DOI: https://doi.org/10.15366/rimcafd2022.85.014
ORIGINAL
NATACIÓN
ARTÍSTICA EN NIÑAS: ANTROPOMETRÍA, GENOTIPO Y RENDIMIENTO DEPORTIVO
ARTISTIC SWIMMING IN GIRLS: ANTHROPOMETRICS,
GENOTYPE AND ATHLETIC PERFORMANCE
Romero-Lorca,
A.1; de la Calle, L.2; Novillo, A.3;
Fernández-Santander, A.4; Blanco, M.A.5; Rodelgo, T.6;
Andreu-Vázquez, C.7 y Gaibar, M.8
1 Dra. Ciencias
Biológicas, Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular, Universidad Europea
de Madrid, Facultad de Ciencias Biomédicas y de la Salud, Madrid (España) ORCiD 0000-0002-1920-034X alicia.romero@universidadeuropea.es
2 Dra. Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Profesora adjunta, Universidad Europea de Madrid, Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Madrid (España) laura.delacalle@universidadeuropea.es
3 Dra. Ciencias
Biológicas, Catedrática de Biología Celular y Genética, Universidad Europea de
Madrid, Facultad de Ciencias Biomédicas y de la Salud, Madrid (España) ORCiD 0000-0003-0902-0991 apolonia.novillo@universidadeuropea.es
4 Dra. Ciencias
Biológicas, Catedrática de Genética, Universidad Europea de Madrid, Facultad de
Ciencias Biomédicas y de la Salud, Madrid (España) ORCiD 0000-0001-7545-1170
ana.fernandez@universidadeuropea.es
5 Dra.
Psicología. Profesora adjunta, Universidad Europea de Madrid, Facultad de
Ciencias Biomédicas y de la Salud, Madrid (España) ascension.blanco@universidadeuropea.es
6 Dr. Medicina, médico de familia y del Colegio Arcadia, Villanueva de la Cañada, Madrid (España) gmedico@colegioarcadia.es
7 Dra.
Veterinaria, Profesora adjunta, Universidad Europea de Madrid, Facultad de
Ciencias Biomédicas y de la Salud, Madrid (España) ORCiD
0000-0002-7558-4325 cristina.andreu@universidadeuropea.es
8 Dra. Ciencias
Biológicas, Profesora contratada doctora, Universidad Francisco de
Vitoria, Facultad de Ciencias Biomédicas y de la Salud, Madrid (España) maria.gaibar@ufv.es
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a los clubes de
natación Arcadia, Real Canoe y Agrupación Deportiva
Sincro Retiro, a la Federación Madrileña de Natación y al colegio Arcadia su
colaboración y a Ana María Campos Jiménez, Gabriel Andrés Campos y Sonia
Gonzalo Cancelas su ayuda en la realización de las pruebas físicas. Esta
investigación fue financiada por el proyecto 2016/UEM15 de la Universidad
Europea de Madrid.
Código UNESCO/UNESCO code: 240903 Genética de Poblaciones, 5899 Otras especialidades pedagógicas
(Educación Física y Deporte)/240903 Genetics of populations,
5899 Other pedagogic especialities (Physical Education and Sport).
Clasificación Consejo de Europa / Council of Europe classification 17 Otras (Rendimiento Deportivo)/17
Other (Athletic Performance).
Recibido
18 de diciembre de 2019
Received December 18, 2019
Aceptado 29
de febrero de 2020 Accepted February
29, 2020
RESUMEN
En cada deporte es importante optimizar peso y
composición corporal y la genética y los datos antropométricos pueden influir
en rendimiento deportivo y salud, sobre todo en deportistas menores.
Este estudio analiza 60 nadadoras artísticas
entre 9 y 17 años, divididas en tres grupos de edad: ≤12, 13-15 y 16-17
años. Se realizó un análisis de medidas antropométricas, edad de menarquia,
genotipo relacionado con rendimiento (gen ACTN3)
y resultados deportivos, con objetivo de relacionar estos parámetros entre sí
en los grupos de edad.
Las nadadoras de mayor edad mostraron tendencia
a portar el genotipo heterocigoto RX de ACTN3.
En este estudio, la práctica de este deporte podría tener impacto en índice de
masa corporal, pliegue tricipital, peso y edad de menarquia. La mayor
prevalencia del genotipo heterocigoto ACTN3
R577X podría ofrecer una ventaja, pero el rendimiento en competición de las
nadadoras artísticas tuvo poca relación con sus medidas antropométricas.
