Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte- vol. 11 - número 42 - junio 2011 - ISSN: 1577-0354
Serra Puyal, J.R.; Generelo
Lanaspa, E. y Zaragoza Casterad, J. (2011).
Estados de cambio y
su relación con los niveles de actividad física en población adolescente. Revista
Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol.
11 (42) pp. 298-309. Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista42/artestados217.htm
ORIGINAL
ESTADOS
DE CAMBIO Y SU RELACIÓN CON LOS NIVELES DE ACTIVIDAD FÍSICA EN POBLACIÓN
ADOLESCENTE
EVOLUTION STATE AND CONNECTION
WITH THE LEVEL OF PHYSICAL ACTIVITY IN THE TEENAGERS POPULATION
Serra Puyal,
J.R.1; Generelo Lanaspa, E.2 y Zaragoza Casterad, J.3
1 Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Facultad
de Ciencias de la Salud y el Deporte. Universidad de Zaragoza. jrserra@unizar.es
2
Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Facultad
de Ciencias de la salud y el Deporte. Universidad de Zaragoza. generelo@unizar.es
3 Doctor en
Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Facultad de
Ciencias Humanas y de la Educación. Universidad de Zaragoza. zaragoza@unizar.es
Clasificación UNESCO: 3212 Salud pública
Código
del Consejo de Europa: 4.
Educación Física y deporte comparado
Recibido 26 de junio de 2009
Aceptado 4 de agosto de 2010
RESUMEN
Este estudio
pretende describir el estado de cambio y su relación con los niveles habituales
de actividad física de una muestra representativa de adolescentes de la
provincia de Huesca.
La muestra
la formaron 831 adolescentes (45,7% hombres y 54,3% mujeres) de una edad media
de 13,8 años (DS 1,4). Mediante el uso de dos cuestionarios se evaluó los
niveles de actividad física y los estados de cambio.
El 44,60% de
la población estudiada se sitúa en el estado de mantenimiento (realiza
actividad física desde hace más de 6 meses). Encontramos una débil, aunque
significativa correlación, entre los sujetos con mayor nivel de actividad
física y aquellos que se encuentran en el estado denominado “mantenimiento”
(r=0,36). Los sujetos que se encuentran en este estado tienen más posibilidades
de realizar actividad física.
Encontramos
relación entre los estadios de cambio y los niveles de actividad física
habituales de los adolescentes.
PALABRAS CLAVE: Adolescente, nivel actividad física,
estados de cambio, promoción del ejercicio.
ABSTRACT
The main objective of this study is to
describe the stage of change of a representative sample of teenagers in the
province of Huesca, and its connection with their
level of physical activity.
The sample was composed by 831 teenagers
(45.7% boys and 54.3% girls) with an average age of 13.8 (SD 1.4). The levels
of physical activity and the stage of change were evaluated through two
questionnaires.
44.60% of the sample can be found at the
maintenance stage (have been carrying out physical activity for more than 6 months).
We have found a weak although significant correlation between the individuals
with a higher physical activity level and those who are in the maintenance
stage (r=0.36). Individuals in this stage have more possibilities to practice
some physical activity.
As result of the study, we can conclude
there is connection between the stage of change and the level of physical
activity in teenagers.
KEY WORDS:
Teenager, physical activity level, stages of change, promoting exercise.
INTRODUCCIÓN
El fenómeno
del creciente y excesivo sedentarismo que se produce en sociedades avanzadas,
constituye un serio problema para la salud pública (World Health Organization,
2004). La inactividad prolongada es uno de los factores de riesgo más
importante respecto a las enfermedades cardiovasculares, y por tanto se ha
convertido en un tema de interés para numerosos estudios (Sallis, Prochaska, & Taylor,
2000). Uno de los modelos que permite detectar el nivel de
actividad física realizada por una población es el modelo de los estados de
cambio de Prochaska
& DiClemente (1982), Prochaska
& DiClemente (1983) y Prochaska, DiClemente, & Norcross
(1992).
