Guillén,
F. y Ruiz-Alfonso, Z. (2015) Influencia de la música en el
rendimiento físico, esfuerzo percibido y motivación / Influence of Music on
Physical Performance, Perceived Exertion and Motivation. Revista
Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol.
15 (60) pp. 701-717.
Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista60/artinfluencia653.htm DOI: http://dx.doi.org/10.15366/rimcafd2015.60.006
ORIGINAL
INFLUENCIA DE LA MÚSICA EN EL RENDIMIENTO FÍSICO, ESFUERZO
PERCIBIDO Y MOTIVACIÓN
INFLUENCE OF MUSIC ON PHYSICAL PERFORMANCE,
PERCEIVED EXERTION AND MOTIVATION
Guillén, F.1 y Ruiz-Alfonso,
Z.2
1Profesor
Titular de Universidad. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, España. fguillen@dps.ulpgc.es
2Graduada
en Educación Musical. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, España. zuleica.ruiz@ulpgc.es
Código UNESCO / UNESCO code: 6199. Psicología del
Deporte / Sport Psychology.
Clasificación
Consejo de Europa / Council of Europe classification: 15. Psicología del
deporte/ Sport Psychology
Recibido 18 de octubre
de 2012 Received October 18, 2012
Aceptado 21 de
septiembre de 2013 Accepted September
21, 2013
RESUMEN
El propósito de este estudio fue evaluar la influencia motivacional del
estilo de música (clásica y tecno) frente a su no utilización sobre el
rendimiento y el esfuerzo percibido. Se administró a 24 triatleta que hicieron
3 sesiones de 20 minutos, en bicicleta estática. Se establecieron dos grupos
experimentales y un grupo control. El grupo control realizó todas las pruebas
sin música, el grupo experimental 1 realizó una primera sesión sin música, una
segunda con música clásica y una tercera con tecno y, el grupo experimental 2,
realizó una primera sesión sin música, una segunda con tecno y una tercera con
clásica. Los resultados indicaron que la música seleccionada no influye
significativamente en el rendimiento. El éxito atribuido a una melodía y la
asociación de la música con una película es una de las cualidades más
motivacionales e influye sobre el esfuerzo percibido, siendo menor con música
clásica.
PALABRAS CLAVE: Música,
esfuerzo percibido, rendimiento físico, motivación.
ABSTRACT
The purpose of
this study was to assess the extent to which different types of music
(classical or techno), or the absence of music, may affect motivation,
performance and perceived effort. 24 triathletes were divided into three
groups, one of which served as a control group. Each group underwent three
exercise sessions of twenty minutes on the static bicycle. No music was played
in any of the control group’s sessions. In the first session for Group 1 no
music was played. In the first session for Group 2 no music was played. In the second session, classical music was
played for the participants of Group 1 and techno music was played for the
participants of Group 2. In the third and final session, techno music was
played for the participants of Group 1 and classical music was played for the
participants of Group 2. Results indicate that the choice of music has little
effect on performance. It appears that a song’s popularity or its association
with a famous film is the most motivational factor and that this affects the
participants’ levels of perceived effort, however this effect is less
noticeable with classical music.
KEY WORDS: Music,
effort perceived, physical performance, motivation
INTRODUCCIÓN
La utilidad de la música como ayuda para la adquisición y
perfeccionamiento de habilidades motoras, así como la capacidad de la misma
para disuadir de estímulos externos y focalizar la atención del sujeto en la
tarea que está realizando, ha sido un foco de atención en los últimos años.
Prácticamente
todos los estudios que han investigado la influencia de la música en el
rendimiento deportivo han coincidido en la capacidad de la misma para minimizar
la sensación de esfuerzo y fatiga, focalizar la atención del sujeto en el
ejercicio que está realizando y disuadir de estímulos externos. Destaca a su
vez la importancia que tiene el ritmo de la música, debido a una predisposición
innata del ser humano a sincronizar movimientos, por lo que, con un ritmo
musical alto, mayor a 100 bpm (beats por minuto) los actos motores se
convierten en más eficaces, influyendo por lo tanto en una mejora del
rendimiento físico (Yanguas, 2006).