PALABRAS CLAVE: Gen ACTN3, medidas antropométricas, natación
sincronizada, infancia.
ABSTRACT
Swimmers showed a
tendency to carry the heterozygous genotype RX of the ACTN3 gene in the older age group. In this study, this sport could
have an impact on body mass index, triceps skinfold, weight, menarche age, and
selection of one genotype, but the performance in competition of the artistic
swimmers had little linking to anthropometric measures.
KEYWORDS: ACTN3 gene; anthropometric measures;
synchronized swimming; youth.
INTRODUCCIÓN
Diversos estudios evidencian que existe un peso y una
composición corporal ideales para un rendimiento satisfactorio en cada deporte
(1). La natación artística (NA, antes, natación sincronizada) tiene unos
requisitos físicos que la convierten en un deporte único (2). La forma del
cuerpo no es un elemento que puntúe, pero es un punto de interés para
entrenadores y nadadores. Esto, sumado al intenso entrenamiento necesario para
la NA, hace que las demandas nutricionales de los nadadores artísticos sean
complejas y existen evidencias de que los practicantes de deportes estéticos
tienen un mayor riesgo de sufrir una deficiencia energética relativa en el
deporte (RED-S, 3).
Hasta la fecha se han dedicado muchos esfuerzos a
investigar una posible relación directa entre genética y deporte. Estas
investigaciones han examinado la influencia del perfil genético de un atleta en
su rendimiento, tratando de identificar un genotipo óptimo para el ejercicio
físico (4). Se ha descrito, por ejemplo, la influencia del gen de la
α-actinina-3, ACTN3, en algunos
deportes de velocidad y de fuerza (5). Los resultados de estos trabajos han
establecido una fuerte relación entre el genotipo ACTN3 R577X y la adaptación al entrenamiento. La α-actinina-3
juega un papel importante en la estabilización del aparato contráctil y se
expresa casi exclusivamente en las fibras musculares rápidas (tipo II)
produciendo contracciones potentes (6). Se ha descrito una relación entre el
genotipo ACTN3 RR y el rendimiento en
deportes de fuerza, especialmente en mujeres (5, 7), por lo que el alelo R
podría tener efectos beneficiosos sobre el rendimiento atlético en aquellas
pruebas que sean de velocidad y fuerza. Por consiguiente, el alelo R se
encuentra con mayor frecuencia en atletas especializados en deportes de
velocidad y de fuerza. El alelo nulo X y el genotipo XX, en los que falta la
proteína α-actinina-3, son ligeramente más frecuentes en atletas de
resistencia y menos frecuentes en deportes de velocidad y de fuerza (8). No se
ha observado correlación entre el polimorfismo de ACTN3 R577X y el rendimiento deportivo en nadadores no artísticos
españoles de élite (9) y, hasta la fecha, no se ha realizado ningún estudio
sobre este gen en nadadores artísticos, siendo un deporte clasificado como de
fuerza dada la duración y naturaleza de las pruebas.
Debido a que la NA es un deporte minoritario, los
datos sobre este tema son escasos en comparación con otros deportes y los pocos
estudios existentes se han centrado en pequeños grupos de atletas adultos,
generalmente de élite (10-13). Las investigaciones relacionadas con niños que
practiquen deportes es aún más escasa (14, 15) y en la
literatura existen muy pocos datos sobre los nadadores artísticos españoles
menores de edad (16).
Por consiguiente, el presente estudio ha sido diseñado
con el objetivo general de comprobar si los datos antropométricos y/o los
factores genéticos afectan al rendimiento de nadadoras artísticas españolas
menores de edad. Para ello, se recogió un conjunto de datos antropométricos de
60 nadadoras artísticas de competición entre 9 y 17 años, los resultados de
pruebas físicas y de competiciones de figuras y se llevó a cabo el análisis del
gen ACTN3.
Los objetivos específicos fueron: averiguar si la
práctica de la NA tiene un efecto sobre los datos antropométricos de las
menores, si una determinada forma corporal se asocia con mejor rendimiento en
NA y si había una mayor prevalencia del alelo ACTN3R, más frecuente en deportes de fuerza, en nadadoras que
mostraran un mejor rendimiento.
