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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte-
vol. 11 -número 43 - septiembre 2011 - ISSN: 1577-0354
Fort Vanmeerhaeghe,
A.; Guerra Balic, M.; Romero Rodríguez, D.; Sitjà Rabert, M.; Bagur Calafat, C.; Girabent Farrés, M. y Lloret Riera, M. (2011). Efectos del
entrenamiento vibratorio en personas físicamente activas: revisión sistemática. Revista
Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol.
11 (43) pp. 619-649. Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista43/artefectos223.htm
REVISIÓN
EFECTOS DEL ENTRENAMIENTO VIBRATORIO EN
PERSONAS FÍSICAMENTE ACTIVAS: REVISIÓN SISTEMÁTICA
EFFECTS OF
VIBRATION TRAINING ON PHYSICALLY ACTIVE POPULATION: SYSTEMATIC REVIEW
Fort Vanmeerhaeghe, A.1; Sitjà
Rabert, M.2; Romero Rodríguez, D.3;
Guerra Balic, M.4; Bagur Calafat, C.5; Girabent
Farrés, M.6 y Lloret Riera, M.7
1Dra. en Ciencias de
la Actividad Física y el Deporte. Diplomada en Fisioterapia. Grado en Ciencias
de la Actividad Física y el Deporte. EUSES. Universitat
de Girona. España. azaharafort@gmail.com.
2Licenciada en
Psicología. Diplomada en Fisioterapia. Facultad de Ciencias de la Salud Blanquerna, Universitat Ramon Llull. Barcelona. España. MerceSR@blanquerna.url.edu
3Dr. en Ciencias de la
Actividad Física y el Deporte. Diplomado en Fisioterapia. Grado en Ciencias de
la Actividad Física y el Deporte. EUSES. Universitat
de Girona. España. danirrphysco@yahoo.com
4Dra. en Medicina. Facultat de Psicologia, Ciencias
de la Educación y del Deporte Blanquerna. Universidad
Ramon Llull. Barcelona. España. MiriamElisaGB@blanquerna.url.edu.
5Dra. en Ciencias de
la Actividad Física y el Deporte. Diplomada en Fisioterapia. Universidad
Internacional de Cataluña. Barcelona. España. cbagur@csc.uic.es
6Licenciada en
Matemáticas.
Universidad
Internacional de Cataluña. Barcelona. España. girabent@csc.uic.es
7Doctor en Medicina.
Licenciado en Educación Física. Instituto Nacional de Educación Física.
Barcelona. España.mlloret@gencat.net
Código UNESCO: 2411.06.
Fisiología del ejercicio.
Clasificación del
Consejo de Europa: 6. Fisiología del ejercicio.
Recibido 11 de diciembre de 2009
Aceptado
8 de septiembre de 2010
AGRADECIMIENTOS
O FINANCIACIÓN: Este trabajo ha recibido la ayuda de la Secretaria General de l’Esport
i del Departament d’Innovació,
Universitats i Empresa de la Generalitat de
Cataluña.
RESUMEN
El objetivo principal
de esta revisión sistemática es determinar la evidencia actual sobre los
efectos del EV, producidos a largo plazo, sobre el rendimiento físico en
población físicamente activa.
La estrategia de búsqueda se realizó en las bases de datos PUBMED y Sport Discus el 7 de enero de 2008. Sólo se incluyeron ensayos clínicos controlados. Los artículos incluidos en el estudio se repartieron entre cuatro revisores, de tal forma que cada artículo fue revisado por dos de ellos. Se evaluó la calidad metodológica siguiendo las bases del manual Cochrane 2008. Los resultados son diversos debido a la heterogeneidad utilizada en relación a las valoraciones e intervenciones desarrolladas. Sólo se pudo metaanalizar la capacidad física de la fuerza explosiva por falta de estudios y diferentes valoraciones. Los estudios incluidos muestran una tendencia a la mejora de la fuerza explosiva mediante el entrenamiento vibratorio, pese a haber obtenido una evidencia de pobre calidad.
PALABRAS CLAVE: vibración, entrenamiento, ejercicio,
revisión sistemática.
ABSTRACT
The objective of this systematic review is to study the long-term
effects of vibration training on physical performance in physically active people.
Search strategy was carried out in the databases PUBMED and Sport Discus on
January 7th, 2008, and from the available date of 1966. Of the total number of
references found, only those corresponding to controlled clinical trials
studying were selected. The articles included in the study were distributed
among four reviewers, in such a way that every article was reviewed by two of
them, who collected data independently. Methodological quality was assessed
following the Cochrane Handbook (2008) guidelines. Given the significant
clinical heterogeneity among studies, meta-analysis was only applied to results
of explosive strength. There is a tendency in the improvement of explosive
strength, despite the evidence of poor quality.
KEY WORDS: vibration, exercise, training, systematic review.
INTRODUCCIÓN
Recientemente
se está proponiendo en la literatura científica el entrenamiento por medio de
vibraciones mecánicas (EV) como una nueva intervención de ejercicio para la
mejora del rendimiento físico, la rehabilitación y la salud general. Sin
embargo, ya hace tiempo que la carga vibratoria está presente en actividades de
nuestra vida diaria como son la conducción de un tractor, camión o bicicleta de montaña.
La vibración ha sido
muy estudiada por sus efectos peligrosos sobre las personas, examinando las
diferentes amplitudes, frecuencias y duraciones aplicadas. Este tipo de
estímulo puede afectar a diferentes parámetros fisiológicos, y sus efectos
pueden ser transitorios o permanentes dependiendo de las características de la
vibración (1;2).
Cuando ésta es transmitida a través de la mano (maquinaria, herramientas
o útiles vibrátiles) ha sido asociada a desórdenes vasculares (síndrome del
dedo blanco), neurológicos (síndrome del túnel carpiano) y musculoesqueléticos
(enfermedad de Kienbock's), conocidos como ''síndrome
de la vibración mano-brazo''. Estos problemas están controlados por la
normativa ISO 2631 (The International Standards Organisation), donde se
regulan unos límites de vibración que podrían ser perjudiciales para las
personas. Por otra parte, las vibraciones de cuerpo completo (normativa ISO
5349) se han asociado principalmente a desórdenes de la columna vertebral. Los
estudios más recientes sugieren que el trabajo a bajas amplitudes, frecuencias
moderadas y períodos de exposición cortos son un estímulo mecánico seguro y
eficaz para provocar efectos positivos sobre las estructuras muscoloesqueléticas (3-8).
En
el ámbito deportivo las vibraciones han sido aplicadas principalmente encima
de plataformas vibratorias (vibraciones
de cuerpo completo, VCC) consiguiendo un efecto global en el cuerpo (9-12), aunque también se han aplicado de
forma más localizada mediante cables vibratorios (13;14), o bien una barra vibratoria diseñada
para la estimulación de los músculos de la extremidad superior (15). Destacar también que existen varios
dispositivos en el mercado para el entrenamiento mediante VCC, en algunos de
ellos predomina un componente más lateral, o también llamado rotacional (9;16), y en otros un componente más
vertical (17;18).
Los
principales efectos atribuidos a la vibración se relacionan con la contracción muscular no voluntaria
producida por el estímulo vibratorio, asociada al reflejo tónico vibratorio
(RTV) (19). El EV podría conseguir efectos
similares al entrenamiento con ciclos de estiramiento acortamiento y parece
tener aspectos ventajosos sobre otras técnicas de entrenamiento (20). Además, la combinación de este
método con el entrenamiento clásico de fuerza puede provocar los mismos efectos
en los tejidos sin la necesidad de aplicar cargas importantes en las
articulaciones, efecto especialmente importante para la salud del deportista.