En el estudio pionero en esta temática, a principios
del siglo pasado, MacDougal (1902), señala que el ritmo es la principal
característica de la música que influye en la ejecución de movimientos, debido
a la capacidad innata del ser humano a sincronizar sus movimientos con el ritmo
de la música. Hasta cinco décadas
después no se volvió a retomar este tema, en esta ocasión con Dillon (1952) y Beisman (1967) los cuales
confirieron a la música un papel de ayuda en el aprendizaje de nuevas
habilidades motoras, aunque no es hasta la década de los setenta cuando se le
atribuye a la música un efecto ergogénico (Lucaccini y Kreit, 1972), al
considerar que el sistema nervioso puede atender únicamente a un estímulo, así
como del retraso de la aparición de la fatiga durante el ejercicio a través de
la estimulación del sistema nervioso central.
Ya en la década de los 80 diferentes estudios (Dowling y Harwood, 1986;
Fraisse, 1982; Rosenfeld, 1985; Wilson, 1986) relacionaron la frecuencia
cardíaca como indicador del ritmo intrínseco del sujeto con la tendencia del
ser humano a preferir ritmos musicales entre 70 y 100 bpm, concluyendo que la
preferencia de un ritmo musical está condicionada por el ritmo basal del
sujeto, encontrándose una correlación positiva entre la frecuencia cardíaca y
el ritmo musical preferido (Iwanaga, 1995).
Posteriormente, Copeland y Franks (1991)
estudiaron los efectos de diversos tipos de música sobre el rendimiento
físico. Para ello, seleccionaron a 24 jóvenes sanos, distribuidos
aleatoriamente en tres grupos y a los que se les realizó una prueba de esfuerzo
en un tapiz rodante hasta sentir fatiga. El grupo 1 acompañado de música de
alta intensidad (75-85 dB) y de ritmo rápido (140 bpm), la música del grupo 2
baja de intensidad (60-70 dB) y s de ritmo más lento (100 bpm), y el grupo 3 es
un grupo control sin música. En el estudiaron la frecuencia cardíaca, la
sensación de esfuerzo percibido a través de la escala de Borg (RPE; 1970) y el
tiempo de duración hasta la aparición de la fatiga, mostrando los resultados
que en la prueba con música lenta la frecuencia cardíaca y la percepción del
esfuerzo percibido eran menores que en las dos restantes, además de una
distancia recorrida mayor en las pruebas acompañadas de música.
Un estudio similar fue el realizado por Szabo Small y Leigh (1999) en el
que sometieron a 24 sujetos a pruebas de esfuerzo en un cicloergómetro
escuchando diferentes tipos de música: música con un ritmo lento, música con
ritmo rápido, música con un ritmo progresivo de lento a rápido y viceversa. Los
resultados mostraron que los sujetos conseguían más potencia de pedaleo en los
casos en los que la actividad iba acompañada de música rápida y, junto a la
música que pasaba progresivamente de lenta a rápida, eran las preferidas por
los participantes para hacer ejercicio.
Por su parte, Atkinson, Wilson y Eubank
(2004), también realizaron un estudio en el que 16 sujetos varones tenían que
pedalear en una bicicleta estática con el objetivo de recorrer 10 kilómetros de
distancia en el menor tiempo posible. Los sujetos fueron divididos en dos
grupos, realizando uno de ellos la prueba primero sin música y a la semana
siguiente con música. El resto lo hizo a la inversa. Los resultados indicaron
que la velocidad, la potencia y la frecuencia cardíaca, así como la percepción
del esfuerzo, fueron significativamente mayores en las pruebas acompañadas con
música.
Tal y como citan Karageorghis y Priest (2012), se puede encontrar un
extenso número de trabajos que estudian los beneficios de la música en el
ejercicio físico, aunque la mayoría de los estudios previos a 1995 presentan
dudosos resultados debido, principalmente, a las limitaciones metodológicas y a
la ausencia de un marco teórico orientador. En una revisión realizada acerca
del tema, Karageorghis y Terry (1997) encontraron que el número de
investigaciones que estudian la relación entre la música y el ejercicio físico
había crecido considerablemente en los últimos años.
