Méndez-Giménez, A. y
Fernández-Río, J. (2013). Materiales alternativos en la
formación del profesorado: análisis comparativo de creencias y actitudes /
Non-traditional materials in teacher education: a comparative analysis of beliefs
and attitudes. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad
Física y el Deporte vol. 13 (51) pp. 453-470. Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista51/artmateriales400.htm
ORIGINAL
MATERIALES ALTERNATIVOS EN LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO:
ANÁLISIS COMPARATIVO DE CREENCIAS Y ACTITUDES
NON-TRADITIONAL MATERIALS IN TEACHER
EDUCATION: A COMPARATIVE ANALYSIS OF BELIEFS AND ATTITUDES
Méndez-Giménez, A.1
y Fernández-Río, J.2
1 Doctor en Ciencias de la Actividad Física y
del Deporte. Dpto. de Ciencias de la Educación. Universidad de Oviedo (España) mendezantonio@uniovi.es
2 Doctor en Pedagogía. Dpto. de Ciencias de la Educación.
Universidad de Oviedo (España) javier.rio@uniovi.es
Código UNESCO / UNESCO Code: 5899 Educación
Física y Deporte / Physical Education and
Sport
Clasificación del
Consejo de Europa / Council of Europe
Classification:
4. Educación
Física y Deporte comparado / Compared Physical
Education and Sport; 5. Didáctica y metodología / Didactics and
methodology.
Recibido 4 de julio de 2011 Received July 4, 2011
Aceptado 9 de febrero de 2012 Accepted February 9, 2012
RESUMEN
El objetivo de este trabajo fue analizar las creencias y actitudes del alumnado de
Magisterio acerca del uso de los materiales alternativos como herramienta
educativa y valorar el efecto de una intervención didáctica relativa a estos
recursos en su formación como futuros docentes. Durante
el transcurso de la asignatura Juego Motor de 0-6 años se abordó el tema de los
materiales no comercializados, y se involucró al alumnado en un proceso de construcción
y evaluación de estos recursos a partir de materiales reciclados. Al término de la intervención, los
sujetos completaron un cuestionario ad
hoc compuesto por dos subescalas, con un total de 40 ítems. Las comparaciones pre-postests,
permitieron constatar una tendencia a valorar más positivamente el uso de los
materiales alternativos como herramienta metodología, como estrategia para
trabajar la interdisciplinariedad, para educar en valores y como apoyo a la
evaluación. La experiencia resultó muy positiva para los estudiantes, quienes
enfatizaron múltiples ventajas.
PALABRAS CLAVE: Formación del
profesorado, material autoconstruido, reciclado, no convencional, de bajo
coste.
ABSTRACT
The main goal of this
research project was to analyze the attitudes and beliefs of a group of Teacher
Education students on non-traditional materials as an educational tool. A
second goal was to assess the effects of these resources on the students’
training as future teachers. In the subject “Motor Games for children 0-6 years
old”, students were asked to construct and assess non-conventional equipment
made out of recycled materials. At the end of the project, they were asked to
complete a 40 items questionnaire. Pre-postest analysis revealed that these Teacher Education students valued
positively the use of these non-traditional materials as a pedagogical tool, as an
interdisciplinary strategy, to educate on values, and as an assessment tool.
Students valued the experience as being very positive and they also highlighted several advantages.
KEY WORDS: Teacher Training,
self-made material, recycled, non-conventional, low cost.
INTRODUCCIÓN
Tradicionalmente,
los docentes han utilizado el material y el equipamiento comercializado para desarrollar los contenidos
curriculares e implementar las sesiones de Educación Física. Sin
embargo, además de los materiales convencionales, multitud de objetos
diferentes pueden ser reaprovechados para complementar esa función de soporte
al docente (Orlick, 1990; Werner y Simmons, 1990). En
las últimas décadas se han incrementado las publicaciones que pretenden
fomentar entre el profesorado el uso de los materiales reciclados y de bajo
coste como valiosas herramientas pedagógicas, lo que supone una fuente inagotable de recursos
que permite desarrollar la motricidad
en cualquiera de las etapas educativas (Corbin
y Corbin, 1983; Davison, 1998; García y Ruiz, 2001; Jardí y Rius, 1997;
Lichtman, 1999; Marston,
1994; Méndez-Giménez, 2003; 2008; Moss, 2004; Rovira, 2000; Sher,
1996; Trigo, 1992). Varias de estas publicaciones han sido dirigidas
específicamente a los docentes de Educación Infantil (Maeda y Burt, 2003; Maya et al., 2010; Tabernero y Márquez,
1995), a los de Educación Primaria (Velázquez, 1996), o a los de Educación
Secundaria (Méndez-Giménez, 2006). También son diversas las propuestas
enmarcadas en el ámbito de la Educación Física Especial que pretenden
satisfacer el equipamiento requerido por el alumnado de necesidades educativas especiales,
ya sea motórico, psíquico o sensorial
(Bradtke, 1979; Cowart, 1973; Pearson, 1973).
