Rodríguez Pérez, M.A; Casimiro Andújar, A.J.;
Sánchez Muñoz, C.; Mateo March, M. y Zabala Díaz, M.
(2013).
Hábitos de entrenamiento en jóvenes pilotos de motociclismo de élite internacionalTraining habits of young international elite motorcyclists. Revista Internacional de Medicina y Ciencias
de la Actividad Física y el Deporte vol. 13 (51) pp. 615-625. Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista51/arthabitos410.htm
ORIGINAL
HÁBITOS DE ENTRENAMIENTO EN
JÓVENES PILOTOS DE MOTOCICLISMO DE ÉLITE INTERNACIONAL
TRAINING
HABITS OF YOUNG INTERNATIONAL ELITE MOTORCYCLISTS
Rodríguez
Pérez, M.A1; Casimiro Andújar, A.J.2; Sánchez Muñoz, C.3;
Mateo March, M.4 y Zabala Díaz, M.5
1 Doctor
en Ciencias de
2 Doctor
en Ciencias de
3 Licenciado
en Ciencias de
4 Universidad
Miguel Hernández de Elche (España). manuel.mateo@ymail.com
5 Doctor
en Ciencias de
Código UNESCO / UNESCO
code: 5899 Educación Física y Deportes / Physical Education and Sport.
Clasificación del Consejo de Europa / Classification Council of Europe:
17 Entrenamiento / Training.
Recibido 23 de julio de 2011 Received July 23, 2011
Aceptado 11 de diciembre de 2011 Accepted December 11, 2011
RESUMEN
En la
actualidad nadie discute que para alcanzar altas cotas de rendimiento deportivo
es imprescindible el entrenamiento. El objetivo de este estudio ha sido
analizar los hábitos de entrenamiento de 27 jóvenes pilotos de motociclismo de
élite internacional a través de un cuestionario. Existe un elevado porcentaje
de pilotos que no realizan programas específicos y sistemáticos de acondicionamiento
físico, tanto en el trabajo de fuerza como de resistencia, en función de las
exigencias fisiológicas que se producen durante la competición, así como
ejercicios compensatorios y estiramientos, como medio de prevención de lesiones
y mejora de la salud física. En general,
los resultados muestran cómo dichos hábitos de entrenamiento deberían ser
revisados y adaptados al contexto motociclista para poder beneficiarse en mayor
medida de sus efectos.
PALABRAS CLAVE: Entrenamiento, Jóvenes, Motociclismo
ABSTRACT
Nowadays it is known
that training is essential to reach
high levels of sports performance. The aim of this study
is to analyze
the training habits of 27 young motorcyclists of international elite through a questionnaire they answered. There are a high percentage of pilots who do not
perform specific and systematic physical training programs to develop
strength and resistance according to the
physiological demands that take place during competitions, neither compensatory exercises nor stretching
as a way to prevent injuries and to improve physical health. Generally, the results lead to sugest that
such training habits are reviewed and adapted to the field
of motorcycling in order to reach a better
performance.
KEY WORDS: Training, Young, Motorcycling
INTRODUCCIÓN
Existen
numerosas evidencias científicas de que el
entrenamiento deportivo es imprescindible para conseguir mejorar los resultados
deportivos. Conseguir un estado de forma óptimo para la competición, es el
resultado de un proceso de entrenamiento, previamente planificado y controlado,
adecuando las cargas de entrenamiento al deporte y deportista en cuestión (Mujika, 2009; Issurin, 2010).
