Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 8 - número 32 - diciembre 2008 - ISSN: 1577-0354
Sánchez Jover, F. y Gómez Conesa, A. (2008). Epidemiología de las lesiones deportivas en baloncesto. Revista
Internacional de Medicina y Ciencias de
EPIDEMIOLOGÍA
DE LAS LESIONES DEPORTIVAS EN BALONCESTO
EPIDEMIOLOGY OF SPORTS INJURIES BASKETBALL
Sánchez Jover, F.1 y Gómez Conesa, A.2
1Licenciado en
Ciencias de
2Catedrática de
Escuela Universitaria de Fisioterapia de
Recibido 20-XII-06
Aceptado 30-IV-08
CLASIFICACIÓN UNESCO: 3202 Epidemiología.
RESUMEN
Objetivo: Realizar una revisión de la literatura
científica relacionada con la epidemiología de lesiones en el baloncesto.
Material y Método: Se realizó una búsqueda en la base
de datos Medline y una búsqueda manual. Se encontraron 85 artículos
originales y 22 revisiones, de los cuales 28 fueron
seleccionados, analizados y comparados.
Resultados:
Los estudios epidemiológicos en baloncesto se centran en edades de formación,
baloncesto profesional, baloncesto femenino, y estudio de lesiones de baloncesto
frente a otros deportes.
Conclusiones: El esguince de tobillo es la lesión más
prevalente, tanto en sesiones de entrenamiento como en competición. Además, los
jugadores que más se lesionaban son los pívots y ála-pivots en el baloncesto profesional
y universitario. El contacto con otro jugador es la causa de lesión más
frecuente. Las chicas tienen mayor incidencia lesional que los chicos. Además,
el índice lesional es mayor durante la competición que en el entrenamiento.
PALABRAS CLAVE: deporte, lesiones, epidemiología.
ABSTRACT
Objective: To
review the scientific literature regarding the epidemiology of injuries in
basketball.
Material and
Methods: We searched the Medline database and a manual search. We found 85
original articles and 22 revisions, of which 28 were selected, analyzed and
compared. Results: Epidemiological studies are focused on basketball at age
training, professional basketball, women's basketball, and study of basketball
injuries compared to other sports. Conclusions: The sprained ankle injury is
more prevalent, both in training sessions and in competition. In addition,
players who are more injuries are centers and fordwards in the professional and
college basketball. The contact with another player is the most frequent cause
of injury. The girls have a higher incidence of lesion than boys. In addition,
the index lesion is higher during the competition in the training.
KEY WORDS: sport, injury,
epidemiology.
INTRODUCCIÓN
El objetivo del presente estudio es realizar una
revisión en la literatura científica relacionada con la epidemiología de
lesiones en el baloncesto.
La realización de estudios epidemiológicos en
baloncesto se han centrado en diversos grupos: en edades de formación,
baloncesto profesional, baloncesto femenino; y estudio de lesiones de
baloncesto frente a otros deportes (1). Se ha notado un claro aumento en el número de
investigaciones de dichos ámbitos de estudio. Concretamente, dicho aumento se
observa en sobre todo en edades de formación, ya que es la edad fundamental
para adquirir un hábito adecuado de entrenamiento y de salud. (2)
Durante los últimos años se ha observado que el
baloncesto ha experimentado numerosos cambios en aspectos que rodean el propio
juego y la forma de llevar a cabo los entrenamientos. El baloncesto como
deporte crece en número de participantes, y a consecuencia de éste, de
lesiones. El baloncesto ha ganado más atención en estos 10 últimos años en la
literatura científica sobre todo en Estados Unidos y en Europa.
El baloncesto es un deporte en el que se dan gran
variedad de lesiones tanto agudas como las provocadas por la repetición de los
gestos, es decir lesiones por sobrecarga. Este deporte, a pesar de definirse de
no contacto, existe un contacto entre competidores, e incluso entre compañeros
del mismo equipo. Así, son frecuentes las repeticiones de gestos, aceleraciones
y desaceleraciones bruscas, desplazamientos laterales, saltos, etc. Por otro
lado, las características antropométricas del jugador de baloncesto son muy peculiares,
predominando grandes estaturas y pesos elevados.
El fenómeno de la reducción de la frecuencia y de la
gravedad de las lesiones deportivas puede ser comprendido como parte del
proceso de preparación en el baloncesto, el cual comprende de programas de
entrenamiento basados en un determinado volumen de práctica deportiva, para que
los jugadores puedan mantener el estado de forma, perfeccionar las destrezas
del juego, interiorizar las cualidades psicológicas y preservar extremadamente
su estado de salud.
