Cejudo, A.; Sainz de
Baranda, P.; Ayala, F. y Santonja, F. (2014) Perfil de flexibilidad de la extremidad inferior en
jugadores de fútbol sala / Normative data of Lower-limb muscle flexibility in futsal players. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la
Actividad Física y el Deporte, vol. 14 (55) pp. 509-525. Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista55/artperfil503.htm
ORIGINAL
Perfil
de flexibilidad de la extremidad inferior en jugadores de fútbol sala
Normative data of Lower-limb muscle flexibility
in futsal players
Cejudo, A.1; Sainz de Baranda, P.2; Ayala, F.3
y Santonja, F.4
1 Doctorando en Ciencias de la Actividad Física y
del Deporte. Facultad de Medicina. Universidad
de Murcia (España). acpcejudo@gmail.com
2 Doctora en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Facultad de
Ciencias del Deporte. Universidad de Castilla La Mancha (España). pilar.sainzdebaranda@uclm.es
3 Doctor en Ciencias de la Actividad Física y del
Deporte. Centro de Investigación del
Deporte. Universidad Miguel Hernández de Elche. (España). ISEN formación
universitaria, centro adscrito a la Universidad de Murcia (España).
fayala@umh.es
4 Doctor en Medicina y Cirugía. Facultad de Medicina. Universidad de Murcia.
Servicio de Traumatología. Hospital Universitario. V. de la Arrixaca. Murcia
(España). fernando@santonjatrauma.es
Código UNESCO / UNESCO Code: 5899 Educación Física y Deporte / Physical
Education and Sports
Clasificación
Consejo de Europa / Council of Europe Classification: 11. Medicina
del Deporte / Sports Medicine
Recibido 17 de enero de 2012 Received January 17, 2012
Aceptado 3 de enero de 2013 Accepted January 3, 2013
Resumen
El objetivo de este
estudio fue definir cuantitativamente los valores de referencia del perfil de
flexibilidad en 20 jugadores profesionales de fútbol sala. Para ello se valoró
la flexibilidad de los principales grupos musculares de la extremidad inferior
a través de 7 pruebas de rango de movimiento articular pasivo máximo. Los resultados obtenidos demuestran que los jugadores de fútbol sala
analizados presentan un perfil de flexibilidad de la extremidad inferior
superior a los valores propuestos para población general, a los valores
encontrados en sujetos sanos sedentarios, así como en personas físicamente
activas. De la misma forma, los valores de flexibilidad de los jugadores de
fútbol sala seleccionados son superiores a los observados en otras modalidades
deportivas.
Palabras clave: Flexibilidad, rango de movimiento, condición física, deportes.
Abstract
The purpose of this study
was to quantitatively define the normative lower-limb flexibility data in 20 professional
futsal players. For it, the flexibility of the major lower-limb muscles was
evaluated throughout 7 different peak joint ROM assessment tests. The results
of the current study demonstrate that the professional futsal players assessed
have higher normative data of lower-limb flexibility than the previously
stabilised flexibility normative data for general population, healthy sedentary
adults, as well as for recreationally active adults. Likewise, the normative
lower-limb flexibility data for the professional futsal players selected are
higher than those reported for other sport modalities.
Key words: Flexibility, range of motion, physical fitness, sports.
1.