En
un esfuerzo por aclarar la terminología emergente, Blández (1995) clasificó los
recursos materiales de Educación Física en dos grandes grupos tomando como criterio
su procedencia: los materiales específicos y los materiales inespecíficos del
área. El primer grupo incluyó a los elementos tradicionales que se pueden
adquirir en tiendas especializadas, y distinguió entre material de gimnasio
(espalderas, bancos suecos, colchonetas, plintos, trampolines o potros), del
patio de recreo (columpios, toboganes o balancines), de los deportes (balones
de baloncesto o voleibol, raquetas de bádminton, bates de béisbol…), y de la psicomotricidad (cuerdas, túnel de gateo, paracaídas,
estructuras de construcción, etc.). El conjunto de materiales no específicos lo
componen aquellos materiales que pueden favorecer los objetivos del área, pero
que no se encuentran disponibles en las tiendas de material deportivo. Destacan
los objetos naturales (frutos
de árboles, palos, hojas...), los reciclados o de
desecho, tanto domésticos como industriales (cartón, papel, latas, botes de tetabrik,
bolsas de plástico, envases de yogur o telas),
los de fabricación propia o autoconstruidos (zancos, pelotas malabares,
indiaca,..) y los comerciales que son adquiridos en tiendas no específicas de
deportes, como en papelerías,
ferreterías, mercerías o bazares. Jardí y Rius (1997; p. 8)
denominan a este material inespecífico material alternativo, y lo definen como “aquel que no está sujeto a los circuitos
tradicionales de fabricación y venta para el campo de las actividades físicas,
deportivas o recreativas o que, en caso de que si lo estuviera, recibe una
utilización diferente de aquella para la que ha sido diseñado”.
En la actualidad, el movimiento precursor del material
reciclado está ligado a las sociedades del consumo y a la preocupación por la
sostenibilidad que emergió a finales del siglo XX. No obstante, diversos
autores (Méndez-Giménez, 2008; Tabernero y Márquez, 2003) afirman que esta
corriente educativa que promueve el uso del material alternativo también tiene
sus raíces en los presupuestos limitados y los equipamientos precarios con que
se encuentran muchos docentes en sus centros educativos. Dos trabajos
realizados por Blández (1995; 2000) han mostrado que la utilización de los
recursos materiales en las clases de Educación Física puede mediatizar el tipo
de aprendizajes que realiza el alumnado. Sus estudios mostraron cómo los
estudiantes construyen su propio aprendizaje mediante el juego libre en
ambientes generados por el docente en los que se organiza de manera diversa el
espacio y el material. En esta línea, creemos que una provisión limitada del
equipamiento en los centros, ya sea en su calidad o cantidad, puede afectar
negativamente el cumplimiento de los programas de Educación Física. Desafortunadamente, este déficit de material es notable en
muchos países del mundo, incluso en los países más desarrollados a nivel
económico. La investigación a escala mundial informada por Hardman (2008)
muestra cómo un 36% de los países encuestados declararon que la calidad de los
materiales abastecidos para Educación Física es limitada o insuficiente. Sólo
en Norte América se evalúa positivamente el suministro de los equipamientos.
Además, el 50 % de los países encuestados indicaron que la cantidad de
equipamiento era limitada o insuficiente, siendo África, Asia, América
Central/Latina y el Medio Este las regiones o continentes más perjudicados.
Teniendo en cuenta esta realidad, podría inferirse que la puesta en
funcionamiento de programas que potencien el uso de materiales autoconstruidos
podría posibilitar al alumnado de todo el mundo introducirse en prácticas
lúdicas y físico-deportivas a las que no tiene acceso por falta de medios.
Recientemente,
Méndez-Giménez (2005) ha sugerido que el uso de materiales alternativos puede
ir más allá del aprovechamiento de materiales de desecho ante presupuestos
limitados, y constituir un medio eficaz para impulsar un aprendizaje más activo
y de calidad en el contexto de la Educación Física. Bajo el paradigma
constructivista se hace hincapié en la necesidad de implicar al alumnado en su
propio proceso de enseñanza y en generar un aprendizaje significativo, que
parta de su propio conocimiento. En consecuencia, involucrar al discente en la
búsqueda de la materia prima e implicarle en la propia elaboración de sus
“juguetes” puede activarle mentalmente, así como predisponerle a su uso y al
aprendizaje derivado de éste. En la misma línea, Trigo (1992) sostiene que la
propuesta de utilizar objetos nuevos con los que interactuar provoca reacciones
proactivas en quien se siente desafiado, despierta la imaginación y el ingenio,
genera nuevas expectativas de aventura y descubrimiento y permite desarrollar
las capacidades de indagar y crear.
Por otro lado, el proceso de construcción podría
tener ciertos efectos psicológicos positivos sobre los estudiantes, como el
aumento de su autoestima o la mejora de la motivación. Modificar, cambiar o
construir nuevos elementos, que posteriormente se van a utilizar para la
práctica físico-deportiva, genera un sentimiento de utilidad y un placer
especial similar al que deben sentir el artesano, el alfarero o el ebanista al
transformar las materias primas en obras de arte. Camacho,
Díaz y González (2006) apuntan que implicar al alumnado en la construcción de
materiales de Educación Física y hacer que los compartan con otros compañeros
aumenta, por un lado, la autoestima de los creadores y, por otro, la
consideración y el respeto de los que los usan. Como claves del proyecto de
innovación que desarrollaron entre el departamento de EF y el de Tecnología
señalan la relevancia del trabajo en grupos cooperativos, tanto del alumnado
como del profesorado, y la apertura de las actividades y materiales generados
al resto de la comunidad en el marco de las actividades extraescolares.