Todos los estudios de la preparación deportiva
contribuyen de manera integral en la reducción del riesgo de lesión.
Material y
métodos
La búsqueda bibliográfica se realizó a través de:
1.
Base de datos de Medline, empleando los términos Epidemiology
AND [basketball injury]. Los artículos debían estar publicados entre
1991 y 2008, en los idiomas español,
inglés, francés, italiano, portugués y catalán. En esta base, se
encontraron 185 artículos originales y 22 revisiones.
2. Búsqueda manual: En
3. Un artículo original
previo de los autores sobre el tema (2).
Se
procedió a la revisión inicial de los 213 artículos hallados, en función del
cumplimiento de los siguientes criterios:
1º Tratar
sobre lesiones deportivas
2º Tratar
sobre lesiones en baloncesto
3º Tratar
la epidemiología de lesiones deportivas
De los
213 artículos, 185 fueron eliminados de la revisión final por incumplimiento de
los criterios establecidos previamente.
Finalmente,
este trabajo analiza los 28 artículos restantes, 2 de ellos, revisiones. Todos
incluyeron los 3 criterios.
Resultados y discusión
La bibliografía relacionada con las lesiones en
baloncesto, sugiere una comparación de los resultados en cuatro ámbitos: Baloncesto
en edades de formación; baloncesto profesional; baloncesto femenino; y estudio
de lesiones de baloncesto frente a otros deportes.
LESIONES DE BALONCESTO EN EDADES DE FORMACIÓN
En un estudio realizado por Soriano (3) durante las
temporadas 93-95 sobre 1300 jugadores jóvenes (73.5% varones) encontró un total
de 1078 lesiones, con una media de 359,3 lesiones por año y 0,83 lesiones por
jugador y año, incidencia inferior a la encontrada en los grupos masculino y
femenino adultos. La mayoría de estas lesiones eran agudas (71%) y el resto
lesiones por sobrecarga.
En el estudio descriptivo realizado por Marante y
cols. (4) con 109 jugadores no profesionales de baloncesto con el fin de
determinar la incidencia de lesiones traumáticas relacionadas con el
baloncesto, llegaron a las siguientes conclusiones:
1) Se lesionan más los hombres que las mujeres (79,12%
frente a un 44%).
2) Hay una mayor incidencia de lesiones en el miembro
inferior con respecto al superior
3) La afectación articular en orden decreciente se
muestra en esta forma: tobillo, rodilla, columna, mano, muñeca, hombro, pie,
codo y cadera
4) El 59,63% de los jugadores han acudido al
traumatólogo en alguna ocasión.
Hay otros trabajos que indican una incidencia mucho
menor de lesiones en la edad de proyección. En este sentido en el estudio de
Gutgessell (5) con 510 niños entre 5 y 12 años encuentra un total de 39
lesiones, lo que supone una incidencia de lesiones de 7,6 cada 1000 horas de
participación, con un predominio en el género femenino, pero sin que se trate
de lesiones importantes y aparentemente no se describe ninguna lesión por
sobrecarga. Las lesiones son contusiones (35,9%), tirones o esguinces (28,2%),
epistaxis (12,8%), laceraciones (5,1%) y una fractura de un dedo (2,6%).
Cumps (6) realizó un estudio epidemiológico
prospectivo de lesiones durante una temporada de baloncesto, con 164 jugadores con
una media de 23,7 años y desviación típica de 7 años, 81 hombres y 83 mujeres
de todas las categorías de Bélgica. La incidencia lesional era de 9,8 (
Por otro lado, Meeuwisse y cols. (7), realizaron un
estudio epidemiológico entre jugadores de baloncesto de institutos americanos.
Un total de 318 aletas participaron en el estudio. Durante los dos años de
investigación, hubo 215 lesiones, que resultaron 1508 jornadas de baja. La
proporción de jugadores lesionados era del 44,7% (142 jugadores). Hubo 43514
sesiones, de las cuales el 71% eran entrenamientos y el 28,9% era competición,
en un ratio 2,46:1. Los pívots tenían el mayor predominio de lesiones, seguido
de los bases y escoltas y por último los aleros.
En la misma línea de investigación, Messina y cols.