Este modelo
tuvo sus orígenes en el estudio de la conducta del tabaquismo y actualmente se
ha utilizado también en el estudio de la adherencia al ejercicio físico, sobre
todo en sujetos adultos (Brawley & PoagDuCharme, 1993). Su utilización en el análisis de la
actividad física según Prochaska & Marcus (1994) intenta explicar la conducta de
ejercicio, como un proceso que transcurre por cinco etapas o estados
(precontemplación, contemplación, preparación, acción y mantenimiento). Según
el modelo de los estados de cambio, la clasificación de la población en función
de su grado de adherencia a la práctica de actividad física, supone que los
sujetos según el estado en el que se encuentran, no solo se diferencian en la
intención hacia la práctica, sino también en su comportamiento (De Bourdeaudhuij et al., 2005). Marshall & Biddle (2001), mostraron en un meta-análisis que
incluye 71 estudios, que cada estado de cambio se asociaba con diferentes
niveles de actividad física, diferentes niveles de percepción de auto-eficacia
y con la presencia en distinto grado de barreras para la participación en
actividad física. En la misma línea, Spencer, Adams, Malone, Roy, &
Yost (2006) en una revisión de 150 estudios, concluyeron que el
modelo de los estados de cambio podía ser aplicado satisfactoriamente a la hora
de entender y explicar la conducta del ejercicio. Una contribución importante
del modelo de los estados de cambio, es que asocia los determinantes de los
modelos psicosociales genéricos con la preparación del individuo al comportamiento
del cambio y que también proporciona las pautas para diseñar intervenciones (De Bourdeaudhuij et al., 2005), validándose también en población
adolescente. En España no existe ningún estudio en población adolescente que
haya utilizado este modelo de los estados de cambio y su relación con los
niveles de actividad física, a excepción del llevado a cabo por Montil (2004),
si bien su población era más joven en relación con nuestro estudio.
Los objetivos
de la investigación son describir el estado de cambio en relación a la práctica
de actividad física en el que se encuentra una muestra representativa de
adolescentes de la provincia de Huesca y analizar las relaciones de este modelo
con los niveles de actividad física.
MATERIALES
Y MÉTODOS
Muestra: El universo de población esta
formado por todos los alumnos y alumnas que estudian educación secundaria
obligatoria en la provincia de Huesca (España), compuesta según el censo de la Dirección
Provincial por 5.389 alumnos en centros públicos y 1.863 alumnos de centros
privados y concertados. El tamaño de la muestra se distribuyó en función del
peso del estrato considerado. Se ha utilizado una selección de casos por
muestreo estratificado, con un intervalo de confianza del 95%. Se trabajó con
una precisión de error del 3%, con una muestra teórica de 759, pero que se
sobredimensionó hasta 959 sujetos. Aplicados los criterios de inclusión
(contestar a todos los cuestionarios, tratarse de un día habitual y que el
entrevistador considerada correctas todas las respuestas) la muestra final
quedó establecida en 831 sujetos (45,7% hombres y 54,3% mujeres) con una edad
media de 13,8 años (DS 1,4).
Las variables se distribuyeron en
socio-demográficas (género, edad, titularidad del centro, situación
geográfica), relacionadas con los niveles de actividad física (gasto energético
total en kcal*kg-1*hora-1 (METs)) y relacionadas con la posibilidad de
realizar actividad física con regularidad (estado de cambio).
Instrumentos: Para conocer los niveles de actividad
física se empleó la adaptación de Cantera (1997) del cuestionario “Four by
one-day Physical Activity Questionaire” (Cale, 1993) de
Los estados
de cambio fueron evaluados mediante una pregunta basada en el cuestionario de Kearney, de Graaf,
Damkjaer, & Engstrom
(1999). Los encuestados debían escoger cual era la afirmación
que más se ajustaba a su situación de entre cinco afirmaciones: “No hago
ejercicio y no tengo interés” (pre-contemplación); “No hago ejercicio pero
quiero hacer” (contemplación); “Hago ejercicio de vez en cuando” (preparación);
“Hago ejercicio regularmente desde hace menos de 6 meses” (acción) y “hago
ejercicio regularmente desde hace más de 6 meses” (mantenimiento). Este
cuestionario se suministró una sola vez al final de todo el proceso de recogida
de datos.
Para
conocer la probabilidad de realizar actividad física en un futuro (el próximo
verano, el próximo año y cuando fuesen mayores) se utilizaron tres preguntas
extraídas del cuestionario elaborado por Sallis,
Taylor, Dowda, Freedson,
& Pate (2002) con preguntas que admitían 6 posibles niveles de
respuesta. En el estudio de fiabilidad realizado se obtuvieron valores
comprendidos entre 0,6 y el 0,9 de correlación. Todos los instrumentos fueron
aplicados por los propios responsables de la investigación.
Procedimiento: Todos los centros realizaron los
cuestionarios en la misma semana del año y con los mismos condicionantes para
estandarizar las condiciones (presencia del profesor, sentados en su aula,…).
