ORIGINAL
FUNCIÓN FÍSICA ENTRE SUBGRUPOS DE MAYORES DE 55 AÑOS
FÍSICAMENTE ACTIVOS
PHYSICAL
FUNCTION AMONG OLDERS SUBGROUPS PHYSICALLY ACTIVE
Cuesta-Vargas,
A.1,2; Giné-Garriga, M.3,4 y González-Sánchez, M.1
1Universidad de Málaga, Málaga, España. Departamento de psiquiatría y
fisioterapia. acuesta@uma.es; mgsa23@uma.es
2School of Clinical
Sciences in Faculty of Health at Queenslan University Technology, Brisbane,
Australia.
3FCS
Blanquerna. Universitat Ramon Llull, Barcelona, España. Departamento de
fisioterapia. mariagg@blanquerna.url.edu
4FPCEE Blanquerna. Universitat Ramon Llull, Barcelona, España.
Departamento de ciencias de la actividad física y del deporte. mariagg@blanquerna.url.edu
AGRADECIMIENTOS O
FINANCIACIÓN
Los
autores declaran que no haber recibido apoyo de ningún tipo para la publicación
de este artículo. Asimismo declaran que no poseen ningún conflicto de interés
para la publicación de este artículo.
Código UNESCO / UNESCO code: 3213.11
Fisioterapia / Physiotherapy
Clasificación Consejo de Europa / Classification Council of Europe:
14 Fisioterapia y rehabilitación / Physiotherapy and Rehabilitation.
Recibido
30
de junio de 2012 Received June 30, 2012
Aceptado
20
de junio de 2013 Accepted June 20, 2013
RESUMEN
Objetivo:
analizar de qué manera la capacidad neuromuscular de producir fuerza explosiva
e isotónica máxima, en los miembros inferiores y en la espalda, contribuyen al
equilibrio en mayores diferenciando dicha respuesta a partir de la edad y del
género de los sujetos..
Material y
método: 113 mayores participaron en este estudio donde se instrumentalizaron
pruebas comunes (extensión lumbar, salto con contramovimiento, test del alcance
funcional y prueba de levántate y anda) para medir la capacidad neuromuscular
de la fuerza y medición del equilibrio. Se distribuyeron los grupos por sexo y
a partir de un análisis de subgrupos en función de la edad de los
participantes.
Resultados: en
función del sexo y de la edad, las personas mayores muestran respuestas
diferentes ante los mismos estímulos, ofreciendo un mayor rendimiento los
hombres más jóvenes, y un menor rendimiento las mujeres mayores. Además, se han
comprobado correlaciones significativas entre variables funcionales y de la
capacidad neuromuscular de la fuerza que oscila entre 0.497 y 0.811 en el
subgrupo de mujeres y entre 0.416 y 0.833 en el subgrupo de hombres.
Conclusiones:
la edad y el género en personas mayores actúan como un condicionante negativo
del rendimiento durante la ejecución de tareas funcionales y pruebas para medir
la capacidad neuromuscular de la fuerza.
PALABRAS
CLAVE: análisis de subgrupos, fuerza, equilibrio,
asesoramiento, caída.
ABSTRACT
Objective:
To analyze how the neuromuscular ability to produce force (maximal isotonic and
explosive force), by lower limb and back muscles, contributes to explain the
balance capacity in healthy elders. The analysis considers the age and gender
of the participants.
Material
and Method: one hundred and thirteen healthy older participated in the present
study were common physical test were instrumentalized (lumbar extension,
functional reach test and get up and go test) to measure maximal force and
balance. The analysis was developed considering gender and age of the
participants.
Results:
considering the age and gender of the participants, it could argue that older
people show different responses to the same stimuli, providing higher
performance by younger men and lower performance by older women. Furthermore,
significant correlations were found between variables and the ability to
perform functional task and neuromuscular force test between 0.497 and 0.811
for women subgroup and between 0.416 and 0.833 for men subgroup.
Conclusions:
There are two negative conditions that affect the performance of functional
tasks that analyze the strength or balance of people: Gender, the yield in less
women than men, and age where older elderly showed lower performance on the
tasks requested.
KEYWORDS: Cluster analysis, strength,
balance, assessment, accidental fall
1.
