ORIGINAL
Efecto del
entrenamiento propioceptivo en atletas velocistas
EFFECT OF THE PROPRIOCEPTIVE TRAINING IN SPRINTERS
Romero-Franco, N.1;
Martínez-Amat, A.2 y Martínez-López, E.J.3
1Fisioterapeuta. Máster en
Investigación y Docencia en Ciencias de la Actividad Física y Salud.
Universidad de Jaén. España. narf52@gmail.com
2Profesor Contratado Doctor. Facultad
Ciencias de la Salud de la Universidad de Jaén. España. amamat@ujaen.es
3Profesor Titular Universidad. Departamento
de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal. Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación -
Universidad de Jaén. España. http://www4.ujaen.es/~emilioml/
emilioml@ujaen.es
Los
autores desean agradecer su colaboración en el estudio al Centro Andaluz de Medicina
del Deporte. También mostrar el agradecimiento a todos los atletas que han
participado en esta investigación.
Código UNESCO / UNESCO code: 2406.04 Biomecánica / Biomechanic
Clasificación Consejo
de Europa / European Council Clasification: 3. Biomecánica del deporte / Sports Biomechanic
Recibido 18 de junio de 2011 Received June 18,
2011
Aceptado 2 de octubre de 2012 Accepted October 2, 2012
RESUMEN
El
trabajo propioceptivo está cada vez más integrado en
el entrenamiento deportivo, sin embargo sus efectos en este ámbito son poco
conocidos. El propósito de este estudio fue determinar el efecto de 6 semanas
de entrenamiento propioceptivo sobre el equilibrio, fuerza y velocidad de
atletas velocistas. Participaron 33 atletas velocistas de nivel medio que fueron
clasificados en dos grupos: control (n=17)
y experimental (n=16). El grupo
experimental incluyó en su sesión de entrenamiento un programa propioceptivo de
30 minutos/día utilizando BOSU® y Swiss ball. Antes y después del programa se
realizaron test de estabilometría en plano transversal (X) y sagital (Y), squat
jump, counter-movement jump y carrera de velocidad de 30 m. El análisis de
varianza y covarianza reveló efectos de mejora en el
equilibrio postural de los atletas experimentales, así como incrementos
moderados en la potencia de salto, que no se tradujeron en mejora de los
resultados de velocidad de los atletas.
PALABRAS CLAVE: Propiocepción; velocidad; fuerza;
estabilidad postural; swiss ball; rendimiento.
ABSTRACT
Proprioceptive
training is more and more integrated in sports performance,
however effects in this area are not well-known. This study was aimed at
determining the effect of 6 weeks of proprioceptive training on balance,
strength and speed in sprinters. 33 medium-level sprinters were divided into
two groups: a control group (no = 17)
and an experimental group (no = 16).
The training programme in the latter group included a proprioceptive programme
consisting of 30 min/day using BOSU® and Swiss ball. Before and after the
training programme, stabilometry tests were completed in the horizontal (X) and
vertical (Y) planes, squat jump, counter movement jump
and 30-metre sprint. Analysis of variance and covariance revealed beneficial
impact on sprinter postural balance in the experimental group, as well as
moderate increases in jump power with no impact on the sprinters' speed.
KEY WORDS: Proprioception; speed; strength;
postural stability; swiss ball; performance.
Introducción
La velocidad en atletismo es una
disciplina especialmente influenciada por la amplitud y frecuencia de cada uno
de los movimientos corporales (Cometti, 2002). Para la mejora de ambas, es
preciso entrenar mediante contracciones musculares a la máxima intensidad,
realizar una correcta biomecánica del movimiento, y obtener cotas elevadas de estabilidad
que permitan focalizar y maximizar la fuerza en el gesto de carrera (Cosio-Lima
et al., 2003; Lin et al., 2007). Atendiendo a este último factor, ha sido demostrado
que en condiciones de inestabilidad la producción de fuerza disminuye
considerablemente (Marshall y Murphy, 2006), ya que una contracción precisa y
eficaz requiere que el sistema nervioso reciba información adecuada sobre su
situación desde los receptores de los músculos, ligamentos, articulaciones y piel
(Behm et al., 2002 y 2003). Esta información recibe el nombre de propiocepción
y contribuye a percibir
las sensaciones conscientes e inconscientes del sentido muscular, el equilibrio
postural y la estabilidad articular (Lephart & Fu, 2000).
