Garrido
Chamorro, R.P.; González Lorenzo, M.; García
Vercher, M.; y Expósito Coll, I.
(2005) Patrones de desaturación ergoespirométricos en función de
la edad. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de
PATRONES DE DESATURACIÓN ERGOESPIROMÉTRICOS EN FUNCIÓN DE
THE ERGOESPIROMETRY DESATURATION PATTERNS IN FUNCTION OF THE AGE
Garrido
Chamorro, R.P.; González Lorenzo, M.; García
Vercher, M.; y Expósito Coll, I.
Servicio
de Apoyo al Deportista del Centro de Tecnificación de Alicante
E-mail: RAULPABLO@terra.es
Recibido 12
marzo 2005
Resumen
Introducción y objetivos: En el Servicio de Apoyo al Deportista del Centro de
Tecnificación de Alicante hemos estudiado los patrones de desaturación, durante
la realización de una ergoespirometría, analizando los resultados en función de
la edad de los deportistas. Material y Métodos: Hemos realizado 246
ergoespirmetrías realizando un test de Wasserman, durante el cual mantenemos una
monitorización continua de la saturación con un plusioxímetro portátil TuffSat
de la marca Datex-Ohmeda. Se recogió la saturación al final de cada estadio del
test de Wasserman, para evaluar la gráfica que describe a lo largo de la prueba
y determinar los diferentes patrones de desaturación durante el ejercicio. Resultados:
El patrón tipo II es el más
frecuente en los deportistas analizados. El menos frecuente globalmente es
el patrón numero VI. Existe un mayor numero de patrones inadecuados (IV, V y
VI) en los varones y en los deportistas menores de 15 y mayores de 30 años. Conclusiones.
Globalmente el patrón de desaturación
que se repite en más ocasiones es el tipo II. No todas las desaturaciones de
oxígeno se comportan igual con el esfuerzo. Del conocimiento de estos
parámetros y de sus posibles modificaciones, se pueden derivar nuevas
estrategias de entrenamiento, que consigan mejorar el rendimiento de nuestros
deportistas.
PALABRAS CLAVE: Patrones, desaturación, deportistas, edad
Introduction and
objectives: In the Service of Support to the Sportsman of the
KEY WORDS: patterns,
desaturation, sportsmen. age
Cuando
realizamos una ergoespirometría, valoramos el volumen de oxígeno que un
deportista introduce en sus pulmones por unidad de tiempo (Vo2
ml/min). Pero ésta no es la cantidad que el músculo de nuestro deportista puede
utilizar durante el ejercicio (1). Debido a que las diferencias
entre difusión y perfusión limitan la cantidad de oxígeno (O2) que
llevan sus hematíes (2). Para valorar la cantidad de O2
que transporta la sangre usamos la saturación de oxígeno. Mediante esta técnica
valoramos el oxígeno realmente útil para nuestro deportista. La saturación de
oxígeno nos informa del porcentaje de oxígeno que llega a la sangre, del total
inspirado (2). De esta manera, podemos valorar la eficiencia de
nuestro deportista con respecto a la utilización del oxígeno (1). La oximetría percutánea pulsátil generalmente
correlaciona muy bien con la oximetría que se mide en la sangre arterial
obtenida mediante gasometría, con un error de 1-2 por ciento. Este es un buen
método para seguir la saturación de oxígeno durante una prueba de esfuerzo, sin
la necesidad de realizar gasometrías durante la prueba a nuestros deportistas.
Por
tanto, una de las preguntas que los médicos deportivos nos hacemos, es cuánto
oxígeno hay realmente en la sangre de mi deportista.
Para
valorar adecuadamente el volumen de oxígeno, hay que tener en cuenta varios
parámetros (2):
1) El gradiente de presión alveolo-arterial de oxígeno
(PAO2).
2) La presión arterial de oxígeno
(PaO2).
3) La saturación de oxígeno (SaO2).