(8) realizaron un estudio prospectivo entre deportistas masculinos y femeninos
en institutos americanos. Revelaron que las jugadoras tenían una incidencia
significativamente mayor en la rodilla y ligamento cruzado anterior (LCA)
durante una temporada entera. La
incidencia de lesiones de rodilla era significativamente mayor en chicas (P
< 0,0001). Las chicas presentaron un mayor número de lesiones de rodilla, y
una mayor incidencia de lesiones por tiempo de exposición. La incidencia de
lesiones de rodilla fue de 0,71 por 1000 horas de exposición en chicas y de
0,31 en chicos. Las chicas también tienen mayor incidencia de lesiones severas
de rodilla, ya que 16 de 25 necesitaron tratamiento quirúrgico (64%), mientras
que los chicos 6 de 18 (33%).
En las chicas la incidencia de lesión del LCA era 3,79
veces mayor que los chicos. El índice era de
0,091 por 1000 horas de juego en chicas, y de 0,024 en chicos. (7).
Según Mihata, la incidencia de lesiones de LCA en jugadoras de baloncesto era
de 0,32 por cada 1000 horas de juego, frente a 0,12 de los jugadores. (9)
En el estudio de Mckay y cols. (10), se investigó los
factores de riesgo de lesión de tobillo en 10393 jugadores de baloncesto, para
un total de 40 lesiones de tobillo. Establecieron los siguientes resultados:
-
El índice de lesión del
tobillo era 3,85 por 1000 horas de lesión.
Para los 37 jugadores lesionados
de tobillo, faltaron un total de 81,5 semanas de juego.
-
Casi la mitad (45 %) de
lesiones del tobillo fueron ocurridas en el aterrizaje, con la mitad de estas
lesiones pisando el pie de otro jugador, y la mitad era debido al aterrizaje en
la superficie de la pista. Otros
mecanismos de lesión del tobillo eran inversiones de tobillo (30,0 %), la
colisión (el 10 %), la caída (5,0 %), otra (5,0 %), el parar repentino (2,5 %),
y las salidas en sprint (2,5 %).
-
Casi tres cuartos (73 %)
de los jugadores con lesión de tobillo habían sufrido lesión con
anterioridad. Cerca de un cuarto (25,9%)
de estos jugadores no había buscado el tratamiento profesional para sus
lesiones anteriores del tobillo. De
todas las lesiones registradas, habían consultado a un médico en 51,9% de casos
y de un fisioterapeuta en 40,7 % de casos.
LESIONES
DE BALONCESTO PROFESIONAL
En importante realizar los estudios comparativos de
incidencia lesional realizados con entre
En referencia a las lesiones de baloncesto en
competición y entrenamiento, Albanell (11) observó que la mayor parte de las
lesiones de
Continuando con el baloncesto profesional, según la
ubicación anatómica lesional, Huguet y
cols. (12) observaron que las zonas más
lesionadas son la rodilla (50% hombres, 61% mujeres) y el tobillo (11,5 % – 24,6%).
La patología ligamentosa, el esguince, representa entre el 25% y el 35% de las
lesiones. El esguince de tobillo y la patología del ligamento cruzado anterior
de la rodilla ocupan, conjuntamente, el 49% del total de lesiones. Las lesiones
del LCA suelen producirse por rotación interna o externa de la tibia con o sin
hiperextensión. Otros autores como Dehaven y cols. (13) sugirieron encontrar
una diferencia estadísticamente significativa en relación con otros deportes en
la presencia de patología laxante de la rótula. Sugirieron que los multisaltos
del baloncesto serían el origen de esta diferencia. Para
El contacto frecuente con la pelota precisando una
función fina de la mano hace intolerables las protecciones como férulas o
vendajes. La combinación de una explosión desprotegida con las variables
imprevisibles de las fuerzas puestas en juego dibuja el panorama de las
lesiones de la mano. (14)
En la estadística lesional de la liga profesional francesa,
Huguet (15) ofreció una incidencia mayor de las lesiones de las extremidades
inferiores (73,85%) con una incidencia más baja de las lesiones de tronco (8,98%)
y de las lesiones de cabeza (3,07%), permaneciendo similar la incidencia de las
lesiones de la extremidad superior (14,42%).
Es difícil conocer la incidencia exacta de las
lesiones musculares. En el estudio realizado en
Según Trojian y cols. (16), la tasa de lesión del
ligamento cruzado anterior para los jugadores europeos y americanos de piel blanca
era de 0,45 por 1000 horas de juego, mientras que para los jugadores afroamericanos
la tasa era de 0,07.
