Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 9 - número 34 - junio 2009 - ISSN: 1577-0354
Guijarro, E.; de la Vega, R. y del Valle, S. (2009). Ciclo menstrual, rendimiento y percepción del
esfuerzo en jugadoras de fútbol de élite. Revista Internacional de Medicina
y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 9 (34) pp. 96-104 Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista34/artciclo100.htm
CICLO MENSTRUAL, RENDIMIENTO Y PERCEPCIÓN DEL
ESFUERZO EN JUGADORAS DE FÚTBOL DE ÉLITE
MENSTRUAL CYCLE, PERFORMANCE AND PERCEPTION OF
STRENGTH IN WOMEN’S ELITE SOCCER
Guijarro,
E.1, de la Vega, R.2
y del Valle, S.3
1 Soccer Academy of The Americas. Real Madrid Miami. eguijarro@socceraa.com
2 Universidad Autónoma de Madrid.
3 Universidad de Castilla la Mancha.
Código UNESCO: 6199 "Psicología del
Deporte"
Recibido 4 de octubre
de 2008
Aceptado
28 de marzo de 2009
RESUMEN
Con el actual auge del
fútbol femenino en España, que se plasma con la creación de una Superliga
femenina en la que participan los clubes profesionales más representativos del
panorama futbolístico español, resultan necesarios los estudios científicos que
aborden, de manera sistemática, los diferentes aspectos que correlacionan con
un rendimiento deportivo más elevado.
En este sentido, este
trabajo relaciona dos variables que consideramos relevantes: en primer lugar,
la importancia del ciclo menstrual en la consecución de un elevado rendimiento
deportivo y, en segundo término, la percepción de esfuerzo que, durante los
entrenamientos realizados a lo largo de una temporada completa, se vincula con
el ciclo menstrual y puede afectar al rendimiento percibido alcanzado y al
rendimiento real obtenido.
PALABRAS
CLAVE:
Fútbol femenino, menstruación,
esfuerzo percibido.
ABSTRACT
With the current development in Women’s soccer in Spain, that is
reflected with the creation of a major women league where professional clubs vie
for ultimate success. There is an interest that arises for improving
scientifically, the different aspects that involve an elite athlete’s
performance on the playing field, so as to get any advantage that will make the
difference in a game.
In this study there are two variables that are considered relevant
towards the performance of an elite female athlete: the first, the importance of
the menstrual cycle in the strive towards an elevated performance level. The
second, the perception of strength, held throughout a complete season, that
correlates with the menstrual cycle, as it can affect perceived athletic
performance as well as actual obtained performance.
KEY
WORDS:
Women
soccer, football, menstrual cycle, perceived strength, CR-10
INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo
se observa la relación existente entre el ciclo menstrual de la mujer
futbolista, el rendimiento en el
entrenamiento y la percepción del esfuerzo. Para observar esta relación y poder
cuantificar la carga fisiológica del esfuerzo realizado se ha optado por
utilizar la prueba “Course Navette”, mientras
que para la evaluación de la percepción de esfuerzo hemos empleado la escala
Borg (1978).
Son varios los estudios
que valoran al esfuerzo percibido como un indicador válido y fiable a la hora
de medir la intensidad de la carga en rangos de esfuerzo percibido (REP) (Borg
1978, 1982, 1998, 2001; Borg et al 1985;
Borg y Kaijser, 2006; Buceta, 1998; Del Campo, 2004; Impellizeri, Rampini,
Coutts, Sassi, & Marcora, 2004; Impellizeri, Rampini, & Marcora 2005;
Murtagh, Boreham, & Murphy, 2002; Pincivero, Campy, & Coelho 2003). En
este contexto, las escalas más empleadas en la actualidad son
La especial importancia
de este tipo de indicador de la carga interna radica (Impellizeri, R. et al.,
2005) en que mejora la interpretación de los tests físicos que se utilizan como
verificación de la efectividad de las sesiones de entrenamiento, sirve para
evaluar la carga de entrenamiento de cara a diseñar nuevas periodizaciones, identifica
al atleta que responde peor a la carga externa, controla la adecuación del
entrenamiento realizado en comparación con el planificado por el entrenador y modifica
el proceso de entrenamiento antes de demostrar sus resultados y así optimizar
el rendimiento del futbolista.