El primer marco conceptual para predecir los efectos de la música en el
ejercicio físico fue desarrollado por Karageorghis, Terry y Lane (1999), en el
que establecieron que eran cuatro factores los que dotaban de cualidades motivacionales
a una pieza musical: el ritmo (entendido como la velocidad de la música medida
en beats por minuto), la musicalidad (armonía y melodía), el impacto cultural y
la asociación de la música con la evocación de imágenes extramusicales. Estas
características son clasificadas en factores internos (ritmo y musicalidad) y
factores externos (asociación e impacto cultural). Según Karageorghis y Priest
(2012), de estos factores se considera el ritmo como el más importante y la
asociación con una imagen extramusical como el menos relevante. A través de las
investigaciones de Crust (2008) y Priest y Karageorghis (2008) se establece una
relación jerárquica para estos cuatro factores (Figura 1) a los que se les
atribuyen cualidades motivacionales que se exponen en el modelo de
Karageorghis, Terry y Lane (1999) y en el que se entiende que esta capacidad
motivacional es la que controla el arousal, reduce la percepción de esfuerzo y
mejora el estado de ánimo. No obstante, existe una crítica a este modelo, según
la cual la música motivacional fue definida en términos directamente
comparables con la definición de Hevner (1937) de música estimulante con un
tiempo rápido y un pulso presuroso. Así, se espera que la música estimulante
aumente el arousal y no que lo reduzca tal como sugiere el término control del
arousal (Karageorghis y Priest, 2012). Además, el uso de esa música
motivacional, según Karageorghis y Priest (2012), tiene como objetivo aumentar
la adherencia al ejercicio y hacer más efectiva la rutina de preparación de los
atletas.
Estos principios en los que se basa el modelo fueron comprobados a través
de la creación de la “Brunel Music Rating Inventory” (BMRI), diseñada por Karageorghis et al. (1999) para medir las cualidades motivacionales de las
piezas musicales.
Figura 1. Marco conceptual de predicción de respuestas a música
motivacional y asincrónica en el ejercicio y el deporte (Karageorghis, Terry y
Lane, 1999)
Este marco conceptual fue rediseñado por Terry y Karageorghis (2006),
quienes simplificaron la estructura y ampliaron la lista de beneficios (Figura
2). Este modelo muestra el incremento de beneficios cuando la actividad física
es acompañada por una selección musical adecuada, siendo el efecto ergogénico
de la misma más evidente cuando se realizan actividades que requieren un alto
nivel de resistencia, potencia, productividad o fuerza (Karageorghis, 2008).
En este nuevo diseño también se han incluido antecedentes relacionados
con el deportista (factores personales como sexo, edad, tipo de personalidad…)
y el contexto (factores situacionales referidos al ambiente en el que se
desarrolla el ejercicio).
Figura 2. Marco conceptual de los beneficios de la música en el
ejercicio y el deporte (Terry y Karageorghis, 2006; Karageorghis y Priest,
2012)
En relación con estos antecedentes planteados por Terry y Karageorghis
(2006), se manifiesta Sloboda (2008) cuando afirma que la influencia de la
música depende completamente de las preferencias y las experiencias del oyente,
así como del contexto en el que se escucha la misma.
Por
otra parte, Karageorghis y Priest (2012) a la hora de identificar los
mecanismos que se han utilizado para explicar los beneficios de la música en el
ejercicio, hacen mención al gran desconocimiento que existe en la actualidad,
debido principalmente a las dificultades para utilizar los instrumentos necesarios
para su estudio en contextos musicales (e.g. electroencefalogramas, resonancia
magnética funcional, escáneres…). Así se señala que “la música es a menudo
vivida en un contexto social que no es fácil de crear en situaciones
experimentales” (Karageorghis y Priest,
2012).
En
cuanto al procesamiento de la atención, Rejeski (1985) señaló que la capacidad
del sistema nervioso central es limitada y que solo es capaz de atender a un
estímulo, por lo que, “cuando una actividad física es acompañada por música,
los estímulos que produce esta pueden evitar las señales de retroalimentación
relacionadas con el esfuerzo físico” (Karageorghis y Priest, 2012). Igualmente,
Hernández-Peón (1961) ya había incidido en esta idea al indicar que la música
podía producir estímulos placenteros en una vía sensorial a la vez que inhibía
la actividad eléctrica y, por lo tanto, la transmisión de información, en otra
vía.
Rejeski
(1985) explica que la intensidad de los ejercicios que realiza el sujeto va a
estar relacionada con la capacidad de la música para inhibir el procesamiento
de otros estímulos sensoriales: en las actividades que requieren un alto nivel
de intensidad, son las señales fisiológicas las que dominan la capacidad de
procesamiento, mientras que en ejercicios de niveles moderados, ambas señales
(internas del propio cuerpo y externas como la música), pueden ser procesadas
en paralelo. Por lo tanto, aunque la música no puede cambiar la fatiga que se
produce al realizar ejercicios de alta intensidad, sí puede cambiar la
percepción del sujeto acerca de esta.