Introducción
La flexibilidad, definida como la habilidad para mover una
articulación (o varias en serie) a través de todo el rango
de movimiento (ROM) requerido para una actividad o acción
específica (Magnusson y Renstrom, 2006), es uno de los componentes básicos del
fitness para el rendimiento deportivo (Hahn, Foldspang, Vestergaard y
Ingemann-Hansen, 1999; Alricsson y Werner, 2004). Más concretamente, Kraemer y
Gómez (2001) defienden que la flexibilidad es uno de los elementos
fundamentales de la condición física para los deportistas de élite. Este hecho, se evidencia con mayor fuerza en
determinadas modalidades deportivas como la gimnasia rítmica y artística, la
modalidad de natación saltos y el patinaje artístico, donde la flexibilidad es
un componente determinante. En estas modalidades se requiere un ROM articular máximo (expresión
cuantitativa de la flexibilidad muscular) en la mayoría de las articulaciones
para la ejecución de los gestos técnicos extremos que más puntúan los jueces. Por el contrario, existen otras modalidades deportivas
(fútbol, baloncesto y carrera) que necesitan niveles mas bajos de flexibilidad
para la realización de los movimientos dinámicos implícitos en la ejecución de
los gestos técnicos (Nóbrega, Paula y Carvalho, 2005). Por lo tanto, se podría
decir que la flexibilidad presenta una implicación en mayor o menor medida en
cada modalidad deportiva (Canda Moreno, Heras Gómez y Gómez Martín, 2004).
En la literatura científica se pueden
leer algunos trabajos sobre la valoración de la flexibilidad en deportistas, observándose gran diferencia de
resultados en función del deporte. Así, se demuestra que la flexibilidad es
específica de cada articulación, acción muscular o movimiento (Hahn et al.,
1999; Zakas, Galazoulas, Grammatikopoulou y Vergou, 2002);
encontrando diferencias en cada articulación dentro de un mismo deporte
(Chandler, Kibler, Uhl, Wooten, Kiser y Stone, 1990; Probst, Fletcher y
Seeling, 2007), entre cada puesto específico (Oberg, Ekstrand, Möller y
Gillquist, 1984), entre el lado dominante y no dominante (Magnusson, Gleim y
Nicholas, 1984; Harvey, 1998; Chandler et al., 1990; Probst et al., 2007) y
entre cada nivel competitivo en un mismo deporte (Élite vs aficionados) (Gannon
y Bird,1999; Haff, 2006; Battista,
Pivarnik, Dummer, Sauer y Malina, 2007).
En este sentido, un estudio de Gannon y Bird (1999) demuestra que los
deportistas internacionales presentan mayores valores de flexibilidad (ROM
flexión y extensión de hombro, ROM flexión, extensión y abducción de cadera con
extensión completa de rodilla, ROM columna y ROM de tobillo) que los nacionales
y los novicios o activos. Canda Moreno et al. (2004) tras estimar la
flexibilidad de la musculatura isquiosural mediante la prueba distancia dedos
planta (DDP) en 32 modalidades deportivas diferentes, concluyen que los
deportistas de élite presentan valores más altos de flexibilidad respecto a las
referencias de la población general. Haff (2006) informa que los nadadores
olímpicos presentan mayores valores de flexibilidad que los nadadores
universitarios. Battista et al. (2007) concluyen que los remeros universitarios
presentan mayor flexibilidad de la musculatura isquiosural (test DDP) que los
practicantes aficionados, además de que los remeros que presentan mayor
experiencia practicando este deporte (0, 1, 2, 3 y 4 años) poseen una mayor
flexibilidad.
El fútbol sala es uno de los
deportes más populares de España con más de 100.000 licencias federativas entre
todas las categorías (RFEF, 2011). La Liga Nacional de Fútbol Sala es una de
las ligas más importantes del mundo en cuanto al número de títulos
internacionales y España esta considerada como una de las potencias mundiales
en este deporte (Álvarez, López, Echávarri, Quílez, Terreros y Manonelles,
2009). Sin embargo, únicamente se ha encontrado un trabajo que valora la
flexibilidad en jugadores de fútbol sala mediante la prueba lineal DDP (Ayala,
Sainz de Baranda, De Ste Croix y Santonja, 2011).
El establecimiento del perfil de flexibilidad de los
jugadores de élite de la modalidad deportiva fútbol sala puede ser una
herramienta muy útil para los diferentes profesionales del ámbito de las
Ciencias del Deporte, pues permitirá conocer los valores de referencia o
normativos que son necesarios alcanzar para lograr el éxito deportivo. Además,
estos valores de referencia podrían ser utilizados como objetivos específicos
cuantificables del entrenamiento de la flexibilidad como cualidad física básica
para optimizar el rendimiento físico-deportivo.
