DOI: http://dx.doi.org/10.15366/rimcafd2016.63.007
ORIGINAL
RELACIÓN ENTRE AUTOCONCEPTO FÍSICO, ANSIEDAD
E IMC EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS MEXICANOS
THE RELATION OF PHYSICAL SELF-CONCEPT, ANXIETY, AND
BMI AMONG MEXICAM UNIVERSITY STUDENTS
Linares-Manrique, M.1;
Linares-Girela, D.2; Schmidt-Rio-Valle, J.3; Mato-Medina,
O.4; Fernández-García, R.5 y Cruz-Quintana, F.6
1 Profesora Interina. Universidad de Granada
(España). E-mail: mlinar@.ugr.es
2 Profesor Titular de
Universidad. Universidad de Granada (España). E-mail: dlinares@ugr.es
3 Profesora Contratada
Doctora. Universidad de Granada (España). E-mail: jschmidt@ugr.es
4 Profesor Titular.
Universidad Autónoma del Carmen (Campeche - México). E-mail: omato@pampano.unacar.mx
5 Profesor Contratado
Doctor. Universidad de Almería (España). E-mail: rubenfer@ual.es
6 Profesor Titular de
Universidad. Universidad de Granada (España). E-mail: fcruz@ugr.es
Código UNESCO / UNESCO
code: 6105
Evaluación y Diagnóstico en Psicología / Evaluation and Measurement in Psychology
Clasificación Consejo
de Europa / Council of Europe classification: 15 Psicología del Deporte / Sport Psychology
Recibido 8 de junio de 2013 Received
June 8, 2013
Aceptado 6 de agosto de 2013 Accepted
August 6, 2013
RESUMEN
El propósito de la
investigación es conocer y relacionar los resultados del autoconcepto físico, con
diferentes tipos de ansiedad y el IMC en los estudiantes de enfermería y
educación física dela península de Yucatán (México). La muestra estuvo formada
por 264 participantes, de los cuales 91 eran varones y 173 mujeres, con edades
comprendidas entre 18 y 25 años. Nuestros datos revelan que en el autoconcepto
físico, los valores obtenidos por los estudiantes de educación física son
superiores al de los estudiantes de enfermería. Los estudiantes de enfermería
presentan mayores valores de ansiedad estado que los de educación física. La
percepción que tienen los estudiantes de ciclos superiores en prácticamente
todas las dimensiones del autoconcepto es superior a la del alumnado de ciclos
inferiores. Los niveles de ansiedad disminuyen conforme pasan de ciclos
inferiores a superiores.
PALABRAS
CLAVE:
Autoconcepto físico, ansiedad, obesidad, educación física, enfermería
ABSTRACT
The purpose of this paper is
to know and relate the results of the various dimensions formed by the physical
self-concept with respect to the different types of anxiety and the BMI among
nursing and physical education students in the area of the Yucatán peninsula in
Mexico. The study is based on a sample of 264 people, being 91 men and 173
women between the ages of 18 and 25. The outcome shows that the values obtained
by physical education students are higher than those obtained by nursing
students regarding the physical self-concept. Nursing students present a higher
level of anxiety compared to physical education students. The perception showed
by junior and senior students with regard to almost all dimensions of
self-concept is higher than that of freshmen and sophomore students. Anxiety
level among students decreases throughout the years.
KEY WORDS:
Physical
self-concept; anxiety; obesity; Physical education; Nursing
INTRODUCCIÓN
El
autoconcepto comporta un proceso con trayectoria irregular, ya que sufre los
periodos de estabilidad e inestabilidad característicos de cada una de las
etapas del ciclo vital de los individuos. Diversos autores (Cruz y Maganto,
2002; Esnaola, Goñi y Madariaga, 2008) han planteado que es de suma importancia
en el desarrollo de la personalidad humana, generando beneficios a nivel
individual y social; que adquiere gran relevancia en etapas como la
adolescencia, dado que, en ella, las personas no tienen afianzada su personalidad;
y que un autoconcepto positivo ayuda a los adolescentes y a los jóvenes a
potenciar conductas saludables y a tener una mayor satisfacción con la vida.