El
parámetro que menos importancia tiene en medicina deportiva es
Hay circunstancias
en las que la curva se desvía hacia la derecha o hacia la izquierda. Se
desplaza hacia la derecha cuando diminuye el pH, aumenta
Cada molécula de
hemoglobina tiene cuatro enlaces disponibles para combinarse con el oxígeno, el
porcentaje de estos enlaces disponibles y los que verdaderamente se encuentran
combinados con moléculas de oxígeno, es lo que se denomina saturación de
oxihemoglobina (SaO2 cuando es medida en sangre arterial), lo que realmente
medimos con los saturímetros se denomina SpO2 porque se mide en la periferia
del cuerpo humano, por ej: el dedo o el lóbulo de la oreja (nosotros lo
realizamos en el 4º dedo de la mano izquierda) (1,2).
Para conocer la
cantidad de oxígeno total en sangre, no basta con conocer
La pulsioximetría
mide la saturación de oxígeno en la sangre, pero no mide la presión de oxígeno
(PaO2), la presión de dióxido de carbono (PaCO2) o el pH. Por tanto, no
sustituye a la gasometría en la valoración completa de los enfermos
respiratorios. Sin embargo supera a la gasometría en rapidez y en la
monitorización de estos enfermos. Los aparatos disponibles en la actualidad son
muy fiables, para valores entre el 80 y el 100%, pero su fiabilidad disminuye
por debajo de estas cifras. En la tabla 1: mostramos las equivalencias entre
Existe un valor crítico: PaO2 de 60 mmHg que se
corresponde con una saturación del 90%, por debajo de la cual, pequeñas
disminuciones de
El
punto crítico que debe dar la señal de alarma es el de saturaciones inferiores
al 95% (inferiores al 90 ó 92% (en reposo) cuando existe patología pulmonar
crónica previa) estos pacientes deben recibir tratamiento inmediato. Sin
embargo, en la práctica médico-deportiva observamos como deportistas de alto
nivel y sin patología cardio-pulmonar manejan Saturaciones inferiores al 88%,
sin clínica respiratoria aparente(1).
La
oximetría del pulso o pulsioximetría es la medición, no invasiva, del oxígeno
transportado por la hemoglobina en el interior de los vasos sanguíneos.
La oximetría
valora la saturación de oxígeno, expresando la cantidad de oxígeno que se
combina en sentido químico, con la hemoglobina para formar oxihemoglobina, que
es la molécula encargada de transportar el oxígeno hacia los tejidos.
Al medir la saturación de
oxígeno estamos midiendo la cantidad de oxígeno que se encuentra combinado con
la hemoglobina, es por eso que esta medida es una medida relativa y no
absoluta, ya que no indica la cantidad de oxígeno en sangre que llega a los
tejidos, sino la relación existente entre la cantidad de hemoglobina presente y
la cantidad de hemoglobina combinada con oxígeno (oxihemoglobina).
Se basa en que el color de
la sangre varía dependiendo de lo saturada de oxígeno que se encuentre, debido
a las propiedades ópticas del grupo hemo de la molécula de hemoglobina. Cuando
la molécula de hemoglobina libera oxígeno, pierde su color rosado, adquiriendo
un tono más azulado y deja pasar menos luz roja. Así pues, el pulsioxímetro
determina la saturación de oxígeno midiendo espectrofotométricamente el
"grado" de azules de la sangre arterial y expresa esta "azulez" en términos
de saturación. Dado que la cantidad de oxihemoglobina está relacionada con la
coloración roja de la sangre, siendo ésta más fuerte cuánto más oxihemoglobina
contiene la sangre, y más tenue cuanto menos oxihemoglobina hay presente.
Debido a que la absorción de luz de los tejidos y de la sangre venosa es
constante, cualquier cambio en la absorción de la luz, entre un tiempo dado y
uno posterior, se debe exclusivamente a la sangre arterial. Los pulsioxímetros
miden la relación, en un intervalo de tiempo, entre las diferencias de
absorción de las luces rojas e infrarrojas. Esta relación se vincula
directamente con la saturación de la oxihemoglobina.
