Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte- vol. 10 - número 40 - diciembre
2010 - ISSN: 1577-0354
Hernández-Álvarez,
J.L.; del-Campo-Vecino, J.; Martínez-de-Haro, V. y Moya-Morales. J.M. (2010). Percepción
de esfuerzo en Educación Física y su relación con las directrices sobre
actividad física / Perception of exertion
in physical education and its relationship to guidelines on
physical activity. Revista
Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol.
10 (40) pp. 609-619. Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista40/artpercepcion185.htm
ORIGINAL
PERCEPCIÓN
DE ESFUERZO EN EDUCACIÓN FÍSICA Y SU RELACIÓN CON LAS DIRECTRICES SOBRE
ACTIVIDAD FÍSICA
PERCEPTION OF
EXERTION IN PHYSICAL EDUCATION AND ITS RELATIONSHIP TO GUIDELINES ON PHYSICAL
ACTIVITY
Hernández-Álvarez, J.L.;
del-Campo-Vecino, J.; Martínez-de-Haro, V. y Moya-Morales. J.M.
Grupo de investigación “Enseñanza y Evaluación de
Este estudio forma parte del proyecto financiado
por el Ministerio de Ciencia y Tecnología (código: SEJ2007-67267/EDU).
Código UNESCO / UNESCO code: 2411.06 Fisiología del
ejercicio / Exercise physiology
5899 Educación Física / Physical education
Clasificación Consejo de Europa / coouncil of Europe classification: 5. Didáctica y metodología / Teaching and Methodology 6. Fisiología del ejercicio / Exercise physiology.
Recibido
12 de julio de 2009 Received July 12, 2009
Aceptado
10 de mayo de 2010 Accepted May 10, 2010
RESUMEN
Objetivos: Este estudio evaluó la percepción de
esfuerzo en la clase de Educación Física. Así como la duración real de las
clases y el tiempo medio de actividad física y sus relaciones con las
directrices sanitarias sobre actividad física.
Método: Participaron 1.853 estudiantes de entre 10
y 18 años de edad (13,7 ± 1,8). La medida de la percepción de esfuerzo se
realizó con el Pictorial
Children´s Effort Rating Table (PCERT). Todas las clases fueron grabadas y
observadas por expertos que informaron sobre el contenido y la duración de la
clase.
Resultados: Los resultados muestran que la duración
de las clases de EF fue de 38,7 (± 4,9) minutos. El tiempo medio de actividad
física fue de 22,3 (± 4,8) minutos. La valoración de la percepción de esfuerzo
obtiene una puntuación de 4,57 (± 2,0) sobre 10. El género produce diferencias
significativas en la percepción de esfuerzo (p < 0.01), pero no la edad. El contenido de “condición física”
marca diferencias significativas con el resto de contenidos curriculares (p < 0.001).
Conclusiones: Se concluye que la clase de EF no
cumple las directrices curriculares sobre el tiempo asignado a esta materia
escolar. Además, el tiempo real de actividad física no alcanza, al menos, los
treinta minutos mínimos necesarios para lograr beneficios para la salud. Sólo
para uno de cada tres alumnos la clase representa un esfuerzo con intensidad
vigorosa.
PALABRAS CLAVE: percepción de esfuerzo; clase de educación
física; actividad física; salud pública; niños y adolescentes; España.
ABSTRACT
The purpose of this
study was to assess students’
perceived exertion in a Physical Education (PE) setting. In addition, it was analyzed the class
actual duration, the average time for physical practice, and its relationship with the health guidelines on physical
activity.
1,853
males and females between
10 and 18 years old (M=
13.7 ± 1.8) participated in this
study. The measure of perceived exertion was performed
using the Pictorial Children's Effort Rating Table (PCERT). All classes were
recorded (videotape) and observed
by experts who reported scores on the content
and the duration of the PE sessions.
