ORIGINAL
EFECTO DEL ENTRENAMIENTO
DE LA POTENCIA SOBRE LA VELOCIDAD DE LANZAMIENTO EN BALONMANO
EFFECT OF POWER TRAINING IN THROWING
VELOCITY IN TEAM HANDBALL
Aguilar-Martínez,
D.1; Chirosa, L.J.2; Martín, I.3; Chirosa,
I.J.4 y Cuadrado-Reyes, J.5
1Diplomado
en Estudios Avanzados CCAFD por la Universidad de Granada, España, daguim@correo.ugr.es
2Doctor
CCAFD por
la Universidad de Granada, Profesor Titular Departamento de
Educación Física, Universidad de Granada, España, ichirosa@ugr.es
3Doctor
en Psicología Social y Metodología de las Ciencias del Comportamiento por la Universidad de
Granada, Profesor Titular Departamento de Metodología
de las Ciencias del Comportamiento, Universidad de Granada, España, imartin@ugr.es
4Doctor CCAFD por la Universidad de Granada,
Profesor Asociado Departamento de Educación Física, Universidad de Granada,
España, ichirosa@ugr.es
5Doctor CCAFD por la Universidad de Granada,
España, jorgecu@correo.ugr.es
Clasificación UNESCO / UNESCO Code: 5899 Educación Física y Deportes / Physical Education and Sport
Clasificación del Consejo de
Europa / European Council classification: 17. Rendimiento Deportivo / Sports Performance
Recibido 24 de
noviembre de 2010 Received November 24, 2010
Aceptado 29 de
septiembre de 2011 Accepted September
29, 2011
RESUMEN
El propósito de este estudio fue examinar el efecto de
diferentes métodos de fuerza unidos al entrenamiento técnico – táctico sobre la
potencia muscular y la velocidad de lanzamiento en ambos brazos. Los
participantes fueron 11 jugadores senior de balonmano (25±3 años; 188,7±4,7 cm; 90,6 ±10 Kg).
Se tomaron 3 periodos de entrenamiento, cada uno de 8 semanas, con
diferentes métodos de entrenamiento de la fuerza. Los resultados muestran como
el entrenamiento de fuerza basado en el contraste estato – dinámico unido al entrenamiento técnico – táctico
durante el periodo competitivo es más eficaz (p=0,033) que sólo la realización
de entrenamiento de fuerza máxima combinada con el pico de potencia para la
mejora de la velocidad de lanzamiento.
PALABRAS
CLAVE: Balonmano,
entrenamiento integrado, velocidad de lanzamiento, entrenamiento de la fuerza
ABSTRACT
The purpose of this study was to examine
the effect of different strength methods combined with technical-tactical
training on muscle power and throwing velocity in both arms of team handball
players. Eleven senior players
participated (25±3 years; 188,7±4,7 cm; 90,6 ±10 Kg) in this study. The season was divided into three training
periods, each of eight week, to test different methods of
strength training. The results
show that strength training based on the contrast static - dynamic combined
with technical- tactical training during the competitive season is more
effective (p=0.033) that only the realization of maximum strength training
combined with peak power for improving throwing velocity.
KEY WORDS: Team handball, combined training, throwing velocity,
strength training
1
INTRODUCCION
El balonmano es un deporte que se
juega en una pista de 20x40m, donde se enfrentan 7 contra 7 jugadores (de
equipos donde pueden intervenir 14 participantes sin limitación de cambios) en
dos periodos de 30 minutos. Esta libertad reglamentaria en la posibilidad de
cambios de jugadores durante el partido hace que la intensidad de los
encuentros sea muy elevada. La lógica interna del juego hace que la naturaleza
del esfuerzo que prime sea de tipo intermitente, utilizando en la mayoría de
las acciones determinantes los sistemas fosfágenos. El jugador de balonmano
debe estar dotado de altas prestaciones de fuerza explosiva (en sus diferentes
manifestaciones), junto a una gran capacidad de recuperación mediante
fosforilación oxidativa en los periodos de baja intensidad. Destacan en el
juego las acciones como correr a velocidad máxima, cambios de velocidad y de
dirección, saltos, lanzamientos, golpeos
y choques entre los jugadores (Marques,
Van Den Tillaar, Vescovi y González-Badillo, 2007).