Por ello, el objetivo principal de este trabajo fue definir
cuantitativamente los valores de referencia del perfil de flexibilidad en 20
jugadores profesionales de fútbol sala, valorando para ello la flexibilidad de
los principales grupos musculares de la extremidad inferior a través de pruebas
exploratorias de ROM articular pasivo máximo.
2. Método
2.1. Muestra
Un total de 20
jugadores profesionales de fútbol sala, con más de 8 años de práctica deportiva
(4-7 sesiones de entrenamiento semanal con una duración mínima de 1.5 horas por
sesión), participaron voluntariamente en este estudio; 17 jugadores de campo
(edad: 19.5±2.3 años; peso: 72,9±7,8 Kg; talla: 174.7±5.4 cm) y 3 porteros (edad: 25.4±1.3 años; peso: 76.2±1.2 Kg; talla: 164.5±2.2 cm). Todos los jugadores competían en la División de
Plata de la Liga Nacional de Fútbol Sala durante la temporada 2010/11 y tres
jugadores competían también a nivel internacional en categoría sub-21.
Tanto los
deportistas como los entrenadores fueron verbalmente informados de la
metodología a utilizar, así como de los propósitos y posibles riesgos del
estudio, y cada uno de ellos firmó un consentimiento informado. El presente
estudio fue aprobado por el Comité Ético y Científico de la Universidad de
Murcia (España).
2.2.
Procedimiento
Una semana antes del
inicio del estudio, todos los participantes completaron un cuestionario
medico-deportivo (datos personales, datos antropométricos, datos deportivos,
historial de lesiones, experiencia con los estiramientos y grupos musculares
estresados durante la competición), además de ser sometidos a una sesión de
familiarización con el propósito de conocer la correcta ejecución técnica de
las pruebas exploratorias mediante la realización práctica de cada una de
ellas. Igualmente, otro propósito de esta sesión de familiarización fue la
reducción del posible sesgo de aprendizaje sobre los resultados obtenidos en
las diferentes pruebas de valoración (Ayala y Sainz de Baranda, 2011). Además, durante esta sesión de
familiarización, y para conocer la extremidad dominante se pidió a cada jugador
realizar tres pruebas: 1) saltar sobre una pierna; 2) golpear una pelota y 3)
subirse a un taburete con una pierna, siguiendo la metodología de Wang,
Whitney, Burdett y Janosky (1993). La extremidad con la que se ejecutaron al
menos 2 de las 3 pruebas fue designada como dominante.
Para el proceso de
valoración del ROM pasivo de los principales grupos musculares del miembro
inferior se siguieron las recomendaciones establecidas por la American Academic
of Orthopedic Association (1965) y los trabajos de Ekstrand, Wiktorsson, Oberg
y Gillquist (1982) y Sady, Wortman y Blanke (1982). Así, la sesión de
valoración fue llevada a cabo siempre por los mismos dos experimentados
clínicos (uno controlaba la correcta posición del participante durante todo el
proceso exploratorio [estabilización de segmentos corporales] y el otro
conducía el test) bajo las mismas condiciones ambientales y franja horaria para
tratar de minimizar la posible influencia de la variabilidad inter-examinador y
ritmos circadianos sobre los resultados (Atkinson y Nevill, 1998). Los clínicos
fueron ciegos en cuanto a los objetivos del estudio. Además, los participantes
fueron instados a realizar la sesión de valoración en el mismo día y franja
horaria que normalmente realizaban sus sesiones de entrenamiento para minimizar
la variabilidad intra-sujeto (Hopkins, 2000).
