Serra Puyal, J.R.; Zaragoza Casterad, J. y Generelo Lanaspa, E.
(2014). Influencias
de “otros significativos” para la práctica de actividad física en adolescentes
/ Influences from “other influencers” for physical activity
practice in teenagers.
Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el
Deporte vol. 14 (56) pp. 735-753 Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista56/artinfluencia509.htm
ORIGINAL
INFLUENCIAS
DE “OTROS SIGNIFICATIVOS” PARA
INFLUENCES FROM
“OTHER INFLUENCERS” FOR PHYSICAL ACTIVITY PRACTICE IN TEENAGERS
Serra Puyal,
J.R.1; Zaragoza Casterad, J.2 y
Generelo Lanaspa, E.3
1 Doctor en
Ciencias de
2 Doctor en
Ciencias de
3 Doctor en
Ciencias de
Código UNESCO / UNESCO Code: 3212 Salud Pública / Public Health.
Clasificación CONSEJO DE EUROPA /
COUNCIL OF EUROPE Classification: 17 Otras:
Salud Pública / Others: Public
Health
Aceptado 26 de enero
de 2013 Accepted
January 26, 2013
OBJETIVO
Examinar la influencia social (apoyo social, influencia social e influencia
como modelo) de los “otros
significativos” (padre, madre, amigos, profesor de educación física) en la
práctica de actividad física según género y ciclo, en sujetos adolescentes.
MATERIAL
Y MÉTODOS 831 sujetos de
la provincia de Huesca (45,7% hombres y 54,3% mujeres) de entre 12 y 16 años.
Contestaron a una adaptación del cuestionario “Four by one-day Physical
Activity Questionaire” y al “Cuestionario de influencias sobre la Actividad
Física y la Salud”.
RESULTADOS
La influencia del profesor de educación física como modelo y la influencia
social de los amigos explicaron el 11,2% de la
actividad física realizada. Se obtuvieron diferencias significativas para los
referentes de género en todos los tipos de influencias sociales.
DISCUSIÓN El apoyo e
influencia social diferenciado por parte de los progenitores, en función del
género o edad de sus hijos, parece demostrar la importancia que tienen los
referentes de género y los estereotipos sexuales, en la influencia sobre la
práctica de actividad física en población adolescente.
PALABRAS CLAVE: Influencia, adolescentes, niveles de actividad
física.
ABSTRACT
OBJECTIVE To estimate the social influence (social support, social
influence and model) that exert "significant others" (father, mother,
friends, physical education teacher) on physical activity by gender and cycle,
among a representative sample of students in the province of Huesca enrolled in secondary education.
MATERIALS AND METHOD The sample analysis was composed
by 831 individuals from Huesca High School (45,7% men, 54,3% women), between 12 and 16 years old. Physical
activity was assessed using an adapted version of “Four by one-day
Physical Activity Questionaire” and “Cuestionario de influencias sobre la Actividad Física y la Salud”.
RESULTS The physical activity teacher as a model
and the social influence of friend explained 11,2% of
the done physical activity. Significant differences in the social influences
were obtained depending on the sex.
DISCUSSION The influence of the physical activity
teacher and the support from the friends appear as positive factors for the
physical activity practice.
KEY WORDS: Influence, teenagers,
physical activity level.
INTRODUCCIÓN
A pesar de los diferentes beneficios
que genera la realización regular de actividad física (AF), solamente el 4.6%
de las chicas y el 16.8% de los chicos europeos, realizan 60 minutos de AF
moderada o vigorosa por día, mientras que el tiempo empleado en la realización
de actividades sedentarias es de 8 h diarias (Verloigne
et al., 2012). En un esfuerzo por resolver el problema
de la participación y adherencia a la AF, se han utilizado diferentes modelos teóricos que
han guiado la investigación, e intentado dar explicación a los posibles
factores que pueden influenciar la conducta “hacer práctica de AF” en población
joven. Uno de los modelos teóricos más utilizados, es el modelo social
cognitivo (Taylor, Baranowski & Sallis, 1994). Desde este
modelo, la AF puede estar influenciada por factores de tipo interpersonal
(influencia de los otros significativos como padres, madres, hermanos, amigos, profesor y médico),
y factores de tipo ambiental (relacionados con los ambientes de la casa, o del
colegio).
Los
padres, amigos y profesores de educación física, son agentes potencialmente
importantes en su capacidad de influencia en la realización de actividad física
en la adolescencia (Hohepa,
Scragg, Schofield, Kolt & Schaaf, 2007).
Los
denominados otros significativos, pueden ejercer su influencia desde dos
perspectivas, directa o indirecta: Por indirecta nos referimos a la influencia
del modelo y sugiere que el joven aprende e imita los comportamientos o
patrones de actividad física de los miembros de la familia, u otros agentes
sociales. De forma directa, nos referimos a la influencia del apoyo social (información sobre la
actividad física, la provisión de material y equipación, el apoyo emocional y
la ayuda con el transporte); y la influencia social (referido a la persuasión,
presión, aprobación, expectativas etc.).
