Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 8 - número 32 - diciembre 2008 - ISSN: 1577-0354
De Hoyo, M.; Sañudo, B. y Carrasco, L. (2008). Composición corporal y prevalencia de sobrepeso en jóvenes
jugadores de voleibol. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de
COMPOSICIÓN
CORPORAL Y PREVALENCIA DE SOBREPESO EN JÓVENES JUGADORES DE VOLEIBOL
BODY COMPOSITION AND PREVALENCE OF OVERWEIGHT IN YOUNG
VOLLEYBALL PLAYERS
De Hoyo, M.; Sañudo, B. y Carrasco, L.
dehoyolora@us.es; bsancor@us.es;
lcarrasco@us.es
Departamento
de Educación Física y Deporte. Universidad de Sevilla
Grupo
de Investigación HUM-507: “Educación Física, Salud y Deporte”
Recibido
28 de enero de 2008
Aceptado:
11 noviembre de 2008
CLASIFICACIÓN UNESCO: 2411 Fisiología humana
Resumen
Los principales objetivos del presente estudio fueron determinar las
características antropométricas y de composición corporal de jugadores
infantiles de voleibol, así como definir la prevalencia de sobrepeso entre
éstos. Un total de 154 sujetos (68 niños y 86 niñas) de edades comprendidas
entre 12 y 14 años participaron en el
estudio. Todos los parámetros evaluados para tal propósito fueron extraídos
según las técnicas propuestas por
Palabras clave: voleibol, composición corporal, antropometría,
sobrepeso.
Abstract
The aim of this work is to determine the anthropometric characteristics
and body composition of young volleyball players as well as to define the
posible prevalence of overweight among them. 154 subjects (68 males and 86 females),
aged between 12 and 14 yr voluntary decided to participate on the study. All
the outcomes were assessed following the guidelines proposed by the ISAK. The
main results of the study show a higher percentage of fat mass, endomrphic
component and between this one and sum of four and six skinfolds for girls. Correlation
analysis showed a strong relationship between body fat mass and endomorphic
component and also between this one and and sum of six skinfolds but not
between the lean mass percentage and the mesomorphic component. With regard to
the body mass index there were found no differences between male and female players
evaluated in this study, nor between these players and other age-matched populations.
Considering this index as the reference criterion, the 25 percent of the
players were overweighted, a prevalence slightly higher than the one of the
sedentary population. It can be concluded that there are lack of differences in
body composition between male and female young volleyball players (with
exception of body fat) and between young volleyball players and other athletes.
Paradoxically, overweight prevalence in subjects analyzed is higher than observed
in age-matched population. More studies focused on exercise intensity and on
several factors that may have a direct effect on the body composition of these
young players are needed.
Keywords: Volleyball, body composition, anthropometry, overweight.
1.- Introducción
La participación en un determinado deporte es asociada con unas características antropométricas,
composición corporal y somatotipo1, existiendo desde hace muchos
años un interés científico por intentar definir las posibles diferencias
estructurales entre atletas de diferentes modalidades deportivas2.
En este sentido, en lo que al voleibol se refiere, diversos parámetros
antropométricos como la estatura o su relación positiva con todas las
longitudes de los segmentos corporales, es aceptada universalmente, ya que va a influir decisivamente en el
rendimiento. Sin embargo, existen otros parámetros relacionados con la
composición corporal y el somatotipo que, aún siendo menos conocidos, también
van a tener un papel fundamental en el éxito deportivo.
La composición corporal es uno de los elementos básicos que conforman la
cineantropometría, junto con el somatotipo. En la actualidad el análisis de la
composición corporal está muy extendido debido a que cuantifica el porcentaje
de tejido muscular, tejido óseo y tejido graso de que se compone el cuerpo
humano, y han sido los más empleados por su accesibilidad, sencillez de
aplicación, reproducibilidad, inocuidad y economía3. El estudio de
estos componentes, especialmente del porcentaje graso, es un criterio muy
utilizado para definir factores de riesgo cardiovascular, así como de hipertensión
arterial y diabetes mellitas tipo 24. Además, hay que tener en
cuenta que la acumulación de grasa corporal, sobre todo durante la edad escolar
y, que persiste en la adolescencia, ejerce efectos fisiológicos y patológicos
directamente relacionados con la morbilidad y mortalidad en la edad adulta5.
