Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 9 - número 34 - junio 2009 - ISSN: 1577-0354
Moreno, J. A.; Martínez Galindo, C.;
González-Cutre, D. y Marcos, P. (2009). Perfiles motivacionales de practicantes
en el medio acuático frente al medio terrestre. Revista Internacional de
Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 9 (34) pp. 201-216 Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista34/artperfiles128.htm
Perfiles motivacionales
de practicantes en el medio acuático frente al medio terrestre
Motivational profiles of aquatic versus terrestrial
exercisers
Moreno,
J. A.1; Martínez Galindo, C.2; González-Cutre, D.3
y Marcos, P.4
1 Doctor en Psicología.
E-mail: j.moreno@umh.es Web del grupo de investigación: http://gicom.umh.es Universidad
Miguel Hernández de Elche, España
2 Doctora en Ciencias
de la Actividad Física y el Deporte. E-mail:celesmartinez@yahoo.es Universidad
Católica San Antonio de Murcia, España
3 Doctor en en Ciencias
de la Actividad Física y del Deporte. E-mail: david@crononautas.com Universidad
de Almería, España
4 Licenciado en
Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. E-mail: p.marcos@intersa.es Unidad
de Investigación en Educación Física y Deportes, Universidad de Murcia, España
Código UNESCO: 6199
Recibido 27 de enero de 2009
Aceptado 11 de marzo de 2009
Resumen
El objetivo del estudio fue determinar
y comparar los diferentes perfiles motivacionales existentes en practicantes de
actividades físico-deportivas en medio acuático y en medio terrestre. Además,
se analizaron las diferencias de género en la motivación en actividades
acuáticas y terrestres. Se utilizó una muestra de 311 practicantes de ejercicio físico acuático y
otra de 468 practicantes de ejercicio físico en el medio terrestre. Las
variables analizadas fueron la motivación autodeterminada en el ejercicio
físico (BREQ-2) y los motivos de práctica (MPAM-R). Tras el análisis de
cluster, los resultados revelaron la existencia de dos perfiles motivacionales
en los practicantes tanto de actividades acuáticas como de actividades
terrestres: un perfil autodeterminado, con
puntuaciones mayores en motivación intrínseca y regulación identificada que en
regulación introyectada y externa; y un perfil con puntuaciones altas en formas
de motivación autodeterminada y no autodeterminada. En ambas muestras, el
perfil con puntuaciones altas en las dos formas de motivación mostró mayores
puntuaciones en los diferentes motivos de práctica. Las mujeres revelaron
una motivación más positiva que los hombres en las actividades acuáticas,
mientras que en el medio terrestre no se encontraron diferencias de género.
Palabras
clave: Teoría de la autodeterminación; perfiles motivacionales; motivos de
práctica; ejercicio físico; actividades acuáticas.
Abstract
The
objective of this study was to determine and compare different motivational
profiles present in aquatic and terrestrial exercisers. Gender differences on
motivation in aquatic and terrestrial activities were also analyzed. Two
samples were used, one of 311 aquatic exercisers and another one of 468
terrestrial exercisers. Self-determined motivation in exercise (BREQ-2) and
motives for physical activity (MPAM-R) were the analyzed variables. The results
of the cluster analysis revealed the existence of two motivational profiles in
both aquatic and terrestrial samples: a self-determined profile, with higher
scores in intrinsic motivation and identified regulation than in introjected
and external regulations; and a profile with high scores both in
self-determined and non-self-determined motivation. In both samples, the second
profile showed higher scores in the different motives for physical activity
participation. Women revealed more positive motivation than men in aquatic activities,
while there were no gender differences in the terrestrial ones.
Key words: Self-determination theory; motivational profiles; motives for physical
activity; exercise; aquatic activities.
