Sainz de Baranda, P.; Cejudo, A.; Ayala, F. y
Santonja, F. (2015) Perfil óptimo de flexibilidad del miembro inferior en jugadoras de
fútbol sala / Optimal Data of Lower-Limb Muscle Flexibility in Female Futsal
Players. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y
el Deporte vol. 15 (60) pp. 647-662. Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista60/artperfil634.htm DOI: http://dx.doi.org/10.15366/rimcafd2015.60.003
ORIGINAL
Perfil ÓPTIMO de flexibilidad
del MIEMBRO inferior en jugadorAs de fútbol sala
OPTIMAL data of
Lower-limb muscle flexibility in FEMALE futsal players
Sainz de Baranda, P.1; Cejudo, A.2; Ayala, F.3
y Santonja, F.4
1 Doctora en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.
Facultad de Ciencias del Deporte. Universidad de Murcia (España). psainzdebaranda@gmail.es
2 Doctorando en Ciencias de la
Actividad Física y del Deporte. Facultad de Ciencias
del Deporte. Universidad de Murcia (España). acpcejudo@gmail.com
3 Doctor en Ciencias de la
Actividad Física y el Deporte. Centro de Investigación del Deporte, Universidad
Miguel Hernández de Elche. Instituto Superior de Enseñanzas. Universidad de
Murcia (España). franciscoayalarodriguez@gmail.com
4 Doctor en Medicina y Cirugía.
Facultad de Medicina. Universidad de Murcia. Servicio
de Traumatología. Hospital Universitario. V. de la Arrixaca. Murcia (España). fernando@santonjatrauma.es
Código UNESCO / UNESCO code: 5899 Educación Física
y Deporte / Physical education and sport
Clasificación Consejo de Europa /
Council of Europe classification: 11. Medicina del deporte / Sport medicine
Recibido 8
de agosto de 2012 Received August 8, 2012
Aceptado 30 julio de 2015 Accepted
July 30, 2015
Resumen
El objetivo fue definir cuantitativamente
los valores del perfil óptimo de flexibilidad en 20 jugadoras de fútbol sala.
Para ello, se valoró la flexibilidad de los principales grupos musculares del
miembro inferior a través de 7 pruebas de rango de movimiento pasivo máximo
(ROM). Los resultados del presente estudio definen como ROM
óptimo los siguientes rangos para las jugadoras de campo: 43º-52º para gemelo, 48º-54º para sóleo,
148º-154º para glúteo mayor, 99º-118º para musculatura isquiosural, 46º-56º
para aductores, 12º-20º para psoas iliaco y 116º-129º para cuádriceps. Para las porteras se han
obtenido los siguientes rangos: 40º-46º para gemelo, 40º-47º para sóleo,
150º-155º para el glúteo mayor, 94º-118º para musculatura isquiosural, 45º-54º para
aductores, 8º-12º para psoas iliaco y 115º-133º para cuádriceps. Teniendo en cuenta que se
ha definido el percentil >80 como el ROM óptimo, sólo 4 jugadoras de campo y
2 porteras presentaban este ROM en cada movimiento evaluado
Palabras clave: Flexibilidad, rango de movimiento,
condición física, deportes.
Abstract
The purpose of this
study was to define the optimal lower-limb flexibility data for 20 female
futsal players. Therefore, the flexibility of the major lower-limb muscles was
evaluated throughout 7 different passive range of motion (ROM) assessment
tests. The results of this study define the optimal ROM ranges for field
players as: 43º-52º for the gastrocnemius, 48º-54º for the soleus, 148º-154º
for the gluteus maximus, 99º-118º for the hamstrings, 46º-56º for the
adductors, 12º-20º for the iliopsoas, and 116º-129º for the quadriceps. For
goalkeepers have obtained the following ranges: 40º-46º for the gastrocnemius, 40º-47º for the soleus, 150º-155º
for the gluteus, 94º-118º
for the hamstrings, 45º-54º for
the adductors, 8º-12º for the
iliopsoas, and 115º-133º for the
quadriceps. Keeping in mind that optimal ROM values were defined as >80th
percentile, only 4 field players and 2 goalkeepers presented this ROM values in each movement assessed.