Por
otro lado, ya se hizo mención también al comienzo de este marco teórico a la
capacidad innata del ser humano a sincronizar los movimientos con el ritmo de
la música, evidenciada por una explicación neuropsicológica fiable realizada
por Schneider, Askew, Abel y Strüder (2010). Más recientemente, existen
estudios realizados a través de resonancia magnética funcional que arrojan luz
sobre el efecto de la música en el cerebro. Uno de ellos es el realizado
recientemente por Korkysheva, von Cramon, Jacobsen y Schubotz (2010) los cuales
informaron de la activación de determinadas partes del cerebro durante la
escucha de dos tipos de música (una de preferencia para el oyente y otra no),
concluyendo que la música preferida refuerza la actividad de la “corteza
premotora ventral”.
En
lo referente a las respuestas emocionales hacia la música, Scherer y Zentner
(2001) reconocieron tres medios por los cuales la música evoca emoción. En
primer lugar, la memoria, a través de la cual el sujeto puede recopilar
momentos emotivos a través de mecanismos subcorticales. El segundo medio es la
empatía, que se refiere a la capacidad del sujeto para reconocer e
identificarse con las emociones del intérprete y, en último lugar, la evaluación
del significado personal de una emoción de acuerdo con su propio bienestar.
Karageorghis
et al. (1999), a propósito de las pautas para la selección de la música,
señalaron tres aspectos que habían de tenerse en cuenta: la sincronización del
ritmo de la música con el ritmo del trabajo que se quiere desarrollar, la
variedad de la música que debe mantener el interés de los deportistas en la
actividad y el volumen adecuado de la música con el objetivo de que esta no se
vea entorpecida por otros ruidos ambientales. En este sentido, Sloboda (2008)
hizo hincapié en la elección de la música a través de las preferencias del
propio sujeto, ya que defendía la percepción subjetiva de la misma en función
de las experiencias del oyente y del contexto en el que se escuchaba la misma.
El
objetivo general del presente estudio era examinar los efectos de la música en
el rendimiento físico, la motivación y
el esfuerzo percibido, así como las diferencias existentes en la influencia de
dos tipos diferenciados de música: música tecno y música clásica. Para ello se
plantea, a) comparar ambos estilos con el objetivo más específico de averiguar
si, para conseguir un mayor rendimiento físico, es más propicia una música
simple con un ritmo constante o si, por el contrario, consigue mejores
resultados la audición de música más elaborada y con cambios rítmicos y de
intensidad; b) analizar el componente motivacional de ambos tipos de música.
Con ello, se pretendía averiguar que tipo de música resultaba más estimulante
para la realización de ejercicio; c) Conocer las relaciones entre el
rendimiento, a través de la distancia recorrida y el esfuerzo percibido por el
deportista, en cada una de las modalidades musicales.
MÉTODO
Participantes
Los
participantes de este estudio son deportistas españoles (n = 24) con edades comprendidas entre los 15 y los 50 años (M = 30.7; DT = 10.26), de los cuales 7 son mujeres (29.2%) y 17 hombres
(70.8%). En cuanto al nivel de competición, la mayoría de ellos son amateurs en
la disciplina de Triatlón, contando con una marca media de 495.08 W (DT = 150.47) medidos según el Test de
Wingate.
Diseño
Se realizó un
diseño experimental, para ello, los 24 sujetos que han participado en la
actividad fueron divididos en tres grupos de 8 personas, aleatoriamente
seleccionados para la primera sesión y reorganizados en función de los
resultados obtenidos para las sesiones posteriores, buscando grupos
equilibrados. Cada uno de los grupos realizó las tres pruebas consistentes en
pedalear en una bicicleta con “ruedines” durante 20 minutos, con el objetivo de
conseguir el mejor resultado posible (mayor número de kilómetros posible) en
dicho tiempo. El grupo control realizó las tres sesiones sin acompañamiento
musical; un grupo experimental (G1) realizó una primera sesión sin música, una
segunda con música clásica y una tercera con música tecno; y por último, otro
grupo experimental (G2) que realizó una primera sesión sin música, una segunda
con música tecno y una tercera sesión con música clásica. Se adjunta tabla para
una mejor comprensión de la organización de las sesiones y los grupos:
Tabla 1. Organización de los grupos y las
sesiones
|
Sesión 1 |
Sesión 2 |
Sesión 3 |
Grupo Experimental
(G1) |
Sin música |
Música 1 |
Música 2 |
Grupo Experimental
(G2) |
Sin música |
Música 2 |
Música 1 |
Grupo Control (GC) |
Sin música |
Sin música |
Sin música |
Aparatos
y medidas
Los aparatos utilizados para llevar a cabo esta investigación han sido:
10 bicicletas con “ruedines” y cuentakilómetros y un reproductor de música con
sus respectivos altavoces.