INTRODUCCIÓN
Durante el
proceso de envejecimiento se presenta una reducción de la masa del músculo esquelético
(sarcopenia) y la atrofia progresiva de las fibras musculares, la cual se
asocia con la debilidad muscular (Aagaard, Magnusson, Larsson, Kjaer &
Krustrup, 2007; Katsiaras et al, 2005). Asimismo, la pérdida de fuerza asociada
a la edad es la causa principal de discapacidad y pérdida de independencia de
las personas mayores (Kannus P, Sievänen H, Palvanen M, Järvinen T &
Parkkari, 2005; Katsiaras et al, 2005). La reducción
de la respuesta neuromuscular tiene una prevalencia en las personas mayores a
partir de los 60 años del 30%, aumentando exponencialmente a medida que el
individuo se hace más mayor (Doherty, 2003). Actividades de la vida diaria,
como sentarse y levantarse de una silla, subir escaleras, andar fluidamente o
la capacidad de contrarrestar perturbaciones inesperadas en la posición del
cuerpo y el equilibrio postural, se ven negativamente afectadas por la
reducción de la respuesta neuromuscular (Kannus et al, 2005; Tinetti, Speechley
& Ginter, 1988).
La capacidad
para mantener el equilibrio es utilizada como indicador del estado general de
salud en personas mayores (Studenski et al, 2011). Además, también ha sido
utilizada como predictor a la hora de
determinar el riesgo de caídas (Verghese et al, 2009), demencia (Verghese,
Wang, Lipton, Holtzer & Xue, 2007) o
incluso la posibilidad que la persona sea ingresada en estructuras de
asistencia institucionalizadas (Abellan Van Kan et al, 2009).
El deterioro
de los sistemas sensoriales periféricos es otro proceso normal durante el
envejecimiento (Daubney & Culham, 1999; Fried Bandeen-Roche, Chaves &
Johnson 2000; Hardy, Perera, Roumani, Chandler & Studenski, 2007; Lezzoni,
McCarthy, Davis & Siebens, 2000; Tinetti et al, 1988) que afecta
negativamente a la capacidad para desarrollar las actividades de la vida diaria
(Fried et al, 2000) (AVD) Sin embargo, se ha comprobado que un programa de
rehabilitación neurogeriátrica permite mejorar la destreza en las AVD (Lord,
Sherrington & Menz, 2001). Este tipo de programas pueden integrarse como
parte de un programa de valoración, intervención y control desarrollado por un
equipo multidisciplinar de promoción de la condición física para la práctica
saludable del ejercicio físico, deportivo y terapéutico, en estructuras
comunitarias de promoción de la salud (Cuesta-Vargas, 2008).
Por su
sencillez, validez y fiabilidad, la Prueba de Alcance Funcional (PAF) (Duncan, Weiner,
Chandler & Studenski, 1990) y la prueba levántate y anda
extendida (LAE) (Podsiadlo & Richardson, 1991) son dos
herramientas muy utilizadas para estimar el equilibrio estático y dinámico. Una
pérdida de la capacidad neuromuscular para generar fuerza favorece, directa e
indirectamente, la pérdida de equilibrio por parte de la persona (Daubney &
Culham 1999, Liu et al, 2006). Por otro lado, se ha observado como existe una
diferencia en la respuesta ofrecida por los mayores en función del género (Komi
& Bosco 1978; Kuh, Bassey, Butterworth, Hardy & Wadsworth, 2005).
Diversos estudios han podido demostrar cómo a medida que avanza la edad de la
persona mayor se produce una pérdida de la capacidad neuromuscular de producir
fuerza explosiva (Izquierdo, Aguado, González, López & Hakkinen, 1999; Liu
et al, 2006).
2.
OBJETIVOS
El objetivo
principal de este estudio es analizar de qué manera la capacidad neuromuscular
de producir fuerza explosiva e isotónica máxima, en los miembros inferiores y
en la espalda, contribuyen al equilibrio en mayores diferenciando dicha
respuesta a partir de la edad y del género de los sujetos.
El objetivo
secundario de este estudio es evaluar el grado de interacción de estas
capacidades neuromusculares durante la ejecución de tareas funcionales.
3.
MATERIAL
Y MÉTODOS
3.1.
Participantes: 113 voluntarios aceptaron participar en el estudio
de los 126 que fueron reclutados en una instalación deportiva y dos centros de
atención primaria. Se formaron cuatro grupos en base al sexo y edad de los
participantes. Todos los participantes de este estudio realizaban un mínimo de
30 minutos de actividad física moderada al menos 5 veces a la semana, por lo
que podrían ser catalogados como físicamente activos. Criterios de exclusión de
los voluntarios: no poder caminar, tener un diagnóstico de demencia grave, de
manera que hiciese imposible la comprensión y el seguimiento de las
instrucciones verbales dadas, haber sufrido un infarto de miocardio, una
fractura de cadera, tener implantada una prótesis de rodilla o cadera en los
últimos 6 meses y/o haber sufrido un ictus.