Durante la sesión
de valoración, y previo a la aplicación de las diferentes pruebas exploratorias
del ROM articular pasivo máximo, todos los participantes realizaron 10 minutos
de calentamiento aeróbico (carrera a intensidad ligera [10-12 escala Borg])
unido a una serie de ejercicios de estiramientos estáticos estandarizados
(Gabbe, Bennell, Wajswelner y Finch, 2004),
enfatizando la actividad de los músculos de la extremidad inferior, bajo la
estricta supervisión de los examinadores. La intensidad y duración del
calentamiento aeróbico fue seleccionada de acuerdo a las recomendaciones
establecidas por Bishop (2003), quien tras efectuar una profunda revisión
bibliográfica sobre el calentamiento concluye que para maximizar el incremento
de la temperatura muscular y optimizar el rendimiento posterior es necesario
ejecutar acciones de movilidad global (principalmente carrera) durante
aproximadamente 10 minutos a una intensidad del 40-60% VO2máx.
Igualmente, los
ejercicios de estiramiento (n = 7) fueron seleccionados tratando de imitar cada
una de las posiciones adoptadas en las pruebas de valoración seleccionadas
(figura 1). Estudios previos sugieren que las modificaciones que el
estiramiento provoca sobre las propiedades viscoelásticas de la musculatura
permanecen estables durante al menos 20 minutos tras la aplicación de volúmenes
de estiramiento de entre 90-180 segundos (Ford y McChesney, 2007; Magnusson, Aagard, Simonsen y Bojsen-Moller, 1998; Power, Behm, Cahill, Carroll y Young, 2004). Por
ello, para asegurar la estabilidad en las propiedades de la musculatura durante
todo el proceso de valoración, la secuencia de ejercicios de estiramiento
presentó un volumen total de 90 segundos por grupo muscular (3 series de 30
segundos por ejercicio y pierna).
Figura 1: Ejercicios de estiramiento estático (3x30s por ejercicio y pierna)
Por lo tanto, el
calentamiento aeróbico y la secuencia estandarizada de estiramientos estáticos se
realizó debido a que: 1) todas las pruebas de valoración someten a la
musculatura del la extremidad inferior a fuerzas tensionales máximas; y 2) para
tratar de minimizar la variabilidad y error estándar de la medida mediante la
reducción del efecto que el estiramiento y la diferente temperatura muscular
poseen sobre las propiedades viscoelásticas del tejido blando (Dixon y Keating,
2000).
Una vez finalizado el calentamiento y los estiramientos, la flexibilidad se valoró midiendo el ROM articular pasivo
máximo disponible en una articulación (Alter, 2004; Bradley, Olsen y Portas,
2007) mediante cada una de las pruebas de ROM articular (figura 2). Los jugadores fueron instados a realizar dos intentos máximos
para cada una de las pruebas de valoración y segmento corporal
(dominante y no dominante) de forma
aleatoria con el propósito de eliminar el sesgo que una secuencia
específica podría presentar sobre los resultados obtenidos. La aleatorización en la realización de las pruebas de valoración se llevo a
cabo a través del empleo del software informático presente en http://www.randomizer.org.
Para la sesión de
valoración de la flexibilidad se utilizó una camilla ajustable y como
instrumento de medición se utilizó un inclinómetro ISOMED Unilevel con varilla
telescópica, siguiendo las recomendaciones de Gerhardt (1994) y Gerhardt,
Cocchiarella y Lea (2002).
Cada participante fue valorado con ropa deportiva y sin calzado. Se
permitió un periodo de descanso de 2 minutos entre las pruebas de valoración
(Ayala y Sainz de Baranda, 2011) con un descanso de aproximadamente 30 segundos
entre cada uno de los dos intentos máximos para cada prueba.
