Gea García, G.M. y
Molina Martín, J.J. (2015) Relación entre el nivel de juego y la ejecución del
saque en voley playa femenino / Relationship
Between Sport Level Competition and Serving Skill in Female Beach Volleyball. Revista Internacional
de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 15 (59) pp. 433-448. Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista59/artrelacion603.htm
DOI: http://dx.doi.org/10.15366/rimcafd2015.59.003
ORIGINAL
RELACIÓN ENTRE EL NIVEL DE JUEGO Y
RELATIONSHIP BETWEEN SPORT LEVEL COMPETITION
LEVEL AND SERVING SKILL IN FEMALE BEACH VOLLEYBALL
Gea García, G.M.1
y Molina Martín, J.J.2
1 Profesora Contratada Doctor de la Facultad de
Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Universidad Católica San Antonio
de Murcia- UCAM. (España). gmgea@ucam.edu
2 Profesor Contratado Doctor de la Facultad de Ciencias
de la Actividad Física y del Deporte. Universidad Europea de Madrid- UEM.
(España). j_jose.molina@uem.es
Código UNESCO / UNESCO
code: 5899 Otras
Especialidades Pedagógicas. Educación Física y Deporte/ Other
pedagogical specialties. Physical
Education and Sport.
Clasificación Consejo de
Europa / Council of Europe classification: 4. Educación Física y Deporte Comparado / Comparative Physical Education and Sport.
Recibido 30 de mayo de 2012 Received
May 30, 2012
Aceptado 27 de mayo de 2013 Accepted
May 27, 2013
RESUMEN
El objetivo principal de este estudio fue analizar el saque
empleado por las jugadoras de vóley playa femenino, para determinar si existen
diferencias en función del nivel de juego. Se analizaron 1.100 acciones de
saque. Las variables del saque estudiadas fueron: tipo, profundidad de golpeo,
lateralidad, trayectoria, destino, y técnica de golpeo. Se realizó un estudio
de confiabilidad, para determinar el grado de concordancia inter e intraobservadores,
llegando a alcanzar una concordancia entre los observadores >0,80. Los
resultados del análisis correlacional mostraron una diferencia en el patrón de
saque utilizado tras el cruce de variables criterio estudiadas, mostrando el
test de Chi-cuadrado de Pearson significación en el cruce (p<0,05). El
patrón de saque identificado para parejas con nivel internacional, mostró una
mayor dificultad en ejecución y precisión, convirtiéndolo en el primer elemento
de ataque; mientras que para las de nivel nacional la dificultad técnica en
ejecución y precisión fue menor.
PALABRAS CLAVE: voley playa femenino; nivel de juego;
saque; destreza técnica.
ABSTRACT
The main objective of this study was to analyze the serve
employed by female Beach Volleyball players, to determine whether there are
differences according to game level. 1100 serving actions were studied. The
analyzed serve variables were: type, depth, laterality, trajectory, serving
area, and serving skill. A reliability study was carried out in order to
determine the degree of agreement intra and inter observer, reaching an
agreement between the observers> .80. The results obtained by the
correlation analysis showed a difference in the pattern of the service employed
after crossing the studied criterion variables. Pearson’s Chi-square test
showed a significance (p <.05). The serve pattern identified for
international competitive level couples showed a greater difficulty on the
execution and precision of the service, becoming the first element of attack;
while for the national competitive level ones, the technical difficulty in
execution and precision was lower.
KEY
WORDS: Female beach volleyball; Competitive level; Serve;
Technical Skills.
INTRODUCCIÓN
El vóley playa es un deporte de colaboración oposición que
enfrenta a dos equipos de dos jugadores, caracterizado por unos niveles
elevados de exigencia física, técnica y táctica (Häyrinken & Tampouratzis,
2012).Está compuesto por 6 acciones técnicas básicas, que son: el saque, la
recepción del saque, la colocación, el ataque, el bloqueo y la defensa de
campo. De acuerdo con Zhang (2000), no todas las acciones tienen el mismo
efecto en el juego. El saque, conocido como complejo estratégico 0 (K0), es
considerado como una acción relevante en el juego en playa (Buscá, Moras, Peñas
& Rodríguez, 2011; Gea & Molina, 2013). Son muchos los autores, que lo
señalan como la única acción que depende exclusivamente del dominio individual
del jugador (Buscá et al. 2011; Depra & Brenzikofer, 2004; Gil, Moreno,
Moreno & Del Villar, 2011). Esto no solo lo convierte en uno de los gestos
técnicos con mayor número de posibilidades en su ejecución, sino que le permite
mediatizar el juego rival cuando se ejecuta con maestría, siendo determinante
para la obtención de cierta ventaja sobre el equipo rival en el marcador
(Berruto, 2001; Callejón, 2006; Dávila & García, 2012; Kiraly, 2000; Monge,
2007; Palao, Santos, & Ureña, 2004; Quiroga, García- Manso, Rodriguez-
Ruiz, Sarmiento, Saa, & Moreno, 2010; Sturm, 2002; Ureña, Calvo &
Lozano, 2002).