Los estudios realizados hasta el momento atribuyen al entrenamiento con
vibraciones mecánicas efectos positivos sobre el rendimiento físico y sobre
diferentes parámetros fisiológicos. Entre estos destacan la mejora de la fuerza
(21-24), capacidad de salto vertical (25-27), flexibilidad (14;28;29), densidad ósea (30;31), equilibrio (21;32-34), flujo sanguíneo (35), consumo de oxígeno (36), respuestas hormonales (37;38) y dolor crónico (39). Además, también se ha descrito una
mejora de la calidad de vida (32). Estos estudios se han realizado
tanto en población sana entrenada (9;11;40;41) como no entrenada (42-44). Igualmente, en los últimos tiempos
se han estudiado sus efectos beneficiosos en personas mayores (32;44) y en diversas patologías como
osteoporosis (30), accidente cerebrovascular
(45), tratamiento post cirugía de
ligamento cruzado anterior(46), esclerosis múltiple (47)
y parálisis cerebral (48). Es importante destacar que algunos
de estos protocolos referenciados estudian los efectos provocados a nivel agudo
(25;38;43), mientras otros registran las
adaptaciones conseguidas a largo plazo (32;49). Estos últimos se encuentran en menor
proporción debido al mayor esfuerzo que suponen los estudios longitudinales.
Pese a los estudios
referenciados anteriormente, también se han detectado estudios con EV que no
han obtenido ninguna mejora significativa (11;27;50). Estos resultados pueden explicarse
debido a que los efectos de este tipo de entrenamiento dependen en gran medida de las
características de la vibración (amplitud, frecuencia, método de aplicación) y
el protocolo de ejercicios aplicado (tipo de entrenamiento, intensidad,
volumen). Además, los estudios más recientes parecen mostrar que cada tipo de
población tiene unos parámetros óptimos de estimulación. De esta manera sería
lógico aplicar diferentes parámetros de vibración en personas entrenadas y no
entrenadas. Un ejemplo es la aplicación del mismo protocolo de entrenamiento
con vibración que dio efectos positivos en personas no entrenadas (22) y no tuvo efectos en atletas
entrenados en velocidad (11). En relación a esto último, y pese a
que no existe una evidencia clara al respecto, algunos autores sugieren que cada grupo muscular posee una frecuencia
de estimulación óptima (51;52).
Hasta la fecha de
búsqueda de esta revisión, existen varias revisiones científicas que estudian
los efectos del EV sobre el rendimiento físico de las personas (1-8;20;53). De todas las revisiones citadas,
sólo dos están realizadas con personas físicamente activas (1;2) y ninguna de esta últimas describe
una sistematización de la estrategia de búsqueda y recopilación de datos. Nos
encontramos pues, con una falta de fundamentación científica sólida para
establecer un consenso sobre cuáles son los efectos reales del EV sobre el
rendimiento físico en personas físicamente activas.
El objetivo principal
de esta revisión sistemática es determinar la evidencia actual sobre los
efectos del EV, producidos a largo plazo, sobre el rendimiento físico en
población físicamente activa. Las variables de estudio escogidas para la
valoración del rendimiento físico han sido la fuerza máxima isométrica, fuerza
dinámica, flexibilidad, estabilidad postural, fuerza explosiva y velocidad.
Asimismo, se pretende establecer un rango seguro de aplicabilidad del
entrenamiento vibratorio en personas físicamente activas. La búsqueda
bibliográfica y la evaluación de sus resultados siguieron las bases
metodológicas de la Colaboración
Cochrane (2008) (54).
MÉTODOS
Criterios de
inclusión para la selección de los estudios
Tipo de estudio: Ensayo clínico con
grupo control tanto si la asignación de grupos es aleatoria como no.
Tipo de participantes: Individuos
físicamente activos. Hemos incluido en esta muestra lo que los propios autores
definen como individuos físicamente activos (incluimos estudiantes de educación
física) o deportistas de competición.
Tipo de
intervenciones:
Entrenamiento a largo plazo mediante vibraciones mecánicas. Se incluyeron todos
los estudios que cumplían de forma regular un mínimo de 2 semanas y/o 7
sesiones de trabajo. Los tipos de intervención incluidas se dividieron en dos
subgrupos:
- Grupo que realiza
un EV comparado con grupo control pasivo (GV vs GC): Entendemos grupo pasivo
como el grupo que realiza su entrenamiento habitual.
- Grupo que realiza
un EV comparado con grupo que hace ejercicios similares sin vibración (GV vs
GSV): Entendemos grupo control como el que hace los mismos ejercicios que el
GV, pero sin vibración, más su entrenamiento habitual.
Tipo de medida de
resultados:
Las medidas de resultado son aquellas que valoran el rendimiento físico. Se han
agrupado las medidas de resultado en 6 elementos teóricos que representan las
capacidades físicas que podrían beneficiarse del EV: fuerza máxima isométrica,
fuerza dinámica (anisométrica o isocinética),
flexibilidad, estabilidad postural, fuerza explosiva y velocidad.
Estrategia de búsqueda
para la identificación de los estudios
Se realizó la
búsqueda en las bases de datos PUBMED y Sport Discus
el 7 de enero de 2008 y desde la fecha disponible de 1966. También se
examinaron las listas de referencias de otras revisiones. No se aplicó ninguna
restricción de idioma. La base de datos Cochrane fue excluida porque no se
encontró ningún artículo relacionado con los criterios de selección. La Tabla 1
nos muestra los algoritmos de búsqueda que se diseñaron.
Tabla 1. Algoritmos de búsqueda |
|
Bases de Datos |
Estrategia de búsqueda |
MEDLINE (PubMed) |
1 vibration
[tw] 2
sports[mesh] OR athletic[tw] OR athletes[tw] 3
exercise[mesh] OR fitness[tw] OR training[tw] OR muscle strength [mesh] 4 2 OR 3 5 1 AND 4 |
SPORT
DISCUS |
1 vibration 2 sports OR
athletic OR athletes 3 exercise
OR fitness OR training OR strength 4 2 OR 3 5 1 AND 4 |
Métodos
de valoración de los estudios
En primer lugar fueron examinados el título y resumen de los estudios
encontrados en la búsqueda bibliográfica por cuatro revisores, de forma que
cada título y resumen fue revisado por dos de ellos de forma independiente. Las
discrepancias entre autores fueron resueltas por consenso o por la opinión de
un tercer revisor. Una vez seleccionados los artículos relevantes para
la revisión, otra vez cuatro revisores independientes procedieron a la lectura crítica y valoración
de la calidad metodológica de cada uno de ellos (riesgo de sesgo), de tal
manera que cada estudio fue evaluado por dos revisores independientes. Para el
análisis cuidadoso de cada estudio seleccionado se elaboró una hoja extracción
de datos (Anexo 1). De esta forma se valoró la calidad de los estudios, las
características de los participantes en el estudio, las características del
entrenamiento, los diferentes grupos de comparación y las características de
los resultados para cada subgrupo de participantes. Los tres artículos
seleccionados en lengua alemana fueron revisados por tres personas con conocimientos
de la lengua. Los efectos adversos del entrenamiento con plataforma vibratoria
también se contemplaron.
Análisis
del riesgo de sesgo de los artículos incluidos
La calidad de los estudios incluidos se evaluó mediante una serie de criterios de validez interna, como son idoneidad del método de aleatorización, la ocultación de la asignación aleatoria, el cegamiento en la evaluación de los resultados, la descripción del número y las causas de las pérdidas de seguimiento y la aportación de datos incompletos (54).
Análisis
de datos
Una vez disponibles los datos cuantitativos de las medidas de
resultado se procedió al análisis estadístico. En cada
uno de los grupos se consideró como variable de interés "el incremento de
la medida del resultado", es decir la diferencia del post-pre de la medida
del resultado, estimando la desviación estándar de esta variable como
diferencia de dos normales. Se realizó un metaanálisis
considerando esta la variable de interés, que al ser esta una variable continua
se tomó como medida de efecto la diferencia de medias estandarizada.
Para el contraste de heterogeneidad se
utilizaron las pruebas de Dersimonian y Laird's, y para la estimación del sesgo de publicación las
pruebas de Egger y Begg.
También se realizó el análisis de sensibilidad cuando éste fue posible. Para
todos los análisis se utilizó el programa EPIDAT versión 3.1 y se tomó como
nivel de significación a = 0.05.
RESULTADOS
La estrategia de búsqueda identificó 963 títulos
potenciales para la inclusión. Se seleccionaron 17 artículos para ser
analizados en texto completo. De estos artículos se incluyeron 16 artículos (11;12;14;17;18;25-29;40;55-59) que cumplieron con los criterios de
inclusión, uno de ellos fue excluido por no cumplirlos (60).