Key
words: Flexibility, range of motion, physical fitness,
sports.
1.
Introducción
La flexibilidad definida como la capacidad intrínseca de los tejidos
corporales que determinan el máximo rango de movimiento sin llegar a la lesión deportiva
(Holt, Pelham y Holt, 2008), es una de las cualidades físicas básicas para el
rendimiento deportivo (Alricsson y Werner, 2004; Hahn, Foldspang, Vestergaard y
Ingemann-Hansen, 1999). Más concretamente, Kraemer y Gómez (2001) defienden que
la flexibilidad es un componente fundamental de la condición física de los
deportistas de élite.
El rango de movimiento “Range of Motion” (ROM) representa la medición
indirecta (términos cuantitativos, en grados) de la flexibilidad muscular. En
este sentido, se ha informado que cuando un deportista presenta los valores
normales y específicos de flexibilidad en cada articulación de un determinado
deporte, éste dispone de un ROM óptimo para favorecer el máximo rendimiento
físico-técnico deportivo con una menor predisposición a la lesión deportiva
(Riewald, 2004; Santana, 2004). Así, diversos trabajos han observado que el
rendimiento deportivo declina tanto con el ROM extremo “hipermovilidad” (Gannon
y Bird, 1999; Snyder, McLeod y Hartman, 2006) como con el ROM limitado por una menor
extensibilidad muscular “cortedad muscular” (Young, Clothier, Otago, Bruce y Liddell, 2003; Rahnama, Lees y Bambaecichi, 2005; Zakas, Vergou, Zakas, Grammatikopoulou y Grammatikopoulou, 2002; Zakas, Vergou, Grammatikopoulou, Sentelidis y Vamvakoudis, 2003). Además, la cortedad muscular ha
sido correlacionada con la lesión muscular (Bradley, Olsen y Portas, 2007; Dadebo, White y George, 2004; Ekstrand, Wiktorsson,
Oberg y Gillquist, 1982;
Rahnama et al., 2005; Witvrouw, Danneels, Asselman, D’Have y
Cambier, 2003), la lesión
ligamentosa como el esguince de tobillo (Ekstrand y cols.,
1982; Pope, y cols., 1998; Okamura y cols., 2014) y la rotura del ligamento cruzado anterior
(Ellera, Vieira y Becker, 2008), y la lesión por sobrecarga como la fascitis
plantar, la tendinopatía rotuliana y aquilea, la periostitis tibial, el
síndrome de la cintilla iliotibial y el síndrome de dolor femoropatelar
(Witvrouw, Mahieu, Roosen y McNair, 2007; Probst, Fletcher y Seeling, 2007;
Johanson, Baer, Hovermale y Phouthavong, 2008).
Por ello, el conocimiento de los valores óptimos de ROM en el
deporte puede ser un avance en el mundo de la preparación física y deportiva,
pues permitirá, junto a los valores óptimos en otras cualidades físicas
determinantes del rendimiento, lograr el éxito deportivo. Además, estos valores
de referencia podrán ser utilizados para fijar objetivos específicos
cuantificables en el entrenamiento de la flexibilidad como cualidad física
básica para optimizar el rendimiento físico-técnico deportivo.