En cada periodo se contestaron a dos cuestionarios distintos: uno sobre la
jornada escolar y otro sobre un día del fin de semana. Para el periodo de
invierno se eligió preguntar por el sábado y un día entre semana sin
realización de clase de educación física. En el periodo de primavera se
contestó a los que hacían referencia a la jornada del sábado y a un día escolar
donde sí realizaron clase de educación física. Los alumnos debían ir
contestando al ritmo que el entrevistador marcaba con una presentación en
power-point. Posteriormente contestaron al cuestionario de estados de cambio.
Se les animó a contestar de manera sincera, intentando ser lo más precisos
posibles y señalando todas las actividades realizadas ese día por
intrascendentes que creyeran que eran.
Análisis de datos: Los datos extraídos
de los cuestionarios fueron analizados mediante el paquete estadístico SPSS
13.0. Entre los test estadísticos empleados destacamos las tablas de
contingencia para la estadística descriptiva. Para el contraste de hipótesis se
utilizó la U de Mann-Whitney y prueba de Kruskal-Wallis, y la prueba de Rho de
Sperman.
RESULTADOS
El gasto
energético medio calculado a través de cuatro cuestionarios fue de 38,64 METs (DS 18,5
METs).
En la tabla 1 mostramos el gasto energético clasificándolo por géneros.
Tabla 1: Gasto energético
según hombres y mujeres (METs).
sexo |
N |
M |
DS |
IC 95% |
Sig. |
Masculino |
427 |
39,7 |
4,63 |
1,64 / 2,72 |
0,000 |
Femenino |
404 |
37,51 |
3,19 |
Los chicos tienen
un superior gasto energético, siendo las diferencias significativas (p<
0,05).
En la tabla
2 agrupamos los individuos por niveles de actividad física, a partir de su
gasto energético.
Tabla
2: Distribución de la muestra por niveles de actividad
física.
Nº SUJETOS |
% |
|
ACTIVO (+40 METs) |
244 |
29,40 |
MODERADAMENTE ACTIVO (Entre 39,99 y 37 METs) |
233 |
28,00 |
INACTIVO (Entre 36,99 y 33 METs) |
344 |
41,40 |
MUY INACTIVO (Menos de 33 METs) |
10 |
1,20 |
TOTAL MUESTRA VÁLIDA |
831 |
100 |
Se destaca
que un 41,4 % de los adolescentes de la muestra estudiada son clasificados como
inactivos, según el criterio de Cale.
Al analizar
los datos obtenidos mediante la cuestión de los estados de cambio obtenemos que
el 2,30% de los adolescentes se encuentran en el
estado de pre-contemplación, el 6,90% en el de contemplación, el 34,01% en el
de preparación, el 12,20% en el de acción y el 44,60% en el estado de
mantenimiento (Tabla 3).
Tabla 3: Frecuencia de los estados de
cambio.
Pre-contemplación
(No ejercicio ni interés) |
N |
19 |
% |
2,30 |
|
Contemplación
(No ejercicio pero quiero) |
N |
57 |
% |
6,90 |
|
Preparación (De vez en cuando) |
N |
282 |
% |
34,01 |
|
Acción (Desde menos 6 meses) |
N |
101 |
% |
12,20 |
|
Mantenimiento
(Desde más 6 meses) |
N |
369 |
% |
44,60 |
Un mayor
porcentaje de chicos (55,29%) que de chicas (33,25%) se sitúa en el estado de cambio
denominado “mantenimiento”. En cuanto a la edad, el 50,13 % de los chicos del
primer ciclo se sitúan en la fase de mantenimiento al realizar ejercicio desde
hace más de 6 meses, y en esta situación se encuentran el 39,9% de los alumnos
y alumnas del 2º ciclo. Para el tipo de centro escolar encontramos los mayores
contrastes en la fase de mantenimiento. El 55,44 % de los alumnos de centros
concertados se situaron en el estado de mantenimiento frente al 42,33% de los
sujetos de centros públicos. En el ámbito geográfico los sujetos de la ciudad
se encuentran en mayor porcentaje (53,17%) en situación de mantenimiento que
los del ámbito rural (37,85%). (Tabla 4)
El 64,46% de
los sujetos clasificados como activos se encontraron en el estado de mantenimiento,
así como el 49,36% de los moderadamente activos, el 27,99% de los inactivos y
el 20,00% de los muy inactivos.
