Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte- vol. 11 - número 42 - junio 2011 - ISSN: 1577-0354
Gonzálezjurado, J.A.; Vivas Moreno,
M. y Floría Martín, P. (2011). Análisis por fotogrametría 3D
de la técnica de swing de una golfista profesional. Revista
Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol.
11 (42) pp. 236-254. Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista42/artanalisis208.htm
ORIGINAL
ANÁLISIS POR FOTOGRAMETRÍA 3D DE
ANALYSIS BY 3D PHOTOGRAMMETRY OF TECHNIQUE OF SWING IN
A FEMALE PROFESSIONAL GOLF PLAYER
Gonzálezjurado,
J.A.1; Vivas Moreno, M.2 y Floría
Martín, P.3
1 Departamento de Deporte e Informática. Universidad
Pablo de Olavide de Sevilla. España. jagonjur@upo.es
2 D.E.A. en
3 es Departamento
de Deporte e Informática. Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. España.
pfloriam@upo.es
Código UNESCO:
2406.04 Biomecánica.
Clasificación del Consejo de Europa: 3. Biomecánica
del Deporte.
Recibido 6 de octubre de 2009
Aceptado 25 de febrero de 2010
RESUMEN
El swing es la acción técnica fundamental del
golf, por tanto, es fundamental comprender sus
parámetros de eficacia. El objetivo de este estudio es analizar la
ejecución del swing y proporcionar un modelo técnico de ejecución en el golf
femenino.
Se estudió una jugadora de golf profesional. Se
analizaron 5 swings que, a criterio de la golfista, se habían ejecutado correctamente. Para el registro de los datos se
utilizaron técnicas de fotogrametría 3D mediante un programa de captura de
movimiento por seguimiento óptico. Se obtuvieron valores de variables
cinemáticas angulares.
La mayor parte de las articulaciones analizadas
registraron rangos de movimiento coincidentes con los patrones de eficacia
reportados en la literatura. Cabe destacar una gran rotación de los ejes de
cadera y hombros al final del arranque. Según los datos obtenidos, el sujeto
presenta un swing ajustado a los parámetros de eficacia que se reportan en la
bibliografía especializada.
PALABRAS CLAVE: golf, swing, cinemática, biomecánica.
ABSTRACT
The fundamental technical movement of golf
is the swing. Therefore, it is essential to understand its parameters in terms
of efficacy. The objective of this study is to analyze the execution of the
swing and provide a technical model for execution by female golfers.
A
female professional golfer was studied. Five swings were examined that,
according to golf player's criteria, were correctly performed. Techniques of 3D
photogrammetry were used to examine the data. A
system of movement capture, based on optic tracking, was also used. Principal
kinematics angular variables were assessed.
Most of the articulations studied showed
ranges of movement coincident with the patterns of efficacy reported in the
literature. It is pertinent to highlight a great rotation of the axes of hips
and shoulders at the end of the back-swing. The subject shows a swing adjusted
to the parameters of efficacy that are reported in the specialized literature.
KEY WORDS: Golf, swing, kinematics, biomechanics
INTRODUCCIÓN
El swing, aquella sucesión de movimientos que
culmina en la cabeza del driver golpeando la bola, puede ser considerado como
el elemento central sobre el que se construye todo el juego de golf. Un swing
se divide en cuatro partes principales: arranque (backswing),
bajada (downswing), el impacto y seguimiento (follow through) (Hay, 1993). Los instantes más importantes en el
swing de golf son el stance o posición inicial, el
top of backswing (la pausa al final del arranque o
preparación) y el impacto (Ball y Best, 2007).
Posición Inicial: La posición inicial para la ejecución de un swing de golf debe
alinear correctamente el golfista con el objetivo, establecer un equilibrio
dinámico y estático, en una buena posición biomecánica y proporcionar un agarre
efectivo del palo (Geisler, 2001).
Para todos los golpes enteros el golfista
debería colocar los pies de forma que formaran un cuadrado con la línea del
objetivo. Las caderas deben estar paralelas
o un poco abiertas respecto a la línea objetivo, la columna inclinada hacia
delante entre 35 – 45º (Hardy y Andrisani, 2005).