Sin embargo, en la literatura científica no se han encontrado valores
cuantitativos de ROM óptimo para deportistas. La mayoría de los valores de
referencia utilizados para el ROM son aquellos publicados por la American
Academic of Orthopedic Association [AAOA] (1965), la American Medical
Association [AMA] (Gerhardt, Cocchiarella y Lea, 2002) y los clásicos manuales de valoración
músculo-esquelética (Clarkson, 2003; Palmer y Epler, 2002) asignados a todas las
articulaciones del cuerpo para la población general. Esos valores han guiado a los profesionales
del deporte y de la Salud para proporcionar un ROM articular y una función
óptima en una articulación sana. Sin embargo, considerándose que el ROM es
específico de cada deporte (Cejudo, Sainz de Baranda, Ayala y Santonja,
2014a,b; Gleim y McHugh, 1997), nivel competitivo (Battista, Pivarnik, Dummer,
Sauer y Malina, 2007; Gannon y Bird, 1999; Haff, 2006), articulación, acción o
movimiento (Hahn et al., 1999; Zakas et al., 2002; Hedrick, 2002), sexo (Canda,
Heras y Gómez, 2004; Kibler y Chandler, 2003), segmento corporal (dominante y
no dominante) (Chandler et al., 1990; Magnusson, Aagard, Simonsen y
Bojsen-Moller, 1998; Probst et al., 2007) y puesto táctico (Cejudo, Sainz de
Baranda, Ayala y Santonja, 2014a; Oberg, Ekstrand, Möller y Gillquist, 1984),
aplicar este enfoque tradicional al deportista no permite definir el perfil
óptimo de flexibilidad.
Por ello, el objetivo principal de este trabajo es definir cuantitativamente
los valores de referencia del perfil óptimo de flexibilidad en 20 jugadoras de
fútbol sala, midiendo la flexibilidad de los principales músculos del miembro
inferior a través de las pruebas de ROM pasivo máximo.
2. MATERIAL
Y MétodoS
2.1. Participantes
Un total de 20 jugadoras de fútbol sala, con más de 10 años de práctica
deportiva (4 sesiones de entrenamiento semanal con una duración mínima de 1,5
horas por sesión), participaron voluntariamente en este estudio; 15 jugadoras
de campo (edad: 22,33±4,94 años; peso: 57,71±7,03 kg; talla: 166,07±4,67 cm) y
5 porteras (edad: 22,20±6,22 años; peso: 64,80±2,95 kg; talla: 167,40±5,18 cm).
Todas las jugadoras competían en la División de
Honor Femenina de Fútbol Sala durante la temporada 2009/10 y dos
jugadoras formaban parte de la Selección Nacional de Fútbol Sala.
Como criterios de exclusión se establecieron: (a) poseer una historia clínica de alteraciones músculo-esqueléticas del miembro
inferior en los 6 meses previos al presente procedimiento exploratorio; y (b)
presentar dolor muscular de aparición tardía (agujetas) en el momento de ser
evaluado, por restringir la extensibilidad de la unidad músculo-tendón y por
consiguiente la movilidad articular (McHugh, Connolly, Eston y Gleim, 1999).
Tanto las deportistas como los entrenadores fueron verbalmente informados
de la metodología a utilizar, así como de los propósitos y posibles riesgos del
estudio, y cada uno de ellos firmó un consentimiento informado. El presente
estudio fue aprobado por el Comité Ético y Científico de la Universidad de
Murcia (España).
2.2.
Procedimiento
Una
semana antes del inicio del estudio, todas las participantes completaron un
cuestionario médico-deportivo (datos personales, datos antropométricos, datos
deportivos, historial de lesiones, experiencia con los estiramientos y grupos
musculares estresados durante la competición),
además de ser sometidas a una sesión de familiarización con el propósito
de conocer la correcta ejecución técnica de las pruebas de valoración mediante
la realización práctica de cada una de ellas. Igualmente, otro propósito de
esta sesión de familiarización fue la reducción del posible sesgo de
aprendizaje sobre los resultados obtenidos en las diferentes pruebas de
valoración (Ayala y Sainz de Baranda, 2011). Además, durante esta sesión de
familiarización, y para conocer el miembro dominante se pidió a cada jugadora
realizar tres pruebas: 1) saltar sobre una pierna; 2) golpear una pelota y 3)
subirse a un taburete con una pierna, siguiendo la metodología de Wang, Whitney, Burdett y Janosky (1993). El miembro con el que
se ejecutaron al menos 2 de las 3 pruebas fue designada como dominante.
