Sacomori, C.; Felizola, F.L.V.; Kruguer, A.P.; Sperandio, F.F. y Cardoso, F.L. (2013) Nivel de actividad
física y función sexual de mujeres / Physical activity level and sexual function of
women. Revista
Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol.
13 (52) pp. 703-717. Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista52/artinfluencia420.htm
ORIGINAL
NIVEL DE ACTIVIDAD FÍSICA Y FUNCIÓN SEXUAL
DE MUJERES
PHYSICAL ACTIVITY LEVEL AND SEXUAL FUNCTION
OF WOMEN
Sacomori, C.1;
Felizola, F.L.V.2; Kruguer,
A.P.3; Sperandio, F.F.4
y Cardoso, F.L.5
1 Fisioterapeuta, Doctoranda del Programa de
Post-Graduación en Ciencias del Movimiento Humano, UDESC,
Brasil. E-mail:
csacomori@yahoo.com.br
2 Fisioterapeuta, UDESC, Brasil.
E-mail: fernanda_felizola@hotmail.com
3 Fisioterapeuta, título de Magíster del Programa de
Post-Graduación en Ciencias del Movimiento Humano, UDESC,
Brasil. E-mail:
ana.pkruger@hotmail.com
4 Fisioterapeuta, PhD.,
Profesora del Departamento de Fisioterapia, UDESC, Brasil. E-mail:
fabi@intercorp.com.br
5 Educador Físico,
PhD., Profesor del Programa de Post-Graduación en Ciencias del Movimiento
Humano de la Universidad del Estado de Santa Catarina - UDESC. Calle Benevenuta Bartlet
James, 69, Centro, Florianópolis, SC, Brasil. CEP: 88015-630. Teléfono: (48)
3733-8868. E-mail: fernando.cardoso@udesc.br
Código UNESCO / UNESCO Code: 2411.18 Fisiología del movimiento / Physiology
of Movement
Clasificación Consejo
de Europa / Classification
Council of Europe: 4. Educación Física y deporte comparado / Physical
Education and Compared Sport
Recibido 22 de agosto de
2011 Received August
22, 2011
Aceptado 3 de junio de
2013 Accepted June 3, 2013
RESUMEN
El objetivo del estudio fue evaluar la influencia del nivel de actividad física en la función
sexual de mujeres de
PALABRAS CLAVE: Actividad
Física, Función Sexual, Mujer.
ABSTRACT
The purpose of is study was to evaluate the level of
physical activity on sexual function of women from 18 to 40 years old.
Questionnaires about level of physical activity, perceived ability and scale of
sexual function were applied in 114 women, physically active or not. The
results showed no significant differences in sexual function scores for women
considering the levels of physical activity (mild, moderate or intense). More
physically active women tended to show more dyspareunia during or after sexual activity.
Women with thinner waist and larger hips reported more sexual desire and
excitement.
KEY WORDS: Physical
Activity, Sexual Function, Women.
INTRODUCCIÓN
En la última década, la función sexual de mujeres está
siendo cada vez más estudiada conjuntamente con posibles soluciones y
tratamientos en los casos en que ocurren disfunciones (Seo, Choe, Lee, &
Kim, 2005). Fue estimado que entre 40 y 45% de las
mujeres presentan algún problema de disfunción sexual (Lewis et al.,
2004).
Es un problema más
prevalente en mujeres (43%) que en hombres (31%) y se asocia a algunas
características como edad, educación, problemas de salud física y emocional (Laumann, Paik,
& Rosen, 1999), número de hijos y satisfacción
con la relación (Witting et al.,
2008). Algunos estudios demostraron haber
asociación significativa entre disfunción sexual y sentimientos de
insatisfacción física y emocional, así como reducción del bienestar general
(Leite et al., 2007; Rosen et al., 2000).