Parte de la literatura consultada sugiere, que a través de
los cambios en el sistema de puntuación, mediante el establecimiento del “rally
point”, se asumen un número menor de riesgos en la puesta en juego del balón,
en contra de la supuesta potenciación que se buscaba a través de esta
modificación reglamentaria (Mai & Mesquita, 2006).
En esta misma línea, los estudios desarrollados por
Giatsis, Papadopoulou, Dimitrov & Likesas (2003), Giatis & Papadopoulou
(2003), y Grgantov, Katic & Marelic (2005), demuestran que a través de la
reducción de las dimensiones del terreno de juego, las diferencias de
rendimiento entre los diferentes elementos técnico- táctico disminuyen entre
los equipos de vencedores y vencidos, como consecuencia de la reducción de
espacio a cubrir por los jugadores, lo que facilita la realización de sus
acciones a nivel defensivo. Estos mismos estudios sugieren, que se produce un
incremento de los errores en el saque, consecuencia directa también de esa
reducción del espacio.
Si unimos estos hechos, a la obtención de un porcentaje
bajo de puntos directos de saque (Gea & Molina, 2013), adquiere relevancia
ver el saque como el primer elemento de ataque, pero desde un punto de vista
táctico, basado en un mayor control de esta acción, y no sólo como un elemento
de agresividad y potencia a la hora de su ejecución (Berruto, 2001; Callejón,
2006; Grgantov et al., 2005; Schlender & Franco, 2002). Ambas corrientes de
ejecución tienen un objetivo común, que es buscar dificultar la acción de
recepción, lo que disminuye de forma considerable las opciones ofensivas del
equipo rival, potenciando y facilitando las tareas defensivas propias, así como
una transición y contraataque más efectivo por parte del equipo en posesión del
saque (Buscá et al., 2011; Depra &
Brenzikfer, 2004; Gil et al., 2011; Ureña et al., 2002; Palao et al., 2004).
Los últimos cambios reglamentarios, como el establecimiento
el nuevo sistema de puntuación “rally point”, y la permeabilidad de que el
balón que toque la red siga en juego (Dávila & García, 2012; Grgantov et
al., 2005), son responsables de la evolución radical en la filosofía de puesta
en juego del balón, desde un punto de vista técnico y táctico. A raíz de ello,
el saque es considerado como un elemento de ataque, y no solo como la puesta en
juego del balón para dar comienzo a la jugada (Giatsis et al., 2003; Grgantov
et al., 2005; Koch & Tilp, 2009).
Al ser la única acción autorregulada en vóley playa,
dependiente únicamente del dominio individual del jugador (Buscá et al., 2011;
Depra & Brenzikofer, 2004; Gil et al., 2011), y en vista de las
consideraciones anteriores, son varias las investigaciones que han estudiado
y constatado la importancia de esta
acción para la consecución de la victoria en el juego , definiéndola como una
acción técnico – táctica ofensiva, a través de la cual obtener el punto de
manera directa (Mai & Mesquita, 2006; Dávila & García, 2012),
estableciendo diferencias en el tipo de saque y riesgos asumidos por parte de
las jugadoras implicadas (Berruto, 2001; Callejón, 2006; Depra &
Brenzikfer, 2004; Gea & Molina, 2013; Grgantov et al., 2005; Koch &
Tilp, 2009; Schlender & Franco, 2002).
Por tanto, el objetivo principal del presente estudio fue
analizar si existen diferencias, a la hora de poner en juego el balón mediante
el saque en vóley playa femenino, en función del nivel de juego exhibido por
las jugadoras.