La
información disponible acerca de los hábitos de entrenamiento que tienen los
pilotos de motociclismo de velocidad es escasa a pesar de la importancia que
tiene el entrenamiento para optimizar el rendimiento deportivo en cualquier
disciplina. Así, cada vez son más los pilotos mundialistas que cuentan dentro
de su equipo técnico con preparadores físicos o entrenadores personales que le
ayudan en su preparación. No obstante el mejorable conocimiento científico que
existe de este deporte a nivel de preparación física, hace que el entrenamiento
se deje guiar en excesiva medida por el buen sentido y la intuición del
entrenador. Así, aunque son muchos los pilotos que cada vez cuentan con la
ayuda de estos profesionales, no todos siguen los mismos patrones de
entrenamiento, y optan por diversos métodos y medios de entrenamiento muy
diferentes entre sí. Por tanto, es imprescindible conocer sus hábitos de
entrenamiento y así poder establecer pautas para mejorarlos, si fuera
necesario, en función de los fundamentos del entrenamiento actuales. Además, el
entrenamiento esconde un proceso progresivo en lo que a formación se refiere,
por lo que trabajar de manera ordenada y sistemática desde edades tempranas se
antoja muy importante para que en el futuro los deportistas continúen mejorando
y ampliando sus logros (Vaevens et al., 2009; Henriksen et al., 2010; Armstrong & McManus, 2011).
En base
a lo anterior, el objetivo del presente estudio fue el de conocer los hábitos
contextuales de entrenamiento de los mejores jóvenes pilotos de motociclismo del
mundo, para tratar de establecer pautas correctas o mejorables de dicho
contexto.
METODOLOGÍA
SUJETOS
Una
muestra de 27 pilotos varones (15,3 ± 1,11 años), fue analizada durante los
entrenamientos oficiales de Red Bull Rookies Cup Moto
GP, celebrados en mayo de 2009 en el circuito de velocidad de Jerez (España).
En Red Bull Rookies
Cup Moto GP compiten los mejores jóvenes
pilotos a nivel mundial. Estos competidores han sido seleccionados tras un
riguroso proceso de detección y selección de talentos, efectuado por DORNA
(empresa organizadora de los campeonatos mundiales de motociclismo) y Red Bull
como patrocinador, entre más de 1100 deportistas de 60 países diferentes. La
muestra comprendió un total de 15 países diferentes de los 5 continentes.
MATERIAL
Y MÉTODO
El instrumento de recogida de datos fue un cuestionario modificado, utilizado por Sánchez y Gómez (2008) para estudiar los hábitos de entrenamiento en baloncesto.
El cuestionario fue modificado y adaptado por expertos cualificados al nivel y contexto del motociclismo. Se mantuvo la misma estructura, reduciéndose algunas cuestiones de las existentes en la escala original e incrementándose con nuevas cuestiones específicas para la población a la que está dirigida, resultando una escala compuesta por 18 cuestiones en total.
Posteriormente, se seleccionó a una muestra de 20 pilotos juveniles de nivel andaluz y se validó, en relación a su contenido, en grupos diferentes a los que se intervino. La fiabilidad fue calculada mediante 2 métodos: el test-retest (fiabilidad: repetible o concordante), con un índice de correlación de Pearson de 0.91 (trascurrido un lapso de 7 días) y un Alfa de Cronbach de 0.89 como valor medio de los ítems.
Los investigadores explicaron a cada sujeto el cuestionario y se estuvo en todo momento a su disposición por si existía algún tipo de duda. Las preguntas tenían como objeto conocer la situación particular de los siguientes aspectos:
· Quién dirige su entrenamiento de la condición física
· Qué parte del entrenamiento dedican a esta parcela
· Qué medios y métodos utilizan para su entrenamiento.
Las preguntas se ordenaron por bloques, en función de la variable, desde lo general a lo específico, intentando evitar el factor de contaminación entre las mismas.
Para el análisis estadístico de los datos se utilizó el programa SPSS v.15.0 (Chicago, IL, EE.UU.) calculando los estadísticos descriptivos.
RESULTADOS
Y DISCUSIÓN
Un 88%
de los pilotos consideran que la preparación física en su deporte es
determinante para el rendimiento en competición y consideran que puede influir
mucho o bastante. No obstante, resulta sorprendente cómo tan sólo un 27% de los
pilotos cuenta con la ayuda de un preparador físico o entrenador que dirija su
entrenamiento. Una adecuada interpretación contextual de los factores que
influyen en el rendimiento deportivo y de cómo regularlos para asegurar una
progresión sistematizada, depende directamente de la capacidad del entrenador (Bompa & Haff, 2009; Mujika, 2009; Issurin, 2010).