De los 16 estudios incluidos encontramos 13
ensayos clínicos controlados y aleatorios (3, 5, 9; 12; 18-20; 20; 22; 24; 35;
53; 55), y 3 no aleatorios (21; 52; 54). Además, hubo grandes diferencias entre
las características de los participantes, el diseño, el contenido de los
ejercicios de entrenamiento y los resultados evaluados.
Los ensayos se realizaron en América del
Norte (n = 1), Europa (n = 13) y Nueva Zelanda
(n = 2).
Descripción de los estudios incluidos
No pudimos realizar una estimación de efecto global en
todos los ítems analizados debido a la heterogeneidad de las valoraciones. Como
describiremos a posteriori, el metaanálisis solo se
pudo realizar en la medida de resultado de la fuerza explosiva. A continuación
se describirán los diferentes ensayos clínicos en función del tipo de efecto
estudiado. Así mismo, los resultados se dividen en los dos subgrupos ya
descritos anteriormente (Anexos 2 y 3).
Grupo que realiza un
EV comparado con un grupo control pasivo
Efectos sobre la fuerza, el salto y la velocidad
Uno de los primeros trabajos de la literatura
científica sobre los efectos del EV sobre el rendimiento deportivo fue el del
grupo de Issurin et al. (1994). Los autores
estudiaron los efectos de un EV de 3 semanas, 3 sesiones por semana, sobre la fuerza máxima dinámica y
la flexibilidad. Dividieron la muestra de 28 atletas masculinos (19-25 años) en
tres grupos: un primer grupo que realizó estiramientos de piernas combinados
con estimulación vibratoria y ejercicios de fuerza convencionales en los
brazos; un segundo que realizó estiramientos convencionales en las piernas y
ejercicios de fuerza de brazos combinados con estimulación vibratoria; y un
último grupo control que no realizo ningún entrenamiento relevante. El aparato
utilizado fue un sistema de poleas con vibración (amplitud 3mm, frecuencia
44Hz). El grupo que realizó el EV combinado con ejercicios de fuerza obtuvo una
ganancia del 49,8% en la fuerza dinámica, comparado con un 16% en los
ejercicios convencionales, y ninguna ganancia en el grupo control (14).
Bosco et al. (1998), realizaron un experimento con 14
sujetos físicamente activos asignados a un grupo que entrenó con vibraciones
(GV) y un grupo control (GC). El GV realizó una progresión de ejercicios
estáticos encima de una plataforma vibratoria rotacional (Galileo 2000) durante
10 días, a 26 Hz de frecuencia y 10 mm de amplitud, y 5 series de 1,5-2' (pausa
de 40 "). Los autores midieron la fuerza explosiva mediante un test de
salto contramovimiento (CMJ) y un test que consistía
en saltos continuos durante 5 segundos (5s CJ) al inicio y final del periodo de
entrenamiento. Según los autores, el GV obtuvo mejoras significativas en la
potencia y altura del mejor de los saltos (un 6,1% y un 12% respectivamente, p
<0.05) y una mejora de la media del salto vertical en el test 5s CJ (un 12%;
p <0.05); al contrario que el grupo control (25).
Más recientemente, Delecluse
et al (2005) estudiaron los efectos de un entrenamiento de VCC en un grupo de
20 velocistas (13 hombres y 7 mujeres, 17-30 años). El GV añadió a su
entrenamiento habitual una progresión de ejercicios estáticos y dinámicos
encima de una plataforma vibratoria durante cinco semanas (35-40Hz, 1,7-2,5 mm,
9-18' de duración, Power Plate).
Después del periodo de intervención no se obtuvieron resultados positivos en el
GV en relación a la velocidad de carrera ni a la fuerza isométrica y dinámica
de los flexores y extensores de rodilla. Los autores creen que los resultados
pueden ser debidos a un mal diseño del protocolo de intervención, ya que este
mismo diseño obtuvo resultados significativos en personas no entrenadas (11).
Fagnani et al. (2006) estudiaron los efectos de un protocolo
de entrenamiento mediante VCC durante 8 semanas sobre el rendimiento muscular
en un grupo de 26 deportistas femeninas (21-27 años). El GV realizó una
progresión de ejercicios estáticos en una plataforma Nemes Bosco, tres veces
por semana, con una vibración de 35 Hz, una amplitud de 4mm y un tiempo máximo
de duración total de trabajo de 6'. El GV mostró una mejora significativa en la
fuerza de extensores de rodilla (p <0.001), valorada mediante una máquina isocinética, y el test de CMJ (p <0.001). Sin embargo,
no obtuvieron diferencias significativas en el grupo control (28).
Por último, el grupo de Annino
et al. (2007), estudiaron los efectos de un entrenamiento mediante VCC (Nemes
Bosco system) en una muestra de 22 bailarinas de
élite (21.2 ± 1.5 años). El EV consistió en 5 series de 40'' (60''de reposo) a
30 Hz en una posición en semiflexión de rodillas (100
º) y rotación externa de caderas durante 8 semanas, tres sesiones por semana.
Los resultados muestran una mejora significativa en el GV sobre el salto
vertical (6.3 ± 3.8%, p <0.001), la potencia y la velocidad de los
extensores de rodilla, al contrario que el GC (40).
Efectos sobre la flexibilidad
El grupo de Issurin et al.
(1994), ya descrito anteriormente, además de los efectos sobre la fuerza,
también estudiaron los efectos del EV sobre la flexibilidad de extremidad
inferior. El GV combinó de forma simultánea un trabajo vibratorio con
ejercicios de flexibilidad de la extremidad inferior. Los dos test evaluados
fueron el Two legged
split y el Flex and reach test. El GV obtuvo una mejora del 8.7 y 43.6%
respectivamente, comparado con un 2.4 y 19-7% en el grupo que realizó
estiramientos convencionales, y un 1.2 y 5.2% en el grupo control (14).
El grupo de Fagnani et al.
(2006), también descritos en el apartado anterior, estudiaron los efectos del
entrenamiento vibratorio sobre la flexibilidad mediante el test
sit and reach.
El GV, después del periodo de entrenamiento, obtuvo una mejora significativa en
la flexibilidad (p <0.001). Sin embargo, el grupo control no obtuvo
diferencias (28).
Efectos
sobre la estabilidad postural
En
este subgrupo no hemos encontrado ningún trabajo que estudie los efectos del EV
sobre la estabilidad postural.
Grupo que realiza un EV comparado con grupo
que hace ejercicios similares sin vibración
Efectos sobre la fuerza, el salto y la velocidad
Este subgrupo empezó a ser estudiado por un grupo de
investigadores alemanes, Schlumberger et al. (2001),
que compararon los efectos de un entrenamiento de fuerza mediante el ejercicio
de squat unilateral sobre una plataforma
vibratoria (4 series de 8-12 repeticiones, 4mm, 25Hz) con el mismo ejercicio
sin vibración en 10 sujetos entrenados. Una pierna fue la experimental y la
otra la control. El entrenamiento se realizó durante 6 semanas, tres sesiones
semanales. No se obtuvieron diferencias significativas entre ambos métodos. Los
resultados mostraron un aumento significativo de la fuerza máxima isométrica
tanto en el grupo de vibración como en el grupo control (6'5 y 6,2%
respectivamente). No se observaron diferencias significativas en las ganancias
producidas en el momento de fuerza en ningún grupo (59).
Ese mismo año, también desde Alemania, Becerra y
Becker (2001), estudiaron los efectos de un entrenamiento de 7 sesiones con un sistema
de cables transmisores de vibraciones en 23 nadadores entrenados. La muestra se
dividió en 4 grupos: (a) vibración (20-24 Hz; 4 mm) añadida a la movilización
de una carga equivalente al 50-60% de la fuerza máxima isométrica y a una
velocidad angular de 180 º/s en la articulación del hombro (2 'de trabajo, 2'
de pausa, con incremento de 2 repeticiones por sesión); (b) mismo trabajo sin
vibración que grupo a; (c) vibración añadida a la movilización de una carga
equivalente al 90-95% de la fuerza máxima isométrica a una velocidad angular de
30 º/s (10 -14 repeticiones de 30'', 90''de recuperación); (d) mismo que grupo
c, pero sin vibración. La presentación de resultados es bastante confusa por lo
que deben interpretarse con cautela. Según los autores, los resultados muestran
mejoras en los tiempos para nadar diferentes distancias, aunque no
significativas (55).