La determinación de este porcentaje graso y la masa libre de grasa es un
aspecto clave en la determinación del estado nutricional de los jóvenes6.
Para su evaluación, diversos estudios epidemiológicos han usado medidas
antropométricas y de composición corporal, así como impedancia bioeléctrica.
Sin embargo, el elemento más común para estimar el exceso o déficit en la
adiposidad corporal es el índice de masa corporal (IMC)6.
El IMC es usado frecuentemente para la comparación de individuos en
determinadas poblaciones de referencia. Sin embargo, son bien conocidas las
limitaciones con respecto al uso de éste7, fundamentalmente en niños
y adolescentes8. Organizaciones importantes confían en este método
para niños y adolescentes9, aunque, siempre que sea posible sería
conveniente usar medidas antropométricas y de composición corporal para estimar
los componentes corporales10. Sin embargo, aunque actualmente no
existe consenso sobre los límites de %masa grasa para la obesidad en
adolescentes, los valores más consistentes que podrían definir ese exceso de
grasa corporal en chicas se situaría entre un 30-35%. Para los chicos, el punto
de corte para ese exceso de grasa corporal se situaría entre el 25 y 30%, para
adolescentes entre 10-15 años11-13.
La actividad física viene siendo una de las terapias más utilizadas en
la prevención de cuadros de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes14-15.
Así, el objetivo del presente estudio es analizar la posible incidencia que
tiene la práctica deportiva regular sobre la composición corporal y diversos
parámetros antropométricos en jugadores infantiles de voleibol. Estableciendo
una comparativa según el factor género y contrastándolos con los reflejados en
otros estudios con poblaciones similares.
2.- Material y Método
Sujetos
Un total de 154 sujetos, con edades comprendidas entre 12 y 14 años (n1=68 niños; n2=86
niñas) fueron analizados durante el “Campeonato de Andalucía de Selecciones
Provinciales Infantiles”, celebrado en Marbella en Julio de 2007. Estos sujetos
presentaron una experiencia en la práctica reglada del voleibol de (4.2 ± 1.3),
entrenando en el momento del estudio entre seis y ocho horas semanales
incluyendo el partido.
Procedimiento
La variable peso se midió con una báscula SEGA (SEGA, Hamburg, Germany),
con precisión de 100 gr La forma de realizar la medida está estandarizada,
permaneciendo el individuo de pie en el centro de la plataforma, desprovisto de
ropa, y con el peso distribuido por igual en ambos pies y sin apoyos16.
La talla se obtuvo con tallímetro Holtain (Holtain Ltd., Dyfed, UK), siguiendo
el protocolo descrito por Marfell-Jones17. El sujeto permanecerá de
pie, con los talones juntos, brazos a lo largo del cuerpo y las nalgas y la
espalda apoyadas sobre la escala y con la cabeza situada en el plano de
Frankfort.
Los pliegues (bicipital, subescapular, tricipital, pectoral, axilar,
supraespinal, abdominal, muslo, pierna y suprailíaco) se midieron, por
triplicado, con un plicometro Holtain Skinfold Caliper (Holtain Ltd., Dyfed,
UK) con amplitud de
Se estudió la composición corporal siguiendo la estrategia de De Rose y
Guimaraes18, basada en el modelo clásico de Matiegka18.
Para el cálculo del porcentaje de masa grasa se utilizó la ecuación propuesta
por Slaughter20,
para la masa muscular la de Drinkwater y Ross21, para la masa ósea la
de Rocha22 y para el porcentaje residual la de Würch23,
ya que son las que mejores correlaciones muestran en estas edades24.
Asimismo, se determinó el somatotipo de
estos deportistas, atendiendo al modelo propuesto por Heath y Carter25,
calculando el somatotipo medio en cada uno de los grupos conformados (SD) y la
distancia de dispersión entre grupos (SDD).