Se ha demostrado que los atletas se enfrentan a fatigas y
perturbaciones continuas que alteran el sistema propioceptivo, de tal modo que
la información que es enviada al sistema nervioso central está tergiversada
haciendo que la biomecánica se altere y el movimiento pierda su efectividad (Yasuda
et al., 1999). Algunos autores coinciden que durante la carrera el huso
neuromuscular es el receptor propioceptivo responsable de la ejecución de los
movimientos, la postura y el mantenimiento del tono muscular (Fitzpatrick et
al., 1994; Ganong, 2004), y por tanto el único modificable por el sistema
nervioso central a partir de un entrenamiento propioceptivo (Ashton-Miller et
al., 2001). En base a ello, gracias al trabajo propioceptivo y a la consecuente
modificación del huso neuromuscular como principal propioceptor, se han hallado
mejoras en la capacidad de fuerza del atleta al inicio de una acción isométrica
(Gruber & Gollhofer, 2004), se ha perfeccionado la ejecución biomecánica en
movimientos similares a los llevados a cabo durante el entrenamiento
propioceptivo (Ashton-Miller et al., 2001; González et al., 2011), y se ha
obtenido un mayor reclutamiento muscular durante la
actividad contractil en ejercios ejecutados sobre plataforma inestable (Behm et
al., 2002, 2003; Marshall & Murphy, 2005; Anderson & Behm, 2005).
A pesar de los
anteriores hallazgos obtenidos en deportistas, es escasa la evidencia
científica que apoya este trabajo como parte del entrenamiento en velocistas. En
los últimos años, se han llevado a cabo iniciativas de entrenamiento
propioceptivo empleando para ello material alternativo como BOSU® y Swiss ball (Stanton et al., 2004; Wahl & Behm, 2008). Su
incorporación ha ofrecido para el entrenamiento atlético un avance considerable
respecto a nuevas formas de trabajo y mejoras en las señales aferentes
propioceptivas, tiempo de reacción y fuerza muscular específica, así como en
estabilización e incluso prevención de lesiones frecuentes como el esguince de
tobillo (Gruber & Gollhofer, 2004; Yaggie & Campbell, 2006; Laudner
& Koschnitzky, 2010), no obstante, aún quedan por descifrar múltiples aspectos
relativos al tipo de ejercicios, volumen e intensidad.
En base a los argumentos precedentes,
este estudio se propuso como principal objetivo estudiar los efectos de un
programa de entrenamiento propioceptivo sobre el equilibrio, la fuerza, y la
velocidad de atletas velocistas. Se hipotetizó que el entrenamiento
propioceptivo mediante BOSU® y Swiss ball aumentaría el equilibrio corporal de
los atletas, mejoraría la efectividad contráctil muscular del tren inferior, y
disminuiría el tiempo empleado en recorrer la distancia de 30 metros.
método
Se
trata de un estudio cuasiexperimental de 6 semanas de duración con dos medias
de resultados (pre y post tratamiento). Se aplicó un protocolo de ejercicios
propioceptivos específicos a un grupo de atletas velocistas durante 6 semanas
en septiembre y octubre, meses en los que todos se encontraban en periodo de
pretemporada y el entrenamiento consistía principalmente en potencia con pesas y
resistencia aeróbica.
Participantes
En
el estudio participaron 33 atletas
velocistas pertenecientes al club de
atletismo Unicaja de Jaén (21,82 ± 4,84 años, 1,76 ± 0,07 m, 67,82 ± 8,04 kg, 21,89 ± 2,37
kg/m2) de nivel medio, cuyas marcas les permitían asistir a
campeonatos de Andalucía, todos ellos varones y procedentes de disciplinas de
velocidad (100, 200 y 400 m, así como 110 y 400 m vallas). Se excluyeron
aquellos que llevaron menos de un año de entrenamiento y/o hubieran realizado
entrenamiento propioceptivo previo. Los atletas fueron distribuidos en 2 grupos
por medio de un muestreo probabilístico aleatorio simple: Grupo Control, que se limitó a hacer su entrenamiento diario
y estuvo formado por 17 sujetos (21,18 ± 4,47 años, 1,75 ± 0,08 m, 65,3 ± 9,79
kg, 21,27 ± 2,65 kg/m2),
y Grupo Experimental, formado por 16
sujetos (22,5 ± 5,12 años, 1,77 ± 0,06 m, 70,5 ± 4,44 kg, 22,33 ± 3,15 kg/m2).
Este último grupo añadió a su entrenamiento un protocolo de 6 semanas de
ejercicios propioceptivos específicos.