Son los
chicos y los alumnos del primer ciclo los sujetos que se encuentran
mayoritariamente en el estado de mantenimiento (p<0,05). También los sujetos
que viven en la ciudad y los de mayor nivel de actividad física se encuentran
en mayor porcentaje en el estado de mantenimiento (p< 0,05). (Tabla 4 y 5)
Tabla 4: Estados de cambio según las diferentes variables.
|
Sexo |
Edad |
Enseñanza |
Geografía |
Nivel actividad física |
||||||||
Estado de cambio |
|
Masculino |
Femenino |
Primer
ciclo |
Segundo
ciclo |
Concertado |
Público |
Ciudad |
Rural |
Activo |
Moderadamente
activo |
Inactivo |
Muy
inactivo |
Pre-contemplación |
N |
9 |
10 |
5 |
14 |
3 |
16 |
9 |
10 |
2 |
5 |
11 |
1 |
% |
2,12 |
2,48 |
1,32 |
3,12 |
1,32 |
2,67 |
2,48 |
2,15 |
0,83 |
2,15 |
3,21 |
10 |
|
Contemplación |
N |
16 |
41 |
18 |
39 |
20 |
37 |
23 |
34 |
5 |
10 |
41 |
1 |
% |
3,76 |
10,17 |
4,75 |
8,69 |
8,77 |
6,17 |
6,34 |
7,31 |
2,07 |
4,29 |
12 |
10 |
|
Preparación |
N |
109 |
173 |
115 |
167 |
72 |
210 |
103 |
179 |
49 |
80 |
148 |
5 |
% |
25,65 |
42,93 |
30,34 |
37,19 |
31,58 |
35 |
28,4 |
38,5 |
20,25 |
34,33 |
43,2 |
50 |
|
Acción |
N |
56 |
45 |
51 |
50 |
18 |
83 |
35 |
66 |
30 |
23 |
47 |
1 |
% |
13,18 |
11,17 |
13,46 |
11,14 |
7,89 |
13,8 |
9,64 |
14,2 |
12,4 |
9,87 |
13,7 |
10 |
|
Mantenimiento |
N |
235 |
134 |
190 |
179 |
115 |
254 |
193 |
176 |
156 |
115 |
96 |
2 |
% |
55,29 |
33,25 |
50,13 |
39,87 |
50,44 |
42,3 |
53,2 |
37,9 |
64,46 |
49,36 |
28 |
20 |
Como se
puede apreciar en la tabla 5 las diferencias de las medias fueron
significativas para los sujetos del género masculino, los del primer ciclo, los
residentes en las ciudades y los clasificados como activos.
Tabla 5: Diferencias de las
diferentes variables en los estados de cambio.
Estudiando
el nivel de correlación entre los estados de cambio y el nivel de actividad
física obtuvimos un valor de r= 0,36 (p<0,05).
También,
analizando la relación entre los estados de cambio y la posibilidad de realizar
actividad física varias veces por semana el próximo año obtuvimos una
correlación de r=0,65; entre los estados de cambio y la posibilidad de realizar
actividad física el próximo verano una correlación de r=0,46 y cuando sean
adultos una correlación de r=0,46.
DISCUSIÓN
Esta
investigación demuestra una correlación débil aunque significativa entre los
estados de cambio y los niveles de actividad física de una población
adolescente, situando la mayoría de esta población en estados de mantenimiento
y hallando una significativa relación con la actividad física realizada en un
futuro, lo que a nuestro entender podría reforzar la idea de que este modelo
podría servir como complemento en la detección de sujetos poco activos.
Igualmente
es interesante la relación obtenida en nuestro estudio con la posibilidad de
realizar actividad física en un futuro, lo que esta en consonancia con estudios
dedicados a la influencia de la práctica de actividad física en la adolescencia
para la vida adulta (Godin & Shephard, 1990; Taylor, Blair, Cummings, Wun, &
Malina, 1999).
Diferentes
estudios (Marshall & Biddle, 2001) encontraron que el nivel de actividad
física aumentaba a medida que los sujetos se situaban en estados cercanos al de
mantenimiento. La mayor parte de la población estudiada se situó dentro del
estado de mantenimiento según el modelo de los estados de cambio (44,6%)
seguido del estado de preparación. Este hecho está en sintonía con otros
estudios como los de Nigg & Courneya (1998) que constató que un 49% de la
población de estudio se encontraba en estado de mantenimiento; Montil (2004), De Bourdeaudhuij
et al. (2005) y Sas-Nowosielski
(2007) con un 50%. Otros estudios, como los de Cardinal, Engels & Zhu (1998) y Kim (2004), sitúan a
sus poblaciones de estudio en la fase de mantenimiento y acción.