Egret y col., (2006), informaron que la
distancia media en la posición inicial entre los pies fue de 61.3 ±
Arranque: El objetivo del arranque es posicionar y alinear la cabeza del
driver del golfista para que el jugador pueda realizar una bajada precisa y potente y para
estirar los músculos y articulaciones que son responsables de la generación de
energía que generará la cadena cinética en la bajada. Por ende es necesario
conocer cuál debe ser el plano del swing. La zona del plano del swing de cada
golfista viene determinado por la posición inicial del palo y del golfista, la
cual variará dependiendo de la longitud del palo, el “lie angle”
(ángulo formado por la cabeza del palo y el eje) y la postura inicial (Cochran y Stobbs, 1968; Wallace, Grimshaw, y Ashford, 1994).
Desde el punto de vista biomecánico, el
promedio de la rotación del eje de hombros (78–102º) y rotación del eje de
caderas (47–55º) en lo alto del arranque, varía dependiendo del nivel del
jugador (Burden, Grimshaw,
y Wallace, 1998; Geisler, 2001; Hume
y cols., 2005). El final del arranque se
alcanza con las manos al nivel o ligeramente por encima de la altura de la
cabeza, el tronco girado alrededor de 90º de su posición original, y la muñeca
amartillada para que el eje del palo se encuentre sobre y detrás de la cabeza a
unos 45 grados por encima de la horizontal (Barrentine
y cols., 1994).
La rotación externa del brazo sobre el hombro
y la supinación del antebrazo son muy importantes en la ejecución del swing de
golf. Estos movimientos de rotación en los respectivos ejes longitudinales, no
son apreciables desde una aproximación en 2D. Tradicionalmente no se les ha
dado la suficiente importancia a estas acciones en la instrucción y el
entrenamiento del golf (Teu y col., 2006).
Bajada: El
objetivo del “downswing” es conseguir que la cabeza
del palo llegue al punto de impacto desplazándose a la
máxima velocidad en la dirección requerida y con la cara de palo
"apuntando" en esa misma dirección (Hay, 1993).
La bajada puede ser dividida en dos subfases,
la fase del swing hacia delante, la cual inicia el movimiento hacia abajo del
palo; y la fase de aceleración, la cual acelera el palo hacia abajo (Jobe, Moynes, y Antonelli 1986).
Los extensores de la cadera y el aductor
mayor inician la rotación pélvica durante el swing hacia delante (Bechler y cols., 1995), aunque algunos autores han expuesto
que la acción excéntrica de los músculos del tronco inicia la secuencia de la
bajada (Geisler, 2001; Okuda
y cols., 2002). La rotación pélvica comienza antes de que los brazos hayan
completado el arranque (Bechler y cols., 1995; Gatt y cols., 1998; Okuda y
cols., 2002).
Nesbit y Serrano (2005), expresaron
el timing o secuencia de máximos de velocidad
mediante una función matemática. La secuencia de máximos de velocidad previos
al impacto, para un golfista diestro, fue la siguiente: cadera izquierda,
cadera derecha, tronco, hombro izquierdo, hombro derecho, codo izquierdo, codo
derecho, muñeca izquierda y muñeca derecha.
Los swings muy técnicos usan la fuerza
centrífuga y la conservación del momento angular para obtener la máxima
velocidad de la cabeza del palo en el impacto (Milburn,
1982).
Impacto: En el momento del impacto, el ángulo espinal primario (ángulo
que forman el tronco y el muslo en el plano sagital) llega a 34º
aproximadamente, comparado con los 45º de la posición inicial y el ángulo
espinal secundario (ángulo formado por la inclinación del hombro debido a la
lateralización de la columna vertebral y al descenso y rotación de la escápula
necesarios para que una mano se sitúe por debajo de la otra en el agarre del
palo) llega a 28º comparado con los 16º de la posición inicial (McTeigue y cols., 1994).
Seguimiento: El propósito del seguimiento es decelerar el cuerpo y la cabeza del
palo utilizando la acción de la musculatura excéntrica (Pink y cols., 1993).