Otras investigaciones apuntan que la
práctica de ejercicios físicos afecta positivamente en
la vida sexual de las personas, aumentando la frecuencia, la satisfacción
sexual (Gerber, Johnson, Bunn, & O’Brien, 2005; White, Case, Mcwhirter,
& Mattison, 1990; Fox, Gelber, & Chasen, 2008) y la función sexual
(Hoffmann et al., 2009). El estudio
de Penhollow (2008) mostró que, entre 408 estudiantes universitarios, el nivel
de actividad y ejercicio físico eran los mejores predictores de la satisfacción
sexual. También fue demostrado que el ejercicio físico y el “estar en forma”
proporcionado por el mismo, aumenta el atractivo físico y el bienestar general,
haciendo que las mujeres se sintieran más deseadas (Penhollow & Young,
2004; Richman & Shaffer, 2000). Esto, indirectamente, podrá contribuir para
un buen funcionamiento sexual.
Siendo así, la
búsqueda por un cuerpo estándar viene siendo uno de los motivos para la
adhesión a la práctica de actividad física, interfiriendo en la imagen corporal
de las mujeres y en la confianza sexual de las mismas, pues en la cultura
occidental, la atracción física es un aspecto importante y ampliamente
enfatizado en las relaciones sexuales (Donaghue, 2009).
Se hace necesario distinguir los
conceptos de actividad física y de ejercicio físico con el fin de comprender la variación de la función
sexual femenina considerando estos dos aspectos. La actividad física es
definida, según Caspersen (1985), como cualquier movimiento corporal producido
por los músculos esqueléticos que resulta en gasto energético mayor que los
niveles de reposo. De acuerdo con Castellón, De la Cruz e Márquez (2003) y
Ainsworth (2003), la actividad física se comprende por actividades de vida
diaria, cuidados con la casa y los niños, trabajo, transporte, ocio y varios
tipos de actividades sedentarias. Ya cuando la actividad física es planeada,
repetitiva y estructurada, realizada para mantener o mejorar la forma física,
es llamada ejercicio físico.
Sin embargo, se observa
que la producción referente a la asociación entre la actividad física y la
función sexual de mujeres es bastante escasa, una vez que los pocos estudios
(Gerber et al., 2005; White et al., 1990; Fox et al., 2008; Hoffmann et al.,
2009) evaluan, específicamente, el efecto de la práctica de ejercicio
supervisado. Además, tales estudios generalmente abordan los dominios de la
función sexual y sexualidad en grupos minoritarios de mujeres con perfiles muy
específicos en relación a alguna patología o la menopausia. De este modo, el
objetivo de este estudio fue evaluar la influencia del nivel de actividad
física en la función sexual de mujeres adultas jovenes de la población general.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se trata de una investigación de
campo de naturaleza descriptiva correlacional transversal.
Participantes
Participaron del estudio 114 mujeres adultas jovenes, entre 18 y 40 años,
que frecuentaron la Red Femenina de Combate al Cáncer en el municipio de
Florianópolis para realización de examen de rastreamento de cáncer de cuello
uterino, bien como mujeres practicantes regulares de alguna modalidad deportiva
de la gran Florianópolis.
Los criterios de inclusión fueron: mujeres saludables, no gestantes,
sexualmente activas, que aceptasen participar del estudio y firmaran el acuerdo
de consentimiento libre y esclarecido del comité de ética. Y los criterios de
exclusión: incapacidad física que interfiriera en la movilidad y factores que
puedan afectar la función sexual (uso de algunos medicamentos como bloqueadores beta, diuréticos tiazídicos,
antidepresivos, tioridazina, tranquilizantes como diazepan).
Instrumentos
Todas las mujeres participantes de
esta investigación respondieron a cuatro instrumentos: Cuestionario
Internacional de Actividad Física (International Physical Activity
Questionnaire - IPAQ), la Escala de Capacidad Física Percibida (Rating of
Perceived Capacity - RPC), la Escala de Silueta Corporal propuesta por
Stunkard, Sorensen e Schlsinger (1983) y un cuestionario de función sexual
(Female Sexual Function Índex - FSFI).