Para
el proceso de valoración del ROM pasivo máximo, se siguieron las
recomendaciones establecidas por la American Academic of Orthopedic Association
(1965) y la American Medical Association [AMA] (Gerhardt, Cocchiarella y Lea,
2002).
Todas
las evaluaciones se realizaron en las mismas condiciones ambientales y franja
horaria para tratar de minimizar la posible influencia de la variabilidad
inter-examinador y de los ritmos circadianos sobre los resultados (Atkinson,
Nevill, 1988). Además, los deportistas fueron instados a realizar la sesión de
valoración en el mismo día y franja horaria que normalmente realizaban sus
sesiones de entrenamiento para minimizar la variabilidad intra-sujeto (Hopkins,
2000).
Antes de aplicar las
diferentes pruebas de valoración, todos los participantes realizaron un
calentamiento estándar que incluía 5-10 minutos de carrera moderada seguido de
2 series de 30 segundos de ejercicios de estiramientos estáticos
estandarizados, enfatizando la actividad de los músculos del miembro inferior,
bajo la estricta supervisión de los examinadores (Cejudo et al., 2015).
Una vez finalizado el calentamiento, se llevaron a cabo siete pruebas
angulares pasivas máximas para medir indirectamente la extensibilidad de los
principales grupos musculares del miembro inferior [gemelo, sóleo, cuádriceps,
psoas-iliaco, aductores, isquiosural, glúteo mayor] (Wepler y Magnusson, 2010).
Los resultados de esta medición definen el perfil óptimo de flexibilidad del
miembro inferior (figura 1), que forman parte de la versión corta del protocolo
ROM-SPORT. En la cadera se evaluó el ROM de
flexión con rodilla extendida mediante el “Test de Elevación de la Pierna
Recta” (FCRE) para los isquiosurales, su flexión con rodilla
flexionada (FC) para el glúteo mayor, su extensión mediante el “Test de Thomas
modificado” (EC) para el psoas iliaco y la abducción con rodilla extendida
(ABC) para los aductores. En la rodilla, se midió su flexión mediante el “Test
de Thomas modificado” (FR) para el cuádriceps; y en el tobillo, la
dorsi-flexión con rodilla completamente extendida mediante el “Test de la
zancada modificada” (DFTRE) para el gemelo y la dorsi-flexión con
rodilla flexionada mediante el “Test de la zancada” (DFTRF) para el
sóleo (Cejudo et al., 2014a,b).
Tobillo |
|
|
Gemelo
|
Sóleo |
|
Rodilla |
|
|
Cuádriceps |
|
|
Cadera |
|
|
Psoas-iliaco
|
Aductores
|
|
|
|
|
Isquiosural |
Glúteo
mayor |
|
Figura 1: Representación gráfica
de las 7 pruebas de valoración del rango de movimiento pasivo máximo utilizadas en el presente estudio. |
Los
participantes fueron instados a realizar dos intentos pasivos máximos para cada
una de las pruebas de valoración y segmento corporal (dominante y no dominante)
de forma aleatoria con el propósito de eliminar el sesgo que una secuencia
específica podría presentar sobre los resultados obtenidos. Sin embargo, cuando
una diferencia mayor del 5% fue observada entre el valor de cada par de
intentos, un tercer intento fue realizado, seleccionando el valor medio de los
dos intentos cuyos resultados estuvieron más próximos para el posterior
análisis estadístico (Ayala, Sainz de Baranda, 2011; Gabbe et al., 2004). La
aleatorización en la realización de las pruebas de valoración se llevó a cabo a
través del empleo del software informático Research Randomizer (http://www.randomizer.org).
La
sesión de valoración fue llevada a cabo por dos experimentados examinadores.