En una investigación realizada sobre la incidencia
lesional de jugadores de baloncesto de segunda división de Suecia, se observó
que la frecuencia de lesión en la investigación era de 5,5 lesiones del tobillo
por cada 1000 horas de actividad. (17)
En el estudio previo realizado por nuestro equipo (2),
el que se investigó el tipo, prevalencia, y tratamiento de las lesiones
sufridas por los jugadores de las selecciones infantil y cadete masculino y
femenino de
LESIONES EN EL BALONCESTO FEMENINO
El baloncesto femenino es un deporte que ha tenido un
gran auge en los últimos años, por lo que paralelamente, se produce un aumento
de estudios en este contexto.
En el estudio de Manolelles (18), se observó la
incidencia de lesiones de un equipo de baloncesto de Primera División Femenina
Española durante las temporadas 91-92 y 92-93. Las 24 jugadoras que lo
componían, y encontrando un total de 145 lesiones. Es interesante hacer un
análisis de los tratamientos quirúrgicos sufridos por las jugadoras de
baloncesto según dicho estudio. De las 24 jugadoras protocolizadas, 15 de ellas
(62,5%) había sufrido algún procedimiento quirúrgico a lo largo de su carrera
deportiva. Destacó con diferencia la alta incidencia de condropatía
femoro-rotuliana que parece afectar con mayor frecuencia al género femenino.
También destacó la incidencia de roturas del ligamento cruzado anterior, e
incluso, las hernias discales intervenidas. Otros autores, mantuvieron también
como resultados en su investigación, una notable mayor incidencia lesional del
LCA en las mujeres que practican baloncesto en ligas universitarias
americanas con respecto a los hombres.
(16,19-20)
Como referente importante a tener en cuenta sobre las
lesiones del baloncesto diferenciadas por género, puede ser la investigación de
Hosea y cols. (21) que encuestó a 11780 jugadores de baloncesto (4940 chicas y
6840 chicos). Hubo 1052 lesiones de tobillo totales, observando que las mujeres
tienen 25 veces mayor de riesgo de esguince de tobillo. Los jugadores
masculinos y femeninos doblaban su riesgo en el nivel universitario frente al
escolar. En este sentido, Harmer y cols.
(22) coincidieron en un mayor índice de lesión entre las adolescentes femeninas
frente a los masculinos, tanto de tobillo como de rodilla.
Por otro lado, otro estudio, Hickey y cols. (23)
analizaron las lesiones de 47 jugadoras de baloncesto de élite australianas,
durante el periodo 1990-1995. En su investigación demostró que las zonas más
frecuentemente dañadas eran la rodilla (18,8 %), el tobillo (16,6%), la espina
dorsal lumbar (11,7 %), y piernas (10,8 %). Los tipos más frecuentes eran el
esguince lateral del ligamento del tobillo (12,1 %), la tendinitis rotuliana
(6,7 %), los esguinces del dedo (4,9 %), y el dolor de espalda mecánico (4,5%),
y que las fracturas por estrés no eran frecuentes. Otros autores como Zelisko y
cols. (24) observaron que las jugadoras de baloncesto profesional americano
tenían un índice de lesión 1,6 veces mayor de lesión que los jugadores, sobre
todo de rodilla y de muslo así como esguinces y contusiones. En cambio, los
hombres tenían más contracturas musculares.
COMPARACIONES
ENTRE LESIONES DE BALONCESTO Y OTROS DEPORTES
En los estudios comparativos de incidencia lesional
realizados con otros deportes como el fútbol, el balonmano, atletismo y
natación encontramos algunos datos de interés. En la natación es donde existían
menos lesiones y afectan a áreas anatómicas diferentes del resto de deportes
predominando hombros, región cervicotorácica y rodillas (37%, 20,2% y 23,7%,
respectivamente). El baloncesto presentaba una menor incidencia de lesiones
musculares y tendinosas que el atletismo, en el que estas lesiones eran más
frecuentes que en otros deportes, pero en el baloncesto había mayor incidencia
de lesiones agudas, puesto que en el atletismo eran más frecuentes las lesiones
por sobrecarga. (2)
Según el estudio de Lindblad (25), el índice de
lesiones de baloncesto era de 3 por 1000 horas de juego, menor que en
balonmano, que se sitúa en 4,1 lesiones por 1000 horas de juego. Respecto al
fútbol, el baloncesto, también presenta menos lesiones musculares, pero más
lesiones que afectan a la columna vertebral. También es de destacar que en el
fútbol las lesiones afectan con mucha más frecuencia a las extremidades que en
el baloncesto (84,6% vs. 55%).