The results indicated:
(1) a PE class duration of
38.7 (± 4.9) minutes, (2) an average
time for physical practice (M= 22.3 ± 4.8) minutes and (3) students’ perceived exertion scores (M= 4.57 ± 2.0) on
a 10-point scale. Significant
gender differences were observed on
perceived exertion (p
<0.01), especially on Fitness' content (p <0.001).
The duration of PE class
is not respectful
of the curriculum guidelines with respect to the
time that would be allocated to
this subject at school. Actual-time physical activity does not
reach at least the thirty minutes of physical exercise necessary to expect
health benefits. The class represents
an effort with vigorous intensity
only for one out of three
students.
KEYWORDS: perceived exertion; physical education
class; physical activity; public health; children and adolescents; Spain.
INTRODUCCIÓN
La falta de actividad física constituye uno de los
factores más influyentes en el incremento de las enfermedades no trasmisibles, de
tal manera que las negativas repercusiones sobre la salud constituye en la
actualidad uno de los centros prioritarios de las políticas sanitarias y educativas(1-2). A pesar de las
evidencias sobre los beneficios físicos y emocionales de la actividad física(3-4), durante la adolescencia
se produce un importante descenso en la frecuencia de actividad física(5-6-7).
Este hecho es relevante porque durante ese período se establecen patrones de
comportamiento que influyen de manera decisiva en la salud y en el estilo de
vida en la edad adulta(8-9).
Actualmente, existe un consenso
internacional sobre la necesidad de que niños y adolescentes realicen actividad
física todos los días de la semana durante, al menos, 60 minutos diarios para
alcanzar beneficios para la salud(10-11).
Sin embargo, en el mejor de los casos, el porcentaje de los que cumplen las
orientaciones no supera la mitad de la población en edad escolar(12).
Consecuentemente, los
especialistas reunidos en Japón, con ocasión de la 4ª World Conference on Women and Sport(13), insistieron en la necesidad de situar a la
Educación Física (EF) como uno de los centros de atención prioritaria para la
promoción de estilos de vida saludables entre la población en edad escolar,
instando directamente a los países, asociaciones y universidades a fomentar la
investigación específica sobre esta
materia escolar. Existen al menos dos razones que justifican la atención
destacada a la clase de EF. Una, porque diversos estudios han concluido que la
clase de EF constituye el único tiempo en el que la mitad de la población
realiza algún tipo de actividad física(6-14).
La otra, porque el grado de satisfacción de los adolescentes con las
clases de EF y su calidad son factores influyentes en la adherencia a la
actividad física y en la adopción de un estilo de vida activo y saludable(15-16-17).
En este contexto, una de las necesidades de
la investigación se centra en la valoración de la actividad física que se
realiza en las clases de EF, tanto por su duración como por su intensidad, así
como el análisis de su relación con las recomendaciones de los organismos
sanitarios y asociaciones científico-médicas anteriormente señaladas. La medida
de la duración real de las clases no ofrece dificultades. Sin embargo, más
compleja es la medida del tiempo efectivo de actividad física, aspecto que
suele realizarse a través del seguimiento cronometrado de alumnos-piloto(18).
En cuanto a la intensidad de la actividad
física dos son los procedimientos generales más habituales. Por un lado, cuando
la muestra seleccionada es reducida la medida se realiza por procedimientos
objetivos como los diferentes tipos de
la monitorización fisiológica. Por otro lado, cuando la muestra es elevada, la
medida de la intensidad ha sido explorada a través del auto-informe de la
percepción de esfuerzo, bien por medio de diarios de entrenamiento o bien a
través de cuestionarios. La medida de la intensidad a través de la percepción
de esfuerzo ha mostrado una correlación positiva con
indicadores objetivos fisiológicos tanto en sujetos entrenados como no entrenados(19-20-21). Además permite,
entre otras ventajas, estudiar a grandes grupos de población con economía de
recursos y facilidad de aplicación.
En las últimas décadas, los instrumentos para valorar la percepción
de esfuerzo experimentaron una evolución para adaptarse a diferentes grupos de
la población. La escala más difundida fue
Duro Se
puso algo duro Muy,
muy suave Muy
suave Suave Estaba
notando el esfuerzo Empezaba
a ser duro Muy
duro Tan
duro que iba a parar Muy,
muy duro
Fig.