Introducción
En
los últimos tiempos un considerable cuerpo de investigación ha demostrado la
significativa y consistente influencia que la motivación ejerce sobre el
rendimiento y, en general, sobre el funcionamiento de los individuos (Good y
Brophy, 2000), de manera que resulta ya incuestionable la importante
contribución de la motivación en los diferentes entornos en los que se
desenvuelve un sujeto (deportivo, recreativo, educativo o familiar). En este
sentido, a lo largo de los últimos 20 años, la mayoría de los estudios
realizados bajo este propósito, apoyándose, fundamentalmente, en la teoría de
la autodeterminación (Balaguer, Castillo, y Duda, 2008; Deci y Ryan, 1985,
1991, 2000; Moreno, Cano, González-Cutre, Cervelló, y Ruiz, 2009; Ryan y Deci,
2000) en combinación con la teoría de las metas de logro (Nicholls, 1989), han mostrado
importantes diferencias motivacionales en los individuos a la hora de participar
en actividades físico-deportivas, repercutiendo considerablemente dicha
orientación motivacional no solo en el inicio, sino más aún en la continuidad y
el abandono de las mismas (Deci y Ryan, 2000). Estas diferentes motivaciones
hacia la práctica deportiva son recogidas por la teoría de la autodeterminación
a lo largo de un continuo, de manera que podemos hablar de sujetos
intrínsecamente motivados (aquellos que participan por la satisfacción que les
genera dicha actividad), sujetos motivados extrínsecamente (cuando su
compromiso en la actividad se fundamenta en razones externas a la misma) y
sujetos desmotivados (caracterizados por falta de interés hacia la práctica y
por sentimientos de frustración). A su vez, Ryan y Deci (2000) recogen
diferentes subtipos de motivación extrínseca. Así, el sujeto puede considerar
que la actividad es importante pero no placentera (regulación identificada),
puede practicar por sentimientos de culpabilidad (regulación introyectada) o,
simplemente, por presiones externas (regulación externa).
En
esta línea, diferentes estudios han intentado determinar cómo estas formas de
motivación se concretan en las diversas conductas que sustentan la
participación deportiva, determinando que la motivación intrínseca y la
regulación identificada se relacionan positivamente con comportamientos
autodeterminados, así como con altos niveles de esfuerzo en el deporte
(Pelletier et al., 1995) y el
ejercicio (Fortier y Grenier, 1999), mientras que las formas no
autodeterminadas de la motivación extrínseca (regulación introyectada y
regulación externa), así como la desmotivación, se relacionan con
comportamientos no autodeterminados (Ryan y Deci, 2000; Vallerand, 1997) y
mayor tasa de abandono deportivo (Pelletier, Fortier, Vallerand, y Brière,
2001; Sarrazin, Vallerand, Guillet, Peleltier, y Cury, 2002). Además, recientes
estudios están demostrando cómo la adopción de un tipo u otro de motivación se
encuentra vinculada al disfrute experimentado durante la práctica (Ntoumanis,
2002; Standage, Duda, y Ntoumanis, 2005; Vlachopoulos y Karageorghis, 2005;
Vlachopoulos, Karageorghis, y Terry, 2000) y, éste, a su vez, al grado de satisfacción
de sus intereses físico-deportivos. Al respecto, cobran especial importancia los
resultados encontrados por diferentes estudios sobre motivos de práctica
(Derry, 2002; García Ferrando, 2006; Hellín, Moreno, y Rodriguez, 2004; Moreno,
Sicilia, Gutiérrez, y Pavón, 2004), en los que se observa una traslación de
valores, de manera que los motivos centrados en el deporte tradicional,
competitivo, masculino y de entrenamiento estrictamente reglado y minoritario
han dejado paso a otros en los que predominan los valores deportivos
posmodernos y, por tanto, nuevas formas de practicar y vivir el deporte,
caracterizadas, fundamentalmente por la satisfacción intrínseca, en línea con
los nuevos valores sociales orientados hacia la mejora de la calidad de vida,
la preocupación por la salud física y mental, la satisfacción de las
necesidades personales, la diversión y la motivación.
Sin embargo, a pesar de los
importantes y amplios progresos que se han producido en esta área de estudio,
según Boiché, Sarrazin, Pelletier, Grouzet, y Chanal (2008) existen aún algunas
cuestiones básicas referentes a la motivación que precisan de mayores estudios,
en línea con la conclusión recogida por Sansone y Harackiewicz (2000) en
su libro sobre motivación, abogando por la necesidad de orientar los nuevos
trabajos hacia la demostración de la forma en la que los sujetos combinan
diferentes patrones motivacionales y cómo éstos se modifican según diferentes
variables situacionales. Para ello, tal como propuso Vallerand (1997), resulta necesario
investigar los factores sociales que determinan esos perfiles así como las
consecuencias a las que lleva cada uno de ellos.