Así, a este nivel de dedicación al menos, consideramos que sería imprescindible
contar con un profesional con la formación adecuada para dirigir este proceso,
ya que no sólo se mejoraría el rendimiento deportivo sino que se podría
preservar mejor la salud del deportista así como enseñarle mediante la
participación del deportista en su propio proceso de entrenamiento y desarrollo
como deportista.
En cuanto a los días de
entrenamiento destinado a la preparación física en función del periodo de la
temporada, cabe destacar que en el periodo preparatorio los pilotos realizan
4,75 ± 1,29 sesiones, mientras que en el periodo competitivo estas bajan a 3,75
± 1,52 sesiones. De lo anterior suponemos que este descenso de 1 sesión se da
para propiciar un mayor trabajo específico con la motocicleta, lo cual se ve
influido también por el calendario competitivo. Este descenso es lógico y
cumple el principio de Especificidad del entrenamiento. Aún así, se puede
considerar que la importancia que se da a la preparación física es evidente, si
bien los pilotos no tienen la posibilidad de entrenar en circuito con la
frecuencia que quisieran por lo que deben hacerlo por otros medios no
específicos. Un 70 % de los pilotos realizan entre 4 y 5 días de entrenamiento
físico a la semana durante el periodo preparatorio, lo cual es importante, ya
que si éste es adecuado provocará las adaptaciones necesarias en el organismo
para mejorar su rendimiento. Por el contrario, durante el periodo competitivo
estas sesiones enfocadas al desarrollo de la condición física se ven
disminuidas, cuestión por otra parte lógica debido al calendario competitivo.
Este aspecto es importante, ya que durante esta parte de la temporada adquiere
un mayor protagonismo el entrenamiento más específico, siendo esta especificidad
del entrenamiento determinante para la obtención de los resultados deportivos (Verjhosansky y Siri, 2000; Bompa y Carrera, 2005; Mujika,
2009; Issurin, 2010). A pesar de ello, siguen siendo
más numerosas las horas de entrenamiento físico que realizan los jóvenes
pilotos que los datos aportados por Sánchez y Gómez (2008) con jugadores de
baloncesto de la misma edad, los cuales sólo entrenaban 3 días a la semana, ya
que consideraban insuficiente el tiempo de recuperación entre las mismas y
presentaban riesgo de lesión por sobrecarga.
Fig. 1. Días de
Entrenamiento de
Las sesiones realizadas en periodo
preparatorio suman 5,20 ± 2,42, a diferencia de las 4,40 ± 2,87 en periodo
competitivo. Además, las horas dedicadas a la preparación física en periodo
preparatorio son 8,00 ± 2,39 y en periodo competitivo 6,87 ± 2,82. De lo
anterior podemos deducir que 1) se disminuye la carga de entrenamiento físico a
medida que se comienza la temporada competitiva y 2) que las horas dedicadas a
dicho trabajo siguen por tanto la misma dinámica, observando además que la
desviación estándar sugiere que hay pilotos que entrenan considerablemente más
que otros.
Las 5,20 sesiones de
preparación física en periodo preparatorio suponen un 74,28% del total de
trabajo realizado, mientras que las 4,40 sesiones no específicas en periodo
competitivo suponen un 44,44% del total de trabajo realizado. Estos valores
indican que en el periodo preparatorio la carga no específica de trabajo es muy
elevada, posiblemente debido a las dificultades materiales y/o económicas
derivadas de este deporte. Sería conveniente que en el periodo preparatorio se
incrementara progresivamente el trabajo específico en circuito, si bien en
estas edades el condicionante material y físico es determinante.
En
cuanto al entrenamiento de las capacidades físicas, en la siguiente figura mostramos
el porcentaje de la muestra que entrena las capacidades de fuerza, resistencia
y amplitud de movimiento.