Todos los participantes dieron
voluntariamente su consentimiento informado expreso, siguiendo las directrices
de la declaración de Helsinki de 1964 donde se establecen
los principios éticos para toda investigación con humanos y que ha ido
actualizándose en sucesivas asambleas de la World Medical Association
(Declaración Helsinki). Además este estudio fue aprobado por el comité de ética
de la Universidad de Málaga.
3.2
Procedimiento
Todas las
mediciones fueron realizadas por el mismo investigador, mientras que un
asistente siempre estuvo presente para asegurar la seguridad de las pruebas.
Todas las pruebas fueron realizadas en las mismas condiciones. Además, los
investigadores proporcionaron a todos los participantes las mismas
instrucciones e indicaciones para la ejecución de cada prueba. Como se indicó
previamente, los grupos fueron divididos en base a la edad y al sexo de los
participantes.
A cada
voluntario se le tomaron medidas antropométricas básicas que permitieran hacer
una descripción de cada grupo.
Para medir la capacidad neuromuscular de la fuerza
isotónica máxima durante la extensión de tronco se utilizó un dinamómetro
digital (PowerTrack®JtechMedical), realizando una modificación del
protocolo propuesto por Ito (Müller, Strässle & Wirth, 2010) (figura
1). Los sujetos realizaban una extensión isotónica máxima de tronco desde una
posición de decúbito prono registrando de forma automática el pico máximo de
fuerza. Esta prueba posee una fiabilidad (calculada a través del cociente de
correlación interclase) de entre 0.93 – 0.97 (Müller et al, 2010).
Figura 1: esquema de la prueba de extensión lumbar.
La capacidad neuromuscular de la fuerza explosiva
fue medida sobre una plataforma de salto
(Thesys Globus Ergojump 3000®) donde los voluntarios
realizaron tres saltos máximos ejecutados con contramovimiento (Bosco, Luhtanen
& Komi, 1983). El descanso entre cada repetición fue de 10 segundos. Con
esta prueba se pretende evaluar la fuerza explosiva de los músculos de las
extremidades inferiores tras realizar un ciclo de estiramiento – acortamiento,
tomando las medidas del tiempo de vuelo y la altura máxima del salto (Bosco et
al, 1983; Moreland, Finch, Stradford, Balsor & Gill, 1997; Ries, Echternach
& Nof, 2009). Esta prueba posee una fiabilidad (calculada a través del
cociente de correlación interclase) de 0.88 (Moreland et al; 1997).
El test de Duncan o Prueba del Alcance Funcional
(PAF) (Duncan et al, 1990) tiene por objetivo medir el equilibrio
semi-estático de una persona (Duncan et al, 1990). Cada participante, sin
cambiar la posición de los pies, con los brazos extendidos y los hombros
flexionados 90 grados, se inclina hacia delante tanto como pueda sin llegar a
perder el equilibrio (se interpreta como tal el momento en el que el sujeto
debe dar un paso para no caer) y volver a la posición de partida. Se mide la
diferencia entre el punto de partida y el punto máximo que la persona puede
alcanzar volviendo a la posición inicial. Cada uno de los participantes realizó
tres intentos, tomándose el registro más alto para el análisis. Esta prueba
posee una fiabilidad (calculada a través del cociente de correlación
interclase) de 0.81 (Bogduk, Macintosh & Pearcy, 1992).
Para el equilibrio dinámico, se realizó la prueba
levántate y anda extendida (LAE), la cual consiste en que cada una de las
personas que la realizan deben levantarse de una silla cuyo apoyo se encuentra
a 45 cm de alto, caminar 10 metros hacia delante a velocidad máxima sin llegar
a correr, girar, volver a la silla y sentarse nuevamente. Se registró el tiempo
parcial desde el inicio de la prueba hasta alcanzar la vertical (tiempo en
levantarse) y el total de la prueba en segundos. Esta prueba posee una
fiabilidad (calculada a través del cociente de correlación interclase) de 0.985
(Bogduk, Macintosh & Pearcy, 1992).
3.3
Análisis estadístico
Se realizó un
análisis descriptivo con una separación de los grupos en base al género de los
participantes. A partir de esta primera división, se hizo un análisis por
subgrupos mediante el procedimiento k-medias basada en la distribución de la
edad de los participantes. Previo a cualquier análisis, se realizó un estudio
de la normalidad de las medidas de resultado mediante la prueba de
Kolmogorov-Smirnov. Seguidamente se realizó un análisis descriptivo (media y
desviación estándar) de las respuestas ofrecidas dentro de cada subgrupo.