Para la medición
se precisa de un aparato de pulsioximetría, con un sensor en forma de pinza. En
la pinza tiene un productor de luz que se refleja en la piel del pulpejo del
dedo, este sensor (marcado como R1 en el gráfico 2) mide la cantidad de luz
absorbida por la oxihemoglobina circulante en el paciente(2).
El principio de
funcionamiento del sensor óptico viene determinado porque la absorción de la
sangre a una determinada longitud de onda, es dependiente de la saturación de
oxihemoglobina. En la parte contraria del sensor dactilar (finger sensor), encontramos a los dos
emisores (E1 yE2 en el gráfico 2)
emitiendo una luz a esta longitud de onda a través del dedo y recibiendo la
cantidad de luz que no fue absorbida en un receptor diametralmente opuesto al
emisor. De esta manera logramos conocer la cantidad de luz absorbida por el
dedo, debido a que esta luz es mayoritariamente absorbida por la sangre(2).
Una vez llegado a este
punto, se presenta un problema, la sangre y por tanto
Mediante la comparación de
la luz, que absorbe durante la onda pulsátil, con respecto a la absorción
basal, se calcula el porcentaje de oxihemoglobina. Sólo se mide la absorción
neta durante una onda de pulso, lo que minimiza la influencia de tejidos, venas
y capilares en el resultado. Es por esta razón que estos sensores contienen en
realidad dos emisores a dos longitudes de diferentes y un receptor, como se puede
ver en el gráfico 2, de manera que a una de las longitudes de onda la absorción
es muy dependiente de
De esta manera se tiene
una señal que varía con el pulso y con
Como ya comentamos, se emiten
dos longitudes de onda diferentes, una en el entorno del rojo del espectro
visible, generalmente de 660nm, ésta es la que varía con
En algunas ocasiones se
utilizan LEDs laser como emisores debido a su precisión en el espectro de
emisión, dado que a longitudes de onda cercanas a las utilizadas hay otras
sustancias en la sangre que cambian su emisión.
Se debe masajear
el pulpejo del dedo del paciente (en mujeres interfiere la laca de uñas,
recomendándose su retirada), luego se coloca la pinza con el sensor y se espera
a recibir la información en una pantalla del aparato en la que aparecerá la
siguiente información:
·
Índice de
saturación de oxígeno.
·
Frecuencia
cardiaca.
LIMITACIONES
DE
·
Alteraciones de
la hemoglobina (MetHb o COHb).
·
Colorantes y
pigmentos en la zona de lectura (uñas pintadas).
·
Fuentes de luz
externa.
·
Hipoperfusión
periférica.
·
Anemia.
·
Aumento del
pulso venoso.
·
No detecta
hiperóxia.
·
No detecta
hipoventilación.
Los aparatos
actuales son muy fiables, cuando el paciente presenta saturaciones superiores
al 80%. Las situaciones que pueden dar lugar a lecturas erróneas son:
1.
Anemia severa:
la hemoglobina debe ser inferior a 5 mg/dl para causar lecturas falsas.
2.
Interferencias
con otros aparatos eléctricos.
3.
Contrastes
intravenosos, pueden interferir si absorben luz de una longitud de onda similar
a la de la hemoglobina.
4.
Luz ambiental
intensa: xenón, infrarrojos, fluorescentes...
5.
Mala perfusión
periférica por frío ambiental, disminución de temperatura corporal,
hipotensión, vasoconstricción... Es la causa más frecuente de error ya que es
imprescindible para que funcione el aparato, que exista flujo pulsátil.
Puede ser mejorada con calor, masajes, terapia local vasodilatadora, quitando
la ropa ajustada, no colocar el manguito de la tensión en el mismo lado que el
transductor. Solamente hemos tenido que rechazar casos de desaturaciones, en
deportistas con fenómenos de vasoconstricción periférica (Como la enfermedad de
Raynaud), Ya que nos daban lecturas inapropiadas a lo largo d la prueba.