MATERIAL Y MÉTODO
Muestra
Para la realización de este estudio fueron analizadas un
total de 1.100 acciones de saque, en 15 partidos correspondientes al torneo del
Campeonato de España de Vóley Playa, en el que participaron equipos nacionales
de diferente nivel, diferenciando dentro de la muestra entre jugadoras de nivel
nacional y nivel internacional. La muestra estuvo compuesta por 19 parejas,
divididas según el nivel de juego (NVP), en 13 parejas con nivel nacional
(NVN), y 6 con nivel internacional
(NIV).
Variables
Las variables a tener en cuenta, que describen las acciones
técnicas desarrolladas en el complejo estratégico K0, y consideradas durante
este estudio fueron:
- Técnica de golpeo (TCG), definida como la acción del
saque en función de la trayectoria descrita por el balón durante su recorrido
tras su golpeo, diferenciando entre saque potente (PTT), controlado (CNT) y
flotante (FLT).
- Profundidad de golpeo en el saque (PGS), definida por la distancia que
existe entre la línea de saque al fondo de la pista, y el lugar elegido por el
jugador para llevar a cabo el contacto con el balón, diferenciando en función
de ello: profundidad de golpeo corta (PGC), media (PGM) y larga (PGL).
- Lateralidad en el golpeo del saque (LGS), delimitada en función de la zona
del campo desde la que se realiza el saque con respecto al plano transversal,
dividiendo el campo a lo ancho en tres zonas: lateral izquierdo (SIZD), centro
(SCNT) y derecho (SDRC).
- Trayectoria del saque (TYS), definida como la dirección
descrita en el vuelo por el balón, como resultante de la unión entre el punto
de origen y el de destino. Se diferencian las siguientes trayectorias de vuelo:
paralelo larga (PLR), paralela media (PMD), paralela corta (PCRT), diagonal
larga (DLR), diagonal media (DMD), y diagonal corta (DCRT).
- Zona de destino del saque en profundidad
(DSP), definida
como la zona donde el receptor contrario intercepta el vuelo del balón tras el
saque, teniendo como referencia la distancia de la red donde se produce esta
interceptación o caída del balón. Se diferencian las siguientes zonas: saque en
profundidad larga (SLRG), saque al centro de la cancha de juego (SMD), y saque
en profundidad corta, cerca de la red (SCRT).
- Zona de destino del saque en lateralidad
(DSL), definida
como la zona donde cae el balón o es interceptado por el receptor rival,
teniendo en cuenta al zona donde se realiza con respecto al plano transversal,
dividiendo el campo de juego en tres zonas: lateral izquierdo (SIZD), centro
(SCNT), y lateral derecho (SDCR).
Medida
e Instrumentos
Las grabaciones de los partidos fueron realizadas con una
cámara de video fija, situada a 3 metros de altura, y ubicada detrás de la
pista a 17 metros de distancia de la línea de fondo, en prolongación imaginaria
con el eje longitudinal de la pista y un ángulo de grabación de 45º, siguiendo
el protocolo establecido por Koch and Tilp (2009), para el juego en playa.
El material audiovisual utilizado para el análisis
observacional y el registro de datos
estuvo compuesto por una cámara Panasonic Mini DV (PV- GS 14), una
televisión Sony DRC modelo KE- P42M1, y un video Philips Progressive Scan
DVD/VCR modelo DVP3350V, lo que permite detener y ralentizar las imágenes para
su observación, aumentando la precisión en la observación y registro.
Con el fin de garantizar un protocolo de observación sin
sesgos, se llevó a cabo la formación previa de observadores, según las fases de
entrenamiento y adiestramiento sugeridas por Anguera, Blanco & Losada
(2001) y Anguera & Blanco (2003), modificándolas según las adaptaciones dadas
por Molina (2007). Las siguientes fases fueron:
a)
Selección
del grupo de observadores, y distribución por escrito del sistema de categorías
y de la hoja de registro.
§ Formación de dos grupos de trabajo.
§ Explicación de las categorías.
b)
Visualización
de ejemplos sacados de situaciones competitivas, y grabaciones en video
extraídos de otros torneos del Campeonato de España.
§ Registro conjunto y guiado de la mitad
de un set mediante concordancia consensuada.
§ Determinación de las estrategias a seguir
con las categorías más conflictivas.
§ Revisión de los mismos.
c)
Registro
individual.