De Ruiter al. (2003)
estudiaron los efectos de 11 semanas de entrenamiento con VCC (posición bipodal 5-8 series de 60'', 8 mm, 30 Hz, Galileo 2000)
sobre la propiedad contráctil, activación muscular de los extensores rodilla y
salto vertical en 20 individuos jóvenes físicamente activos. Se testó al grupo
en 5 ocasiones durante las 13 semanas de duración del estudio. El GV no obtuvo
resultados significativos respecto al GC en la fuerza máxima de extensores de
rodilla, el % de desarrollo de fuerza ni el salto vertical (27).
Berschin et al. (2003) compararon el entrenamiento de fuerza
combinado con VCC y un entrenamiento convencional de fuerza en 24 jugadores de
rugby profesionales. El entrenamiento tuvo una duración de 3 meses y 3 sesiones
semanales. El GV realizó 5 series de sentadilla y salto durante 3' con 2-3' de
pausa con sobrepeso creciente hasta 70% de 1RM. El GC realizó un entrenamiento
de fuerza clásico (5x12 reps al 70%, levantamiento explosivo, 2' de pausa). Los
autores encontraron diferencias significativas a favor del grupo de vibración
en el test CMJ. Además, los sujetos de estudió mejoraron la capacidad de
aceleración (sprint 30m) y una mejor agilidad y estabilidad en los cambios de
ritmo y movimientos laterales (prueba de slalom) (27).
Ronnestad (2004) comparó los efectos producidos por un
entrenamiento de fuerza con sentadillas con el mismo entrenamiento hecho sobre
una plataforma vibratoria (Nemes L.C., 40Hz, 4mm) en 14 sujetos (21-40 años)
entrenados en fuerza. El estudio se realizó durante 5 semanas, 2-3 sesiones por
semana. El entrenamiento de fuerza consistió en una progresión de sentadillas
de 3×10 a 4×6 RM. Tanto el grupo de
vibraciones como el grupo control obtuvieron mejoras significativas en el test
de una repetición máxima (32,4 ± 9.0 versus 24,2 ± 3,9 respectivamente). En el
caso del test CMJ sólo se obtuvieron mejoras en el grupo de vibraciones. En
ninguna de las dos medidas se obtuvieron diferencias significativas entre los
dos grupos (17).
Cochrane et al. (2004) investigaron los efectos de un
entrenamiento de 9 días de VCC sobre el salto vertical, la velocidad y la
agilidad, en 24 estudiantes de Educación física. El grupo de vibraciones
realizó 5 series de ejercicios estáticos de 2 'de duración a 26 Hz y 11mm de
amplitud (pausa de 40'') en una plataforma Galileo 2000; sin embargo, el grupo
control, realizó los mismos ejercicios pero sin vibraciones. No hubo
diferencias significativas entre grupos en el test CMJ, SJ, carrera de
velocidad de 5, 10 y 20 m, ni prueba de agilidad (505, up and back) (57).
Cronin et al. (2004) investigaron los efectos de tres tipos
de intervenciones de 10 días sobre el rendimiento del salto en 15 bailarinas
experimentadas. Dividieron a las bailarinas en tres grupos: (a) vibraciones (5
ejercicios progresivos de 90-120'', 40''de pausa, Galileo 2000, 26 Hz, y 5,2
mm); (b) mismos ejercicios sin vibraciones; y (c) control. El test DJ (Drop jump) y CMJ
aumentaron un 1.4-8.7% en el grupo de vibración en relación a los otros dos. El
grupo que entrenó con vibraciones obtuvo el mayor efecto en el test DJ (6.0 a
14%), es decir, en la mejora del ciclo estiramiento-acortamiento (26).
Kvorning et al. (2006) compararon los efectos de un EV sobre el
sistema neuromuscular y hormonal. El entrenamiento duró 9 semanas y dividieron
la muestra (n: 28) en tres grupos: (S) entrenamiento de sentadillas con carga;
(S+V) entrenamiento de sentadillas con carga sobre una plataforma vibratoria (20-25Hz, 4 mm, Galileo 2000); y (V)
sentadillas sin carga sobre una plataforma vibratoria. En los tres casos
realizaron una progresión que llegó a 3 sesiones semanales y 6 series de 8
repeticiones con 2 minutos de descanso. No hubo diferencias significativas
entre los tres grupos a nivel de contracción isométrica máxima de extensores de
rodilla y CMJ; excepto en este último ítem, donde la potencia media fue
superior en el grupo S respecto al grupo V. En cuanto a las diferencias intragrupo, el grupo (S) y (S+V) aumentaron la contracción
isométrica máxima voluntaria de forma significativa post entrenamiento. La
altura del salto, la potencia media y el pico de potencia aumentaron sólo en el
grupo (S) y la velocidad del pico de potencia en los tres grupos. Los autores
concluyen que el entrenamiento mediante VCC combinado con un entrenamiento
convencional de fuerza no aumenta de forma adicional la contracción isométrica
máxima ni el rendimiento neuromuscular respecto a un entrenamiento convencional
de fuerza (58).
Mahieu et al. (2006) compararon los efectos producidos por
un entrenamiento de ejercicios dinámicos y estáticos encima de una plataforma
vibratoria (Fitvive N.V., 2-4 mm, 24-28 hz, 4-13´) con los mismos ejercicios, pero sin
vibración. La muestra fue un grupo de 33
esquiadores de competición (12.36 ± 1.71 años) que entrenaron durante seis
semanas, tres veces por semana. Los resultados mostraron mejoras significativas
post entrenamiento en los dos grupos en relación a la fuerza explosiva y la
fuerza isocinética de los flexores y extensores de
rodilla y tobillo. Por otra parte, el GV
obtuvo mejoras significativas respecto al GC en la fuerza explosiva y en la
fuerza isocinética de los flexores dorsales de
tobillo (12).
Efectos sobre la flexibilidad
Van den Tillaar (2006) comparó
las ganancias producidas sobre la flexibilidad de los músculos isquiosurales entre un grupo que combinó estiramientos
(contracción-relajación) seguidos de VCC con otro grupo que realizo los mismos
ejercicios, pero sin vibración. El periodo de entrenamiento duró 4 semanas, 3
sesiones por semana. Cada sesión de estiramientos consistía en 3 series de 5
segundos de contracción isométrica más 30 segundos de estiramiento estático por
cada pierna. El grupo experimental añadió 30 segundos de vibraciones (Nemes Bosco
System, 28 Hz, 10 mm, bipedestación estática) después
de cada serie de estiramientos. Ambos grupos mostraron resultados
significativos en la mejora de la
amplitud de movimiento. Sin embargo, el GV obtuvo además un aumento
significativo (30%) del rango articular respecto al GC (14%). Los autores
concluyen que el entrenamiento mediante VCC puede tener un efecto positivo
extra sobre la flexibilidad cuando se combina con estiramientos de
contracción-relajación (18).
Sands et al. (2006)
también estudiaron los efectos agudos y a largo plazo de las vibraciones
mecánicas sobre la flexibilidad. En este caso se combinó el estiramiento
realizado de forma simultánea a la vibración. La muestra fueron 10 chicos
gimnastas (10.1±1.5 años). Compararon los efectos obtenidos por un grupo que
realizó 4 minutos de estiramientos estáticos (2 posiciones de spagat, ambas piernas, 10'' de estiramiento más 5'' de
reposo con una duración de 1') sin vibración, y otro grupo que realizó los
mismos ejercicios, pero con vibración (30Hz, 2mm). Los resultados muestran
mejoras significativas en el rango articular spagat a
nivel agudo. Sin embargo, a las cuatro semanas de entrenamiento las mejoras
sólo se dan en la pierna derecha. Los autores concluyen que la combinación de
vibraciones con estiramientos estáticos pueden ser un medio prometedor para
aumentar el rango articular en gimnastas de alto nivel deportivo (29).