MATERIALES Y
MÉTODOS
PARTICIPANTES
Las participantes fueron 60 niñas de 9 a 17 años con
al menos dos años de experiencia en NA, que pertenecían a uno de los tres clubes
de la Comunidad de Madrid que competían a nivel nacional (representando el
70,6% de las niñas de natación artística de ese nivel en Madrid durante la
temporada 2016-17). Previamente se obtuvo el consentimiento informado de los
padres de todas las participantes, además del consentimiento de las propias
niñas mayores de 12 años. El estudio fue aprobado por el Comité de Ética de la
Comunidad de Madrid. Las participantes se dividieron en las tres categorías de
edad definidas por la Federación Internacional de Natación (FINA): ≤ 12
años (15 nadadoras artísticas, de edad 10,65±1,03 años, media ± desviación estándar); 13-15
años (31 nadadoras de edad 13,68±0,83 años) y 16-18 años (14 nadadoras de edad
16,24±0,91 años). Las horas de entrenamiento a la semana en cada grupo de edad
fueron 14-18, 15-20 y 15-24 respectivamente, dependiendo de la fecha dentro de
la temporada y del nivel de las nadadoras.
Se calculó el
tamaño muestral necesario en cada grupo de individuos a comparar para
detectar diferencias significativas en la media de puntuación de su rendimiento
deportivo. Dicho cálculo se realizó considerando un nivel de confianza o
seguridad del 95%, una potencia del estudio del 90%, una diferencia mínima a
detectar de 5 puntos en dicha puntuación y una desviación típica de 2,18.
El mínimo tamaño muestral en cada grupo de edad a comparar fue de 6
sujetos.
DATOS ANTROPOMÉTRICOS
A todas las participantes se
les efectuaron las siguientes medidas: altura, peso, pliegue tricipital y
porcentaje de grasa corporal utilizando una báscula de impedancia bioeléctrica
TANITA (Segmental Body
Composition Monitor InnerScanV,
model BC-545N). El índice de
masa corporal (IMC) se categorizó en las 5 clases definidas por Carrascosa et al. (17) en la forma recomendada por
Sánchez González et al. (18;
desnutrición, riesgo de desnutrición, delgadez, normal, sobrepeso). A las
participantes se les preguntó por el número de años de práctica de la NA y su
edad de menarquia.
ANÁLISIS GENÉTICO
Se tomó una muestra de epitelio de la mucosa bucal con
un bastón de algodón y se purificó el ADN utilizando el kit de Qiagen QiAmp DNA blood mini kit.
El genotipado de ACTN3 R577X (rs1815739) se realizó
mediante PCR cuantitativa utilizando los siguientes cebadores: directo
5’-CAGCGCACGATCAGTTC e inverso 5’-CCCTGGATGCCCATGA y las sondas
5’-CCTCGCTCTCGGTCAGCCTC (alelo R) marcada con FAM y 5’-CCTCGCTCTCAGTCAGCCTC
(alelo X) marcada con HEX. La mezcla de reacción de 20 µL contenía 10 µL de Sso Advance Universal SyBr Green supermix (BioRad), 0,5 µM de cada cebador, 0,2 µM de cada sonda y 100
ng de ADN. Las condiciones de PCR fueron 98oC 2 min, 49 ciclos a 98oC
10 s, 67oC 20 s y una extensión final a 72oC 5 min.
RENDIMIENTO DEPORTIVO
El rendimiento de las nadadoras se midió mediante
pruebas físicas (lanzamiento de balón medicinal, nado de 25 m y boost) y a través
de las puntuaciones individuales en competiciones de figuras. Estas pruebas
físicas se seleccionaron puesto que las niñas estaban familiarizadas con ellas
dado que formaban parte del programa de la Real Federación Española de Natación
(https://rfen.es/es/section/niveles).
LANZAMIENTO
DE BALÓN MEDICINAL
A cada nadadora se le pidió realizar dos
lanzamientos consecutivos de balón medicinal de 1 Kg de peso (62 cm de perímetro, Tremblay CT, Gleizé,
France),
quedando descartado para el análisis de datos el lanzamiento que alcanzó menor
distancia. La posición que debía adoptar la nadadora para el lanzamiento del
balón medicinal era con pies juntos, piernas extendidas en todo momento,
evitando la flexión y extensión del tronco y lanzando el balón llevando los
brazos por encima de la cabeza de atrás hacia delante, como indicaba la Real
Federación Española de Natación. Si la nadadora no mantenía esta posición o
rebasaba con los pies la línea marcada para el lanzamiento, se daba por nulo y
se debía repetir. Previo a los dos lanzamientos, la nadadora realizaba uno de prueba
para ajustarse a la posición del cuerpo requerida. Se colocó una cinta métrica
de 20 m sujeta al suelo con cinta aislante. Se marcó una línea perpendicular a
la cinta métrica en el comienzo de la misma para
indicar la línea desde la que debían lanzar las nadadoras. Para una correcta
medición de la distancia alcanzada por el balón tras el lanzamiento, éste se
impregnó de magnesio (MgCrunchy) antes de cada
lanzamiento con el objetivo de marcar su huella en el lugar de recepción en el
suelo. Para registrar la distancia alcanzada se trazaba una línea recta desde
el centro de la esfera de la huella del balón marcada en el suelo hasta la
cinta métrica.