6.
La ictericia no
interfiere.
7.
El pulso venoso:
fallo cardíaco derecho o insuficiencia tricuspídea. El aumento del pulso
venoso puede artefactar la lectura, se debe colocar el dispositivo por encima
del corazón.
8.
Fístula
arteriovenosa. No hay diferencia salvo que la fístula produzca isquemia
distal.
9.
La hemoglobina
fetal no interfiere.
10.
Obstáculos a la
absorción de la luz: laca de uñas (retirar con acetona), pigmentación de la
piel (utilizar el 4º dedo o el lóbulo de la oreja).
11.
Dishemoglobinemias:
la carboxihemoglobina (intoxicación por monóxido de carbono) y la
metahemoglobina absorben longitudes de onda similares a la
oxihemoglobina. Para estas situaciones son necesarios otros dispositivos
como CO-oxímetros (capnógrafos).
Ventajas respecto a la gasometría:
·
Proporciona una
monitorización instantánea, continua y no invasiva.
·
No requiere de
un entrenamiento especial. Es fácil de usar.
·
Es fiable en el
rango de 80-100% de saturación, que es el más interesante en la práctica
clínica.
·
Además, informa
sobre la frecuencia cardiaca y puede alertar sobre disminuciones en la
perfusión de los tejidos.
·
Es una técnica
barata y existen aparatos portátiles muy manejables.
·
La gasometría es
una técnica cruenta, que produce dolor y nerviosismo durante a extracción,
dando lugar a hiperventilación, lo que puede llevar a sobreestimación de la
oxigenación.
·
Asequible en las
valoraciones médico-deportivas por su bajo costo.
Desventajas respecto a la gasometría:
·
La
pulsioximetría no informa sobre el pH ni
·
No detecta
hiperoxemia.
·
No detecta
hipoventilación (importante en pacientes respirando aire con concentración
elevada de O2).
·
Los enfermos
críticos suelen tener mala perfusión periférica.
En el Servicio de Apoyo al Deportista del Centro de
Tecnificación de Alicante, dependiente de
1) Los menores de 15 años.
2) Entre 16 y 25 años.
3) Entre 26 y 30
4) Los mayores de 30 años..
.Hemos valorado la saturación durante una prueba de
esfuerzo según los patrones descritos en artículos previos (1,2).
Valorando las diferencias existentes entre los deportistas en función de la
edad y comparándolas con los deportistas de élite de nuestra provincia (2)
datos que consideraremos población de referencia. Los datos de la población de
referencia se basan en un estudio previo realizado con 246 deportistas. Dicha
muestra estuvo compuesta por 169 varones (el 68.86%) y 77.mujeres (el 31.24%).
Con una edad media de 20.82 y una desviación estándar de 6.53.
Para
la realización de la prueba de esfuerzo, se utilizó un analizador de gases
Schiller cs- 200, realizando un calentamiento consistente en cinco minutos de
estiramiento y una carrera aeróbica suave de cinco minutos. Tras los cuales el
paciente desarrolló un protocolo de Wasserman, consistente en un incremento de
velocidad de 1 Km/hora cada minuto, partiendo de 7 Km/hora, con una pendiente
constante del 1% a lo largo de toda la prueba (esta pendiente simula las
condiciones de viento y rozamiento de la pista.).
El
final se determina cuando el paciente para por fatiga de miembros inferiores o
por alcanzar un plateau en su volumen de oxígeno máximo (Vo2max). Durante toda la prueba se realizó una
monitorización continua de la saturación, mediante la toma en el 4º dedo de la
mano izquierda con un pulsioxímetro portátil TuffSat de la marca Datex-Ohmeda.