Fig. 2. Entrenamiento de las
capacidades de Fuerza, Resistencia y Amplitud de Movimiento, por parte de los
pilotos (%).
Un 74%
de los deportistas realizan entrenamientos de fuerza, pero tan sólo un 65% lo
realiza con una frecuencia de 3-4 días a la semana, lo cual provocaría un mayor
efecto de entrenamiento. La frecuencia óptima de entrenamiento (número de
sesiones a la semana) dependerá de varios factores, como el volumen, la
intensidad, el nivel de condición física de los deportistas, la recuperación y
el número de grupos musculares entrenados en cada sesión. No obstante, en
términos generales se recomienda como frecuencia óptima para el desarrollo de
la fuerza, 3 días de entrenamiento por semana (Rhea, et al., 2003). Es destacable que la
Velocidad no se cita, ni tampoco la que más transferencia pudiera tener que es
la Agilidad siquiera en base a ejercicios inespecíficos. Lo anterior puede ser
justificable en cuanto que la Velocidad como tal no es una cualidad
transferible de la carrera u otro tipo de medio a la motocicleta, sin embargo
sí pueden serlo aquellos ejercicios que favorezcan los movimientos rápidos del
piloto en diversos medios aunque no fuesen encima de la motocicleta.
En la
siguiente figura mostramos los medios más habituales de entrenamiento de la
fuerza que utilizan los pilotos para desarrollar esta capacidad.
Fig. 3. Medios empleados en
el entrenamiento de la fuerza (%).
Cabe señalar como los
medios que más utilizan para el desarrollo de la fuerza son las autocargas y las máquinas de musculación, seguido de los
pesos libres. Los ejercicios que utilizan máquinas de pesas cada vez están más
recomendados para el desarrollo de la fuerza como medio de salud (Kraemer y Ratamess, 2004), sin
embargo, a excepción de unos pocos ejercicios de tipo complementario o
compensatorio (por ejemplo, ejercicios de fortalecimiento de isquiosurales), los ejercicios que debe utilizar un
deportista para mejorar su rendimiento deben ser basados en pesos libres,
propiciando el uso de los mecanismos de propiocepción
y equilibrio. Este medio de entrenamiento garantiza la participación de un gran
número de grupos musculares, facilitando la coordinación y el control cinestésico, así como el fortalecimiento de músculos y
tejidos conectivos (González-Badillo y Ribas, 2002). Consideramos que la
utilización de pesos libres para el desarrollo del entrenamiento de la fuerza,
aunque implique una mayor dificultad técnica, provocan mejores adaptaciones y
ganancias de fuerza y debería ser el medio predominante. No obstante, existe
una gran variedad de medios lo cual siempre es positivo favoreciendo los principios
de variedad y variabilidad en el entrenamiento. Sorprende que ningún piloto,
manifestó utilizar medios de entrenamiento inestables, como Bosus,
Fit Balls, TRX u otros de
similar naturaleza, ya que pueden ayudar a optimizar el entrenamiento de la
fuerza con medios tradicionales y proporcionarían una mejora funcional en la
musculatura principal (Hibbs et al., 2008; Behm et al., 2010; Sharrok et al., 2011). Así, se puede considerar
que la transferencia que se consiga en este sentido para posteriormente pilotar
una motocicleta se ve condicionada. En base a lo anterior sugerimos el trabajo
del denominado entrenamiento funcional haciendo especial incidencia en la
región CORE o región central del cuerpo que parece determinante en el pilotaje
de las motocicletas (Sánchez-Muñoz et
al., 2011).
Resulta llamativo que
ningún piloto ha manifestado utilizar como medio de entrenamiento de la fuerza
las plataformas vibratorias; tan sólo un 12,5 % utiliza la electroestimulación.