§ Cada uno de los observadores visualiza y
registra un set de la muestra.
§ Visualizado y registro de ese mismo set
por parte del observador único.
§ Comprobación posterior del acuerdo
alcanzado entre los datos obtenidos por el observador único, y los datos
obtenidos por cada uno de los observadores del grupo de observadores.
d)
Selección
de los dos observadores con un mayor nivel de concordancia.
e)
Registro
conjunto de los dos observadores seleccionados.
§ Registro conjunto y guiado de la mitad
de un set mediante concordancia consensuada.
§ Determinación de las estrategias y
procedimientos a seguir para las categorías más conflictivas.
§ Comprobación posterior del acuerdo alcanzado
mediante concordancia consensuada.
f)
Registro
final de cuatro sets para el estudio final de fiabilidad.
g)
Comprobación
del nivel de concordancia entre los observadores seleccionados y el observador
único.
Para demostrar la validez y fiabilidad de la medida
utilizada, se tuvo en cuenta el índice de concordancia y el nivel de Kappa
inter e intraobservadores. Los resultados de concordancia interobservador
alcanzaron valores por encima 0,85 para todas dimensiones del saque analizadas,
mientras que para la concordancia intraobservador alcanzaron valores por encima
de 0,95 para todas dimensiones del saque analizadas (López de Ulibarri &
Pita, 1999; Anguera, Blanco & Losada, 2001).
Para el índice de Kappa, los valores
obtenidos en la investigación marcaron un coeficiente por encima de 0,85 en
interobservadores. Mientras, para el nivel intraobservador, los valores
alcanzados por el índice Kappa fueron superiores a 0,92 para todas las
dimensiones del saque analizadas.
Los datos obtenidos fueron analizados mediante el paquete
estadístico SPSS para Windows versión 19.0. Se realizó un análisis descriptivo
y correlacional a través de tablas de contingencia, mediante los valores
obtenidos para los residuos corregidos, considerando el valor de ± 1,96 como el
detonante para considerar que existe una pauta de asociación significativa
entre las dos variables. Hay que recordar que los residuos marcan las
diferencias existentes entre las frecuencias observadas y las esperadas, lo que
hace que fueran especialmente útiles para interpretar las pautas de asociación
encontradas en cada una de las tablas de contingencia (Álvarez, 2001).
RESULTADOS
A continuación se presenta el análisis correlacional,
basándonos en las tablas de contingencia, los valores de Chi- Cuadrado y V de
Cramer, para conocer las posibles relaciones existentes entre las diferentes
variables consideradas en el estudio, en función del nivel de juego exhibido
por las jugadoras. El nivel de significación establecido fue el universalmente
aceptado de p<.05.
- Nivel de
Atendiendo a la distribución de frecuencias, tal y como se
muestra en la Figura 1, las parejas NVN utilizan el saque PMD con un 19,1%,
mientras que para el saque DLR el valor es del 15,7%, lo indica un relación de
dependencia positiva entre ambas variables para el PMD, negativa para el DLR.
Mientras, para las parejas NVI la asociación de dependencia es la contraria,
siendo el porcentaje para el saque DLR del 28,6%, y el saque PMD del 9,2%.
Figura 1. Porcentaje de la
Trayectoria del Saque en función del nivel de juego
En el análisis correlacional, la Tabla 1 permite verificar
la asociación entre la variable TYS con el NVP (X²=37,780; V de Cramer= 0,161;
P<0,001). Las celdas que contribuyen de manera positiva a esta asociación
son para las parejas NVN, el saque PMD; mientras que para parejas NVI, es el
saque DLR. El saque DLR, y el PMD, contribuyen de forma negativa a esta
asociación, para las parejas NVN y las NVI respectivamente.