Efectos sobre la estabilidad postural
El único estudio que valora los efectos del EV sobre
la estabilidad postural en personas entrenadas es del grupo formado por Mahieu et al.
(2006), ya citado anteriormente. Los autores estudiaron los efectos producidos
sobre el control postural por un EV comparado con un GC que realizó los mismos
ejercicios, pero sin vibración. Este fue evaluado en una posición bipodal dinámica mediante el sistema Balance Master.
Ninguno de los grupos obtuvo diferencias significativas (12).
Resultados del metaanálisis
A continuación se muestra el metaanálisis
de la medida de resultado de la fuerza explosiva, medida con el test CMJ. No ha
sido posible metaanalizar las otras medidas de
resultado debido a la gran heterogeneidad de medidas de valoración. En primer
lugar, al tener una variable continua (incremento entre pre y post) se tomó
como medida de efecto la diferencia de medias estandarizada, utilizando el
modelo de efectos aleatorios. La desviación estándar del incremento pre-post
entrenamiento se estimó asumiendo que la diferencia de las variables es de
distribución normal e independiente. Se
excluyeron del metaanálisis los estudios que sólo
proporcionaron datos categóricos (26;56). El grupo
de De Ruiter et. al (27) utilizaron
otro tipo de datos para medir el salto vertical, por lo que tampoco se incluyó.
|
Figura 1. Gráfico de Galbraith |
Grupo que realiza un
EV comparado con un grupo control pasivo
Tal y como nos muestra la figura 1, hay homogeneidad
en la muestra (p> 0,05). Podemos observar que todos los estudios se
encuentran en la zona de confianza de la medida de efecto.
Tal y como observamos en la tabla y la figura 2, los
resultados tienden a una mejora del salto a favor del grupo experimental,
obteniendo una medida de efecto global de 0'4007 cm. No obstante, el metaanálisis no ha sido capaz de demostrar que el grupo
experimental presenta un resultado estadísticamente significativo diferente del
grupo control, dado que se obtiene un IC 95% [-0.0433, 0.8446], que como se
observa contiene el valor 0, lo que no nos permite concluir
que hay diferencias entre los grupos (61).
Tabla 2. Resultados del metaanálisis individual y
combinado |
|||||
|
Peso (%) E. aleat. |
N |
d (GV-GC) |
IC (95,0%) |
|
Bosco et al., 1998 |
17.9273 |
14 |
0.1150 |
-0.9335 |
1.1636 |
Delecluse et al., 2005 |
25.2529 |
20 |
0.3559 |
-0.5275 |
1.2393 |
Fagnani et. al, 2006 |
30.0083 |
24 |
0.3882 |
-0.4223 |
1.1986 |
Annino et al., 2007 |
26.8116 |
22 |
0.6478 |
-0.2096 |
1.5052 |
Efectos aleatorios |
|
80 |
0.4007 |
-0.0433 |
0.8446 |
N_
muestra; d_ diferencia de medias estandarizadas; IC_ Intervalo de confianza; GV_ grupo vibración; GC_ grupo control |
Sesgo de publicación
Tanto
la prueba de Egger como la de Begg
mostraron una P> 0'05. Esto indica ausencia de sesgo de publicación.
|
Figura
2. Modelo de efectos aleatorios |
Análisis de sensibilidad
Si se elimina cualquier artículo, la diferencia
estandarizada de medias siempre aumenta de la de efecto global. En todo caso, la
diferencia siempre cae dentro del intervalo de confianza, lo cual nos corrobora
que ninguno de los cuatro artículos puede ser eliminado, es decir, todos tienen
un peso significativo en el análisis.
Grupo que realiza un EV comparado con grupo
que hace ejercicios similares sin vibración
Se descartó el análisis debido a que el grupo no fue
homogéneo. Por otra parte, al disponer sólo de tres artículos, hacer un
meta-análisis por subgrupos no tiene sentido (17;57;58).
Tabla 3. Riesgo de sesgo
de los estudios incluidos |
||||||
|
Aleatorización |
Secuencia adecuada |
Ocultación de la asignación aleatoria |
Cegamiento |
Descripción de perdidas |
Datos incompletos |
Issurin et al. (1994) |
+ |
? |
- |
- |
- |
+ |
Bosco et al. (1998) |
+ |
? |
- |
- |
- |
+ |
Schlumberger et al. (2001) |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
Becerra & Becker (2001) |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
Berschin (2003) |
+ |
? |
- |
- |
- |
- |
De Ruiter (2003) |
- |
- |
- |
- |
+ |
- |
Cochrane et al. (2004) |
+ |
? |
- |
- |
+ |
+ |
Cronin (2004) |
+ |
? |
- |
- |
- |
- |
Rønnestad (2004) |
+ |
? |
- |
- |
+ |
+ |
Delecluse et al. (2005) |
+ |
? |
- |
- |
+ |
+ |
Kvorning et al. (2006) |
+ |
? |
- |
- |
+ |
+ |
Mahieu et al. (2006) |
+ |
? |
- |
- |
- |
+ |
Sands et al. (2006) |
+ |
? |
- |
- |
+ |
- |
Van den Tillaar (2006) |
+ |
? |
- |
+ |
+ |
- |
Fagnani et al. (2006) |
+ |
? |
- |
- |
+ |
+ |
Annino et al. (2007) |
+ |
? |
- |
- |
- |
+ |
+_ afirmativo; -_negativo; ?_ no se
describe |
Riesgo de sesgo de los estudios incluidos
Las puntuaciones de la evaluación de la calidad
metodológica de cada estudio se presentan en la tabla 3. Todos los estudios
incluidos son aleatorios excepto tres (27;55;59). Ninguno
de los estudios incluidos describe el método de asignación aleatoria. La
ocultación de la asignación aleatoria no fue descrita por ninguno de los
estudios incluidos. Sólo un estudio (18) de los 16
incluidos describe cegamiento en la evaluación de los resultados. Ninguno de
los estudios seleccionados realizó seguimiento más allá del final del programa
de la intervención con ejercicio. Sólo se informó sobre las pérdidas de los
participantes en ocho de los estudios incluidos (11;17;18;27-29;57;58). Las
pérdidas descritas son de ninguna pérdida (29;58;62), una pérdida (18;27), dos pérdidas (22; 23) y 5 pérdidas (35), repartidas
entre grupo control y experimental. Sólo en un estudio, el abandono fue causado
por el EV, descrito por los autores por
un dolor en la cara anterior de la tibia (14). Por
último, siete de los estudios seleccionados presentan datos incompletos (18;26;27;29;55;56;59).
Otras fuentes de sesgo
Tamaño de la muestra:
El pequeño tamaño de la muestra incluida puede ser una debilidad de la mayoría de
estudios incluidos. Los estudios se mueven entre una muestra de 33 como máximo
(9) y 10 sujetos como mínimo (24; 54). El promedio de la muestra de los
estudios incluidos es de 20,9 con una desviación estándar de 6,6.
Diversidad de medidas para la valoración de las
cualidades físicas: Las diferentes capacidades físicas son
medidas con métodos de valoración muy diversos, lo que podría ser una fuente de
sesgo.
DISCUSIÓN
Aunque no se han observado mejoras estadísticamente
significativas en la fuerza explosiva evaluada con el salto con contramovimiento en el metaanálisis
realizado con el subgrupo GV vs GP, hay una tendencia a la mejora (IC 95%
[-0.0433, 0.8446]). De los cuatro artículos analizados ((11;25;28;40), sólo el artículo de Delecluse et al. (11) no obtuvo diferencias significativas en el
grupo sometido a vibración.
En el caso del subgrupo GV vs GSV no hemos podido
obtener datos estadísticos debido a la falta de homogeneidad entre grupos. En
este subgrupo hay cuatro estudios que muestran diferencias significativas en la
mejora de la fuerza explosiva en el GV (12;17;26;56) y
tres estudios que no muestran diferencias entre grupos (27;57;58). A pesar de la diversidad de resultados y la necesidad
de nuevos estudios, estos datos muestran que el EV mejora el salto, aunque no
queda demostrado si de forma adicional al entrenamiento convencional.