Uno de los elementos técnicos-tácticos
individuales más importantes, y clave en la consecución del objetivo final del
juego es el lanzamiento a portería (Antón García, 1998), de cuya eficacia depende el éxito o
fracaso de las acciones que lo preceden y la posibilidad de conseguir la
victoria (finalidad intrínseca del juego de competición). Es bien sabido
que el éxito del lanzamiento a portería en balonmano depende, en gran medida,
de la velocidad de salida del balón (Gorostiaga,
Granados, Ibáñez e Izquierdo, 2005; Granados, Izquierdo, Ibáñez, Ruesta y
Gorostiaga, 2008; Marques et al., 2007; Skoufas et al., 2003; Skoufas et al.,
2008). Aunque se
ha demostrado que la velocidad perjudica la precisión, en jugadores de alto
nivel esta relación inversa no se produce, o si lo hace afecta de una manera
poco significativa (Párraga, Sánchez y Oña, 2001).
Existen tres conjuntos de factores que
son determinantes para regular la velocidad de lanzamiento: a) aquellos
relacionados con la mecánica del gesto; b) los relacionados con los procesos
coordinativos (coordinación intra e intermuscular); c) los resultantes del desarrollo
de fuerza y/o la potencia de las extremidades superiores e inferiores (Marques
et al., 2007).
Mecánica del gesto
La mecánica del lanzamiento en
balonmano ha sido ampliamente estudiada, abordándose este análisis desde
diversas perspectivas (Granados
et al., 2008; Rivilla, Sampedro, Navarro y Gómez-Ortiz, 2010; Sachlikidis y
Salter, 2007; Skoufas et al., 2003; Skoufas et al., 2008; Van Den Tillaar y
Ettema, 2006; Van Den Tillaar y Ettema, 2007; Zapartidis, Gouvali, Bayios y
Boudolos, 2007). En este
apartado hay que diferenciar por ejemplo el tipo de lanzamiento que hace un
jugador en apoyo clásico del realizado en suspensión, del mismo modo que hay
que tener en cuenta el grado de oposición, así como la zona del lanzamiento (Bayer,
1987; Párraga, 1999; Rivilla et al., 2010). Podemos encontrar diferencias
mecánicas en la ejecución si los sujetos son expertos o noveles (Skoufas et
al., 2003; Skoufas et al., 2008; Van Den Tillaar y Ettema, 2006), incluso si el lanzamiento se realiza
con el brazo dominante o no dominante (Ettema,
Gløsen y Van den Tillaar, 2008; Gray, Watts, Debicki y Hore, 2006; Hore,
O'Brien y Watts, 2005; Sachlikidis y Salter, 2007; Skoufas et al., 2008; Van
den Tillaar y Ettema, 2006; Van den Tillaar y Ettema, 2009;).
En la mecánica de los lanzamientos,
las mejoras en la rotación del hombro se producen en ambos brazos, tanto
dominante como no dominante, pero no hay relaciones entre las velocidades de
lanzamiento que se alcanzan entre ellos (Newsham,
Keith, Saunders y Goffinett, 1998).
Dichas velocidades son muy diferentes si el brazo del lanzamiento recibe
un entrenamiento técnico – táctico, por lo que desarrollan un mayor rendimiento
cuantitativo. Aunque podemos señalar,
que diferentes estudios demuestran, que existen diferencias biomecánicas al
efectuar el lanzamiento, con la mano dominante y no dominante, por lo que bajan
las velocidades angulares en distintos puntos y hace que la velocidad final sea
menor con cada brazo (Gray et al., 2006; Hore et al., 2005; Newsham et al.,
1998; Sachlikidis y Salter, 2007; Van Den Tillaar y Ettema, 2009), igualmente
la predominancia lateral del deportista, diestro o zurdo también tendrá
influencia a nivel cualitativo en el lanzamiento (Aragón, Fernández-Santos,
Gómez-Espinosa, Carrasco, Mora y González Montesinos, 2010).
Procesos coordinativos
Las diferencias entre ambos brazos pueden ser debidas a que, en el brazo no dominante, no se han desarrollado los mecanismos de coordinación de manera efectiva para aprovechar los momentos de interacción en las diferentes fases de la cadena cinética (Gray et al., 2006). Aunque existe una relación entre la coordinación dominante y no dominante en el lanzamiento, por lo que si un individuo obtiene la capacidad de lanzamiento de forma ambidiestra, puede aumentar con mayor facilidad su velocidad en ambos brazos a través de la transferencia (Sachlikidis y Salter, 2007).
