González-Víllora, S.; García-López, L.M. y Contreras-Jordán, O.R. (2015). Evolución de la toma de decisiones y la habilidad técnica en fútbol / Decision Making and Skill Development In Youth Football Players. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 15 (59) pp. 467-487. Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista59/artevolucion613.htm DOI: http://dx.doi.org/10.15366/rimcafd2015.59.005
ORIGINAL
EVOLUCIÓN DE LA TOMA DE DECISIONES Y LA HABILIDAD
TÉCNICA EN FÚTBOL
DECISION MAKING AND SKILL DEVELOPMENT IN YOUTH FOOTBALL PLAYERS
1 Doctor en Ciencias
de la Actividad
Física y Deporte. Profesor
de la Facultad de Educación de Cuenca.
Universidad de Castilla-la Mancha, España. Sixto.Gonzalez@uclm.es
2 Doctor en Ciencias de la Actividad
Física y Deporte. Profesor
de la Facultad de Educación
de Albacete. Universidad
de Castilla-la Mancha,
España. LuisMiguel.Garcia@uclm.es
3 Doctor en Derecho Deportivo. Profesor de la Facultad de Educación
de Albacete. Universidad de Castilla-la Mancha, España. Onofre.CJordan@uclm.es
Grupo de Investigación EDAF (Enseñanza del Deporte
y la Actividad
Física). Dirección
web: http://www.uclm.es/grupo/edaf
Código UNESCO / UNESCO
code: 5899 Otras Especialidades Pedagógicas: Educación Física y Deportiva
/ Other Pedagogical Specialities: Physical
and Sports Education; 5803.02 Preparación de Profesores / Teacher
Preparation;
6104.01.
Procesos Cognitivos / Cognitive Processes
Clasificación del Consejo de Europa / Council
of Europe classification: 4. Educación Física y deporte comparado / Physical Education and Compared Sports
Recibido
14 junio de 2012 Received June
14, 2012
Aceptado
19 de julio de 2013 Accepted July 19, 2013
Este artículo presenta como se desarrolla la toma de decisiones y la habilidad
técnica en jugadores
con alto nivel de pericia desde los 6-7 a 13-14 años. El marco teórico está basado en la perspectiva de los sistemas
dinámicos y la enseñanza comprensiva de los deportes. Se tomó como muestra a 57 jugadores
del primer equipo de cada categoría
de edad del Albacete
Balompié: prebenjamín, benjamín, alevín e infantil. El instrumento usado fue
la
Herramienta de Evaluación del Rendimiento de Juego (HERJ), que mide la toma de decisiones y la ejecución, incluyendo el análisis ecológico
atendiendo a principios tácticos (Bayer,
1992), comparando la situación en el juego con la decisión aplicada. Los resultados se basan en el análisis
inferencial y correlacional. La evolución del rendimiento de juego se orienta
desde el ataque
hasta la defensa.
Se han encontrado diferencias significativas en las variables entre las cuatro categorías de formación estudiadas, especialmente en el principio táctico de progresar hacia la portería contraria y en el desmarque, así como
en el marcaje y la ayuda en defensa.
PALABRAS
CLAVE: Deporte, sistemas dinámicos, rendimiento de juego, toma de
decisiones, estrategia, principios tácticos.
This paper
presents how decision-making and skills are developed in high level of
expertise players from 6-7 to 13-14 years. The framework is based on the dynamical
systems and teaching games for understanding approaches. Participants were 57
first team players of each age (n = 13 to 16) of Albacete Balompié: U-8, U-10,
U-12 and U-14. The Game Performance Assessment Tool (GPET) was the instrument
used for assessment, which measures decision-making and execution from an
ecological view in relation to tactical principles (Bayer, 1992), comparing the
game situation with the decision applied. The results are based on inferential
and correlation analysis. The evolution of knowledge evolves attack to
defensive. We have found significant differences in variables between
the four age categories studied. These differences have been shown in attack:
the progress toward goal tactical principle and shake off; on defence: marking
and cover (off-ball defenders).
KEY WORDS: Sport, dynamical systems, Game
performance, decision making, tactical awareness, tactical principles.
Tal y como afirman French
y McPherson (2004),
existe una demanda
de estudios que analicen
los cambios en el conocimiento básico, la toma de decisiones y los patrones
motores durante la juventud. La mayor parte
de los estudios realizados se preocupan
por el rendimiento de los adultos (French
y McPherson, 2004). En cuanto al estudio de la toma de decisiones, este no puede considerarse un proceso normativo y lineal (Newell,
Liu y Mayer-Kress, 2003), pues tanto la toma de decisiones como los aspectos que influyen sobre la misma (conocimientos previos, nivel de habilidad, etc.), interactúan con los diferentes factores limitantes de cada modalidad deportiva (Araújo, Davids y Hristovski, 2006). A continuación se expone un ejemplo
con el deporte
objeto de estudio en este trabajo,
el fútbol. El éxito en un pase no sólo depende de la capacidad de ejecución del sujeto, sino también
de su capacidad
de aguantar la presión psicológica del partido o del adecuado estado del terreno de juego. Además de los factores individuales y contextuales, tienen gran relevancia los factores propios de la tarea que aborda
el individuo. En este sentido,
cada contexto de decisión es diferente en sí mismo, y los deportes
de carácter abierto están sometidos a continuos
cambios que modifican la problemática planteada. Siguiendo con el ejemplo anterior, una situación
de uno contra
uno nada tiene que
ver si se realiza
cerca de la propia portería o si se realiza cerca de la portería contraria. Las condiciones de
presión, espacio para jugar el balón,
número de
jugadores a los que
poder pasar…, variarán
de una situación a otra.
Este enfoque del entrenamiento de la toma de decisiones es el fundamentado en los principios teóricos de la dinámica ecológica, que se basa en la manipulación de los factores limitantes de la tarea, del individuo
y del ambiente (Araújo, Davids, Chow y Passos,
2009). En este
sentido, ya hay publicadas investigaciones basadas en los sistemas dinámicos y la toma de decisión en deportes de equipo, constatando los factores limitantes de las tareas como un elemento esencial para el desarrollo del rendimiento técnico-táctico (Correia,
Araújo, Duarte, Travassos, Passos y Davids,
2012; Correia, Araújo, Vilar y Davids,
2013; Travassos, Duarte,
Vilar, Davids y Araújo,
2012). En la investigación en fútbol se da también una inclinación en los investigadores hacia el estudio de jugadores expertos (González-Víllora, 2010; Morris, 2000), dejando
un vacío en relación
al proceso de aprendizaje de los jóvenes jugadores. En los últimos años ha aumentado el interés hacia esta línea de investigación, el proceso de enseñanza-aprendizaje en jóvenes jugadores desde la perspectiva táctica, prueba
de ello son los estudios
que
se exponen a
continuación.