Existen más argumentos educativos que apoyan el
aprovechamiento de materiales de desecho, como la sensibilización contra el consumo
desmedido o la preservación del entorno natural (Méndez-Giménez, 2003). La corriente ecológica va más allá del uso de materiales
reciclados en clase, y pretende despertar en los estudiantes una concienciación
de que multitud de objetos pueden ser rescatados de su destino (la basura) y
reutilizados convenientemente.
Pese a la gran cantidad de
bibliografía disponible acerca del uso de materiales alternativos, la
investigación relativa al estudio del efecto que estos recursos puede provocar entre
el alumnado es muy limitada. El estudio de Méndez-Giménez, Martínez-Maseda y
Fernández-Río (2010) dirigido a la etapa de educación primaria constató altos
niveles de interés, disfrute y motivación entre el alumnado de 6º de primaria
en una unidad de paladós (deporte de cancha dividida) llevada a cabo con
materiales autoconstruidos durante 8 sesiones. Hasta la fecha, solo unas pocas
investigaciones han tratado de estudiar el efecto que provoca una intervención
con materiales alternativos en los estudiantes de Magisterio y en su formación
como futuros docentes (Méndez-Giménez y Fernández-Río, 2010; 2011). Sola et al. (2009) señalan que un porcentaje
alto del profesorado en activo (el 40% en Sevilla y Huelva) no ha recibido ninguna formación específica sobre su uso y explotación didáctica, y que sólo el 53% los utiliza, pero de manera puntual. Sin embargo, estos
mismos autores señalan un cambio de actitud positivo del profesorado hacia
estos recursos cuando los emplea sistemáticamente en sus clases. Teniendo en
cuenta los antecedentes señalados, el objetivo de este trabajo ha sido triple:
a) estudiar el impacto que estos recursos pueden tener en la formación del
profesorado y en sus actitudes y expectativas como futuros docentes, b) valorar
el grado de satisfacción y el efecto que estos recursos provocan en un grupo de
estudiantes de Magisterio, y c) estudiar si existen diferencias entre géneros.
MATERIAL Y MÉTODO
Sujetos
Los participantes en este estudio
fueron los alumnos y alumnas de la Facultad de Formación del Profesorado y
Educación de una Universidad del Norte de España que cursaban la asignatura de
Magisterio Juego Motor de 0-6 años.
De los 106 estudiantes matriculados, procedentes de diversas especialidades, 84
sujetos (79,25 % de la muestra), 9 varones y 75 mujeres, asistieron
sistemáticamente a clase y formaron parte voluntariamente del estudio.
Procedimiento
Durante el transcurso de la asignatura
Juego motor de 0-6 años se realizó
una intervención educativa para introducir al alumnado en la temática de los
materiales alternativos aplicados a los contenidos de la materia. El tratamiento constó de un total de
4 sesiones teórico-prácticas de 2 horas de duración cada una, el desarrollo de
un trabajo grupal (estimado en unas 10 h de implicación personal), y un trabajo
opcional de carácter individual (cuya dedicación estimada fue de unas 5 h). El
diseño de investigación fue cuasi-experimental con comparaciones pre-postest. Las sesiones teóricas se basaron en una exposición del contenido por parte
del profesor mediante una presentación de
power-point y de la visualización de vídeos en donde se puso de relieve
multitud de ejemplos prácticos antes de la promoción de un debate. El trabajo
grupal comprendía la búsqueda, selección o invención de 4
juegos motores con material alternativo dirigidos al alumnado de infantil.
También implicaba la presentación de un trabajo escrito y la cumplimentación de
una serie de apartados concretos como los objetivos, reglas, número de
jugadores o tipo de juego. Asimismo, los grupos debían presentar en una sesión
práctica, al menos, 2 de los juegos abordados, para lo que era necesario
aportar el material requerido y, en su caso, explicar cómo construirlo. Además, el proceso
implicaba evaluar las características de seguridad, robustez, utilidad,
adecuación, estética y esfuerzo necesario, tanto del material del propio grupo
como del de otros grupos. El trabajo individual se basó en tres lecturas complementarias de artículos didácticos que reflejaban la
experiencia de maestros de infantil utilizando estos recursos para el
desarrollo de diversos contenidos: juegos motores, educación vial, cuentos y
canciones motrices y expresión corporal. El trabajo requería un comentario
crítico escrito y una breve presentación oral al grupo.