Desde el punto
de vista coordinativo se manifiestan diferencias técnicas entre ambos brazos,
pero esto no quiere decir que no exista una estabilidad en el gesto (Van Den Tillaar y Ettema, 2006). Se puede afirmar que las
diferencias técnicas se deben a la existencia de patrones de movimiento
diferentes (Hore et al., 2005; Van den Tillaar y Ettema, 2009). Evidentemente, el patrón de movimiento del brazo dominante es más eficaz
y en jugadores expertos está más consolidado. Una de las razones por las que
los sujetos no expertos no pueden lanzar rápido con el brazo dominante es
porque no han desarrollado los mecanismos de coordinación para explotar los
denominados momentos de interacción en las distintas fases de la cadena cinética
(Van Den Tillaar y Ettema, 2006; Wagner y Mueller, 2008).
Desarrollo de la fuerza y/o de la potencia muscular
Los valores de velocidad de
lanzamiento dependen en cierto modo de la capacidad de generar fuerza máxima
dinámica (FDM) que tiene cada jugador. Cuanto mayor es la profesionalización o
categoría del jugador, mayores valores absolutos debe tener de FDM y de
velocidad de lanzamiento (Gorostiaga et al., 2005; Granados et
al., 2008), aunque no
existe una relación directa entre ambas manifestaciones de la fuerza.
En cualquier equipo en el que se busque el mayor rendimiento deportivo,
gran parte de su entrenamiento está orientado a la mejora de las diferentes
manifestaciones de fuerza para conseguir el óptimo rendimiento en las
habilidades específicas del juego.
Buscando este máximo rendimiento, se puede señalar que el empleo de
cualquier intensidad de carga tiene un efecto positivo en el desarrollo de la
fuerza (Chirosa,
1998). Pero lo determinante e interesante en todo el proceso de entrenamiento
es saber ajustar las cargas para que el jugador pueda expresar el máximo de sus
capacidades en cada momento de la temporada.
La fuerza aplicada va unida a la buena
mecánica del lanzamiento, destacando la importancia de la manifestación explosiva
de la fuerza, tanto de los miembros inferiores como superiores, todo influye en
la velocidad de lanzamiento en jugadores de balonmano (Chelly,
Hermassi y Shephard, 2010). Del mismo modo, la fuerza explosiva va unida
a la velocidad de lanzamiento, ya que hay estudios (Skoufas et
al., 2003) que indican
que si se hacen lanzamiento con balones más ligeros, aumenta la velocidad de
rotación en el hombro, por lo que aumenta también la velocidad de lanzamiento.
En un grupo entrenado, se puede mezclar con el entrenamiento de fuerza y el
entrenamiento técnico-táctico para poder aumentar la velocidad de lanzamiento (Skoufas
et al., 2003).
En la misma línea de relevancia de los
estudios anteriores, cobra interés el desarrollo de los métodos de fuerza
apropiados para incrementar la velocidad de lanzamiento del jugador (Chelly et
al., 2010; Dalziel, Neal y Watts, 2002; Ettema et al., 2008; Skoufas et
al., 2003) aunque
pocos estudios examinan la relación entre el desarrollo de la velocidad de
lanzamiento en los jugadores de elite de balonmano con los índices de fuerza
dinámica y potencia (Marques et al., 2007).
Hasta donde se conoce, no existen estudios
que reflejen la aplicación de diferentes métodos de fuerza en periodos de una
temporada para aumentar o mantener los parámetros de pico de potencia y de
velocidad de lanzamiento en ambos brazos en jugadores de nivel de un equipo de
balonmano.
En este
trabajo dentro del entrenamiento de fuerza se aplican diferentes métodos
justificados por investigaciones precedentes (Gamble, 2006;
Marques y Gonzalez-Badillo, 2006; Marques et al., 2007; Skoufas et al., 2003;
Van Den Tillaar, 2004): fuerza
máxima, picos de potencia, entrenamiento de contraste y obviamente, el
entrenamiento integrado (Chirosa, 1998; Ingle, Sleap y Tolfrey, 2006; Santos y Janeira, 2008), así como los cambios en la velocidad de lanzamiento que se producen en
ambos brazos.