De la Vega (2002)
estudió el desarrollo de la comprensión táctica del juego y el metaconocimiento en jugadores de fútbol de 8 a 14 años. En los más jóvenes (8-10 años) se demostró
que, como resultado del egocentrismo, los niños se ven obligados a centrarse
en los principios tácticos de marcar goles en ataque y
evitar que marquen goles en la defensa. El interés en la
cooperación en contextos
de ataque no surgió como consecuencia de la evolución del juego,
sino como una forma de compartir la alegría con los amigos. En defensa, el interés fue cuantitativo, la
necesidad de tener más jugadores con
el
fin de conseguir la posesión del balón. En etapas posteriores (10-12 años) se le concedió importancia a mantener la posesión
del balón, pero sin tratar de generar desequilibrios que permitiesen conseguir el gol. A nivel defensivo sólo se orientó
al jugador con balón. Progresivamente surgió
la noción de desmarque, pero sin que estuviese
asociada a la de profundidad y progresión, y, por tanto, sin el objetivo de obtener ventaja frente a los rivales. En defensa
aparecieron las primeras
reflexiones sobre por qué los atacantes
superaban a los defensas y se tradujo
en la comprensión de nociones como la cobertura
y permuta. En la última fase estudiada
(12-14 años), se vinculó la velocidad
con la precisión
para generar desequilibrios, cobrando importancia
las
nociones de ritmo de juego y espacio
de ataque. Ya se comprendía la importancia del carril
central respecto a los laterales
de cara a la distribución del juego y la búsqueda de desequilibrios, pues se integró
el juego vertical
y horizontal. En defensa empezaban a entender
que lo importante no es que el contrario tenga poca posesión del balón sino que no profundizasen en el juego. Por tanto se comenzó
a analizar las características del rival para establecer el modo de jugar más eficazmente.
En la categoría prebenjamín (menos de 8 años), hay estudios
muy interesantes que se deben tener en cuenta
para la toma de decisiones del entrenador. Lapresa, Arana y Garzón (2006) y Lapresa,
Arana, Garzón, Egüén y Amatria
(2010) expusieron la necesidad de adaptar la competición en la iniciación al fútbol. La competencia de las habilidades en fútbol para esta edad mostró
deficiencias en el ajuste entre
las características de juego y las posibilidades reales. Los jugadores mostraban dificultades en el juego
5 vs. 5, pues no dotaban
su práctica de profundidad y de amplitud,
ya que no había cambios de orientación. Estos autores recomendaron abordar la búsqueda
de una modalidad de fútbol más adaptada
al niño, tomando como
referencia el 3 vs. 3.
En una categoría superior, benjamín (menos de 10 años), Serra-Olivares, González-Víllora y García-López (2011) analizaron dos juegos modificados de fútbol 3 vs. 3, un juego similar
al juego real (dimensiones reducidas a 32 x22 m), y
otro que exageraba el principio
de
conservar la posesión
del balón (la meta
era conseguir 5 pases en un espacio de 20 x 20 m). A pesar de que el segundo juego sólo planteaba
como problema táctico conservar el balón, y en el primero
los jugadores se enfrentaban a diferentes problemas tácticos,
cuando observaron los resultados correspondientes al éxito en las decisiones y ejecuciones, los jugadores presentaron mejores porcentajes en el juego modificado similar al juego real, porcentaje significativamente mejor en el desmarque.
A una edad más elevada, con 12 a 13 años, Memmert (2010) llevo a cabo un doble estudio con el objetivo de evaluar las situaciones tácticas orientadas a dos pruebas de juego para jóvenes talentos (12-13 años) que se encuentran entre los mejores jugadores de fútbol juvenil de Alemania, pues fueron seleccionados en siete escuelas de rendimiento en este país: 1) Test de juego en situación de aprovechar los espacios entre los defensas de 2+2 vs. 3, en 8 x 7 m: el objeto es aprovechar las aberturas que dejan los defensas, que se encuentran en una línea en el centro del espacio, para que los atacantes que están dos a cada lado gestionen las tareas tácticas que dependen de la explotación (individual) de los espacios libres para realizar un pase de un lado al otro; 2) Test de juego en la situación de “ofrecerse y orientarse” de 3 vs. 3, en 9 x 9 m: se caracteriza por tareas tácticas que dependen de la posición óptima en el campo de juego en el momento de tomar la decisión del pase). Los resultados mostraron que los dos test de juego pueden ser utilizados para medir la creatividad específica en fútbol y la inteligencia de juego en jóvenes deportistas. Los resultados con respecto al pensamiento táctico divergente revelaron que los procesos de cambio son muy diferentes en los jugadores de fútbol de la muestra.
En otro estudio, Blomqvist, Vänttinen y Luhtanen
(2005) propusieron evaluar en estudiantes de educación secundaria (n = 12, 14-15 años) cómo la comprensión del juego se corresponde con los niveles
de toma de decisiones y la capacidad
de ejecución de habilidad en el juego
real. Para ello, los sujetos
fueron evaluados mediante una prueba de video con tres tipos de juegos modificados de fútbol 3 vs. 3 (conservación del balón, avance
a la portería
contraria y consecución del objetivo). Los resultados revelaron que los estudiantes ya tenían una concepción básica tanto
de las situaciones de juego ofensivas como de las defensivas. También se concluyó
que los jugadores que tenían una mayor comprensión del juego también
poseían un mejor resultado en la
habilidad en el juego.
Estas investigaciones han demostrado una gran heterogeneidad en cuanto al conocimiento, comprensión del juego y habilidades de ejecución, dando como resultado múltiples posibilidades tácticas a partir de distintas
metodologías e instrumentos de evaluación (Blomqvist et al., 2005; French y McPherson, 2004). Por tanto, lo importante no es tratar de encontrar un patrón de
todas ellas, sino
observar como cada
estudio puede iluminar
alguna faceta de la enseñanza
técnico-táctica. Así, existe la necesidad de estudios que examinen
las diferencias individuales y la interacción entre el desarrollo físico, cognoscitivo y emocional (González-Víllora, 2010).
Se precisan más estudios
para evaluar cómo estos mecanismos
(conocimiento de base, procesos cognitivos, patrones motores) cambian a través de los periodos de práctica durante la niñez y adolescencia (French
y McPherson, 2004; McMorris,
1999), así como de estudios
longitudinales y el uso de diseños
de investigación que sean ecológicamente válidos (McMorris, 1999). En consecuencia, el objetivo del estudio es conocer cómo evoluciona la capacidad de rendimiento de juego en sujetos con un elevado
nivel de pericia en
fútbol, saber cómo
afrontan los problemas tácticos, y así poder adecuar
los procesos de enseñanza-aprendizaje a las capacidades reales de los jóvenes.