Se recogió la saturación al final de cada estadío del test de Wasserman. Los
umbrales (VT1 y VT2) se calcularon usando los criterios descritos por Davis (3)
Uno de los elementos clave
de nuestro estudio es la fijación del pulsioxímetro al dedo. Una buena fijación
evitará que el sensor infraestime la saturación del deportista. Para ello la
fijación se coloca en el cuarto dedo de la mano izquierda (1,2) (la
mano puede cambiar si cambia la localización el receptor). Se utiliza el cuarto
dedo por estar más “entablillado” entre el 5º y el 3º dedo, permitiendo al
deportista correr con la mano cerrada.
La fijación se realizó como se muestra en el gráfico 3, para evitar
vibraciones que aumenten el número de interferencias en la captación de la
señal. La fijación consta de cuatro pasos:
Paso número 1: Colocación de una banda circular
(banda blanca) en la parte distal del saturímetro (foto 1 de la gráfico 3).
En el
paso número 2: (foto 2 de la gráfico 3) colocamos la banda de sujeción al dedo.
Ésta comienza en la cara externa del saturímetro y progresa hacia la cara
anterior del dedo, cruzando por encima y hacia atrás de la articulación
interfalángica proximal, para llegar a la cara interna de la falange proximal
del cuarto dedo.
En el
paso número 3: (foto 3 de la gráfico 3) la banda cruza la cara posterior de la
falange proximal y se dirige hacia arriba por la cara externa de la falange
proximal.
En el paso número 4: (foto 4 de la gráfico 3)
la banda cruza de nuevo por la articulación interfalángica proximal y acaba
anclándose en la cara interna del saturímetro. Quedando el vendaje como se
observa en la foto 5 de la gráfico 3.
La muestra estuvo compuesta
por 246 deportistas. Los datas descriptivos de la muestra tanto globalmente
como en función del sexo y de los subgrupos de edad del estudio se pueden
observar en la tabla 2
TABLA 2 Descripción de la
muestra |
N |
PESO |
VO2 MAX |
VO2 UMB |
GLOBAL |
246 |
69.72 ± 14.98 |
48.30±12.33 |
35.53±9.93 |
VARON |
169 |
74.14±14.30 |
51.70±12.69 |
38.86±10.52 |
MUJER |
77 |
60.03±11.54 |
40.83±7.20 |
31.41±5.98 |
-16 AÑOS |
46 |
55.01±16.97 |
49.10±12.61 |
37.96±10.48 |
16-25 AÑOS |
137 |
70.19±11.15 |
47.38±1.81 |
35.42±9.22 |
26-30AÑOS |
36 |
79.68±13.51 |
50.97±21.31 |
37.83±10.41
|
+30 |
27 |
77.09±11.67 |
48.57±14.34 |
38.13±11.44 |
TABLA 3: CLASIFICACIÓN DE LAS DESATURACIONES |
|
Clasificación |
Saturación |
Normosaturación |
> 95% |
Desaturación leve |
93%-95% |
Desaturación moderada |
88%-92% |
Desaturación grave |
< 88% |
Previamente a definir los
patrones de desaturación vamos a clarificar unos conceptos previos. Vamos a
clasificar las desaturaciones siguiendo a Dempsey (4), autor que
clasificó las desaturaciones deportivas según la tabla 3.
Así cuando hablemos de saturación normal
siempre será superior a 95%, situando a las desaturaciones cuando los valores
sean inferiores a 95%. Valoraremos como patrones de desaturación aceptables los
calificados por Dempsey como leves. Y deberemos resaltar en nuestros informes
sobre saturación las desaturaciones calificadas como moderados y graves.
Patrón número I:
En el primer patrón de
desaturación (Gráfico 4) observamos deportistas cuya saturación se mantiene
constante a lo largo de toda la prueba de esfuerzo (1,2).