El resultado final de cada intento máximo para cada una
de las pruebas de valoración fue determinado por uno o varios de los siguientes
criterios: 1) el explorador era incapaz de ejecutar de forma
lenta y progresiva (sin tirones) el movimiento articular evaluado debido a la
elevada resistencia desarrollada por el/los grupo/s muscular/es estirados
durante la maniobra exploratoria (American Academic of Orthopedic Association,
1965); 2) el participante avisaba de sentir tensión o una sensación de
estiramiento muscular que acarreaba un disconfort importante (Ekstrand et al.,
1982; Zakas, Vergou, Grammatikopoulou, Sentelidis y Vamvakoudis. 2003; Nelson y Bandy, 2004); o 3) ambos exploradores
apreciaban algún movimiento de compensación que incrementaba el ROM articular
(Ekstrand et al., 1982; Clark,
Christiasen, Hellman, Winga y Meiner, 1999; Sainz de Baranda y Ayala,
2010).
El valor medio de cada par de intentos para cada prueba de
valoración fue seleccionado para el posterior análisis estadístico (Ayala y
Sainz de Baranda, 2011; Khan et al., 2000; Gabbe et al., 2004). La
justificación de la ejecución de 2 intentos máximos para cada prueba de
valoración y el cálculo de la media para el posterior análisis estadístico
estuvo fundamentada en los resultados de fiabilidad intra-sesión obtenidos
previamente por los examinadores para cada una de las maniobras exploratorias.
Así, un mes antes de la sesión de valoración se realizó un estudio a doble
ciego con 20 sujetos físicamente activos (diferentes a los componentes de la
muestra del presente estudio), empleando el clásico diseño test-retest. El ROM
fue medido dos veces con un intervalo de 20 minutos, no encontrándose
diferencias significativas (systematic bias) para cada una de las pruebas de
exploración entre ambas sesiones de valoración. La fiabilidad intra-sesión de
cada una de las variables se determinó a través del coeficiente de correlación
intraclase (ICC2,1) empleando el método
previamente descrito por Hopkins (Hopkins, 2000; Hopkins, 2009). Se obtuvo un
ICC superior a 0.90 en todas las pruebas de exploración, lo cual demuestra una
alta estabilidad de la medida.
|
|
Gemelo |
Sóleo |
|
|
Glúteo |
Isquiosural |
|
|
Aductores |
Psoas iliaco |
|
|
Cuádriceps |
|
Figura 2: Representación gráfica de las 7 pruebas de valoración del
rango de movimiento (ROM) articular pasivo máximo utilizadas en el presente
estudio |
2.3.
Análisis estadístico
Previo a todo
análisis estadístico, la distribución normal de los datos fue comprobada a
través de la prueba Kolomogorov-Smirnov. Se realizó un análisis descriptivo de
cada una de las variables cuantitativas, que incluía la media y su
correspondiente desviación típica. Además, una prueba t para muestras
relacionadas fue empleada para determinar la existencia de diferencias entre
los valores de la extremidad inferior dominante y no dominante. Asimismo, se
aplicó una prueba t para muestras independientes para observar las posibles
diferencias entre jugadores de campo y porteros.
El análisis
estadístico fue realizado mediante el paquete estadístico SPSS (Statistical
Package for Social Sciences, v. 16.0, para Windows; SPSS Inc, Chicago) con un
nivel de significación del 95% (p<0.05).
3. Resultados
En la tabla 1 se
presentan los resultados de la valoración de los 7 ROMs articulares estudiados,
diferenciado los datos encontrados entre la pierna dominante y no dominante.