NADO DE 25 M ESTILO CRAWL
La prueba se realizó en piscinas de 25
metros de largo. A cada nadadora se le pidió que nadara una distancia de 25
metros a estilo crawl a la máxima
velocidad posible, con salida desde el bordillo. La prueba fue grabada desde la
salida hasta el momento de la llegada, siguiendo a la nadadora durante toda la
fase de nado con una cámara digital híbrida (JVC Everio HDD, modelo GZ-MG135E, zoom
óptico 34x, resolución 720p, JVCKenwood, USA). La cámara estaba
situada en el punto de llegada y con un plano móvil grababa hasta el contacto
de las manos con la pared en el punto de llegada. Como señal de salida para la
nadadora y para un correcto análisis de los vídeos, una vez preparada la
nadadora en posición de salida debía lanzarse al agua al escuchar la palmada
tras la voz de “preparados, listos”. El análisis de las pruebas se realizó
mediante el programa Kinovea 0.8.15 (Kinovea.org).
La fiabilidad intraobservador
e interobservador de los tiempos tomados se confirmó
comparando los tiempos recogidos por un observador y posteriormente de forma
independiente por otros dos observadores.
BOOST
La prueba se realizó en
piscinas de 25 metros de largo y al menos de 2 m de profundidad. A cada
nadadora se le pidió que ejecutara la figura boost, habitual en natación
artística, en una de las calles laterales y en la parte más profunda de la
piscina. En ningún momento la nadadora podía agarrarse al bordillo ni tocar el
fondo de la piscina con los pies. La posición de inicio se marcó desde cabeza
sumergida y debían mantener los brazos pegados al tronco durante la elevación del mismo (Figura 1). Cada nadadora realizó dos intentos
consecutivos con unos segundos entre uno y otro que le permitiera colocarse
correctamente en la posición de inicio.
Todas las nadadoras
debían situarse exactamente en el mismo punto para realizar el movimiento
pedido. Para ello se situó un lastre color rojo en el fondo de la piscina que
indicaba el punto exacto en el que debían situarse, justo encima, y un trípode
colocado sobre el bordillo para situarse en línea con él. Tanto el lastre como
el trípode se utilizaron como referencias de medida para el posterior análisis
de los vídeos (Figura 1). La prueba se grabó con la misma cámara que la prueba
anterior por parte de un investigador, mientras otro observador controlaba la
correcta postura de la nadadora.
La altura alcanzada por
cada nadadora en la ejecución del boost se midió a través del programa Kinovea.
De cada nadadora, se tomó la altura mayor conseguida en los dos intentos. Para
obtener la altura en el boost,
se trazó un eje vertical empleando como punto de referencia la parte superior
de la cabeza tanto en el punto de partida, una vez que la cabeza rompiera la
superficie del agua, como en el punto de máxima altura alcanzado por la
nadadora antes de iniciar el descenso.
El investigador
principal realizó el análisis de los vídeos por duplicado para calcular la
fiabilidad intraobservador de las medidas tomadas.
Dos observadores más realizaron de forma independiente el análisis de las
mismas grabaciones, para ser posteriormente comparadas con la primera
observación del investigador principal, con el objetivo de calcular la
fiabilidad interobservador de las medidas tomadas.
Para los análisis estadísticos, el resultado del boost se normalizó frente a la
altura de la nadadora mediante el cociente de ambos datos.
CALIFICACIONES DE
COMPETICIONES DE FIGURAS
Las calificaciones de
cada nadadora se obtuvieron de las páginas web de la Federación Madrileña de
Natación y de la Real Federación Española de Natación (http://www.fmn.es/mar13/competicion_si.asp?Area=CZ y https://rfen.es/es/section/natacion-artistica-resultados) como la media de las
últimas 4 competiciones oficiales (temporadas 2015-16 y 2016-17).