Posteriormente se calcularon las diferencias entre las variables de cada uno de
los subgrupos utilizando la prueba T-Student o Wilcoxon en función de si la
distribución de la muestra era paramétrica o no paramétrica respectivamente.
Por últimoo, se analizó la relación entre las distintas variables de las
capacidades neuromusculares de la fuerza registradas en este estudio, para
determinar cuáles de ellas pudieran actuar como predictores de las pruebas AF y
LAE en ambos géneros y para diferentes grupos de edad. Las diferencias y las correlaciones
se consideraron significativas a partir de valores de p ≤ 0.05.
La versión
19.0 del programa informático de tratamiento estadístico SPSS fue utilizado
para realizar el análisis de los datos.
4.
RESULTADOS
113 mayores
activos voluntarios formaron parte de este estudio. 50 hombres y 63 mujeres con
un rango de edad que oscilaba entre 55 y 89 años, mostrando una media de edad
de 71.49, con mediana a 72.02, el primer cuartil a los 66 años y el tercer
cuartil a los 75 años.
En el gráfico
1 y 2 se pueden observar la división realizada en los grupos en base a la edad
de los participantes a partir del género de los mismos. En dicha división, lo
que se priorizó fue la distancia de los casos desde el centro del grafico de
los subgrupos. En el grupo compuesto por 63 mujeres la distribución de los
grupos fue de 27 – 36 participantes (GMJ
y GMM respectivamente) con una distancia entre el centro de los
grupos de 3.5, mientras que en el grupo de compuesto por hombres, la
distribución de los 50 participantes fue de 20 – 30 (GHJ y GHM
respectivamente) con una distancia entre el centro de cada subgrupo de 3.2.
Gráfico 2: clúster femenino según el número de casos 27 36 Gráfico 1: clúster masculino según el número de casos 20 30
Los resultados
para los análisis de subgrupos por k medias en una rango IC95% (55 – 89 años)
mostró una media 70.18 años con mediana a 71.3 años y primer cuartil a 65 años
y tercer cuartil a 75 años. La tabla 1 muestra, dividido por subgrupos, la
edad, las medidas antropométricas y los valores medios de cada variable según
la prueba realizada.
Tabla 1: características descriptivas de los cuatro grupos
a partir de la división por subgrupos. |
||||
|
MUJERES |
HOMBRES |
||
|
GMJ Media (SD) |
GMM Media (SD) |
GHJ Media (SD) |
GHM Media (SD) |
Edad (años) |
63.58 (±4.39) |
76.48 (±4.36) |
65.15 (±4.48) |
75.73 (±3.48) |
PESO (kg) |
71.84 (±14.82) |
68.61 (±13.72) |
77.41 (±12.82) |
74.55 (±12.72) |
TALLA (m) |
1.59 (±0.08) |
1.55 (±0.08) |
1.66 (±0.06) |
1.64 (±0.10) |
IMC (kg/m2) |
30.78 (±4.66) |
30.66 (±3.18) |
28.88 (±5.61) |
29.40 (±4.11) |
Salto_Tiempo_Vuelo (s) |
0.29 (±0.12) |
0.25 (±0.13) |
0.37 (±0.07) |
0.28 (±0.07) |
Salto_Altura (m) |
0.20 (±0.12) |
0.17 (±0.11) |
0.23 (±0.07) |
0.19 (±0.07) |
Extensíon_Tronco(N) |
33.72 (±29.13) |
30.99 (±27.36) |
62.54 (±35.82) |
53.89 (±46.97) |
PAF (cm) |
26.15 (±7.23) |
23.04 (±6.41) |
20.37 (±6.59) |
19.04 (±5.88) |
LAE_Bipe (s) |
1.27 (±1.29) |
1.58 (±3.22) |
0.67 (±0.37) |
0.96 (±0.80) |
LAE_Total (s) |
15.46 (±4.54) |
21.09 (±4.43) |
15.01 (±3.90) |
18.73 (±4.75) |
N |
27 |
36 |
20 |
30 |
GMJ: Grupo de mujeres jóvenes (menor edad); GMM: Grupo de mujeres
mayores (mayor edad).; GHJ:
Grupo de hombres jóvenes (menor edad).
GHM: Grupo de hombres mayores (mayor edad); IMC: índice de masa corporal; PAF: Prueba alcance funcional; LAE: Extensión de la prueba levántate
y anda. |
En la tabla 2
se presentan las diferencias entre cada uno de los subgrupos para todas las variables
funcionales y de capacidad neuromuscular de la fuerza medidas en este estudio.