El entrenamiento con vibraciones mecánicas puede tener numerosas aplicaciones
tanto en el mundo del deporte como en la prevención y rehabilitación de
lesiones (Da Silva et al., 2006; Hoyo
et al., 2009; )
y, en el caso del motociclismo, éstas son muy habituales debido a las caídas en
entrenamientos y competición. El entrenamiento con vibraciones puede ser
utilizado como entrenamiento suplementario o alternativo, especialmente en caso
de rehabilitación de lesiones. La facilidad de uso de las máquinas de
vibraciones y el poco tiempo necesario para que se produzcan resultados
permiten suponer que este entrenamiento puede ser un buen complemento o una
buena alternativa a otros medios de entrenamiento (Cochrane, 2011).
Refiriéndonos
a la capacidad condicional de la resistencia, un 95% de los pilotos manifiestan
que realizan entrenamientos para desarrollarla, ascendiendo a un 70% los que
realizan 3-4 sesiones semanales
dirigidas a la mejora de esta cualidad. Utilizan la bicicleta y la carrera a
pie como medio preferente para entrenar la resistencia, 95% y 80%
respectivamente. El 60% de los sujetos que realizan entrenamientos de
resistencia con carrera a pie, la desarrollan con una duración del esfuerzo
entre 30 y 60 minutos. El 61,5% de los deportistas que trabajan la resistencia
con bicicleta, lo hacen con una duración mayor a la hora. En este tipo de
trabajo que implica grandes grupos musculares, el método de trabajo es el
continuo a ritmo constante o variable (Fartlek) dado
que se entrena muchas veces por sensaciones y ninguno de los sujetos reconoció
utilizar métodos interválicos o series.
Este
tipo de entrenamiento adquiere una gran importancia, ya que los estudios de
González y Alvero (2003) y D´Artibale et al. (2007) muestran cómo es un deporte
donde las frecuencias cardiacas que se obtienen en competición son elevadas,
desarrollando la resistencia aeróbica intensiva. Así, los presentes resultados
muestran que las carreras de motociclismo imponen una alta capacidad de
resistencia para los deportistas, quienes deberían poseer un adecuado
entrenamiento para mantener las altas velocidades en carrera y minimizar los
efectos de la fatiga durante la competición (D´Artibale
et al., 2008).
En
cuanto a la amplitud de movimiento, un 80% de la muestra la trabaja
habitualmente, pero tan sólo un 50% de esos pilotos lo realiza a diario. No
sólo es importante trabajar la amplitud de movimiento, sino que se debe
realizar con el estímulo adecuado y necesario, manteniendo una continuidad en
el trabajo de esta capacidad (Rodríguez y Moreno, 1997; Gleim
y McHugh, 1997).
Otro
aspecto interesante dentro de la preparación de los pilotos es la especificidad
y transferencia, fundamental en la preparación de cualquier atleta; así, un 70%
de los pilotos realiza entrenamientos específicos con moto de campo como medio
de entrenamiento para la competición en circuito de velocidad. En está línea,
Rodríguez et al. (2010) consideran
necesario diseñar entrenamientos específicos de resistencia con moto de campo
como medio para desarrollar la condición física específica en motociclismo de
velocidad. En este sentido podemos subrayar que la moto de motocross o enduro
suponen un entrenamiento sobrecargado pilotando una motocicleta, si bien la
técnica no es totalmente transferible a la motocicleta de velocidad. Además hay
que tener en cuenta que esta sobrecarga debería realizarse una vez que los
medios inespecíficos como la carrera a pie o la natación, dejen paso a la
bicicleta de montaña y, posteriormente, a estos más específicos aunque teniendo
presente que su uso supone un añadido en riesgo potencial de caídas y lesiones
a los pilotos en sus entrenamientos. Este tipo de entrenamiento basado en la
bicicleta de montaña o, en mayor medida, en el motocross o enduro, suponen un
gran avance en especificidad al utilizar los brazos y manos para conducir el
vehículo incluso con el elemento de trabajo muscular vibratorio implícito.