Consideramos este patrón siempre que la saturación esté constantemente por
encima del 95%. Admitiendo pequeñas alteraciones en los registros que no pueden
llegar a marcar tendencias. Esta es la mejor situación que podemos encontrar en
un deportista. La frecuencia (tabla 4) de este patrón en nuestro estudio es de
un 17.47%. Siendo similar en numero al encontrado en la muestra de referencia (2) ya que
en esta muestra de deportistas de alto nivel este patrón se produce en solo un
16.75%. En los varones encontramos en un
20.71% mientras que en las mujeres solo se encuentra en un 11.59%. Por edades
la mayor concentración de este patrón se encuentra en el 3º grupo con un 30% de
los casos.
TABLA 4 |
REF. |
GLOBAL |
VARONES |
MUJERES |
-16 |
16-26 |
26-30 |
+30 |
PATRON
I |
16.75% |
17.47% |
20.71% |
11.59% |
13.04% |
15.32% |
30.55 |
18.51% |
Patrón número II:
En este patrón (Gráfico 4) una vez que el deportista pasa el umbral y al
acercarse al máximo comienza a presentar una desaturación progresiva
(saturación menor de 95%) (1,2). El inicio de la desaturación puede
ser postumbral, en la zona anaeróbica extensiva o en la zona anaeróbica
intensiva; marcando las tres posibilidades de este patrón. En función de la proximidad al umbral la desaturación
será más importante. Por tanto si la desaturación se produce próxima al umbral,
este paciente desaturará más que si es en la última fase del anaeróbico
intensivo. Es importante observar que la desaturación final no sea inferior a
88%, si se alcanza este nivel la desaturación deberá ser calificada como grave.
Este es sin duda el patrón más frecuente de nuestro estudio (tabla 5) con un 37.39% de los deportistas estudiados.
Siendo superior el porcentaje de este patrón encontrado en los deportistas de
la muestra de referencia(2) 46.60%. Si nos fijamos en el sexo
observamos que es más frecuente en las mujeres que en los varones. En cuanto a
los subgrupos de edad este patrón predomina en el 4º grupo con n amplio 55%.
Este es el patron más frecuente en todos los grupos analizados menos en el 1º
grupo de edad conde el patrón que predomina es el III
TABLA 5 |
REF. |
GLOBAL |
VARONES |
MUJERES |
-16 |
16-26 |
26-30 |
+30 |
PATRON
II |
46.60% |
37.39% |
37.86% |
40.57% |
19.56% |
43.06% |
25% |
55.55% |
Patrón número III:
En este patrón (Gráfico
4) se produce una desaturación
periumbral, que se recupera al final de la prueba de esfuerzo (1,2).
Observamos como muchos deportistas tienen dificultades para mantener la
saturación alrededor del umbral, recuperando rápidamente sus valores para
acabar la prueba con valores de saturación normal (2). Este patrón
en nuestros deportistas alcanza un 15.44%%
similar al de la población de referencia
13.58% (2). En cuanto al sexo (Tabla 6), este patron es mucho
más frecuente en las mujeres que en los varones. En cuanto a los subgrupos de
edad este partrón es más frecuente en el 1º grupo de edad. Se debe de aconsejar
a estos deportistas que se fije en su cadencia respiratoria cuando realicen
estas fases del ejercicio.
TABLA 6 |
REF. |
GLOBAL |
VARONES |
MUJERES |
-16 |
16-26 |
26-30 |
+30 |
PATRON
III |
13.58% |
15.44% |
17.15% |
34.34% |
23.91% |
13.13% |
19.4% |
7.40% |
Patrón número IV:
En este patrón (Gráfico
4) l deportista inicia la prueba con
niveles bajos de saturación que va recuperando a lo largo de la prueba de
esfuerzo. Estos deportistas arrancan la prueba con valores muy bajos de
saturación y conforme avanza la prueba van recuperando a niveles normales (1,2).
Acabando la prueba con niveles óptimos de saturación. Este patrón representa
(tabla 4) el 11.78% de los deportistas
estudiados. Siendo el valor más pequeño que encontramos en los deportistas de
la población de referencia (2) con solo un 6.33%. Este patrón es más frecuente en las
mujeres que en los varones. Y en cuanto a los subgrupos de edad, es más
frecuente en el 4º grupo etario.