Las manos y las muñecas siguen el camino del plano del swing. Cuando las
manos alcanzan el nivel de los hombros, se flexionan los codos para disminuir
la velocidad de los brazos y de rotación del tronco mientras mantiene la
estabilidad postural (Hume y cols., 2005).
El objetivo del presente estudio fue analizar
la acción del swing mediante la utilización de fotogrametría 3D para
proporcionar la descripción de un modelo técnico de ejecución.
El sujeto de estudio fue una jugadora
profesional de golf, diestra, de 30 años, altura
Este estudio siguió las normas de ética de la
declaración de Helsinki.
Se analizaron 5
swings que, a criterio de la golfista, se habían ejecutado correctamente. El material utilizado fue
el siguiente:
·
Cuatro cámaras JAI
M50IR con resolución PAL. Frecuencia de filmación de 50 fotogramas
por segundo. Ubicadas según se muestra en la imagen.
·
Un chaleco, una gorra y batería de 22 marcadores reflectores.
·
Un ordenador de control.
·
Un driver de golf, un tee, y una bola de
entrenamiento de golf.
·
Programa de análisis de datos CLIMA y 3D SWING ANALYSER
comercializado por la empresa STT®.
El sistema CLIMA
es un sistema óptico de captura y análisis del movimiento automático, que
proporciona de manera inmediata resultados en forma de curvas biomecánicas.
Permite ver las capturas mediante una aplicación para vistas 3D, o imágenes
reales de la acción realizada.
El proceso de
calibración permitió definir un marco global de referencia para todas las
cámaras usadas en el sistema óptico de captura de movimiento. El objetivo
principal del proceso de calibración fue computar los parámetros extrínsecos e
intrínsecos para cada cámara concreta. Los parámetros extrínsecos son los
vectores y ángulos que definen la posición y orientación de cada cámara. Los
parámetros intrínsecos son factores numéricos que definen las características
particulares de la óptica usada por cada cámara particular. El número y el
significado de los parámetros intrínsecos dependen del modelo matemático usado
para los lentes. El sistema usa un modelo matemático no lineal para lentes, el
cual tiene en cuenta la distorsión geométrica generada por lentes de distancia
focal corta. Para este caso particular, los parámetros intrínsecos incluyen los
factores de escala así como también los coeficientes radiales y tangenciales de
distorsión.
Posterior al proceso de calibración y con el fin de obtener un modelo
biomecánico para representar los movimientos del deportista se colocaron 22
marcadores siguiendo las indicaciones descritas en el manual del sistema CLIMA:
El sistema
incorpora un módulo del software que calcula todos esos parámetros en una forma
completamente automática. Este módulo computacional toma como los datos de
entrada un conjunto de imágenes de una herramienta de calibración a partir de
los marcadores. La posición relativa entre esos indicadores es perfectamente
conocida. Las proyecciones de los marcadores en el sistema de calibración son
calculadas en cada frame tomado en el proceso de
calibración.
Se evaluaron variables espaciales angulares:
·
Rotación
de los hombros: Ángulo entre el eje de hombros y la línea de objetivo. La línea
de objetivo es un vector cuya dirección y sentido apunta hacia el objetivo que
se quiere alcanzar con el golpeo.
·
Rotación
de caderas: Ángulo entre el eje de caderas y la línea de objetivo.
·
Separación
torso-pélvica: Resultante en grados de la diferencia entre la rotación de
hombros y la rotación de caderas.
·
Rotación
de rodillas: Ángulo entre el eje de rodillas y la línea de objetivo.
·
Rotación
de tobillos: Ángulo entre el eje de tobillos y la línea de objetivo
·
Ángulo
de flexo-extensión de la columna: Ángulo entre el eje cadera-rodilla y el eje
cintura-cuello.
·
Ángulo
de flexo-extensión del cuello: Ángulo entre el eje cuello-cintura y el eje
cuello-cabeza.
·
Ángulo
de flexo-extensión de hombro derecho e izquierdo: Ángulo entre el eje
hombro–codo y el eje cuello-cintura.
·
Flexo-extensión
del codo derecho e izquierdo: Ángulo entre el eje codo-hombro y el eje
codo-palo.