La influencia parental se ha
investigado a través de diferentes mecanismos, ya sea como modelo o como apoyo
social (Trost et al., 2003), aunque los resultados son inconsistentes (Sallis
et al., 2000; Gustafson et al., 2006). Mientras que algunos estudios concluyen
diciendo que el modelo parental (Pugliese & Tinsley, 2007), el soporte
parental (Gustafson & Rhodes, 2006; Pugliese & Tinsley, 2007) y el
estímulo parental (Pugliese & Tinsley, 2007) están positivamente
relacionados con la AF de los adolescentes, otras investigaciones no han
encontrado relación entre el modelo parental (Gustafson & Rhodes, 2006;
Sallis et al., 2000), el soporte parental (Ferreira et al., 2007) y el estímulo
parental (Ferreira et al., 2007; Sallis et al., 2000) con la AF.
La influencia de los padres como
modelos, es quizá la dimensión más estudiada en
Además
del rol que juegan los padres como modelos de práctica, algunos estudios han
demostrado que el apoyo social de los padres, puede ser un factor determinante para favorecer que sus hijos se
adhieran a un estilo de vida activo. Así se constató en
estudios previos que han mostrado que el apoyo y el estímulo de los padres
estaba positivamente asociado a los niveles de AF de sus hijos adolescentes (Heitzler et al., 2006; Dowda et al.,
2007; Robbins et al., 2008; Wenthe et al., 2009). El trabajo realizado por Pugliese et al., (2007) respecto al papel que juegan los padres en la
AF de los adolescentes, reveló que los chicos cuyos padres no se involucraron
en ejercer una influencia (bien como modelo o como apoyo social), respecto a su
comportamiento de práctica, tenían un riesgo mayor de ser inactivos que
aquellos hijos de padres que sí se involucraban en esta tarea.
Los adolescentes pasan gran cantidad
de tiempo con sus amigos y por tanto estos pueden ser un agente de influencia
importante en sus comportamientos (Duncan et al., 2007; Salvy et al., 2009).
Beets, Voogl, Forlaw, Pitetti & Cardinal, (2006) señalan que los amigos
pueden influenciar el comportamiento de sus pares, pudiendo ser incluso más
determinante su influencia que la de los padres. La mayoría de investigaciones
(Sallis et al., 2000; Van Der Horst et al., 2007; Kirby et al., 2011), aunque
hay también estudios que no lo confirman (Seabra et al., 2011), señalan la
importante influencia de los amigos en la práctica de AF. Así también lo
corrobora el estudio de Vilhjalmsson & Thorlindsson, (1998), cuando
concluye diciendo que tener amigos físicamente activos, es la más potente
influencia de la AF del adolescente.
La investigación sobre la influencia
social, se ha centrado fundamentalmente en dos agentes, como son los padres y
los amigos, con escasa consideración respecto a la influencia que puede ejercer
el profesor de educación física. Existen discrepancias sobre el impacto del
profesor de educación física, en los niveles de actividad física de los
adolescentes, aunque son pocas las investigaciones que han estudiado dicho
impacto, a pesar de que puede ser un agente fundamental en el desarrollo de
determinados hábitos en la adolescencia (Ferreira, et al., 2007; Sallis et al.,
2000). Mientras algunos estudios han demostrado que los profesores de educación
física son la influencia más importante en la realización de actividad física
de los jóvenes (Vilhjalmsson y Thorlindsson, 1998), otros estudios muestran una
influencia reducida (Sallis et al., 2000). En esta línea Seabra et al., (2011)
encuentran que solo el 43% de los adolescentes portugueses reconoce a los
profesores de educación física como una influencia significativa en sus hábitos
de práctica. Esta observación contrasta con otros estudios realizados en
nuestro país, que han constatado la influencia del profesorado en los niveles
de práctica de AF de los jóvenes (Ramos et al., 2007) o del importante papel
que ejerce el profesor de EF, en la creación de actitudes positivas hacia la
práctica (Moreno y Cervelló, 2004).
El objetivo de esta investigación es
examinar la influencia social (apoyo social, influencia social e influencia
como modelo) que ejercen los “otros significativos” (padre, madre, amigos,
profesor de educación física) en la práctica de actividad física según género y
ciclo, de una muestra representativa de alumnado de la provincia de Huesca que
cursan Educación Secundaria.
MATERIAL Y MÉTODOS
MUESTRA
Se obtuvo una muestra representativa
de todos los institutos, públicos y privados, de Educación Secundaria de la
provincia de Huesca (España), utilizando una selección de casos por muestreo
estratificado, con un intervalo de confianza del 95% y un error del 3%. La
selección de los centros se hizo teniendo en cuenta criterios geográficos,
climáticos y poblacionales, intentando cubrir todas las particularidades de una
provincia tan variada y extensa como es
INSTRUMENTOS
Niveles de actividad física: para conocer
los niveles de actividad física se empleó una adaptación del “Four by one-day Physical Activity
Questionaire” (Cale,
1993).