TABLA 7 |
REF. |
GLOBAL |
VARONES |
MUJERES |
-16 |
16-26 |
26-30 |
+30 |
PATRON
IV |
6.33% |
11.78% |
10.09 |
17.39% |
21.73% |
9.48% |
11.11% |
27.40% |
Patrón número V:
El deportista (Gráfico 4)
mantiene saturaciones bajas a lo largo de toda la prueba de esfuerzo.
Consideraremos valores bajos de saturación los inferiores al 95%. Si los
valores son inferiores al 88% en este patrón, deberemos pensar en una patología
médica que explique estas desaturaciones mantenidas a lo largo de la prueba de
esfuerzo (1,2). Éste es el peor patrón espirométrico, que podemos
encontrarnos en un deportista. Este patrón lo hemos encontramos con una
frecuencia (tabla 8) del 10.56% en nuestro estudio. Siendo un 9.50 % para los
deportistas de la muestra de referencia (2). En cuanto al sexo este
patron es más frecuente en las mujeres que en los varones. En cuanto a la edad
este patrón es más frecuente en el 2º grupo erario. Posiblemente la baja frecuencia de este patrón se explique
porque se asocie a una desadaptación al ejercicio.
TABLA 8 |
REF. |
GLOBAL |
VARONES |
MUJERES |
-16 |
16-26 |
26-30 |
+30 |
PATRON
V |
9.50% |
10.56% |
7..09 |
18.84% |
8.69% |
11.67% |
8.33% |
11.11% |
Patrón número VI:
El deportista (Gráfico 4)
muestra una combinación de los patrones número II y número III: presentando una
desaturación en el umbral y al final de la prueba de esfuerzo. Estos pacientes
tienen dificultades para mantener la saturación durante el umbral y tras un
periodo de recuperación vuelven a tener otra desaturación. Para no ser
considerados dentro del patrón número II, la recuperación debe de alcanzar al
menos el 95% (1,2). Este patrón (tabla 9) se encuentra en el 7.31%% de los deportistas
analizados en nuestro estudio. Siendo un 7.29% en la muestra de referencia(2)
de nuestro estudio. Este patrón s más
frecuente en las mujeres que en los varones. Y en cuanto a la edad es más
frecuente en el 1º grupo etario y no se han encontrado casos en el 4º grupo
etario.
TABLA 9 |
REF. |
GLOBAL |
VARONES |
MUJERES |
-16 |
16-26 |
26-30 |
+30 |
PATRON
VI |
7.29% |
7.31% |
6.50% |
10.14% |
13.04% |
7.29% |
5.55% |
|
En el Grafico 5 mostramos
la frecuencia de cada patrón de desaturación. Observamos como en todos los
grupos menos en el 2º grupo erario
predomina en patrón II de desaturación. También destaca en el el ultimo grupo
erario no exista el patrón VI. El patron IV es mas frecuente el los más jóvenes
y más maduros de nuestra muestra.
Creemos que los patrones 4,
5 y 6 se asocian a un mal estado de forma física, ya que se han observado en
deportistas en las últimas fases de recuperación de lesiones. Lo que nos hace
sospechar que la baja incidencia de estos patrones de desaturación se deba al
buen estado físico del resto de la muestra. Vamos a comparar los dos grupos en
función de si presentan los patrones de desaturación I,II o III ( como grupo
con patrones de desaturación adecuados), con los resultados encontrado en los
patrones de desaturación inadecuados IV, V o VI. En todos los grupos analizados predominan los
patrones d e desaturación adecuados.
Siendo más frecuente en los patrones inadecuados en los varones que en
las mujeres. Encontrando en las franjas centrales del estudio (zonas de
desarrollo deportivo) valores más altos de patrones adecuados de desaturación.
DISCUSIÓN
Los estudios de Willians en
1986 (5) ya demostraron que los atletas con un entrenamiento
adecuado producen desaturaciones a nivel del mar. Demostrando la relación inversa entre la saturación de
oxigeno y el nivel de entrenamiento.