·
Abducción
y aducción del hombro derecho e izquierdo: Ángulo entre el eje hombro
derecho-codo derecho y el eje cuello-cintura.
RESULTADOS
Los datos obtenidos por las técnicas de
fotogrametría se exportaron a hojas de cálculo Excel® para poder
describir los ángulos y velocidades motivos de estudio.
Las gráficas se elaboraron a partir de los
valores medios y desviaciones estándar de cada variable respecto al tiempo
normalizado en porcentaje.
En la tabla 1 se muestran los valores medios de las variables
espacio-temporales más relevantes y su desviación estándar en cada una de las
fases significativas para la descripción del swing en golf.
Tabla 1.
Variables cinemáticas espaciales angulares
durante un swing de golf. Valores en grados [Media ± (SD)] |
||||
VARIABLES |
POSICIÓN
INICIAL |
PICO DE
ARRANQUE |
IMPACTO |
SEGUIMIENTO |
Flexión del tronco |
146 ± 3 |
146 ± 6 |
152 ± 1 |
155 ± 3 |
Flexión del cuello |
165 ± 1 |
167 ± 1 |
165 ± 1 |
161 ± 5 |
Flexión hombro derecho |
52 ± 3 |
67 ± 3 |
47 ± 3 |
91 ± 28 |
Flexión hombro izquierdo |
45 ± 3 |
107 ± 1 |
55 ± 2 |
-4 ± 21 |
Abducción hombro dcho. |
-10 ± 2 |
48 ± 7 |
4 ± 3 |
-92 ± 80 |
Abducción hombro izqdo. |
-8 ± 5 |
-117 ± 5 |
-15 ± 3 |
42 ± 14 |
Flexión codo derecho |
26 ± 1 |
89 ± 4 |
32 ± 3 |
104 ± 5 |
Flexión codo izquierdo |
18 ± 0 |
31 ± 1 |
23 ± 1 |
146 ± 3 |
Rotación eje hombros |
0 ± 1 |
-116 ± 4 |
30 ± 6 |
183 ± 4 |
Rotación eje caderas |
5 ± 1 |
-54 ± 2 |
66 ± 5 |
127 ± 2 |
Rotación eje rodillas |
-1 ± 1 |
-29 ± 2 |
34 ± 2 |
67 ± 1 |
Rotación eje tobillos |
1 ± 2 |
1 ± 2 |
5 ± 3 |
40 ± 4 |
Flexión rodilla derecha |
18 ± 1 |
19 ± 5 |
29 ± 1 |
10 ± 1 |
Flexión rodilla izquierda |
24 ± 5 |
42 ± 5 |
12 ± 5 |
11 ± 5 |
Separación torso-pélvica |
(*) |
-62 ± 3 |
-36 ± 2 |
(*) |
(*) No se estudia esta variable en la posición inicial porque tiene un valor nulo. Tampoco se tiene en
cuenta en el seguimiento porque es
irrelevante. Hardy y Andrisani (2005). |
En la figura 1 se muestra la flexión del tronco con respecto al muslo y en
la figura 2 el ángulo de flexión del cuello con respecto al tronco. Media ±1
(SD).
En las figuras 3 y 4 se recogen los distintos valores de los ángulos de flexión
de la articulación de los hombros derecho e izquierdo respectivamente durante
las diferentes fases del swing de golf. Si se observa la desviación estándar a
lo largo del swing, podemos valorar la consistencia del gesto.
Las figuras 5 y 6 representan los ángulos que indican la abducción y
aducción de la articulación de los hombros derecho e izquierdo respectivamente a
lo largo del swing. Se puede apreciar perfectamente el movimiento contrario que
realiza un brazo respecto al otro en el arranque y en la bajada.
Las figuras 7 y 8 representan el comportamiento de los ejes de hombros y
caderas respectivamente a lo largo de las fases del swing. Se consideró
positiva a la rotación en sentido de las agujas del reloj y negativa en el
sentido contrario. En ambas rotaciones destaca la consistencia del patrón motor
de la participante que queda reflejada por la proximidad de las líneas de la
desviación estándar y la media.
En las figuras 9 y 10 se representa el comportamiento de los ángulos de
flexo-extensión de la articulación del codo a lo largo de las fases del swing.
