DOI: http://dx.doi.org/10.15366/rimcafd2016.62.003
ORIGINAL
EL CONSUMO DE LECHE POSTERIOR AL EJERCICIO
DISMINUYE LA EXCRECIÓN DE ELECTROLITOS
MILK CONSUMPTION AFTER EXERCISE DECREASES
ELECTROLYTE EXCRETION
Castro-Sepúlveda, M.1; Astudillo, S.2; Mackay, K.3
y Jorquera, C.4
1 Magister en medicina y ciencias del deporte, Laboratorio de ciencias
del ejercicio, Escuela de Kinesiología, Facultad
de medicina, Universidad Finis Terrae, (Chile), m.castro.med@gmail.com.
2 Magister
en medicina y ciencias del deporte, Centro de salud familiar Panquehue, (Chile), sebastianastudillo15@yahoo.es.
3 Magister en fisiología
clínica del ejercicio, Laboratorio de ciencias del ejercicio, Escuela de Kinesiología, Facultad de medicina,
Universidad Finis Terrae, (Chile), karen.mackayp@gmail.com
4 Doctor en ciencias implicadas en el rendimiento
humano, Laboratorio de nutrición y ejercicio, Facultad de medicina, Universidad Mayor, (Chile),
cjorquera6@hotmail.com
Código UNESCO / UNESCO Code: 3206 Ciencias de la Nutrición / Nutritional Sciences
Clasificación Consejo de Europa / Council of Europe Classification: 6 Fisiología del Ejercicio / Exercise Physiology 11 Medicina del Deporte / Sport Medicine
Recibido 13 de enero
de 2012 Received January 13,
2012
Aceptado 27
de agosto de 2015 Accepted August 27, 2015
RESUMEN
La rehidratación es fundamental para la
correcta recuperación posterior al ejercicio físico y el deporte. Las bebidas
lácteas parecen ser una buena opción como bebidas rehidratantes después del
ejercicio, pero aún los mecanismos no están completamente dilucidados. El presente estudio tiene por objetivo medir los
efectos en la excreción de electrolitos en la orina al rehidratar con una
bebida láctea baja en grasa o una bebida isotónica tras la realización de una
sesión de ejercicio intermitente. 14 sujetos físicamente activos (23 ± 4 años),
se dividieron en dos grupos: 1) rehidratación con bebida isotónica (ISO) y 2)
rehidratación con bebida láctea baja en grasa (LBG). Se evaluó la gravedad
específica de la orina (GEO), electrolitos (Na+ y K+) en orina y retención de
fluidos, después del ejercicio y 4 horas posterior a la rehidratación. Se
encontraron diferencias significativas en la GEO y en la excreción de K+ en el
grupo LBG (p<0.005), ambos grupos muestran diferencias significativas en la
excreción de Na+. Los resultados muestran que la rehidratación con bebida
láctea mejora la GEO y disminuyen la excreción de K+ de forma más eficiente que
la bebida isotónica posterior al ejercicio.
PALABRAS CLAVE: bebida láctea, electrolitos,
rehidratación, bebida isotónica, gravedad especifica de la orina.
ABSTRACT
Rehydration is essential for post-exercise and sport
recovery. Milk seems to be a good option like sport drinks after exercise, yet
the rehydration mechanisms are still not fully understood. The aim of this
study was to measure the effect of drinking low-fat milk and an isotonic
beverage after intermittent exercise on urine electrolytes. 14 physically
active men (23 ± 4 y) were split into two groups: 1) rehydration with isotonic
drink (ISO), and 2) rehydration with low-fat milk (LBG). Specific gravity (GEO)
and electrolytes (Na+ and K+) were measured in urine before and after exercise
with rehydration. Significant differences were found for the GEO and in K+
excretion in the LBG group (p <0.05). Both groups showed significant
differences for Na+ excretion concentrations. We conclude that drinking low fat
milk after exercise when compared to an isotonic drink, improves GEO and K
excretion.