Este cuestionario contiene una lista de actividades divididas en periodos
cronológicos para favorecer el recuerdo, asociadas a un gasto energético
concreto (Ainsworth et al., 1993) .
El cuestionario estima la actividad física total, dentro y fuera del
ámbito escolar y registra todo tipo de actividad física (deportiva, cotidiana o
laboral) del día anterior. Para poder determinar con rigor el nivel medio de
actividad física de un sujeto, lo hace en cuatro ocasiones; dos en invierno y
dos en primavera. Para mayor rigor, dos de ellas son en días escolares (uno de
ellos posterior al día la clase de E.F.) y las otras dos en fin de semana. El
instrumento contiene una lista de actividades divididas en periodos
cronológicos para favorecer el recuerdo.
Este
instrumento ha sido validado tanto en población inglesa (Cale, 1993) como en española (Soler, 2004). Previamente
a su utilización realizamos un estudio de fiabilidad, obteniendo un valor medio de
todos los ítems de 0,75.
Influencias de los “otros significativos”: para
evaluar las influencias de los otros significativos utilizamos el “Cuestionario de influencias sobre
PROCEDIMIENTOS
Todos los
centros realizaron los cuestionarios anónimamente, en la misma semana del año y
con el mismo protocolo (presencia del profesor tutor, sentados en su aula,
etc.). En cada periodo se contestaron a dos cuestionarios distintos: uno sobre
la jornada escolar y otro sobre un día del fin de semana. Para el periodo de
invierno se eligió preguntar por el domingo y un día entre semana sin
realización de clase de educación física. En el periodo de primavera se
contestó a los que hacían referencia a la jornada del sábado y a un día
escolar, donde sí realizaron clase de educación física. Los alumnos debían ir
contestando al ritmo que el entrevistador marcaba siguiendo las instrucciones
proyectadas mediante un power-point.
El “Cuestionario de influencias sobre la
Actividad Física y la Salud”, se
suministró una sola vez, al final de todo el proceso de recogida de datos.
Para
la realización de este estudio se recibió la aprobación por parte del Comité
Ético de Investigación Clínica de Aragón, así como de la dirección de cada uno
de los centros.
ESTADÍSTICA
Una vez que los cuestionarios fueron filtrados
según los criterios de inclusión (contestar a todos los cuestionarios, entender
todas las cuestiones, tratarse de un día habitual y que el entrevistador
considerara correctas todas las respuestas), los datos se analizaron utilizando
el paquete estadístico SPSS 15.0. Para realizar el estudio de fiabilidad de los
dos instrumentos utilizados se utilizó el Alpha de Cronbach. Para el contraste
de hipótesis se utilizó la U de Mann-Whitney y la prueba de Kruskal-Wallis para
las pruebas no paramétricas y la Rho de Spearman para las correlaciones no
paramétricas. Para la construcción del modelo se empleó una regresión lineal
para conocer el grado de relación existente entre las variables dependientes y
las independientes, donde las variables independientes fueron todos los
factores de influencia referidos al apoyo social, la influencia del modelo y la
influencia social, y como variable dependiente, los niveles de actividad física
de los sujetos. El nivel de significación considerado fue p< 0,05.
RESULTADOS
INFLUENCIA
DEL APOYO SOCIAL
Dentro de la variedad de formas que incluye el
apoyo social (información dada a los hijos y ayuda a la hora de realizar actividad
física), la influencia del padre, madre, amigos y profesor de educación
física es sensible y diferenciada en función del género de hijos/amigos/alumnos
y solamente del padre en función del ciclo respecto a la información dada. En
cuanto a la ayuda a la hora de realizar AF (por ejemplo, acompañando al niño a las
instalaciones, facilitándoles el transporte o el acceso a los lugares de
práctica), encontramos diferencias solamente en el caso del padre y del profesor
de EF en función del género y del padre, madre y profesor de EF en el caso del
ciclo, ver tabla 1.
Tabla 1: Apoyo social (hablar y ayudar a realizar actividad física) para las
variables género y edad.