En dicha tabla se puede observar como todas las diferencias son significativas
cuando se comparan los resultados en función de la edad, jóvenes con mayores
(sean hombres o mujeres), así a partir del género de los participantes.
Tabla 2: Diferencias
de medias de cada variable en función del análisis por subgrupos. |
|||||||
|
GMJ – GMM |
GMJ – GHJ |
GMJ – GHM |
GMM - GHJ |
GMM – GHM |
GMJ – GMM |
|
Salto_Tiempo_Vuelo
(s) |
0.04** (±0..02) |
-0.08** (±0.03) |
0.01* (±0.00) |
-0.12** (±0.07) |
-0.03* (±0.02) |
0.09** (±0.03) |
|
Salto_Altura
(m) |
0.03*** (±0.01) |
-0.03** (±0.01) |
0.01* (±0.00) |
-0.06*** (±0.02) |
-0.02** (±0.01) |
0.04** (±0.02) |
|
Extensíon_Tronco(N) |
2.73*** (±0.92) |
-28.82*** (±9.83) |
-20.17*** (±9.86) |
-31.55*** (±15.59) |
-22.9*** (±8.23) |
8.65*** (±3.01) |
|
PAF
(cm) |
3.11* (±1.45) |
5.78** (±2.49) |
7.11*** (±3.07) |
2.67** (±1.09) |
4.02*** (±2.23) |
1.33*** (±0.68) |
|
LAE_Bipe
(s) |
-0.31*** (±0.11) |
0.6*** (±0.19) |
0.31*** (±0.14) |
0.91** (±0.42) |
0.62*** (±0.26) |
-0.29** (±0.16) |
|
LAE_Total
(s) |
-5.63** (±2.06) |
0.45** (±0.28) |
-3.27** (±1.77) |
6.08*** (±2.88) |
2.36** (±1.38) |
-3.72*** (±1.76) |
|
GMJ: Grupo de mujeres jóvenes (menor edad). GMM: Grupo de mujeres mayores (mayor edad). GHJ: Grupo de hombres jóvenes (menor edad).
GHM: Grupo de hombres mayores (mayor edad). IMC: índice de masa corporal PAF: Prueba alcance funcional LAE: Extensión de la prueba levántate y anda |
Niveles
de significación: * ≤ 0.05 ** ≤ 0.01 *** ≤ 0.001 |
||||||
En el grupo de
mujeres jóvenes, la variable “tiempo de vuelo” muestra una correlación
significativa sólo con la otra variable extraída de la misma prueba (altura de
vuelo). En el grupo de mujeres mayores, se observa el mismo resultado en la
variable “levántate y anda extendida total”, la cual muestra una correlación
significativa sólo con la variable “levántate y anda bipedestación”. El resto
de correlaciones entre las distintas variables, del grupo de mujeres, se pueden
observar dentro de la tabla 3.
Tabla 3: correlaciones
de las variables en el grupo de mujeres según la edad. |
|||||||||||||
|
CNFE
Salto Tiempo
Vuelo |
CNFE
Salto Altura |
CNFIM
Extensíon Lumbares |
PAF |
LAE Bipedest |
LAE Total |
|||||||
|
GMJ |
GMM |
GMJ |
GMM |
GMJ |
GMM |
GMJ |
GMM |
GMJ |
GMM |
GMJ |
GMM |
|
CNFE
Salto Tiempo Vuelo |
1 |
1 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
CNFE
Salto Altura |
-0.562** |
0.068 |
1 |
1 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
CNFIM Ext
Lumbar |
0.553 |
0.831** |
-0.440 |
0.243 |
1 |
1 |
|
|
|
|
|
|
|
PAF |
0.347 |
0.594** |
-0.249 |
0.011 |
0.097 |
0.811** |
1 |
1 |
|
|
|
|
|
LAE
bipedestación |
0.123 |
0.497** |
-0.206 |
0.195 |
-0.043 |
0.456 |
0.530** |
-0.065 |
1 |
1 |
|
|
|
LAE
Total |
-0.003 |
0.242 |
-0.320 |
-0.061 |
-0.149 |
-0.418 |
-0.193 |
-0.228 |
0.036 |
0.769** |
1 |
1 |
|
GMJ: Grupo de mujeres jóvenes (menor edad). GMM: Grupo de mujeres mayores (mayor edad). CNFE: Capacidad neuromuscular fuerza explosiva. CNFIM: Capacidad
neuromuscular fuerza isotónica máxima. PAF: Prueba alcance funcional LAE: prueba levántate y anda extendida |
Niveles de significación: * ≤ 0.05 ** ≤ 0.01 |
||||||||||||
Por su lado, en
la tabla 4 se presentan las correlaciones obtenidas en el grupo de los hombres.