Tabla 1: Valores de rango de
movimiento (ROM) articular pasivo máximo en jugadores de campo (n = 17) y
porteros (n = 3) de fútbol sala profesionales. |
||||
|
Jugadores
de Campo |
Porteros |
||
|
Dominante |
No
dominante |
Dominante |
No
dominante |
DFRE-gemelo |
40.1º±5.1º |
39.9º±4.6º |
49.1º±2.3º* |
47.6º±4.2º* |
DFRF-sóleo |
39.7º±4.2º |
39.8º±4.3º |
50.8º±0.7º* |
47.8º±1.6º* |
FC-glúteo |
143.5º±4.5º |
143.3º±5.1º |
142.1º±1.1º |
142.8º±2.2º |
EPR-isquios |
91.7º±9.2º |
90.5º±9.1º |
102.9º±3.7º |
103.5º±3.4º |
ABD-aductores |
51.6º±7.1º |
51.8º±5.9º |
58.3º±0.4º |
56.3º±2.3º |
EC-psoas iliaco |
12.4º±3.3º |
12.5º±3.4º |
17.4º±1.4º |
17.6º±1.4º |
FR-cuádriceps |
139.5º±6.6º |
138.6º±6.5º |
145.3º±3.3º |
147.6º±4.4º |
DFRE-gemelo: ROM de la dorsiflexión del
tobillo con extensión completa de rodilla; DFRF-sóleo: ROM de la dorsiflexión
del tobillo con la rodilla flexionada; FC-glúteo: ROM de la flexión de cadera
con la rodilla flexionada; EPR-isquios:
ROM de la flexión
de cadera con extensión de rodilla o test de elevación de la pierna recta; ABD-aductores: ROM de abducción de cadera con
extensión de rodilla; EC-psoas
iliaco: ROM de
extensión de cadera; FR-cuádriceps:
ROM de flexión de
rodilla;*:diferencias significativas entre jugadores de campo y porteros
(p<0.05). |
Cuando se analizaron las diferencias entre la
extremidad dominante y la no dominante, no se encontraron diferencias
significativas (p>0.05) ni en los jugadores de campo ni en los porteros
(tabla 1), por lo que el perfil de flexibilidad ha sido definido con la media
de ambas extremidades. La prueba t student para muestras independientes no informó de diferencias
significativas entre los jugadores de campo y porteros (p>0.05) para los
diferentes ROMs articulares estudiados excepto para el ROM articular de dorsiflexión del tobillo con extensión
completa de rodilla (flexibilidad de gemelo) y el ROM articular de la
dorsiflexión del tobillo con la rodilla flexionada (sóleo).
Discusión
El principal propósito de este trabajo fue valorar el ROM de los
principales movimientos articulares de la extremidad inferior en 20 jugadores
profesionales de fútbol sala. La relevancia de esta valoración radica en
definir cuantitativamente el perfil de flexibilidad de referencia o normativo
en este deporte, ya que las demandas
físicas y técnicas de un deporte pueden provocar ciertas adaptaciones músculo-esqueléticas
(Chandler et al., 1990; Hahn et al., 1999; Irurtia, Busquets, Carrasco, Ferrer
y Marina, 2010) dando como resultado un perfil de flexibilidad específico
condicionado por la modalidad deportiva y por la especialización de cada puesto
específico (Gleim y McHugh, 1997).
En la literatura científica no se han encontrado trabajos que valoren el
ROM articular (empleando pruebas de recorrido angular) en fútbol sala, por lo
que tan solo es posible comparar los resultados del presente estudio con los
datos de otras modalidades deportivas o con la población no deportista. Como se
puede observar en la tabla 2, los valores de flexibilidad del jugador de fútbol
sala que han participado en este estudio son superiores a los valores
propuestos para población general (Alter, 2004, American Academy of Orthopedic
Surgeons, 1965; Gerhardt, 1994; Norkin y White, 2006; Clarkson, 2003; Gerhardt,
Cocchiarella y Lea, 2002; Palmer y Epler, 2002), a los valores encontrados en sujetos sanos sedentarios (Clapis, Davis y Davis, 2008) o en personas físicamente activas
(Probst et al., 2007).
De la misma forma, los valores de flexibilidad de los jugadores de fútbol
sala analizados en este estudio son superiores a los observados en otras
modalidades deportivas (tenis, balonmano, corredores de larga distancia) (tabla 3). Aunque, hay que tener en cuenta que la mayoría de los trabajos
consultados que valoran la flexibilidad en otras modalidades deportivas miden
exclusivamente uno o dos ROMs articulares (Worrell, McCullough y Pfeiffer,
1994; Young, Clothier, Otago, Bruce y Liddell, 2003; Bradley, Olsen y Portas,
2007; Rahnama, Lees y Bambaecichi, 2005; Probst et al.,
2007; Johanson, Baer, Hovermale y Phouthavong, 2008; Clapis et al., 2008).