|
sexo |
N |
Rango medio |
Sig. |
Edad
(Ciclo) |
N |
Rango
Medio |
Sig. |
Habla
AF el padre |
M |
418 |
425,47 |
0,008* |
1º |
372 |
428,86 |
0,006* |
F |
391 |
383,12 |
2º |
437 |
384,69 |
|||
Habla
AF la madre |
M |
422 |
393,73 |
0,020* |
1º |
378 |
420,98 |
0,304 |
F |
401 |
431,22 |
2º |
445 |
404,37 |
|||
Habla
AF los amigos |
M |
422 |
451,31 |
0,000* |
1º |
376 |
412,82 |
0,926 |
F |
401 |
370,63 |
2º |
447 |
411,31 |
|||
Habla
AF el profesor |
M |
427 |
381,78 |
0,000* |
1º |
379 |
419,34 |
0,605 |
F |
402 |
450,28 |
2º |
450 |
411,35 |
|||
Ayuda
AF el padre |
M |
418 |
423,41 |
0,015* |
1º |
372 |
442,46 |
0,000* |
F |
391 |
384,23 |
2º |
437 |
372,11 |
|||
Ayuda
AF la madre |
M |
422 |
396,65 |
0,061 |
1º |
378 |
457,8 |
0,000* |
F |
401 |
427,17 |
2º |
445 |
372,08 |
|||
Ayuda
AF los amigos |
M |
422 |
410,33 |
0,553 |
1º |
376 |
430,11 |
0,087 |
F |
401 |
419,97 |
2º |
447 |
402,21 |
|||
Ayuda
AF el profesor |
M |
427 |
386,02 |
0,000* |
1º |
379 |
449,88 |
0,000* |
F |
402 |
446,74 |
2º |
450 |
386,47 |
* p < 0,05 ; M= masculino, F= femenino
INFLUENCIA DEL MODELO
En cuanto a la influencia que ejercen los diferentes
agentes sociales como modelo (“hacen AF” y “hacen AF
contigo”), como podemos apreciar en la tabla 2. Solamente la influencia que
ejerce la madre, amigos y profesor de educación física como agentes
practicantes de AF, es sensible y diferenciada en función del género de
hijos/amigos/alumnos, mientras que el padre, madre, amigos y profesor de
educación física como agentes sociales que practican con los niños, es sensible
y diferenciada en función del género de hijos/amigos/alumnos.
La influencia del padre, la madre y los amigos,
tanto como agentes practicantes, como cuando practican con los niños, es
sensible y diferenciada en función de la edad (ciclo).
Tabla 2: Influencia del modelo (hacer actividad física y acompañar) para las variables género y edad.
|
sexo |
N |
Rango medio |
Sig. |
Edad
(Ciclo) |
N |
Rango
medio |
Sig. |
Hace AF el padre |
M |
418 |
399,7 |
0,537 |
1º |
372 |
423,21 |
0,032* |
F |
390 |
409,65 |
2º |
436 |
388,54 |
|||
Hace AF la madre |
M |
422 |
384,85 |
0,001* |
1º |
378 |
430,4 |
0,026* |
F |
399 |
438,65 |
2º |
443 |
394,44 |
|||
Hace AF los amigos |
M |
426 |
466,35 |
0,000* |
1º |
380 |
446,94 |
0,000* |
F |
400 |
357,22 |
2º |
446 |
385,01 |
|||
Hace AF el profesor |
M |
427 |
385,69 |
0,000* |
1º |
380 |
405,28 |
0,228 |
F |
403 |
447,09 |
2º |
450 |
424,13 |
|||
Hace AF
contigo el
padre |
M |
418 |
428,22 |
0,001* |
1º |
371 |
443,35 |
0,000* |
F |
389 |
377,98 |
2º |
436 |
370,52 |
|||
Hace AF
contigo la
madre |
M |
422 |
379,25 |
0,000* |
1º |
378 |
440,21 |
0,000* |
F |
399 |
444,58 |
2º |
443 |
386,08 |
|||
Hace AF
contigo los
amigos |
M |
427 |
441,81 |
0,001* |
1º |
380 |
442,67 |
0,001* |
F |
401 |
385,42 |
2º |
448 |
390,61 |
|||
Hace AF
contigo el profesor |
M |
427 |
396,83 |
0,019* |
1º |
380 |
411,71 |
0,671 |
F |
403 |
435,28 |
2º |
450 |
418,7 |
* p < 0,05 ; M= masculino, F= femenino
INFLUENCIA
SOCIAL
En la tabla 3, podemos apreciar la influencia de
los diferentes agentes sociales estudiados respecto a la variedad de formas que
incluye la influencia social (dar ánimos, importancia dada a la AF). La
influencia que ejerce el padre, amigos y profesor de educación física como
agentes que animan al joven hacia la práctica de AF, es sensible y diferenciada
en función del género de hijos/amigos/alumnos, mientras que el padre, madre,
amigos y profesor de educación física como agentes sociales que dan importancia
a la práctica de AF, es sensible y diferenciada en función del género de
hijos/amigos/alumnos.
La influencia del padre, la madre, como agentes
que animan al joven hacia la práctica de AF, y el padre y los amigos como
agentes sociales que dan importancia a la práctica de AF, es sensible y
diferenciada en función de la edad (ciclo).
Tabla 3: Influencia social (animar y dar importancia a la actividad física) para
las variables género y edad.