Cabe destacar la extensión enérgica que realiza el codo izquierdo poco antes
del impacto.
Las figuras 11 y 12 representan el comportamiento de los ejes de
rodillas y tobillos respectivamente a lo largo de las fases del swing. Se consideró
positiva a la rotación en sentido de las agujas del reloj y negativa en el
sentido contrario. Se puede apreciar cómo la participación de las rodillas
tanto en el arranque como en la bajada es mayor que la de los tobillos. Esta
participación queda reflejada por el mayor rango articular de las rodillas con
respecto a los tobillos.
DISCUSIÓN
1.
Posición Inicial
Con respecto a la columna, según Hume y cols.
(2005), en la posición inicial el jugador debería mantener el tronco
flexionado. En el presente estudio, para comprobar dicha posición, se dividió
la columna en dos zonas, tronco y cuello. Se obtuvo una flexión de tronco de
146±3º y el ángulo de flexión del cuello fue 165±1º (tabla 1). Ambos resultados
demuestran que la participante en este estudio adoptaba una postura donde el
tronco se encontraba flexionado como se recomienda desde la literatura. Tanto
el ángulo de flexión del tronco como el del cuello deben mantenerse estables
durante todo el swing (Shamus y Shamus,
2001). Consecuentemente los valores obtenidos en esta posición servirán como
referencia para valorar el comportamiento de la columna en el resto de las
fases.
Según Hardy y Andrisani
(2005), los ejes de hombros y caderas deben estar paralelos o un poco abiertos
a la línea objetivo. La rotación del eje de hombros en la posición inicial fue
de 0±1º y la rotación del eje de caderas de 5±1º (tabla 1) con respecto a la
línea objetivo. Estos datos son similares con los obtenidos por Zheng y cols. (2008), que midieron una rotación de hombros
-13±5º y de caderas de -2±6º, a 25 jugadoras profesionales, o los obtenidos por
Burden y cols. (1998), que obtuvieron una rotación
del eje de hombros de -7 ± 10º y del eje de caderas de -5 ± 8º a ocho jugadores
diestros. Estos resultados confirman que la jugadora adoptó una posición
correcta durante el estudio.
En
cuanto a los hombros deberían estar flexionados por delante de la línea del
cuerpo y aducidos por delante del pecho para la sujeción del driver. El hombro
derecho se encontró flexionado 52 ± 3º y aducido -10 ± 2º (tabla 1), el hombro
izquierdo mantuvo una flexión de 45 ± 3º
y una aducción de -8 ± 5º (tabla 1). Estos datos confirman la posición
inicial de los hombros de la jugadora que se describe en los manuales (Hardy y Andrisani, 2005).
En lo que respecta al tren inferior, según
Hardy y Andrisani (2005), los pies se deberían
colocar formando un cuadrado con la línea de objetivo. Para comprobar la participación
del tren inferior en el swing, se estudiaron los ángulos de rotación del eje de
rodillas, que en la posición inicial fue -1 ± 1º y el de rotación del eje de
tobillos que fue de 1 ± 2º (tabla 1). Estos datos indicaron que los ejes se
encontraron en una posición paralela a la línea objetivo como recomienda la
literatura.
La rotación del eje de tobillos (tabla 1),
presentó una gran estabilidad durante prácticamente todo el gesto hasta el
impacto. Esta estabilidad nos permite
comprobar que el gesto es estable y equilibrado, es decir, aunque se trata de
un gesto explosivo, hay que mantener una estabilidad importante en la base de
sustentación del sistema para poder realizar un golpeo preciso (Hay 1993).
También se midieron los ángulos de flexión de
rodilla que fueron 18±1º para la rodilla derecha y 24 ± 5º para la izquierda
(tabla 1). Estos datos concuerdan con los publicados por Egret
y cols. (2003) en un estudio con siete jugadores de golf diestros
profesionales, que partieron desde una posición inicial de flexión de rodilla
derecha de 18±7º y de la articulación de la rodilla izquierda de 18±6º. Del
mismo modo también concuerdan con los datos de Hume y cols. (2005) que en su
artículo de revisión comentaron que el ángulo de flexión de rodillas en esta
fase debe estar comprendido entre 20 – 25º A la vista de los resultados del
presente estudio se podría confirmar que la jugadora mantuvo una posición
equilibrada en este instante.