Siguiendo con la comparación epidemiológica entre
baloncesto y fútbol, Agel y cols. (25) estudiaron la incidencia lesional del
LCA entre las ligas interuniversitarias americanas de fútbol y baloncesto
durante el periodo 1990-2002. Como resultados observaron que no se consideró
ninguna diferencia significativa entre
la frecuencia lesional de contacto y
sin contacto entre hombres (70,1%) y
mujeres (75,7%). Los jugadores
masculinos del baloncesto padecieron 37 lesiones de contacto y 78 lesiones sin
contacto. Las jugadores femeninas de
baloncesto padecieron 100 lesiones del contacto y 305 lesiones sin contacto.
Además, en dicho estudio se observó que tenían mayor incidencia de lesión de
LCA los jugadores del fútbol que los jugadores del baloncesto, y que,
atendiendo al sexo, el índice de lesión del LCA, sin importar el mecanismo de
lesión, continúa siendo perceptiblemente más alto para las jugadoras
universitarias femeninas que para los jugadores universitarios masculinos en
fútbol y baloncesto.
Los estudios epidemiológicos de grandes series de
deportistas, habitualmente no profesionales, destacan que el baloncesto ocupa
la segunda (27) o tercera (12) posición en la producción de lesiones
deportivas.
En el estudio de Rechel y cols. (28) se compararon
las tasas de lesión en 5 deportes en género masculino (fútbol americano,
fútbol, baloncesto, lucha y béisbol), y en 4 deportes en género femenino
(fútbol, voleibol, baloncesto y sóftbol). Participaron en este estudio 4350
deportistas. La tasa de lesiones de todos los deportes fue de 2,51 lesiones por
cada 1000 horas de exposición. En baloncesto, la tasa de lesiones por cada 1000
horas de exposición fue de 2,98 en competición y 1,46 en entrenamiento en
chicos. En chicas, la tasa fue de 3,60 en competición y de 1,37 en entrenamiento.
En chicos, el 49,7 % del total de lesiones fueron durante el entrenamiento y el
50,3 % fueron durante la competición. En chicas, el 74,1 % del total de
lesiones fueron durante el entrenamiento y el 25,9 % durante la competición.
Según el lugar anatómico de la lesión la tasa de lesión por cada 1000 horas de
exposición fue: extremidades inferiores 0,95 en chicos y 0,84 en chicas;
extremidades superiores, cabeza/cara 1,31 en chicos y 6,03 en chicas; y en el
tronco de 1,79 en chicos y de 1,44 en chicas. Según el mecanismo de lesión,
observamos que en chicos, durante el entrenamiento: 59 % esguinces, el 11 %
fracturas y el 7,6% contusiones. En competición, los chicos sufrieron 52,6%
esguinces, el 11 % fracturas y el 18 % contusiones. Atendiendo a las chicas,
observamos que en entrenamiento: 69,5% esguinces, el 6,5 fracturas y el 5,3
contusiones. En competición, las chicas sufrieron el 59,3 % esguinces, el 4,1 % fracturas y el
6,7 % contusiones.
Según la bibliografía encontrada, podemos comparar los resultados
de los distintos autores sobre la incidencia de lesiones por cada 1000 horas de
exposición, en la siguiente tabla:
Autor |
Deporte |
País |
Morbilidad |
Sánchez Jover y Gómez(2008) |
Baloncesto formación |
España |
5,2 |
Gutgesel (2001) |
Baloncesto formación |
EEUU |
7,6
|
Lindbald (1992) |
Baloncesto adulto no
profesional |
EEUU |
3 |
Rechel (2008) |
Baloncesto formación |
EEUU |
Competición: Chicos 2,98 Chicas 3,60 Entrenamiento: Chicos: 1,46 Chicas: 1,37 |
Trojian (2006) |
Baloncesto profesional femenino |
EEUU |
Jugadoras piel blanca: 0,45 Jugadoras afroamericanas: 0,07 |
Cumps (2007) |
Baloncesto formación |
Bélgica |
9,8 |
Meeuwisse (2003) |
Baloncesto formación |
EEUU |
Chicos: 0,024 Chicas: 0,091 |
Leanderson (1993) |
Baloncesto profesional |
Suecia |
5,5
(esguince de tobillo) |
McKay (2001) |
Baloncesto formación |
EEUU |
3,85
(esguince de tobillo) |
Messina (1999) |
Baloncesto formación |
EEUU |
Chicas: 0,71 (rodilla) Chicos: 0,31 (rodilla) |
Mihata (2006) |
Baloncesto formación |
EEUU |
Chicos: 0,12 (lesión LCA) Chicas: 0,32 (lesión LCA) |
Tabla 1. Tasas de lesión deportiva
por cada 1000 horas de exposición.