2.1. PARTICIPANTES
La muestra estuvo compuesta
por 57 jugadores varones de la cantera del Albacete
Balompié, con una edad media de 10,84 (dt = 1,96),
todos con un elevado
nivel de pericia dependiendo de la categoría a la que pertenecen. El club realizaba
una selección previa para acceder a los diferentes equipos, además todos los jugadores
que formaron parte de la muestra pertenecían a los equipos “A” de cada categoría, es decir estaban elegidos del total de jugadores
de cada grupo de edad. La elección de los jugadores fue realizada
por el grupo de entrenadores de cada categoría, los cuales poseían
el segundo o tercer nivel federativos y un mínimo de cinco años de experiencia en categorías de formación. Los criterios de selección se basaban
en los siguientes elementos: esfuerzo y aprovechamiento de los entrenamientos, rendimiento en competición, ficha técnica, ser o no seleccionado a nivel regional
o nacional. Finalmente, se evaluó a los siguientes jugadores y categorías: 14 jugadores en categoría prebenjamín (menos de 8 años), 13 jugadores
en benjamín (menos de 10 años), 14
jugadores en alevín
(menos de 12
años), y 16 jugadores en
infantil (menos de 14 años).
Los jugadores prebenajmines y benjamines entrenaban dos veces por semana, mientras que los jugadores alevines e infantiles entrenaban tres veces por semana, además los fines de semana
participaban en partidos de competición, estos partidos se realizaban con diferentes características según la categoría. Todos los padres/tutores responsables de los jugadores
firmaron el consentimiento
para la participación en la investigación.
El estudio evaluó las capacidades técnico-tácticas de los jóvenes jugadores en fútbol a partir de la Herramienta de Evaluación del Rendimiento de Juego (HERJ),
previamente validados y comprobada su fiabilidad (García-López, González-Víllora, Gutiérrez y Serra, 2013). El instrumento separó el componente cognitivo-decisional del rendimiento de la ejecución de las habilidades motrices específicas en situación de juego real a partir de juegos modificados de fútbol. Esta modificación parte del fútbol A-11, atendiendo a las posibilidades del niño en relación al número de jugadores
(prebenjamín, 2 vs. 2; benjamín,
3 vs. 3; alevín, 5 vs. 5; infantil: 7 vs. 7). Las dimensiones del tamaño de juego, las áreas de meta y
las porterías varían según el tipo de juego:
- Juego de
2 vs. 2 =
espacio: 20 x 10 m, áreas de meta: 3 x 4 m, porterías: 95 x 70 cm (sin portero.
- Juego de 3 vs. 3 = ¼ Fútbol A-7 (32 x 22 m), áreas de meta: 5 x 9 m, porterías: 140 x 105
cm (sin portero).
-
Juego de 5 vs. 5 = ¾ Fútbol A-7 (52 x 40 m), áreas de meta: 9 x 19 m, porterías: 140 x 105
cm (sin portero).
- Juego de 7 vs. 7 = Fútbol A-7 (64 x
44
m), áreas de meta: 11 x 24 m, porterías: 6 x 2 m (con
portero).
Todos los partidos
analizados constaron de dos periodos
de 4 minutos con 3 minutos
de
descanso.
La herramienta analizó como los jugadores responden ante los diferentes contextos o problemas tácticos que se les plantean durante el juego. Por esto, al análisis de las variables de toma de decisiones y ejecución de la habilidad, se añadió la adecuación a los contextos propuestos por Bayer (1992): mantener la posesión del balón (Pp1A), progresar hacia el objetivo (Pp2A) y conseguir el objetivo (Pp3A). A continuación se presenta un ejemplo de un jugador que tiene la posesión del balón y dos compañeros libres a los que pasar, uno adelantado y otro retrasado. Según las investigaciones realizadas hasta el momento, un pase realizado a cualquier compañero libre de marca sería una decisión correcta. Sin embargo, esto obvia el contexto de juego. En los deportes de invasión, siempre que exista la oportunidad, se debe de progresar hacia la meta con el objetivo de aproximarse a la consecución del gol. Por tanto, las dos decisiones en el pase no tienen la misma calidad. Este es uno de los objetivos principales del estudio, pues no se pretende medir la toma de decisiones y la habilidad de forma aislada, sino que el fin es analizarlas en función del contexto táctico en el que se originan y compararlo con el comportamiento que realizan. Las novedades más relevantes de la HERJ son (ver tabla 1):
1. La modificación del fútbol A-11 atendiendo a las características del niño.
2.
Se contextualiza las acciones de juego por medio de la aplicación de los principios de ataque (Bayer, 1992): Mantener la posesión del balón (1A), progresar
hacia el objetivo (2A) y conseguir el
objetivo (3A).
3. Se evalúan los cuatro roles del juego: jugador
atacante con balón y sin balón, jugador defensa
a atacante con balón y a
atacante sin balón.
4. Se han incluido
elementos técnico-tácticos individuales que no han tenido especial consideración en otros estudios, para observar
si tienen peso en el aprendizaje, tales
como: fijar, blocaje,
entrada, despeje
o interceptación.
Se evalúa el ataque como la defensa, para analizar la
relación entre ellos.
Tabla 1: Variables de juego medidas en la HERJ
Roles de juego |
Elemento técnico-táctico individual |
||
Principios de juego evaluados |
Se mide la toma de decisiones y el éxito
de la ejecución |
||
Jugador atacante con balón (JAcB) |
1A: Conservar 2A: Progresar 3A: Conseguir el objetivo |
Control (sólo se mide la ejecución) |
|
Pase |
|||
Conducción / Regate |
|||
Tiro / Remate |
|||
|
Jugador atacante sin balón (JAsB) |
1A: Conservar 2A: Progresar |
Desmarque |
|
Fijación |
||
|
Jugador defensa a atacante con balón (JDAcB) |
- |
Marcaje, acoso o posición básica |
|
Blocaje defensivo |
||
|
Entrada |
||
|
Despeje |
||
|
Ayuda |
||
|
Jugador defensa a atacante
sin balón (JDAsB) |
- |
Marcaje, acoso o posición básica |
|
Interceptación |
||
|
Despeje |
||
|
Ayuda al JDAcB |
||
Las diferentes
fases que compusieron este estudio
fueron las siguientes:
1)
Realización de un marco teórico
en el que estructurar el estudio, basado en los sistemas dinámicos, los limitantes de la tarea, la enseñanza comprensiva de los deportes
e investigaciones previas en
esta línea de investigación.
2)
Configuración de la HERJ: realizando los procesos de validez
y fiabilidad (García-López et al., 2013).
