ORIGINAL
DISPOSICIÓN
SAGITAL DEL RAQUIS E INCLINACIÓN PÉLVICA EN KAYAKISTAS
SAGITTAL SPINAL CURVATURES AND PELVIC INCLINATION IN KAYAKERS
López-Miñarro, P.A.1;
Muyor, J.M.2; Alacid, F.3; Isorna, M.4 y
Vaquero-Cristóbal, R.5
1 Profesor Contratado Doctor.
Departamento de Expresión Plástica, Musical y Dinámica. Facultad de Educación.
Universidad de Murcia, España.
palopez@um.es
http://webs.um.es/palopez
2 Profesor
Contratado Doctor. Laboratorio de
Kinesiología, Biomecánica y Ergonomía (KIBIOMER). Facultad de Humanidades.
Universidad de Almería, España josemuyor@ual.es
3 Profesor Contratado Doctor. Facultad de Ciencias de la Actividad
Física y el Deporte. Universidad Católica San Antonio de Murcia, España. falacid@ucam.edu
4 Entrenador
del club de piragüismo As Torres de Catoira
(Pontevedra). Profesor asociado. Facultad de Educación y el Deporte.
Universidad de Vigo, España isorna.catoira@gmail.com
5
Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad
de Murcia. Cátedra de Traumatología. Universidad
Católica San Antonio de Murcia, España rvaquero@ucam.edu
AGRADECIMIENTOS
Este estudio se
realizó en el marco de las ayudas de la Fundación Séneca-Agencia de Ciencia y
Tecnología de la Región de Murcia (II PCTRM 2007-2010) al proyecto nº
11951/PI/09, titulado “Evolution of sagittal spinal curvatures, hamstring extensibility, low back pain, and anthropometric characteristics in elite paddlers”.
Código UNESCO / UNESCO code: 2411 Fisiología humana / Human Physiology
Clasificación Consejo de Europa / Council of Europe Classification: 11. Medicina
del deporte / Sport Medicine.
Recibido 5
de diciembre de 2011 Received
December 5, 2911
Aceptado 17
de febrero de 2014 Accepted
February 17, 2014
RESUMEN
El objetivo del estudio fue comparar
la disposición sagital del raquis e inclinación pélvica en diferentes
posiciones en kayakistas. A ciento treinta kayakistas entre 15 y 20 años (62
varones y 68 mujeres) se les evaluó, mediante un Spinal Mouse, la disposición
angular del raquis torácico, lumbar e inclinación pélvica en bipedestación,
sedentación relajada, máxima flexión del tronco en sedentación, test sit-and-reach, posición de base y de
ataque en un kayak-ergómetro. La cifosis torácica en
la piragua fue menor (p<0,001) que
en bipedestación y sedentación relajada. El raquis
lumbar se dispuso en inversión lumbar en las posturas de flexión del tronco y
sedentación, favorecido por una posición de retroversión pélvica. Las mujeres
adoptaron posturas de menor flexión lumbar y pélvica en el kayak-ergómetro. En
conclusión, la posición de las mujeres en el kayak-ergómetro se caracteriza por
posturas más alineadas del raquis y pelvis.
PALABRAS CLAVE: Columna
vertebral, torácica, lumbar, pelvis, deporte, género.
ABSTRACT
The aim of
this study was to compare the sagittal spinal curvatures and pelvic tilt in
different positions on kayakers. One hundred and thirty kayakers between 15 and
20 years (62 males and 68 females) participated in this study. Thoracic and
lumbar curvatures and pelvic position were evaluated with a Spinal Mouse system in
standing position, slumped sitting, maximal trunk bending with knees flexed,
sit-and-reach test, base position right entry position
and left entry position in a kayak ergometer. Thoracic kyphosis in the kayak-ergometer
was more reduced (p<0,001) than
standing and slumped sitting. Lumbar spine adopted kyphotic postures when
maximal trunk flexion was performed and in the kayak ergometer. This posture
was related to posterior pelvic tilt. Females showed lower lumbar and pelvic
flexion than males in the kayak ergometer. In conclusion, females adopt more
aligned spinal and pelvic postures in the kayak ergometer than males.