El IPAQ versión corta es un
instrumento que permite estimar el tiempo semanal gastado en la realización de
actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa y en diferentes contextos
de la vida. Esta versión del IPAQ fue testeada en cuanto a la reproductibilidad
y validez en Brasil (Guedes, Lopes, & Guedes, 2005; Pardini et al., 2001) y el nivel de AF fue transformado en
equivalentes metabólico y, posteriormente, categorizado en leve, moderado e
intenso conforme recomendación de los propios autores (IPAQ Guidelines, 2011).
El instrumento
RPC
es una escala de
La Escala de Silueta Corporal comprende una escala de nueve siluetas
propuestas por Stunkard et al.
(1983), las participantes tenían que apuntar cuál era la imagen que reflejaba
su estructura física y aquella que indicase la silueta que ellas gustarían
tener.
Para evaluación de la función sexual
femenina se utilizó el FSFI, desarrollado y validado en Estados Unidos (Rosen et al., 2000) y traducido para la lengua
portuguesa (Hentschel, Alberton, Capp, Goldim, & Passos, 2007). El
cuestionario está formado por 19 preguntas, todas de selección múltiple,
agrupadas en seis dominios: deseo, excitación, lubricación, orgasmo,
satisfacción y dolor. A cada respuesta es atribuido un valor de
Procedimientos
En primer lugar, las mujeres
recibieron una explicación sobre la importancia y procedimientos de la
investigación, tras realizarse una selección inicial de modo de elegir las que
se encuadraban en los criterios de inclusión. La investigación fue aprobada por
el Comité de Ética de la Universidad del Estado de Santa Catarina, nº 156/2010.
Las mujeres respondieron los
cuestionarios en forma privada. Solamente en casos de dificultad de comprensión
de los términos o analfabetismo, los mismos fueron aplicados en forma de
entrevista por una investigadora mujer, a fin de evitar incomodidad. El primer
cuestionario a ser respondido fue el IPAQ, seguido por el RPC, Escala de
Silueta Corporal y finalizando con el FSFI. Los datos fueron recogidos en el
período comprendido entre 1º de
septiembre de 2010 a 1º de marzo de 2011.
Análisis de los
datos
Los datos fueron tabulados en el
programa estadístico SPSS versión 17.0 y analizados por recursos de estadística
descriptiva (frecuencia, porcentaje, mediana, rango intercuartil). Se procedió
con el análisis de normalidad de Kolmogorov Smirnov y ninguna de las variables
tenía distribución normal, por eso se utilizaron los tests de correlación de
Spearman y Test de Kruskall Wallis, adoptando un p<0,05.
RESULTADOS
Caracterización
de las participantes
Fue analizado el perfil socio-demográfico y problemas de
salud de las mujeres participantes en relación a las tres categorías de nivel
de actividad física (tabla 1). Se observó que la mayoría era casada y
presentaba el nivel medio de escolaridad y la mayoría de las mujeres no
practicaban ninguna actividad física en tiempo libre. Con respecto al estado
civil, escolaridad y problemas de salud que podrían afectar el funcionamiento
sexual, no hubo diferencia significativa entre los grupos categorizados en
cuanto a los tres niveles de actividad física: leve, moderada e intensa.
Tabla 1. Perfil socio-demográfico y problemas de salud de las
mujeres participantes en relación al nivel de actividad física obtenido por el
IPAQ.