Estos resultados sorprenden en cierta medida, ya que
los deportistas de alto nivel que practican modalidades que implican
actividades de salto, sprint, cambios de dirección y sentido con una alta
intensidad del ciclo de estiramiento acortamiento (CEA), como el fútbol sala,
suelen presentar una tendencia al acortamiento en la musculatura (Chandler et
al., 1990; Worrell y Perrin, 1992). Quizás, el nivel profesional de la muestra y una planificación correcta de su entrenamiento de flexibilidad junto al
trabajo de otros parámetros de rendimiento han ocasionado estos resultados.
Tabla 2. Valores de referencia de rango de movimiento articular en
goniometría y en población adulta no deportista profesional. |
|||||||
|
DFRE Gemelo |
DFRF Sóleo |
FC Glúteo |
EPR Isquios |
ABD Aductores |
EC Psoas |
FR cuádriceps |
Fútbol sala Presente estudio |
40º |
40º |
143º |
91º |
52º |
13º |
139º |
Goniometría1 |
0º-10º |
0º-30º |
115º-140º |
80º |
0º-45º† 0º-50º‡ |
0º-30º |
0º-150º |
Población adulta no deportista |
|
|
|
|
|
|
|
Worrell et al. (1994) |
35.13º |
|
|
|
|
|
|
Johanson et al. (2008) |
31.8º |
|
|
|
|
|
|
Ekstrand et al. (1982) |
22.5º |
24.9º |
|
81º |
37º |
83.5º |
|
Peeler et al. (2008) |
|
|
|
|
|
|
47.2º |
Clapis et al. (2008) |
|
|
|
|
|
-1.7º† -2.8º‡ |
|
Mahieu et al. (2007) |
28.4º |
36.7º |
|
|
|
|
|
Probst et al. (2007) |
|
|
|
|
|
20.4º |
|
DFRE: dorsiflexión del tobillo con extensión
completa de rodilla; DFRF: dorsiflexión del tobillo con la rodilla
flexionada; FC: flexión de cadera con rodilla flexionada; EPR: test elevación
de la pierna recta; ABD: abducción de cadera con extensión de rodilla; EC:
extensión de cadera; FR: flexión de rodilla. 1: valores normativos
establecidos por American Academy of Orthopedic Surgeons
(1965) y posteriormente utilizados en numerosos estudios (Gerhardt, 1994;
Norkin y White, 2006; Clarkson, 2003; Gerhardt et al., 2002; Palmer y Epler,
2002; Alter, 2004); †: hombres; ‡: mujeres. |
Por otro lado, la literatura científica informa de
que el nivel de flexibilidad es específico en función del puesto
que ocupe cada jugador en un mismo deporte
(Oberg et al., 1984), y generalmente, se acepta que los porteros presentan
mayores valores que los jugadores de campo (Oberg et al., 1984). Los resultados
del presente trabajo coinciden parcialmente con esta idea ya que se han
observado mayores valores de ROM articular en los porteros cuando se comparan
con los jugadores de campo, siendo esta diferencia significativa (p<0.05) en
las pruebas de valoración de ROM articular para el gemelo y sóleo.
Además y como parte del análisis del perfil de flexibilidad, la literatura
científica propone valorar las diferencias entre el tipo de extremidad dominante
o no dominante (Magnusson et al., 1984; Harvey,
1998; Chandler et al., 1990; Probst et al., 2007), ya que la
realización de los gestos técnicos y las exigencias físicas específicas pueden
ocasionar adaptaciones músculo-esqueléticas diferentes para la extremidad más o
menos habilidosa.