Cuestionario
Se elaboró un cuestionario ad hoc compuesto por dos subescalas con un total de 40 ítems y algunas preguntas relativas
al género, especialidad y experiencia-formación previa en materiales
alternativos. La primera subescala, compuesta por 20 ítems, fue diseñada para
valorar las actitudes del alumnado hacia los materiales alternativos antes y
después de aplicar el tratamiento (pre-postest). Se incluyeron frases para
determinar las actitudes y creencias de los sujetos acerca de los materiales
alternativos como herramienta metodológica, como estrategia para trabajar la
interdisciplinariedad, en su relación con la educación en valores y como
herramienta de evaluación. La segunda subescala, también de 20 ítems, pretendía la valoración de la
experiencia (solo postest) y se valoró, entre otros aspectos, el grado de
utilidad, esfuerzo, motivación, satisfacción y compromiso experimentado por
cada participante. Cada ítem fue
valorado mediante una escala Likert de 5 puntos (1 = muy en desacuerdo, 2 = en
desacuerdo, 3 = indiferente, 4 = de acuerdo, 5= muy de acuerdo) para expresar
el grado de identificación con cada una de esas variables.
RESULTADOS
Análisis de los datos
Los datos
fueron introducidos y analizados mediante el programa informático SPSS, versión
19. La
fiabilidad del cuestionario fue de α de Cronbach=0,903, lo que indica una alta consistencia interna, es decir, que las
diferentes preguntas de la escala están relacionadas entre sí y podrían
contribuir a una puntuación única. Seguidamente, se solicitó la estadística descriptiva de todos los ítems del
cuestionario. Las tablas 1 y 2 muestran las medias y desviaciones típicas de
las dos subescalas.
66 sujetos (78,6 %) pertenecían a la
especialidad de Educación Infantil, 7 (8,3 %) a la especialidad de E. Musical,
6 (7,1 %) a la de E. Especial y 5 (6%) a E. Primaria. El 70% de los encuestados afirmó no
tener inicialmente ninguna o poca experiencia en el uso de materiales
alternativos. Solo el 30% reconocía haber empleado estos recursos previamente
al estudio, pero a un nivel intermedio o moderado. Nadie consideró tener un
nivel muy elevado de experiencia en esta temática.
Se solicitó la
prueba de Kolmogorov-Smirnov para valorar la normalidad de todas las variables,
obteniéndose valores de Sig. < .05
en casi todas ellas. Este dato señalaba que no se cumplía el criterio de
normalidad en su distribución. Por tanto, en los análisis subsiguientes se
emplearon pruebas no paramétricas.
Análisis transversal
Para el estudio
y comparación de las valoraciones entre géneros de la escala de actitudes se
empleó la prueba U de Mann Whitney de
muestras independientes. En la prueba pretest, solo el primer ítem (“1.1. Suponen una metodología que
requiere mayor compromiso por parte del docente”) mostró una Z=-2,198 y una Sig.=.028. En la prueba postest, solo se
encontraron diferencias significativas entre género en el ítem 5 (“1.5. Permiten trabajar objetivos comunes con otras
asignaturas”), Z=-1,997, Sig.=.046, siendo en ambos casos las
puntuaciones superiores en el sector femenino. En el resto de las variables de
ambos tests se obtuvieron valores de Sig.
> .05. En consecuencia, no se rechazó la hipótesis nula, descartando
diferencias entre género.
Tabla 1. Medias y desviaciones típicas pretest
y postest de la escala de actitudes
hacia el uso de materiales alternativos
|
Pretest |
Postest |
||
|
Media |
Desv. típ. |
Media |
Desv. típ. |
1.1. Suponen una metodología que requiere mayor compromiso
por parte del docente |
3,98 |
,643 |
4,42 |
,864 |
1.2. Suponen una metodología que requiere mayor
compromiso por parte del alumnado |
3,80 |
,793 |
4,34 |
,718 |
1.3. Suponen una metodología que puede atender
mejor a la diversidad |
4,04 |
,689 |
4,42 |
,695 |
1.4. Suponen una metodología que permite incluir
mejor a los alumnos/as con N.E.E |
3,89 |
,716 |
4,36 |
,724 |
1.5. Permiten trabajar objetivos comunes con
otras asignaturas |
4,02 |
,680 |
4,34 |
,681 |
1.6. Posibilitan el desarrollo las competencias
básicas en el currículo |
3,72 |
,686 |
4,22 |
,599 |
1.7. Facilitan un mayor conocimiento de los
contenidos de otras áreas |
3,80 |
,676 |
4,03 |
,743 |
1.8. Favorecen la adaptación curricular para alumnos/as
con N.E.E. |
3,88 |
,705 |
4,19 |
,708 |
1.9. Permiten que los alumnos/as realicen
actividades en el ámbito extraescolar |
4,34 |
,668 |
4,53 |
,552 |
1.10. Ayudan a comprobar la integración de los
contenidos de las diferentes asignaturas |
3,68 |
,585 |
4,18 |
,643 |
1.11. Permiten trabajar valores como el respeto
por el material propio y ajeno |
4,66 |
,502 |
4,82 |
,388 |
1.12. Dan pie a trabajar la educación ambiental,
la conciencia sobre residuos y el reciclaje |
4,76 |
,508 |
4,84 |
,400 |
1.13. Favorecen el desarrollo de la creatividad y
la imaginación |
4,82 |
,448 |
4,87 |
,338 |
1.14.