Ambas tablas se presentan por pares (incluyendo ambos subgrupos analizados)
para favorecer una comprensión de los resultados y, por ende, de una mejor
interpretación de los mismos. En el análisis de las correlaciones entre las
distintas variables, observamos cómo se
correlaciona significativamente la variable LAE total con la variable extraída
de la misma prueba (LAE bipedestación), pero sólo en el grupo de hombres
mayores. Además se aprecia cómo la PAF se correlaciona significativamente con
la altura y el tiempo de vuelo de la CNFE, siempre del grupo de hombres
mayores. Por su lado, en el grupo de hombres jóvenes, existen correlaciones
significativas entre el tiempo de vuelo de la capacidad neuromuscular de la
fuerza explosiva con la capacidad neuromuscular de la fuerza isométrica máxima.
Además dentro del grupo de hombres jóvenes existe una correlación significativa
entre la extensión lumbar (CNFIM) con el tiempo de vuelo (CNFE) y el tiempo de
transición de sedestación a bipedestación. ”. El resto de correlaciones entre
las distintas variables, del grupo de hombres, se pueden observar dentro de la
tabla 4.
Tabla 4:
correlaciones de las variables en el grupo de hombres según la edad. |
|||||||||||||
|
CNFE
Salto Tiempo
Vuelo |
CNFE
Salto Altura |
CNFIM
Extensíon Lumbares |
PAF |
LAE Bipedest |
LAE Total |
|||||||
|
GHJ |
GHM |
GHJ |
GHM |
GHJ |
GHM |
GHJ |
GHM |
GHJ |
GHM |
GHJ |
GHM |
|
CNFE
Salto Tiempo Vuelo |
1 |
1 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
CNFE
Salto Altura |
0.016 |
0.303 |
1 |
1 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
CNFIM Ext Lumbar |
0.576* |
-0.134 |
-0.327 |
-0.165 |
1 |
1 |
|
|
|
|
|
|
|
PAF |
0.331 |
0.499** |
-0.054 |
0.416* |
0.347 |
-0.307 |
1 |
1 |
|
|
|
|
|
LAE
bipedestación |
0.034 |
0.270 |
-0.243 |
-0.073 |
0.833** |
0.146 |
-0.133 |
-0.213 |
1 |
1 |
|
|
|
LAE
Total |
-0.386 |
-0.313 |
-0.296 |
-0.188 |
0.183 |
0.365 |
-0.092 |
-0.280 |
0.260 |
0.647** |
1 |
1 |
|
GHJ: Grupo de hombres jóvenes (menor edad). GHM: Grupo de hombres mayores (mayor edad). PAF: Test alcance funcional LAE: Extensión de la prueba levántate y anda CNFE: Capacidad neuromuscular de la fuerza
explosiva. CNFIM: Capacidad neuromuscular de la fuerza
isométrica máxima. |
Niveles
de significación: * ≤ 0.05 ** ≤ 0.01 |
||||||||||||
5.
DISCUSIÓN
El objetivo de
este estudio era analizar de qué manera la capacidad neuromuscular de producir fuerza
explosiva e isotónica máxima, en los miembros inferiores y en la espalda,
contribuyen al equilibrio en mayores diferenciando dicha respuesta a partir de
la edad y del género de los sujetos. El análisis de todas las variables medidas
en este estudio desde un punto de vista cuantitativo y de correlación muestran
cómo las medias y la interacción entre las variables analizadas se comportan de
forma diferente en función de la edad y
el género de los participantes analizados, existiendo un menor rendimiento por
parte de las personas mayores (mujeres y hombres) con respecto al grupo de
jóvenes, existiendo menos diferencia entre género, aunque el grupo de hombres
mostró un rendimiento ligeramente mayor en cada prueba con respecto de las
mujeres. Ante estos resultados, se podría afirmar que el objetivo inicial de
partida se considera alcanzado y la hipótesis de partida confirmada.
Analizando los
datos observamos cómo el grupo de sujetos se `puede dividir en cuatro subgrupos
(a partir de la edad y el género de los participantes). Si analizamos los
resultados realizando una subdivisión en función de la edad de los
participantes, observamos como existe un menor rendimiento por parte de los
sujetos que son más mayores, independientemente de si son mujeres u hombres
(Tabla 2).