Actualmente, no hay consenso sobre cuáles son los mecanismos
por los cuales la vibración mejora el rendimiento neuromuscular; aunque la
revisión realizada por Luo et al (2005) postula
varias hipótesis, como son el reflejo tónico vibratorio, la mejora en la
excitabilidad de la motoneurona, el incremento de la
temperatura y circulación sanguínea, el aumento de la secreción hormonal y la
hipertrofia muscular (5). Más concretamente, parece ser que las principales mejoras
en la fuerza producidas por el EV se deben a la regulación neural de la contracción
muscular voluntaria y a las adaptaciones neuromusculares. Se necesitan nuevos estudios que utilicen medidas de
resultado estandarizadas para determinar la fuerza explosiva y las otras
manifestaciones de fuerza.
Tanto la fuerza isométrica como dinámica han sido
evaluadas con métodos muy diferentes. Este hecho asociado a la escasez de
estudios y la diversidad de resultados obtenidos dificulta aún más la tarea de
consenso sobre sus resultados. Ninguno de los tres estudios que valoran la
fuerza máxima isométrica obtiene diferencias significativas entre grupos (11;58;59).
Los
estudios que han medido la fuerza dinámica los podemos dividir también en dos
grupos (GV vs GP; GV vs GSV). Los dos estudios que comparan un GV vs GP,
obtienen resultados contrarios. Por una
parte, Issurin et al. (1994), obtienen mejoras
significativas en lo que ellos definen como fuerza isotónica de los flexores de
codo a favor del GV (14). En cambio, Delecluse et al. (2005) no obtuvieron mejoras en la fuerza isocinética de los flexores y extensores de rodilla (11).
Por otro lado, los estudios que comparan un GV vs GSV
no obtienen diferencias entre grupos (12;17;59); salvo el
caso del estudio de Mahieu et al., donde se
observaron diferencias significativas en la fuerza isocinética
de los flexores plantares del tobillo a baja velocidad en el grupo de vibración
respecto al control (12).
En el caso de la flexibilidad se han obtenido
beneficios significativos en los cuatro estudios analizados (14;18;28;29), y además,
en los dos subgrupos. Aunque se necesita una mayor cantidad de estudios, parece
ser que el entrenamiento vibratorio a largo plazo favorece esta capacidad
física. No pudimos realizar el metaanálisis en estos
datos debido a la variabilidad entre pruebas de valoración. Se puede observar
que los estudios seleccionados muestran dos formas de aumentar el rango
articular. Por una parte, la combinación de estiramientos y vibración de forma
simultánea, y por otra, la simple aplicación de VCC en posición de semiflexión favorecería el aumento de la flexibilidad
post-exposición a la vibración. Esta
mejora producida por el efecto vibratorio, a pesar de ser un tema actual de
discusión, se ha relacionado con la disminución del umbral del dolor (14;63), el aumento de la circulación sanguínea (35;36), la activación del órgano tendinoso de Golgi
y la inhibición de los músculos antagonistas debido al reflejo tónico
vibratorio (20).
Actualmente hay varios trabajos que han aplicado las
VCC para mejorar la propiocepción y el equilibrio en
personas no entrenadas, especialmente cuando se perturba el control postural.
Algunos de estos estudios han mostrado efectos positivos sobre esta capacidad (33;44;46;47), pese a ello, otros trabajos no han observado mejoras
significativas en el grupo expuesto a vibración (12;44;64). Por el contrario, hay una importante falta de
investigación sobre los efectos del entrenamiento vibratorio sobre el control
postural y la propiocepción en personas entrenadas.
El único estudio seleccionado es el de Mahieu et al.
(2006), el cual no obtuvo diferencias significativas (12). Por lo tanto, los efectos del entrenamiento
vibratorio sobre el equilibrio y la propiocepción
están actualmente poco estudiados. Pese a la falta de evidencia, es importante
relacionar el ya descrito RTV con la estimulación del huso neuromuscular, que
como sabemos, es uno de los principales propioceptores
musculares determinantes del control neuromuscular y estabilización articular.
Efectos adversos
Es importante resaltar que ninguno de los estudios describió
efectos negativos sobre la salud de las personas provocados por el EV. Sólo uno
de ellos describió un dolor en la cara anterior de la tibia que propició la
detención del entrenamiento (27). Estos datos son importantes ya que nos permiten
establecer unos parámetros de aplicación de la vibración seguros para la salud
de nuestros deportistas. Como ya hemos visto anteriormente, la aplicación de
vibraciones a ciertos parámetros puede provocar graves problemas sobre la salud
de la persona. También cabe destacar que ninguno de los estudios seleccionados
realizó seguimiento más allá del final del programa de la intervención del
ejercicio.
Integridad general y aplicabilidad de las pruebas
Aún faltan estudios, y especialmente de buena calidad
metodológica, para alcanzar plenamente los objetivos de esta revisión. Los
resultados obtenidos deben tomarse con prudencia ya que la calidad de los
estudios incluidos tiende a ser baja, tal y como nos indica la tabla 3.
La Colaboración Cochrane (54) recomienda
escoger ensayos clínicos aleatorizados como criterio
de inclusión para minimizar el riesgo de sesgo. En el caso de la revisión
presente consideramos incluir tres
ensayos clínicos controlados no aleatorizados (10;55;59); dada la
relevancia que estos estudios suponían en nuestro campo de actuación. Además,
no se consideran estudios aleatorios si la secuencia de aleatorización
no es la correcta. En nuestro trabajo ninguno de los estudios incluidos describe
la secuencia de aleatorización, sin embargo los hemos
considerado como aleatorios debido a la escasez de trabajos.
A pesar de que todos los participantes fueron
físicamente activos, hubo diferentes niveles de actividad física, pero debido a
la poca muestra de estudios, se consideró englobarlos en un mismo grupo. La
media de edad de los participantes fue bastante homogénea, en la mayoría de los
trabajos analizados (entre 10,1 y 25,9 años). Esta revisión se caracteriza por
la gran heterogeneidad entre las diferentes intervenciones de vibraciones
mecánicas. Estas difirieron en cuanto al tipo de ejercicio, amplitud,
frecuencia, volumen del estímulo, método de aplicación de la vibración,
dirección del estímulo vibratorio, número de sesiones semanales y duración del
entrenamiento. Esta variabilidad de los protocolos utilizada por diferentes
investigadores puede ser una razón importante de la gran diversidad de
resultados obtenidos. A pesar de la heterogeneidad de resultados e
intervenciones podemos establecer un rango de trabajo seguro para la salud del
deportista, es decir, entre 1,7-11mm de amplitud, 20-24 hz
de frecuencia, tanto ejercicios estáticos como dinámicos y hasta un máximo de
18 minutos de trabajo con vibración.
En un inicio se consideró un mínimo de 9 días de
trabajo como criterios de inclusión de los estudios. Este redujo a 7 días de
trabajo para poder incluir el estudio de Becerra y Becker (2001) (55), ya que es
el único estudio que comprueba la influencia de la estimulación vibratoria en
la mejora del rendimiento de un deporte. En este caso se encontraron mejoras en
los tiempos empleados para nadar diferentes distancias, aunque sin
significación estadística.
La gran heterogeneidad de pruebas de medida de las
diferentes cualidades físicas ha dificultado en gran medida poder extraer
conclusiones claras. Es necesaria la unificación de pruebas de valoración de
las diferentes cualidades físicas en el campo de la actividad física y el
deporte para poder avanzar en el conocimiento científico.
Acuerdos y desacuerdos con otros estudios o revisiones
En nuestra búsqueda encontramos dos revisiones no
descritas como sistemáticas sobre vibraciones y su aplicación en el mundo de la
actividad física y el deporte (2;14). Sus
autores también concluyen que existe una carencia de estudios que relacionen el
EV con las mejoras en el rendimiento deportivo, especialmente a largo plazo.
Cabe destacar las tres revisiones sistemáticas
encontradas sobre los efectos del EV en personas no entrenadas. Las
conclusiones de los autores son diversas. Luo et al.