KEY WORDS: Spine,
thoracic, lumbar, pelvis, sport, gender.
1. INTRODUCCIÓN
La práctica deportiva sistematizada
con adopción de posturas estáticas y movimientos cíclicos específicos en cada
deporte, se ha asociado con adaptaciones en la disposición angular de las
curvas raquídeas (48).
Diversos estudios han evaluado la
disposición sagital del raquis en diferentes deportes: gimnasia rítmica (14),
esquí (1), lucha (44), piragüismo (17-22,29,36), remo
(49), fútbol (51,52), ciclismo (37-41) y musculación (24,26,27), entre otros.
Otros estudios han comparado el morfotipo raquídeo en muestras heterogéneas de
diferentes deportes (3,45). Estos estudios han mostrado la existencia de
adaptaciones raquídeas específicas en función de las posturas mantenidas y
gestos técnicos que caracterizan a cada actividad deportiva. Estos trabajos se
han centrado en el análisis de las posiciones de bipedestación, sedentación
relajada y flexión del tronco, si bien la mayoría no analizan los gestos
técnicos específicos del deporte.
Recientemente, varios estudios han analizado
la disposición sagital del raquis en las posturas de entrenamiento. En
ciclistas adultos de diversas categorías se ha evidenciado una frecuencia
moderada de hipercifosis torácica en bipedestación, que se reduce
significativamente en la posición de sedentación sobre la bicicleta, en todos
los agarres del manillar (manetas, transversal y bajo) (37-39). En canoistas
jóvenes también se ha encontrado una alta frecuencia de posturas hipercifóticas
en bipedestación, si bien en la posición de ataque en la canoa se producía una
disminución significativa de la cifosis torácica (diferencia media: 15,72º)
(23). En kayakistas, un estudio reciente ha analizado la postura del raquis y
pelvis en kayakistas de categoría cadete (15-16 años), pero sin diferenciar en función
del género (22). La disposición sagital del raquis está influida
por el género debido a factores genéticos, hormonales y ambientales. Masharawi
y cols. (33) encontraron que las mujeres tienen una menor cifosis torácica, así
como una geometría vertebral lumbar que genera una mayor lordosis lumbar que en
hombres. Por todo ello, es preciso determinar las diferencias en el morfotipo
raquídeo en función del género.
La práctica del piragüismo en su
modalidad de kayak tiene una importante implicación postural de la columna
vertebral, por lo que su práctica intensa y repetitiva podría generar
adaptaciones en la disposición sagital del raquis (2). Fernández y cols. (7)
plantean que la práctica del piragüismo se asocia con hipercifosis torácica e
hiperlordosis lumbar. Varios estudios han analizado la morfología raquídea en
palistas de categoría infantil y cadete, encontrando una tendencia a posturas
hipercifóticas en bipedestación y una alta frecuencia de morfotipos cifóticos
lumbares en posiciones de flexión máxima del tronco (17-19,21), si bien estos
estudios no evalúan la posición específica del kayakista en su piragua. La
valoración de la postura corporal es importante debido a que las posturas
mantenidas y movimientos cíclicos de
flexión intervertebral se han asociado con un aumento de la presión
intradiscal y un mayor riesgo de alteraciones raquídeas (13,34,43,50).
Además, una flexión intervertebral prolongada produce deformación de los
tejidos viscoelásticos, provocando un aumento del rango de flexión intervertebral,
que genera mayor inestabilidad del raquis lumbar (35,48).