|
Todas n=114 |
Leve n=41 |
Moderado n=45 |
Intenso n=28 |
Test qui cuadrado |
||||
|
f |
% |
f |
% |
f |
% |
f |
% |
|
Estado Civil |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Casada |
66 |
57,9 |
25 |
61 |
29 |
64,4 |
12 |
42,9 |
p=,397 |
Soltera |
44 |
38,6 |
15 |
36,6 |
14 |
31,1 |
15 |
53,6 |
|
Separada/divorciada |
4 |
3,5 |
1 |
2,4 |
2 |
4,4 |
1 |
3,6 |
|
Escolaridad |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Enseñanza Primaria |
12 |
10,5 |
5 |
12,2 |
4 |
8,9 |
3 |
10,7 |
p=,895 |
Enseñaza Secundaria |
60 |
52,6 |
21 |
51,2 |
26 |
57,7 |
13 |
46,4 |
|
Enseñanza Superior |
42 |
36,8 |
15 |
36,6 |
15 |
33,4 |
12 |
42,9 |
|
Problemas de Salud |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Diabetes |
1 |
9 |
1 |
2,4 |
0 |
0 |
0 |
0 |
p=,407 |
Hipertensión Arterial |
5 |
4,4 |
4 |
9,8 |
1 |
2,2 |
0 |
0 |
p=,100 |
Depresión |
11 |
9,6 |
6 |
14,6 |
3 |
6,7 |
2 |
7,1 |
p=,401 |
Infección Urinaria Recurrente |
21 |
18,4 |
12 |
29,3 |
6 |
13,3 |
3 |
10,7 |
p=,078 |
AF en tiempo libre** |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Ninguna |
48 |
42,1 |
25 |
61 |
20 |
44,4 |
3 |
10,7 |
|
Caminata |
21 |
18,4 |
8 |
19,5 |
9 |
20 |
4 |
14,2 |
|
Gimnasio (Musculación+ aeróbico) |
26 |
22,8 |
6 |
14,6 |
11 |
24,4 |
10 |
35,7 |
|
Aeróbico (bicicleta/natación/danza) |
10 |
8,7 |
2 |
4,8 |
2 |
4,4 |
6 |
21,4 |
|
Vóleibol/fútbol |
6 |
5,2 |
0 |
0 |
2 |
4,4 |
3 |
10,7 |
|
Artes marciales |
2 |
1,7 |
0 |
0 |
0 |
0 |
2 |
7,1 |
|
Pilates |
1 |
0,8 |
0 |
0 |
1 |
2,2 |
0 |
0 |
|
Frecuencia Sexual*** |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
21 |
18,4 |
10 |
25 |
4 |
9,3 |
7 |
25 |
p=,050 |
|
46 |
40,4 |
19 |
46,4 |
20 |
44,4 |
7 |
25 |
|
|
36 |
31,6 |
10 |
25 |
16 |
35,5 |
10 |
35,7 |
|
7 o más veces/semana |
6 |
5,3 |
1 |
2,4 |
3 |
6,6 |
2 |
7,1 |
|
Frecuencia de Masturbación*** |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Nunca |
74 |
64,9 |
29 |
70,7 |
31 |
68,9 |
14 |
50 |
p=,322 |
|
22 |
19,3 |
10 |
24,4 |
6 |
13,3 |
6 |
21,4 |
|
|
8 |
7 |
1 |
2,4 |
3 |
6,6 |
4 |
14,3 |
|
|
4 |
3,5 |
0 |
0 |
3 |
6,6 |
1 |
3,6 |
Nota: n = número de participantes;
f= frecuencia; %= porcentaje; * valor de p significativo para p<,05. ** no se procedió con el test qui cuadrado, porque no fue
obtenida una frecuencia adecuada para cada categoría. ***presentó 5 datos
perdidos.
De los datos descriptivos referentes a las
características antropométricas, gineco-obstétricas y edad de las participantes
(tabla 2), solamente la masa corporal presentó diferencias significativas
estadísticamente en relación a los grupos conforme nivel de actividad física,
de modo que las mujeres que tenían nivel de actividad física moderado
presentaban mayores valores de masa corporal.
Tabla 2. Características antropométricas, gineco-obstétricas y
edad en relación al nivel de actividad física.
|
Todas n=114 |
Leve n=41 |
Moderado n=45 |
Intenso n=28 |
Test Kruskal Wallis |
||||
|
Md |
IR |
Md |
IR |
Md |
IR |
Md |
IR |
|
Edad (años) |
29,0 |
12 |
27,0 |
12 |
32,0 |
11 |
27,0 |
12 |
p=,316 |
Peso (Kg) |
58,50 |
11 |
57,50 |
11 |
64,0 |
13 |
57,0 |
11 |
p=,025* |
IMC |
22,7 |
4,7 |
23,3 |
4,7 |
23,0 |
4,9 |
22,2 |
3,3 |
p=,172 |
Circunferencia de la cintura (cm) |
73,0 |
11 |
71,0 |
9 |
76,0 |
14 |
72,3 |
9 |
p=,145 |
Número de Gestaciones |
1 |
2 |
1 |
1 |
1 |
2 |
0 |
2 |
p=,618 |
Número de partos |
0 |
1 |
0 |
1 |
1 |
2 |
0 |
1 |
p=,202 |
Nota: n = Número
de participantes; Md= Mediana; IR= rango intercuartil.