Por su
parte, un 73% de los pilotos no realiza
ejercicios compensatorios dentro de su preparación, dato que nos parece
sorprendente puesto que la columna vertebral sufre una gran comprensión
articular y presión intradiscal, debido a las
posiciones que se adaptan en la motocicleta, siendo necesario incluir
ejercicios compensatorios con la finalidad de mejorar este aspecto (Sainz et al., 2006; Lopez-Miñarro et al., 2009). Este tipo de ejercicios
irán destinados a conseguir una mayor estabilidad en la musculatura dorsolumbar, así como la tonificación de toda la
musculatura estabilizadora de la pelvis y del raquis, especialmente los
flexores del tronco (abdominal) y extensores (lumbar y paravertebral). No
debemos olvidar que nos encontramos en una edad importante para evitar
estructuraciones raquídeas, que se conviertan en patologías funcionales de la
columna vertebral, además de adquirir un saludable hábito de estiramiento y
fortalecimiento de la musculatura del raquis, imprescindible para el
rendimiento a medio y largo plazo en este deporte (Sánchez-Muñoz et al., 2011). De nuevo en este sentido
el trabajo con plataformas inestables y de región CORE podría ser muy indicado
(Sharrock et al.,
2011; Cochrane, 2011).
CONCLUSIONES
El
entrenamiento de la capacidad de fuerza es fundamental no sólo para la mejora
del rendimiento, también para una más rápida recuperación de las lesiones. Por
tanto, su frecuencia óptima de entrenamiento así como los medios y métodos a
emplear en el entrenamiento deberían ser mejorados por cuanto su frecuencia se
considera menor a la aconsejable.
El
entrenamiento de la resistencia debe orientarse a las exigencias fisiológicas
que se producen durante las carreras, así como al tipo de contracción muscular
y músculos implicados. Por ello el entrenamiento con moto de campo, o en su
defecto la bicicleta de montaña, puede ser un medio de preparación específico y
con transferencia para la competición.
Los
pilotos deberían incluir ejercicios compensatorios basados en la utilización de
plataformas inestables y desarrollando la región CORE, así como la realización
de estiramientos como hábito dentro de sus entrenamientos, como medio de mejora
de su rendimiento pero también como medio de prevención de lesiones y mejora de
la salud.
La
agilidad es una cualidad a la que tampoco se le presta la atención necesaria y
los medios de desarrollo compensatorio con una metodología adaptada a este fin
serían deseables.
En
general, existe un gran porcentaje de jóvenes pilotos de motociclismo que no
siguen programas dirigidos, específicos y sistemáticos de acondicionamiento
físico, pudiendo por tanto mejorarse el trabajo enfocado a la mejora de su
rendimiento deportivo en esta disciplina.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1.
Armstrong N. McManus AM. Physiology of elite young male athletes. Med Sport Sci 2011;
56: 1-22.
2.
Behm DG. Drinkwater EJ. Willardson JM. Cowley PM. The use of instability to train the core musculature. Appl Physiol Nutr Metab 2010;
35 (1):91-108.
3.
Bompa TO. Carrera M. Periodization training for sports. Champaing, IL: Human Kinetics. 2005.
4.
Bompa TO. Haff
G. Periodization: theory and methodology of training. Champaing, IL: Human Kinetics. 2009.
5.
Da Silva Grigoletto
M E. Vaamonde D. Padullés J
M. Efectos del entrenamiento con vibraciones mecánicas sobre la “performance”
neuromuscular. Apunts EF y Deportes 2006; 84: 39-46.
6.
D'Artibale A. Tessitore
M. Tiberi L. Capranica. Heart
Rate and Blood Lactate during Official Female Motorcycling Competitions Int J Sports Med 2007; 28(8): 662-666
7.
D'Artibale E. Tessitore A. Capranica L. Heart
rate and blood lactate concentration of male road-race
motorcyclists. J Sports
Sci 2008; 26 (7): 683-689.
8.