2.
Arranque
El final del arranque lo marca el pico de
arranque (top of backswing) , que es el instante en el que la cabeza del palo alcanza su
posición más lateral, antes de empezar la bajada, y es la posición más elevada
de los brazos (McTeigue y cols., 1994).
Existe una alta correlación entre el vector
posición interacromion y el vector posicional del
tórax durante la posición inicial del swing, permitiendo una estimación
bastante precisa, pero este indicador no es útil para estimar la situación de
alineación del tórax en el top of backswing (Wheat y cols., 2007).
La flexión del ángulo de tronco en el pico de
arranque fue de 146 ± 3º y el ángulo de flexión del cuello fue de 165 ± 1º
(tabla 1) por lo que se comprobó que estos ángulos no varían durante toda la
fase de arranque de los datos obtenidos en la posición inicial, como se
recomienda en la bibliografía.
Según Hume y cols. (2005) los hombros rotan
hacia la derecha y tiran de la cadera hacia una posición rotada mientras que
los brazos ascienden. Durante esta fase, la participante en nuestro estudio
realizó una rotación de hombros y de caderas (figuras 7 y 8) tal como se
recomienda desde la bibliografía existente. Según Hardy y Andrisani
(2005) en el pico de arranque, el eje de hombros debe haber girado 90º y el eje
de caderas 45º. En el presente trabajo, el eje de hombros en este instante rotó
hasta 116 ± 4º y el eje de caderas alcanzó 54 ± 2º (tabla 1). Estas posiciones
fueron similares a las calculadas por Zheng y cols.,
(2008) que midieron una rotación de hombros en el pico de arranque de 109 ± 7º
y una rotación pélvica de 49 ± 8º en jugadoras profesionales de golf femenino.
También existen datos parecidos publicados por Egret
y cols., (2006), que obtuvieron una rotación de hombros de -109 ± 19º y de
caderas de -64 ± 12º. Todos estos datos confirman que la rotación que realizó
la deportista en el presente estudio fue adecuada conforme a las publicaciones
existentes y que las golfistas femeninas presentan rangos de movimientos más
amplios en estas variables.
En cuanto a la separación torso-pélvica,
estudios que han utilizado marcadores mediales, cercanos a la columna
vertebral, no han encontrado relaciones significativas entre la rotación de la
torso-pelvis en el pico de arranque y la distancia de golpeo o el nivel de
habilidad de los golfistas, pero los estudios que han utilizado marcadores
situados lateralmente en las caderas o en el acromion sí las han encontrado
(Myers y cols., 2008). En este trabajo la rotación a este nivel en el pico de
arranque fue de -62 ± 3º (tabla 1), dato que concuerda con los 59 ± 9º obtenidos
por Zheng y cols. (2008). Por lo que se podría
considerar que este dato se cumple en jugadoras profesionales de golf.
En lo que respecta al tren superior (para un
golfista diestro), el brazo derecho debe estar relajado para poder flexionarse
debido a la rotación de hombros. En el pico del arranque, el hombro derecho es
abducido y el hombro izquierdo es aducido horizontalmente por delante del pecho
(Hume y cols. 2005). En el presente estudio el hombro derecho se flexionó hasta una posición de 52 ± 3º y alcanzó una
abducción de 48 ± 7º (tabla 1). A su vez el hombro izquierdo se flexionó hasta
llegar a 107 ± 1º y en este caso, se produjo una gran aducción hasta llegar a
-117 ± 5º (tabla 1). Todos estos datos confirman que la participante realizó
los movimientos de abducción y aducción de hombros como se recomienda desde los
artículos revisados en la bibliografía.
En el tren inferior, el eje de rodillas rotó
hasta una posición de 29 ± 2º (tabla 1), la rodilla derecha apenas varió su
posición alcanzando en el pico del
arranque 19 ± 5º de flexión y la izquierda si experimentó una flexión mayor
llegando a 42 ± 5º (tabla 1). Estas medidas fueron muy parecidas a las
obtenidas por Egret y cols. (2003) en los que el
grado de flexión de la rodilla derecha fue de 23 ± 3º y el de la izquierda
fueron 38 ± 9º en jugadores de golf masculino. Por consiguiente, igual que
sucedió en la posición inicial, el ángulo de flexión de rodillas tampoco varió.