Nivel de Actividad Física (IPAQ) y Aptitud
Cardiorrespiratoria Percibida (RPC)
En relación al nivel de actividad física, obtenido por medio
del IPAQ, 41 mujeres (36%) presentaron AF leve, 45 mujeres (39,5%) moderada y
28 mujeres (24,5%) intensa.
En cuanto a capacidad física percibida, 49 mujeres (43%)
fueron categorizadas como presentando baja capacidad (puntuación de
Hubo correlación positiva moderada entre la clasificación
del nivel de AF obtenida por medio del IPAQ y la clasificaciónn que se creó
para la capacidad física percibida [ρ(rho)= 0,473, p=
0,01].
Comparación de la
Función Sexual entre los tres niveles de actividad física
Fueron comparadas las respuestas de los dominios y
puntuación de función sexual de las participantes en relación a la variable independiente nivel de actividad física (tabla
3). Los datos demostraron no haber influencia del nivel de actividad física
(leve, moderado o intenso) en la puntuación de función sexual de las
participantes. En relación a los dominios específicos, hubo diferencia
significativa entre los tres grupos sólo en el dominio “dolor relacionado a la
actividad sexual”, siendo que las mujeres que practicaban AF intensa
presentaron más dispareunia en relación a los niveles de AF moderado y leve.
Tabla 3. Dominios y puntuación
total de función sexual en los grupos con nivel de actividad física leve,
moderado e intenso.
|
Todas n=114 |
Leve n=41 |
Moderado n=45 |
Intenso n=28 |
Test de Kruskal Wallis |
||||
|
Md |
IR |
Md |
IR |
Md |
IR |
Md |
IR |
|
Deseo Sexual |
3,6 |
1,8 |
3,6 |
1,8 |
3,6 |
1,8 |
3,6 |
1,8 |
p=,831 |
Excitación Sexual |
4,5 |
1,2 |
4,5 |
1,5 |
4,5 |
1,2 |
4,5 |
2,1 |
p=,872 |
Lubricación |
5,1 |
1,8 |
5,4 |
1,8 |
4,8 |
1,8 |
4,5 |
2,0 |
p=,153 |
Orgasmo |
4,8 |
2,0 |
4,8 |
1,8 |
5,2 |
1,8 |
4,8 |
1,6 |
p=,612 |
Satisfacción Sexual |
5,2 |
1,6 |
5,2 |
1,6 |
5,2 |
1,8 |
5,2 |
1,2 |
p=,995 |
Dolor |
5,2 |
2,1 |
5,2 |
1,6 |
5,6 |
2,4 |
4,0 |
2,3 |
p=,041** |
FSFI* |
27,8 |
6,6 |
28,4 |
5,9 |
27,7 |
6,7 |
27,3 |
8,5 |
p=,557 |
Nota: n = Número de
participantes; Md= Mediana; IR= rango intercuartil * A cada respuesta de los
dominios del índice de función sexual (FSFI) es atribuido un valor de
En la búsqueda de correlaciones entre la función sexual y
las demás variables controladas, no fueron observadas correlaciones
significativas entre la puntuación total de función sexual y las variables:
nivel de actividad física, escala de capacidad percibida, edad, número de
gestaciones, peso, IMC e imagen corporal.
Sin embargo, el dominio dolor se correlacionó
negativamente (ρ=-,233, p=,013) con el nivel de actividad física, de
forma que mujeres más activas físicamente tendieron a señalar más dispareunia
durante o después de la actividad sexual.