Tabla1. Tabla de contingencia trayectoria
del saque (TYS) en función del nivel de juego de las parejas (NVP)
|
Trayectoria del saque |
Total |
|||||||
|
|
PLR |
PMD |
PCRT |
DLR |
DMD |
DCRT |
|
|
NVP |
NVN |
Recuento |
41 |
84 |
7 |
69 |
216 |
22 |
439 |
% NVP |
9,3% |
19,1% |
1,6% |
15,7% |
49,2% |
5,0% |
100% |
||
Residuos
corregidos |
1,6 |
4,5* |
,6 |
-4,8* |
-,3 |
,5 |
|
||
|
NVI |
Recuento |
35 |
49 |
6 |
152 |
267 |
23 |
532 |
% NVP |
6,6% |
9,2% |
1,1% |
28,6% |
50,2% |
4,3% |
100% |
||
Residuos
corregidos |
-1,6 |
-4,5* |
-,6 |
4,8* |
,3 |
-,5 |
|
||
Total |
Recuento |
76 |
133 |
13 |
221 |
483 |
45 |
971 |
|
% NVP |
7,8% |
13,7% |
1,3% |
22,8% |
49,7% |
4,6% |
100% |
-
Nivel de
La Figura 2 muestra como para las
parejas NVN, los saques PGM con un 28,3%, mostraron una dependencia positiva entre
las variables, mientras que los saques PGL con un 2,6% mostrando una asociación
negativa. La tendencia observada para las parejas NVI fue inversa, con un 19,2%
para los saques PGM, y un 7,6% para los saques PGL.
Figura 2. Porcentaje del Saque
según de la Profundidad de Golpeo en función del nivel de juego
Como se muestra en la Tabla 2, el
análisis estadístico permite verificar la asociación entre la variable
profundidad de golpeo en el saque (PGS) con el nivel de juego de la pareja
(NVP) (X²=18,649; V de Cramer= 0,131; P<0,001). Las celdas que contribuyen
de manera positiva a esta asociación son para las parejas NVN, el saque en PGM;
mientras que para las parejas NVI, el saque en PGL. El saque en PGL, y el saque
en PGM, contribuyen de forma negativa a esta asociación, para las parejas NVN y
las NVI, respectivamente.
Tabla 2. Tabla de contingencia profundidad
de golpeo en el saque (PGS) en función del
nivel de juego de las parejas (NVP)
|
Profundidad
de Golpeo en el Saque |
Total |
|||||
|
|
PGC |
PGM |
PGL |
|
||
NVP |
NVN |
Recuento |
317 |
130 |
12 |
459 |
|
|
% del NVP |
69,1% |
28,3% |
2,6% |
100% |
||
Residuos
corregidos |
-1,4 |
3,4* |
-3,5* |
|
|||
NVI |
Recuento |
403 |
106 |
42 |
551 |
||
% del NVP |
73,1% |
19,2% |
7,6% |
100% |
|||
Residuos
corregidos |
1,4 |
-3,4* |
3,5* |
|
|||
Total |
Recuento |
720 |
236 |
54 |
1010 |
||
% del NVP |
71,3% |
23,4% |
5,3% |
100% |
|||
-
Del Nivel
de
Como puede apreciarse en la Figura 3,
existen diferencias para el saque según LGS, en función del NVP. Paras las
parejas NVN el saque SCNT fue el más utilizado con un 66,2%, mientras que los
saques SIZD y SDRC obtuvieron una asociación negativa con un 8,2% y 25,6%
respectivamente. Aunque en el caso de las parejas NVI el saque más utilizado
fue SCNT con un 43%, su asociación es negativa, encontrando una asociación
positiva para los saques SIZD (15,9%) y SDRC (41,1%).
Figura 3. Porcentaje del saque
según la Lateralidad de Golpeo en función del nivel de juego
Como se muestra en la Tabla 3, el
análisis estadístico permite verificar la asociación entre la variable lateralidad
de golpeo en el saque (LGS) con el nivel de juego de la pareja (NVP)
(X²=54,945; V de Cramer= 0,198; P<0,001). Las celdas que contribuyen de
manera positiva a esta asociación son para las parejas NVN, el saque SCNT;
mientras que para las parejas NVI, fueron el saque desde los SIZD y SDRC. El saque SIZD y SDRC, y el saque
SCNT, contribuyen de forma negativa a esta asociación, para las parejas NVN y
las NVI, respectivamente.