Instrumentos
Para
el entrenamiento se utilizaron 6 Swiss
ball de 75 cm de diámetro, 6 BOSU de la
marca BOSU®
Balance Trainer, 6 pares
de mancuernas que permitían adaptar el peso a las características del atleta y
6 pares de tobilleras lastradas de 3 Kg. Para las mediciones en carrera de
velocidad se utilizó un sistema de dos células fotoeléctricas de la marca OMRON®
(Japón) con sus respectivos receptores y colocadas en la línea de salida y a
los 30 metros de carrera. Del mismo modo, para las mediciones de saltos se empleó
la plataforma de salto Ergo Tester Globus® (Italia). Finalmente, las pruebas de
estabilidad postural en plano transversal y sagital fueron medidas mediante la
plataforma baropodométrica EPS® (Italia).
Procedimiento
El estudio
fue realizado entre los meses de septiembre y noviembre de 2010, que suponía un
periodo de pretemporada en el que ninguno de los atletas tenía competiciones.
Antes de la participación, todos los sujetos fueron instruidos convenientemente
sobre la correcta ejecución de test y ejercicios, y firmaron el consentimiento
informado, siendo sus padres o tutor legal los encargados de firmar en caso de
atletas menores de edad, cumpliendo así con las normas de la declaración de
Helsinki de la Asociación Médica Mundial de 1975 (actualización 2008).
Intervención:
Entrenamiento propioceptivo
El programa
específico propioceptivo fue realizado tres días / semana con una duración de
aproximadamente 30 minutos cada sesión durante seis semanas. Cada sesión de
entrenamiento incluía 5 ejercicios propioceptivos con dos fases (inicial y
final). La primera fase de cada ejercicio se aplicó durante las tres primeras
semanas, la segunda o final fue aplicada en las tres semanas siguientes, y
consistió en los mismos ejercicios pero con la utilización de cargas
adicionales que permitieron incrementar la intensidad de cada ejercicio (figura
1). La correcta ejecución en los ejercicios de cada sesión y su intensidad fueron
cuidadosamente supervisados por un especialista en fitness y por un
fisioterapeuta especializado en lesiones deportivas, los cuales trabajaron con
grupos de 10 - 12 atletas.
Se
pidió a los participantes del grupo de control que no llevasen a cabo cambios
en su entrenamiento e informaran si precisaron algún tipo de medicación durante
las 6 semanas del periodo de intervención.
FASE INICIAL – Tres primeras semanas |
FASE FINAL
– Tres últimas semanas |
||
EJERCICIO
1 Fase
inicial.
Braceos en la posición indicada. 30” cada miembro |
|
EJERCICIO
1 Fase final. Braceos
con mancuernas de 2 kg, aumentando el peso 1,5 kg cada semana. 30” cada miembro |
|
EJERCICIO
2 Fase
inicial.
Flexión de cadera, rodilla y tobillo de la pierna apoyada, a la vez braceo al
mismo ritmo. 10 repeticiones cada miembro |
|
EJERCICIO
2 Fase final.
Ejecución con tobillera lastrada de 3 kg en la pierna libre y mancuerna de 2
kg en cada mano, aumentando el peso 1,5 kg cada semana. 10 repeticiones cada miembro |
|
EJERCICIO
3 Fase
inicial.
Braceos en la posición indicada. 30” cada miembro |
|
EJERCICIO
3 Fase final. Mantener la posición indicada, con
una barra de 10kg que aumentará su peso en 2kg cada semana. La pierna
retrasada se apoya sobre la cabeza de los metatarsianos. 30” cada miembro |
|
EJERCICIO
4 Fase
inicial.
La pierna libre hace una circulación completa y acaba extendiendo la cadera. 10 repeticiones cada miembro |
|
EJERCICIO
4 Fase final.
Ejecución con tobillera de 3 kg en miembro inferior libre. 10 repeticiones cada miembro |
|
EJERCICIO
5 Fase
inicial.
La pierna libre realiza triple flexión mientras el miembro superior hace
braceo contralateral. 10 repeticiones cada miembro |
|
EJERCICIO
5 Fase final.
Ejecución con tobillera de 3 kg en pierna libre y mancuerna de 2 kg en cada
mano, cuyo peso aumenta 1,5 kg cada semana. 10 repeticiones cada miembro |
|
Figura 1.Programa de entrenamiento propioceptivo
[Elaboración propia].