Las
dimensiones emocional y social del autoconcepto se han estudiado respecto a la
ansiedad (Beltrán Martínez, 2014; Limonero,
Sábado, y Fernández-Castro, 2006). También se ha comprobado la relación
positiva del autoconcepto con el apoyo social. Ante un mayor apoyo social
percibido se incrementa el autoconcepto (Torres,
Pompa, Meza, Ancer y González, 2010). Sin embargo una de las dimensiones
del autoconcepto, que más relevancia ha ido adquiriendo, es el autoconcepto
físico (ACF). Este factor hace referencia a la percepción que tiene la persona
de su aspecto físico y de su condición física y se le considera fundamental en
la formación de los estilos de vida. En la actualidad, el ACF es parte de
cualquiera de los modelos teóricos del autoconcepto, siendo el modelo
tetradimensional el que ha alcanzado la máxima aceptación, contemplando las
dimensiones de habilidad física, condición física, atractivo físico y fuerza
(González Fernández, 2011)
Numerosos trabajos han estudiado el
ACF en función de innumerables factores (Molero, Zagalaz y Cachón, 2013): la
calidad de vida (Huebner, 2004), el rendimiento académico en poblaciones con
necesidades especiales y sin ellas (Gómez-Vela, Verdugo y González-Gil, 2007),
los estilos de vida (Rodríguez, Goñi y Ruiz de Azúa, 2006), la práctica de la
actividad física y las relaciones positivas entre práctica física y autoconcepto
físico (Dieppa, Machargo, Lujan y Guillen, 2008; García, Marín y Bohórquez,
2012; Alvariñas y González, 2004; Candel, Olmedilla y Blas, 2008), el género y
la edad (Guillen y Ramírez, 2011; Fuentes, García, Gracia y Lila, 2011; Infante
Goñi y Villarroel, 2011). Un autoconcepto físico alto significa que las
personas se perciben físicamente agradables, que se cuidan físicamente y que
pueden practicar algún deporte adecuadamente y con éxito. Lo contrario se
podría decir de un autoconcepto físico bajo.
La literatura informa, también, que
el autoconcepto físico correlaciona positivamente con la percepción de salud,
con el autocontrol, con la percepción de bienestar, con el rendimiento
deportivo, con la motivación de logro y con la integración social y escolar
(Herrero, 1994; Gracia, Herrero y Musitu, 1995; Ayora, 1997). Asimismo, el
autoconcepto físico correlaciona negativamente con el desajuste escolar, la
ansiedad y, en menor grado, con la presencia de problemas con los iguales
(Cava, 1998). A pesar de que éste, es un factor psicológico de los más
referenciados desde cualquier paradigma de la psicología (Arruza, González,
Palacios, Arribas y Cechini, 2012), sin embargo son aún escasas las
investigaciones que lo relacionen con la ansiedad y menos aún con la ansiedad
ante la muerte. No hemos encontrado
ningún estudio que haya relacionado el ACF, en concreto, con ansiedad ante la muerte.
La ansiedad, se define como una respuesta emocional, o
patrón de respuestas, que engloba aspectos cognitivos displacenteros, de
tensión y aprensión; aspectos fisiológicos, caracterizados por un alto grado de
activación del sistema nervioso autónomo y aspectos motores que suelen implicar
comportamientos poco ajustados y escasamente adaptativos. La respuesta de
ansiedad puede ser elicitada tanto por estímulos externos o situacionales como
por estímulos internos al sujeto, tales como pensamientos, ideas y/o imágenes,
que son percibidos por el individuo como peligrosos o amenazantes (Sandín,
1997). Existe un nivel de ansiedad que se considera normal e incluso útil y que
permite mejorar el rendimiento, sin embargo cuando la ansiedad rebasa ciertos
límites, aparece un deterioro de la actividad que lo disminuye (Cano-Vindel,
2011; Cano-Vindel y Miguel-Tobal, 2001).
La prevalencia
internacional de los trastornos de ansiedad en la población general es muy
variable entre los informes epidemiológicos publicados. Los resultados que se
observan en distintos países son muy diversos. Somers, Goldner, Waraich y Hsu,
(2006) reportan datos que oscilan entre el 10,6% y el 16%, tomando como
referencia varios factores relacionados con la heterogeneidad entre los tipos
de ansiedad, incluidos los criterios de diagnóstico, instrumentos de
diagnóstico, tamaño de la muestra, los países estudiados, y la tasa de
respuesta para explicar esta variabilidad .