Los palistas de la modalidad de kayak realizan
su actividad en una posición de sedentación prolongada con una flexión de
caderas en torno a 110-115º y rodillas
ligeramente flexionadas (46). Durante el paleo, realizan un movimiento cíclico
de flexo-extensión unilateral y alternativo de sus rodillas colocando
prácticamente extendida la rodilla del lado de la hoja que se encuentra
sumergida en el agua. En esta posición, la extensibilidad isquiosural es un
factor que puede incidir en la disposición sagital del raquis, por lo que el
grado de extensibilidad del palista podría influir en la posición del raquis y
la pelvis cuando palea en su embarcación.
Los estudios que han valorado la extensibilidad
isquiosural en función del género, en personas sedentarias, activas, y en
deportistas, encuentran un mayor rango de movimiento en el test de elevación de
la pierna recta y mayor distancia en el test sit-and-reach en las mujeres (21,25,31).
Estas diferencias podrían condicionar la posición del raquis y pelvis entre
hombres y mujeres en los gestos específicos de paleo en kayak.
Por todo ello, los objetivos del
presente estudio fueron: 1) comparar la disposición sagital del raquis torácico
y lumbar e inclinación pélvica, en diferentes posturas de la vida diaria, de
flexión del tronco y en la embarcación, en kayakistas;
y 2) determinar las diferencias en la extensibilidad isquiosural y postura del
raquis y pelvis en kayakistas, en función del género.
2.1.
Participantes
Un
total de 130 piragüistas entre 15 y 20 años participaron voluntariamente en
este estudio. La muestra del presente estudio forma parte de un estudio más
amplio realizado en el marco del proyecto nº 11951/PI/09 de
la Fundación Séneca-Agencia de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia
titulado “Evolution of sagittal spinal curvatures, hamstring extensibility, low
back pain, and anthropometric characteristics in elite paddlers”.
La distribución de los participantes
en función del género y sus características se presenta en la tabla 1. Los
criterios de inclusión fueron: un volumen de entrenamiento de
Tabla 1. Características de
la muestra (media ± DT).
|
Edad (años) |
Talla (cm) |
Masa
corporal (kg) |
Varones (n= 62) |
16,77 ± 2,01 |
172,94 ± 12,15 |
72,44 ± 11,78 |
Mujeres (n= 68) |
16,74 ± 1,86 |
161,57 ± 13,57* |
63,60 ± 12,37* |
* p < 0,01 respecto a los varones.
El estudio fue aprobado
por el Comité Ético y de Investigación de la Universidad de Murcia. Los padres,
entrenadores y deportistas fueron informados de los objetivos y métodos del
estudio y se obtuvo un consentimiento informado.
La disposición sagital del raquis
torácico y lumbar, así como la inclinación pélvica fueron valoradas, en un
orden aleatorio, en bipedestación, sedentación relajada, máxima flexión del
tronco en sedentación con rodillas flexionadas, test sit-and-reach, así como en posición de base y de ataque (por ambos
lados) sentados en el kayak-ergómetro. Así también, se valoró la extensibilidad
isquiosural mediante el test de elevación de la pierna recta y la distancia
alcanza en el test sit-and-reach.
Previamente a las mediciones, se
identificó mediante palpación y se marcó, con un lápiz dérmico, la apófisis
espinosa de la séptima vértebra cervical (C7) y la tercera vértebra sacra (S3).
A continuación, la disposición angular del raquis fue valorada mediante un
Spinal Mouse (Idiag, Suiza). El Spinal Mouse ha mostrado una elevada validez y
fiabilidad en comparación con técnicas radiográficas en la valoración de las
curvas raquídeas (10). Entre cada medición hubo 4 minutos de descanso. Cada
deportista fue evaluado por el mismo examinador en una misma sesión. La
temperatura del laboratorio donde se realizaron las mediciones fue
estandarizada a 24º C.