Medidas
de resultado
Las
pruebas realizadas pre y post intervención incluyeron test pliométricos de squat
jump (SJ) y counter movement jump (CMJ), estabilometría, y test de velocidad de
30 m con y sin salida de tacos. Previo a cada test, todos los atletas llevaron
a cabo un calentamiento de 30 min. que consistió en 10
minutos de carrera suave y 20 minutos que incluían estiramientos, aceleraciones
progresivas, sentadillas completas sin carga y saltos progresivos en altura.
Squat jump
Este test fue realizado para medir la
fuerza explosiva de los miembros inferiores del deportista (Cressey et al., 2007).
El atleta era instruido para efectuar un salto vertical partiendo de una
posición en la que la rodilla estuviera flexionada a 90°, el tronco recto y las
manos en la cintura y llevándolo a cabo sin emplear contramovimiento y sin el
auxilio de los brazos. Los
atletas realizaron 3 intentos de SJ sobre una plataforma de contacto con una
recuperación de 2 minutos entre cada salto. Se registró el mejor de los tres
intentos.
Counter movement jump
Este test fue realizado para medir la
fuerza explosiva de los miembros inferiores del deportista (González et al.,
2006). El atleta partía de una posición erguida con las manos en la cintura y
realizó el salto vertical después de un contramovimiento en el que las rodillas
se flexionaban hasta 90°. Al saltar las rodillas debían extenderse hasta 180°
sin hiperextender la cadera. Los atletas realizaron 3 intentos de CMJ en una plataforma de contacto
con una recuperación de 2 minutos entre cada salto. Se registró el mejor de los
tres intentos.
Estabilometría
Esta
prueba fue realizada para conocer la estabilidad postural del deportista en el
plano sagital (Y) y transversal (X) según el recorrido de su centro de presiones
(Hoffman & Payne, 1995). Estas variables informan sobre la posición media
del centro de presiones del sujeto en su recorrido mediolateral para la
variable X y en su recorrido anterolateral para la variable Y. Por tanto, la
estabilidad será mejor cuanto más cercana a 0 sea en ambas variables. Cada
atleta se posicionó dos veces sobre la plataforma baropodométrica: 1º con apoyo
de ambos talones separados a 5 centímetros, y 2º con apoyo de pies formando un
ángulo de 30º. En ambas, el atleta debía permanecer inmóvil durante 52 segundos.
El software utilizado para el análisis de resultados de esta prueba fue FootChecker
4.0 (Italia).
Carrera de 30 metros
La
prueba de velocidad fue realizada para conocer la aceleración y velocidad
máxima del deportista (Ronnestad et al., 2008, Mehmet et al., 2009). Consistió
en recorrer 30 metros en una pista de atletismo a la máxima velocidad. Las células
fotoeléctricas fueron colocadas en la línea de salida y al término de la
carrera. Cada atleta realizó un primer intento sin tacos de salida, es decir, saliendo
en posición semierguida con un pié de apoyo más adelantado y la mano contraria
a pie adelantado apoyada en el suelo, sin hacer un contramovimiento desde esa
posición. El segundo intento se realizó con tacos de salida. Entre cada carrera
los atletas tuvieron una recuperación de 3 minutos.
Análisis estadístico
Se utilizó T de student para muestras
independientes en la comparación inicial de variables entre grupos. Se realizó
análisis descriptivo de datos, análisis de varianza ANOVA 2(Grupo) x 2(Tiempo),
con ajuste del intervalo de confianza mediante Bonferroni, y análisis de
covarianza ANCOVA. La normalidad de los datos se comprobó con la prueba de
Kolmogorov-Smirnov. Se utilizó como variables dependientes (VDs) las medidas de
salto, la estabilidad postural y la prueba de velocidad de carrera de 30 m, y
como variable independiente (VI) el tipo de entrenamiento. También se realizó
análisis de correlación de Pearson para establecer la relación entre VDs. Para
todas las pruebas estadísticas se utilizó el nivel de significación de p < 0,05. Para el análisis
estadístico se empleó el software SPSS v. 19.
Resultados
En la tabla 1 se muestran los
estadísticos descriptivos de las variables de estudio durante el pretest. Todas
las variables respondían a una distribución normal. Los resultados mostraron diferencias
estadísticamente significativas entre grupos en las pruebas de carrera de 30 metros
sin salida de tacos y la variable X de estabilometría (p = 0,014 y p = 0,038
respectivamente).
Tabla 1. Estadísticos descriptivos (media y
desviación típica) de las variables de estudio al inicio y tras 6 semanas de
aplicación del programa de entrenamiento propioceptivo.