No obstante, estos desórdenes emocionales son los
trastornos mentales con mayor prevalencia en la población y son muy frecuentes
en las consultas de Atención Primaria (AP) (Cano-Vindel, 2011). En España, con
entrevista diagnóstica clínica, el 18,5% de los pacientes de AP presenta algún
trastorno de ansiedad y el 13,4% un trastorno depresivo; mientras que si se
utiliza una prueba de cribado basada en el método de autoinforme, estas cifras
alcanzan el 25,6% y el 35,8%,respectivamente(Cano-Vindel, Salguero, Wood,
Dongil y Latorre, 2012). Tanto
en poblaciones mexicanas como españolas, se informa que la prevalencia en
mujeres es mayor que en los hombres, (Candel, Olmedilla y Blas, 2008; Haro et
al. y Grupo ESEMeD-España, 2006; Virgen, Lara, Morales y Villaseñor, 2011).
La mayoría de las personas desarrollan estos trastornos en la infancia o en
los inicios de la edad adulta, aunque pueden verse afectadas en cualquier
momento de la vida. Por lo tanto, cabe pensar que si se llevara a cabo una
intervención temprana con técnicas eficaces, entre las que se encuentra la
práctica de ejercicio físico, se reduciría enormemente el problema de las
consecuencias negativas sobre la calidad de vida (Cano-Vindel, 2011).
Un
factor inductor de ansiedad que comienza a hacerse presente en la adolescencia
en la vida cotidiana de los jóvenes, es la muerte. La ansiedad ante la muerte
se puede definir como la reacción emocional producida por la percepción de
señales de peligro o amenaza (reales o imaginadas) a la propia existencia,
tanto propia como ajena (Limonero, 1997).
Autores como López- Castedo, Sueiro y
López-García (2004), apuntan que los jóvenes, a
diferencia de los adultos, ven con mayor ansiedad todo lo relacionado con la
muerte. De hecho el miedo a la muerte es considerado uno de los miedos más
comunes entre los jóvenes (Bhatti, Khalid, Zakaria y Afridi, 2011; Burkhardt,
Loxton, Kagee y Ollendick, 2012; Caballo et
al., 2006; Valiente, Sandin, Chorot y Tabar, 2003). La ansiedad ante la muerte de forma
específica, junto con los factores de riesgo relacionados con la ansiedad en
general, se ha relacionado con la ideación suicida e intentos de suicidio cada
vez más frecuente en la adolescencia y juventud, constituyendo esto una
verdadera preocupación en el campo de la salud pública (Au, Lau, y Lee, 2009).
La literatura informa que las personas con bajo autoconcepto y más
concretamente con autoestima baja tienen tendencia hacia un comportamiento de
miedo, duda y defensa (Beltrán
Martínez, 2014). Numerosos estudios demuestran, también, que un bajo
autoconcepto está relacionado con la aparición de diversos trastornos
psicosociales: depresión (Dave y Rashad, 2009), estrés (Madge et al., 2011), síntomas psicopatológicos
(Garaigordobil, Pérez, y Mozaz, 2008).
En
general, se puede considerar que la ansiedad es uno de los factores que más
contribuyen a la percepción negativa de la calidad de vida, y que la imagen de
sí mismo y la autoestima son aspectos fundamentales de la percepción de
bienestar psicológico de las personas (Candel, Olmedilla, y Blas, 2008). La
ansiedad parece afectar de modo directo a la salud mental en determinadas
etapas de la vida, como la adolescencia (Axelsson y Ejlertsson, 2002; Bagley y
Mallick, 2001), y unos niveles altos de ansiedad parecen predecir problemas
emocionales que acompañan a ciertas patologías y donde se asocian a menudo con
otros rasgos patógenos, sugiriendo un patrón conocido como “afectividad negativa”
(Candel, Olmedilla, y Blas, 2008; Sánchez, Aparicio y Dresch, 2006). El
desarrollo de la autoestima se relaciona directamente con la aceptación
personal, tanto interna como en sus aspectos de bienestar físico, y la
competencia percibida (Fox, 2000).
