmano
puede ser considerada como un proceso de construcción durante el cual los
practicantes van integrando niveles de relación cada vez más complejos de
acuerdo con los diferentes elementos del juego. No obstante, la integración
propuesta no debe terminar en una estratificación o sobreposición de adquisiciones.
Por el contrario, deberá suscitar sistemáticamente al deportista diversas
articulaciones con lógica, en las cuales el saber y la capacidad sobre el juego
le sean constantemente reclamadas en sus intervenciones.
Para el desarrollo de esta línea de actuación pedagógica, resulta
importante atender a los procesos interoceptivos que los alumnos son capaces de
despertar con la ayuda del educador, el cual debe decidir en sus clases los
pasos necesarios para que la calidad de los estímulos entre a formar parte de
los problemas que es necesario superar. En consecuencia, las herramientas
metodológicas más importantes para abordar la construcción de las habilidades
motrices específicas se centran en las intervenciones no directivas, que parten
de la propia naturaleza exploratoria de la misma motricidad, la cual, utilizada
y conducida por el educador, se
traducirá en los estilos de enseñanza del descubrimiento
guiado y la resolución de problemas.
3. ACTIVIDADES DE ENSEÑANZA - APRENDIZAJE
Una
propuesta de las posibles situaciones a desarrollar a la largo de la unidad
podría ser la siguiente:
Situación
1.
Organización: Siguiendo el esquema presentado en el Gráfico 1, el
recorrido consiste en pasar en zig-zag
entre los conos (dispuestos con distancias variables entre ellos), superar al
pivote mediante una finta (por ejemplo, si el pivote levanta la mano derecha,
sobrepasarlo por su izquierda y si levanta la mano izquierda, superarlo por la
derecha; pase a un pivote y sobrepasar la valla en función de la consigna (por
ejemplo, por la izquierda, por la derecha, mediante un salto,…), recoger el
balón justo a la altura del cono tras la devolución del pivote y lanzamiento a
portería.
Variantes: El entrenador puede proponer diferentes variantes
para manipular la dificultad de la ejecución en función del nivel de destreza
de los practicantes mediante: variaciones
en la ejecución del movimiento (en el lanzamiento, por ejemplo, realizar el
movimiento del brazo solicitado lentamente y el lanzamiento fuerte, el
movimiento lento y el lanzamiento débil, el movimiento rápido y el lanzamiento
débil,… o modificando los recorridos espaciales de los segmentos corporales en
cada repetición); variaciones en las
condiciones temporales de la ejecución (en el trayecto entre los conos, por
ejemplo, proponer modificaciones parciales en el ritmo de realización
desarrollando diferentes velocidades de ejecución (rápido, lento,…) o mediante
la adaptación de la ejecución a un ritmo externo (proveniente del entorno) o
interno (marcado por el propio deportista); variaciones en la recepción de la información (número de estímulos
necesarios para identificar la situación, introducción de elementos
perturbadores, claridad de los estímulos, duración de la presentación de los
estímulos, utilización diversificada de estímulos inespecíficos,
semiespecíficos y específicos, incertidumbre sobre el objetivo de la tarea,…); variaciones en la toma de decisiones (
tareas con dos o más objetivos, disminuir el tiempo de reflexión desde la
percepción (aparición del estímulo) a la ejecución (soluciones pertinentes a
los subroles y acciones de éxito del jugador), incertidumbre sobre el objetivo
de la tarea,…); realización de las
tareas en estado de fatiga.
Criterios de éxito: Mantener el dominio del balón a lo largo de todo el
recorrido sea cual sea el nivel de las limitaciones fijadas por la tarea a realizar.
Situación
2.