Análisis estadístico
Una vez efectuadas las mediciones correspondientes se procedió a
realizar el análisis estadístico. Los datos fueron analizados con el software
SPSS 13.0 para Windows. Se realizó una prueba de normalidad (Kolmogorov –
Smirnov) con objeto de determinar la distribución de las variables consideradas,
utilizándose posteriormente la prueba T de Student para establecer posibles
diferencias entre género. Así mismo, se llevaron a cabo análisis de correlación
de Pearson con el fin de determinar el grado de relación entre las variables
estudiadas. En todo caso se estableció un intervalo de confianza del 95%.
3.- Resultados
A continuación mostramos los resultados más relevantes del estudio una
vez realizado el análisis de las mediciones antropométricas, de la composición
corporal y del somatotipo, agrupando éstos en función del género.
En la tabla 1 podemos observar los datos relativos a la talla y el peso.
No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre chicos y
chicas en el peso, pero sí en la altura (p<0.01).
Tabla
1. Talla (cm.), peso (kg.) y somatotipo de la muestra
VARIABLES |
CHICOS |
CHICAS |
TOTAL |
|
TALLA |
Media |
167.27 |
161.50 |
162.67 |
|
Sd |
8.91 |
14.47 |
18.70 |
MASA CORPORAL |
Media |
59.32 |
56.83 |
57.42 |
|
Sd |
12.56 |
12.24 |
13.25 |
ENDOMORFIA |
Media |
3.98 |
4.59 |
4.31 |
|
Sd |
1.79 |
1.30 |
1.57 |
MESOMORFIA |
Media |
5.10 |
4.62 |
4.86 |
|
Sd |
1.38 |
1.56 |
1.45 |
ECTOMORFIA |
Media |
2.99 |
2.77 |
2.84 |
|
Sd |
1.49 |
1.36 |
1.43 |
Gráfico 1.
Representación gráfica del somatotipo
Respecto a los pliegues medidos, observamos cómo salvo en el pliegue
pectoral, en todos los demás las chicas obtienen un mayor grosor de los mismos
(Tabla 2). En función del género se
encontraron diferencias estadísticamente significativas en los pliegues de
bíceps (p<0.01), pectoral (p<0.05), ileocrestal (p<0.01), muslo
(0.001) y pierna (p<0.001). Respecto a la sumatoria de cuatro y seis
pliegues se encontraron diferencias estadísticamente significativas en ambos casos
(p<0.05).
Tabla
2: Pliegues (mm) y sumatorio de seis y cuatro pliegues
(mm)
|
|
TRICEPS |
SUBESCAP |
BICEPS |
PECTORAL |
AXILAR |
ILEO |
SUPRAESP |
ABDOMINAL |
MUSLO |
PIERNA |
∑6p |
∑4p |
CHICOS |
Media |
14.35 |
10.98 |
8.01 |
10.01 |
9.58 |
21.09 |
14.43 |
19.13 |
19.02 |
18.81 |
96.72 |
58.89 |
|
Sd |
5.90 |
5.28 |
4.06 |
5.43 |
5.08 |
10.20 |
8.86 |
11.23 |
7.27 |
6.41 |
42.43 |
30.20 |
CHICAS |
Media |
18.20 |
12.05 |
10.31 |
8.23 |
10.65 |
26.28 |
16.58 |
21.66 |
25.61 |
22.60 |
115.34 |
68.49 |
|
Sd |
4.65 |
4.19 |
3.85 |
2.88 |
4.15 |
8.18 |
6.17 |
8.14 |
5.50 |
3.89 |
31.36 |
21.37 |
TOTAL |
Media |
16.66 |
11.62 |
9.39 |
8.95 |
10.22 |
24.19 |
15.72 |
20.65 |
22.96 |
21.08 |
107.92 |
64.19 |
|
Sd |
5.51 |
4.67 |
4.08 |
4.17 |
4.56 |
9.36 |
7.42 |
9.55 |
7.04 |
5.37 |
37.18 |
26.10 |
Nota: ∑6P
= sumatorio de los pliegues tríceps, subescapular, supraespinal, abdominal, muslo y pierna.
∑4P (tríceps, subescapular, supraespinal y abdominal).