Otro factor relacionado con la
ansiedad y el Autoconcepto Físico es la obesidad. La obesidad es producto de la interacción de
una serie de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida; puede
definirse en términos de porcentaje de grasa corporal, índice de masa corporal
(IMC) o teniendo en cuenta los cánones sociales. La obesidad se asocia con
desordenes psicológicos y sociales como baja autoestima y bajo autoconcepto,
sentimiento de inferioridad, nula capacidad de control sobre los impulsos,
depresión, actitudes antisociales o inactividad (Mata et al., 2011; Silva et al.,
2008). Diversos estudios han demostrado que personas con un índice de masa
corporal (IMC) alto u obesas presentan un autoconcepto bajo (Adams y Bukowski,
2008; Cilliers, Senekal,y Kunneke, 2006; Jelalian, Sato, y Hart, 2011;
Wallander et al., 2009). Las personas
que tienen una baja condición física e índices altos en IMC, circunferencia de
cintura y porcentaje de grasa presentan bajas puntuaciones en autoconcepto, en
concreto sobre las autopercepciones físicas (Du Toit, Venter y Potgieter, 2005;
Mitchell, Moore, Bibeau y Rudasill, 2012) y emocionales (Eddy et al, 2013).
Algunos
autores señalan que, a medida que incrementa el IMC aumentan los síntomas de
ansiedad y los síntomas asociados a los trastornos del comportamiento
alimentario (TCA) (Collipal, Silva, Vargas, y Martínez, 2006). Se ha planteado
que los adolescentes con obesidad tienen mayor riesgo de desarrollar trastornos
de la conducta alimentaria (Doyle, Grande, Golschmidt, y Wilfley, 2007;
Goldschmidt, Passi, Sinton, Tanofsky-Kraff y Wilfley, 2008) alteraciones
emocionales como depresión (Reilly et al.,
2003) y ansiedad (Eremis et al,
2004; Scott, 2008) y ser víctimas de burlas por parte de sus iguales (Neumark-Sztainer
et al.,2002). Los adolescentes con
obesidad que desarrollan TCA presentan factores específicos potencialmente más
elevados, como la preocupación excesiva por el peso y la figura, que los
controles normopeso (Tanofsky-Kraff et al.,2006).
En el estudio de Díaz Castillo (2013), encuentran que las mujeres con TCA, frente a mujeres que no los padecen,
presentaron significativamente mayor Miedo a la Muerte, así mismo, también
presentaron mayor evitación hacia la misma y finalmente, también presentaron
mayor Aceptación de Escape ante la muerte, es decir, ven la muerte como un
alivio de la carga de esta vida, piensan que la muerte pondría fin a todos sus
problemas y consideran que la muerte proporciona un escape de este mundo de
sufrimiento, es aquí donde se manifiesta la ideación suicida. A pesar que las
mujeres con TCA tienen miedo a la muerte y por lo tanto la evitan, también la
pueden llegar a desear.
Los síntomas de ansiedad en jóvenes
con obesidad están relacionados con una disminución de la actividad física y un
aumento de la ingesta como respuesta al estrés. Se ha sugerido que la
preocupación por el peso y la figura, la baja autoestima y la ansiedad pueden
perpetuar la obesidad y actuar como barrera para lograr perder peso (Calderón,
Forns y Varea, 2009; Tapia, 2006).
Puesto que la bibliografía
consultada señala que los aspectos que
relacionan el Autoconcepto Físico con ansiedad, obesidad y muerte están
escasamente o nulamente estudiados, planteamos una investigación con el
siguiente propósito, conocer y relacionar los resultados de las distintas
dimensiones que integran el autoconcepto físico, diferentes tipos de ansiedad y
el IMC en los estudiantes de enfermería y educación física de la UNACAR
(México)”.
OBJETIVOS
Los objetivos de este
estudio son:
·
Determinar
y comparar el autoconcepto físico y los niveles de ansiedad entre los
estudiantes de educación física con los de enfermería de la UNACAR.
·
Determinar
y comparar el autoconcepto físico y los niveles de ansiedad de los estudiantes
de la UNACAR en función del ciclo educativo que estudian.
·
Determinar
y comparar el autoconcepto físico y los niveles de ansiedad de los estudiantes
de educación física en función del género.
·
Relacionar
los factores el autoconcepto físico, la ansiedad y el Índice de Masa Corporal
entre sí en los estudiantes de educación física y enfermería de la UNACAR.