3)
Toma de datos mediante la grabación de partidos en las cuatro categorías expuestas a estudio,
usando las instalaciones del club y realizándose en los dos últimos meses de la temporada (Mayo y Junio),
se llevaron a cabo en cuatro días, uno para cada categoría de formación.
4) Análisis de los datos mediante el visionado de las secuencias de los partidos y las hojas de registro de la HERJ, volcado de resultados en la base de datos del SPSS, elaboración del análisis estadístico y cumplimentación del informe de resultados (González-Víllora, 2010).
5)
Redacción
y revisión
del manuscrito.
La valoración de la evolución del rendimiento de juego, tanto de la toma de decisiones como del nivel de habilidad
motriz específica, se realizó
por medio del programa SPSS 17.0. El análisis
estadístico se basó en pruebas no paramétricas atendiendo al número de la muestra. Para la naturaleza del juego se empleó un análisis descriptivo básico. Para medir la relación
del principio de situación
de juego en comparación del principio de juego aplicado
por los jugadores
se usó la prueba Kruskal-Wallis. En el análisis
de los principios tácticos y los elementos
técnico-tácticos entre pares de categorías de formación se utilizó
el estadístico U de Mann-Whitney: prueba que contrasta estadísticamente la presencia de diferencias entre medias para varias muestras
independientes. Finalmente, se efectuó
un análisis correlacional entre la toma de decisiones y la ejecución
de habilidades en cada elemento
técnico-táctico mediante el estadístico Rho de Spearman. Este análisis
se realizó para conocer
si existían o no correlaciones entre la toma de decisión
y el éxito de la ejecución
en cada uno de los elementos
técnico-tácticos estudiados.
3.1. NATURALEZA DEL JUEGO
Los resultados que se aportan a continuación son las diferencias y similitudes que se encuentran entre las categorías a estudio.
Sumando las cuatro
categorías del estudio
se analizaron un total de 2217 unidades
de toma de decisión (UTD). La UTD se define como el número
de acciones técnico-
tácticas efectuadas por un jugador atacante en cada jugada;
mientras que en defensa cada UTD está marcada
por las acciones técnico-tácticas de su par con las que
debe interaccionar. Por lo tanto
se considera que toda acción
del jugador atacante
debe conllevar una
reacción del
defensor.
Estas UTD se dividen en los tres principios tácticos ofensivos para las distintas situaciones de juego. En el primer
principio, mantener la posesión del balón, se han analizado
482 UTD (21,74%
del total), de las cuales 87,75% se resolvieron correctamente. En el segundo
principio de ataque, progresar hacia la meta, se han analizado la mayor parte de UTD, ya que su suma
asciende a 1626 (73,34%),
de las cuales 88,13% se resolvieron correctamente. En el tercer
principio, conseguir el objetivo, se han analizado
un menor número de UTD, ya que es complejo
llegar a esta situación. El total fue 109 UTD (4,91%), de las cuales
84,40% se resolvieron correctamente.
Si se analizan
los resultados por cada categoría de forma
concreta los porcentajes en
cuanto a los principios de
ataque varían. A medida que
se avanza de categoría el principio de situación de conseguir el objetivo se reduce
(desde el 6,67% en prebenjamín
hasta el 2,84% en
infantil), es decir cada vez
es
más difícil llegar a la portería
contraria en una situación
idónea para marcar gol. Este resultado puede estar condicionado a su vez por el número de jugadores
y dimensión del terreno de juego en cada categoría (desde 2 vs. 2 en prebenjamín hasta 7 vs. 7 en infantil). En relación
con los dos principios ofensivos restantes, si se obvian los resultados de la categoría prebenjamín (juego
2 vs. 2), y se focalizan
los datos desde la categoría
benjamín hasta la infantil, el primer principio ofensivo (conservar el balón) asume cada vez más relevancia (pasa de un 7,6% en benjamín,
por un 25,65% en alevín, hasta llegar a un 33,09% en infantil),
probablemente por la mayor dificultad para llegar a la portería
contraria debido al aumento
de la calidad defensiva, mayor espacio de juego y
más número de jugadores. Las situaciones en el segundo principio, progresar hacia el objetivo, se reducen aunque siguen siendo las situaciones que se repiten con más
asiduidad (por ejemplo
en la categoría infantil: 64,07%).
3.2. COMPARACIÓN DE LAS SOLUCIONES DADAS POR LOS JUGADORES EN
CADA CATEGORÍA
Se analizó si en esos resultados aparecían o no diferencias significativas en la capacidad de adecuarse al principio de
situación mediante
el estadístico de Kruskal-Wallis
(tabla 2).
Tabla 2: Comparación de medias en
principios de ataque: prueba
Kruskal-Wallis
|
Pp Sit Apl 1A1A |
Pp Sit Apl 1ANo |
Pp Sit Apl 2A2A |
Pp Sit Apl 2ANo |
Pp Sit Apl 3A3A |
Pp Sit 1A |
Pp Sit 2A |
Pp Sit 3A |
Pp Sit-Apl Total |
Pp Sit-Apl Total Ex |
Chi- cua- drado |
5,52 |
9,50 |
37,72 |
9,72 |
3,56 |
25,03 |
20,88 |
7,15 |
39,45 |
13,16 |
Sig. asint. |
0,137 |
0,023(*) |
0,000(**) |
0,021(*) |
0,312 |
0,000(**) |
0,000(**) |
0,067 |
0,000(**) |
0,004(*) |
**p<0,01, *p<0,05. Pp= principio. Sit= situación. Apl= aplicación. 1A= 1º principio: conservar. 2A= 2º principio:
progresar. 3A= 3º principio: marcar gol.
Ex=
éxito.
Como se puede observar en la tabla 2, existen diferencias significativas en el segundo principio (progresar), tanto para las decisiones correctas como incorrectas. También en los principios de situación de conservar y progresar, así como en las relaciones totales de los principios de situación y aplicación con la toma de
decisiones adecuadas
y con éxito en sus ejecuciones.
A continuación se expone el análisis del rendimiento de juego
por pares de categorías, para saber entre qué tramos de edad se observan dichas diferencias (Tablas 3 y 4).