Posibilitan actividades más coeducativas que los deportes tradicionales |
3,99 |
,707 |
4,26 |
,818 |
1.15. Sirven para evaluar las habilidades
motrices de los alumnos/as |
3,88 |
,705 |
4,32 |
,715 |
1.16. Permiten evaluar la implicación y actitud
del alumnado hacia la asignatura |
4,17 |
,695 |
4,61 |
,588 |
1.17. Permiten evaluar mejor todas las capacidades
del alumnado |
3,54 |
,704 |
3,99 |
,769 |
1.18. Permiten que los alumnos/as se autoevalúen
y co-evalúen a sus compañeros |
3,73 |
,766 |
4,42 |
,656 |
1.19. Permiten que se observe una mejora en los resultados
de los alumnos/as con N.E.E. |
3,86 |
,683 |
4,22 |
,700 |
1.20.
Ofrecen más ventajas que inconvenientes para la práctica docente |
3,88 |
,705 |
4,31 |
,748 |
Seguidamente, se solicitó la prueba U de Mann Whitney de muestras independientes
al objeto de comparar las valoraciones de ambos géneros en la subescala
relativa a la valoración de la experiencia.
Se encontraron diferencias significativas entre
géneros en cuatro ítems: “2.4. Me han permitido mejorar
mis habilidades motrices”, Z =-2,682, Sig.=,007;
“2.10. Espero
poder emplearlos cuando sea profesor/a de Educación Física”, Z=-2,233, Sig.=026; “2.16. Han encajado muy bien
con mi forma de aprender” -2,071, Sig.=038;
y “2.19. Me
siento muy orgulloso de los materiales que he construido” Z=-2,071, Sig.=,000.
En todos ellos fueron mayores las puntuaciones de las mujeres que las de los
varones.
Tabla. 2. Medias y desviaciones postest del
cuestionario valoración de la
experiencia (satisfacción,
interés, aprendizaje, motivación, expectativas…)
|
Media |
Desv. típ. |
2.1. Me ha resultado fácil encontrar la materia
prima para elaborarlos |
4,52 |
,661 |
2.2. Me ha supuesto esfuerzo construirlos |
3,29 |
1,105 |
2.3. Me han permitido conocer contenidos y
actividades nuevas |
4,29 |
,704 |
2.4. Me han permitido mejorar mis habilidades
motrices |
3,77 |
,724 |
2.5. Los he encontrado útiles para abordar esta
asignatura |
4,52 |
,528 |
2.6. Han restado tiempo para abordar los
contenidos de esta asignatura |
2,84 |
1,077 |
2.7. Han supuesto un beneficio significativo para
mí como alumno/a |
4,09 |
,747 |
2.8. Me han parecido rentables considerando el
gasto económico y su funcionalidad |
4,36 |
,667 |
2.9. Estoy satisfecho con la experiencia de
utilizarlos para aprender esta asignatura |
4,53 |
,552 |
2.10. Espero poder emplearlos cuando sea
profesor/a de Educación Física |
4,66 |
,503 |
2.11. Han contribuido mucho en mi aprendizaje
práctico de la asignatura |
4,21 |
,635 |
2.12. Me han permitido mostrar capacidades poco
evaluadas en Educación Física |
3,76 |
,709 |
2.13. Han despertado mi interés por la asignatura |
4,01 |
,769 |
2.14. Me han motivado para aprender los contenidos
de la asignatura |
3,97 |
,707 |
2.15. Me han permitido acceder a un conocimiento
más significativo, más motivador |
4,18 |
,663 |
2.16. Han encajado muy bien con mi forma de
aprender |
4,23 |
,724 |
2.17. Han aumentado mi compromiso con la asignatura |
3,91 |
,846 |
2.18. Han propiciado que trabaje en grupo,
aumentado la interacción con los compañeros |
4,65 |
,556 |
2.19. Me siento muy orgulloso de los materiales
que he construido |
4,58 |
,676 |
2.20. Ahora valoro más los materiales que yo he
construido y los de los demás |
4,55 |
,717 |
Análisis longitudinal
Al objeto de comparar las pruebas pretest y postets de
la primera subescala sobre las actitudes y creencias del alumnado, se empleó la
prueba de Rangos de Wilcoxon para 2 muestras relacionadas. La tabla 3 recoge
las puntuaciones Z y la Significación
Asintótica de cada una de las comparaciones pre-postest mediante rangos.
Tabla 3. Puntuaciones Z
y significación asintótica bilateral (Sig.