KEYWORDS: milk,
electrolytes, rehydration, isotonic drink, urine specific gravity.
Una de los
principales variables en el rendimiento deportivo es el estado hídrico del
deportista (Cheuvront,
Carter, & Sawka, 2003; Coyle, 2004). La hidratación del atleta va a
depender de las estrategias hídricas utilizadas antes, durante y después del
ejercicio. Las pérdidas de fluidos durante el ejercicio y el deporte pueden
llegar hasta del 5 % del peso corporal (Sawka et al. 2007). Es importante
señalar que no solo se pierde agua en el sudor, sino que también sales
minerales esenciales como son los electrolitos sodio (Na+) y potasio
(K+) (Noakes, 1993; Barr, Costill & Fink. 1991). La disminución
de electrolitos, puede inducir hiponatremia o hipokalemia (Allan, Wilson,
1971), y afectar el rendimiento del deportista, como también generar efectos negativos a su salud (Casa, Clarkson
& Roberts, 2005; Hew, Chorley,
Cianca & Divine, 2003; Castro-Sepulveda et al. 2014). Por lo señalado anteriormente, es de
gran importancia escoger una bebida rehidratante apropiada, donde una correcta
combinación de macronutrientes y una adecuada selección y cantidad de
electrolitos es fundamental (Casa, Clarkson & Roberts, 2005; Mayol & Aragon, 2009). Una correcta combinación de nutrientes permite
recuperar la volemia y optimizar la rehidratación celular (Baker & Jeukendrup, 2014).
Actualmente existe una gran variedad de bebidas isotónicas en el mercado,
conocidas como “bebidas deportivas”. Estas, permiten optimizar el proceso de
rehidratación posterior al ejercicio gracias a su contenido balanceado de
carbohidratos (CHO) y electrolitos. Por otro lado, estudios han demostrado que
la leche tiene propiedades rehidratantes posterior al ejercicio (Roy,
2008; Shirreffs, Watson & Maughan, 2003), e
inclusive el consumo de leche una vez terminado el ejercicio ha mostrado una
eficiencia mayor que las bebidas deportivas tradicionales en la retención de
fluidos (Volterman,
Obeid, Wilk & Timmons, 2014). Actualmente, los mecanismos por los
cuales la leche es una eficiente bebida rehidratante aún no se comprenden por
completo. En relación a su composición nutricional, la principal diferencia
entre ambas bebidas, es la cantidad de proteínas que contiene la leche, ya que
ambas contienen similares cantidades de CHO, Na+ y K+
(James, 2012).
Para comprender de mejor forma el mecanismo por el cual las bebidas lácteas
pueden ser más eficientes que las bebidas isotónicas utilizadas comúnmente en
la rehidratación posterior al ejercicio, es necesario evaluar si la retención
de fluidos que provoca el consumo de bebidas lácteas induce una disminución en
la excreción de electrolitos claves como el Na+ y K+ en
el proceso de rehidratación.
2 OBJETIVO DEL ESTUDIO
Evaluar los efectos rehidratantes del
consumo de una bebida isotónica y otra láctea baja en grasa, a través de la
retención de fluidos, la GEO, y la excreción de Na+ y K+ posterior
a una sesión de ejercicio intermitente.
3.1 MUESTRA
Catorce sujetos
voluntarios (edad de 23 ± 4 años, estatura promedio de 1,74 ± 3 cm) activos
(frecuencia de entrenamiento de cuatro veces a la semana, dos horas de
entrenamiento por sesión) fueron reclutados para el estudio. Mediante la
aplicación de un cuestionario de palatabilidad y de preferencia por el sabor de
una de las dos opciones de bebidas rehidratantes, se procedió a conformar los
grupos; El primer grupo (LBG) consumió bebida láctea descremada sabor chocolate
y segundo grupo (ISO) consumió bebida isotónica para rehidratarse. Aquellos
sujetos que consumieran suplementos multivitamínicos y que presentaran
patologías crónicas renales fueron excluidos del estudio. Todos los sujetos
firmaron consentimiento informado previo a la toma de datos, y se les informó
acerca de su aporte e implicancia en la investigación.