ANÁLISIS DE LOS DATOS
Las variables cuantitativas se dan como
medianas y sus rangos intercuartiles o como media ±
desviación estándar dependiendo de su distribución (prueba Shapiro-Wilk para
normalidad). Las variables cualitativas se expresaron como frecuencias
absolutas y relativas en porcentajes. Para analizar las diferencias entre
grupos de edad en las variables cualitativas se utilizó el
test chi cuadrado. Las pruebas t de Student y test U Mann-Whitney se
utilizaron para comparar entre grupos de edad las variables cuantitativas.
Para analizar las relaciones entre
pruebas físicas y resultados de competiciones, medidas antropométricas y
rendimiento deportivo (pruebas físicas y resultados de competiciones) y
genotipo y rendimiento deportivo se calcularon coeficientes de correlación
Spearman.
Todos los análisis estadísticos se realizaron
mediante el paquete informático Stata IC, v. 14 (StataCorp
LLC., Texas USA). La significancia se
fijó en p < 0,05.
RESULTADOS
Los resultados de las medidas antropométricas en las nadadoras
artísticas se muestran en la Tabla 1. Ninguna de las niñas con edad ≤ 12
años había llegado a la menarquia. Ninguna de las niñas fue clasificada con
sobrepeso y no se observaron diferencias significativas en el IMC entre los
grupos de edad. La distribución de IMC obtenida en las niñas nadadoras no se
corresponde con lo publicado para población general por la Organización Mundial
de la Salud, que describe un 22% de sobrepeso en niñas con 9 años (19), y por
Yáñez-Ortega et al. (20), que
detectaron un 18,5% de sobrepeso en niñas de 14 años.
Tabla 1: Datos
antropométricos de las nadadoras en los diferentes grupos de edad. Los datos se
expresan como media ±
desviación estándar o como frecuencias absolutas y relativas. DN: desnutrición.
|
GRUPOS DE EDAD |
||
VARIABLE |
≤12 AÑOS (n=15) |
13-15 AÑOS (n=31) |
16-17 AÑOS (n=14) |
Altura
(cm) |
144,7
±5,80 |
157,5
±6,50 |
163,1
±6,93 |
Peso
(Kg) |
34,9 ±6,35 |
47,1 ±7,17 |
53,2 ±6,10 |
Índice
de masa corporal (IMC) |
16,57
±2,17 |
18,90
±1,97 |
19,95
±1,43 |
Clasificación
de IMC: DN n (%) Riesgo de DN, n (%) Delgadez, n (%) Normal, n (%) Sobrepeso, n (%) |
|
|
|
2
(13,30) |
0 (0,00) |
0
(0,00) |
|
1 (6,67) |
2 (6,45) |
1 (7,14) |
|
6
(40,00) |
11 (35,48) |
5
(35,71) |
|
6 (40,00) |
18 (58,06) |
8 (57,14) |
|
0
(0,00) |
0 (0,00) |
0
(0,00) |
|
Grasa
corporal % |
22,68 ±3,66 |
22,41 ±2,18 |
23,69 ±2,93 |
Pliegue
tricipital (mm) |
13,4
±5,43 |
11,8
±3,23 |
12,8
±3,68 |
Edad
de menarquia (años) |
Sin menarquia |
12,97 ±0,93 |
14,05 ±1,15 |
Los resultados del genotipado
del gen ACTN3 se muestran en la
Figura 2. La distribución de los genotipos RR, RX y XX entre los grupos de edad
presentó diferencias estadísticamente significativas (p<0,001), con un mayor porcentaje de presencia del genotipo RX en el grupo de
nadadoras de mayor edad.
Figura 2: Porcentajes de prevalencia de genotipos ACTN3
en los diferentes grupos de edad.
p<0,001.
Los resultados sobre las correlaciones entre el
genotipo ACTN3 y el rendimiento
atlético no revelaron diferencias estadísticamente significativas, tanto si se
consideraba cada genotipo (RR, RX o XX) como el genotipo
RR frente a los genotipos RX y XX, con ninguna de las pruebas físicas o
puntuaciones en competiciones de figuras (datos no mostrados en la tabla).