Atendiendo al tipo de lesión o ubicación anatómica,
podemos resumir los resultados obtenidos por los distintos autores en la
siguiente tabla:
Autor |
Deporte |
País |
Tipo de
lesión |
Sánchez Jover y Gómez (2008) |
Baloncesto formación |
España |
Contusiones (35,9%),
tirones o esguinces (28,2%), epistaxis (12,8%), laceraciones (5,1%) fractura
de un dedo (2,6%). |
Huguet (1987) |
Baloncesto profesional |
Francia |
49 % esguince de tobillo y
patología LCA |
Albanell (1994) |
Baloncesto profesional |
España |
33,3 % esguince de tobillo
y 23,3 % esguince de rodilla y 10,2 % lesión en dedos. |
Hickey (1997) |
Baloncesto profesional femenino |
EEUU |
18,8 % rodilla; 16,6, %
tobillo y 11,7 % raquis lumbar |
Tabla 2. Lesiones atendiendo al tipo
de lesión o ubicación anatómica.
Atendiendo al mecanismo de lesión, podemos resumir
los resultados obtenidos por los distintos autores en la siguiente tabla:
Autor |
Deporte |
País |
Mecanismo
de lesión |
Sánchez Jover y Gómez (2008) |
Baloncesto formación |
España |
43% contacto con otro
jugador, el 35% caída y un 21% por sobrecarga |
Gutgesel (2001) |
Baloncesto formación |
EEUU |
35,9 % contusiones; 28,2% tirones o
esguinces y 12,8 % epistaxis |
McKay (2001) |
Baloncesto formación |
EEUU |
45 % aterrizaje, 30 %
inversiones de tobillo, 10 % colisión, y 5 % caída |
Rechel (2008) |
Baloncesto formación |
EEUU |
Chicos: 52% esguinces; 18%
contusiones y 11 % fracturas (en competición) Chicas: 59,3 % esguinces;
6,7% contusiones y 4 % fractuas (en competición) |
Cumps (2007) |
Baloncesto formación |
Bélgica |
56 % por sobrecarga, 20 %
monotonía del ejercicio y 3,3 % recidiva. |
Tabla 3. Lesiones atendiendo al
mecanismo de lesión
Conclusiones
Según los datos hallados en esta revisión, se
establecieron las siguientes coincidencias en los resultados de los distintos
autores:
Estudiando las lesiones de baloncesto, se observó que
las lesiones se presentaban tanto en competición como en entrenamiento. El
esguince de tobillo es la lesión más prevalente, tanto en sesiones de
entrenamiento como en competición. Después del esguince de tobillo, el
esquinces de rodilla, el esguince-luxación de los dedos de la mano y la lumbalgia,
son las lesiones mas frecuentes. Además, los jugadores que más se lesionaban son
los pívots y ála-pivots en el baloncesto profesional y universitario.
Atendiendo al mecanismo de lesión, el contacto con
otro jugador es la causa de lesión más frecuente. La incidencia lesional de
baloncesto por cada 1000 horas de exposición difiere según estudios. Sin
embargo, la mayoría de los autores coinciden en que las chicas tienen mayor
incidencia lesional que los chicos, tanto en lesiones totales como en lesiones
de tobillo o rodilla exclusivamente. Además, coinciden en que el índice
lesional es mayor durante la competición que en el entrenamiento.
Sería conveniente elaborar un cuestionario válido
para obtener una información óptima sobre el estado de salud de los deportistas
y su prevalencia de lesiones. De este modo, es posible la comparación de las
distintas poblaciones de estudio: entre varios deportes, entre jugadores del
mismo deporte distinguiendo edad, sexo, nivel de competición, etc.
El análisis de los estudios epidemiológicos de las
lesiones deportivas en baloncesto realizado en este trabajo, pretende servir de
base para comprender cuáles son las variables que se puedan modificar en virtud
de disminuir en la medida de lo posible la producción de lesiones en un futuro.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 8 - número 32 - diciembre 2008 - ISSN: 1577-0354