Uno conducía el test moviendo pasivamente el miembro evaluado a través de todo
el ROM durante 3 ciclos consecutivos, mientras que el otro examinador
proporcionaba una correcta posición del participante durante todo el proceso
exploratorio (estabilización de segmentos corporales), evitando movimientos
compensatorios. La realización de 3 ciclos consecutivos de movimientos pasivos
a través de todo el ROM fue llevado a cabo para que el participante pudiese ser
capaz de: (a) diferenciar una posible aparición del reflejo miotático de
estiramiento o contracción muscular involuntaria; y (b) identificar el final de
su ROM en el último ciclo como consecuencia de una limitación estructural del
tejido muscular (Stuberg, Fuchs y Miedaner, 1988).
Para
la medición, se utilizó un inclinómetro ISOMED (Portland, Oregon) Unilevel con
varilla telescópica extensible (Gerhardt, 1994; Gerhardt, Cocchiarella, Lea,
2002), un goniómetro metálico de rama larga (Baseline® Stainless) y un
lumbosant -soporte lumbar- para estandarizar la curvatura lumbar- (Santonja,
1995). Previo a cada sesión de valoración, el inclinómetro fue calibrado a 0º
con la vertical o la horizontal. Se registró el ángulo que forma el eje
longitudinal del segmento movilizado (siguiendo su bisectriz) con la vertical o
la horizontal (Gerhardt, Cocchiarella, Lea, 2002; Cejudo et al., 2015).
Mientras que para la valoración del movimiento de abducción de cadera se
utilizó un goniómetro metálico de rama larga (Baseline® Stainless).
Cada
participante fue valorado con ropa deportiva y descalzo. Se permitió un periodo
de descanso de aproximadamente 30 segundos entre cada uno de los dos intentos
máximos, miembro y test.
El
resultado final de cada intento pasivo máximo para cada una de las pruebas de
valoración, fue determinado por uno o varios de los siguientes criterios: (1)
el examinador era incapaz de continuar el movimiento articular evaluado, debido
a la elevada resistencia desarrollada por el/los grupo/s muscular/es estirados
(American Academic of Orthopedic Surgeon, 1965; Zakas, 2005; Aalto et al.,
2005); (2) el explorado avisaba de sentir una sensación de estiramiento muscular
que acarreaba un disconfort importante (Ekstrand et al., 1982; Zakas et al.,
2003); y/o (3) ambos examinadores apreciaban algún movimiento de compensación
que incrementaba el ROM (Ekstrand et al.1982; Clark, Christiasen, Hellman,
Winga y Meiner, 1999; Sainz de Baranda y Ayala, 2010) y/o (4) por la aparición
de algias en la articulación explorada.
La
fiabilidad intra-sesión de cada una de las variables se determinó a través del
coeficiente de correlación intraclase (ICC2,1) empleando el método
previamente descrito por Hopkins (2000). El ICC fue superior a 0,90 en todas
las pruebas de valoración, lo cual demuestra una alta estabilidad de la medida
(Cejudo, Sainz de Baranda, Ayala y Santonja, 2015).
2.3.
Análisis estadístico
Previo
a todo análisis estadístico, la distribución normal de los datos fue comprobada
a través de la prueba Kolomogorov-Smirnov. Se realizó un análisis descriptivo
de cada una de las variables cuantitativas, que incluía la media y su
correspondiente desviación típica. Además, una prueba t para muestras
relacionadas fue empleada para determinar la existencia de asimetría bilateral
de flexibilidad entre los valores del lado dominante y no dominante. Para el
establecimiento de la categorización de la flexibilidad se siguió la propuesta
adaptada de Canda et al. (2004) y Cejudo et al. (2014a,b), considerando los
valores por encima del baremo percentil mayor de 80 (P>80) como ROM “óptimo” (tabla 1).
El análisis estadístico fue realizado mediante el paquete estadístico SPSS
(Statistical Package for Social Sciences, v. 16.0, para Windows; SPSS Inc,
Chicago) con un nivel de significación del 95% (p<0,05).