Organización: En un espacio de juego amplio (campo de balonmano,
por ejemplo), todos los jugadores se encuentran agrupados por parejas, cada uno
de ellos con balón. Mientras el entrenador no proponga ningún estímulo (visual,
sonoro, etc.), los deportistas se desplazan libremente sin prestar atención al
movimiento de su pareja. A la señal, cada jugador debe realizar una tarea
inespecífica (voltereta, salto con giro de 360º, etc) o específica (finta,
cambio de dirección, etc.) diferente cada vez y lanzar la pelota a su compañero
cada vez de una forma distinta (en bote, en salto, en pronación, por la
espalda, etc.).
Variantes: El entrenador puede proponer diferentes variantes
manipulando la dificultad de la ejecución en función del nivel de destreza de
los practicantes. Así, por ejemplo, mientras se manipula la pelota libremente,
se pueden proponer diferentes tipos de desplazamientos: laterales, frontales,
hacia atrás, etc.; el estímulo del profesor puede ser más o menos exigente: de los estímulos
sonoros a los visuales e, incluso, introduciendo elementos perturbadores: se
realiza la tarea sólo cuando levanto la mano derecha, cuando el toque del silbato
es largo, etc.; el espacio de juego se puede reducir o ampliar modificando el
espacio individual de interacción y proporcionando así una mayor dificultad a
la tarea; mientras no se ejecuta el lanzamiento se puede robar la pelota al
resto de participantes, etc.
Criterios de éxito: Mantener el dominio del balón y ejecutar la tarea
respetando la consigna del profesor lo más rápido posible.
Situación 3
Organización: En un espacio de juego de 20x20 metros (aunque podrá ser mayor o menor en función de los objetivos),
un equipo de 4-5 jugadores con balón intenta dar al menos 10 pases mientras el
equipo rival intenta impedirlo. El jugador en posesión del balón no puede
mantener ese rol durante más de tres segundos. ¿Por qué 10 pases? Porque es el
número de pases que se dan en cada unidad de competición, porque facilita el
tiempo de participación de los practicantes, porque los defensores tiene
posibilidades de interceptar el balón, porque 10 pases establece niveles de
continuidad de juego en cuanto a la posesión del balón (ciclo de construcción
básica del juego: desplazamiento – recepción
– desplazamiento con balón – pase - desplazamiento,… ¿Por qué 3 segundos
de tiempo máximo de posesión? Porque el reglamento así lo determina, siendo los
3 segundos el tiempo de participación
habitual en las acciones con balón, de esta forma se evitan comportamientos individuales en la posesión del móvil y
posibilita que los defensores tengan opciones de interceptación del balón.
Variantes: El espacio de juego puede representar aquellas zonas
del terreno donde los jugadores desarrollan su actividad habitualmente
(categorías espaciales significativas): espacio entre 6 y
Criterios de éxito: Mantener la posesión del balón y alcanzar el número
de pases previsto sin que el equipo rival intercepte la pelota.
Situación 4
Organización: Siguiendo el esquema presentado en el Gráfico 4, en
el espacio de juego de reglamentario (aunque podrá ser mayor o menor en función
de los objetivos), dos equipos de 5-6 jugadores intentan anotar un gol en
alguna de las dos porterías que defiende el equipo rival, debiendo realizar
previamente al menos, una acción de bloqueo. Dentro de cada uno de los dos
equipos, la mitad de los jugadores sólo puede anotar en una de las dos
porterías (izquierda o derecha). Cada vez que se consigue un gol, vale 1 punto;
si el siguiente tanto se anota en la otra portería vale en este caso 2 puntos.
Variantes: El entrenador puede proponer diferentes variantes
manipulando la dificultad de la ejecución en función del nivel de destreza de
los practicantes: limitar el tiempo de posesión del balón por parte de los
jugadores, todos los jugadores deben tocar el balón antes de lanzar a
portería...
Criterios de éxito: Mantener la posesión del balón y anotar el mayor
número de goles.