1. PCERT Pictorical Children’s Effort Rating Table (Yelling at al.,
2002)
La relación entre la percepción de esfuerzo y
la frecuencia cardiaca ha sido operativizada con una
alta fiabilidad, de manera que los valores 4 y 5 de la PCERT
se corresponden con las 140 y 150 ppm como valor medio(31-32).
Teniendo en cuenta la edad de los participantes en nuestro estudio, las 150 ppm
coinciden con el límite inferior de la zona de esfuerzo óptima en la que debe
situarse el ejercicio físico para que produzca efectos saludables y mejora de
la capacidad cardiorrespiratoria(33).
En nuestro país, en el ámbito de las clases de EF
los estudios sobre percepción de esfuerzo son muy escasos y referidos a
pequeños grupos de población(34-35),
siendo necesarios estudios que, como el nuestro, hace referencia a un gran
grupo de población.
En síntesis, el propósito de este estudio ha sido
el de tratar de conocer la percepción de esfuerzo de los alumnos en las clases
de Educación Física, así como otros parámetros como la duración y el tiempo
efectivo de actividad física de las clases, y su relación con las directrices
sanitarias sobre la actividad física como factor de salud.
MÉTODO
Participantes
Participaron 1.853 estudiantes de entre 10 y 18
Años de edad (13,7 ± 1,8). Un 48,6% eran chicos y un 51,4% chicas. Se trata de
un estudio randomizado
por clusters, agrupados a los efectos de análisis en
tres grupos: G1-PRI, estudiantes de 5º y 6º cursos de Primaria; G2-SEC,
estudiantes de 1º y 2º de Secundaria; y G3-SEC, estudiantes de 3º y 4º de
Secundaria. El
estudio se ha llevado a cabo sobre un total de 163 clases de EF.
Medidas
La intensidad de las clases fue medida con
Además, los observadores externos (dos/tres
observadores en cada clase) recolectaron datos sobre el contenido y duración de
las clases. Los contenidos fueron agrupados en seis categorías: 1) Condición
Física; 2) Deportes Tradicionales; 3) Deportes Alternativos (juegos); 4)
Expresión Corporal y Danzas; 5) Juegos y habilidades motrices básicas; 6)
Otros. A los efectos de duración de la clase, el tiempo fue computado desde que
el profesor comenzaba a explicar hasta que se interrumpía la clase y el
alumnado abandonaba el lugar.
Contexto y proceso
Después de una familiarización con la escala
anterior a la primera aplicación,
Tratamiento de los datos
Se utilizó el programa SPSS 17.0 (SPSS Inc., Chicago, Illinois, USA). El análisis estadístico se centró en los
descriptivos media y desviación típica, así como en el cálculo de la t-test y de
Previsión ética
De acuerdo con los criterios de actuación ética del
Comité de Ética de la Investigación (CEI) de la institución de los autores, se
solicitaron los permisos a los padres (consentimiento firmado) y se solicitó la
participación voluntaria y libremente consentida de los alumnos participantes.
RESULTADOS
La duración media de las clases de EF fue de 38,7
(± 4,9) minutos. En ese tiempo, los alumnos permanecen en actividad una media
de 22,3 (± 4,8) minutos.
Para el total de la muestra, la media de valoración
media de la percepción de esfuerzo no alcanza la puntuación 5 (4,57 ± 2,0)
(Tabla 1). El t-test permite observar diferencias significativas de
género en el total de la muestra (p < 0.01), así como en cada uno de
los grupos G1-PRI (p < 0.01) y G3-SEC (p < 0.05).