(2005) concluyen que los efectos crónicos sólo se encuentran en los estudios
con población no entrenada, por lo tanto hablan de la necesidad de realizar
estudios sobre los efectos del EV a
largo plazo en este tipo de población (5). Rehn et al.
(2007) concluyen que existe de alta a moderada evidencia de los efectos
positivos del entrenamiento de VCC a largo plazo sobre el rendimiento muscular
en personas no entrenadas y mujeres mayores. Estos autores señalan que las
personas no entrenadas podrían beneficiarse en mayor medida de los efectos a
largo plazo que las personas entrenadas (50).
Como
ya hemos mencionando anteriormente, cada individuo necesita unos parámetros
óptimos de estimulación, por tanto, no podemos aplicar el mismo método de
entrenamiento en personas entrenadas y no entrenadas. Todos los autores estamos
de acuerdo en la necesidad de nuevos estudios a largo plazo para acercarse a
los parámetros óptimos de estimulación de cada tipo de individuo. Estos
parámetros parecen depender de la edad, sexo, grupo muscular estimulado, nivel
de entrenamiento, capacidad física a estimular y tipo de ejercicio, entre
otros.
A su vez, Norlund et al.
(2007) revisaron los efectos crónicos del entrenamiento mediante VCC como
alternativa o complemento del entrenamiento de fuerza resistencia. Sólo
incluyeron los artículos que utilizaron un diseño con grupo control que realizase
los mismos ejercicios que el grupo experimental, pero sin vibración. Estos
autores no encontraron diferencias significativas entre grupos. Los autores
sugieren ninguno o ligero efecto adicional de los efectos producidos por el
entrenamiento mediante VCC (7). Este
último estudio, y en comparación a nuestros resultados, nos permite sugerir que
los efectos positivos del EV disminuyen cuando se compara con un GC que realiza
los mismos ejercicios que el GV, pero sin vibración.
Por lo tanto, es evidente la falta de estudios
longitudinales de calidad sobre los efectos del entrenamiento mediante vibraciones
mecánicas sobre el rendimiento físico, especialmente en población físicamente
activa. Lo que podría explicarse debido
al mayor esfuerzo que implica el seguimiento del entrenamiento diario en una
población homogénea, y además, de forma controlada.
Para el diseño de futuros estudios,
debemos tener presente el poder comparar protocolos adecuados a cada tipo de
población, utilizar pruebas de valoración válidas, fiables y estandarizadas,
aumentar las muestras y valorar los efectos post entrenamiento a largo
plazo. Además, es importante mejorar la
calidad de los estudios para evitar los diferentes riesgos de sesgo. Sería
recomendable utilizar la guía Consort para el diseño de nuevos estudios
controlados y aleatorios (65).
CONCLUSIONES
Hay evidencia de pobre calidad en la mejora de la
fuerza explosiva cuando se compara un grupo entrenado mediante vibraciones
respecto a un grupo control pasivo. Pese a ello si existe una tendencia a la
mejora.
No hay evidencia suficiente sobre los efectos de la
fuerza explosiva cuando se compara un grupo de vibración respecto un grupo
control que hace los mismos ejercicios sin vibración.
Debido al pequeño número de estudios y la poca
homogeneidad de pruebas de valoración utilizada no se pueden estudiar de forma
conjunta los efectos de las vibraciones mecánicas sobre la fuerza máxima
isométrica, fuerza dinámica, flexibilidad, estabilidad postural y
velocidad.
Destaca la baja
calidad metodológica de los estudios, por lo que los resultados deben
interpretarse con cierta cautela.
A
pesar de no poder extraer conclusiones claras, podemos establecer un rango
seguro en cuanto a los parámetros de aplicación de vibraciones mecánicas sobre
la población físicamente activa. Este se encuentra entre 1,7-11mm de amplitud y
entre 20-44 Hz de frecuencia, aplicándose tanto en ejercicios estáticos como
dinámicos y hasta un máximo de 18 minutos de duración.
ANEXOS
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Referencias totales 65 (100 %)
Referencias propias de la
revista 0 (0 %)
Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte-
vol. 11 -número 43 - septiembre 2011 - ISSN: 1577-0354
AnexO 1. HOJA DE EXTRACCIÓN DE DATOS
ARTículo: |
Intervencion: |
Riesgo de sesgo |
Si |
No |
? |
Aleatorización |
|
|
|
Secuencia
de generación |
|
|
|
Ocultamiento
de la asignación |
|
|
|
Cegamiento |
|
|
|
Datos
incompletos |
|
|
|
Pérdidas
y abandonos |
|
|
|
Observaciones: |
Sujetos |
Reclutados |
|
Aleatorizados |
|
|
Finales |
|
Grupo |
Experimental I
N=
|
Experimental II
N=
|
Control
N=
|
Intervención |
|
|
|
Género |
|
|
|
Edad |
|
|
|
Tipo
de ejercicio físico |
|
|
|
Tipo de medida ( validez, reproducibilidad) |
|||
|
|
||
Criterios de inclusión |
|
||
Criterios de exclusión |
|
||
Outcomes |
|
||
Homogeneidad de (técnicas estadísticas) |
|
|
|
RESULTADOS
Medidas de resultado |
Experimental I
|
Experimental II
|
Control |
|
|
|
|
|
|
|
|
Anexo 2. Efectos a
largo término: Grupo que realiza un
entrenamiento vibratorio comparado con
un grupo control pasivo |
||||||||||
Autor y año |
Tipo
de estudio |
Sujetos (edad) |
Intervenciones |
Cambios en el rendimiento |
||||||
Grupo Vibración (VG) |
CG |
Duración y frecuencia semanal |
Test de rendimiento |
Resultados |
||||||
amp (mm) |
freq (Hz) |
Ejercicio |
||||||||
Issurin
et al. (1994) |
Ensayo controlado aleatorio 3 grupos: 1. VG1:
Vibración + Estiramiento piernas y fuerza convencional brazos. 2. VG2:
Estiramiento piernas convencional
+ vibración brazos 3.CG |
28 ♂
físicamente activos (19-25) |
3 |
44 |
Sistema de poleas Flexión codo 6 series 80-100% RM
(r:2- Estiramientos estáticos y
balísticos pierna: 6 series 40-80’’(r:2- |
- |
3w 3s/w |
Fuerza máxima |
GV1:↑16.1% GV2:↑*48%; GC: No # |
|
Flexibilidad: Two-leg-split across, flex-and-reach |
GV1:↑*8.7% GV2:↑2.4% GC: ↑ 1.2% |
|||||||||
Bosco et al.
(1998) |
Ensayo controlado aleatorio 2 grupos: 1. VG 2. CG |
14?