Un
método particularmente útil para examinar estos aspectos responde al análisis
de cluster. Desde esta aproximación se pretende determinar los diferentes
patrones motivacionales existentes en una muestra de estudio concreta
atendiendo a diferentes variables motivacionales, con el objeto de poder
proporcionar información detallada a los adultos significativos (padres, profesores
o entrenadores) sobre las características particulares de su grupo deportivo y,
con ello, poder potenciar los patrones más adaptativos en cada uno de los
subgrupos encontrados. En definitiva, fomentar la motivación más positiva y con
ella, la práctica físico-deportiva.
Recientemente, diversos estudios han
usado este tipo de análisis para determinar los perfiles motivacionales en
ambientes deportivos (Hodge y Petlichkoff, 2000; McNeill y Wang, 2005; Moreno,
Cervelló, y González-Cutre, 2007; Vlachopoulos
et al., 2000) y de actividad física
(Biddle y Wang, 2003; Marshall, Biddle, Sallis, MacKenzie, y Conway, 2002; Sicilia,
Águila, Muyor, Orta, y Moreno, 2009; Wang y Biddle, 2001), basándose la mayoría
de ellos en la teoría de la autodeterminación. En concreto, Vlachopoulos et al. (2000), encontraron con una
muestra compuesta por deportistas, dos perfiles motivacionales, uno que
puntuaba alto en las formas autodeterminadas de la motivación y otro que
puntuaba alto tanto en las autodeterminadas como en las no autodeterminadas, a
excepción de la desmotivación.
En esta línea, encontramos dos
estudios recientes. El primero fue realizado por Moreno et al. (2007), con una muestra de 413 deportistas de edades
comprendidas entre los 12 y 16 años, que determinó la existencia de tres
perfiles motivacionales: perfil autodeterminado, perfil no autodeterminado y
perfil con puntuaciones bajas en motivación autodeterminada y no
autodeterminada. El segundo lo llevaron a cabo Moreno, Cano, González-Cutre, y
Ruiz (2008) con una muestra compuesta por 283 deportistas federados de
salvamento deportivo, de edades comprendidas entre los 14 y los 38 años,
revelando, también, tres perfiles motivacionales: perfil no autodeterminado,
perfil autodeterminado y perfil pobremente motivado.
Sin embargo, según Boiché et al. (2008), los resultados
encontrados hasta ahora bajo análisis de cluster, deben ser analizados con
precaución debido a que la gran mayoría de ellos combina antecedentes (clima
motivacional), consecuentes (e.g: aburrimiento) y motivación, razón que les
lleva a determinar que los grupos encontrados en estos estudios no responden
estrictamente a “perfiles motivacionales” debido a la gran cantidad de
variables analizadas, pudiendo verse los resultados influenciados. Bajo esta
premisa y considerando la aportación realizada por Sansone y Harackiewicz
(2000), en relación a la necesidad de estudiar los perfiles motivacionales de
los sujetos bajo similares condiciones ambientales, así como la necesidad de
satisfacer los nuevos valores deportivos de la sociedad, nos propusimos en
primer lugar, determinar los perfiles o grupos motivacionales existentes en una
muestra compuesta por practicantes de actividades acuáticas y en otra de
actividades terrestres. Una vez establecidos los perfiles motivacionales, se
examinaron las diferencias en los motivos de práctica según los perfiles en cada
muestra (tierra-agua). Como objetivo secundario se analizaron las diferencias
por género en motivación y motivos de práctica tanto en los practicantes de
actividades acuáticas como en los practicantes de actividades terrestres.
Atendiendo a los estudios llevados a cabo en esta área, la hipótesis del
trabajo parte de que el sexo femenino mostraría mayor motivación intrínseca
hacia la práctica de actividades acuáticas, así como mayores motivos
relacionados con el disfrute y la salud, que el sexo masculino y los
practicantes de actividades terrestres.