Tabla 1. Diferentes categorías de
flexibilidad según percentiles. |
|||
Canda et al. (2004) |
Presente trabajo (Cejudo et al., 2014a,b) |
||
P >95 |
Muy buena |
>80 |
Óptimo |
P 95 - 85 |
Muy buena |
||
P 79 - 60 |
Buena |
20 – 80 |
Normal |
P 59 - 40 |
Normal |
||
P 39 - 20 |
Regular |
||
P 19 - 5 |
Baja |
<20 |
Limitado |
P <5 |
Muy baja |
3. Resultados
En las tablas 2 y 3 se
presentan los resultados de la valoración de la flexibilidad (ROM) de los 7
grupos musculares estudiados, diferenciado los datos encontrados entre el miembro dominante y no dominante
tanto en las jugadoras de campo y como en las porteras. Cuando se analizaron
las diferencias entre el lado dominante y no dominante no se encontraron
diferencias significativas en las porteras (p>0,05), mientras que en las
jugadoras de campo se encontraron
diferencias significativas en la flexibilidad del gemelo, sóleo y cuádriceps
entre ambos lados corporales.
También se pueden
apreciar los valores definidos para el ROM óptimo en la flexibilidad de cada
músculo estudiado y el número de jugadoras que presentan este rango. De las 15
jugadoras de campo se encontraron 3 jugadoras con un ROM limitado, 8 jugadoras
con un ROM normal y 4 jugadoras con un ROM óptimo en cada movimiento evaluado.
A excepción, de la flexibilidad del glúteo mayor, que se encontró 5 jugadoras;
mientras que en las porteras, se encontró 1 jugadora con un ROM limitado, 3
jugadoras con un ROM normal y 2 jugadoras con un ROM óptimo en cada movimiento
evaluado.
Tabla 2. Valores medios y óptimos de rango de movimiento
pasivo máximo en 15 jugadoras de campo de fútbol sala. |
||||||
Jugadoras de campo |
Media±SD |
ROM óptimo (P>80) |
||||
Dominante |
No Dominante |
|||||
Dominante |
No Dominante |
Rango |
N (%) |
Rango |
N (%) |
|
Psoas iliaco (EC) |
7,2º±5,8º |
8,2º±5,6º |
12,3º-18º |
4 (26,6%) |
13,3º-20º |
4 (26,6%) |
Gemelo (DFTRE) |
40º±5,1º |
41,9º±5,4º* |
43,3º-49,9º |
4 (26,6%) |
45,6º-52º |
4 (26,6%) |
Sóleo (DFTRF) |
41,7º±5,9º |
43,8º±6,3º* |
48,6º-50,6º |
4 (26,6%) |
50º-53,3º |
5 (27,8%) |
Aductores (ABD) |
44,4º±3,4º |
46,1º±4,5º |
46,6º-51º |
4 (26,6%) |
48,6º-55,3º |
4 (26,6%) |
Isquiosurales (FCRE) |
90,2º±14,1º |
88,5º± 13,7º |
99,6º-118º |
4 (26,6%) |
99,3º-116º |
4 (26,6%) |
Cuádriceps (FR) |
105,6º±13,2º |
112,5º±9,9º* |
116,3º-124,6º |
4 (26,6%) |
118,6º-128,6º |
4 (26,6%) |
Glúteo mayor (FC) |
147,6º±3,5º |
146,9º±2,4º |
150,6º-153º |
5 (33,3%) |
148º-151º |
5 (33,3%) |
* Diferencias significativas entre el lado dominante
y no dominante. |
Tabla 3. Valores medios y óptimos de rango de movimiento
pasivo máximo en 5 jugadoras porteras de fútbol sala. |
||||||
Porteras |
Media±SD |
ROM óptimo (P>80) |
||||
Dominante |
No Dominante |
|||||
Dominante |
No Dominante |
Rango |
N (%) |
Rango |
N (%) |
|
Psoas iliaco (EC) |
6,6º±2,5º |
7,8º±2,7º |
8,3º-8,6º |
2 (40%) |
9,3º-11,3º |
2 (40%) |
Gemelo (DFTRE) |
38,2º±2,2º |
39,3º±4,1º |
40º-40,6º |
2 (40%) |
39,3º-46º |
2 (40%) |
Sóleo (DFTRF) |
40,1º±1,5º |
41,8º±3,2º |
40,6º-42,6º |
2 (40%) |
41,3º-47º |
2 (40%) |
Aductores (ABD) |
44,5º±3,9º |
47,3º±4,4º |
45,3º-50º |
2 (40%) |
49,3º-54º |
2 (40%) |
Isquiosurales (FCRE) |
89º±7,92º |