MATERIAL Y MÉTODO
Participantes
La selección de la muestra fue determinada por los
siguientes criterios: a.- edad cumplida superior a 17 e inferior a 25 años. b.-
ser originarios, al igual que sus padres y que sus abuelos, de alguno de los
estados mexicanos que conforman la península del Yucatán: Campeche, Quintana
Roo, Yucatán o Chiapas, y que tienen fuerte arraigo en la cultura maya.
Al ser dispar el número de estudiantes matriculados en
las Licenciaturas de Educación Física y Enfermería de la UNACAR, y con objeto
de que los grupos a comparar fueran homogéneos en cuanto a número de participantes,
se decidió: 1.- que la muestra de Educación Física estuviera compuesta por la
totalidad de los 130 alumnos que cursaban esta especialidad y que cumplían las
condiciones de edad y origen; 2.- que la muestra de Enfermería estuviera
compuesta por solo el 57 % de los 235 alumnos matriculados en estos estudios
con las mismas condiciones. Los participantes de enfermería fueron
seleccionados por conglomerados, y elegidos al azar en cada uno de los cuatro
ciclos que se cursaban durante ese semestre (Tabla 1)
Tabla 1. Constitución de la muestra
distribuida por género, estudios y ciclo que realizan
Estudios |
Ciclo 2 |
Ciclo 4 |
Ciclo 6 |
Ciclo 8 |
Total |
% |
||||
|
♂ |
♀ |
♂ |
♀ |
♂ |
♀ |
♂ |
♀ |
|
|
Ed. Física |
21 |
14 |
15 |
18 |
16 |
15 |
15 |
16 |
130 |
100% |
Enfermería |
4 |
33 |
5 |
28 |
7 |
25 |
8 |
24 |
134 |
57% |
Total (♂-♀) |
25 |
47 |
20 |
46 |
23 |
40 |
23 |
40 |
264 |
72,3% |
Total Ciclo |
72 |
66 |
63 |
63 |
264 |
|
El 65,5 % de la muestra eran mujeres y el 34,5 %
varones, siendo estos valores proporcionales al número de alumnos matriculados
en cada uno de los estudios. El número de varones y mujeres en Educación Física
es prácticamente semejante: el 51,5 % de varones y 48,5 % de mujeres, en cambio
en Enfermería el porcentaje de mujeres es del 82,1 % y el de varones el 17,9 %.
Procedimiento
Tanto la Institución universitaria, como cada uno de
los participantes aceptaron previamente mediante un consentimiento informado su
participación en la investigación. La recogida de datos se efectuó en distintos
días, pero siempre en la misma sala, a la misma hora y coordinados por los
mismos investigadores, quienes facilitaron las instrucciones de cumplimentación
del cuestionario y a continuación los participantes respondieron de forma
anónima y voluntaria.
Instrumentos
Se realizó una encuesta individual y semiestructurada
elaborada mediante un cuestionario “ad hoc” (Anexo 1), conformado
por preguntas sociodemográficas, personales, de formación y práctica de
actividad física que comprendía los siguientes datos: el sexo, la edad, los
estudios en que estaban matriculados, semestre que cursaban en la actualidad,
tiempo diario dedicado a la práctica regular de actividad física, así como el
lugar de nacimiento de ellos, de sus padres y de sus abuelos. De igual forma,
se midieron y pesaron a todos ellos para obtener el Índice de Masa Corporal
(IMC).
El autoconcepto físico se evaluó a través del Cuestionario
(CAF) de Goñi, Ruiz de Azúa y Rodríguez, (2006). Está compuesto por 36
ítems que conforman 6 subescalas o dimensiones; cuatro subescalas principales:
Habilidad Física (H), Condición Física (C), Atractivo Físico (A) y Fuerza (F),
a la que añaden otras dos subescalas: Autoconcepto Físico General (AFG) y
Autoconcepto General (AG) que hasta ese momento venían siendo entendidos como
la media de las puntuaciones obtenidas en las cuatro primeras. El cuestionario
está construido a través de una escala Likert de 5 respuestas: falso = 0, casi
siempre falso = 1, a veces verdadero/falso = 2, casi siempre verdadero = 3,
verdadero = 4.