En la tabla 3 podemos observar los datos correspondientes al IMC y a los
porcentajes de los diferentes compartimentos. El IMC no presentó diferencias
significativas en función de la variable género, lo cual no fue así en el caso
del porcentaje graso, el cual fue mayor en los chicas (p<0.05). Atendiendo a
los criterios establecidos por Moreno et al. (2005)10 para
porcentaje graso y Cole et al. (2000)9
para IMC se calculó la prevalencia de sobrepeso en la muestra estudiada,
observándose resultados dispares. Cabe resaltar, que en función del IMC, uno de
cada cuatro jugadores presenta sobrepeso, encontrándose cifras más reducidas si
tenemos en cuenta el porcentaje graso.
Tabla
3: IMC (kg/m2), composición corporal y prevalencia de sobrepeso.
|
|
IMC |
%GRASO |
%ÓSEO |
%MUSCULAR |
%RESIDUAL |
SOBREPESO % GRASO |
SOBREPESO IMC |
CHICOS |
Media |
21.09 |
22.07 |
7.37 |
47.01 |
24.10 |
19.30 |
31.04 |
|
Sd |
3.21 |
7.69 |
0.96 |
8.12 |
0.00 |
|
|
CHICAS |
Media |
21.01 |
25.55 |
7.02 |
46.53 |
20.90 |
11.76 |
21.84 |
|
Sd |
2.95 |
5.12 |
1.19 |
5.28 |
0.00 |
|
|
TOTAL |
Media |
20.89 |
24.15 |
7.16 |
46.72 |
22.18 |
14.79 |
25.52 |
|
Sd |
3.52 |
6.48 |
1.11 |
6.55 |
1.57 |
|
|
Nota: Criterio sobrepeso en función del % graso establecido
por Moreno et al. (2005)10. Criterio sobrepeso en función del IMC
establecido por Cole et al. (2000)9.
Encontramos en el caso de los chicos un perfil endo-mesoformo y en el de
las chicas un perfil mesomorfo-endomorfo (Tabla 1 y Gráfico 1). Al calcular el
SDD entre grupos, se obtiene un valor mayor a 2, por lo que podemos decir que
existen diferencias significativas en el somatotipo en función del género.
En la tabla 4 se muestran los resultados que, relativos al IMC, se
derivan de diferentes estudios, siendo éstos utilizados para efectuar la
comparativa con los hallados en nuestro caso. Las poblaciones objeto de
contraste presentan una edad similar y corresponden bien a jóvenes deportistas
o a población escolar.
TABLA 4: Comparativa del
IMC (Kg/m2)
IMC |
Actual Voleibol |
Ibnziaten24 Balonmano |
Carrasco26 Piragüismo |
De Hoyo27 Bádminton |
Pradas28 Tenis de Mesa |
Dostálová29 Voleibol |
Berral30 Escolares |
|
Chicos |
Media |
21.09 |
21.60 |
21.2 |
20.79 |
20.68 |
--- |
14.09 |
|
Sd |
3.21 |
3.71 |
2.4 |
3.39 |
2.87 |
--- |
5.27 |
Chicas |
Media |
21.01 |
--- |
20.8 |
20.70 |
20.51 |
14.53 |
15.26 |
|
Sd |
2.95 |
--- |
1.9 |
2.91 |
2.5 |
--- |
1.63 |
Se efectuó un análisis de correlación entre los componentes de la
composición corporal y el somatotipo. En este sentido, se hallaron elevados (y
significativos) coeficientes de correlación entre el componente endomorfo y los
parámetros antropométricos y de composición corporal relacionados directamente
con el contenido de grasa corporal (masa grasa o MG y ∑6p).
Concretamente, al realizar la correlación de Pearson, obtuvimos valores de r=0.776
respecto a la masa grasa y r=0.922 respecto al ∑6p (Figuras 2 y 3).
Por otro lado, al correlacionar la mesomorfia con la masa muscular, los
resultados fueron de r=0.555 (Figura 4).
Figura 2. Diagrama
de dispersión % graso – endomorfia. Figura
3. Diagrama de dispersión ∑6p – endomorfia. Figura 4. Diagrama de dispersión %
muscular – mesomorfia.
4.-
Discusión
Una vez mostrados los resultados más relevantes realizaremos una
comparación de éstos con los datos obtenidos en otros estudios con niños/as de
estas edades, así como con jugadores/as de voleibol de distintas edades y
niveles de práctica.