|
sexo |
N |
Rango
medio |
Sig. |
Edad
(Ciclo) |
N |
Rango
medio |
Sig. |
Animo
AF el padre |
M |
418 |
427,31 |
0,003* |
1º |
372 |
433,95 |
0,001* |
F |
390 |
380,06 |
2º |
436 |
379,38 |
|||
Animo
AF la madre |
M |
422 |
409,59 |
0,81 |
1º |
378 |
439,6 |
0,001* |
F |
400 |
413,51 |
2º |
444 |
387,58 |
|||
Animo
AF los amigos |
M |
427 |
438,24 |
0,002* |
1º |
380 |
430,66 |
0,06 |
F |
400 |
388,12 |
2º |
447 |
399,84 |
|||
Animo
AF el profesor |
M |
427 |
394,68 |
0,007* |
1º |
380 |
425,04 |
0,269 |
F |
403 |
437,56 |
2º |
450 |
407,44 |
|||
Importa
AF el padre |
M |
418 |
420,1 |
0,043* |
1º |
372 |
424,8 |
0,019* |
F |
390 |
387,78 |
2º |
436 |
387,18 |
|||
Importa
AF la madre |
M |
422 |
395,71 |
0,044* |
1º |
378 |
423,07 |
0,185 |
F |
400 |
428,16 |
2º |
444 |
401,65 |
|||
Importa
AF los amigos |
M |
427 |
452,39 |
0,000* |
1º |
379 |
432,35 |
0,036* |
F |
400 |
373,02 |
2º |
448 |
398,48 |
|||
Importa
AF el profesor |
M |
427 |
394,2 |
0,002* |
1º |
380 |
420,76 |
0,484 |
F |
403 |
438,07 |
2º |
450 |
411,06 |
* p < 0,05 ; M= masculino, F= femenino
En
la tabla 4, se muestran exclusivamente las relaciones significativas entre las diferentes dimensiones de la
influencia social de los otros significativos y los niveles de actividad física
(p< 0,05). Apreciamos relaciones discretas pero significativas entre las
siguientes variables.
Tabla 4: Correlaciones entre los factores de influencia de los otros
significativos y los niveles de actividad física.
Habla
AF el padre |
R |
0,178 |
|
Animo AF el padre |
r |
0,210 |
Sig. |
0,000 |
|
Sig. |
0,000 |
||
Habla AF la madre |
r |
0,120 |
|
Animo AF la madre |
r |
0,166 |
Sig. |
0,001 |
|
Sig. |
0,000 |
||
Habla AF los amigos |
r |
0,215 |
|
Animo AF los amigos |
r |
0,196 |
Sig. |
0,000 |
|
Sig. |
0,000 |
||
Hace AF el padre |
r |
0,077 |
|
Importa AF el padre |
r |
0,127 |
Sig. |
0,028 |
|
Sig. |
0,000 |
||
Hace AF los amigos |
r |
0,221 |
|
Importa AF la madre |
R |
0,111 |
Sig. |
0,000 |
|
Sig. |
0,001 |
||
Hace AF el profesor |
r |
-0,109 |
|
Importa AF los amigos |
r |
0,193 |
Sig. |
0,002 |
|
Sig. |
0,000 |
||
Hace AF contigo el padre |
r |
0,151 |
|
Ayuda AF el padre |
r |
0,123 |
Sig. |
0,000 |
|
Sig. |
0,000 |
||
Hace AF contigo amigos |
r |
0,229 |
|
Ayuda AF la madre |
r |
0,086 |
Sig. |
0,000 |
|
Sig. |
0,013 |
||
Hace AF contigo profesor |
r |
-0,072 |
|
Ayuda AF los amigos |
r |
0,093 |
Sig. |
0,038 |
|
Sig. |
0,007 |
Empleando como variables independientes todos
los factores de influencia referidos al apoyo social, la influencia del modelo
y la influencia social, y como variable dependiente, los niveles de actividad
física, obtenemos un modelo donde la percepción que el alumno tiene de la
actividad física que hace el profesor explica el 5,7% de toda la variabilidad
en la realización de esta conducta, y si le añadimos la respuesta del ítem
“ánimo que dan los amigos” se consigue explicar el 11,2% (ver tabla 5).
Tabla 5: Modelo explicativo del nivel de actividad física respecto a los otros
significativos.
Resumen del modelo |
|||||
Modelo |
R |
R
cuadrado |
R cuadrado
corregida |
Error
típ. de la estimación |
Coeficientes
estandarizados Beta |
1 |
0,240a |
0,057 |
0,047 |
3,79 |
-0,240 |
2 |
0,334b |
0,112 |
0,091 |
3,70 |
-0,267
(1) |
-0.234
(2) |
|||||
a. Variables
predictoras: (Constante), hace AF profesor |
|||||
b.
Variables predictoras: (Constante), hace AF profesor (1), animo AF amigos (2) |
DISCUSIÓN
En este
estudio encontramos que respecto al apoyo social, es la influencia de los
padres y del profesor de educación física la que presenta diferencias según el
género de sus hijos/alumnos y también respecto al ciclo educativo, excepto en
el caso del profesor en las que estas diferencias aparecen en todas las
dimensiones del apoyo social, excepto en el caso de la dimensión “dar información sobre la AF”:
Respecto a
la influencia del modelaje, la madre y los amigos aparecen como los agentes
cuya influencia es diferenciada según el género y ciclo de los adolescentes en
todas las dimensiones del modelaje. La influencia del padre es
significativamente diferente según el ciclo que cursan sus hijos en el caso de
la dimensión “hace práctica de AF” y
diferenciada según género y ciclo respecto a la dimensión “hacen práctica de AF contigo”. La influencia del profesor de EF
presenta una influencia diferenciada según el género respecto a la dimensión
“hace práctica de AF” y según el ciclo educativo en la dimensión “hacen práctica de AF contigo”.