La ansiedad se evaluó mediante el Cuestionario
de Ansiedad Estado-Rasgo (STAI) de Spielberger, Gorsuch y Lushene
(1982), que a pesar de su antigüedad es el cuestionario más aceptado y uno de
los más utilizados para medir la ansiedad (Muñiz y Fernández-Hermida (2010);
Guillén y Buela (2011). Se compone de dos subescalas que miden dos conceptos
independientes de la ansiedad: estado y rasgo. Cada una de ellas está
constituida por una escala tipo Likert con cuatro opciones. La subescala rasgo
con respuestas: casi nunca = 0; a veces = 1; a menudo = 2 y casi siempre = 3.
La subescala estado: nada = 0; algo = 1; bastante = 2 y mucho = 3.
La Escala de Ansiedad
ante Procesos Terminales de Templer (1970), ha sido adaptada en 2010 por Rivera y
Montero para México, está compuesta por 15 ítems con respuestas en una escala
Likert de 1 a 4, siendo por tanto el valor 15 el mínimo y el 60 el máximo.
Análisis de datos
Para analizar la
consistencia interna de los instrumentos se utilizó el coeficiente alfa de
Cronbach. Se realizó un análisis descriptivo de todas las variables utilizadas
en el estudio.
Para determinar la
existencia o no de diferencias significativas entre variables, y al no
contemplar la mayoría de éstas una distribución normal, se utilizó la prueba de
rangos con signo de Wilcoxon. Ante la disparidad de número de varones respecto
al de mujeres en el alumnado de enfermería, se optó por establecer
comparaciones por sexo, respecto a las distintas variables solo en la del
alumnado de educación física.
Las relaciones
existentes entre variables se obtuvieron mediante el coeficiente de correlación
bivariado de Spearman.
Se utilizó el programa
SPSS en su versión 20.0 para el análisis de datos
RESULTADOS
Todos los instrumentos
utilizados fueron sometidos a un análisis de la fiabilidad, mediante el alfa de
Cronbach. La fiabilidad del CAF es de 0,935; la del STAI para la AR 0,856 y
para la AE 0,871; para la Escala de Templer es de 0,888.
En
cuanto al IMC de los participantes se muestra en la tabla 2. En función de los
estudios que cursan, se aprecia que existen diferencias estadísticas significativas.
Señalar que dichas diferencias se deben al hecho de los valores extremos del
IMC, ninguno de los estudiantes de Educación Física es obeso.
Tabla 2. Frecuencias
absolutas y relativas del IMC de la población en función del género y estudios que
realizan según la clasificación de la OMS
CLASIFICACIÓN |
IMC |
ENFERMERÍA |
EDUCACIÓN FÍSICA |
||||||
♂ |
♀ |
♂ |
♀ |
||||||
N=24 |
% |
N=110 |
% |
N=67 |
% |
N=63 |
% |
||
Bajo Peso |
<18,50 |
- |
|
2 |
1,8 |
4 |
6 |
2 |
3,2 |
Normopeso |
18,50 – 24,99 |
18 |
75 |
64 |
58,2 |
49 |
73,1 |
57 |
90,5 |
Sobrepeso |
25 – 29,99 |
5 |
20,8 |
26 |
23,6 |
14 |
20,9 |
4 |
6,3 |
Obesidad |
≥30 |
1 |
4,2 |
18 |
16,4 |
- |
|
- |
|
Asimismo existen
diferencias estadísticas significativas (p = 0,000) respecto a la
actividad física diaria que realizan los participantes en función de la
titulación que cursan. Los estudiantes de educación física dedican una media de
175,2 ± 45,6 minutos de actividad física diaria a diferencia de los alumnos de enfermería
que dedican una media de 46,8 ± 38,4 minutos, correspondientes al ejercicio que
realizan como parte de su formación académica.
Autoconcepto físico y ansiedad. Educación
Física vs Enfermería
Al comparar el autoconcepto físico y la ansiedad entre estudiantes de ambas
titulaciones se encuentran diferencias estadísticas significativas en todas las
dimensiones del CAF (p = 0,000) a excepción del Autoconcepto General (p =
0,083) en el que no existen diferencias entre los estudiantes de educación
física y los de enfermería.