Con el fin de corroborar si las pruebas físicas
realizadas a las niñas en este estudio son predictivas de su rendimiento
deportivo, se realizó una correlación estadística entre los resultados de estas
pruebas físicas y las puntuaciones obtenidas en competiciones oficiales de
figuras. En la Tabla 2 se muestran estos resultados, observándose una
correlación débil pero significativa en el caso del lanzamiento de la pelota,
moderada en el caso de la prueba de nadar 25 m estilo crawl (correlación negativa), donde menor tiempo indica mejor
rendimiento, y fuerte en la prueba de boost (Tabla 2 y
Figura 3). Estos resultados indican por tanto que las pruebas físicas
realizadas por las nadadoras son buenos indicadores de su rendimiento en NA.
Tabla 2:
Correlaciones estadísticas entre puntuaciones de competiciones de figuras y
pruebas físicas. Se indican los coeficientes de correlación de Spearman y el intervalo
de confianza al 95%. Correlaciones entre variables estadísticamente
significativas: * p<0,05, ** p<0,01, *** p<0,001.
Grupo de edad/Test |
Lanzamiento de balón |
25 m crawl |
Boost normalizado |
|||
Grupo total |
0,304* |
(0,053, 0,520) |
-0,541*** |
(-0,670, -0,330) |
0,603*** |
(0,411, 0,744) |
≤ 12 |
0,261 |
(-0,290, 0,682) |
-0,583* |
( -0,843, -0,100) |
0,682** |
(0,261, 0,885) |
13-15 |
-0,033 |
(-0,389, 0,331) |
-0,183 |
(-0,509, 0,190) |
0,261 |
(-0,111, 0,567) |
16-17 |
-0,331 |
(-0,733, 0,241) |
-0,046 |
(-0,563, 0,497) |
0,371 |
(-0,198, 0,191) |
p<0,05 p<0,001 p<0,001
Figura 3:
Representación
gráfica de las correlaciones entre puntuaciones de figuras y pruebas físicas en
el grupo total de nadadoras.
En cuanto a la evaluación de las correlaciones entre
los datos antropométricos y los resultados de las pruebas físicas (Tabla 3), se
detectó una correlación positiva entre algunos datos físicos y los resultados
de la prueba de lanzamiento de pelota: porcentaje de grasa corporal
(correlación débil o moderada) e IMC (correlación fuerte) tanto en el grupo de
edad de 13 a 15 años como en el grupo completo de nadadoras. También se
encontró una correlación negativa en el grupo de mayor edad en el caso del IMC
y la prueba boost,
que resultó positiva, pero débil, en el caso de todo el grupo.
Tabla 3: Correlación
estadística entre los datos antropométricos y las pruebas físicas y las
puntuaciones en competiciones de figuras. Se indican los coeficientes de
correlación de
Spearman y el intervalo de confianza al 95%. Correlaciones entre variables
estadísticamente significativas: * p<0,05, ** p<0,01, *** p<0,001.
Variable |
Grupo de edad/Test |
Lanzamiento de balón |
25 m Crawl |
Boost Normalizado |
Figuras |
||||
Grasa corporal % |
Total |
0,301* |
(0,049, 0,517) |
-0,034 |
(-0,288, 0,224) |
0,039 |
(-0,0219, 0,292) |
-0,014 |
(-0,267, 0,241) |
≤ 12 |
0,314 |
(-0,236, 0,712) |
0,018 |
(-0,499, 0,525) |
-0,132 |
(-0,604, 0,408) |
-0,132 |
(-0,604, 0,408) |
|
13-15 |
0,529** |
(0,208, 0,747) |
-0,016 |
(-0,374, 0,346) |
-0,128 |
(-0,466, 0,244) |
-0,098 |
(-0,437, 0,266) |
|
|
16-17 |
-0,182 |
(-0,650, 0,385) |
0,311 |
(-0,264, 0,722) |
-0,284 |
(-0,708, 0,291) |
-0,134 |
(-0,621, 0,427) |
IMC |
Total |
0,658*** |
(0,483, 0,782) |
-0,309 |
(-0,524, -0,058) |
0,285* |
(0,032, 0,505) |
0,135 |
(-0,123, 0,376) |
≤ 12 |
0,321 |
(-0,228, 0,716) |
-0,163 |
(-0,623, 0,381) |
-0,004 |
(-0,515, 0,510) |
-0,154 |
(-0,617, 0,389) |
|
13-15 |
0,703*** |
(0,460, 0,849) |
-0,093 |
(-0,439, 0,276) |
0,043 |
(-0,322, 0,397) |
-0,259 |
(-0,562, 0,105) |
|
|
16-17 |
0,112 |
(-0,445, 0,607) |
0,481 |
(-0,068, 0,805) |
-0,701** |
(-0,898, -0,272) |
-0,367 |
(-0,751, 0,203) |
Pliegue
tricipital |
Total |
0,096 |
(-0,164, 0,344) |
0,125 |
(-0,136, 0,370) |
-0,050 |
(-0,303, 0,284) |
-0,103 |
(-0,347, 0,156) |
≤ 12 |
0,079 |
(-0,452, 0,568) |
0,009 |
(-0,506, 0,519) |
-0,309 |
(-0,709, 0,241) |
-0,331 |
(-0,721, 0,218) |
|
13-15 |
0,229 |
(-0,143, 0,544) |
0,061 |
(-0,306, 0,412) |
-0,046 |
(-0,400, 0,319) |
-0,117 |
(-0,452, 0,248) |
|
|
16-17 |
-0,053 |
(-0,568, 0,491) |
0,385 |
(-0,183, 0,760) |
-0,181 |
(-0,649, 0,387) |
-0,236 |
(-0,681, 0,337) |
En la Figura 4 se representan las correlaciones entre
IMC y prueba de boost
en todo el grupo de nadadoras, grupos ≤ 12 y 13-15 juntos (para corroborar
la correlación positiva con el boost normalizado) y el grupo de mayor edad.