Además el número de gestaciones se correlacionó
negativamente con los dominios deseo (ρ=-0,205, p=0,031) y excitación sexual (ρ=-0,240, p=0,012), de modo que las mujeres con mayor
número de hijos presentaban menos deseo y excitación sexual.
Y, por último, la masa corporal se correlacionó
positivamente (ρ=0,212, p=0,027) con el dominio orgasmo, siendo que
cuanto mayor la masa corporal, mayor la frecuencia y satisfación con el
orgasmo. De la misma forma, la variable relación cintura-cadera se correlacionó
negativamente con los dominios deseo (ρ=-0,263; p=0,011)
y excitación (ρ=-0,269; p=0,009).
DISCUSIÓN
Nivel
de Actividad Física y Escala de Capacidad Percibida
De las participantes de
este estudio, 36% presentaron nivel de AF leve, 39,5% moderada y 24,5% intensa.
Adoptando el mismo instrumento, usando otra clasificación, Zanchetta, Beriti,
Barros e Carandina (2010) obtuvieron proporciones similares en mujeres de
Se debe resaltar que el Cuestionario Internacional de
Actividad Física (IPAQ) versión corta, utilizado en este estudio, es un
instrumento que permite estimar el tiempo semanal usado en la realización de
actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa y en diferentes contextos
de la vida (trabajo, tareas domésticas, transporte y ocio), teniendo como
referencia la última semana (Matsudo et
al., 2002). Sin embargo, el protocolo utilizado minimiza los sesgos de
medición. Y, como en todo auto-relato, este método está sujeto a la falla
de memoria de los sujetos y la
posibilidad de que ellos hicieran estimativas erradas de algunos aspectos
(frecuencia, intensidad, duración) de la actividad física practicada.
Así
mismo, la medida de nivel de actividad física obtenida por el IPAQ tuvo una
correlación moderada con la capacidad física percibida. Muy probablemente,
personas con mayor nivel de actividad física se juzgan más capaces de tolerar
mayores intensidades de ejercicio por 30 minutos.
Comparación de la Función Sexual en los tres
niveles de actividad física
No fue encontrada influencia del
nivel de actividad física (leve, moderado o intenso) en la puntuación de
función sexual de las participantes. Esto contrasta con los resultados
encontrados por Hoffmann et al.
(2009) en un programa de ejercicios supervisados para tratamiento de depresión
que concomitantemente mejoró la función sexual de las mujeres participantes.
Posiblemente, la práctica de actividad física no supervisada y sin los debidos
cuidados con los principios de ejercicio físico (sobrecarga, sobrecarga
progresiva, adaptación, especificidad, variabilidad, reversibilidad y
diferencias individuales) no sea suficiente para promover mejoras en la función
sexual de las mujeres.
Fue observado que las mujeres que practicaban actividad
física intensa presentaron más dispareunia en relación a las con niveles de
actividad física moderada y leve. Recientemente,
alteraciones relacionadas al estado de tensión muscular, tales como trigger points en la región del piso
pélvico, están siendo relacionados a síntomas de dispaurenia (Doggweiler Wiygul
& Wiygul, 2002; Fitzgerald & Kotarinos, 2003). De forma general, alteraciones
musculoesqueléticas por asimetría del tono y de la acción muscular debidas a
alteraciones posturales, tensión/estrés o práctica de alguna actividad física
pueden ser el origen de dispareunia, pudiendo alterar el ciclo de respuesta
sexual (Etienne & Waitman, 2006). De este modo, tanto la hipotonía como la
hipertonía de los músculos del piso
pélvico pueden inhibir y dificultar la respuesta sexual (Rosenbaum, 2007).
No fue observada correlación significativa entre la
puntuación total de función sexual y edad. A pesar de esto, otros estudios ya
habían señalado que, cuanto mayor la edad, más bajo es el nivel de función
sexual femenina (Verit, Verit, & Billurcu, 2009;
Lewis et al., 2004). Sin embargo, en
relación a la dispareunia, fue verificado que la mayor prevalencia de ésta se
encuentra en la faja etaria de 18-29 años (21%), disminuyendo para la faja
etaria de 30-49 años (14%) y siendo más rara en mujeres con más de 50 años (8%)
(Laumann et al., 1999).