Por lo tanto, el propósito de este estudio es examinar
el
efecto de diferentes métodos de fuerza unidos al entrenamiento técnico –
táctico sobre la potencia muscular y la velocidad de lanzamiento en ambos
brazos, dominante y no dominante, en jugadores de balonmano en distintos
momentos del periodo competitivo. En el
contexto de la investigación, los objetivos que se han llevado a cabo han sido:
conocer el efecto de
diferentes métodos de entrenamiento de la fuerza sobre la velocidad de
lanzamiento y comprobar si existen diferencias en esta manifestación de la
fuerza (medida a través de la velocidad de lanzamiento) en función del momento
de la temporada, una vez alcanzados los niveles máximos de velocidad.
2
METODO
2.1 MUESTRA
Los participantes de este estudio han
sido 11 jugadores de un equipo de balonmano de categoría senior nacional
masculina con una edad de 25±3 años y una
experiencia en este deporte de 16 ±3 años. Los principales datos
antropométricos del equipo han sido: altura (188,7 cm±4,7), peso (90,6 kg ±10) y masa grasa (11,5 %kg ±2,8).
Los jugadores no tomaron esteroides
anabólico-androgénicos exógenos ni otro tipo de sustancias prohibidas o drogas
que pudiesen afectar el rendimiento o el balance hormonal durante este estudio.
La Federación Española de Balonmano sometió a varios jugadores a controles
periódicos de dopaje, sin que hubiese caso alguno de infracción. Tampoco
ingirieron medicamentos que pudiesen alterar los resultados del estudio.
2.2 DISEÑO Y VARIABLES
Las variables a tratar en el siguiente
estudio son las siguientes:
Como variables dependientes (VD) hemos
medido a cada jugador la Velocidad de lanzamiento (Vb) y el Pico de potencia en
press banca (PP).
Como variable independiente
fundamental (VI1) para estudiar su efecto sobre las variables
dependientes hemos elegido el Método de Entrenamiento (ME) que ha tenido tres
niveles: Aplicación de un método de fuerza (F1) en un momento de preparación
(M1), aplicación de un método de fuerza (F2) unido al entrenamiento técnico –
táctico (ETT) en un momento de competición (M2) y la aplicación de un método de
fuerza (F3) unido al entrenamiento técnico – táctico (ETT) en un momento de
competición (M3). Por consiguiente, se ha efectuado un análisis de 3 momentos
diferentes de una temporada, cada uno con una duración de 8 semanas, en los que
se comenzaba la recogida de información cuando los jugadores alcanzaban la
velocidad de lanzamiento de la temporadas anteriores para que no se viera
influenciada por el periodo de desentrenamiento (Marques y González-Badillo,
2006).
Otras variables independientes del
estudio han sido la medida antes y después de cada método combinado de
entrenamiento (VI2: Pre y post) y también, el brazo (VI3:
con dos niveles brazo dominante o brazo no dominante) pero sólo se manipulaba
cuando se medía Velocidad de Lanzamiento ya que el Pico de Potencia se ejerce
con los dos brazos simultáneamente.
Por tanto, se trata de un diseño cuasi
experimental de medidas repetidas. Cuando hemos medido la VD velocidad de
lanzamiento, las variables independientes han sido tres todas de ellas
manipuladas intrasujeto, mientras que cuando la VD era el pico de potencia las
variables independientes sólo eran dos: método y pre-post. El orden de los
métodos de entrenamiento no ha podido ser contrabalanceado dado que el diseño
debía adecuarse al contexto de un equipo real en una competición real y, por
tanto, de gran valor ecológico aunque ello signifique de alguna forma perder
control interno en la investigación. En cualquier caso, introdujimos la medida
en el brazo no dominante en un intento de establecer una medida de control de
la mejoría del brazo dominante.
2.3 MATERIAL
El instrumental empleado para llevar a
cabo la investigación estaba compuesto por: radar gun con un rango de 10 a 199
km/h, ±2/3 km/h, encoder lineal rotatorio (1mm de precisión y 1000hz de
frecuencia de registro), software Real Power, notebook HP nx7400 y SPSS15.
2.4 PROCEDIMIENTO
Los participantes han entrenado con el
mismo entrenador y en el mismo club en los dos años previos, además del tiempo
que duró el estudio. Antes de comenzar,
se realizó un examen médico a los jugadores, incluyendo una prueba de esfuerzo
con electrocardiograma. Los sujetos y entrenadores fueron informados de la
finalidad del estudio y firmaron una fórmula de consentimiento informado para
participar en el estudio.