Al contrastar estas dos
poblaciones en las distintas dimensiones de ansiedad encontramos diferencias estadísticas
significativas en la AE (p=0,000), presentando los estudiantes de enfermería
mayores puntuaciones absolutas. No existen diferencias estadísticas ni en la
AR, ni en la ansiedad ante los procesos terminales (ver tabla 3).
Tabla 3. Valoración
del autoconcepto físico y ansiedad en
sus distintas dimensiones en función de los estudios que realizan. Comparación
por estudios
|
|
Total N=264 |
Rango |
Enfer. N=134 |
Rango |
E. F. N=130 |
Rango |
Z |
p |
Sig |
Hab. Física |
Med |
16,05 |
0 24 |
13,72 |
0 24 |
18,45 |
6 24 |
-6,96 |
0,000 |
*** |
SD |
5,54 |
5,10 |
4,94 |
|||||||
Cond. Física |
Med |
14,37 |
0 24 |
12,22 |
0 24 |
16,58 |
4 24 |
-6,22 |
0,000 |
*** |
SD |
5,72 |
5,55 |
5,02 |
|||||||
Fuerza |
Med |
13,58 |
0 24 |
11,97 |
0 24 |
15,24 |
5 24 |
-5,39 |
0,000 |
*** |
SD |
4,88 |
5,34 |
3,71 |
|||||||
Atractivo Físico |
Med |
16,16 |
0 24 |
14,17 |
0 24 |
18.20 |
8 24 |
-5,57 |
0.000 |
*** |
SD |
5,67 |
5,97 |
4,54 |
|||||||
Autoc. Fís.Gen. |
Med |
16,61 |
0 24 |
15,02 |
0 24 |
18,24 |
10 24 |
-4,27 |
0.000 |
*** |
SD |
5,52 |
6,09 |
4,32 |
|||||||
Autoc. General |
Med |
16,37 |
5 24 |
15,91 |
5 24 |
16,84 |
6 24 |
-1,73 |
0,083 |
n/s |
SD |
4,64 |
4,75 |
4,50 |
|||||||
Ansiedad Estado |
Med |
19,02 |
1 46 |
20,57 |
3 46 |
17,43 |
1 35 |
-2,60 |
0,009 |
** |
SD |
8,86 |
9,35 |
8,05 |
|||||||
Ansiedad Rasgo |
Med |
21,36 |
3 49 |
21,25 |
3 49 |
21,47 |
6 44 |
-0,28 |
0,777 |
n/s |
SD |
9,25 |
9,47 |
9,07 |
|||||||
Ansiedad Proc Ter. |
Med |
27,89 |
15 57 |
27,59 |
15 53 |
28,20 |
15 57 |
-0,08 |
0,934 |
n/s |
SD |
9,47 |
8,58 |
10,34 |
(n/s) p> 0,05; (*)
0,05 >p> 0,01 (**) 0,01>p>0,001 (***) 0,001 >p
Autoconcepto físico y ansiedad.
Ciclos superiores vs Ciclos inferiores
Tabla 4. Valoración
del autoconcepto físico y ansiedad en función del ciclo que cursan. Comparación
de los ciclos superiores con los inferiores
Factor |
|
Total N=264 |
Ciclos 2-4 N=138 |
Rango |
Ciclos 6-8 N=126 |
Rango |
Z |
P |
Sig. |
Hab. Física |
Med |
16,05 |
14,70 |
0 24 |
17,52 |
6 24 |
-3,868 |
0,000 |
*** |
SD |
5,54 |
5,60 |
5,10 |
||||||
Cond. Física |
Med |
14,37 |
13,25 |
0 24 |
15,60 |
4 24 |
-3,111 |
0,002 |
** |
SD |
5,72 |
5,63 |
5,59 |
||||||
Fuerza |
Med |
13,58 |
12,93 |
0 24 |
14,29 |
3 23 |
-2,002 |
0,045 |
* |
SD |
4,88 |
5,12 |
4,51 |
||||||
AtractivoFísico |
Med |
16,16 |
15,78 |
0 24 |
16,56 |
3 24 |
-1,097 |
0,273 |
n/s |
SD |
5,67 |
5,62 |
5,72 |
||||||
Autoc. Fís.Gen. |
Med |
16,61 |
15,77 |
0 24 |
17,52 |
3 24 |
-2,561 |
0,010 |
** |
SD |
5,52 |
5,62 |
5,29 |
||||||
Autoc. General |
Med |
16,37 |
16,18 |
5 24 |
16,57 |
6 24 |
-0,608 |
0,543 |
n/s |
SD |
4,64 |
4,64 |
4,66 |
||||||
Ansiedad Estado |
Med |
19,02 |
20,33 |