Para medir la disposición sagital del
raquis y pelvis, una vez que el deportista se colocaba en la posición, se
situaba el Spinal Mouse® en la marca de C7 y se desplazaba en sentido
cráneo-caudal a lo largo de las apófisis espinosas del raquis, hasta la marca
de S3. A continuación, el software del sistema digitalizaba el contorno del
raquis en el plano sagital, aportando información sobre la angulación global de
las curvas raquídeas e inclinación pélvica. Respecto a la curva lumbar, valores
negativos indican una curva de concavidad posterior (lordosis), mientras que
valores positivos indican concavidad anterior (inversión). Respecto a la
pelvis, un valor de 0º correspondió a una posición vertical, de modo que los
valores positivos correspondieron a posiciones de anteversión pélvica, y los
valores negativos a posiciones de retroversión pélvica.
2.3. Posturas analizadas
Bipedestación
El
piragüista se situaba de pie, con los pies separados a una distancia
equivalente a la anchura de sus caderas, los brazos pegados en sus costados y
relajados, con la mirada al frente. Una vez colocado, se procedía a la medición
de las curvas, permaneciendo el deportista sin moverse.
Sedentación
relajada
El
piragüista se sentaba en el borde de una camilla con las rodillas flexionadas
en torno a 90 grados, sin apoyo de los pies en el suelo y con las manos
apoyadas encima de los muslos.
Test
sit-and-reach
El piragüista se situó sentado con las
rodillas extendidas y los pies separados a la anchura de sus caderas, apoyando
las plantas de los pies en el cajón de medición (altura del cajón:
Flexión
máxima del tronco en sedentación con rodillas flexionadas
El
piragüista se colocó sentado en una silla, regulable en altura, de modo que sus
rodillas estuvieran en un ángulo de 90º y las plantas de los pies en contacto
con el suelo y en la vertical de sus rodillas. Desde esta posición, se le pidió
que realizara una flexión máxima del tronco.
Posición
de base en kayak-ergómetro
El
piragüista se colocó sentado en un kayak-ergómetro, previo ajuste del mismo a
los reglajes específicos de cada piragüista en cuanto a la distancia entre el
asiento y el apoyo de los pies, con las rodillas en una posición de flexión en
torno a 15-20º y con su agarre habitual de la pala. En esta posición, la pala
se apoyó encima de los muslos.
Posición
de ataque en kayak-ergómetro
El
piragüista realizó varios ciclos de paleo en el kayak-ergómetro y se le pidió
que se detuviera en la posición de ataque. Ésta correspondió al momento en el
que la pala alcanza la posición de entrada en el agua. La medición de realizó
por ambos lados, en un orden aleatorio.
Extensibilidad isquiosural
La extensibilidad isquiosural fue valorada en ambos miembros
inferiores mediante el test angular de elevación de la pierna recta (EPR). Para
realizar el test, el piragüista se situaba en decúbito supino sobre una camilla
con un Lumbosant o soporte lumbar colocado bajo el raquis lumbar (47). Un
investigador ayudante se encargó de fijar con sus manos, la rodilla y la pelvis
en el lado de la extremidad inferior no evaluada. Manteniendo ambas rodillas
extendidas, otro investigador realizó una flexión pasiva coxofemoral de forma
lenta y progresiva, hasta que el deportista manifestaba dolor en la zona poplítea,
momento en el que se procedía a la medición en grados. Para determinar el
ángulo de flexión coxofemoral se utilizó un inclinómetro Unilevel (ISOMED, Inc., Portland, OR) colocado en el extremo distal de la tuberosidad tibial, que
se colocó a cero grados en la posición inicial y se establecieron los grados de
flexión al finalizar la misma. Esta medición se llevó a cabo en ambas
extremidades inferiores por separado y de forma aleatoria. Las consignas que se
aportaron a los deportistas fueron: “Vamos a elevar la pierna poco a poco.
Tienes que dejarla totalmente relajada y has de soportar el estiramiento todo
lo que puedas hasta que la tensión te provoque dolor en la zona posterior del
muslo y/o hueco poplíteo, momento en el que debes avisarnos, diciendo ¡Ya!”.
2.4. Análisis de datos
Se realizó un análisis descriptivo de
cada una de las variables, mostrando sus valores medios y desviaciones típicas.