Según Mucci (6)
el ejercicio induce una hipoxemia del 4% en la saturación de oxígeno medida con
un analizador portátil. Este autor sobre 20 deportistas de nivel medio, con una
edad media de 18 años. Son sometidos a un entrenamiento durante 8 semanas.
Consiguió incrementos en el Vo2 max del 10 % en hombres y del 7,8% en mujeres).
De los sujetos estudiados presentó una desaturación durante el ejercicio.
Asociando este suceso a una inadecuada hiperventilación.
En el estudio de Miyachi (7)
intentó comprender las variaciones de la saturación de oxígeno con el ejercicio
intenso. Entrenó a 6 voluntarios durante 12 semanas. Asociando un grupo control
de 5 sujetos no entrenados. Afirmando que los sujetos con menor
acondicionamiento aeróbico, sufren desaturaciones de oxígeno al realizar
ejercicios intensos. Concluyendo que la
desaturación de oxígeno se relaciona con el valor del Vo2 max y con el nivel de
entrenamiento.
Otros autores como Dempsey (8)
o Powers (9) han
relacionado las desaturaciones de oxígeno a pacientes con una PaO2 disminuida
sin hiperventilación.
En contraste con los
estudios anteriores, otro autor como Hopkins (10) relaciona la
desaturación a incrementos en la diferencia alveolo capilar de oxígeno.
Estudios posteriores (11,12.,13)
dedujeron que la desaturación se producía por una parte por dificultades en la
hiperventilación y por otra parte, por incrementos en la diferencia
alveolo-capilar
El mecanismo (14,15)
por el cual las dificultades en la hiperventilación producen desaturaciones,
aún no está aclarado.
Según los estudios previos (8,16,5)
los incrementos en la diferencia alveolo capilar se deben a problemas primarios de difusión, causados
por la velocidad de paso de los eritrocitos en los capilares pulmonares.
Tanto las dificultades en
la hiperventilación como el incremento en la diferencia alveolo capilar, pueden
ser superados al mejorar el entrenamiento aeróbico de nuestros deportistas (7).
Otros autores como Gore (17)
han demostrado como los ciclistas de alto nivel también sufren
desaturaciones. Achacando este fenómeno a dificultades en la diferencia alveolo
capilar.
Queremos destacar también,
la contribución de Henning (18). Quien demostró disminuir las
desaturaciones de los deportistas, al aplicar
bicarbonato. Realizando una asociación entre las desaturaciones y los
cambios en el ph arterial.
El cuarto factor que
influye en las desaturaciones es la temperatura (19) al favorecer la
disociación del O2.
Powers (9)
demostró que las desaturaciones se producen tanto en ejercicios que utilizan
los miembros inferiores como los superiores, encontrando os mayores cambios en
la saturación cuando los ejercicios superan 70% del VO2 máximo del
sujeto.
Rice (20) opina
que las desaturaciones de producen por
causas intra y extrapulmonares, siendo estas
el shunt arterio-venoso, la inadecuada ventilación perfusión pulmonar y
las limitaciones en la difusión del
oxigeno.
1) Globalmente el
patrón de desaturación que se repite en más ocasiones es el tipo II.
2) Hay diferencias entre la
frecuencia de presentación de los patrones de saturación en función de la edad
y el sexo.
3) Hay mayor número patrones
de desaturación inadecuados en los deportistas por debajo de los 15 años y por
encima de los 30, que en las edades intermedias de la vida.
4) No todas las desaturaciones de oxígeno se comportan
igual con el esfuerzo. Encontrando claros patrones diferenciales entre
deportistas y los futbolistas.
5) Del conocimiento de estos parámetros y de sus posibles
modificaciones, se pueden derivar nuevas estrategias de entrenamiento, que
consigan mejorar el rendimiento de nuestros deportistas.
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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte – vol. 5 - número 18 - junio 2005 - ISSN: 1577-0354