Medidas pre |
|||
Variables
(pre) X
(mm) |
Experimental (n=16) 1,83
± 4,85 |
Control (n=17) -1,88 ± 5,01 |
Significación
0,038* |
Y
(mm) |
0,76
± 5,51 |
3,31
± 6,11 |
0,220 |
30
m ST (seg.) |
4,31
± 0,13 |
4,51
± 0,28 |
0,014* |
30
m CT (seg.) |
4,44
± 0,12 |
4,58
± 0,29 |
0,091 |
CMJ
(m) |
0,45
± 0,06 |
0,41
± 0,07 |
0,087 |
SJ
(m) |
0,42
± 0,05 |
0,39
± 0,06 |
0,094 |
Medidas tras 6 semanas de entrenamiento propioceptivo |
|||
X
(mm) |
-0,78
± 4,31 |
2,30
± 2,74 |
0,010* |
Y
(mm) |
-1,10 ± 6,83 |
2,89 ± 4,78 |
0,076 |
30
m ST (seg.) |
4,33 ± 0,12 |
4,39 ± 0,21 |
0,118 |
30
m CT (seg.) |
4,40 ± 4,51 |
4,57 ± 0,27 |
0,072 |
CMJ
(m) |
0,46 ± 0,06 |
0,40 ± 0,07 |
0,047* |
SJ
(m) |
0,44 ± 0,02 |
0,38 ± 0,07 |
0,032* |
X (mm) = Estabilidad postural del
deportista en el plano transversal (X) Y (mm) = Estabilidad postural del
deportista en el plano sagital (Y) 30 m ST (seg.) = Carrera de 30 metros sin
tacos de salida 30 m CT (seg.) = Carrera de 30 metros con
tacos de salida CMJ (m) =
Counter Movement Jump SJ (m) =
Squat Jump *Diferencias estadísticamente
significativas (p < 0.05) |
El análisis de varianza realizado
sobre la medida de altura de salto SJ reveló que entre las medidas post el
grupo experimental alcanzó una mayor altura de salto (Media = 0,44 ± 0,02 m)
que el grupo de Control (Media = 0,38 ± 0,07 m), (p = 0,032) (fig. 2). De forma similar al resultado anterior, el
análisis de varianza realizado sobre la medida de altura de salto CMJ encontró
que en las medidas Post el grupo experimental alcanzó una mayor altura de salto
(Media = 0,46 ± 0,06 m) que el grupo control (Media = 0,40 ± 0,07 m) (p = 0,047).
Figura 2. Representación gráfica de los
resultados pre y post en grupos de Control y Experimental tras las pruebas squat
jump (SJ) y counter movement jump (CMJ). * p
< 0,05.
Por otra parte, de las seis variables
de estudio, dos de ellas (estabilométrica transversal X y velocidad 30 m sin
salida de tacos) ofrecieron diferencias estadísticamente significativas en la
medida pre entre los dos grupos de estudio. Para anular el efecto diferencial
inicial se llevó a cabo un análisis ANCOVA, donde la covariante fue la medida pre
de ambas variables. El análisis realizado sobre la estabilidad en plano X
mostró diferencias significativas (p
= 0,010) en favor del grupo Experimental (Media = - 0,78 ± 4,31) respecto al de
Control (Media = 2,30 ± 2,74) (fig. 3). El mismo análisis realizado sobre la
medidas de velocidad 30 metros sin salida de tacos no halló diferencias
estadísticamente significativas entre los dos grupos de estudio (p = 0,118). Finalmente, el análisis
realizado sobre las medidas de velocidad (30 m) con salida de tacos y la prueba
estabilométrica en plano Y no halló ningún efecto principal ni de interacción
entre las variables involucradas (p
> 0,05).
Figura 3. Representación gráfica de los
resultados pre y post en la prueba de estabilidad postural del deportista según
el recorrido de su centro de presiones.
El análisis de correlación entre las
variables de estudio mostró altas asociaciones estadísticamente significativas
entre las medidas pre de la carrera de 30m ST y de la carrera de 30m CT (r = 0,62, p < 0,05) y especialmente en la medida post (r = 0,86, p < 0,01). Las correlaciones entre las medidas de salto SJ y CMJ
fueron muy elevadas tanto en las medidas pre (r = 0,88, p < 0,001) como
post (r = 0,89, p < 0,001).