Tabla 1. Percepción de esfuerzo
(PEs) por género y curso (Media y desviación
típica) |
||||||
Chicos |
|
Chicas |
||||
Grupo-curso |
N |
PEs |
|
N |
PEs |
p |
|
901 |
4,42 (2.1) |
|
952 |
4,72 (1.9) |
0.002 |
G1-PRI |
234 |
4.31 (2.3) |
|
286 |
4.85 (2.0) |
0.004 |
G2-SEC |
318 |
4.62 (2.2) |
|
357 |
4.69 (2.0) |
0.693 |
G3-SEC |
349 |
4.31 (2.0) |
|
309 |
4.62 (1.8) |
0.033 |
Para el conjunto de la muestra el grupo-curso no
produce diferencias significativas (F
= 1,752, p = 0.174). No obstante, el
Post-hoc Scheffe muestra diferencias
significativas entre los alumnos del G1-SEC (primer ciclo de Secundaria) y los
del G3-SEC (cursos 3º y 4º) (p < 0.001). Estas diferencias significativas se
concretan en que la percepción de esfuerzo se eleva en ese último ciclo de
Tabla 2. Distribución de la
población de acuerdo con la percepción de esfuerzo (%, género y curso) |
||||
Género |
Grupo-curso |
< 5 puntos |
5 puntos |
> 5 puntos |
Chicos |
|
61.4 |
9.0 |
29.6 |
|
G1-PRI |
64.5 |
8.1 |
27,4 |
|
G2-SEC |
58.5 |
8.2 |
33,3 |
|
G3-SEC |
61.9 |
10.3 |
27,8 |
Chicas |
|
55.8 |
12.8 |
31.4 |
|
G1-PRI |
52.4 |
13.3 |
34,3 |
|
G2-SEC |
57.4 |
11.5 |
31,1 |
|
G3-SEC |
57.0 |
13.9 |
29,1 |
Los
resultados ilustran que sólo las clases con contenido de “condición física”
obtienen una puntuación de percepción de esfuerzo por encima del valor 5 (5,79
± 2,0). Dicho factor produce diferencias significativas cuando se comparan las
clases de “condición física” con el resto de los contenidos (p <
0.001) (Tabla 3).
Tabla 3. Percepción de esfuerzo
en la clase en función del contenido (media y desviación típica) |
||||
Contenido |
Total muestra |
Chicos |
Chicas |
p |
Condición Física |
5.79 (2.0) |
5.64 (2.2) |
5.93 (2.0) |
0.246 |
Deportes
tradicionales |
4.63 (1.9) |
4.55 (2.0) |
4.71 (1.8) |
0.260 |
Deportes
alternativos |
4.04 (1.6) |
3.68 (1.6) |
4.35 (1.5) |
0.001 |
Expresión
Corporal |
3.70 (2.1) |
3.66 (2.2) |
3.73 (2.0) |
0.826 |
Habilidades
motrices básicas |
4.66 (2.1) |
4.13 (2.2) |
5.18 (1.8) |
0.001 |
Otras |
4.07 (2.0) |
4.09 (2.3) |
4.06 (1.8) |
0.893 |
El
género produce diferencias significativas sólo en los contenidos de deportes
alternativos (t = -3,426, p < 0.001) y habilidades motrices básicas (t
= -3,517, p < 0.001).
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Este estudio tuvo por objeto conocer la percepción
de esfuerzo que para los alumnos representan las clases de EF. Así como,
conocer características de la clase como su duración y el tiempo de actividad
física. Ambos factores se exploran por la necesidad de valorar todas aquellas
posibilidades de práctica de actividad física que acerquen a la población
escolar al cumplimiento de las recomendaciones sanitarias respecto de la
adopción de un estilo de vida activo y saludable.
Como se ha podido comprobar, la duración
media de la clase (38,7 minutos) se aleja significativamente de los sesenta
minutos que marca la norma para los dos períodos semanales. Diversos aspectos
registrados por los observadores del equipo de investigación, como la organización
que realiza el centro educativo del horario semanal, el cambio de ropa y una
mínima atención higiénica posterior al desarrollo de la clase de EF y, en
ocasiones, la distancia hasta la instalación deportiva, son factores que hacen
disminuir significativamente el tiempo real de la clase. Además, la duración
señalada no se corresponde sólo con la actividad motriz, sino también con
procesos organizativos y de comunicación profesor-alumno, de manera que el
tiempo en el que se realiza algún tipo de actividad física es 22,3 minutos de
media. Este resultado confirma los encontrados en otros estudios(18-36).