Físicamente activos (19-21) |
10 |
26 |
. Galileo 2000 Ejercicios estáticos 5 series×1.5- |
- |
10 días |
CMJ (cm) |
VG:↑*1.64% CG:↓ -0.27% |
|
Salto
continuo 5’’ |
Promedio
de potencia (W.kg) |
VG:↑*3.09%)
CG:↑1.13% |
||||||||
Promedio
de salto (cm) |
VG:↑*11.96% CG: ↑ 1.12% |
|||||||||
Delecluse
et al.(2005) |
Ensayo controlado aleatorio 2 grupos: 1. VG 2. CG |
7 ♀
y 13 ♂ velocistas (17-30) |
1.7-2.5 |
35-40 |
Power Plate Ejercicios dinámicos y estáticos
3×6.(30-60’’)(r:5-60’’) ( 9- |
- |
5w 3s/w |
Fuerza
isométrica Fuerza
dinámica CMJ Start action Sprint 30m |
No # |
|
Fagnani et al(2006) |
Ensayo controlado aleatorio 2 grupos: 1. VG 2. CG |
26 ♀ deportistas competición (21-27) |
4 |
35 |
NEMES LCB Apoyo unipodal
y bipodal. 6-8 series×15-60’’(r:30-60’’) |
- |
8w 3s/w |
Prensa piernas isocinético Pico de
Fuerza (PF) Trabajo total (TW) |
Test de potencia: PF:VG ↑*
9.56%, GC ↑ 2% TW: VG ↑* 11.24%, CG ↑ 2.05% Test de Resistencia: PF: VG ↑* 12.7%, GC ↑ 2.54% TW: VG ↑* 10.92%, GC ↑ 3.4% |
|
CMJ (cm) |
VG:↑* 9.62% CG:↑3.3 % |
|||||||||
Flexibilidad: Sit and reach test |
VG:↑* 15.31% CG:↑6.47 % |
|||||||||
Annino et al. (2007) |
Ensayo controlado aleatorio 2 grupos: 1. VG 2. CG |
22 ♀ bailarinas competición (21.25 ± 1.5) |
|
30 |
Nemes LC Semi-squat estático (110º)
5×40’’(r:60’’) |
- |
8w 3s/w |
CMJ |
VG:↑* 6.74% CG:↓1.04% |
|
Potencia y velocidad prensa piernas |
VG: ↑* CG: no # |
|||||||||
VG_ Grupo vibración; CG_ grupo
control; w_semanas; s_ sesión; ↑_ aumento; ↑*_aumento
significativo (p<0,05); r_ descanso, #_ diferencias |
Anexo 3. Efectos a
largo término: Grupo que realiza un EV
comparado con grupo que hace ejercicios similares sin vibración |
|||||||||
Autor y año |
Tipo
de estudio |
Sujetos (edad) |
Intervenciones |
Cambios en el rendimiento |
|||||
Grupo Vibración (VG) |
CG |
Duración
y frecuencia semanal |
Test de rendimiento |
Resultados |
|||||
amp (mm) |
freq (Hz) |
Ejercicio |
|||||||
Schlumberger et al. (2001) |
Ensayo controlado 2 grupos: 1. VG: Una pierna 2. CG: La otra pierna |
3♀y 7♂ estudiantes Educación Física (25.4) |
6 |
25 |
Squat unilateral 4 × 8–12RM |
Ídem sin
vibración |
6 w 3s/w |
Fuerza isométrica máxima |
VG:↑ 6.5% CG:↑ 6.2 % |
Momento de Fuerza |
Sin cambios |
||||||||
Becerra
& Becker
(2001) |
Ensayo controlado 4 grupos: 1. VG1: Vibración+movimiento
hombro (180º/s) 2. CG1: Ídem VG1 sin vibración 3. VG2: Vibración+movimiento
hombro (30º/s) 4. CG2: Ídem VG2 sin vibración |
23 ♂ nadadores (17-21) |
4 |
20-24 |
Cables vibratorios VG1: :↑ 2 series por w× VG2:10-14×30’’ (r:
90’’), 90-95% FMI. |
Ídem sin
vibración |
7w 3s/w |
Fuerza máxima, fuerza explosiva, 50,
100, 200, 400 y 800m |
Resultados
confusos |
De Ruiter
(2003) |
Ensayo controlado 2 grupos: 1.VG 2.CG |
8♀ y 12♂ estudiantes físicamente
activos (19-20) |
8 |
30 |
Postura estática, 110º flexión
rodilla. Progresión 5-8 ×1’ (r:1’) |
Ídem sin
vibración |
11w 3s/w 5-8’/s |
Contracción voluntaria máxima Salto vertical |
Sin cambios |
Ronnestad (2004) |
Ensayo controlado aleatorio 2 grupos: 1. VG: Vibración + squat 2. CG: squat |
16 ♂ Entrenados en fuerza amateur (21–40) |
4 |
40 |
Nemes-LC Squat dinámico Progresión 3×10 a 4×6 RM |
Ídem sin
vibración |
5w 2-3 s/w |
1RM squat |
VG: ↑* 32.4%
CG: ↑* 24.2% No # entre grupos |
CMJ |
VG: ↑* 9.1% CG: ↑ 4.2% No # entre grupos |
||||||||
Cochrane et al. (2004) |
Ensayo controlado aleatorio 2 grupos: 1. VG 2. CG |
8♀ y 16♂ estudiantes físicamente activos
(23.9 ± 5.9) |
11 |
26 |
Galileo 2000 Estático 5×2’ (r:40’’) |
Ídem sin
vibración |
5
días entreno, 2
días descanso y cuatro días entreno |
CMJ |
VG: ↑
3.85% CG: ↓ 3.33%) |
SJ |
VG: ↑ 4.35% CG: ↓ 7.69% |
||||||||
Sprint (5, 10, 20m) |
No # |
||||||||
Agilidad (AG, UAB) |
No # |
||||||||
Kvorning et al. (2006) |
Ensayo controlado aleatorio 3 grupos: 1.VG1Squat con carga+vibración 2. VG2: Squat
sin carga+vibración 3.CG: Squat con
carga |
28 ♂
moderadamente activos (23.3 ± 1) |
4 |
20-25 |
Galileo 2000 VG1: Squat 6×8 (r:2’). Progresión 10RM-8RM |
Ídem VG1 sin
vibración |
9w ½ -3 s/w |
Fuerza máxima isométrica, extensores
rodilla |
VG1: ↑*9.34% VG2: No # CG:↑* 12.07% No # entre grupos |
CMJ |
VG1: No # VG2: No # CG: ↑*7.8% |
||||||||
Mahieu et. al (2006) |
Ensayo controlado aleatorio 2 grupos: 1. VG 2. CG |
14♀ y 19♂ esquiadores
élite (12.36±1.71) |
2-4 |
24-28 |
Fitvive; N.V. Progresión: 2-4 series × 3-4 ex.
(30-100’’) (r:60’’) |
Ídem sin
vibración |
6w 3s/w |
Fuerza
isocinética extremidad inferior |
VG and CG ↑* fuerza tobillo y
rodilla; ↑* VG fuerza explosiva respecto CG |
Fuerza
explosiva (high box test) |
VG:↑* 25.28% CG:↑*10.93% VG >*CG |
||||||||
Control
Postural (Balance Master) |
No #
entre grupos |
||||||||
Cronin (2004) |
Ensayo controlado aleatorio 1. VG 2. CG1: Ídem VG sin vibración 3. CG2: Grupo pasivo |
15 ♀ bailarinas experimentadas
(16-24) |
5.2 |
26 |
Galileo 2000 Squat Unilateral y
bilateral 5 x 90-120’’ (r:40’’) |
GC1
Ídem sin vibración ; GC2:pasivo |
10s |
CMJ |
VG:↑2.7% CG1: ↑1.3% CG2: ↓0.4 |
Drop jump |
VG:↑3.9% CG1: ↓4.8% CG2: ↓2.1 |
||||||||
Berschin (2003) |
Ensayo controlado 2 grupos: 1. VG: Vibración + squat 2. CG: squat
|
24 ♂ jugadores de rugby
profesionales |
3 |
20 |
Galileo 2000 Squats y saltos :5x3´(r:
2-3)'; 20-70% RM |
Squats 5 x 12 70% RM (r:2’)) |
12 w 3s/w |
CMJ: GV |
VG ↑* (P < 0.01) |
Shuttle run, 30m sprint |
VG ↑*(P < 0.05) |
||||||||
Fuerza
máxima piernas |
No
# |
||||||||
Sands et al. (2006) |
Ensayo controlado aleatorio 2 grupos: 1.VG 2.CG |
10 ♂
gimnastas entrenados(10.1 ±1.5) |
2 |
30 |
U.S. Olympic Committee Dos posiciones de estiramiento: (split y lunge)
4’: |
Ídem sin
vibración |
4w 5s/w |
Flexibilidad
(Split test) |
VG ↑* en la amplitud de movimiento de pierna
derecha |
Van
den Tillaar (2006) |
Ensayo controlado aleatorio 2 grupos: 1.VG 2.CG |
12♀
y 7♂ estudiantes físicamente activos (21.5 ± 2.0) |
10 |
28 |
Nemes Bosco 3 series cada pierna:(5’’isometrico
+ 30’’ estiramiento estático)+estático
squat
sin vibración (6×30’’) |
Ídem sin
vibración |
4w 3s/w |
Flexibilidad
(amplitud de movimiento isquiotibiales) |
VG:↑* 26.8º CG:↑* 12.4º VG >*CG |
VG_ Grupo vibración; CG_ grupo
control; w_ semanas; s_ sesión; ↑_ aumento; ↑*_aumento
significativo (p<0,05); r_ descanso, #_ diferencias |