Método
Participantes
La muestra del estudio se compuso de dos
submuestras. Una compuesta por 311 practicantes de
ejercicio físico acuático (natación, fitness acuático, aquabike, aquagym,
etc.), de los cuales, 127 fueron hombres y 184 mujeres, con edades comprendidas
entre los 18-65 años (M = 33.00, DT = 9.30). Del total, 244 practicaban
entre 2-3 días a la semana y 67 más de 3 días. Y otra muestra compuesta por 468
practicantes de ejercicio físico en el medio terrestre (pilates, yoga, aerobic,
body-pump, etc.), de edades comprendidas entre los 18 y 77 años, de los cuales,
261 fueron hombres y 207 mujeres, (M
= 28.89, DT = 13.11). En cuanto a la
frecuencia de práctica, 73 practicaban puntualmente, 230 practicaban entre 2-3
días semanales y 165 más de 3 días.
Instrumentos
Behavioral Regulation in
Exercise Questionnaire-2 (BREQ-2). Para
medir la motivación
autodeterminada en el ejercicio físico se utilizó la versión validada al
castellano por Moreno, Cervelló, y Martínez Camacho (2007a) de
Motives for Physical Activity Measure-Revised (MPAM-R). Utilizamos la versión al español
(Moreno, Cervelló, y Martínez Camacho, 2007b) de la escala MPAM-R creada por Ryan, Frederick, Lepes, Rubio, y Sheldon (1997) para
medir los motivos de práctica hacia la actividad física. Esta escala se
componía de 30 ítems, agrupados en cinco factores: disfrute (e.g. “realizo actividad física porque me
gusta hacer esta actividad”), apariencia (e.g.
“realizo actividad física porque quiero mantener mi peso para tener buena
imagen”), social (e.g. “realizo
actividad física porque quiero conocer a nuevas personas”), fitness/salud (e.g. “realizo actividad física porque
quiero mejorar mi aptitud cardiovascular”) y competencia (e.g. “realizo actividad física porque me gustan los desafíos”). Las
respuestas fueron recogidas en una escala tipo Likert
de siete puntos donde 1 correspondía a nada
verdadero para mí y
Procedimiento
Una vez obtenida la autorización de
los centros para la administración de los cuestionarios a los usuarios de las
diferentes actividades ofertadas, se les informó a los practicantes acerca de la
cumplimentación de dichos cuestionarios, así como del anonimato de sus respuestas,
siendo la participación totalmente voluntaria. El tiempo requerido para
rellenar los cuestionarios fue aproximadamente de 15 minutos, variando
ligeramente según la edad del practicante.
Análisis de datos
En primer lugar, se trataron de
identificar diferentes perfiles motivacionales en los practicantes de
actividades acuáticas. Para ello, se realizó un análisis jerárquico de cluster
con método Ward, utilizando las variables regulación intrínseca, identificada,
introyectada, externa y desmotivación. A continuación, se trató de confirmar la
solución de perfiles hallada, utilizando un análisis de conglomerados de K
medias con la muestra de practicantes en el medio terrestre. Para examinar las
características de cada perfil motivacional de acuerdo a los motivos de
práctica de actividades físico-deportivas, se realizaron análisis de varianza
multivariados (MANOVA). Por último, para analizar las diferencias por género en
la motivación y los motivos de práctica se realizó un MANOVA tanto en el medio
acuático como en el medio terrestre.