La Rating of
Perceived Effort de Borg (RPE; Borg, 1970) en su versión original,
analiza el esfuerzo percibido a través de 15 ítems de 6 a 20 puntos, acompañados
9 de ellos de anclajes verbales desde “ningún esfuerzo” (6) a “esfuerzo máximo”
(20). Los sujetos debían contestar a la pregunta “¿Cómo has percibido el
esfuerzo que acabas de hacer?”, indicando para ello un número, fuera o no
acompañado de anclaje verbal. La Escala de Esfuerzo Percibido es un indicador fiable
de la incomodidad física de los participantes poseyendo buenas propiedades
psicométricas y tiene una fuerte correlación con otras medidas fisiológicas de
esfuerzo (Borg, 1982).
El Brunel Music
Rating Inventory (BMRI; Karageorghis et al., 1999), es un
cuestionario de 13 ítems que incluye 4 factores: ritmo, musicalidad, impacto
cultural y asociación. Estos ítems se responden en una escala que puntúa de 1 a
10 (de muy poco motivador = 1; a muy motivador = 10), y que está diseñada para
evaluar las cualidades motivacionales de las piezas musicales. La fiabilidad
del instrumento se ha mostrado superior a .70 en múltiples trabajos
(Castellanos y Pulido, 2009; Karageorghis et al., 1999)
Procedimiento
Para
seleccionar a los participantes se recurrió a un equipo aficionado de triatlón.
Para ello se solicitó autorización al director del club con el propósito de
realizar el estudio en sus instalaciones. De la misma manera, se pidió
consentimiento informado a cada uno de los deportistas, asegurándoles que los
datos personales tendrían un carácter confidencial y que serían utilizados
únicamente con fines investigadores. Las personas que participaron en el
estudio fueron citadas los mismos días en horarios diferentes en función de su
pertenencia a los distintos grupos y de la organización de los mismos. De esta
manera, los sujetos pasaron por las pruebas en las mismas fechas y realizaron
la misma actividad, variando unos de otros únicamente en lo relativo al
ambiente sonoro. En la primera sesión se explicó a los sujetos el objetivo de
la investigación y se les invitó a comprometerse con la misma.
En cuanto a
las características de la música utilizada para el presente estudio, indicar
que se han escogido dos estilos musicales dispares en aspectos referidos a la
melodía, la armonía, los cambios de intensidad y de ritmo, el estilo, la
instrumentación, la complejidad, la distribución de tensiones y distensiones y
la época, rasgos que diferencian por sí solos los dos estilos musicales
utilizados: música clásica y tecno. Sin embargo, a través de la manipulación
rítmica de las pistas, se consiguió ajustar y establecer un tempo semejante
para todas ellas (alrededor de los 150 bpm), tanto para la música clásica como para
la tecno, con el objetivo de averiguar si, para conseguir mejores resultados
resulta más favorable la utilización de un ritmo constante, simple y con una
melodía pobre (tecno) o ritmos con variaciones, cambios de intensidad y
composiciones armónicas y melódicas más complejas con continuas tensiones y
distensiones (música clásica). Se elaboraron dos cintas, cada una para uno de
los estilos mencionados, con una duración de 20 minutos cada una de ellas y que
estaba compuesta por una recopilación de fragmento musicales de diferentes
autores.
Análisis
estadísticos
Análisis descriptivos (medias y
desviaciones típicas) de la distancia recorrida por cada uno de los grupos en
cada una de las sesiones. Asimismo se realizó un ANOVA con medidas repetidas
para determinar si había algunas diferencias significativas en las distancias
recorridas y para los distintos ítems del BMRI atendiendo a las tres
condiciones musicales referidas al tipo
de música escuchada durante las pruebas (sin música, música clásica y música tecno).
Se realizó igualmente una diferencia de medias para medidas repetidas para
detectar como eran percibidos los tipos de música atendiendo a las variables
del BMRI. Por último, se realizó un análisis de correlaciones de Pearson entre
la distancia recorrida y el esfuerzo percibido por los deportistas en cada una
de las sesiones en función del acompañamiento musical. Los análisis fueron
realizados con el programa estadístico SPSS 19.0 para Windows.
RESULTADOS
Estadísticos descriptivos y ANOVA del rendimiento
físico
En
esta tabla 2 se muestran las puntuaciones medias obtenidas en las distancias
recorridas por los participantes en las tres sesiones. Se puede apreciar que no
existen diferencias significativas entre ninguno de los grupos. El grupo
control, que realizó las tres pruebas sin música, apenas experimenta un cambio
durante las tres jornadas: si bien baja un poco el nivel en la segunda sesión,
este cambio es prácticamente imperceptible.