Todos los controles se han llevado a
cabo en el periodo de competición. Los
jugadores estaban familiarizados con el sistema de control por haber realizado
las mismas pruebas en otras temporadas. El procedimiento de evaluación ha sido
estandarizado comenzando siempre después de dos días de recuperación
postpartido, a principios de semana, con el mismo protocolo de prueba. El orden
de participación de los sujetos en las pruebas ha sido aleatorizado. Los sujetos que han tenido algún tipo de
molestias y no han participado en todas las medidas, han quedado excluidos del
estudio como muerte experimental.
Se han controlado los métodos de
entrenamiento de la fuerza para ver cómo afectan a la velocidad de lanzamiento
y a la potencia muscular en tres momentos diferentes de la temporada. Los controles se han realizado en: en un
momento de la temporada sin entrenamiento técnico – táctico (M1); en un momento
de la temporada (M2); y en un momento final de la temporada (M3). El control sobre la velocidad de salida del
balón en el gesto específico del brazo dominante y no dominante. Entre los
factores que pueden influir también se han controlado el volumen y la
intensidad de los lanzamientos y evolución de la curva fuerza - velocidad,
analizando fundamentalmente el pico de potencia.
Prueba de lanzamiento (Vb)
La máxima velocidad de salida del
balón se controló con un radar gun (con un rango de 10 a 199 km/h, ±2/3 km/h)
usando el lanzamiento en apoyo con armado clásico en carrera con tres apoyos a
una distancia de 9m frontal a la posición del radar. Es el lanzamiento más usado en un equipo de
balonmano y en la mayoría de las investigaciones precedentes (Marques et
al., 2007; Van Den Tillaar y Ettema, 2006; Van den Tillaar y Ettema, 2009). El radar estaba situado fijo
adaptado a la altura del hombro del lanzador detrás de la meta. Se utilizó un
balón oficial de la IHF con 475 gr y 58 cm de diámetro. Después de 10 minutos
de un calentamiento estandarizado comenzaron los lanzamientos a máxima
velocidad usando ambos brazos, dominante y no dominante, y la técnica preferida
por el jugador para efectuar el lanzamiento.
Se realizaron tres series de tres lanzamientos con tres minutos de
recuperación entre serie y entre lanzamientos. El mejor lanzamiento es el que
se ha utilizado para el posterior análisis. Los entrenadores supervisaron toda
la prueba de lanzamiento para asegurarse de que los sujetos estaban utilizando
una técnica adecuada.
Curva Fuerza – Velocidad (PP)
Se han realizado mediciones con un
Encoder lineal, rotatorio, que funciona con un sistema de dinamo, detectando e
informando la posición de la barra cada 10 milisegundos (1000 hz) a un
interface conectado a un ordenar portátil donde el software Real Power calcula
automáticamente los valores de fuerza, velocidad y potencia media y pico y
consta de un registro mínimo de posición de 1 mm. El cable cuyo extremo se aseguró en un sitio
específico de la barra de modo que no moleste la ejecución del ejercicio. El
funcionamiento permite que cuando el sujeto realice el ejercicio el cable se
desplace en forma vertical, según la dirección del movimiento.
Todos los participantes utilizaron un peso inicial de 26 kg (Marques et
al., 2007), que posteriormente se
aumentaba en incrementos de 10 o 5 kg de cada ensayo hasta que el deportista,
con la ayuda del software, lograba alcanzar los valores máximos de pico de
potencia. Para empezar la prueba y con la ayuda de
dos entrenadores, la barra estaba colocada sobre el pecho del atleta y fue
obligado a permanecer allí cerca de 1 segundo antes de iniciar el movimiento en un esfuerzo por minimizar sus
efectos contra-movimiento en cualquiera de los resultados. A continuación, el deportista recibió instrucciones
para realizar una acción concéntrica desde esta posición inicial, lo más
rápidamente posible, hasta la extensión completa de los codos, con 3-5 minutos
de descanso entre los ensayos para reducir la probabilidad de fatiga. Se anulaba un ensayo si parecía existir un
contra-movimiento inicial de la barra, si el atleta bajaba la espalda o los
glúteos se elevaban desde la banca, o si el atleta no lograba extender el codo.
En todos los ejercicios se ha controlado las angulaciones de
partida con goniómetro manual, y las trayectorias de los desplazamientos
mediante pórticos o máquinas de tracción guiadas.