Atendiendo a las variables talla
y peso, los resultados mostraban una mayor altura en el caso de los chicos
(167.27 ±
Un aspecto importante en la obesidad infantil es definir el concepto,
que permita diferenciar a unos chicos y adolescentes obesos de otros. En este
sentido, el IMC podría ser una herramienta útil, siempre que adaptemos los
puntos de corte a cada edad, género e incluso a la práctica deportiva. Así, tal
como se puede observar en la tabla 4, resultados similares a los obtenidos en
este estudio mostraron diversos trabajos realizados con diferentes deportes24,26-28.
Por otro lado, Dostálová et al29,
encontraron un IMC muy inferior en jugadoras de voleibol (14.53 kg/m2),
al igual que Berral et al.30 en población escolar (chicos = 14.09 ±
1.77 kg/m2; chicas = 15.26 ± 1.63 kg/m2).
Un aspecto a resaltar
es la similitud obtenida en los registros derivados del IMC en chicos y en
chicas. Similares resultados fueron encontrados por otros investigadores,
quienes detectaron un sumatorio de pliegues cutáneos muy superior en chicas que
en chicos adolescentes, mientras que no hallaron diferencias respecto al IMC26-28,30-32.
Si atendemos a los valores de referencias para el IMC publicados por
Cole et al.9, en los que el límite que marca el sobrepeso (25 kg/m2 para adultos) se sitúa para el género
masculino a los 13 años en 21.91 kg/m2 y en 22.58 kg/m2 para el género
femenino podemos decir un 25.52% de la muestra presenta sobrepeso,
concretamente un 31.04% de los chicos y un 21.84% de las chicas. Unos valores
de referencia más ajustados a la población analizada en el presente trabajo son
los derivados del estudio “enKid”33. En dicha investigación, y
atendiendo al IMC de la población española joven, el percentil 85 define, en
jóvenes de 10 – 13 años, un nivel de prevalencia de sobrepeso del 20% en chicos
y del 9.1% en chicas, datos, paradójicamente, inferiores a los registrados en
nuestro estudio con jóvenes deportistas. A pesar de todo lo anterior, hay que
tener en cuenta que el IMC no parece
ser un parámetro que permita definir las diferencias de composición corporal
entre adolescentes de distinto género26-27,34-36.
La distribución en grupos atendiendo al factor género ha permitido
observar diferencias importantes, especialmente en relación a los porcentajes
obtenidos en los diferentes compartimentos. Tradicionalmente, el porcentaje de
masa grasa en chicas adolescentes ha sido, por lo general, superior al de los
chicos37. Si nos centramos en la población femenina de nuestro
estudio, respecto al porcentaje de masa grasa, similares resultados encontraron
Berral et al.30 con población escolar (26.34%). Por el
contrario, estos resultados difieren de los reflejados en otros estudios, como
el de Pradas et al.28 con jugadores de tenis de mesa, donde se
muestran unos porcentajes considerablemente inferiores para la masa grasa (14%);
como el de Carrasco et al.26 con piragüistas (20.70 ± 4,60%); el de
De Hoyo et al.27 en bádminton (22.08 ± 6.03%); y el de Dostálová
et al.29 en jugadoras de voleibol (20.81 ± 5.77%). En el caso de los chicos, los datos
de los que disponemos en la bibliografía muestran resultados inferiores en
deportes como tenis de mesa, piragüismo, balonmano o bádminton y en población
escolar24,26-28,30.
Los valores de referencia de composición
corporal, de los que disponemos en adolescentes son escasos; en concreto los
que se refieren a la masa grasa, y esto dificulta la identificación precisa de
sobre o desnutrición. En este sentido, estudios como el de Mueller et al.38
establecen los percentiles de referencia en cuanto al porcentaje de masa grasa
y libre de grasa, evaluados a través de medidas corporales e impedancia, en
adolescentes estadounidenses. Por su parte, Moreno et al.6 se
propusieron establecer los niveles de referencia para IMC, sumatorio de
pliegues y porcentajes de masa grasa, en adolescentes españoles entre 13-18
años. De acuerdo con esto, tanto chicos como chicas se sitúan entre los
percentiles 50 y 75.