Al
contrario, el grupo experimental 1, mejora discretamente en la prueba realizada
el segundo día con acompañamiento de música clásica y, en la tercera sesión con
música tecno, se obtienen peores resultados que los obtenidos en la primera
sesión.
Por
su parte, el grupo experimental 2 mejora los resultados iniciales de forma
gradual, de tal manera que en la segunda sesión con música tecno obtiene
resultados ligeramente superiores a los de la primera y, a su vez, en la
tercera sesión con música clásica, vuelven a incrementarse de forma sutil.
Tal
y como se muestra, los mejores resultados se han obtenido en las pruebas
acompañadas de música clásica, aunque los contrastes han sido muy ligeros y no
existen diferencias significativas entre la influencia de un tipo de música u
otro.
Tabla 2.
Descriptivos y ANOVA de distancias recorridas en cada sesión y su tipo de
música
|
1ª SESION |
2ª SESION |
3ª SESION |
F |
Grupo
Control |
SIN MUSICA |
SIN MUSICA |
SIN MUSICA |
|
M (DT) |
9.85 (1.66) |
9.81 (1.58) |
9.85 (1.69) |
.187 |
G.
Experimental 1 |
SIN MUSICA |
MUSICA CLÁSICA |
MÚSICA TECNO |
|
M (DT) |
9.62 (2.33) |
9.81 (2.33) |
9.38 (1.86) |
.137 |
G. Experimental 2 |
SIN MUSICA |
MÚSICA TECNO |
MUSICA CLÁSICA |
|
M
(DT) |
10.21 (1.74) |
10.26 (1.97) |
10.38 (1.67) |
.655 |
ANOVA de las variables motivacionales de
la música
Se
ha examinado también a través del BMRI la motivación originada a partir de
diferentes cualidades y características de la música, entendiéndose el término
motivación como la manera en que la música estimula más o menos el ejercicio.
En la Tabla 3 se muestran los resultados obtenidos las diferencias de medias
para muestras pareadas realizado con los ítems del BMRI según los tipos de
música. Se han encontrado diferencias estadísticamente significativas en 9 de
los 13 ítems, concretamente en los referidos a Familiaridad (t = 2.76, p = .014), Tempo (t =
2.34, p < .033), Ritmo (t = 2.63, p < .019), Asociación de
la música con el deporte (t = 2.83, p < .013), Éxito de la canción (t = 4.96, p < .000), Asociación de la música con una película o vídeo (t = 6.95, p < .000), Armonía (t =
2.51, p < .025), Melodía (t = 2.76, p < .015) y Calidad estimuladora de la música (t = 2.55, p < .022). Se aprecia que estas puntuaciones son superiores en
las pruebas acompañadas por música clásica.
Tabla
3.
Diferencias de medias de los ítems del BMRI, según tipo de música
|
MUSICA CLÁSICA |
MÚSICA TECNO |
|
|
M (DT) |
M (DT) |
t |
Familiaridad |
7.38 (1.92) |
4.81 (2.19) |
.2.76* |
Tempo |
7.75 (1.98) |
5.75 (2.29) |
2.34* |
Ritmo |
8.25 (1.73) |
6.13 (2.15) |
2.63* |
Letra |
1.73 (2.41) |
2.00 (2.19) |
-.25 |
Asociación
con deporte |
7.50 (1.89) |
4.81 (2.81) |
2.83* |
Éxito |
7.81 (1.79) |
3.88 (2.18) |
4.96*** |
Asociación
con película |
8.20 (2.00) |
2.87 (2.13) |
6.95*** |
Intérprete |
1.36 (0.50) |
2.18 (1.72) |
-1.63 |
Armonía |
4.27 (2.49) |
2.13 (1.72) |
2.51* |
Melodía |
5.67 (3.08) |
2.80 (2.36) |
2.76* |
Calidad
estimuladora |
7.88 (2.12) |
5.06 (2.86) |
2.55* |
Bailable |
6.56 (2.52) |
4.38 (2.77) |
1.72 |
Época |
4.88 (2.41) |
4.25 (1.94) |
.87 |
* p < .05; **
p < .01; *** p < .001
Análisis
de correlación entre distancia recorrida y esfuerzo percibido usando distintos
tipos de música
Por
último, se ha realizado un análisis de correlaciones de Pearson (Tabla 4) entre
la distancia recorrida y el esfuerzo percibido en función del acompañamiento
musical. Así, se observa una correlación negativa en cada una de las pruebas
realizadas, donde a mayor distancia recorrida por los sujetos, menor ha sido el
esfuerzo percibido. Si realizamos un análisis de lo que sucede en cada una de
las sesiones de forma aislada y en función del acompañamiento musical, los
resultados obtenidos han sido estadísticamente significativos en las sesiones
sin música y con música clásica, siendo el grado de significación notablemente
mayor en esta última. Ello estaría indicando que en las pruebas realizadas con
música clásica el nivel de esfuerzo percibido ha sido significativamente menor
en relación con la distancia recorrida.