Grupo total ≤15
años 16-17
años Boost normalizado Boost normalizado Boost normalizado IMC IMC IMC
p<0,05 p<0,05 p<0,01
Figura 4: Representación gráfica de las correlaciones de
la tabla 3 entre los resultados de la prueba de boost normalizado y el IMC en
diferentes grupos de edad.
No se encontró ninguna correlación estadísticamente
significativa entre los datos antropométricos y las puntuaciones de las
competiciones de figuras (Tabla 3).
DISCUSIÓN
Este estudio es un análisis descriptivo
de nadadoras artísticas con edades entre 9 y 17 años. Las participantes
representaban el 70,6% de las nadadoras artísticas de nivel nacional de la
Comunidad de Madrid durante la temporada 2016-17. En España la NA es un deporte
minoritario. Por ejemplo, durante la temporada 2016-17, menos de 700 niñas
menores de 18 años practicaban NA a nivel nacional, aunque es destacable que
los resultados internacionales fueron excelentes, incluyendo una tercera
posición en combinado libre en el Campeonato de Europa junior y primera
posición en equipo libre y combinado libre en la Copa
Mediterránea de la categoría de edad 13-15 años. Esto indica el alto nivel de
los entrenamientos de las menores que practican NA en España.
Nuestros resultados antropométricos indican
que la práctica de la NA no tiene asociación con la altura, como ya se ha
descrito (14), y la distribución entre las categorías de IMC no cambian
significativamente a lo largo de los años de práctica de NA. Esto puede
explicarse como ausencia de selección de determinadas categorías de IMC o bien
una selección en los primeros años de práctica del deporte perpetuada durante
las categorías de edad. Sería interesante comparar los datos antropométricos de
las nadadoras con niñas no nadadoras de la misma edad, para analizar el efecto
de este deporte. A este respecto, Zugno et
al., analizaron la velocidad de crecimiento de niñas nadadoras de artística
y sus datos muestran una velocidad de incremento de estatura y peso superior a
la población general, aunque sus datos sugieren un retraso en el auge de
incremento de peso y estatura (21), lo cual podría relacionarse con el retraso
en la edad de menarquia y/o la prevalencia de delgadez determinados en nuestro
estudio.
Las medidas antropométricas del grupo de
mayor edad son similares a las descritas para otras nadadoras artísticas
españolas de categoría junior (16, 22), para las que sí se han encontrado
estudios, mientras que no se habían descrito anteriormente medidas similares en
nadadoras de menor edad. La prevalencia de delgadez entre las nadadoras se ha
asociado a una escasa ingesta de energía, especialmente durante el
entrenamiento intensivo (23, 24). La diferencia entre gasto y consumo
energéticos puede estar relacionada con la naturaleza intensa del ejercicio,
que implica largos periodos de apnea y posición cabeza abajo. Sin embargo,
también es cierto que los entrenadores y los propios nadadores buscan la
delgadez (3) y esto podría explicar su baja ingesta de calorías. En efecto, en
un trabajo realizado con nadadoras artísticas adultas, se determinó que las
nadadoras de mayor peso eran aquellas que tendían a comer menos, lo que sugiere
que esas mujeres buscaban la delgadez (23).