Entre
nuestra población, el porcentaje más elevado de chicos se situaron en el estado
de mantenimiento, siendo superior al porcentaje de chicas en esa misma
situación (p<0,05). En consonancia con estudios previos, estos mismos
resultados fueron recogidos por otras investigaciones (De Bourdeaudhuij et al., 2005; Hausenblas, Nigg, Downs, Fleming &
Connaughton, 2002; Souza & Duarte, 2005).
Los alumnos
y alumnas del primer ciclo informaron encontrarse mayoritariamente en estado de
mantenimiento, al igual que se encontró en un estudio de adolescentes belgas (De Bourdeaudhuij,
2003). De está manera se relacionan etapas de cambio más
cercanas al estado de mantenimiento con niveles más altos de actividad física
de diversa intensidad y dentro de diversos contextos, como así también se
recoge en el estudio realizado por Kim (2004).
Destacamos
el mayor porcentaje de adolescentes que se encuentran en la fase de mantenimiento
del contexto urbano sobre los adolescentes del contexto rural, posiblemente
debido a las influencias ambientales (climatología, estación del año, horas de
luz, día de la semana), tal y como apuntó Peiró-Velert, Devís-Devís, Beltrán-Carrillo & Fox (2008).
Los niveles
de actividad física de nuestra población es mayor a medida que los sujetos se
sitúan en estados de cambio más comprometidos con la adherencia a la
realización de actividad física (Montil, 2004). Otros autores observaron que los
mayores beneficios para la actividad física se daban desde la fase de
preparación a la de acción (Marshall & Biddle, 2001). Es posible que esto sea un fenómeno
específico en los adolescentes, puesto que el descenso en la actividad física
es típico en este periodo y es posible que no progresen en las etapas del
cambio de la precontemplación al mantenimiento como se esperaría en adultos. El
modelo de las etapas del cambio conductual hacia la actividad física puede
distinguir a las personas de acuerdo con su nivel y actitud hacia la actividad
física. Un estudio que contradice esa posible relación entre estados de cambio
y nivel de actividad física es el desarrollado por Suminski & Petosa (2002), que comprobaron en un estudio con
adolescentes de diferentes etnias, que los estados de cambio variaban con la
etnia y además la mitad de los clasificados como sedentarios y el 16% de los
activos se clasificaron en un estado de cambio erróneo.
De Bourdeaudhuij
(2003) encontró que las variables psicosociales variaban según
el estado de cambio, de tal manera que los adolescentes en estados de cambio
iniciales mostraron menos actitudes positivas hacia la actividad física, al
igual que en nuestro estudio, menos apoyo social, menos auto-eficacia y más
barreras relacionadas con la actividad física, con lo que se puede inferir que
este grupo necesita de una atención especial para superar la inercia del
sedentarismo.
Es realmente
preocupante comentar resultados obtenidos en algunas investigaciones (Martínez González et al., 2003), que señalan que la proporción de españoles
que presenta una mala actitud de cambio hacia la actividad física es superior a
la del resto de la Unión Europea, y son además menos perseverantes en los
cambios positivos, lo cual debe hacer reflexionar a todos los agentes que
promocionamos la actividad física, en los mensajes y las acciones que se
dirigen a la población considerando los diferentes estados en los que se
encuentra el sujeto.
En nuestro
estudio la clasificación de la muestra según los criterios del nivel de
actividad física expuestos por Cale (1993), son congruentes con los obtenidos
mediante la teoría de los estados de cambio (Prochaska & DiClemente, 1982), lo que podría indicar una posible
utilidad de esta teoría en su aplicación a las conductas de la actividad física
en los adolescentes. Aun así hay un porcentaje de sujetos que creen ser activos
(se sitúan en el estado de mantenimiento) pero en realidad no llegan a ser
activos según los criterios expresados anteriormente por Cale (1993). Por ello es necesario dar
herramientas a los sujetos para poder obtener una visión real de su estado de
actividad puesto que se puede hacer actividad física y ser sedentario. No es suficiente
practicar ejercicio físico sino que además se debe llevar un estilo de vida
activo.
CONCLUSIONES
Este
estudio, demuestra la existencia de una correlación entre los estados de cambio
y los niveles de actividad física de una población de adolescentes, lo que
podría ayudar en la detección de sujetos poco activos. La mayor parte de los
sujetos estudiados se situaron, respecto a la intención de realizar actividad
física, en el estado de mantenimiento.
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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte- vol. 11 - número 42 - junio 2011 - ISSN: 1577-0354