En consecuencia, aun acogiéndose a las directrices de aquellas organizaciones
que señalan que los niños y adolescentes deberían realizar, al menos, 30 minutos
de actividad diaria de carácter intenso, cabe señalar que la actividad física
que se desarrolla en las clases no alcanza ese mínimo que garantizaría el
cumplimiento de esas recomendaciones los días en que se desarrolla la clase. Si se tiene en cuenta que, como se ha
señalado anteriormente, en las edades de entre 12 y 18 años la mitad de la
población sólo realiza la actividad física semanal de las clases de EF(7-14), se debe concluir que a los
efectos del computo de las recomendaciones sanitarias de actividad física ese
alto porcentaje de la población debe ser considerado como totalmente inactivo.
Por tanto, al menos ese 50% de la población constituye un grupo de riesgo, de
acuerdo con los criterios de salud pública, para padecer sobrepeso y las enfermedades
asociadas(1-2-4).
Aunque la intensidad de la clase no es el único
factor para valorar la enseñanza de
Las chicas informan de una mayor percepción de
esfuerzo que los chicos en la realización de la clase. Su peor capacidad de
adaptación cardiorrespiratoria, evaluada en estudios anteriores(6),
puede ser el principal motivo, ya que los observadores externos reportan que,
en general, las actividades de clase se realizan al ritmo personal que cada
alumno y alumna marcan. Ese puede ser el mismo motivo por el que la edad no
produce diferencias significativas en la percepción de esfuerzo.
El contenido constituye la variable más influyente
en la percepción de la intensidad. Las clases que desarrollan tareas orientadas
a la mejora de la “condición física” son las únicas que reciben una valoración
de percepción de intensidad por encima de 5 puntos en la escala, tanto entre
los chicos como entre las chicas. Aun así, cabe señalar que sólo un 55,7% de
los participantes en las clases de “condición física” ofrecen puntuaciones >
5.
En síntesis, los resultados permiten establecer
algunas conclusiones: 1) las clases de EF tienen una duración muy corta y
alejada de los sesenta minutos reales que deberían tener; 2) esta escasa
duración de la clase origina que el tiempo en el que los alumnos realizan
actividad física sea también muy pequeño, y bastante alejado de los 30 minutos
de actividad vigorosa; 3) la percepción de esfuerzo representa para la mayoría
de la población estudiada niveles correspondientes a las 140-145 ppm
aproximadamente, lo que constituye una escasa intensidad para alcanzar
beneficios de la actividad física sobre la salud; y 4) sólo las clases en las
que prima un contenido de “condición física” suponen para los alumnos un
esfuerzo de intensidad suficiente para que pueda obtenerse un beneficio para la
dimensión biológica de la salud.
Con ello, no se pretende afirmar que la clase de
Educación Física no esté siendo adecuada para el logro de los objetivos
curriculares de esta materia escolar. No obstante, se observa la necesidad de
poner en práctica estrategias que permitan elevar el nivel de exigencia en la
intensidad de las tareas desarrolladas con el objeto de alcanzar, al menos una
valoración media de 6 puntos de la escala. Al mismo tiempo, es necesario
proceder a modificaciones organizativas de los horarios de los centros
educativos que permitan elevar el tiempo real de duración de la clase
aproximándolo a los sesenta minutos en cada una de las sesiones. Con la
conjunción de ambas propuestas, al menos se lograría que toda la población en
edad escolar dispusiera de dos momentos semanales en los que realizan una
actividad física que debe contribuir a paliar los negativos efectos que el
sedentarismo está originando en la actualidad creando una alarma de salud
pública.
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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte- vol. 10 - número 40 - diciembre
2010 - ISSN: 1577-0354