Si hablamos de la influencia social, nuestro estudio demuestra
que la influencia del padre y de los amigos, presenta diferencias en función
del género, en las dos dimensiones de la influencia social (“dar ánimos” y “importancia dada a la AF”). La madre presenta
diferencias, según sea el ciclo educativo cursado por sus hijos en su
influencia social solamente en cuanto a la dimensión “dar ánimos”, y en cuanto al género cuando hablamos de la dimensión
“importancia dada a la AF”). El
profesor de EF, solamente presenta diferencias en su influencia social cuando
nos referimos al género de sus alumnos en ambas dimensiones de la influencia
social. Nuestros resultados indican apoyo en cuanto a la relación positiva
de todas las dimensiones sociales con la AF de los
adolescentes estudiados. Sin embargo, el análisis
de regresión nos permitió observar que la
percepción que el alumno tiene de la actividad física que hace el profesor
explica el 5,7% de toda la variabilidad en la realización de esta conducta, y
si le añadimos la respuesta del ítem “ánimo que dan los amigos” conseguimos
explicar el 11,2%.
La influencia de los “otros significativos”,
padres, amigos y profesor de EF, se ha considerado uno de los factores que
pueden explicar la disminución de la AF en población joven en general y en
particular, en el género femenino (Neumark-Sztainer, Story, Hannan,
Tharp, & Rex, 2003). La ayuda, apoyo, ánimos, apoyo directo de los padres, como por
ejemplo para organizar actividades físicas (Anderssen y Wold, 1992), el acceso
a los lugares de práctica o transporte (Hoefer y cols., 2001), están
positivamente relacionados con la AF entre niños jóvenes y mayores. Así también
lo corrobora el estudio HELENA (Martín-Matillas et al., 2010) demostrando
que el soporte, aliento de los familiares, favorecerá la práctica de la AF en
la adolescencia, en sintonía con otros estudios que han utilizado
mediciones, subjetivas y/o objetivas de la AF que apoyan la
importancia de la familia, tanto desde la perspectiva del apoyo como de la
influencia social, en la conducta de práctica de los adolescentes (Brockman et al., 2009), o en concreto de los padres y amigos (Springer et al.,
2006; Hohepa et al., 2007; Robbins et al., 2008) o de los amigos (Gruber et al., 2008). Además
las niñas con padres y madres que muestran una valoración positiva hacia las
actividades deportivas tienen mayores posibilidades de involucrarse en ellas,
tal y como investigó Torre (2002). Por el contrario, parece probable que
una falta de apoyo de la familia o una escasa valoración de la actividad física
por parte de los padres puede constituir un factor negativo que genere
divergencias en la idea que los niños se hacen de los efectos positivos de la
actividad física sobre la salud, influyendo así en su participación (Shropshire
& Carroll, 1997).
La diferencia en la influencia de padres y
madres, ha sido estudiada previamente aunque con resultados contradictorios. El
apoyo e influencia social diferenciado por parte de los progenitores, en
función del género o edad de sus hijos, que hemos encontrado en nuestro
estudio, parece demostrar la importancia que tienen los referentes de género y
los estereotipos sexuales, en la influencia sobre la práctica de actividad
física en población adolescente. Aunque algunas investigaciones han concluido
que el apoyo de ambos progenitores parece especialmente influyente en el caso
de las chicas (Davison,
Cutting & Birch, 2003), otros estudios muestran claras diferencias en
función del género del progenitor. Van der Horst, Paw, Twisk, & van
Mechelen (2007)
demostraron que para los chicos, sí era significativo el apoyo de los padres
para la realización de AF, pero no para las chicas. En esta misma línea
encontramos el trabajo de Trost et al. (2003), que concluyeron
diciendo que los padres, ofrecían mayores niveles de apoyo para la realización
de AF a los niños que a las niñas.
El trabajo de Fredricks y Eccles (2005) es especialmente interesante por la
fundamentación que proporciona sobre la socialización llevada a cabo por los
padres en sus hijos en aspectos del género. Estos autores señalan que el
proceso de socialización difiere según se trate del padre o de la madre.
El
papel de los padres como modelos se refiere a la relación entre la
participación habitual del padre en la AF y la participación de los niños.
Gustafson and Rhodes (2006) señalan la existencia de estudios contradictorios,
sobre la relación entre la práctica de los padres y la de sus hijos.
Estudios
previos (Sallis et al. 2000; Ferreira
et al. 2007) han demostrado la existencia de una
fuerte relación entre la participación de los padres y de los niños en la AF, aunque
también es cierto que hay numerosas investigaciones que no encuentran relación
entre los patrones de AF de los padres y de los hijos (Bangdiwala
et al., 1993; Trost
et al., 1997; van der Horst et al., 2007). Otros trabajos señalan
que aunque son importantes los padres, existen otros factores más
determinantes, como es el goce por la actividad o la diversión (Stucky-Ropp & DiLorenzo, 1993; Raudsepp
& Viira, 2002).