Tabla 3. Tabla de contingencia lateralidad
de golpeo en el saque (LGS) en función
del nivel de juego de las parejas (NVP)
|
|
Lateralidad en el Golpeo del Saque |
Total |
|||
SIZD |
SCNT |
SDRC |
|
|||
NVP |
NVN |
Recuento |
38 |
305 |
118 |
461 |
% de NVP |
8,2% |
66,2% |
25,6% |
100% |
||
Residuos corregidos |
-3,7* |
7,4* |
-5,2* |
|
||
NVI |
Recuento |
89 |
241 |
230 |
560 |
|
% de NVP |
15,9% |
43,0% |
41,1% |
100% |
||
Residuos corregidos |
3,7* |
-7,4* |
5,2* |
|
||
Total |
Recuento |
127 |
546 |
348 |
1021 |
|
% de NVP |
12,4% |
53,5% |
34,1% |
100% |
-
Del Nivel
de
En la Figura 4, se puede observar la
asociación surgida entre las parejas NVP y el saque DSP, de forma que para el
SLRG se obtuvo un porcentaje del 21% para las parejas NVN, mientras que para
las NVN el porcentaje fue del 32,8%. Para las parejas NVN el porcentaje de los
saques SMD fue del 73,4%, mientras que para las parejas NVI fue del 62,1%.
Figura 4. Porcentaje del saque
en profundidad para su destino en función del nivel de la pareja
Como se muestra en la Tabla 4, el
análisis estadístico permite verificar la asociación entre la variable
agrupamiento de la zona de destino del saque en profundidad, con el nivel de
juego de la pareja (NVP) (X²=15,970; V de Cramer= 0,124; p<0,001). Las
celdas que contribuyen de manera positiva a esta asociación son para las parejas NVN el saque SMD, mientras
que para las parejas NVI, fue el saque SLRG. Este mismo saque SLRG, y el saque
SMD, contribuyen de forma negativa a esta asociación, para las parejas NVN y
las NVI, respectivamente.
Tabla 4. Tabla de contingencia zona de destino del saque en profundidad (DPS) en
función del nivel de juego de las parejas (NVP)
|
|
Agrupamiento de las zonas de destino del saque en profundidad |
Total |
||||
SLRG |
SMD |
SCRT |
|
||||
NVP |
NVN |
Recuento |
86 |
301 |
23 |
410 |
|
% de NVP |
21,0% |
73,4% |
5,6% |
100% |
|||
Residuos
corregidos |
-4,0* |
3,6* |
,3 |
|
|||
NVI |
Recuento |
166 |
314 |
26 |
506 |
||
% de
Nivel de la pareja |
32,8% |
62,1% |
5,1% |
100% |
|||
Residuos
corregidos |
4,0* |
-3,6* |
-,3 |
|
|||
Total |
Recuento |
252 |
615 |
49 |
916 |
||
Frecuencia
esperada |
252,0 |
615,0 |
49,0 |
916,0 |
|||
% de
Nivel de la pareja |
27,5% |
67,1% |
5,3% |
100% |
|||
-
Del Nivel
de
En lo referente a la agrupación del
saque DLS, la Figura 5 muestra la asociación existente con respecto al NVP.
Para las parejas NVN el SIZD con un 13,6% fue el menos utilizado, seguido del
SDCR con un 21,9%. Sin embargo, para las parejas NVI se observó como el saque
SIZD con un 6,2% fue el menos utilizado, siendo la asociación encontrada
negativa, seguido del saque SDCR con un
35,1%, pero con una asociación positiva entre las variables estudiadas.
Figura 5. Porcentaje del saque
según su zona de destino en lateralidad en función del nivel de juego
Como se muestra en la Tabla 5, el análisis
estadístico permite verificar la asociación entre la variable agrupamiento de
la zona de destino del saque en profundidad, con el nivel de juego de la pareja
(NVP) (X²=27,209; V de Cramer= 0,121; p<0,001). Las celdas que contribuyen
de manera positiva a esta asociación son para las parejas NVN, el saque SIZD;
mientras que para las parejas NVI, fue el saque SDCR. Este mismo saque SDCR, y
el saque SIZD, contribuyen de forma negativa a esta asociación, para las pareja
NVN y las NVI, respectivamente.
Tabla 5. Distribución de la zona de destino del saque en lateralidad (DLS) en
función del nivel de juego de las parejas (NVP)
|
|
Agrupamiento de las zonas de destino del saque en lateralidad |
Total |
||||
SIZD |
SCNT |
SDCR |
|
||||
NVP |
NVN |
Recuento |
54 |
256 |
87 |
397 |
|
% de NVP |
13,6% |
64,5% |
21,9% |
100% |
|||
Residuos
corregidos |
3,8* |
1,7 |
-4,3* |
|
|||
NVI |
Recuento |
31 |
295 |
176 |
502 |
||
% de NVP |
6,2% |
58,8% |
35,1% |
100% |
|||
Residuos
corregidos |
-3,8* |
-1,7 |
4,3* |
|
|||
Total |
Recuento |
85 |
551 |
263 |
899 |
||
% de NVP |
9,5% |
61,3% |
29,3% |
100% |
|||
DISCUSIÓN
El objetivo principal de esta
investigación fue analizar si existen diferencias en la puesta en juego del
balón, a través del estudio de las características del saque en función de su
nivel de juego. Para ello, se estudió la relación existente entre las variables
trayectoria del saque, profundidad y lateralidad en el golpeo del saque, y
destino del saque en lateralidad y profundidad.