Además, el número
de gestaciones se correlacionó negativamente con el deseo y la excitación
sexual de las mujeres, de modo que las mujeres con mayor número de hijos
presentaban menos deseo y excitación sexual. Un estudio epidemiológico
realizado en Finlandia observó que mujeres con
Se observó una tendencia de que
cuanto mayor la masa corporal de las mujeres, mayor la frecuencia y
satisfacción con el orgasmo. Al contrario de esta información, Esposito et al. (2007) observaron, en mujeres
italianas (media de edad = 42,3 años) que tenían algún tipo de disfunción
sexual, que aquellas con IMC más elevado tenían menor frecuencia y satisfacción
con el orgasmo. Este mismo estudio
resalta que las dificuldades sexuales femeninas parecen estar cada vez más
difundidas en la sociedad actual, sin embargo, la relación entre la función
sexual femenina y obesidad, aún, no está clara.
En este sentido, es importante
recordar que el estrógeno y la testosterona están relacionados con el flujo
sanguíneo vaginal, uretral y clitoriano, tanto como con el relajamiento de la
musculatura lisa de la vagina (Kaplan & Owett, 1993). De este modo, mujeres
con mayor cantidad de grasa corporal tienden a presentar una alteración
hormonal, la cual probablemente influenciará la función sexual femenina. Los
datos de Kaplan e Owett (1993), describiendo el síndrome de deficiencia
androgénica femenina, mostraron que la baja de andrógeno en la mujer está
asociada a un significativo decrecimiento en el deseo sexual o en el libido.
Y, por último, fue observado que cuanto mayor el valor
del índice cintura-cadera (representando cinturas más anchas en relación a las
caderas), menor el deseo y la excitación sexual. Se comprende que, en la cultura
latino-americana, cinturas más finas y caderas más anchas están relacionados a un mayor atractivo físico, pudiéndose
justificar por qué esas mujeres sintieron más deseo y excitación sexual. No
encontramos datos similares en la literatura. Por otro lado, Esposito et al. (2007) observaron que la
puntuación de FSFI no se correlacionó con el índice cintura-cadera.
Cambios de estilo de vida, principalmente
enfocando la actividad física regular
y una dieta saludable, pueden prevenir y tratar disfunciones sexuales en
ambos sexos (Esposito et
al., 2007). Resaltando así, la importancia en proponer a los
sectores destinados, las políticas públicas que implementen programas de
promoción de la actividad física para la población general, enfatizando la
prevención de disfunciones sexuales y el asesoramiento en cuanto a los
beneficios de la actividad física en la sexualidad y calidad de vida.
CONCLUSIONES
En el presente estudio los resultados no demostraron
tener diferencias significativas en la puntuación de función sexual de las
mujeres considerando los niveles de actividad física (leve, moderado o intenso).
La sexualidad extrapola los límites de la anatomía y de la fisiología, siendo
asociada a varias características como edad, educación, baja autoestima,
inadecuación física y asociada a la relación y experiencias sexuales. E,
infelizmente, no conseguimos controlar todos estos factores en el estudio.
La relevancia de este estudio se
caracteriza por producir datos sobre mujeres en edad reproductiva. Había mucha
diversidad de práctica de modalidades de actividades físicas, lo que fue
difícil de controlar durante los análisis. Se propone la realización de nuevos
estudios investigando la asociación entre práctica de actividad física y
función sexual en una muestra mayor y representativa de la población y con
mayor control de las variables.
Además, este estudio se limita a
comparar la función sexual de mujeres con distintos niveles de actividad
física. Se sugiere que próximos estudios que evaluen este tema, sigan un diseño
experimental controlado con grupos pareados, utilizando un pedómetro en vez de cuestionario
para medición del nivel de actividad física. Pues, puede ser que el IPAQ no sea
adecuado para captar los detalles de la actividad física que influenciarían en
la función sexual de mujeres.
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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte- vol. 13 - número 52
- ISSN: 1577-0354