El uso de la
prueba LAE para medir capacidades funcionales en personas mayores es muy
frecuente (Schoene et al, 2013), siendo especialmente usada para medir el
equilibrio semi-estático y dinámico de las personas (Schoene et al, 2013;
Takahashi et al, 2006). Analizando los resultados observados en este estudio,
se aprecia cómo los componentes de los dos grupos de mayores (GMM y
GHM) ofrecen un rendimiento menor que los componentes del grupo de
jóvenes (GMJ y GHJ) (Tabla 2).
Concretamente,
en las dos variables de la prueba LAE se observa un tiempo medio de 1.27 s
(±1.29) y 15.46 s (±4.54) en el GMJ frente a los 1.58 (±3.22) y
21.09 s (±4.43) del GMM para realizar el LAEBiped y LAETotal
respectivamente. La misma tendencia se observa en el grupo de hombres, donde
los tiempos son de 0.67 (±0.37) y 15.01 (±3.90) en el GHJ frente a
0.96 (±0.80) y 18.73 s (±4.75) en el GHM (Tabla 1). Estos resultados
se muestran en consonancia con dos revisiones sistemáticas publicadas
recientemente donde se afirma que el rendimiento físico está negativamente
condicionado por la edad y cambios morfo estructurales que se producen con el
paso de los años (McPhee et al, 2013; Vidoni et al, 2012).
Además, la tabla
1 y 2, se observa un menor rendimiento en las pruebas utilizadas para medir las
capacidades funcionales para medir fuerza cuando se comparan los mayores (GMM
y GHM) y los jóvenes (GMJ y GHJ). Se ha
demostrado que de forma independiente una menor fuerza, un pobre equilibrio, un
mayor miedo a las caídas y una menor destreza para realizar actividades de la
vida diaria, se asocia a un mayor riesgo de sufrir caídas. (Janssen, Samson, Meeuwsen,
Duursma & Werhaar, 2004; Podsiadlo & Richardson, 1991; Schoene et al, 2013;
Takahashi et al, 2006; Tinetti & Kumar, 2010).
Por otro lado,
a igualdad de edad, considerando por tanto el género para comparar los grupos,
se observa cómo los hombres consiguen un rendimiento mayor en todas las pruebas
analizadas, tanto en la prueba LAE cómo en las analíticas destinadas a medir la
capacidad neuromuscular de la fuerza. Los hombres consiguen un mayor tiempo de
vuelo durante el salto (0.08 s y 0.03 s), una mayor altura en el mismo (0.03 m
y 0.02 m), una mayor fuerza en la extensión de tronco (28.82 N y 22.90 N), una
mayor velocidad en la transición sedestación-bipedestación (0.6 s y 0.62 s) y
una mayor velocidad en la realización de la prueba LAE completa (0.45 s y 2.36
s) cuando se comparan hombres y mujeres jóvenes y mayores respectivamente. En
la única prueba donde se aprecia un mayor rendimiento por parte de las mujeres
es en la PAF, con diferencias que oscilan entre los 5.78 cm (al comparar los
jóvenes) y 4.00 cm (cuando se comparan los mayores) (Tabla 2).
Estos resultados
se muestran en línea con un meta-análisis publicado donde, tras analizar
diferentes pruebas físicas entre hombres y mujeres de edades comparables,
siempre se observaba un mayor rendimiento en el caso de los hombres (Courtright,
McCormick, Postlethwaite, Reeves & Mount, 2013). A pesar de
ello, también propone estrategias para reducir las diferencias entre los
géneros, como por ejemplo el entrenamiento específico (Courtright et al, 2013).
Por otro lado,
observando las correlaciones existentes entre ambos grupos de edad (en el grupo
de mujeres) se puede comprobar cómo sólo el grupo 1 muestra una correlación
significativa entre la altura del salto y el tiempo de vuelo, aunque dicha
correlación es de signo negativo, con lo que se entiende que a mayor tiempo de
permanencia en el aire, menor altura de salto consigue la participante. Sin
embargo, en el grupo de hombres, en ninguno de los dos subgrupos se consigue
una correlación significativa entre ambas variables.
Para mantener
la postura, tanto en bipedestación como en sedestación, la musculatura
paravertebral juega un papel fundamental (Bogduk et al, 1992). Así, realizando
un test sobre la fuerza isométrica máxima de los participantes, se intentó
cuantificar esta variable (Figura 1). En los resultados obtenidos, pudimos
comprobar cómo esta variable podría predecir el resultado del test de alcance
funcional en el grupo de mujeres más numeroso, mostrando un índice de
correlación de 0.811, mientras que en el resto de los otros grupos las
correlaciones no resultaron ser significativas. Sin embargo, sí se encontró
mayor correlación de esta variable en la prueba que medía la CNFE. Encontrando
un índice de correlación en el mismo grupo de mujeres más alto que en la PAF
(0.831 contra 0.811). Asimismo, se encontró significación entre el tiempo de
vuelo y la extensión isocinética lumbar en el GHJ (0.576).