Discusión
Y CONCLUSIONES
El presente estudio fue diseñado con
el objetivo de comprobar el efecto de un programa propioceptivo de seis semanas
con Swiss ball y BOSU® en el rendimiento deportivo de atletas velocistas. Para
ello se llevaron a cabo una prueba estabilométrica, test pliométricos de SJ y
CMJ, y pruebas de velocidad de 30m con y
sin tacos de salida. La fiabilidad de la carrera de 30m y los test pliométricos
como indicadores en la evaluación de la condición física y el rendimiento
deportivo fue estudiada y demostrada por Martín et al., (2001). El programa fue
bien tolerado por los atletas, no encontrándose ningún signo aparente de
deterioro en su salud al final del tratamiento ni se contabilizó lesión alguna.
El análisis de los test pliométricos
incluidos en esta investigación reveló mejoras en la altura de salto en el
grupo experimental tanto en el SJ como en el CMJ. Algo similar encontraron Cressey
et al., (2007), que encontraron mejoras en el grupo de sujetos que había incluido
un entrenamiento propioceptivo en superficie inestable, pero hallando también
dichas diferencias en el grupo que había hecho ese mismo entrenamiento en
superficie estable. Tras el análisis de los resultados de estas variables, se
observó una disminución al límite de la significación estadística en altura de
salto por parte del grupo control que no estaba presente en los saltos de los
experimentales. La explicación de esta diferencia podría sustentarse en la
consideración de que el trabajo propioceptivo sea un atenuante en la
disminución de fuerza explosiva de los atletas, que podría ser beneficioso a
largo plazo, teniendo en cuenta que en el periodo de pretemporada, en el que
fue realizado el estudio los entrenamientos consistían en un trabajo simultáneo
de la potencia con pesas y la resistencia aeróbica, lo cual se ha evidenciado
que disminuye la potencia de salto y la velocidad en esprín (Baechle & Earle, 2007).
Por otro lado, la carrera de 30 m fue
elegida como prueba estándar para testar la velocidad de los atletas (García-López
et al., 2001; Cometti, 2002; Fernández et al., 2007). Nuestros resultados
de velocidad no revelaron diferencias significativas tras el entrenamiento
propioceptivo. Estos resultados son similares a los obtenidos por Cressey et
al., en 2007 tras la aplicación de un entrenamiento de 10 semanas en plataforma
inestable, donde tanto los controles como los experimentales mejoraron
estadísticamente con respecto al pretest, siendo el grupo control el que mayor
porcentaje de mejora obtuvo en la prueba de 40 yardas (3,9% respecto a 1,8% del
grupo experimental). En contraste con nuestros resultados, Yaggie &
Campbell (2007), concluyeron que un programa de trabajo propioceptivo lograba
mejoras en la capacidad de reacción de los deportistas, siendo éste un
parámetro fundamental en el registro de la carrera de 30m y cuya mejora habría
sido reflejada en los resultados del presente estudio. Esta diferencia en
cuanto a resultados podría ser explicada una vez más por la presencia de entrenamientos
de resistencia aeróbica que disminuyen la velocidad de esprín de los atletas (Baechle & Earle, 2007) y que podrían enmascarar posibles mejoras en este
tipo de parámetros.
A pesar de los hallazgos anteriores, este
estudio presenta varias limitaciones. Especialmente, consideramos que el tamaño
muestral utilizado pudo ser insuficiente para la obtención de resultados más
óptimos, ya que se observaron variables al límite de la significación como la
prueba de estabilometría “Y” y la prueba de velocidad 30 m con salida de tacos,
que muy probablemente habrían sido significativas con una muestra más grande; y
por otra parte, el tiempo de intervención podría haber sido insuficiente para
la adaptación necesaria en los atletas que provocara mejoras más notables en
las variables de salto y velocidad.
En
base a lo ya expuesto, podemos concluir que un programa de
entrenamiento propioceptivo (3 días/semana) compuesto por ejercicios
específicos para velocistas, llevado a cabo durante de 6 semanas, produce
mejora del equilibrio de los atletas en el plano mediolateral. El entrenamiento
propioceptivo mediante Swiss ball y BOSU produce incrementos moderados en la
potencia de salto, sin embargo estas no se traducen en mejora de la velocidad
de los atletas. Para estudios futuros, se recomienda prolongar en 12 semanas la
intervención, así como incorporar otros niveles de competición e incluso de
diferentes rangos de edad. La variedad de los ejercicios sería otro parámetro
que podría resultar interesante en nuevas investigaciones de programas
propioceptivos para atletas velocistas.
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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte- vol.
13 - número 51 - ISSN: 1577-0354