3.2 MATERIALES
Para medir N+ y
K+, se tomó una muestra de orina simple para ser analizadas mediante el MINI
ISE, analizador automático de electrolitos. La gravedad especifica en orina se
midió con un refractómetro Robinar modelo Spx. La masa corporal se evaluó con
una balanza Tanita modelo TBF 300 A.
3.3 PROCEDIMIENTO
Todos los sujetos debieron presentarse
para realizar una sesión de intermitente “spinning” con una duración de 60
minutos. Se les indico a los sujetos no haber ingerido bebidas alcohólicas
durante las 72 horas previas a la sesión. Se entregó un protocolo de
hidratación de 48 horas previas a la sesión de ejercicio, que tenía como
finalidad poder establecer igualdad de condiciones hídricas entre los sujetos.
Antes de la realización del ejercicio, se pesó a los sujetos y se les hizo
entrega de bebida isotónica de libre demanda para que pudieran ingerir durante
la sesión de ejercicio. Al finalizar la sesión se recolectó la primera muestra
de orina para evaluar GEO, Na+ y K+, y se realizó el
segundo pesaje de los sujetos. De esta forma se obtuvo la pérdida de peso
equivalente a la deshidratación de la sesión de ejercicio. Con este cálculo, se
dio a ingerir el 100 % del peso perdido en la bebida rehidratante
correspondiente al grupo asignado de cada individuo (leche o isotónica), se
consideró un tiempo de tres horas para el consumo de las bebidas rehidratantes
y una hora para la digestión y absorción. Se recolectó una segunda muestra de
orina posterior a estas cuatro horas, para evaluar nuevamente GEO, Na+
y K+. Para calcular el porcentaje de retención de fluidos inducido
por ambas bebidas se cuantifico lo consumido (100 % del peso corporal perdido
durante el ejercicio) y la cantidad de orina excretada durante las cuatro horas
de rehidratación.
3.4 ANÁLISIS ESTADÍSTICO
Se aplicó el test de normalidad previa a
la comparación de los datos, estos fueron considerados significativos a un
p<0,05. Para la comparación de los resultados obtenidos se empleó el test
“t” pareado y se analizaron con el programa estadístico GraphPad InStat 5.
Todos los datos se presentan en promedios y ± DS.
No hubo diferencias entre los grupos en la pérdida de peso
posterior al ejercicio (p=0.6), el grupo ISO perdió 3.4 ± 0.5 kilos, mientras
que el grupo LBG perdió 3.2 ± 0.7 kilos. En relación con la retención de
fluidos, el grupo ISO retuvo el 25 % de la bebida isotónica consumida para
rehidratar y el grupo LBG el 71 %.
Se observó una disminución significativa en la gravedad
especifica de la orina para el grupo LBG (p=0.02). En el caso del grupo ISO, no
se observaron cambios significativos (p=0.08) (ver figura 1).
Figura Nº
1,
muestra la comparación entre la gravedad especifica de la orina posterior al
ejercicio vs. 4 horas posteriores a la rehidratación.
ISO: grupo que se rehidrato con bebida
isotónica
LBG grupo que se rehidrato con bebida
láctea descremada sabor chocolate
La excreción de electrolitos en orina
inmediatamente después de la realización del ejercicio y posterior a la
rehidratación se pueden observar en la figura 2. El grupo ISO muestra una
disminución significativa en la excreción de Na+ cuatro horas
posterior a la rehidratación (p=0.03), sin embargo, esta disminución no se pudo
observar en la excreción de K+ (p=0.64). Por otro lado, el grupo LBG
presentó una disminución significativa en excreción tanto de Na+ como de K+ en
orina (p=0.0004 y p=0.006, respectivamente).
Figura Nº
2,
muestra la comparación entre la excreción de Na+ (A) y K+ (B) en orina
posterior al ejercicio vs. 4 horas posteriores a la rehidratación.