Resultados
Análisis de cluster
Para la realización del análisis de
cluster, se siguieron las fases propuestas por Hair, Anderson, Tatham, y Black
(1998). En primer lugar, se observó la existencia de casos perdidos en algunas
de las variables estudiadas, siendo excluidos de la muestra de estudio. En
segundo lugar, se estandarizaron todas las variables usando las puntuaciones Z, no encontrando ninguna puntuación por
encima de 3, lo que implicó la inexistencia de clasificaciones outliers o casos
perdidos en la totalidad de
Para determinar los grupos
motivacionales existentes en la muestra compuesta por practicantes de
actividades acuáticas, se realizó un análisis de conglomerados jerárquicos
utilizando el método Ward. El dendograma obtenido sugirió la existencia de tres
grupos. Para decidir la adecuación de los grupos surgidos, nos basamos en el incremento
de los coeficientes de aglomeración al pasar de tres a dos grupos. De acuerdo
con Norusis (1992), los coeficientes pequeños indican gran homogeneidad entre
los miembros del cluster, mientras que, por el contrario, los coeficientes
grandes muestran grandes diferencias entre sus miembros. Concluimos, por tanto,
que existían dos perfiles motivacionales distintos en los practicantes de
actividades acuáticas que componían la muestra de estudio (Figura 1): un perfil autodeterminado (cluster 1), con
puntuaciones mayores en motivación intrínseca y regulación identificada que en
regulación introyectada y externa; y un perfil con puntuaciones altas en formas
de motivación autodeterminada y no autodeterminada (cluster 2).
Por su
parte, para determinar los grupos motivacionales existentes en la muestra
compuesta por practicantes de actividades terrestres empleamos la prueba K-medias,
determinando también dos perfiles motivacionales (Figura 2): un perfil
autodeterminado (cluster 1) con puntuaciones mayores en motivación intrínseca y
regulación identificada que en regulación introyectada y externa; y un perfil
con puntuaciones altas en formas de motivación autodeterminada y no
autodeterminada (cluster 2).
Figura 1. Análisis de conglomerados
jerárquicos con método Ward en los practicantes de actividades acuáticas.
Figura 2. Análisis de
conglomerados de K medias en los practicantes en el medio terrestre.
MANOVA de la motivación
y los motivos de práctica según el perfil motivacional
Para examinar las características de
cada perfil motivacional de acuerdo a los motivos de práctica físico-deportiva
tanto en actividades acuáticas como en terrestres, se realizaron análisis de
varianza multivariados (MANOVAS) con los cluster como variables independientes
y la motivación y los motivos de práctica (disfrute, apariencia, social, fitness/salud
y competencia) como variables dependientes (Tabla 1).
Los resultados obtenidos en la muestra
de practicantes de actividades acuáticas, mostraron diferencias significativas
(Wilk’s Λ = .47, F(10,300)
= 32.88 , p < .01) a favor del perfil con altas puntuaciones
en motivación autodeterminada y no autodeterminada en regulación identificada (F(1,309) = 12.02, p < .01),
introyectada (F(1,309) =
270.16, p < .01), externa (F(1,309) = 43.34, p < .01), desmotivación (F(1,309) = 5.07, p < .05),
motivos de apariencia (F(1,309)
= 5.07, p < .05), fitness/salud (F(1,309) = 3.94, p < .05) y competencia (F(1,309) = 7.01, p < .01).
De
igual forma, los resultados obtenidos en la muestra de practicantes de
actividades terrestres, mostraron diferencias significativas a favor del perfil
con altas puntuaciones en motivación autodeterminada y no autodeterminada (Wilk’s
Λ = .30, F(10,457) =
103.53 , p < .01) en regulación introyectada (F(1,466) = 572.80, p < .01),
externa (F(1,466) = 218.84, p
< .01), desmotivación (F(1,466)
= 48.64, p < .01), motivos de disfrute (F(1,466) = 51.85, p < .05), apariencia (F(1,466) = 8.62, p < .01),
social (F(1,466) = 13.55, p
< .01), fitness/salud (F(1,466)
= 12.18, p < .01) y competencia (F(1,466) = 6.16, p < .01).