A. Bil.) en
la prueba de Rangos de Wilcoxon. Diferencias pre-postest de la escala de
actitudes
|
1. Suponen una metodología que requiere mayor compromiso
por parte del docente |
2. Suponen una metodología que requiere mayor compromiso por
parte del alumnado |
3. Suponen una metodología que puede atender mejor a la
diversidad |
4. Suponen una metodología que permite incluir mejor a
los alumnos con N.E.E |
5. Permiten trabajar objetivos comunes con otras
asignaturas |
Z Sig. A. Bil. |
-4,681a ,000 |
-4,578a ,000 |
-3,577a ,000 |
-3,800a ,000 |
-3,238a ,001 |
|
6. Posibilitan el desarrollo las competencias básicas en
el currículo |
7. Facilitan un mayor conocimiento de los contenidos de
otras áreas |
8. Favorecen la adaptación curricular para alumnos/as con
N.E.E. |
9. Permiten que los alumnos/as realicen actividades en el
ámbito extraescolar |
10. Ayudan a comprobar la integración de los contenidos de
las diferentes asignaturas |
Z Sig. A. Bil. |
-4,355a ,000 |
-2,131a ,033 |
-2,772a ,006 |
-1,794a ,073 |
-4,683a ,000 |
|
11. Permiten trabajar valores como el respeto por el
material propio y ajeno |
12. Dan pie a trabajar la educación ambiental, la
conciencia residuos y reciclaje |
13. Favorecen el desarrollo de la creatividad y la
imaginación |
14. Posibilitan actividades más coeducativas que los
deportes tradicionales |
15. Sirven para evaluar las habilidades motrices de los
alumnos/as |
Z Sig. A. Bil. |
-2,600a ,009 |
-1,519a ,129 |
-1,292a ,196 |
-2,690a ,007 |
-4,791a ,000 |
|
16. Permiten evaluar la implicación y actitud del alumnado
|
17. Permiten evaluar mejor todas las capacidades del
alumnado |
18. Permiten que los alumnos/as se autoevalúen y co-evalúen
a sus compañeros |
19. Permiten que se observe una mejora en los resultados
de los alumnos con N.E.E. |
20. Ofrecen más ventajas que inconvenientes para la
práctica docente |
Z |
-4,519a ,000 |
-4,219a ,000 |
-5,654a ,000 |
-3,501a ,000 |
-3,843a ,000 |
Sig. A. Bil. |
a. Basado en los rangos negativos. b. Prueba de los rangos con signo de
Wilcoxon
Se obtuvieron diferencias en todas las variables Sig.<.05, excepto en los ítems 9, 12
y 13.
DISCUSIÓN
a)
Actitudes hacia el uso de materiales alternativos
En general, en la consulta previa a la
intervención, los encuestados se mostraron próximos al valor 4, es decir, de
acuerdo con los ítems planteados. Los
valores más altos se obtuvieron en los ítems
12 (relacionado con la educación ambiental) y 13 (relativo al desarrollo de la
creatividad), ambos con puntuaciones próximos al máximo. Los valores más bajos
fueron obtenidos en el ítem 17
(relacionado con la evaluación de las capacidades) y el 10 (que aludía a la
integración de los contenidos de las diferentes asignaturas), en ambos casos,
con valores por encima de las puntuaciones medias. Pese a esos valores tan
elevados, las medidas postests aumentaron significativamente una vez completado
el tratamiento puntual, obteniéndose diferencias significativas en 17 de los 20
ítems. Si bien los ítems 9, 12 y 13 constaron una tendencia
al incremento en las pruebas postests, no confirmaron diferencias
significativas con los respectivos pretests, posiblemente por los valores tan
elevados de partida. Con carácter general, las puntuaciones postests de este
estudio son notablemente superiores a las puntuaciones postests del estudio similar de Méndez-Giménez
y Fernández-Río (2010), que comprendía un tratamiento intensivo durante un
cuatrimestre en el que el alumnado de Magisterio estaba involucrado en la
construcción de los materiales de manera sistemática.
Metodología. En opinión del grupo testado, esta metodología compromete
activamente tanto al profesorado como al alumnado. Frente al papel más pasivo del docente cuando emplea materiales
convencionales, los materiales alternativos requieren la asunción de nuevos
roles y la inversión de más energía. De hecho, entre otros cometidos, debe
involucrarse en su programación con anterioridad, dar información oportuna
sobre cómo construirlos, velar por la seguridad en la fabricación y durante el
uso, y supervisar los materiales generados para comprobar su estado
(Méndez-Giménez, 2008). Por otro lado, en opinión de los encuestados, la
continua tarea de buscar los materiales y fabricar adecuadamente los objetos
hace que el aprendiz se implique de manera activa, que enganche con las
actividades y tareas desarrolladas, limitando sus posibilidades de evasión o
retraimiento.
Asimismo, los
estudiantes consideraron que esta metodología permitía atender de manera más
apropiada a la diversidad e incluir mejor a los alumnos/as con N.E.E en las
actividades lúdicas llevadas a cabo. Generalmente, el equipamiento convencional
estandarizado es el mismo para todos los alumnos/as, independientemente de su
estatura o capacidad. El mercado permite adquirir materiales diversos,
ajustables a diversos niveles motrices, pero suponen un desembolso económico
para los centros. El hecho de construir los materiales permite diseñar móviles
e implementos “a la carta”, en función de las necesidades y características.
Aspectos como el peso, tamaño, tipo de material, estética… pueden ser tenidos
en cuenta para adecuar los objetos a cada alumno/a, incluidos los que padecen
alguna discapacidad. Durante esta experiencia se hizo hincapié en el tipo de
modificaciones que se debían tener en cuenta a los materiales para incluir a
estos alumnos/as. Esta perspectiva más abierta podría ser de ayuda para el
futuro docente en el diseño de adaptaciones curriculares más acertadas.