Entrenamiento Técnico – Táctico (ETT)
La planificación ha sido diseñada
siguiendo los principios del entrenamiento (Buford,
Rossi, Smith y Warren, 2007; Kelly y Coutts, 2007), con una estructura ajustada a un
modelo de planificación aplicada a deportes de largo periodo competitivo.
3
RESULTADOS
3.1 Velocidad de lanzamiento
3.2
Con los resultados obtenidos se
realizó un ANOVA intrasujeto con tres variables independientes. Para este
análisis, se asumió esfericidad dado que no se encontraron diferencias en la
prueba de Mauchly. Los resultados obtenidos muestran significación en la
variable dominante-no dominante (F1,10=209,660; p=0,0001;
E2= 0,954; Potencia= 1,00) y
en la interacción de momento con dominante-no dominante (F2,20=7,360;
p=0,004; E2=
0,424; Potencia= ,899) (gráfico 1).
Gráfica 1.
Velocidad de lanzamiento en función de brazo dominante y no dominante y el
momento de estudio
La media para la velocidad de
lanzamiento en el brazo dominante es de 102,53 km/h mientras que en el brazo no
dominante es de 74,76 km/h. Por su parte el estudio de las comparaciones de
Bonferroni de la interacción momento por brazo dominante-no dominante muestran
diferencias significativas entre todas las medias del brazo dominante con el
no-dominante (p<0,001) y también en el brazo dominante entre el momento 1 y
el 2 (p=0,033) y no llega a haberlas entre el momento 1 y la 3 (p=0,067).
3.3 Pico de Potencia
Para el análisis
de la variable dependiente pico de potencia también se realizó mediante un
ANOVA de medidas repetidas con dos variables independientes: temporada y
pre-post.
La prueba de esfericidad de Mauchly
fue significativa para la variable temporada (W2=0,345; p=0,008) pero no para la interacción entre ambas variables (W2=0,930;
p=0,721). Por tanto elegiremos la prueba de Greenhouse-Geisser
en el primer caso.
Los resultados sólo muestran
significativo la variable Momento (F1.208, 12,082=5,870; p=0,027).
El análisis de las comparaciones entre las tres medias mediante la prueba de
Bonferroni muestra diferencias entre la 1 y la 3 (p= 0,007) y entre la 2 y la 3
(p=0,027) (gráfica 2).
Gráfica 2.
Pico de Potencia en función del momento de estudio
4
DISCUSION
El propósito de este estudio fue examinar el efecto de
diferentes métodos de fuerza unidos al entrenamiento técnico – táctico sobre la
potencia muscular y la velocidad de lanzamiento en jugadores de balonmano. La mayor aportación de este trabajo es que el
entrenamiento de la fuerza basado en el contraste estato – dinámico en la
repetición con cargas del 100% del pico de potencia unido al entrenamiento
técnico – táctico en un momento de una temporada es más eficaz (p=0,033) que
sólo la realización de entrenamiento de fuerza máxima combinada con el pico de
potencia para la mejora de la velocidad de lanzamiento en un momento de una
temporada. Hay que señalar que el método de aplicar el entrenamiento de fuerza
basándose en el pico de potencia y la combinación con ETT, está justificado en
la evidencia de que un entrenamiento estándar, consistente en movimientos de
polea, no hace mejorar la velocidad de lanzamiento en jugadores expertos (6.1%
vs 1.4%, P = .085) (Ettema et
al., 2008). Dalziel et
al. (2002) combinan los ejercicios de potencia
30% de 1 - RM con el entrenamiento específico en balonmano para aumentar los
niveles de pico de potencia y la velocidad de lanzamiento. En este trabajo, los niveles de pico de
potencia de los jugadores se mantienen entre el 20-40%, coincidiendo con esta
afirmación.