Tabla
1. Análisis
Multivariante de la Motivación y los Motivos de Práctica Según el Perfil
|
Acuáticas |
Terrestres |
||||||||
Variables |
Cluster 1 (n = 115) |
Cluster 2 (n = 196) |
|
Cluster 1 (n = 288) |
Cluster 2 (n = 180) |
|
||||
|
M |
DT |
M |
DT |
F |
M |
DT |
M |
DT |
F |
R. intrínseca |
3.23 |
.53 |
3.20 |
.80 |
.07 |
3.32 |
.67 |
3.32 |
.65 |
.00 |
R. identificada |
3.30 |
.56 |
3.54 |
.58 |
12.02** |
3.30 |
.66 |
3.42 |
.69 |
3.41 |
R. introyectada |
.69 |
.52 |
2.07 |
.80 |
270.16** |
1.12 |
.71 |
2.71 |
.67 |
572.80** |
R. externa |
.10 |
.19 |
.55 |
.71 |
43.34** |
.23 |
.40 |
1.31 |
1.13 |
218.84** |
Desmotivación |
.25 |
.42 |
.40 |
.69 |
4.30* |
.29 |
.48 |
.78 |
1.01 |
48.64** |
Disfrute |
5.08 |
.76 |
5.18 |
1.03 |
.88 |
5.65 |
.92 |
5.87 |
.92 |
51.85** |
Apariencia |
4.36 |
1.26 |
4.69 |
1.22 |
5.07* |
4.47 |
1.39 |
5.36 |
1.13 |
8.62** |
Social |
3.95 |
1.33 |
4.16 |
1.45 |
1.60 |
4.97 |
1.22 |
5.38 |
1.27 |
13.55** |
Fitness |
5.87 |
.75 |
6.05 |
.78 |
3.94* |
5.86 |
.87 |
6.09 |
.79 |
12.18** |
Competencia |
4.44 |
1.16 |
4.80 |
1.16 |
7.01** |
5.16 |
1.17 |
5.57 |
1.17 |
6.16* |
Wilk’s Λ |
|
|
|
|
.47 |
|
|
|
|
.30 |
F multivariado |
|
|
|
|
32.88** |
|
|
|
|
103.53** |
*
p < .05; **p < .01
Diferencias en la motivación y los motivos de práctica por género
Se realizó un MANOVA para
ver las diferencias por género en las variables de estudio tanto en el medio
acuático como en el medio terrestre.
En los practicantes en el medio acuático se han
encontrado diferencias significativas por género (Wilk’s Λ = .91, F(10,300)
= 2.80, p < .01) en
los factores regulación intrínseca (F(1,309)
= 9.80, p < .01),
regulación identificada (F(1,309) = 4.03, p
< .05), disfrute (F(1,309) = 9.76, p < .01), apariencia (F(1,309) = 10.75, p = < .01), social (F(1,309) = 10.39, p < .01) y fitness/salud (F(1,309) = 14.95, p < .01). En todos ellos las mujeres
(M = 3.32, M = 3.51, M = 5.28, M = 4.75, M = 4.29, M = 6.12,
respectivamente) valoraban por encima de los hombres (M = 3.06, M = 3.37, M = 4.94, M = 4,29, M = 3.77, M = 5.78, respectivamente). Por el
contrario, en los practicantes del medio terrestre no se encontraron diferencias
significativas (Wilk’s Λ = .95, F(10, 457) = 2.03, p > .05).
Discusión
Diferentes estudios han reseñado en
los últimos tiempos la necesidad de atender a las posibles combinaciones de los
diferentes tipos de motivación propuestos por la teoría de la autodeterminación
(Fairchild, Horst, Finney, y Barron, 2005; Vallerand, 1997), debido a que dada
la naturaleza multidimensional de la motivación, estudiar diferentes variables
en combinación puede resultar muy fructífero de cara a comprender la motivación
de los individuos hacia la práctica físico-deportiva y, así, promover
actividades e intervenciones pedagógicas más focalizadas que favorezcan la
adherencia a programas deportivos en la población. En esta línea, el propósito
del estudio fue desarrollar una propuesta original para examinar cómo los
diferentes tipos de motivación recogidos por la teoría de la autodeterminación
combinan dentro de diferentes perfiles motivacionales atendiendo a dos muestras
de estudio compuestas por practicantes de actividades acuáticas y por
practicantes de actividades terrestres, así como la relación de dichos perfiles
con los motivos de práctica.
Para la consecución del objetivo
propuesto, se llevó a cabo un análisis de conglomerados, análisis que ha
demostrado su validez en el campo de la actividad física y los comportamientos
relacionados con la salud (De Bourdeaudhuij y Van Oost, 1999), así como en
diversas fuentes relacionadas con la información de aptitudes deportivas
(Weiss, Ebbeck, y Horn, 1997). Los
resultados encontrados revelaron la existencia de dos perfiles
motivacionales en los practicantes, tanto de actividades acuáticas como de
actividades terrestres: un perfil
autodeterminado, con puntuaciones mayores en motivación intrínseca y regulación
identificada que en regulación introyectada y externa; y un perfil con
puntuaciones altas en formas de motivación autodeterminada y no autodeterminada.