Tabla 3: Diferencias significativas encontradas entre cada
par
de categorías (U de Mann Whitney): principios tácticos
Par de categorías analizadas |
Principios tácticos U
de Mann Whitney Sig. asintótica Sig. exacta (bilateral) [2*(Sig. unilateral)] |
|
Prebenjamín con Benjamín |
Principio Sit Apl 2A
2A Principio Sit 1A Principio
Sit 2A Principio Sit Apl Tot Td Principio Sit Apl Tot Ex |
0,015 0,014 0,000 0,000 0,000 0,000 0,027 0,025 0,012 0,094 |
Prebenjamín con Alevín |
Principio Sit Apl 2A 2A
Principio Sit Apl Tot Td Principio Sit Apl Tot Ex |
0,001 0,001 0,002 0,002 0,016 0,114 |
Prebenjamín con Infantil |
Principio Sit Apl 2A 2A
Principio Sit Apl
2A No Principio Sit Apl Tot Td |
0,000 0,000 0,010 0,101 0,000 0,000 |
Benjamín con Alevín |
Principio Sit Apl 1A
No
Principio Sit Apl
2A 2A Principio Sit 1A Principio Sit 2A Principio
Sit Apl Tot Td |
0,004 0,011 0,015 0,014 0,000 0,000 0,000 0,000 0,044 0,043 |
Benjamín con Infantil |
Principio Sit Apl 1A
1A Principio Sit Apl
2A 2A Principio
Sit Apl 2A No Principio
Sit 1A Principio Sit 2A Principio
Sit 3A Principio Sit Apl Tot Td Principio Sit Apl Tot Ex |
0,006 0,022 0,000 0,000 0,001 0,013 0,000 0,000 0,001 0,000 0,030 0,032 0,000 0,000 0,008 0,083 |
Alevín con Infantil |
Principio Sit Apl 1A 1A Principio
Sit Apl 2A 2A Principio Sit Apl 2A No Principio Sit Apl Tot Td Principio Sit Apl Tot Ex |
0,034 0,034 0,000 0,000 0,004 0,047 0,000 0,000 0,010 0,101 |
Diferencias
entre categorías: la significación asintótica
(bilateral) es p<0,05
Tabla 4: Diferencias significativas encontradas entre cada
par
de categorías (U de Mann Whitney): elementos técnico-tácticos
Par de categorías analizadas |
Elementos técnico-tácticos U
de Mann Whitney Sig. asintótica Sig. exacta (bilateral) [2*(Sig. unilateral)] |
|
Prebenjamín con Benjamín |
Tiro Td Total Tiro Ex
Total Conducción Ex
2A Conducción Ex
Total Desmarque Td 2A Desmarque Ex 2A Desmarque Td Total Desmarque
Ex Total Marcaje JDaAcB Td Marcaje JDaAsB Td Marcaje JDaAsB Ex |
0,044 0,052 0,045 0,052 0,004 0,003 0,014 0,014 0,002 0,001 0,012 0,011 0,003 0,002 0,029 0,029 0,002 0,001 0,000 0,000 0,049 0,048 |
Prebenjamín con Alevín |
Pase Td Total Tiro
Td Total Conducción
Ex 2A Blocaje JDaAcB Ex |
0,013 0,039 0,001 0,001 0,029 0,035 0,018 0,022 |
Prebenjamín con Infantil |
Pase Td 2A Pase Td Total Tiro
Td Total Conducción Td 1A Conducción Ex
1A Marcaje JDaAcB Td Blocaje JDaAcB Ex Marcaje JDaAsB Td Marcaje JDaAsB Ex |
0,049 0,172 0,023 0,058 0,001 0,001 0,016 0,024 0,039 0,073 0,001 0,001 0,014 0,014 0,015 0,013 0,011 0,009 |
Benjamín con Alevín |
Tiro Ex Ppi
3A Tiro Ex Total
Desmarque Td 1A Desmarque
Td 2A Desmarque Ex 1A Desmarque Ex 2A Desmarque Td Total Desmarque
Ex Total Entrada JDaAcB Ex Interceptación JDaAsB
Td |
0,007 0,009 0,047 0,069 0,025 0,051 0,000 0,000 0,015 0,026 0,001 0,000 0,000 0,000 0,001 0,000 0,047 0,056 0,012 0,011 |
Benjamín con |
Desmarque Td 2A Desmarque Ex
2A |
0,032 0,040 0,011 0,010 |
Infantil |
Desmarque Td Total Marcaje
JDaAcB Td Entrada JDaAcB Ex Interceptación JDaAsB
Td |
0,036 0,040 0,047 0,115 0,027 0,030 0,041 0,040 |
Alevín con Infantil |
Conducción Td 1A Desmarque Td 1A Desmarque Ex
1A Desmarque Td Total Desmarque
Ex Total Ayuda JDaAsB Td |
0,028 0,048 0,021 0,046 0,010 0,020 0,034 0,034 0,022 0,022 0,016 0,018 |
Diferencias
entre categorías: la significación asintótica
(bilateral) es p<0,05
Atendiendo a los principios tácticos, en los resultados se advierte que existen diferencias significativas a favor de la categoría
más elevada (p<0,05), y que aparecen
con más frecuencia en todos los pares de categorías analizadas en el segundo principio de ataque (progresar hacia la portería
contraria) que en los otros
dos principios
tácticos evaluados (conservar y conseguir
el objetivo).
Si se analizan los elementos técnico-tácticos ofensivos, el desmarque es en el que más se encuentran diferencias significativas entre los pares de categorías, tanto en la toma de decisión como en las ejecuciones (prebenjamín- benjamín; benjamín-alevín; benjamín-infantil, sólo toma de decisión; alevín-
infantil). Estas diferencias significativas en el desmarque son evidentes en el segundo principio táctico (progresar), pues se aprecia tanto para la toma de decisiones como para el éxito de las ejecuciones en tres pares de categorías: prebenjamín-benjamín, benjamín-alevín y benjamín-infantil. En el primer
principio (conservar) se observan
diferencias significativas en el desmarque en la toma de decisiones y en las ejecuciones en dos pares de categorías: benjamín-alevín y alevín-infantil. Pero esto requiere un análisis más profundo, pues en el segundo principio las diferencias significativas se dan en las categorías con menos experiencia, mientras que las diferencias en el primer principio se dan en las categorías con más experiencia. Por tanto la progresión se da en las primeras
etapas de formación sobre la progresión a la portería contraria y en las categorías alevín e infantil sobre
el principio de mantener el balón en juego. La defensa más activa en esta última fase de aprendizaje tiene influencia sobre dicha evolución, pues en las categorías más elevadas el equipo que defiende
obstaculiza de manera
sensible la progresión hacia la portería.
En relación al jugador atacante con balón, aparecen varios elementos técnico-tácticos con diferencias significativas. De este modo, en la conducción aparecen diferencias significativas en casi todos los pares de categorías, pero más en relación a la ejecución
que sobre la toma de decisiones. El pase es el medio con menos diferencias significativas de este rol, pues sólo se dan en dos pares de categorías (prebenjamín-alevín: toma de decisión total; y prebenjamín- infantil: toma de decisión
total y el segundo
principio). En el tiro se observan
diferencias significativas especialmente en la toma de decisión total de la categoría
prebenjamín con el resto (benjamín, alevín e infantil), mientras que en relación al éxito de las ejecuciones se aprecian diferencias significativas en dos pares de categorías (prebenjamín-benjamín: ejecución total; benjamín-alevín: ejecución total y tercer
principio).