Un bajo contenido graso observado en las
nadadoras podría estar relacionado con el retraso observado en la menarquia
(25). Otros autores (26) han encontrado un retraso de 0,6 años en NA comparado
con otros deportes, mientras que nosotros detectamos un retraso de 1 año (13,40
vs 12,43) en comparación con la
población general española (27).
Con respecto al análisis genético, el
grupo de mayor edad de nadadoras mostró un 71,43% del genotipo RX (α-actinina 3, Figura 2). Las proporciones de los distintos
genotipos en los grupos de edad fueron significativamente diferentes. Basándose
en los cortos tiempo de las rutinas que implican ejercicios explosivos, la NA
se considera un deporte de fuerza, aunque los largos tiempos de entrenamiento
también implican ejercicio de alta resistencia. Esto sugeriría que el genotipo
heterocigoto ACTN3 RX representaría
una ventaja en nadadoras artísticas, como sugirieron otros autores para la
natación (28). Estos autores no detectaron una mayor prevalencia de heterocigosidad en nadadores no artísticos españoles de
élite (9), pero los resultados del presente estudio (Figura 2) de nuevo
sugieren que, aunque no hubo correlación estadísticamente significativa entre
genotipo y rendimiento deportivo, las portadoras del genotipo RX podrían
resistir mejor los largos y duros entrenamientos y por eso encontramos una mayor
prevalencia de este genotipo entre las nadadoras mayores.
Las correlaciones entre las diferentes
pruebas físicas realizadas por las niñas y las puntuaciones de competiciones de
figuras indican que las pruebas son predictivas del rendimiento en NA. La correlación
más débil se encontró en el caso de la única prueba fuera del agua, el
lanzamiento de balón, también la menos específica de NA, aunque era realizada
por los nadadores artísticos en algunas pruebas de evaluación realizadas por la
Real Federación Española de Natación. Peric et al. (12) encontraron una correlación
similar entre la prueba del boost, aunque su sistema de medida fue diferente del
nuestro, y otro elemento específico de NA y las puntuaciones en la rutina de
“Solo” en nadadoras artísticas de 16 a 18 años y nuestro trabajo extiende la
correlación a pruebas menos específicas y a más rangos de edad.
Por el contrario, encontramos pocas
correlaciones entre las pruebas físicas y los datos antropométricos. La prueba
menos específica, el lanzamiento de balón, se correlacionó positivamente con el
IMC y el contenido graso en el grupo de 13 a 15 años y el grupo total de niñas,
indicando que el IMC y el contenido graso favorecen la fuerza fuera del agua.
La prueba de boost
(normalizada) se correlacionó negativamente con el IMC en el grupo de mayor
edad, de forma similar a lo descrito por Peric et al. (12), pero la correlación fue
positiva (aunque débil) cuando se consideraba el grupo completo de nadadoras
(Figura 4). Este resultado puede explicarse porque en el grupo de niñas más
pequeñas un IMC mayor indica más fuerza para realizar el boost, pero en el caso de las
niñas de 16-17 años, que tienen medidas de IMC y de boost más altas, un IMC “más
ligero” podría ser una ventaja.
Al realizar el estudio estadístico de la
correlación entre las medidas antropométricas y las puntuaciones en competición
de figuras, no se encontraron diferencias significativas en las nadadoras
analizadas en este estudio (de 9 a 17 años). Un resultado similar lo obtuvieron
Salber et al.
(15) con respecto a nadadoras artísticas de 15 a 17 años en el rendimiento en
competiciones de figuras. Estos resultados indican que la práctica de
seleccionar deportistas con rasgos físicos determinados (3) tiene un valor
predictivo del rendimiento deportivo cuestionable. Este resultado es importante
ya que tenerlo en cuenta ayudaría a evitar abandonos, RED-S y trastornos del
comportamiento alimentario (23).
CONCLUSIONES
La natación artística en los grupos de
edad ≤12, 13-15 y 16-17 años podría tener un impacto en el índice de masa
corporal, pliegue tricipital, peso y edad de menarquia de las niñas nadadoras.
En cuanto al genotipo ACTN3 R577X, se observó una mayor
prevalencia del genotipo
heterocigoto RX en el grupo de mayor edad. Este genotipo podría dar una ventaja
en un deporte de fuerza con entrenamientos largos como la NA. Por otra parte,
el rendimiento específico en este deporte ha mostrado poca asociación con las
medidas antropométricas.
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