También existe controversia a la hora de establecer si las influencias del
padre o de la madre están relacionadas con el género de sus hijos. Yang et al.,
(1996) y Arredondo, Elder, Ayala, Campbell, Baquero y Duerksen
(2006), demostraron que el padre era
más probable que
sirva de modelo a seguir para los
niños y por tanto para influir en su participación en AF, mientras
que las madres, tenían mayor influencia como modelo en
el caso de las niñas. En algunos estudios la implicación de los
padres parece ser especialmente importante para las niñas (Noureddine, Pender
& Wu, 2003). Pese a esto, en un
estudio español, Casimiro (2000)
determinó que los hábitos deportivos de los padres y en especial de la
madre es un predictor determinante, en sintonía con aquellos autores que
señalan que la práctica de la madre es realmente más influyente para los hijos
(Delgado
& Tercedor, 2002).
Algunos estudios tanto de corte cualitativo (Thompson
et al., 2010), como de corte cuantitativo (Bois, Sarrazin, Brustad,
Trouilloud, & Cury, 2005), han proporcionado una idea de los mecanismos que podrían explicar, las diferencias de
género en las influencia de los padres, en la AF de sus
hijos. Estos estudios sugieren, por un lado que las
madres pasan mayor tiempo con sus hijos, sobre todo en los
hogares donde trabajan ambos y por otro, que los padres tienen
superiores percepciones sobre la competencia de los hijos que las hijas, lo que
les lleva a prestarles mayor apoyo en su práctica de AF.
A medida
que avanza la edad de los jóvenes, la influencia familiar puede ser menor y la
importancia relativa de otros agentes sociales puede cambiar, siendo el rol de
los amigos, en la adolescencia, más importante en muchas ocasiones que el de
los propios padres (Brustad, Babkes & Smith, 2001). Los
adolescentes son más sensibles a
la influencia de los amigos que los
niños más pequeños. Por ejemplo, los adolescentes
que señalan una mayor presencia de amigos en su vida, también informan de una mayor participación en AF (Salvy, Bowker, Roemmich, Romero, Kieffer, Paluch et
al., 2009), y además existe evidencia de
que cuando un adolescente participa en una AF con un amigo,
tiene más posibilidades de adherirse a esa práctica (de Bourdeaudhuij
et al., 2005). Incluso el estudio
HELENA (Martín-Matillas et al., 2010), señala que tiene mayor
influencia en la práctica del adolescente, la adherencia a la práctica que
tengan sus amigos que la de sus propios progenitores. Aunque parece existir una
línea argumental que defiende la importancia de la influencia de los amigos,
también encontramos estudios recientes (Seabra et al., 2011), que
indican que solamente el 38% de los adolescentes portugueses señalan a sus
amigos, como uno de los agentes que puede favorecer su propia práctica de AF.
La
influencia de los amigos en función del género de los adolescentes, ha sido muy
poco estudiada. Esteve
et al. (2005) realizaron un estudio en adolescentes cuyo objetivo era analizar
las influencias de la familia y amigos, respecto a la motivación del
adolescente por realizar AF, concluyendo que es fundamental para las chicas, el
feedback de los amigos en general y de los adultos más significativos para
ellas. Jiménez, Pérez y García (1999), tras un estudio en chicos y chicas
mallorquines de entre 16-27 años, concluyen que los amigos son factores que
influyen en la práctica física, pero sobre todo en chicos más que en chicas. Para Voorhees
et al. (2005) el
simple hecho de que los amigos practiquen, es suficiente para que los jóvenes
realicen también práctica y esta relación es más potente, para los chicos que
para las chicas.
La
investigación sobre
los factores que influencian la AF, se
ha centrado principalmente
en dos fuentes de influencia social (padres
y amigos), con poca consideración respecto
a las posibles influencias ejercidas
por los profesores de EF. Algunos
estudios previos señalan que el profesorado en general,
tiene una influencia limitada (Greendorfer
y Lewko, 1978) o que el profesor
de EF puede tener una influencia negativa, en la práctica regular de AF de los
adolescentes (Trudeau & Shepard, 2005). Mientras otros estudios (Matos,
Carvalhosa & Diniz 2002; Vilhjalmsson & Thorlindsson, 1998),
señalan que son los amigos y el profesor de EF, las personas que más influyen,
en la práctica de los adolescentes independientemente del género y de la edad
de éstos. Sallis et al.,
(2000), reforzando esta idea, señala que los
profesores tienen un gran potencial sobre el estilo de vida y la participación
directa de los adolescentes, en la realización de deporte y/o la actividad
física.