En cuanto a la defensa las diferencias significativas aparecen con menor frecuencia que en el ataque. Aunque hay excepciones, como el elemento técnico-táctico del marcaje, tanto al jugador con balón como sin balón y con más asiduidad
en las decisiones que en las ejecuciones. Otros elementos defensivos en los que
hay diferencias son la ayuda (JDaAsB) y el blocaje (JDaAcB).
A continuación, en la tabla 5 se exponen las variables en las que se han encontrado diferencias significativas según la prueba Rho de Spearman
en los cinco agrupamientos analizados: muestra total y las cuatro categorías (prebenjamín, benjamín, alevín
e infantil).
Tabla 5: Diferencias significativas encontradas en las variables
a estudio (Rho de
Spearman): elementos técnico-tácticos
1.
En todos los jugadores
de la muestra se ha encontrado una correlación significativa entre la toma
de decisión y el
éxito de la ejecución en:
La conducción en el primer principio
(conservar), ρ= 0,735, p= 0,000. El desmarque en el primer principio
(conservar), ρ= 0,829, p= 0,000.
2. En los jugadores de categoría prebenjamín se han encontrado correlaciones significativas
entre la toma de decisión y el éxito de la ejecución en:
El pase en el segundo principio (progresar), ρ= 0,617, p= 0,019.
El desmarque tanto en el primer
principio táctico (conservar), ρ= 0,976, p= 0,033; como en el segundo principio (progresar), ρ= 0,827, p= 0,000.
El marcaje en el defensa a atacante con balón, ρ= 0,842, p= 0,000.
La ayuda en el jugador defensa
a atacante con balón, ρ= 0,851, p= 0,000.
El marcaje en el
defensa a atacante sin balón, ρ= 0,763, p= 0,001.
3.
En los jugadores
de categoría alevín se han encontrado correlaciones significativas
entre la toma de decisión y el éxito de la ejecución en:
La conducción en el primer principio
(conservar), ρ= 0,859, p= 0,006. El desmarque en el primer principio
(conservar), ρ= 0,719, p= 0,004.
4.
En los jugadores de categoría infantil se ha encontrado correlación significativa entre la toma de decisión y el éxito de la ejecución en el desmarque
del primer principio táctico (conservar), ρ= 1,000, p= 0,000.
En el ataque, según los resultados se evidencia
que el desmarque es el elemento técnico-táctico con mayor número de correlaciones positivas, especialmente en el primer principio (conservar). También se observa
que el principio con más correlaciones positivas es el primer principio, mientras que en el segundo principio
(progresar hacia el objetivo), el pase toma relevancia en el efecto de la toma de decisión adecuada sobre el éxito de la ejecución. Por último, el
tiro en el tercer principio sólo tiene correlación positiva entre la toma de decisión y la ejecución
de los benjamines. Es importante constatar que en los elementos
técnico-tácticos de defensa no se aprecian
diferencias significativas,
a excepción de la categoría
prebenjamín, donde se encuentran tres elementos: marcaje y ayuda en el defensor
de atacante con balón y marcaje
en el defensor del atacante sin balón.
Si se estudian
los datos desde una perspectiva global, los grupos con mayor experiencia de juego poseen
menos variables que correlacionan. Esto podría ser debido a varios motivos. En primer lugar, las características del juego y la relación de jugadores por partido, desde 2 vs. 2 hasta 7 vs. 7. Cuanto mayor es el número
de jugadores por equipo
la participación directa con el móvil se reduce. En segundo lugar, a medida
que se progresa de categoría habría que tener en cuenta
además de los principios básicos de ataque otros principios específicos más complejos, como por ejemplo la proximidad o lejanía
al balón, a mayor cercanía
más presión del oponente. También comienza a producirse la especialización por puestos de juego. En tercer
lugar, a medida que se avanza
de categoría hay una mayor velocidad
del juego, lo que requiere una mejor precisión
en contextos complejos. Todo ello podría
tener sus repercusiones en las evaluaciones de los jugadores y en los criterios
para la detección
de talentos deportivos.
Los objetivos
del estudio son conocer cómo evoluciona el rendimiento de juego en sujetos entre los 6-7 y 13-14 años de edad con un elevado
nivel de pericia
y así poder mejorar
los procesos de formación. A grandes
rasgos, los resultados muestran como el desarrollo de la toma de decisiones no puede
entenderse como un proceso
normativo y lineal,
pues siempre sucederán
modificaciones en relación a los participantes (Newell et al., 2003), debido a que se encuentran en un contexto dinámico e impredecible en un deporte abierto. Ejemplo de ello es que las posibilidades de pasar el balón cambian
constantemente en función de las relaciones que se establecen entre los individuos y el contexto del juego (Fajen,
Riley y Turvey, 2009) o en el presente
estudio la comparación entre la situación
de juego y el principio táctico
aplicado en cada momento.
Por tanto, el proceso de toma de decisiones refleja la ejecución de una solución
que encaja en cada situación para conseguir el objetivo.
Las soluciones emergen por la exploración del entorno y la detección
de las posibilidades para la acción (affordances), considerando las capacidades de las que disponen
los individuos (Araújo et al., 2006; Fajen et al., 2009). En los deportes de invasión y en concreto
en fútbol, estas dimensiones son cambiantes en pocos segundos.
Por tanto, para
el diseño de tareas prácticas
representativas (representative practice task design) una de las claves
es la relación reciproca de los individuos y el entorno (Gibson,
1986). Según Davids,
Williams, Button y Court (2001) los movimientos se realizan
en función de la información que le llega al sujeto del entorno
(information-movement coupling´s), en concreto
de la información que el sujeto es capaz de analizar,
denominada información funcional (functional information). Por tanto, a los jóvenes jugadores habría
que enseñarles progresivamente qué elementos
son esenciales en el juego en cada
situación, es decir entrenar
la atención selectiva. Bajo la perspectiva de los sistemas dinámicos, algunas investigaciones en deportes de equipo han sido publicadas recientemente (Correia, Araújo, Duarte et al., 2012; Correia, Araújo, Vilar et al., 2013; Travassos
et al., 2012) poniendo el énfasis en los limitantes de las tareas (task constraints) y la toma de decisiones en relación con los comportamientos grupales en el contexto deportivo.
Por el contrario, también hay otras investigaciones que no responden
a esta perspectiva, por ejemplo:
Salinero, González-Millán, Ruíz-Vicente, Abián Vicén, García-Aparicio, Rodríguez-Cabrero y Cruz (2013), que evaluaron
a 256 jugadores de fútbol de 10 a 17 años con pruebas
como: 1) velocidad y técnica
en la conducción de balón y 2) velocidad y precisión
en el lanzamiento a portería.