Se encontraron dos patrones/modelos de
saque diferentes en función del nivel de juego de las parejas.
Si analizamos los resultados obtenidos,
la tendencia observada para la puesta en juego del balón por parte de las
parejas NVI, corrobora las afirmaciones encontradas en la literatura,
evolucionado hasta su consideración como el primer elemento de ataque, desde su
consideración técnica y táctica en la puesta en juego (Berruto, 2001; Schlender
& Franco, 2002; Callejón, 2006).
Las acciones de saque para las parejas NVI,
mostraron un patrón de saque con lateralidad izquierda o derecha, y una
profundidad en su golpeo larga en el origen, con trayectoria DLR, y con un destino alejado del centro de la
cancha, y próximo a los límites del terreno de juego, tanto en lateralidad como
en profundidad. Koch and Tilp (2009), registraron una tendencia diferente en el
patrón de la trayectoria observada para la puesta en juego del balón, señalando
la existencia de una preferencia en las trayectorias paralelas con un
porcentaje del 55% sobre las diagonales (45%), difiriendo del 16,9% encontrado
en esta investigación para la totalidad de saques con trayectoria paralela.
Häyrinen and Tampouratzis (2012), encontraron hallazgos similares a los
registrados en este estudio. Estos autores encontraron un comportamiento
similar para los saques en lateralidad izquierda y derecha, siendo el
porcentaje para los saques en diagonal larga los predominantes para cualquier
tipo de saque utilizado, con porcentajes por ejemplo del 29%, y del 42% para el
saque en salto, o del 35% y el 32% para el saque flotante en salto,
respectivamente. Sin embargo, estos hallazgos no diferencian en sus
consideraciones entre el nivel de las jugadoras.
La literatura actual señala una
tendencia a realizar saques flotantes desde larga distancia en vóley playa,
provocando trayectorias difíciles de adivinar en recepción, que dificultan la
acción del receptor, y reducen de forma considerable la posibilidad de cometer
errores en el saque. Buscá et al. (2011) encontraron un porcentaje del 32,5%
para los saques flotantes, un 32% para el saque en salto flotante, y un 35,5%
para el saque en salto potente. En esta misma línea, Gea and Molina (2013),
pudieron constatar unos porcentajes similares, con pequeñas variaciones en el
porcentaje, en función de la posición obtenida en el ranking por los equipos de
jugadoras, de forma que para los saques potentes se registró un 34,7% para los
equipos clasificados en los primeros puestos, por un 37,7% para los
clasificados en la parte baja de la tabla. Mientras para los saques flotantes
el porcentaje fue del 30,6% para los primeros clasificados, por el 41% para los
clasificados en la parte baja de la tabla. Teniendo en cuenta estos datos, este
tipo de saque eleva la presión sobre los receptores rivales. Las
investigaciones desarrolladas por Giatsis (2003), y Giatsis et al. (2003),
mostraron un aumento para la calidad de las acciones realizadas tras la
reducción de las dimensiones del terreno de juego. Otra ventaja asociada a este
patrón es la descripción de una trayectoria del balón alejada de las zonas
cercanas a la red, lo que obliga a recorrer más espacio al receptor para poder
atacar a posteriori el balón, provocando más cansancio físico en él, conforme
se repiten las acciones (Sandorfi, 1999; Callejón, 2006; Depra &
Brenziolofer, 2004; Nygaard, 2006).
Este patrón de saque es calificado con
una mayor dificultad técnica en su ejecución, por la precisión y control que
requiere, ya que el balón debe describir una trayectoria más larga, que precisa
de mayor potencia en el golpeo del mismo, elevando el porcentaje de fallos, si
no se ejecuta con cierta pericia.