Diferentes
estudios (González-Cutre, Sicilia y Moreno Murcia, 2008; Moreno, Hellín,
Hellín, Cervelló y Sicilia, 2008 y Viciana, Cervelló, Ramírez, San Matías y
Requena, 2003), han demostrado que el clima en las clases de EF en España, está
a menudo orientado al ego y sobre todo que las sesiones se desarrollan bajo una
perspectiva muy directiva. Esto podría derivar en una menor percepción de
competencia de los adolescentes que a su vez influiría en su práctica actual y
futura. Algunas investigaciones (Cox & Williams, 2008), realizadas con
adolescentes, señalan que la percepción que tienen éstos del apoyo e influencia
social de sus profesores, se asocia con una mayor percepción de competencia y
autonomía. Además, el currículo de las clases de educación física se centra
casi exclusivamente en el deporte, un enfoque que no se corresponde en muchas
ocasiones, con la demanda de los adolescentes, sobre todo del género femenino.
A pesar de esto, en nuestro estudio se muestra que las chicas
y los sujetos del primer ciclo encuentran gran apoyo por parte del profesor de
educación física. La razón de estos resultados no está clara. Las actitudes de los jóvenes hacia la escuela y
la educación física se diferencian claramente según el género (Bramham, 2003), las chicas presentan actitudes más favorables
hacia la escuela que los chicos, pero estos se manifiestan más favorables a la
clase de educación física (Piéron, Ledent, Almond, Airstone, &
Newberry, 1996). Es posible que determinados adolescentes encuentren
que el profesor de educación física está más involucrado en la promoción de la
actividad física de lo que está su entorno social, y esto haga que los
adolescentes lo sientan como un importante apoyo. Así por ejemplo, Ommundsen, Klasson-Heggebø y Anderssen
(2006), evidencian que los niños que indican que el profesor organiza juegos
con ellos, habla con ellos de la importancia del juego y de la AF en clase,
tienen tendencia a ser más activos durante el tiempo escolar que sus compañeros
que no lo manifiestan así. Una de las estrategias que podría favorecer el
efecto positivo del profesorado, como así se ha demostrado, hace referencia a
que el alumnado tenga la oportunidad de elegir sobre diversos aspectos de las
tareas y actividades propuestas, ya que pueden promover una mayor satisfacción,
una actitud positiva hacia la actividad física y, por lo tanto, generar hábitos
para desarrollar un estilo de vida saludable (Treasure y Roberts, 2001).
En nuestro estudio, los sujetos del primer
ciclo presentan influencias diferenciadas de los otros significativos respecto
a los alumnos de segundo ciclo, estando en sintonía con otros estudios previos,
como el de Leskinen, Telama, & Yang (2000), Shaffer
et al. (2005).
La
edad y sobre todo la maduración puede, directa o indirectamente, explicar cómo
los diferentes agentes sociales pueden influenciar el comportamiento de
práctica de AF (Drenowatz et al., 2010). La capacidad de influencia de los
agentes sociales, se ha demostrado que difiere
entre los jóvenes según sus edades (Craggs et al., 2011). Así por ejemplo,
encontramos en el estudio de Duncan et al., (2005) que los niños más pequeños,
perciben mayor apoyo de sus padres que los chicos más mayores, mientras que los
chicos más mayores reciben más apoyo e influencia social en forma de ayuda,
información, ánimos etc. Sallis et al., (2002),
señalan que la influencia de los amigos es más significativa en la AF vigorosa
de los más jóvenes y no tanto para los adolescentes, o por ejemplo Bois,
et al., (2005) sugieren que las madres tienen mayor potencial de influencia en
los sujetos más jóvenes (10-11 años). Esto puede significar que conforme los
niños se hacen mayores, se vuelven más
sensibles a una influencia diversificada de los
diferentes agentes sociales (Wagner,
Klein-Platat, Haan, Arveiler, Shlienger & Simon, 2002).
La
inconsistencia encontrada en los diferentes estudios sobre las influencias sociales
de los otros significativos en la práctica de AF, ha sido atribuida a
diferentes razones: por una parte, a diferencias metodológicas relacionadas con
las medidas de las dimensiones sociales (diferencias en la fiabilidad y validez
de los instrumentos utilizados). Por otra parte, esta inconsistencia se ha
relacionado con la evaluación de la actividad física; en concreto, el uso de
medidas objetivas (observación o acelerometría) frente a medidas subjetivas
(auto-informes). Aquellos estudios que han utilizado medidas objetivas de la
actividad física, con mayor frecuencia encuentran una relación significativa
entre las diferentes dimensiones sociales y los niveles de actividad física de
los jóvenes.
Esta investigación presenta diferentes
limitaciones: Se trata de un estudio transversal por lo que cualquier inferencia
causal es injustificada;
geográficamente el estudio se realiza en un área limitada por lo que no se
pueden extrapolar nuestros datos a otras poblaciones; se han utilizado medidas
subjetivas para evaluar los niveles de AF.
Atendiendo a los resultados y a las
limitaciones planteadas, podemos decir, a modo de conclusión, que este estudio
contribuye a explicar el complejo campo de los factores que influencian la
práctica de AF en la adolescencia en nuestro país. El
apoyo e influencia social diferenciado por parte de los progenitores, en
función del género o edad de sus hijos, parece demostrar la importancia que
tienen los referentes de género y los estereotipos sexuales, en la influencia
sobre la práctica de actividad física en población adolescente.
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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 14
- número 56 - ISSN: 1577-0354