De forma similar, Vlachopoulos et
al. (2000) encontraron dos perfiles motivacionales, uno que puntuaba alto
en las formas autodeterminadas de la motivación y otro que puntuaba alto tanto
en las autodeterminadas como en las no autodeterminadas, a excepción de la
desmotivación. En dicho estudio, el perfil con altas puntuaciones en los dos
tipos de motivación se relacionaba con las consecuencias más positivas: mayor
disfrute, esfuerzo, afecto positivo, actitud positiva hacia la participación
deportiva, intenciones más fuertes y autodeterminadas para seguir practicando deporte
durante mucho tiempo y mayor satisfacción que el perfil tradicional
autodeterminado.
Los resultados obtenidos confirman la conexión
entre los diferentes tipos de motivación dentro de un mismo contexto. Al
respecto, Lepper y Henderlong (2000), argumentaron que tanto la motivación
intrínseca como la motivación extrínseca pueden en algunos ambientes ejercer
influencias positivas en el comportamiento de los sujetos, de manera que no
tienen por qué ser estrictamente opuestas, sino que, tal y como apuntan Boiché et al. (2008) dentro de un mismo perfil
motivacional podemos encontrar sujetos con altas puntuaciones en motivación
autodeterminada y no autodeterminada. El problema vendría con aquellos sujetos que
se perciban con poca autonomía, competencia o relación con los demás, debido a
que, en este caso, la motivación menos autodeterminada podría derivar en
algunas situaciones en desmotivación y, consecuentemente en el abandono
deportivo. Futuros estudios deberán examinar cómo el grado de satisfacción de
las necesidades psicológicas básicas influye en la combinación de los
diferentes tipos de motivación y, consecuentemente, en diferentes variables motivacionales.
Del mismo modo, futuras investigaciones deberían diseñar programas, desde una
perspectiva experimental, a través de los cuales se pueda incentivar la satisfacción
de las tres necesidades psicológicas básicas, y ver cómo esta satisfacción
influye en el desarrollo de diversos perfiles motivacionales y su relación con
algunas consecuencias positivas.
Otro de los objetivos que planteamos
consistió en determinar las características de cada perfil obtenido, atendiendo
a los motivos de práctica deportiva, diferenciando entre aquellos sujetos que
participaban en actividades acuáticas y los que lo hacían en actividades
terrestres. Los resultados revelaron que el perfil con altas puntuaciones en
motivación autodeterminada y no autodeterminada mostraba mayores puntuaciones
en casi todos los motivos de práctica tanto en actividades acuáticas como en
terrestres. En concreto, se encontraron
diferencias significativas para los practicantes de actividades acuáticas en
los motivos de apariencia, fitness/salud y competencia, mientras que en los
practicantes de actividades terrestres en los motivos de disfrute, apariencia,
social, fitness/salud y competencia.
Estos resultados se encontrarían en
línea con las aportaciones de la teoría de la autodeterminación, así como con
datos obtenidos del análisis de cluster, de manera que, debido a que en el
perfil autodeterminado-no autodeterminado se combinaban altas puntuaciones en los
diferentes tipos de motivación, resulta lógico que los motivos de práctica más
autodeterminados (disfrute, competencia,
social y fitness/salud) se combinen con los menos autodeterminados (apariencia)
dentro del mismo perfil motivacional. Puesto que estudios previos (e.g. Vlachopoulos et al., 2000) mostraron que el perfil con altas puntuaciones en los
dos tipos de motivación se ha relacionado con consecuencias positivas, según
los datos obtenidos, es posible que si un sujeto presenta diversos motivos para
practicar actividad física, su adherencia a la práctica se vea favorecida.