Si
utilizamos como límite de referencia para considerar que un niño tiene
sobrepeso, que su porcentaje de masa grasa corporal sea superior al 20%, tal
como han propuesto algunos autores39-40, un 45.61% de los chicos presenta sobrepeso. Por otro lado, si tenemos
en cuenta los valores de referencia presentados por Moreno et al.10
para chicos adolescentes, el límite de sobrepeso se sitúa en 28.73% y el de
obesidad en 42.44%. En este sentido un 19.30% de la muestra masculina presenta
sobrepeso.
De
acuerdo con el estudio Avena10, para chicas adolescentes, el límite
para considerar que una persona presenta sobrepeso se sitúa en 31.98% y un
valor superior al 41.54% señala obesidad. En base a los porcentajes expuestos
en el artículo anterior, el 11.76% de las niñas analizadas presentaba sobrepeso
u obesidad, si bien, son necesarios nuevos estudios epidemiológicos que
analicen de manera fiable el porcentaje de masa grasa, con objeto de controlar
las posibles alteraciones del estado nutricional tan comunes durante la
adolescencia.
Los elevados coeficientes de correlación que hemos obtenido entre el
componente endomorfo y los parámetros antropométricos y de composición corporal
relacionados directamente con el contenido de grasa corporal (MG y Σ6p),
coinciden con los resultados del estudio de Garrido et al.41, en
3092 deportistas de alto nivel, con el estudio de Carrasco et al.38
con jóvenes piragüistas y con lo que nos indicaban Slaughter y Lohman42.
La estrecha relación entre el componente endomórfico y los sumatorios de
pliegues era de esperar, ya que al igual que ocurre con el cálculo del
porcentaje de grasa corporal, varios de los pliegues computados en estos
sumatorios (tríceps y subescapular) forman parte de los cálculos para la
obtención de dicho componente. Sin embargo, y como ya se ha comentado con
anterioridad, al correlacionar la mesomorfia con la masa muscular, los
resultados no son tan altos como cabría esperar, tal como reflejaron previamente
otros estudios38,42.
No obstante, y a pesar que en el presente estudio no se ha analizado el
nivel de condición física de los sujetos participantes, el tipo de alimentación
que reciben, ni otro tipo de consideraciones, como podría ser el nivel
socioeconómico, lo cierto es que todos estos factores, pueden tener un efecto
directo sobre las características morfológicas de estos sujetos. De hecho, se ha estipulado por el Colegio Americano de
Medicina Deportiva43 que son necesarios, al menos, tres días a
intensidad elevada o cinco a intensidad moderada, de actividad física, no solo
para la mejora de la condición física, sino también como medida preventiva del
riesgo cardiovascular. Estas consideraciones fueron integradas en el último
Plan para la promoción de la actividad física y la alimentación equilibrada
(2004-2008) de
5.- Conclusiones
Una vez definido el perfil antropométrico de jugadores y jugadoras de
voleibol de categoría infantil, podemos concluir que, aún presentando una masa
corporal muy similar, los chicos adquieren mayores valores en lo que respecta a
la talla, siendo las chicas las que mayor porcentaje de masa grasa reflejan.
Este último aspecto se corrobora al poseer, además, un mayor sumatorio de
cuatro y seis pliegues así como un mayor componente endomórfico.
En cuanto al índice de masa corporal, no parecen existir diferencias
entre los jugadores y jugadoras evaluados, mostrando unos valores muy parecidos
a los encontrados en otros estudios efectuados con deportistas de similar edad
y diferente especialidad deportiva.
En general, existe una estrecha relación entre el porcentaje de masa
grasa y el componente endomorfo, así como entre éste último y el sumatorio de
seis pliegues cutáneos. Por otra parte no se ha determinado una relación
consistente entre el porcentaje de masa muscular y el componente mesomorfo.
En lo que respecta a la prevalencia del sobrepeso en la muestra objeto
de estudio, decir que, atendiendo al IMC, la cuarta parte de los sujetos
evaluados presenta sobrepeso, a pesar de tratarse de jóvenes con una práctica
deportiva regular.
Por último, y pese a que la población objeto de estudio realiza
actividad física con cierta asiduidad, los valores de sobrepeso son similares a
los encontrados para poblaciones sedentarias, lo que implica que deban
contemplarse otros factores que puedan tener una incidencia directa sobre la
composición corporal de estos sujetos.
6.- Referencias
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