Podemos pensar que para estas parejas, es más importante el porcentaje
de éxito, que las posibilidades de fallo. Consideran el saque desde un
principio, como una forma de puntuar, o
en su defecto, como un medio para dificultar las acciones del contrario en
recepción (Buscá et al., 2011).
Las acciones de saque para las parejas
NVN, mostraron un patrón de saque con una lateralidad centrada en su origen con
trayectoria PMD, dirigiendo sus saques a zonas centrales del terreno de juego.
Estos hallazgos defienden la realización de un saque, que garantice un
porcentaje más elevado en aciertos para la acción y ejecución del mismo,
finalizando el saque en el centro de la cancha, lo que elimina la posibilidad
de fallar por ajustarse a las líneas que delimitan el terreno de juego en
profundidad o lateralidad, por un error forzado por el propio jugador
(Sandorfi, 1999; Prawerman, 2003; Callejón, 2006; Palao et al., 2004; Depra
& Brenzikfer, 2004; Nygaard, 2006).
Para las parejas NVN el saque en su
origen y finalización tiene un objetivo claro, busca la seguridad en su
ejecución realizando un saque menos agresivo, que garantice la continuidad en
el juego. Las trayectorias descritas por el balón avalan esta circunstancia,
siendo el saque PMD el que obtuvo significación. Giatsis (2003), y Giatsis et
al. (2003), demostraron en sus investigaciones un aumento para la calidad de
las acciones realizadas tras la reducción de las dimensiones del terreno de
juego. Este tipo de saque se considera según los parámetros obtenidos, y sus
porcentajes como la forma de poner el
balón en juego. Permite desarrollar el juego de las parejas NVN, no perdiendo
desde el primer momento la posesión del saque. Gea and Molina (2013),
constataron como para los equipos clasificados en los puestos bajos de la
tabla, el porcentaje de errores cometidos al saque fue del 49,6%.
Este patrón de juego, muestra claras
diferencias con el anterior. Presenta una menor dificultad técnica en su
ejecución por la precisión y control que requiere. La tendencia observada es la
utilización del saque con garantías suficientes de éxito. Podemos pensar por
los resultados, que estas jugadoras sacrifican el rendimiento y la efectividad
en el saque en favor de la seguridad.
No obstante, estas jugadoras NVN
obtuvieron una frecuencia alta para los saques dirigidos a la zona izquierda
del terreno de juego. Este dato puede ser un mero reflejo de la tendencia
utilizada en el saque en pista, donde es frecuente observar un saque con
dirección a zona 1 cuando el colocador está en esa zona de la cancha. La
explicación de esta tendencia, se debe a coexistencia de competiciones en pista
durante la temporada invernal, con las competiciones en playa, durante la
temporada estival, compartiendo dedicación por su no exclusividad como
jugadoras de una u otra modalidad.
CONCLUSIONES
Existe un patrón/modelo de juego
distinto en función del nivel de juego de los equipos en vóley playa femenino.
Este patrón/modelo de juego varía para las diferentes categorías analizadas de
forma que:
-
Los
equipos NVN mostraron una asociación para el saque, con una lateralidad
centrada y profundidad media. La trayectoria del saque fue paralela media, con
destino a las zonas centrales de la cancha rival, en lateralidad y profundidad.
-
Los
equipos NVI mostraron una asociación para el saque con lateralidad izquierda y derecha en el terreno de juego,
siendo la profundidad de golpeo larga la más utilizada. La trayectoria del
saque fue diagonal larga, con destino a las zonas de la cancha del equipo
rival, identificadas con una lateralidad derecha, y en profundidad; cercanos
todos los saques, a los límites del terreno de juego.
A partir de estos datos, sería
interesante que el equipo técnico tuviese en cuenta los siguientes aspectos en
el entrenamiento del saque, de forma que:
-
Integrar
el gesto técnico del golpeo en el saque con las diferentes variaciones de
posición del jugador ejecutante, es decir, con el espacio motor de envío,
proporcionando una mayor riqueza de la ejecución.
-
Entrenar
saques con una mayor variabilidad, donde la utilización de diferentes tipos de
saque, técnicas de ejecución y trayectorias de vuelo eviten las zonas centrales
de la cancha de juego, provocando la modificación del posición, y
desplazamiento del jugador rival, lo que supone una ventaja si se dominan los
diferentes espacios de envió.
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número x - ISSN: 1577-0354