Tras realizar el test de normalidad de Kolmogorov-Smirnov y comprobar que las variables
seguían una distribución normal, y para comparar la disposición sagital del
raquis e inclinación pélvica entre las diferentes posiciones analizadas, se
realizó un análisis de varianza (ANOVA) de dos factores (género y posiciones) con medidas repetidas en el segundo factor. La significación del análisis multivariado de medidas
repetidas fue confirmada mediante los test Traza de Pillai, Lambda de Wilk,
traza de Hotelling y raíz mayor de Roy, los cuales arrojaron resultados
similares. La esfericidad fue analizada mediante la prueba de Mauchly. La
corrección de Greenhouse-Geisser fue aplicada si la esfericidad no era asumida.
Si se encontraban diferencias significativas en las variables
dependientes para el efecto principal del ANOVA (p < 0,05), se procedió a realizar una comparación por pares
usando la corrección de Bonferroni para comparaciones múltiples, ajustando el
valor de significación a 0,007 (0,05 dividido entre 7). Para determinar si
existían diferencias significativas entre las extremidades inferiores derecha e
izquierda en el test EPR, se realizó una prueba t de Student para muestras
dependientes. Los datos fueron analizados usando el software SPSS (versión
15,0), y el nivel de significación se estableció a priori en un valor de p < 0,05.
3.
RESULTADOS
Los valores angulares del
test EPR en la extremidad inferior derecha fueron de 74,66 ± 12,77º en varones
y 80,28 ± 15,56º en mujeres (p <
0,001). En la extremidad inferior izquierda los valores fueron de 74,58 ±
12,73º y 79,70 ± 15,81º, respectivamente (p
< 0,001). No hubo diferencias significativas en los valores angulares entre
ambas extremidades inferiores. En el test sit-and-reach,
los valores de distancia alcanzada fueron de 5,25 ±
Los valores angulares medios y
desviación típica de las curvas torácica, lumbar, e inclinación pélvica en las
diferentes posiciones valoradas se presentan en las Figuras 1, 2 y 3,
respectivamente. Los valores de significación en la comparación por pares para
las curvas torácica, lumbar e inclinación pélvica se presentan en las tablas 2,
3 y 4, respectivamente. El ANOVA de medidas repetidas mostró diferencias
significativas (p < 0,001) para el
efecto principal en las tres variables analizadas (curva torácica, lumbar e
inclinación pélvica). La interacción entre las posiciones y el género también
mostró diferencias significativas (p
< 0,05), especialmente en el raquis lumbar y pelvis. Las mujeres adoptaron
posturas de menor flexión torácica, lumbar y retroversión pélvica que los
hombres en las posiciones de flexión máxima del tronco, así como en el
kayak-ergómetro (Figuras
La cifosis torácica en la
piragua fue más reducida que en bipedestación y en sedentación relajada (p < 0,001). Los varones tenían mayor
cifosis torácica en todas las posiciones, si bien sólo hubo diferencias
significativas con las mujeres en el test sit-and-reach
(Figura 1).
Figura
1.
Medias ± desviación típica de los valores angulares del raquis torácico en las
diferentes posiciones valoradas.
Bip: bipedestación; Sed: sedentación
relajada; Maxflex: máxima flexión del tronco en sedentación; SR: test sit-and-reach; Base: posición de base; At:
posición de ataque por el lado dominante; drch: lado derecho; izq: lado
izquierdo. * p < 0,01 entre
varones y mujeres.
El raquis lumbar se
dispuso en una posición de inversión en todas las posturas que implicaban una
sedentación, acompañada de una retroversión de la pelvis. En las posiciones en
el kayak-ergómetro, los varones adoptaron posturas de
mayor inversión lumbar que las mujeres (Figura 2).
Figura
2.
Medias ± desviación típica de los valores angulares del raquis lumbar en las
diferentes posiciones valoradas.
Bip: bipedestación;
Sed: sedentación relajada; Maxflex: máxima flexión del tronco en sedentación;
SR: test sit-and-reach; Base:
posición de base; At: posición de ataque por el lado dominante; drch: lado
derecho; izq: lado izquierdo. * p
< 0,001 entre varones y mujeres.