ISO: grupo que se rehidrato con bebida
isotónica
LBG grupo que se rehidrato con bebida
láctea descremada sabor chocolate
DISCUSIÒN
Los
principales hallazgos de nuestro estudio es que la bebida láctea baja en grasa
sabor chocolate mejoró la GEO, disminuyo la excreción de K+ y la retención de fluidos
de forma más eficiente que una bebida isotónica tradicional, tras la
realización de 60 minutos de ejercicio intermitente. Estos resultados coinciden
con los encontrados por Shirreffs, Watson &
Maughan (2003), quienes compararon la perdida de líquido
posterior a la rehidratación con cuatro tipos de bebidas potencialmente
rehidratantes (leche, leche más sodio, bebida con CHO y agua), concluyendo que
la leche era el líquido más eficiente en lo que respecta a la retención de
fluidos. Datos similares fueron encontrados en nuestro estudio, donde se muestra que la retención de líquido
en el grupo que utilizó bebida isotónica fue de un 25%, en cambio los que
rehidrataron con bebida láctea un 71%. Esto, reafirma la eficiencia en la
retención de fluidos producido por las bebidas lácteas, lo cual es fundamental
para una correcta reposición de líquidos y electrolitos perdidos en el
ejercicio.
Las recomendaciones para una bebida
rehidratante, van orientadas a la cantidad de electrolitos y carbohidratos,
pero pareciera ser un factor clave la incorporación de proteínas a estas
soluciones (Volterman, Obeid, Wilk & Timmons, 2014; James, 2012). En nuestro
estudio la mayor diferencia desde el punto de vista nutricional, entre ambas
bebidas (láctea vs. Isotónica) es la cantidad de proteínas, ya que la bebida
láctea utilizada en nuestro estudio, es baja en grasa, teniendo ambas una
similar cantidad de CHO y electrolitos. La mejora en la retención de fluidos
parece ser fundamental en la excreción de electrolitos en la orina tal como
muestran nuestros resultados. Esta menor excreción de electrolitos en la orina,
se podría atribuir a una mejora en la reabsorción de éstos, lo que se
traduciría en una rehidratación celular más eficiente. Sin embargo, faltan
estudios para confirmar este mecanismo.
Al mismo tiempo, la
utilización de bebidas lácteas post ejercicio podría generar beneficios
relacionados la con composición corporal. En un estudio de Hartman et al. (2007) se reclutaron a 56 sujetos sanos los
cuales entrenaron paralelamente en tres grupos distintos durante 12 semanas (5
días por semana). Se les dio a beber posterior al entrenamiento medio litro de
tres diferentes bebidas: leche libre de grasa, bebida de soya libre de grasa, y
una bebida control isocalórica con maltodextrina. Encontraron que la ingesta de
leche post-ejercicio indujo mayor hipertrofia muscular en comparación con la
ingesta de bebidas de soya o maltodextrina. Además, se observó una pérdida de
masa grasa mayor en el grupo que consumió leche. Se cree que estos efectos
podrían estar relacionados a la mayor cantidad de calcio y proteínas
encontradas en la leche. Al mismo tiempo, el efecto hipertrófico podría
deberse a que leche presenta proteínas de suero o “whey” y cuenta con la presencia
de aminoácidos ramificados (leucina, la isoleucina y la valina), fundamentales
para el estimular síntesis proteica y anabolismo muscular post-ejercicio.
CONCLUSIONES
Los resultados muestran que la
rehidratación con ambas bebidas disminuyen la excreción de Na+ y
aumentaron la retención de líquidos. Sin embargo, la rehidratación con bebida
láctea disminuye la excreción de K+, mejora la GEO y la retención de líquido de
forma más eficiente que la bebida isotónica posterior al ejercicio. La composición proteica de la leche podría
ser un factor clave para explicar los resultados, sin embargo mayor
investigación es necesaria para comprender el mecanismo.
REFERENCIAS
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- vol. 16 - número 62 - ISSN: 1577-0354