Los datos sugieren que estos métodos de fuerza deben ir acompañados de
ejercicios técnico – tácticos específicos para poder desarrollar una de las
habilidades más necesarias en el juego, como es el lanzamiento a portería. Aunque que no todos los métodos de unión de fuerza y
entrenamiento técnico – táctico producen los mismos efectos. Con la utilización de un método de fuerza
basado en el trabajo al 120% sobre el pico de potencia en un momento final de
una temporada no llega a tener valores significativos (p=0,067). Analizando de forma
pormenorizada los incrementos que se han producido destaca el descenso de un
2,3% en la velocidad de lanzamiento en el momento (M1) de la aplicación sólo de
fuerza entre el pre y el post y aumentos de la velocidad de lanzamiento en
otros momentos (M2 y M3) de un 1,4% y
1,9% entre el pre y el post. Este incremento se confirma según Gorostiaga et
al. (2006) en la eficacia de la combinación de entrenamiento de fuerza unido al
entrenamiento técnico – táctico en donde se producen multitud de acciones
explosivas de lanzamiento. Los
incrementos son menores que los alcanzados por (Gorostiaga
et al., 2006; Granados et al., 2008; Marques y Gonzalez-Badillo, 2006)
que encontraron mejoras en torno al 7%. Gorostiaga
et al. (2006), Granados et al. (2008),
Marques y Gonzalez-Badillo (2006)
indican que el aumento de la acciones explosivas como el
lanzamiento se producen en atletas entrenados, con buen nivel de ejecución
técnica y con valores altos de inicio que hacen, en principio, que las mejoras
sean más difíciles porque están muy cerca de su techo. En este estudio, los incrementos alcanzados
tanto en la velocidad de lanzamiento como en el pico de potencia (3%) no muestran diferencias significativas entre
las medidas pre y post. Pero en
deportistas entrenados, coincidiendo con las afirmaciones de los autores
anteriormente citados, las mejoras son difíciles ya que se ha comenzado la
recogida de datos cuando los deportistas alcanzan los niveles de velocidad de
lanzamiento y de pico de potencia de temporadas anteriores.
Del mismo
modo, Gorostiaga et al. (2006) y Marques et al. (2007) no
encontraron asociación entre la velocidad de lanzamiento utilizando 3 pasos y
los incrementos de fuerza máxima dinámica (1RM) después de un entrenamiento de
resistencia en jugadores de elite de balonmano.
En esta investigación, se ha utilizado los niveles de fuerza máxima
dinámica (1RM) para comprobar su influencia en la potencia y la velocidad de
lanzamiento que desarrollan los jugadores de balonmano en un momento de la
temporada (M1). Se obtiene un aumento de
la velocidad de lanzamiento con el brazo no dominante del 1,1% y un aumento de
la potencia muscular del 3,2 %. En
ninguno de los casos es significativo, por lo que, es difícil comparar los
datos de dichos estudios.
Se ha tenido en cuenta las fluctuaciones que la
velocidad de salida de balón tiene en los jugadores de alto nivel en los
diferentes momentos de la temporada (Gorostiaga et al., 2005; Gorostiaga
et al., 2006; Granados et al., 2008; Marques y Gonzalez-Badillo, 2006) en los que se ve como el momento de
la temporada influye en los picos de velocidad de salida de balón. Se puede
indicar que hay significación entre la velocidad de lanzamiento y el pico de
potencia con relación al momento en el que se encuentren. Así, los jugadores tienen mayores diferencias
en la velocidad de lanzamiento entre M1 y M2 (p=0,033) por lo que, como hemos
señalado, conforme los jugadores van llegando a niveles máximos de velocidad de
lanzamiento tienen una gran dificultad para poder incrementarlos. Con respecto
al pico de potencia, existen diferencias significativas entre M1 y M3 (p=0,007)
que tienen su relación con el método de entrenamiento de la fuerza utilizado
(F1) y también, los resultados son significativos entre M2 y M3 (p=0,027)
utilizando los métodos de entrenamiento de la fuerza unidos a la preparación
técnico – táctica por lo que aumentan las acciones explosivas que realizan los
jugadores.
Como indica Van den Tillaar & Ettema, (2009) en muchos deportes de equipo como
beisbol, cricket y el balonmano el lanzamiento es el movimiento más
importante. En estos deportes, solo el
brazo dominante es el utilizado para efectuar el lanzamiento. El brazo dominante y no dominante se
diferencian por los movimientos que se realizan después de la fase de
aceleración del balón. Al examinar las
diferencias entre la velocidad de lanzamiento en ambos brazos, dominante y no
dominante, se obtienen resultados altamente significativos (p=0,0001) entre
todas las medias de las velocidades de lanzamiento del brazo dominante con el
no dominante, a priori cuestión que parece lógica por las diferencias de
intervención de ambos brazos. Menores
índices de velocidad de lanzamiento con el brazo no dominante se deben a la
inexperiencia de los jugadores para realizar los lanzamientos dado que es un
movimiento poco habitual (Van den Tillaar y Ettema, 2009). Por lo tanto, como el lanzamiento es una de
las habilidades más decisivas en el balonmano, los jugadores deben efectuar
lanzamientos con el brazo no dominante para intentar adquirir los mismos
patrones de eficacia en el movimiento.