Respecto a la posición de
la pelvis, se produjo una significativa retroversión de la misma en el
kayak-ergómetro. Los varones tenían una mayor retroversión pélvica en todas las
posturas de flexión y en el kayak-ergómetro. En sedentación relajada la
posición de la pelvis fue similar entre ambos géneros (Figura 3).
Figura
3.
Medias ± desviación típica de los valores angulares de la inclinación pélvica
en las diferentes posiciones valoradas.
Bip: bipedestación; Sed: sedentación
relajada; Maxflex: máxima flexión del tronco en sedentación; SR: test sit-and-reach; Base: posición de base;
At: posición de ataque por el lado dominante; drch: lado derecho; izq: lado
izquierdo. * p < 0,001 entre
varones y mujeres.
Tabla 2. Comparación por
pares de la disposición sagital del raquis torácico entre las diferentes
posiciones en varones y mujeres (valores en sombreado).
|
Bip |
Sed |
Maxflex |
SR |
Base |
At drch |
At izq |
Bip |
- |
NS |
* |
* |
** |
* |
* |
Sed |
NS |
- |
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Maxflex |
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- |
NS |
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SR |
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NS |
** |
- |
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Base |
* |
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* |
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- |
NS |
NS |
At drch |
* |
* |
* |
* |
NS |
- |
NS |
At izq |
* |
* |
* |
* |
NS |
NS |
- |
Bip: bipedestación;
Sed: sedentación relajada; Maxflex: máxima flexión del tronco en sedentación;
SR: test sit-and-reach; Base:
posición de base; At: posición de ataque por el lado dominante; drch: lado
derecho; izq: lado izquierdo. * p < 0,001; ** p < 0,007; NS: no significativo.
Tabla 3. Comparación por
pares de la disposición sagital del raquis lumbar entre las diferentes
posiciones en varones y mujeres (valores en sombreado).
|
Bip |
Sed |
Maxflex |
SR |
Base |
At drch |
At izq |
Bip |
- |
* |
* |
* |
* |
* |
* |
Sed |
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- |
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NS |
NS |
NS |
Maxflex |
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- |
NS |
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SR |
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NS |
- |
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Base |
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NS |
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- |
NS |
NS |
At drch |
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* |
* |
* |
NS |
- |
NS |
At izq |
* |
** |
* |
* |
NS |
NS |
- |
Bip: bipedestación;
Sed: sedentación relajada; Maxflex: máxima flexión del tronco en sedentación;
SR: test sit-and-reach; Base:
posición de base; At: posición de ataque por el lado dominante; drch: lado
derecho; izq: lado izquierdo. * p
< 0,001; ** p < 0,007; NS: no
significativo.
Tabla 4. Comparación por
pares de la inclinación pélvica entre las diferentes posiciones en varones y
mujeres (valores en sombreado).
|
Bip |
Sed |
Maxflex |
SR |
Base |
At drch |
At izq |
Bip |
- |
* |
* |
* |
* |
* |
* |
Sed |
* |
- |
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NS |
NS |
NS |
Maxflex |
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- |
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SR |
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- |
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NS |
NS |
Base |
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- |
* |
* |
At drch |
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* |
* |
NS |
* |
- |
NS |
At izq |
* |
* |
* |
* |
NS |
* |
- |
Bip: bipedestación;
Sed: sedentación relajada; Maxflex: máxima flexión del tronco en sedentación;
SR: test sit-and-reach; Base:
posición de base; At: posición de ataque por el lado dominante; drch: lado
derecho; izq: lado izquierdo. * p
< 0,001; NS: no significativo.