3.
Bajada e Impacto
En el momento del impacto, el ángulo del tronco
fue de 152±1º (tabla 1), este ángulo varió 8º con respecto a la posición
inicial y el pico de arranque. Estos datos concuerdan con los publicados por
Hume y cols. (2005) que informaron que en el momento del impacto, el ángulo
espinal primario aumenta 11º. En cuanto al ángulo del cuello, se midió una
flexión de 165±1º (tabla 1). Por tanto se puede afirmar que, en este estudio,
la jugadora mantuvo un grado de flexión de la columna bastante estable hasta el
momento del impacto (Figuras 1 y 2), como recomiendan los manuales (Shamus y Shamus, 2001).
El movimiento de la bajada es opuesto al
movimiento del arranque, por lo que los ejes de hombros y caderas rotan en
sentido contrario que en el arranque como se comprobó en el presente estudio
(figuras 7 y 8). Los ejes de hombros y de caderas presentaron una rotación
positiva, alcanzando 30 ± 6º y 66 ± 5º (tabla 1) respectivamente. Estos valores
se asemejan bastante a los publicados por Zheng y
cols. (2008), que obtuvieron un ángulo de -23 ± 10º de rotación de hombros y
-52 ± 11º de caderas. Por tanto, se puede afirmar que la rotación realizada por
el sujeto, coincidió con la citada en la bibliografía. La diferencia entre estas dos variables da
como resultado la separación torso-pélvica, la cual fue de -36±2º en este
instante (tabla 1). Evidentemente, al coincidir los datos anteriores, esta
variable también se asemejó a los 29 ±
9º de separación torso-pélvica obtenida por Zheng y
cols. (2008).
La rodilla derecha se flexionó hasta 29±1º y
la izquierda realizó una gran extensión hasta 12±5º (tabla 1). Se podría
comparar esta flexión con un estudio realizado por Egret
y cols. (2006), donde midieron una posición de 27±11º en la rodilla derecha y
de 17±8º en la izquierda. La gran extensión de la rodilla izquierda seguramente
fue realizada para propiciar el giro de cadera en el impacto.
4.
Seguimiento
Para desacelerar el cuerpo y la cabeza del
palo, el hombro izquierdo realiza un movimiento de abducción y el derecho de
aducción (Hume y cols. 2005), en el presente estudio, el hombro derecho
continuó con un movimiento de flexión hasta alcanzar 91±28º y también la
aducción hasta -92±80º (tabla 1). El
hombro izquierdo se extendió hasta -4±21º y realizó una abducción hasta llegar
a 42±14º (tabla 1). Por lo que se observó que los brazos siguieron el
movimiento de hombros tal como relatan Hume y cols. (2005) en su artículo de
revisión. De esta forma se consideró que el movimiento realizado por la
participante fue acorde se recomienda
desde la literatura revisada.
Cuando las manos alcanzan el nivel de los
hombros, los codos se flexionan para disminuir la velocidad de los brazos y de
rotación del tronco, mientras se mantiene la estabilidad postural (Hume y
cols., 2005). En el presente estudio se observó que ambos codos se flexionaron
llegando a 104±5º en el codo derecho y a 146±3º (tabla 1) en el izquierdo.
CONCLUSIONES
Los datos obtenidos de las diferentes
ejecuciones del swing realizadas por el sujeto analizado, ponen de manifiesto
que se trata de una acción técnica estable intrasujeto.
La mayoría de valores angulares valorados en
el sujeto estudiado coinciden con los valores reportados en los estudios
realizados en golfistas profesionales.
A tenor de los datos obtenidos en este
estudio, el sujeto presenta un swing ajustado a los parámetros de eficacia que
se reportan en la bibliografía especializada.
BIBLIOGRÁFÍA
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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte- vol. 11 - número 42 - junio 2011 - ISSN: 1577-0354