Tabla 4.
Correlaciones entre distancia recorrida y esfuerzo percibido según la música
|
ESFUERZO PERCIBIDO
SIN MÚSICA |
ESFUERZO PERCIBIDO
MÚSICA CLÁSICA |
ESFUERZO PERCIBIDO
MÚSICA TECNO |
DISTANCIA SIN MÚSICA |
-.457*** |
|
|
DISTANCIA MÚS. CLÁSICA |
|
-.661****** |
|
DISTANCIA MÚS. TECNO |
|
|
-.397*** |
* p < .05; ** p < .01; *** p
< .001
DISCUSIÓN
El presente estudio ha intentado identificar los efectos que puede tener
la música en el rendimiento físico, en una situación concreta como la
estudiada, así como las diferencias existentes en la influencia motivacional de
dos tipos diferenciados de música: música clásica y música tecno.
Influencia de la música sobre el rendimiento físico
Para
desarrollar la investigación se ha realizado una selección de música similar en
tempo y pulso, pero dispar entre un tipo de música y otro en características referidas
a otros aspectos musicales como son la melodía, la armonía, la complejidad de
la obra, la intensidad o las variaciones. En este sentido, los resultados
obtenidos revelan que no existen diferencias significativas que relacionen un
tipo de música u otro con un mayor o menor rendimiento físico contrariamente a
lo aparecido en estudios previos (Molinari, Leggio, De Martin, Cerasa y Thaut, 2003; Szabo,
Small y Leigh, 1999). Esto podría deberse a que muchos de los atletas
examinados, especialmente los de mejores resultados, acostumbran a entrenar sin
música, por lo que ya tienen un ritmo de trabajo establecido, así como unas
marcas y una gestión del esfuerzo bien asentadas. Por lo tanto, si a nivel
general las diferencias no fueron significativas, analizando particularmente a
los atletas más competentes, se observa que las diferencias son aún menos
relevantes.
Influencia
de la música sobre la motivación
Por otro lado,
se ha estudiado a través del BMRI la motivación que se ha producido en los
deportistas a partir de las diferentes cualidades de la música seleccionada
para la realización de las pruebas. El BMRI ha mostrado que en primer lugar es
la melodía de la música clásica en oposición a la ausencia de la misma o en la
música tecno lo que motivó a los deportistas en la ejecución de la actividad,
seguidos del estilo de la música y de los instrumentos. El BMRI también ha revelado que los
deportistas se sintieron más motivados principalmente a partir de la asociación
de obras clásicas con algún vídeo o película, así como por el éxito que ellos
consideraban que tenían las piezas clásicas seleccionadas. A estas
características le siguen la armonía, la melodía, la calidad estimuladora de la
música y la familiaridad de la música clásica en oposición a la música tecno,
destacando en último lugar, dentro de las diferencias significativas, el ritmo
y la danzabilidad a favor de nuevo de la música clásica. Los resultados sobre
este tema son controvertidos, ya que mientras algún estudio (Hagen et al.,
2013) va en la línea de señalar que ciertos tipos de música son consideradas
motivadoras, por parte de los deportistas, pero sin embargo indican que no
contribuye a la mejora del rendimiento. Sin embargo, otros estudios (Bishop,
Karageorghis y Loizou, 2007; Brooks y Brooks, 2010) van en dirección opuesta
indicando los efectos positivos de la música motivacional sobre el rendimiento.
Por lo que se necesita una mayor profundización sobre la naturaleza
motivacional de distintos tipos de música.
Sensaciones
percibidas según el tipo de música
La asociación
de algunas piezas clásicas con momentos persecutorios, podría estar revelando
sentimientos de superación, victoria y de aliento ante un último esfuerzo. Esta
obra fue incluida en la selección musical precisamente para comprobar el grado
de aceptación de una pieza que se salía de la constante rítmica (< 150 bpm)
establecida por el resto de la música, pero a la que comúnmente se le atribuían
sensaciones relacionadas con el esfuerzo y la superación.