Estos dos tests
se efectuaron en situaciones analíticas y aisladas,
no teniendo una relación
directa con el contexto
específico de juego. En la prueba
de conducción de balón no aparecieron diferencias significativas entre los grupos de edad, mientras
que en la prueba de precisión de tiro, en el tiempo que emplearon
en la realización de la prueba, se observaron diferencias significativas solamente entre
los dos grupos extremos (10-11 y 16-17 años), siendo los mayores los más rápidos. El grupo más joven obtuvo la mejor precisión
y presentó diferencias significativas con el resto de grupos. Por tanto, no se encontraron apenas diferencias significativas, y estas se dieron
en los grupos de edad más alejados, es decir con 6 años de diferencia. Estos resultados son contrarios a los expuestos
en la presente investigación, pues en este estudio
se observan diferencias significativas en grupos de jugadores con una diferencia de 2 a 4 años. La causa de esta desavenencia parece evidente, pues en los estudios
con situaciones analíticas se obvia la importancia y sinergias
derivadas del contexto y la relación
entre los jugadores, mientras que en los estudios
donde se respetan
los indicadores de los sistemas dinámicos se analiza la
dimensión táctica y la complejidad del juego.
Por otra parte, a los procesos de aprendizaje y de decisión
les afectan distintas variables que se relacionan entre sí. Una de ellas es el egocentrismo que caracteriza al niño (Bayer, 1992; De la Vega, 2002). Este hecho se refleja en el elemento técnico-táctico de la conducción, que implica
tanto el manejo del balón como el regate,
pues en el análisis del rendimiento de juego
se aprecia como en esta acción hay más diferencias significativas entre las primeras categorías analizadas, prebenjamín y benjamín,
que en las siguientes, alevín e infantil. Por tanto hay una mayor evolución
de la conducción/regate en
las primeras categorías, donde la eficacia es menor, siendo la
ejecución de la conducción/regate donde más claras son estas diferencias en comparación con la toma de decisiones. En ataque las diferencias significativas se encuentran en el primer principio táctico: conservar. Esto confirma
el análisis de frecuencia de la realización de los elementos técnico-tácticos presentados en otros trabajos (González-Víllora, García-López, Gutiérrez-Díaz y Pastor-Vicedo, 2012; González-Víllora, García-López, Pastor-Vicedo y Contreras-Jordán, 2011). En estos estudios se demostró
el abuso de la conducción y el dribling
en las categorías prebenjamín y benjamín.
En estas categorías los jugadores
son individualistas, pues prefieren
conducir o regatear
a pasar el balón a un compañero libre de marca. En categorías posteriores, alevín e infantil, se realizan
un mayor número de pases y se reducen
las conducciones (González- Víllora, García-López, Contreras-Jordán y Gutiérrez-Díaz, 2010; González- Víllora, García-López, Gutiérrez-Díaz y Pastor-Vicedo, 2013). Por tanto, en cada etapa de formación “algunos aspectos del rendimiento pueden limitar
el desarrollo de otros elementos concretos
en la progresión hacia la excelencia” (Rink, French y Graham, 1996, p. 498). Los entrenadores en las primeras categorías deben, por tanto, centrar
la atención de los sujetos en aquellas otras posibilidades que les ofrece el juego
con balón. Así, deberían favorecer la percepción
de pistas del juego (Kirk y
MacPhail, 2002), tales como el desmarque
del compañero o las líneas
de
pase.
A medida que los jugadores progresan de categoría dejan de ser tan individualistas (Bayer, 1992; De la Vega, 2002), pues el desmarque
toma relevancia en cantidad: número de desmarques, y calidad:
éxito en la toma de decisión y ejecución
(González-Víllora, 2010), algo que se aprecia tanto en el análisis inferencial como correlacional presentado en este estudio. Consecuencia de ello, el desmarque es un medio esencial
en la evolución del jugador, pues es el elemento donde se encuentran más diferencias significativas en el rendimiento de juego entre categorías. En relación a la defensa,
la aplicación más eficaz de la defensa
al juego sin balón mejora significativamente en las categorías alevín e infantil, por tanto el aprendizaje de la ayuda defensiva se manifiesta como elemento
clave entre la colaboración de los defensores. La fase defensiva del juego se entiende
en las primeras
etapas como la mera oposición física frontal al jugador atacante con balón (De la Vega, 2002), siendo leve o inexistente la presión al jugador
atacante sin balón, lo cual se aprecia en los
resultados del marcaje y la ayuda
del jugador defensa a
atacante sin balón.
Según los resultados se puede afirmar
que las acciones técnico-tácticas individuales se han aprendido al final de la categoría alevín (12 años), pues al terminar
esta etapa los jugadores
poseen un buen dominio
sobre las habilidades individuales (González-Víllora, García-López, Contreras-Jordán et al., 2010). La evolución
sufrida en el rendimiento de juego según las diferencias significativas encontradas en este estudio se aprecian
en elementos como la conducción, el pase, el desmarque o el marcaje.
No por ello, las acciones individuales tienen
que dejar de entrenarse, pues necesitan de un continuo perfeccionamiento de cara a obtener
mejores rendimientos. Aunque las tareas de aprendizaje deben poseer unas características mínimas de representación del deporte,
por esto no se entienden
los elementos técnicos aislados de los tácticos
y viceversa, sino que se deben practicar los elementos técnico-tácticos incluidos dentro de una dimensión ecológica. Este hecho es algo que se refleja
en el desarrollo del rendimiento de la categoría alevín a la infantil, pues la evolución se hace patente
en el desmarque y en defensa
en la ayuda, lo cual refleja
que la progresión se orienta
hacia los elementos técnico-tácticos grupales.
La creatividad específica y la
inteligencia de juego es básica
para el adecuado desarrollo del joven futbolista (Memmert, 2010). En este sentido,
González-Víllora, García-López, Contreras-Jordán et al. (2010) afirmaron que el rendimiento de juego ofensivo se alcanza
a menor edad que el rendimiento defensivo, pues
los
niveles de adecuación en la toma de
decisiones y eficacia
en la ejecución motriz son más elevados.
Esta facilidad para el dominio de la fase ofensiva sobre la defensiva ya se expuso en la investigación de Blomqvist et al. (2005). Para la realización de los medios ofensivos se requiere
procesos cognitivos intencionados y previos
a la acción a realizar, siendo un conocimiento abstracto y muy difícil
de coordinar entre
varios jugadores. Por ejemplo
un
desmarque se puede efectuar
intencionalmente y obtener éxito
liberando al jugador sin balón
de la marca del oponente
pero si el jugador con balón no aprecia dicha acción o si aun apreciándola no es capaz de realizar
un pase con éxito el rendimiento cooperativo será mínimo. Mientras que para realizar una defensa individual adecuada
es suficiente con un conocimiento concreto y orientado a las conductas
de los oponentes directos (marcaje
más
entrada, blocaje, despeje o interceptación). A su vez la cooperación defensiva es más sencilla
por medio del aprendizaje y realización de las ayudas, elemento técnico- tácito en el que se ha comprobado diferencias significativas en el rol de jugador defensa
a atacante sin balón (JDAsB) entre las categorías benjamín y alevín
con la categoría
infantil.