4. EVALUACIÓN
4.1. Evaluación del alumno
- Identificar las capacidades
condicionales y coordinativas implicadas en las tareas específicas
desarrolladas por uno mismo o los demás. -
Movilizar las habilidades motrices específicas en situaciones reales de
práctica valorando la importancia de los mecanismos de percepción, decisión
y ejecución comprometidos de los diferentes comportamientos. -
Adaptar la propia ejecución, después de un análisis individual de la
práctica, de forma que exista una vinculación significativa entre la tarea
propuesta y el modelo de referencia. -
Conocer y practicar en situaciones reales de práctica, juegos y deportes
colectivos, aplicando las reglas, los fundamentos técnico-tácticos
elementales y los principios de ataque y defensa básicos del juego. -
Mostrar una actitud de tolerancia y deportividad por encima de la búsqueda
desmedida de la eficacia, tanto en el rol de participante como en el de
espectador. -
Participar de forma activa en la realización y diseño de actividades
físico-deportivas, respetando las reglas y normas establecidas y
responsabilizándose de la adecuada utilización de los materiales e
instalaciones.
En la tarea de valorar el nivel de consecución de los objetivos
didácticos propuestos en la unidad, es preciso responder a tres cuestiones
fundamentales: ¿Qué, cómo y cuándo evaluar? Además, la orientación construida
se completa con la propuesta de diversos instrumentos de evaluación que pueden
ser utilizados en dicho proceso.
¿Qué evaluar?
- Si el
alumno conoce las reglas básicas del juego y la terminología específica de las
acciones técnicas y tácticas elementales del balonmano.
- Si el
alumno es capaz de identificar en las acciones básicas comprometidas en el
juego las capacidades condicionales y coordinativas que se encuentran
implicadas en su ejecución.
- Si el
alumno acepta la necesidad de coordinar su actividad individual con las de sus
compañeros para construir un proyecto común de equipo.
- Si el
alumno moviliza en la práctica de juegos y situaciones regladas y/o adaptadas,
los elementos técnico-tácticos básicos del balonmano con un nivel de destreza
aceptable.
- Si el
alumno demuestra una actitud de participación activa y ganas de mejorar en cada
sesión.
¿Cómo evaluar?
- Mediante
la observación.
- A través
de preguntas y cuestiones propuestas en el desarrollo de las clases.
-
Realización de situaciones prácticas de ejecución.
¿Cuándo evaluar?
El proceso
de evaluación tendrá lugar al inicio de la unidad (evaluación inicial), durante
el desarrollo de la misma (evaluación formativa) y a su conclusión (evaluación
sumativa).
4.2. Evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje
¿Qué evaluar?
Evaluaremos la calidad de los
distintos componentes que integran dicho proceso: si los objetivos didácticos
propuestos son adecuados o hay que reformularlos en función del contexto
específico de intervención (características socioeconómicas del entorno, nivel
de destreza y motivación del los alumnos, material docente presente en el aula,
proyecto educativo propuesto,…); si los contenidos son significativos y se
adaptan a las necesidades e inquietudes de los alumnos; si las actividades
pedagógicas y los recursos movilizados permiten la consecución de los
aprendizajes propuestos; si la metodología de intervención es adecuada y
permite establecer una relación óptima entre los componentes del proceso de
enseñanza-aprendizaje; y, finalmente, si los propios criterios e instrumentos
de evaluación son válidos.
¿Cómo evaluar?
La observación propia (autoobservación) y la de los alumnos, el registro
y la constante reflexión sobre la práctica suponen los elementos sobre los que
se debe soportar el análisis que el profesor realiza del proceso de
enseñanza-aprendizaje. Será preciso atender a cuestiones tales como si el
material utilizado y los espacios en los que se ha desarrollado la actividad
han sido o no facilitadores del aprendizaje de los alumnos; si la formación de
grupos ha sido adecuada; si el clima de interacción y comunicación durante las
sesiones ha sido capaz de estimular el aprendizaje por parte de los alumnos; si
la estructura de la sesión y la organización de espacios es correcta,… Para
ello, utilizaremos como instrumento, el
diario de sesiones.
5.- BIBLIOGRAFÍA
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