Por lo que se refiere al
ciclo menstrual, se debe enfatizar que, según varios autores (Davis &
Brewer, 1993), puede llegar a interferir en el rendimiento físico de las
jugadoras en forma de lesiones y pérdida de eficiencia, por lo que nos parece
pertinente tratar de verificar esta relación a través de
Estudios como los de
Moller-Nielsen & Hammar (1989) -realizados en la liga profesional sueca-,
destacan que, si bien no hay un número significativo de casos de amenorrea en
mujeres futbolistas, sí que existe un claro aumento de lesiones y de sensaciones
de malestar en presencia de síntomas pre-menstruales
y menstruales, así como un descenso de estas lesiones y síntomas en presencia
de la píldora anticonceptiva -no así en presencia de cualquier otro método
anticonceptivo-.
No existen antecedentes
en el fútbol femenino en relación al empleo de la percepción subjetiva del
esfuerzo para cuantificar la influencia de las distintas fases del ciclo
menstrual en el rendimiento. Sí existen, en cambio, numerosos artículos que
tratan de determinar la influencia de las distintas fases del ciclo menstrual
femenino en el rendimiento y las lesiones en el deporte, a través del análisis
de variables puramente objetivas. En este sentido Eston (1984), señala que las
mejoras en el rendimiento físico de las mujeres son más propensas en los días
inmediatamente posteriores a la menstruación –cuya duración aproximada es de
unos 6 días-; Lebrum (1993), destaca no encontrar siempre una pérdida de rendimiento
físico apreciable en relación con el ciclo menstrual; mientras que autores como
Möller-Nielsen y Hammar (1989) enfatizan que las deportistas son más susceptibles
de sufrir lesiones en la fase menstrual y en la fase ovulatoria que en la fase
folicular.
Estudios más concretos
sobre 4 indicadores del rendimiento, como la capacidad aeróbica, la capacidad
anaeróbica, la fuerza y la resistencia de alta intensidad indicaron valores
ligeramente inferiores en la fase luteica,
con respecto al porcentaje de grasa, hematocrito, ventilación por
minuto, rendimiento del corazón, resistencia a la fatiga y VO2 max de las
jugadoras que realizaron el mismo tipo de test en ambas fases, luteica y
folicular. (Lebrum et al, 1995). Otros trabajos más recientes, como los
del Janse (2003), demuestran que las fluctuaciones en las hormonas
reproductivas femeninas no afectan a las características contráctiles del
músculo, en contra de lo que se solía pensar acerca de la relación entre los
estrógenos y el metabolismo de las grasas, que implicaría una mayor utilización
de energía rápida coincidiendo con un escaso valor de estrógenos (como sucede
en la fase folicular) y viceversa, un aumento en el metabolismo de las grasas
en presencia de un alto valor de estrógenos. Así como tampoco se encuentran diferencias
en relación al VO2 máx a lo largo del ciclo menstrual.
A través de este estudio
podemos abrir una posible vía de investigación que se centre en determinar de
una manera clara y concisa, en qué medida las diferentes fases del ciclo
menstrual influyen en la percepción subjetiva del esfuerzo de la deportista, ya
que los estudios fisiológicos parecen no tener la solución, en muchos casos, de
esta relación. Esta percepción subjetiva del esfuerzo puede ser aún más
importante en deportes colectivos como el fútbol, donde los parámetros puramente
objetivos como el V02 máx, hematocrito, etc., no tienen tan estrecha relación
con el rendimiento, como en otros
deportes, como por ejemplo los de resistencia.
Por lo que respecta a
las fases del ciclo menstrual recogidas en el estudio, se emplean las tres utilizadas en los estudios realizados por
los autores señalados en los párrafos anteriores: fase menstrual, de 6 días de duración aproximada; la fase
folicular, que comprendería hasta el día 14; y la fase luteica, que
comprendería desde el día 15 hasta el primer día menstrual.