Por otro lado,
la música tecno, a pesar de ser reconocida como más actual y de moda, no fue
identificada como más exitosa o familiar. Esto reafirmaría lo señalado por
Karageorghis, Terry y Lane (1999) según los cuales no solo el ritmo dotaba de
cualidades motivacionales a una pieza musical, sino que también la musicalidad
(armonía y melodía), el impacto cultural y la asociación de la música con la
evocación de imágenes extramusicales eran factores relevantes. Sin embargo, es
necesario indicar que los resultados de este estudio difieren de los obtenidos
por Karageorghis y Priest (2012) cuando afirman que de esos cuatro factores el
ritmo es considerado como el más importante en detrimento de la asociación con
una imagen extramusical que se sitúa en último lugar, ya que las conclusiones
de este estudio han revelado que en los primeros puestos como características
que determinan el nivel de motivación de un tipo de música se sitúan la
asociación con imágenes o sensaciones extramusicales, el éxito atribuido a la
canción, la melodía, la calidad estimuladora de la música y la familiaridad del
oyente con la misma. Esto pone de manifiesto lo indicado por Sloboda (2008)
cuando señala que es el sujeto el que debe elegir la música en función de sus
preferencias, ya que la percepción de la misma es subjetiva y varía en función
de las experiencias del oyente y del contexto en el que se escucha.
CONCLUSIONES
Con todo se
podría concluir que en esta investigación, atendiendo a las características de
los participantes, la música no ha influido de manera significativa en los
resultados obtenidos reflejado en las distancias recorridas, por lo que no ha
supuesto un determinante en el nivel de rendimiento físico.
Sin embargo,
la influencia de la música sí se ha visto reflejada en el estado anímico de los
participantes, así como en la manera en que estos perciben su esfuerzo y la
actividad que están realizando. Más concretamente, los deportistas que acompañaban las sesiones con música clásica,
recorrían mayor número de kilómetros y eran los que percibían su esfuerzo con
menor intensidad.
Por último,
concluir que la música clásica resultaba más motivadora para los deportistas
que la música tecno o el no utilizar música.
Limitaciones
Una primera limitación
del estudio se refiere a que la muestra presentaba un amplio rango edad, aunque
no era del interés atender a la edad,
hubiera sido interesante homogeneizar lo máximo posible la muestra y
considerar esta variable. La razón de ello radicaría en el presumible gusto o
interés por determinado tipo de música en función de la edad del participante.
Una segunda
limitación ha sido el hecho de que los participantes conocieran en cada sesión
los resultados que iban obteniendo y que podría condicionar a los sujetos a
mejorar y superarse a sí mismo cada día. Una tercera limitación consistiría en
la dificultad de los participantes para comprender los conceptos referidos en
el BMRI.
Futuras
investigaciones
Por un lado,
con vistas a futuras investigaciones se propone la utilización de diferentes
tipos de música e igualmente realizar distintas actividades de carácter
deportivo o simplemente actividades físicas. Se sugieren estudios con
deportistas de alto nivel que puedan ayudar en una mayor calidad de los entrenamientos.
Asimismo se plantea la posibilidad de utilizar otras pruebas como distancia a
recorrer, la intensidad del ejercicio… También consideramos interesante
realizar estudios en poblaciones de determinadas edades (e.g. tercera edad,
niños de corta edad…) para establecer en qué medida la preferencia por un tipo
de música puede ser más o menos determinante en la adherencia al ejercicio.
Por otro lado,
sería conveniente estudios que además de relacionar la música no solo con el
rendimiento sino con variables psicológicas como los estados de ánimos,
bienestar psicológico, concentración, activación, etc.
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Número de citas totales / Total references: 34 (100%)
Número de citas propias de la revista / Journal's own
references: 0 (0%)
Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol.15 -
número 60 - ISSN: 1577-0354
ANEXO
Brunel Music
Rating Inventory (BMRI)
|
Muy
poco motivador |
Muy motivador |
||||||||
1.
Familiaridad |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
2. Tempo (pulso,
es el latido de la música) |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
3.
Ritmo |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
4. Letra relacionada con
la actividad física |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
5. Asociación de la
música con el deporte |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
6. Éxito de la
canción (es o no una canción exitosa o de moda) |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
7. Asociación de la
música con una película o video |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
8.
Intérprete |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
9.
Armonía |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
10.
Melodía |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
11.Calidad estimuladora
de la música |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
12. Bailable |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
13. Época de la canción |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol.15 -
número 60 - ISSN: 1577-0354