No se han encontrado estudios
publicados hasta la fecha que analicen los perfiles motivacionales comparando
entre practicantes de diferentes actividades físicas, motivo por el que
promovemos la realización de futuros trabajos que permitan corroborar o refutar
los datos obtenidos y, con ello, poder determinar las prácticas que más se
ajusten a los nuevos valores e intereses deportivos de la sociedad y, consecuentemente,
aquellas que satisfagan en mayor medida las motivaciones autodeterminadas y,
según el ambiente y siempre en combinación con éstas, las no autodeterminadas
(Lepper y Henderlong, 2000).
Por último, en relación a las
diferencias por género existentes en motivación y motivos de práctica tanto en
los practicantes de actividades acuáticas como en los practicantes de
actividades terrestres, encontramos que tan solo
en el medio acuático las chicas mostraban mayor motivación autodeterminada, así
como motivos de práctica basados en el disfrute, la apariencia, la relación
social y el fitness/salud que los chicos. Estos resultados coinciden con los
encontrados por Moreno, Marcos, y Martínez Galindo (2008), así como con los
trabajos realizados sobre motivos de práctica (Derry, 2002; García Ferrando,
2006; Hellín et al., 2004; Moreno y
Gutiérrez, 1998; Moreno y Marín, 2002), según los cuales, los motivos más
valorados por el sexo femenino son aquellos relacionados con la salud, la
liberación de energía acumulada y la imagen personal. De igual forma, otros
estudios (Blasco, Capdevila, Pintanel, Valiente, y Cruz, 1996; García Ferrando,
2006; Hellín et al., 2004; Hicks,
Wiggins, Crist, y Moode, 2001), indicaron mayores actitudes del sexo femenino
hacia actividades físicas que enfatizaban la estética y mejoraban la salud y
las relaciones sociales. El hecho de que estos resultados se produzcan en los
practicantes de actividades acuáticas y no en los terrestres podemos
justificarlo como respuesta al cambio social que se está experimentando en los
últimos tiempos en el ámbito deportivo, paralelo al cambio de mentalidad de la
población que busca con la actividad física la evasión y liberación de la vida
cotidiana. Bajo esta perspectiva, tal y como apuntaba García Ferrando (2006) en
su última encuesta sobre hábitos deportivos de la población española y,
anteriormente, Sova (1998), las actividades acuáticas están ocupando un lugar
privilegiado entre los hábitos físico-deportivos de la población, siendo
solicitadas cada vez más por diferentes sectores poblacionales, de entre los
que destaca el sector femenino, tal y como demuestran diversos estudios (Marcos
Alonso, 1989; Marín y Moreno, 2002; Moreno y Marín, 2003; Vázquez, 1993). De
esta manera, dentro del campo de las actividades acuáticas, podemos apreciar, a
través de diversos trabajos (García Ferrando, 2006; Sova, 1998; Vázquez, 1993),
una traslación del perfil tradicional que imperaba en este tipo de práctica
(masculino y competitivo), hacia un perfil caracterizado por el sexo femenino,
así como por motivos de práctica centrados en la búsqueda de la salud, la
diversión y la imagen corporal, entre otros. Datos que se ven corroborados por
los resultados encontrados en nuestro estudio.
Más estudios son necesarios en esta
línea, ya que, como defiende Fairchild et
al. (2005) aún existe la necesidad de que futuros trabajos analicen cómo
los distintos tipos de motivación recogidos por la teoría de la
autodeterminación combinan o interactúan para promover la motivación en
distintos sujetos y cómo éstos se modifican según diferentes variables situacionales
provocando consecuencias de distinto nivel e índole. En conclusión, este
trabajo ha comparado los perfiles motivacionales presentes en actividades
físico-deportivas acuáticas y terrestres encontrando una gran similitud entre
ellos. En ambos contextos aparece un perfil autodeterminado y un perfil con
puntuaciones altas tanto en motivación autodeterminada como no autodeterminada,
mostrando este último mayor puntuación en los diferentes motivos de práctica.
Posiblemente, presentar múltiples motivos de práctica conlleve un mayor
compromiso deportivo. Además, los resultados sugieren que las mujeres disfrutan
más y muestran una motivación más positiva en las actividades acuáticas que en
las terrestres. Este resultado es interesante a fin de promover en cada sector
poblacional los tipos de práctica deportiva que mejor se ajusten a sus
intereses.
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