Se ha
demostrado que la LAE es una prueba con una alta validez y fiabilidad a la hora
de identificar deficiencias del equilibrio en mayores (Podsiadlo &
Richardson, 1991). Así, si analizamos la correlación existente entre las dos
variables de la LAE (bipedestación y total) dentro de cada subgrupo, observamos
cómo LAEbipedestación en el grupo de mujeres se muestra
significativa cuando se correlaciona con el tiempo de vuelo, (0.497), el PAF
(0.530) y con el LAEtotal (0.769). Sin embargo, estas correlaciones
no se ciernen sobre el mismo grupo, sino que las dos primeras lo hacen en el
grupo menos numeroso (GMJ) y la correlación entre las variables de
la LAE lo hacen en el otro (GMM). Este punto de significación es el
único que muestra la variable LAEtotal con todas las restantes, lo
que implica que ninguna variable medida podría ser un predictor del equilibrio
dinámico en el grupo de mujeres, salvo en aquella en la que la mujer pasa de
una posición de sedestación a bipedestación.
Por su lado,
en el grupo masculino, parece que existe una alta correlación entre las
variables LAEbipedestación y la extensión lumbar, en el GHJ,
y moderada con la LAEtotal, en GHM. Parece pues que
aquellos participantes que consiguieron
un mayor registro en la fuerza isotónica de los extensores de espalda,
poseen menor destreza a la hora realizar la transferencia de sedestación a
bipedestación. Sin embargo, aquellos que fueron capaces de realizar de manera
más rápida dicho paso, parecen poseer un equilibrio dinámico mayor confirmado
por el menor tiempo implicado en la realización total de la LAE.
Existe una
prueba modificada de la LAE (MLAE), que ha demostrado validez y fiabilidad a la
hora de identificar los distintos niveles funcionales en las personas mayores
(Giné-Garriga, Guerra, Marí-Dell’Olmo, Martin & Unnithan, 2009).
En base a lo observado en este estudio se podría profundizar en la relación
existente entre la capacidad de pasar de sedestación a bipedestación y la
valoración del equilibrio dinámico de la persona ya sea a través de la LAE
realizándose totalmente como de modificaciones de las mismas que consideren
otros aspectos subjetivos de los mayores.
La inclusión
de ambas tipologías de pruebas, funcionales y para medir las capacidad
neuromuscular de la fuerza, dentro de este estudio, permite realizar un doble
estudio, centrado en actividades analíticas que posteriormente se integran en
actividades funcionales, lo que puede ayudar a planificar estrategias de
intervención sobre los mayores para minimizar los efectos de la edad y enfocar
la actividad terapéutica sea de forma analítica sea integrándola en actividades
y gestos cotidianos.
Entre las
fortalezas que presenta este estudio, cabría destacar que se trata del primer
ensayo en el que se estudia el comportamiento de capacidades físicas básicas de
manera analítica y global en personas mayores extrayendo los resultados a
partir de la creación de subgrupos en función del sexo y la edad de los
participantes aunque, para hacer esto último, no se tiene en cuenta una el dato
cronológico de la vida del voluntario sino la respuesta ofrecida en las
diferentes pruebas realizadas. La principal debilidad que se le puede atribuir
a este estudio es la falta de voluntarios que ayuden a reforzar los resultados
obtenidos y permitiendo, a su vez, una profundización en las causas que
provocan las respuestas observadas en los distintos subgrupos de análisis
estudiados.
6.
CONCLUSIÓN
La principal
conclusión a la que podríamos llegar en este estudio es que en función de la
edad y del género, las personas mayores muestran respuestas diferentes ante los
mismos estímulos. Observándose cómo las diferencias en algunas capacidades
funcionales son mayores en función de la edad y otras en función del género de
los participantes. Esto nos debería animar a identificar cuáles son aquellas
variables que se ven más mermadas en los mayores haciendo criterios de
selección en función del genero y edad de los participantes.
Estos
hallazgos, junto con otros estudios futuros podrían ayudar a planear
estrategias de intervención en este grupo poblacional ayudando a minimizar los
efectos negativos que sobre la condición física tiene el paso de los años.
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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte -
vol.15 - número 59 - ISSN: 1577-0354