De Hoyo Lora M. Romero Granados S. Sañudo
Corrales B. Carrasco Páez L. Efecto de una sesión con vibraciones mecánicas
sobre la capacidad de salto. Rev Int Med Cienc
Act Fis Deporte 2009; 9 (36): 366-378
9.
Gleim G W. y McHugh M P. Flexibility and Its Effects on Sports Injury and
Performance. Sports Med
1997; 24(5): 289-299.
10.
González-Badillo J J.
Ribas J. Programación del entrenamiento
de la fuerza. Barcelona: INDE Publicaciones, 2002.
11.
González I. Alvero J R. Estudio de la
frecuencia cardiaca en pilotos de velocidad y supercross.
En: Actas del II Congreso Mundial de
Ciencias de
12.
Henriksen K. Stambulova N. Roessler KK. Successful talent
development in track and field: considering the role of environment. Scand J Med Sci Sports 2010; 20 (2): 122-32.
13.
Hibbs AE. Thompson KG. French D. Wrigley A. Spears I. Optimizing performance by improving core stability and core strength. Sports Med 2008;
38(12): 995-1008.
14.
Issurin VB. New horizons for the methodology and physiology of training periodization. Sports Med 2010;
40 (3): 189-206.
15.
Kraemer W J. Ratamess N A. Fundamentals of resistence
training: progression and exercise prescription. Med
Sci Sports Exerc 2004; 4: 674-688.
16.
López-Miñarro P A. Comparación del morfotipo raquídeo y extensibilidad isquiosural
entre piragüistas y corredores. Rev Int Med Cienc
Act Fis Deporte 2009; 9 (36): 379-392.
17.
Mujika I. Tapering and peaking for Optimal
Performance. Champaing, IL: Human Kinetics. 2009.
18.
Nordlund MM. Thorstensson A. Strength training effects of whole-body vibration? Scand J Med Sci
Sports 2007; 17 (1): 12-17.
19.
Rhea M R. Alvar B A. Burkett L N. Ball S D. A meta-analysis to
determinate the dose response for strength development. Med Sci Sport Exerc 2003; 35:456-464.
20.
Rodríguez
M A. Casimiro A J. Sánchez-Muñoz C. Zabala M. La preparación física en
motociclismo de velocidad. Revista digital: www.efdeportes.com. 2010; 140.
http://www.efdeportes.com/efd140/preparacion-fisica-en-motociclismo-de-velocidad.htm
(10/06/2011).
21.
Rodríguez P L.
Moreno J A. Justificación de la continuidad en el trabajo de estiramiento
muscular para la consecución de mejoras en los índices de movilidad articular.
Apunts EF y Deportes 1997; 48: 54-61.
22.
Sainz P. Rodríguez P L. Santonja F. Andujar P. La columna
vertebral del escolar. Sevilla: Wanceulen. 2006.
23.
Sánchez F. Gómez A. Hábitos de entrenamiento
y lesiones deportivas en la selección murciana de baloncesto 2007. Rev Int Med Cienc Act Fis Deporte 2008;
8 (30): 146-160.
24.
Sánchez-Muñoz
C, Rodríguez MA, Casimiro-Andújar AJ, Ortega FB, Mateo-March M, Zabala M. Physical profile of elite young motorcyclists. Int J Sports Med. 2011; 32(10):788-793.
25.
Sharrock C. Cropper J. Mostad J. Johnson M. Malone T. A pilot study of core stability and athletic performance: is there a
relationship? Int
J Sports
Phys Ther
2011; 6 (2): 63-74.
26.
Vaevens R. Güllich A. Warr CR. Philippaerts R. Talent identification and promotion programmes
of Olympic athletes. J Sports Sci 2009;
27 (13): 1367-80.
27.
Verjhosansky Y. Siri M. Superentrenamiento.
Barcelona: Paidotribo. 2000.
Referencias totales / Total references: 27 (100%)
Referencias propias de la revista / Journal's own references: 3 (11,11%)
Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte- vol.
13 - número 51 - ISSN: 1577-0354