MÉTODO
Participantes
La población de estudio estuvo formada
por 16 jugadoras de la primera plantilla del Rayo Vallecano de Madrid S.A.D.,
perteneciente a
La edad media de las jugadoras que
participaron en el estudio fue de 22,87 años de edad, comprendiendo un rango
máximo y mínimo de 18 y 27 años respectivamente.
De las componentes de la plantilla
cabe destacar que 5 de ellas son jugadoras internacionales convocadas
habitualmente con la selección española absoluta, y 8 son jugadoras convocadas
habitualmente con la selección madrileña. Esto creó algunos problemas de cara a
la realización de las pruebas, puesto que había semanas que la mayor parte de
jugadoras no estaban presentes en el entrenamiento.
Como variable controlada, tres de las
jugadoras tomaban la píldora anticonceptiva, por lo que fueron descartadas de
la muestra.
Material
Para el control de los ciclos
menstruales se empleó un calendario (Figura 1), donde las jugadoras marcaban
con una “X” los días de menstruación a lo largo de los 4 meses que comprendía
la investigación.
Marzo:
L |
M |
X |
J |
V |
S |
D |
|
|
|
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 X |
9 X |
10 X |
11 X |
12 X |
13 X |
14 |
15 |
16 |
17 |
18 |
19 |
20 |
21 |
22 |
23 |
24 |
25 |
26 |
27 |
28 |
29 |
30 |
31 |
|
Figura 1.- Calendario para el control del ciclo
menstrual
Para la percepción
subjetiva del esfuerzo se empleaba una escala CR-10 de Borg tal y como se
muestra en
|
Marcar con una X |
0
Nada, inapreciable |
|
0’5
Extremadamente débil |
|
1
Muy débil |
|
2
Débil o ligero |
|
3
Moderado |
|
4
Algo duro |
|
5
Duro |
|
6 |
|
7
Muy duro |
|
8 |
|
9 |
|
10
Extremadamente duro |
|
Figura 2.- Escala de Borg utilizada en el trabajo
(CR-10) (Borg, G., 1982, 1998; 2006)
Para la valoración del
rendimiento físico se emplea la prueba de “Course navette”, (Álvarez et al.,
2001), pues se trata de una prueba máxima en donde las demandas de consumo de
oxígeno son importantes y se recorre una distancia de
Procedimiento
La duración del estudio
comprende un periodo de cuatro meses comprendidos entre el mes de marzo y de
junio de 2007, en donde se disputa el tramo final del campeonato de liga. El
día de la semana seleccionado para la aplicación de las pruebas fue el
miércoles para, por un lado, controlar el efecto de la fatiga muscular
acumulada en el último partido disputado, habitualmente, en domingo y, por
otro, interferir lo menos posible con la planificación del técnico que, en
definitiva, daba el visto bueno a todo el proceso de investigación realizado y
cuyo respaldo resultaba esencial.
La secuencia establecida fue la
siguiente: en primer lugar se realizaba un calentamiento que siempre fue el
mismo, compuesto por 3´de trote suave, 3´de estiramientos, 10´de movilidad
articular y carreras progresivas; en segundo lugar se aplicaba el protocolo de
la “Course navette” a las jugadoras y, posteriormente, la escala de percepción
del esfuerzo CR-10. Una vez completada la secuencia descrita se desarrollaba el
entrenamiento planificado por el cuerpo técnico.
Análisis de datos
Para el tratamiento de
los datos se empleará la versión 13.0 para windows de SPSS ®, empleando las
correlaciones bivariadas según el coeficiente de pearson, y 2 tailed para el
test de significación estadística.
Los datos se van a tratar en las tres
categorías con las que trabajan la mayor parte de los autores que han
realizados estudios sobre el ciclo menstrual en el contexto deportivo (Eston
RG, 1984, Lebrum CM, 1993, Möller-Nielsen J, Hammar M, 1989, Lebrum CM, Mc
Kenzie DC et al 1995, Janse de Jonge XA,
2003). Éstas se corresponden con los días del ciclo menstrual, 0-6º día, 6º-14º
día y del día 15º en adelante.