Interdisciplinariedad. Pese a que esta experiencia no conectaba directamente con
otras materias, ni era parte de un proyecto interdisciplinar, los encuestados
consideraron que esta práctica permite trabajar en cierta medida los
objetivos comunes con otras asignaturas, posibilita el desarrollo las
competencias básicas en el currículo y facilita un mayor conocimiento de los
contenidos de otras áreas. El
empleo de materiales autoconstruidos parece ser consecuente con el marco
legislativo educativo actual (Ley Orgánica 2/2006, y Decretos de las Administraciones con competencias en Educación) y viabiliza un trabajo por proyectos interdisciplinares que conecten
diversas áreas y asignaturas de las distintas etapas educativas. Por tanto, los
encuestados valoraron el potencial integrador de esta metodología a la hora de
conectar contenidos y de procurar un aprendizaje más significativo para el
alumnado.
Educación en valores. Las puntuaciones más altas
del alumnado se obtuvieron en relación con el papel fundamental que los
materiales alternativos pueden ejercer para desarrollar aspectos actitudinales
como la coeducación, el respeto del material propio y ajeno, el desarrollo de la creatividad, y la educación ambiental. Este dato es de suma
importancia en una escuela que pretende el desarrollo de competencias básicas
en las que se insertan conocimientos procedimientos y actitudes en contextos
concretos de actuación. En línea con los argumentos mantenidos por los precursores
de esta corriente, los sujetos reconocen que los
materiales alternativos pueden servir para trabajar valores relacionados con el
respeto por el medio ambiente, e incrementar la sensibilidad por el reciclaje y
los residuos entre sus futuros alumnos/as. Más
aún, en su opinión, el potencial educativo de esta corriente trasciende del
ámbito escolar. Los sujetos consideraron que puede ser una actividad viable
para el tiempo extraescolar, lo que podría tener
repercusiones positivas en el ámbito del ocio y de la salud.
Evaluación. Los sujetos también consideraron que el uso de materiales
alternativos empleado de manera sistemática permite evaluar en alguna medida la
implicación del alumnado y que los estudiantes se autoevalúen y
co-evalúen mutuamente. Además, favorece la evaluación de las habilidades
motrices, y permite observar una mejora en los resultados de los
alumnos/as con N.E.E. Algo más débiles fueron las puntuaciones relativas
al reconocimiento de esta estrategia para evaluar mejor todas las capacidades del
alumnado, siendo la única variable por debajo de la puntuación de 4.
Valoración general: Considerando la experiencia en su conjunto, pros y contras,
costes y beneficios, los estudiantes aprueban con solvencia el uso de los materiales
alternativos como herramienta pedagógica y como recurso eficaz para la práctica
docente. En resumen, como refleja el último ítem
del cuestionario, en opinión de este alumnado, las ventajas que aportan para la
práctica docente son claramente superiores a los inconvenientes encontrados.
b) Valoración de la
experiencia a nivel personal tras la intervención didáctica con los materiales
alternativos.
Materia prima y construcción de
materiales. El alumnado encontró poca
dificultad para hacerse con las materias primas necesarias para generar estos
recursos alternativos. El proceso de fabricación, también fue muy simple,
probablemente porque los objetos que decidieron confeccionar estaban adecuados
al desarrollo de niños de infantil y no requerían habilidades complejas y
porque pudieron encontrar información relevante sobre cómo elaborar los
materiales (páginas web, vídeos y documentos escritos). En general, las
puntuaciones sobre los objetos elaborados son muy altas, de manera que la
sensación de valía y autoestima podrían haberse incrementado.
Aprendizaje. Los encuestados
reconocieron la funcionalidad de los materiales. Gracias a ellos pudieron
aproximarse a los contenidos de la asignatura (los juegos motores para niños de
educación infantil) y ampliar su conocimiento. El aprendizaje derivado de esta
experiencia fue más conceptual (contenidos y juegos nuevos, maneras de
construir objetos para el aula) que procedimental (habilidades y destrezas).
Dado que el marco de aplicación era la formación de futuros docentes, el
programa hacía más hincapié en el conocimiento de una gran cantidad de recursos
lúdicos y en cómo explotarlos que en el dominio técnico o en el manejo de los
artefactos. No obstante, pese al reducido tiempo dedicado al material, los
testados experimentaron cierta mejoría de las habilidades motrices. A los ojos
del alumnado, los materiales alternativos fueron útiles para su cometido.
Además, el hecho de invertir cierto tiempo en conocer estos recursos no parece
haber restado tiempo para abordar los demás contenidos. En consecuencia, su
confección y uso les ha parecido rentable, puesto que han invertido un tiempo y
esfuerzo no muy elevados y, a cambio, han obtenido un aprendizaje importante
como alumnos. Los encuestados supieron apreciar cómo la dinámica ofrecida
permitió el trabajo en grupo y beneficiarse de la interacción con los
compañeros, comprendiendo y aprendiendo de los demás, lo que va en total
consonancia con la tendencia social del constructivismo (Perkins, 1999).
Disfrute,
interés y motivación.
Los alumnos/as se mostraron
muy satisfechos con la experiencia. El interés por la asignatura aumentó en
parte por el uso de estos materiales y, además, consideraron que había mejorado
su motivación por aprender y practicar. En general, la experiencia fue bastante
agradable sin distinción entre varones y mujeres.