En el presente estudio se comparó la
disposición sagital del raquis y pelvis en kayakistas de ambos géneros en diferentes
posiciones y en un kayak-ergómetro. Estudios previos en piragüistas han
encontrado un importante porcentaje de posturas hipercifóticas en el raquis
torácico (ángulos > 45º), que se explican como adaptación a la postura
adoptada durante los entrenamientos (7,19,21). El
hallazgo más importante del presente estudio fue que la cifosis torácica en el
kayak-ergómetro fue significativamente menor que en bipedestación. La cifosis
torácica en las posiciones de ataque en el kayak-ergómetro fue alrededor de 9º
(en hombres) y 13º (en mujeres) inferior a la que presentaban en bipedestación.
En la posición de base también se encontró una significativa reducción de la
cifosis torácica respecto a la bipedestación, pero las diferencias de medias
fueron ligeramente más reducidas (Figura 1). Esta curva torácica más alineada
se ha relacionado, en comparación con posturas más cifóticas, con un mayor
consumo de oxígeno (15) y mayor rango de movimiento de la articulación
escápulo-humeral (5,8,12).
La cifosis torácica fue mayor en los
varones en todas las posiciones valoradas, si bien sólo se alcanzó
significación estadística respecto a las mujeres en el test sit-and-reach. Cuanto se adoptan
posiciones en las que se genera una tirantez importante de la musculatura
isquiosural, las diferencias entre géneros en el ritmo lumbo-pélvico justifican
dicha relación. Estas diferencias son más reducidas cuando las posturas
adoptadas suponen un estímulo de tracción menor en la musculatura isquiosural,
como ocurre en el kayak-ergómetro.
Al sentarse en la embarcación
(kayak-ergómetro, en este estudio) el raquis lumbar se dispuso en inversión en
ambos géneros, si bien la posición de las mujeres se caracterizó por una menor
flexión (p < 0,001). La flexión lumbar
en la piragua correspondió a un 45,3% (en varones) y 27,7% (en mujeres) de la
máxima flexión lumbar alcanzada en la flexión del tronco con rodillas
flexionadas. Esta postura de inversión mantenida durante los entrenamientos,
junto a las posturas de sedentación en actividades de la vida cotidiana, podría
desencadenar una adaptación del raquis lumbar en bipedestación que conlleve a
una rectificación de la curva lumbar. López-Miñarro y
cols. (19) encontraron que sólo el 8,7% de los kayakistas presentaban
una rectificación lumbar, siendo la hiperlordosis lumbar aún menos frecuente
(22). En coincidencia con estudios previos (19-21), los kayakistas tenían
valores medios de lordosis lumbar considerados normales (20-40º), siendo las
mujeres las que presentan una lordosis significativamente mayor (Figura 2), que
se relaciona con su postura de mayor anteversión pélvica en bipedestación
relajada. Al realizar una flexión máxima del tronco con rodillas extendidas,
los sujetos con mayor extensibilidad alcanzan mayor flexión lumbar (9, 21). Sin
embargo, en posiciones de flexión del tronco más moderadas, basadas en el
cierre del ángulo tronco-muslos, los sujetos con mayor extensibilidad adoptan
posturas de menor flexión intervertebral.
En ciclistas, la disposición angular
del raquis lumbar cambia de forma muy significativa al sentarse en la
bicicleta, pasando de una lordosis en bipedestación a una inversión sobre la
misma. Dicha postura de inversión es dependiente del tipo de agarre en el
manillar, de modo que cuanto más bajo y alejado, del centro de gravedad del
ciclista, es el agarre, mayor es la flexión lumbar (39, 41). No obstante, el
grado de extensibilidad isquiosural en ciclistas no condiciona la postura del
raquis y pelvis en la bicicleta (40). Este hecho está influido por la mayor
flexión pélvica del ciclista al sentarse en la bicicleta y por la posición de
la rodilla y cadera en el pedaleo, en la que los isquiosurales no están
sometidos a una elongación significativa.
Howell (11) analizó la curva lumbar de
17 mujeres remeras al realizar el test sit-and-reach,
y encontró que el 76% presentaban hiperflexión lumbar. En remo, una mayor
flexión lumbar puede ser beneficiosa para incrementar el rango de movimiento en
la palada y, por tanto, generar mayor aceleración de la embarcación.