87,6º±10,1º |
94,6º-97,3º |
2 (40%) |
94,6º-97,6º |
2 (40%) |
Cuádriceps (FR) |
114,4º±8,1º |
116,6º±10,3º |
115,3º-128º |
2 (40%) |
118,6º-133º |
2 (40%) |
Glúteo mayor (FC) |
148,8º±3º |
150º±4,1º |
150º-151,3º |
2 (40%) |
152,6º-155,3º |
2 (40%) |
4. Discusión
El principal objetivo
de este trabajo fue definir cuantitativamente los valores de referencia del perfil óptimo de flexibilidad
de 20 jugadoras de fútbol sala usando el protocolo ROM-SPORT. La relevancia del perfil
óptimo de flexibilidad radica en que
profesionales del Deporte y de la Salud disponen de una herramienta muy útil
para el proceso de prevención de lesiones deportivas y de optimización del
rendimiento físico-técnico deportivo.
Tras el análisis
estadístico, se observa que de las 20
jugadoras evaluadas en
el presente estudio solamente 4 jugadoras
de campo y 2 porteras presentaban un ROM óptimo (P>80) en cada movimiento
evaluado. En
la literatura científica no se han encontrado trabajos que definan el perfil
óptimo de flexibilidad (empleando pruebas de recorrido angular) en fútbol sala,
por lo que tan solo es posible comparar los resultados del presente estudio con
los valores medios de flexibilidad de tres estudios científicos encontrados en
este deporte (tabla 4). El trabajo realizado por Ayala, Sainz de Baranda,
Cejudo y De Ste Croix (2010) valora la flexibilidad isquiosural en 10 jugadoras
de 1ª División Nacional Española. El trabajo realizado por Ayala et al. (2012)
valora la flexibilidad isquiosural en 46 jugadores de 1ª y 2ª División Nacional
Española y el trabajo de Cejudo et al. (2014b) que define el perfil de
flexibilidad de la miembro inferior en 20 jugadores de la 2ª División Nacional
de Fútbol Sala. De manera general, los valores de ROM óptimo del presente
estudio son superiores a los valores medios de flexibilidad. Además, las
jugadoras de campo del presente trabajo muestran valores superiores en la flexibilidad
del gemelo, sóleo y glúteo mayor. Mientras que las porteras presentan solamente
valores superiores en la flexibilidad en el glúteo mayor.
Tabla 4. Valores medios y óptimos de rango de movimiento en jugadores de fútbol
sala de la Liga Nacional Española. |
|||||||
|
Psoas iliaco |
Gemelo |
Sóleo |
Aductores |
Isquiosurales |
Cuádriceps |
Glúteo mayor |
Posición táctica:
jugadores de campo |
|||||||
Presente estudio 1ª DNE M (n=15) |
Perfil óptimo de
flexibilidad |
||||||
>12,3º |
>44,4º |
>49,3º |
>47,6º |
>99,4º |
>117,4º |
>149,3º |
|
Presente estudio 1ª DNE M (n=15) |
7,7º |
40,9º |
42,7º |
45,2º |
89,3º |
109,1º |
147,3º |
Ayala et al. (2010) 1ª DNE M (n=10) |
|
|
|
|
80,5º |
|
|
Ayala et al. (2012) 1ª + 2ª DNE H (n=46) |
|
|
|
|
77,3º |
|
|
Cejudo et al. (2014b) 2ª DNE H (n=20) |
12,4º |
40º |
39,7º |
51,7º |
91,6º |
139º |
143,4º |
Posición táctica:
porteros |
|||||||
Presente estudio 1ª DNE M (n=15) |
Perfil óptimo de
flexibilidad |
||||||
>8,8º |
>39,6º |
>40,9º |
>47,3º |
>94,6º |
>116,9º |
>151,3º |
|
Presente estudio 1ª DNE M (n=5) |
7,2º |
38,7º |
40,4º |
45,9º |
93,3º |
115,5º |
149,4º |
Cejudo et al. (2014b) 2ª DNE H (n=3) |
17,5º |
48,3º |
49,3º |
47,3º |
103,2º |
146,4º |
142,4º |
ROM: Rango de movimiento; DNE: División Nacional Española; H:
hombre; M: mujeres. |
También, otro objetivo fundamental de la valoración
de la flexibilidad es detectar grupos musculares con cortedad (ROM limitado
[P<20]) y/o asimetrías bilaterales de flexibilidad por su correlación con un
incremento del riesgo potencial de lesión deportiva (L’Hermette, Polle,
Tourny-Chollet y Dujardin, 2006; Ellenbecker et al, 2007; Daneshjoo, Rahnama,
Halim Mokhtar y Yusof, 2013). El análisis estadístico
ha mostrado que de las 20 jugadoras se encontraron
4 jugadoras (3 jugadoras de campo y 1 portera) con cortedad muscular en cada
movimiento evaluado, las cuales presentan una mayor probabilidad de riesgo de
sufrir una lesión deportiva. Además, ha sido observado asimetría bilateral de
flexibilidad del gemelo, el sóleo y el cuádriceps en las jugadoras de campo
(p<0,05), presentando menores valores en el lado dominante, por lo que las
jugadoras que presenten esta diferencia significativa presentan un mayor riesgo
de lesión teniendo en cuenta este factor de riesgo (Ellenbecker et al, 2007;
Young, Dakic, Stroia, Nguyen, Harris y Safran, 2014). En el caso de las pruebas
de valoración de gemelo y sóleo, existen en los valores medios solamente 2º de
diferencia entre ambos lados corporales, sin embargo, hay que destacar que en
el análisis individual existen varias jugadoras que presentan una diferencia
entre 5º y 7º.
En resumen, para que el
resultado de la valoración del ROM pueda ser correctamente interpretado, es
preciso poder compararlo con los valores de referencia de cada deporte. La
definición del perfil óptimo de flexibilidad en un deporte posibilitará a los
profesionales del Deporte y de la Salud identificar de forma precisa y rápida
aquellos jugadores que se encuentran en situación más vulnerable de sufrir una
lesión deportiva y poder así aplicar un programa de estiramiento, el cuál debe
ser una parte importante del programa de prevención de la lesión
músculo-esquelética con el propósito de restablecer o incrementar el ROM hacia
valores óptimos durante el periodo de descanso (Witvrouw et al., 2003; Bradley
y Portas, 2007). Además, posibilitará de un mayor rendimiento físico-técnico
deportivo (Kolber y Fiebert, 2005; Riewald, 2004; Santana, 2004).
5. Conclusiones
Los resultados del
presente estudio definen como el perfil óptimo de flexibilidad los siguientes
rangos para las jugadoras de campo: 43º-52º para
el gemelo, 48º-54º para el sóleo, 148º-154º para el glúteo mayor, 99º-118º para
la musculatura isquiosural, 46º-56º para los aductores, 12º-20º para el psoas
iliaco y 116º-129º para el cuádriceps. Para las
porteras se han obtenido los siguientes rangos: 40º-46º para el gemelo, 40º-47º
para el sóleo, 150º-155º para el glúteo mayor, 94º-118º para la musculatura
isquiosural, 45º-54º para los aductores, 8º-12º para el psoas iliaco y
115º-133º para el cuádriceps. Teniendo en cuenta
que se ha definido el percentil >80
como el ROM óptimo, sólo 4 jugadoras de campo y 2 porteras presentaban este ROM en cada movimiento
evaluado.
6.
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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte
- vol.15 - número 60 - ISSN: 1577-0354