Tabla 3. Valores de rango de movimiento articular en deportistas de
diferentes modalidades deportivas. |
|||||||
|
DFRE Gemelo |
DFRF Sóleo |
FC Glúteo |
EPR Isquios |
ABD Aductores |
EC Psoas |
FR cuádriceps |
Fútbol sala Presente estudio |
40º |
40º |
143º |
91º |
52º |
13º |
139º |
Fútbol profesional (Witvrouw et al, 2003) |
35.7º |
|
|
94.6º |
53.3º |
|
|
Fútbol sub-elite
masculino (Rahnama et al., 2005) |
|
|
|
90.7º |
|
|
|
Fútbol masculino
adolescente (Zakas, 2005) |
|
37.4º |
|
82.7º |
44.8º |
14.3º |
|
Fútbol masculino
adolescente (Zakas et al., 2006) |
|
26.1º |
|
79.3º |
39.8º |
6.8º |
|
Fútbol elite (Bradley et al., 2007) |
|
|
102.1º |
|
|
|
|
Fútbol masculino (Ekstrand et al., 1982) |
21.4º |
|
102º |
80.8º |
33.5º |
9.1º |
|
Balonmano junior (Zakas et al., 2002) |
|
29.8º |
|
76.3º |
46.5º |
8.2º |
|
Balonmano junior (Zakas et al., 2003) |
|
29.2º |
|
79.8º |
45.3º |
8.2º |
|
Tenis de élite
adolescente (Zakas, 2005) |
|
27.7º |
|
68.5º |
41.5º |
24.8º |
|
Tenis elite junior
masculino (Chandler et al., 1990) |
|
|
|
77.5º |
|
|
124º |
Tenis elite junior
masculino (Kibler et al., 2003) |
|
|
|
65.9º |
|
|
123.1º |
Esquiadores de fondo (Alricsson y Werner, 2004) |
35.5º |
|
|
99º |
|
|
|
Corredores a) 30-55 millas/semana b) 76 millas/semana (Wang et al., 1993) |
a) 9.1º b) 6.6º |
a) 19.1º b) 16.3º |
|
a) 76.7º b) 65.5º |
|
|
|
Fútbol Australiano
masculino (Young et al., 2003) |
|
|
|
|
|
13.7º |
|
Karate Tang Soo Do (Probst
et al., 2007) |
|
|
|
|
|
22.4º |
|
DFRE: dorsiflexión del tobillo con extensión
completa de rodilla; DFRF: dorsiflexión del tobillo con la rodilla
flexionada; FC: flexión de cadera con rodilla flexionada; EPR: test elevación
de la pierna recta; ABD: abducción de cadera con extensión de rodilla; EC:
extensión de cadera; FR: flexión de rodilla. |
Los desequilibrios contra laterales entre el nivel de flexibilidad de la
extremidad dominante y no dominante han sido relacionados con un incremento del
riesgo de lesión (Bozic, Pazin, Berjan, Planic y Cuk, 2010; Probst et al.,
2007). Por ello, en la valoración de la flexibilidad del presente estudio se ha
definido el perfil de flexibilidad para la extremidad dominante y no dominante
y en función del puesto específico. El análisis estadístico no ha mostrado
diferencias significativas entre la extremidad dominante y no dominante en
ningún ROM articular, por lo que los jugadores de este equipo presentan un
menor riesgo de lesión teniendo en cuenta este factor de riesgo.
4. Conclusiones
Los resultados del presente estudio demuestran que los jugadores de fútbol
sala analizados presentan un perfil de flexibilidad de la extremidad inferior
superior a los valores propuestos para población general, a los valores
encontrados en sujetos sanos sedentarios, o en personas físicamente activas. De
la misma forma, los valores de flexibilidad de los jugadores de fútbol sala seleccionados
son superiores a los observados en otras modalidades deportivas (fútbol, tenis, balonmano,
corredores de larga distancia). Finalmente, no se han encontrado
desequilibrios musculares contra laterales entre el nivel de flexibilidad de la
pierna dominante y no dominante en ninguno de los movimientos articulares
evaluados.
5.
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14 - número 55 - ISSN: 1577-0354