Stutchfield y Coleman (49) en remeros varones no encontraron asociación
significativa entre la extensibilidad isquiosural y la flexión lumbar usando el
método de medición de Schöber, probablemente porque la musculatura isquiosural
tiene poca influencia en la posición de la pelvis durante el gesto técnico del
remo.
Una
sedentación prolongada con el raquis lumbar invertido aumenta la capacidad de
flexión intervertebral debido a la deformación viscoelástica de los ligamentos
del arco posterior de las vértebras (32,35,48). Este
hecho podría explicar una mayor cifosis lumbar en posiciones de máxima flexión
del tronco en piragüistas respecto a
sujetos sedentarios (21) y corredores (20). En esta línea, Muyor y cols. (37)
encontraron que la práctica del piragüismo de aguas tranquilas en
su modalidad de kayak genera una mayor capacidad de flexión intervertebral
lumbar, que produce un alto porcentaje de morfotipos cifóticos (18). A mayor flexión lumbar,
se incrementa la presión intradiscal y el estrés compresivo y de cizalla
antero-posterior (43,50), así como la deformación viscoelástica, aumentando el
riesgo de repercusiones raquídeas (13,34).
La mayoría de los estudios nacionales
e internacionales que analizan el morfotipo raquídeo no han considerado el
análisis de la posición de la pelvis. Ésta
es la base sobre la que se asienta la columna vertebral, de modo que cambios en
su posición afectarán a la disposición sagital del raquis (16). El rango de
movimiento de la pelvis está influido por el ángulo de flexión coxofemoral y
posición de la rodilla (4). En el kayak-ergómetro, la pelvis se dispuso en una
postura de ligera retroversión pélvica, siendo más acusada en los varones. Esta
mayor retroversión podría estar relacionada con una extensibilidad isquiosural
más reducida, muy frecuente en kayakistas (19,21). De hecho, los kayakistas con
mejor extensibilidad isquiosural presentan una menor retroversión pélvica y
flexión lumbar (30). Al colocarse la pelvis en retroversión, el raquis lumbar
adopta posturas más invertidas, ya que se precisa una mayor flexión lumbar para
colocar el tronco en una línea más vertical. Este hecho justifica que las
mujeres adopten posturas de menor flexión lumbar en el kayak-ergómetro, ya que
su pelvis se coloca más vertical, con menor retroversión.
En
bipedestación, las mujeres tenían una mayor anteversión pélvica. Esta
diferencia podría justificarse como un factor implicado en su menor
retroversión pélvica al sentarse en el kayak-ergómetro (Figura 3). No obstante,
al adoptar una postura de sedentación relajada, con rodillas flexionadas en un
ángulo de 90 grados, la pelvis adopta una posición de ligera retroversión
similar entre ambos géneros, lo que evidencia que las diferencias de
extensibilidad isquiosural son un factor implicado en la posición adoptada en
la embarcación. En posturas donde se aumenta la tensión de la musculatura
isquiosural al alejar su origen e inserción, se incide directamente en el ritmo
lumbo-pélvico (4), limitando la capacidad de la pelvis para girar en sentido
anterior sobre el eje coxofemoral (6). En coincidencia con este estudio,
Peharec y cols. (42) encontraron diferencias de género en el rango de
movimiento de la pelvis en tareas de flexión máxima del tronco con rodillas
extendidas, siendo significativamente mayor en las mujeres. Sin embargo, no
encontraron diferencias en la curva lumbar.
Puesto que la postura del raquis
lumbar está íntimamente relacionada con la posición de la pelvis (16), un
adecuado trabajo de concienciación pélvica debería ser incluido en los
programas de entrenamiento de los palistas jóvenes. Además, un programa de
estiramiento de la musculatura isquiosural podría facilitar la adopción de
posturas más alineadas al sentarse en la embarcación.
6.
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