Del mismo modo, señala que las diferencias entre los lanzamientos no se
deben ni a la experiencia ni a diferentes entrenamientos, sino que es el
resultado de una disminución de las velocidades angulares en distintos puntos
de la cadena cinética obteniendo velocidades diferentes entre ambos brazos.
Conforme aumenta el proceso de especialización en los jugadores, las diferencias
entre ambos brazos se van haciendo mayores.
Debido a que en el proceso de formación, generalmente, se va reduciendo
paulatinamente el empleo del brazo no dominante.
En este punto, cobra importancia la
existencia del entrenamiento de fuerza exclusivo o el entrenamiento de fuerza
unido al entrenamiento técnico – táctico ya que para poder disminuir las
diferencias existentes entre la velocidad de lanzamiento de ambos brazos, se
debe combinar el entrenamiento técnico – táctico para asimilar los patrones de
movimiento del brazo dominante y no dominante para buscar mejores resultados a
la hora de realizar el lanzamiento a portería.
Por
último señalar que el tipo de diseño garantiza la validez externa al ser el
diseño ecológico y de fácil aplicabilidad, pero plantea problemas de validez
interna al no ser la muestra de participantes elegida al azar, no haber
contrabalanceado los momentos de estudio y no poder controlar de forma
exhaustiva la variable brazo dominante y no dominante. En el entrenamiento no se ha controlado si
los jugadores en alguno de los momentos, por ejemplo, utilizan el brazo no
dominante para realizar acciones específicas de las cuales es imposible inhibir
en el proceso de esta investigación.
Debemos señalar, que el estudio está hecho en un equipo en liga nacional
durante el proceso de competición y
parece más interesante comparar cuáles son los resultados entre un brazo y
otro, teniendo la certeza de que el brazo no dominante prácticamente no es usado
por los jugadores que hacer otro diseño donde se pierda la validez de estudiar
el jugador en su hábitat natural.
5 CONCLUSIONES
-
La combinación de entrenamiento técnico –
táctico con el método de fuerza basado en el contraste estato – dinámico
aumenta los parámetros de velocidad de lanzamiento y el pico de potencia.
-
Existen diferencias en la velocidad de
lanzamiento en función del momento de la temporada, por lo que, conforme los jugadores van llegando
a niveles máximos de velocidad de lanzamiento tienen una gran dificultad para
poder incrementarlos.
-
Para alcanzar valores mayores de velocidad de
lanzamiento la combinación de entrenamiento técnico – táctico con el
entrenamiento de manifestaciones explosivas de la fuerza conduce a mayores
mejoras en los diferentes factores neuromusculares que cuando se aplican los
mismos métodos de entrenamiento de forma aislada.
Para
finalizar, se puede añadir que los resultados indican que se puede obtener
diferencias significativas entre la velocidad de lanzamiento y el pico de
potencia, por lo que, se debería ampliar la muestra para poder comprobar dichos
indicios. Entonces, sobre estos aspectos se abren nuevos caminos hacia el
estudio de variables que tengan que ver con la formación de jugadores y
aprendizaje desde el punto de vista funcional.
Se pueden estudiar periodos en los que el entrenamiento se base en la
utilización del brazo dominante combinado con periodos en los que se base el
entrenamiento en la utilización del brazo no dominante para comprobar si se
obtiene una mayor riqueza motriz y transferencia para un mejor desarrollo de
una habilidad tan fundamental en el balonmano como es el lanzamiento.
APLICACIONES
PRÁCTICAS
-
Como en el proceso de formación de los
jugadores, generalmente, se va reduciendo paulatinamente el empleo del brazo no
dominante. Esto hace que lógicamente, como se ha visto en la conclusión,
existan diferencias muy significativas entre todas las medias de las
velocidades de lanzamiento entre el brazo dominante y no dominante. Esto
sugiere que en el proceso de iniciación y consolidación del aprendizaje de los
deportistas la ambidiestría debe ser uno de los objetivos de los entrenadores
para ampliar la riqueza motriz y aumentar las posibilidades de éxito.
6
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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte- vol.12
- número 48 - ISSN: 1577-0354