En el presente estudio se confirma
este planteamiento, pues la evolución de los elementos técnico-tácticos ofensivos, tales como el pase o el desmarque, tienen más peso en el desarrollo de los jóvenes futbolistas que los elementos
defensivos, aunque también
algunos de ellos avanzan de manera significativa como el marcaje o la ayuda. Este hecho puede ser debido a que la mayoría de los programas de formación en futbol priorizan el aprendizaje del ataque sobre la defensa (González-Víllora, 2009). Los entrenadores deben considerar que el aprendizaje de la defensa puede obstaculizar un posterior aprendizaje contextual del ataque. Por tanto, es necesario
que el entrenador conozca que el joven futbolista es probable que aprenda antes los elementos de ataque que los de defensa, y en función
del proceso
de aprendizaje y de competición, valore cuándo introducir unos
u otros.
Profundizando en esta cuestión, en los inicios deportivos en la fase ofensiva se busca el gol lo más rápido posible y realizar
un juego directo. Esto se observa en que el porcentaje de frecuencia del principio de conseguir el objetivo pasa del 6,67% en prebenjamín hasta el 2,84% en infantil.
Más tarde, los jugadores elaboran un juego mejor organizado en profundidad y amplitud,
usando de forma más adecuada los tres principios tácticos de aplicación en relación a la situación
de juego. En defensa la posibilidad de ejercer más o menos presión
defensiva sobre el equipo atacante tiene una gran influencia según el tipo de juego (espacio
y número de jugadores), ya sea fútbol 2, 3, 5 o 7 y la utilización espacio-temporal que se realice.
En este sentido,
Lapresa et al. (2010) comprobaron la gran dificultad
de los jugadores prebenjamines para adaptar sus
comportamientos a la táctica de juego del fútbol
5, principalmente en términos de profundidad y amplitud
en la utilización del espacio, reclamando el juego de 3 vs. 3 en esta categoría. Lapresa et al. (2006) propusieron a su vez el fútbol 9, como juego intermedio entre fútbol-7 y fútbol-11, para ello se basaron en la utilización
del espacio de juego,
lo cual parece lógico, al
suponer una mejor graduación
en la progresión de la
dificultad.
Por tanto,
los jugadores alevines e infantiles eligen mejor cuándo
conservar y progresar
hacia la portería
contraria (ver tabla 3), consecuencia de ello en el juego se observa
una mejor interacción entre
el eje horizontal y el vertical
o la variación
del juego directo
con el indirecto teniendo en cuenta los movimientos defensivos. La defensa cada vez
se realiza con más precisión, este hecho se ve reflejado
en que tanto el marcaje como las ayudas de los jugadores defensas
a los
atacantes sin balón mejora de forma
significativa.
Para los jugadores
en formación es fundamental saber qué elemento
técnico-táctico elegir en cada situación
de juego (hacer un pase a un compañero o conducir
el balón para progresar según el posicionamiento de los rivales), cómo hacerlo
y cuándo se tiene que realizar.
Según los resultados del estudio
la realización de desmarques óptimos es clave
en la
fase ofensiva del juego. Mientras que en la fase defensiva
lo fundamental son los marcajes
con y sin balón, y una vez que se llega a la categoría
alevín toma relevancia el uso de las ayudas. Por tanto, el instrumento de evaluación y los resultados expuestos en este trabajo de investigación pueden ser usados para la mejora de la planificación de la enseñanza-aprendizaje en fútbol. También pueden ser útiles
para la selección de jugadores de una misma categoría en grupos de nivel
de pericia o para la detección
de jóvenes talentos deportivos. En este sentido,
Gutiérrez-Díaz, González-Víllora, García-López y Mitchell
(2011) expusieron las diferencias encontradas mediante la misma metodología (HERJ) en la toma de decisiones y las habilidades de ejecución entre jóvenes
jugadores de fútbol con un elevado nivel de pericia y alumnos de educación primaria y secundaria desde los 6-7 años hasta los 13-14 años. Las conclusiones revelan que los jugadores de fútbol conocen
y realizan elementos
técnico-tácticos dos años antes que un alumno escolarizado y que no ha sido formado
específicamente en las competencias
relacionadas con los deportes de invasión.
Otro de los objetivos del estudio es conocer
si existe un rango de edad en la que se produce
un momento “sensible” o con más “eficacia” para el desarrollo deportivo. Según los resultados obtenidos, se puede afirmar
que entre todos los pares de categorías se han encontrado diferencias significativas, pero si hubiese
que elegir un periodo donde se observa un salto del rendimiento de juego más evidente sería al final de la categoría
alevín (comparando los resultados con la categoría
infantil). Especialmente en la eficacia de la toma de decisiones, tanto en la
relación de la situación de juego con el principio
táctico aplicado (conservar el balón y progresar
hacia la portería
contraria), como en algunos
elementos técnico-tácticos ofensivos como la conducción-regate en el principio de conservar el balón, el desmarque
en la muestra total; en
defensa en la ayuda
del jugador defensa del atacante
sin balón. Mientras en la ejecución aparecen diferencias significativas en la muestra total del principio
de situación con el de aplicación, así como en el desmarque en el principio de conservar el balón y en la muestra total.
La integración de las aportaciones científicas en el campo pedagógico debería ser visible en los campos de fútbol con jugadores
en formación. De este estudio, se extrae información valiosa para el entrenador en relación a aspectos tales
como la superación del egocentrismo en las primeras etapas, la alternancia en la enseñanza entre ataque y defensa,
el aumento del número de jugadores en el juego competitivo de referencia o la utilización del HERJ como medio de ayuda en la planificación y la evaluación del talento del futbolista. Dado que este estudio está basado en un ataque libre y una defensa
individual, serían necesarios más estudios que analizasen otros tipos de ataque o de defensa,
por ejemplo las defensas zonales en fútbol son muy frecuentes y habría que estudiarlas. Otra prospectiva de investigación interesante sería analizar cómo evoluciona el conocimiento táctico mediante el uso de juegos modificados en el que el número de problemas tácticos se limitase
o se exagerase, y cómo incidiría
en el aprendizaje
y la transferencia a la competición los programas centrados en
determinados problemas tácticos.
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Número de citas propias de la revista
/ Journal's own references: 1
(3,44%).
Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol.15 - número 59 - ISSN:
1577-0354