En función de esas categorías se realizan
los análisis correlacionales entre el número de día respecto al ciclo mentrual
en que se encuentra, con la escala de Borg y con el resultado de la “Course
navette”.
RESULTADOS
En
Tabla 1.- Correlaciones
conjuntas de la primera categoría de análisis (entre el 1er y el 6º día).
Tabla 2.- Correlaciones
conjuntas de la segunda categoría de análisis (entre los días 7 y 14).
Tabla 3.- Correlaciones
conjuntas de la segunda categoría de análisis (día 15 en adelante).
Atendiendo a los
resultados del estudio en general, es decir, a las últimas tres tablas de
correlaciones mostradas, la única correlación significativa encontrada,
empleando un nivel de confianza del 99%, es durante la primera fase, es decir
entre el primer y el sexto día de la menstruación. Se trata de una correlación
negativa entre los valores obtenidos en
la escala de Borg y su relación con la prueba “Course Navette”.
CONCLUSIONES
Los resultados
encontrados se muestran en consonancia con los presentados por Lebrum et al
(1995), y por Janse (2003), donde la percepción subjetiva del esfuerzo es una
variable mediadora que puede precipitar que un deportista abandone la prueba
incluso antes de que su consumo máximo de oxígeno y/u otras variables
fisiológicas hayan alcanzado sus valores máximos correlativos. Es decir, que no
siempre la fisiología explicaría la causa de la fatiga de la jugadora, o que la
explicación fisiológica de la causa de la fatiga en una jugadora en fase
menstrual o luteica es una combinación de muy diversos factores, sin a veces
determinar con claridad cuál fue el que más influyó en el rendimiento.
El resto de
correlaciones encontradas, a nivel general, no son significativas, lo que nos
hace reflexionar, por un lado, sobre la no idoneidad de la escala CR-10 de
percepción de esfuerzo como indicador fiable de cómo afecta el ciclo menstrual
al rendimiento de las jugadoras de fútbol y, por otra parte, sobre la necesidad
de emplear un mayor número de medios tecnológicos, como por ejemplo la
confirmación de cada fase del ciclo con medidores como el serum estradiol o la
progesterona (Lebrum CM 1995), para lo que necesitaríamos tomas sanguíneas.
De los resultados de las
correlaciones comparando todos los datos por fases, se puede extraer la
conclusión de que hay una interferencia entre la fase menstrual (del primer al
sexto día), la percepción subjetiva del esfuerzo y el rendimiento en la prueba.
Esta correlación no verifica la hipótesis de que, en presencia de síntomas
premenstruales y menstruales, hay una REP más elevada, ni que existe una peor
marca en presencia de síntomas premenstruales
y menstruales, si bien sí que relacionaría ambas variables en el sentido de que,
si realmente hay una REP más elevada, ésta afecta al resultado en la prueba.
Esta correlación hace pensar que hay algunas jugadoras en la fase menstrual que
son influidas por dicho momento del ciclo, mostrando una REP más alta y un
rendimiento inferior mientras que, por el contrario, en jugadoras que no son
tan influidas por dicha fase, mostrarían valores inferiores de REP,
coincidiendo con rendimientos superiores en la prueba.
Esta futura línea de
investigación, podría desvelar muchas incognitas no solo en torno al futbol,
sino en relación a todo el deporte femenino, sobre todo a los deportes
colectivos que están sujetos a una mayor interpretación subjetiva del
rendimiento por parte de los técnicos. Creemos que es un elemento muy
importante para el control del entrenamiento que puede servir de gran ayuda a
los técnicos de estos deportes.
Debemos de tener cuidado
a la hora de realizar estos estudios, ya que como hemos dicho, nos sirven a los
técnicos para tener un mayor control del grupo, pero toda información subjetiva
que sea aportada por un deportista hacia su técnico, tiende a ser falseada si
esta información se refiere a su percepción del esfuerzo, en la medida de creer
hacer pensar al entrenador que ni siquiera en una prueba máxima la jugadora
perciba mucho esfuerzo. Esto se puede evitar si el estudio se presenta como
algo externo al club, y es realizado por personas totalmente ajenas al club,
por supuesto con una supervisión de los técnicos del club.
REFERENCIAS
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