Expectativas. La puntuación más alta se da en el deseo del alumnado de emplear los
materiales alternativos durante el ejercicio de su profesión en el futuro. Más
allá de los efectos provocados en el plano personal, parece que la experiencia
pudo tener cierto impacto en el desempeño profesional y que los sujetos
apreciaron el valor que estos recursos pueden tener más adelante.
Actitud hacia el material. Los estudiantes declararon que la experiencia les había
hecho valorar más los materiales propios y ajenos. El hecho de construirlos, de
evaluarlos y de compartirlos puede ser una estrategia eficaz para establecer
lazos afectivos con el equipamiento y para enseñar a respetar los bienes propios
y de los compañeros, dándoles la importancia justa. Este tipo de iniciativas
podría ser de ayuda en muchos centros escolares en los que el material común
debe ser sistemáticamente sustituido o reparado a causa de los deterioros y
reiteradas sustracciones.
c)
Diferencias entre
géneros.
En
general, las diferencias encontradas entre géneros son mínimas y poco
consistentes, posiblemente debido a la escasa muestra de alumnado masculino en
estas especialidades. En la primera subescala sólo se encontraron dos variables
que mostraron diferencias a favor de las mujeres, una en la prueba prestest y
otra en la postest. Las mujeres fueron más sensibles que los hombres al señalar que esta metodología
requiere mayor compromiso por parte del docente. Igualmente, las mujeres
puntuaron más alto que los hombres, que los permiten trabajar objetivos comunes
con otras asignaturas. No obstante, estos resultados deben tomarse con cautela
y esperar a que nuevas investigaciones puede
corroborarlos.
En cuanto a la segunda subescala de valoración de la
experiencia, nuevamente las mujeres parecen valorar más alto alguno de los
ítems “2.4. Me
han permitido mejorar mis habilidades motrices”, “2.10. Espero poder
emplearlos cuando sea profesor/a de Educación Física”; “2.16. Han
encajado muy bien con mi forma de aprender; y “2.19. Me
siento muy orgulloso de los materiales que he construido” Esta tendencia a una
mayor sensibilidad por parte de las mujeres hacia las intervenciones didácticas
con los materiales alternativos parece ser consistente con los resultados del
estudio de Méndez-Giménez y Fernández-Río (2010).
CONCLUSIONES
1.
Pese a que el alumnado se encontraba en los últimos
cursos de la carrera, su experiencia con los materiales alternativos era limitada.
Estos datos coinciden con los aportados por Sola
et al. (2009) en relación al escaso conocimiento y uso del profesorado en
activo de estos recursos, y justifican un cambio en la formación del
profesorado al objeto de contemplar estos contenidos en los planes de estudio,
teniendo en cuenta los efectos positivos que puedan provocar para su formación.
De hecho, las altas valoraciones en el pretest informadas por este grupo de
estudiantes sugieren un notable interés apriorístico por esta temática.
2.
Esta intervención puntual en la que se implicó al
alumnado de Magisterio en un proceso reflexivo y de producción de materiales
para el desarrollo de los contenidos de la asignatura Juegos Motor de 0-6 años
supuso una experiencia motivante, que despertó su interés a nivel personal y
que elevó sus expectativas de uso en el futuro al considerarlos una herramienta
educativa eficaz. Desconocemos si ese interés señalado es coyuntural y si
podría transformarse en una conducta real de compromiso en un futuro.
3.
La experiencia no requirió un gran esfuerzo, tampoco
fue difícil conseguir los materiales. A cambio, supuso un gran compromiso por
parte del alumnado, además de las múltiples ventajas señaladas. Los participantes
mejoraron su conocimiento de la materia y en cierta medida sus habilidades
motrices, apreciaron el valor del equipamiento generado, y entendieron que
gracias a este proceso se pueden inculcar valores como la coeducación, el
reciclaje o el consumo racional. Igualmente, reconocieron que se abre una
puerta a la interdisciplinariedad y al trabajo competencial.
4.
Los
estudiantes comprendieron que estos materiales podrían ser especialmente útiles
en la atención a la diversidad y la inclusión del alumnado con discapacidad.
Disponer de objetos más ajustados al desarrollo de cada estudiante es una de
las ventajas más notables frente al uso de los materiales convencionales.
5.
En definitiva, en términos de la psicología cognitiva
constructivista (Perkins, 1999), el aprendizaje con estos materiales permite
que los estudiantes se involucren como aprendices activos en la práctica de los
juegos, que sean aprendices sociales a la hora de compartir, evaluar e
intercambiar, y que sean aprendices creativos al tratar de resolver los
posibles problemas derivados de su diseño.
En futuras investigaciones se
debería estudiar el efecto que estos recursos pudieran provocar en la
percepción del alumnado de otras variables como la duración de la intervención,
la cantidad de materiales generados o el uso de recursos inmediatos vs. construidos.
Asimismo, se podría analizar si los cambios de percepción y las actitudes
positivas generadas conllevan intenciones de compromiso docente y
comportamientos asociados. Además,
sería interesante complementar esta investigación cuantitativa con trabajos
cualitativos que pudieran profundizar en las dificultades del proceso de
aprendizaje, la implicación de los cambios cognitivos producidos o su
naturaleza ideológica.
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51 - ISSN: 1577-0354