1 46 |
17,60 |
1 40 |
-2,690 |
0,007 |
** |
SD |
8,86 |
8,77 |
8,77 |
||||||
AnsiedadRasgo |
Med |
21,36 |
22,28 |
6 49 |
20,35 |
3 44 |
-1,834 |
0,067 |
n/s |
SD |
9,25 |
9,60 |
8,79 |
||||||
Ansiedad Proc. Ter. |
Med |
27,89 |
30,25 |
15 57 |
25,30 |
15 47 |
-3,502 |
0,000 |
*** |
SD |
9,47 |
10,69 |
7,11 |
(n/s) p> 0,05;
(*) 0,05 >p> 0,01 (**)
0,01>p>0,001 (***) 0,001
>p
Al estudiar los
resultados obtenidos en cada una de las dimensiones del CAF en función del
ciclo que realizan, y habiendo agrupado
en una categoría a los participantes de los ciclos más bajos (2-4) y en
otra a los que cursaban los ciclos más altos (6-8), obtenemos en todos los
casos valores absolutos mayores en los
alumnos que cursan los ciclos superiores (6-8). Si bien no se hayan diferencias
estadísticas significativas en dos dimensiones: Autoconcepto General y
Atractivo Físico. Con respecto a la ansiedad, encontramos diferencias
estadísticas significativas en la AE y la AT. Si bien en todas, incluida la AR,
los valores absolutos son superiores en el alumnado novel respecto al veterano.
Es decir, más AE, AR y ansiedad ante los procesos terminales en los cursos
inferiores (ver tabla 4).
Autoconcepto físico y ansiedad.
Comparación por género en estudiantes de Educación Física
Se aprecia que los
varones presentan mayores valores absolutos en todas las dimensiones del CAF.
Hallándose diferencias estadísticas significativas en solo tres de ellas, en la
percepción que tienen sobre su fuerza y condición física y en el autoconcepto
general (ver tabla 5).
.
En cuanto a la ansiedad,
son las mujeres las que presentan mayores niveles de ansiedad. Tal y como se
aprecia en la tabla 5 existen diferencias estadísticas significativas en la AE,
y cierta tendencia a la significación en la AR (p=0,051). No hallándose
diferencias estadísticas en la AT (ansiedad ante los procesos terminales).
Tabla 5. Valoración
del autoconcepto físico y ansiedad. Comparación por género en los estudiantes
de Educación Física
Factor |
|
Total N=130 |
♂ N=67 |
♀ N=63 |
Z |
P |
Sig. |
Hab. Física |
Med |
18,45 |
18,66 |
18,22 |
-0,63 |
0,532 |
n/s |
SD |
4,94 |
4,98 |
4,92 |
||||
Cond. Física |
Med |
16,58 |
18,28 |
14,76 |
-3,14 |
0,002 |
** |
SD |
5,02 |
3,99 |
5,39 |
||||
Fuerza |
Med |
15,24 |
16,15 |
14,27 |
-2,88 |
0,004 |
** |
SD |
3,71 |
3,40 |
3,79 |
||||
AtractivoFísico |
Med |
18,20 |
18,91 |
17,44 |
-1,40 |
0,162 |
n/s |
SD |
4,54 |
3,78 |
5,15 |
||||
Autoc. Fís.Gen. |
Med |
18,24 |
19,07 |
17,35 |
-0,25 |
0,802 |
n/s |
SD |
4,32 |
4,23 |
4,28 |
||||
Autoc. General |
Med |
16,84 |
16,67 |
17,02 |
-2,36 |
0,018 |
* |
SD |
4,50 |
4,70 |
4,30 |
||||
Ansiedad Estado |
Med |
17,43 |
14,88 |
20,14 |
-3,69 |
0’000 |
*** |
SD |
8,05 |
8,17 |
7,02 |
||||
Ansiedad Rasgo |
Med |
21,47 |
19,67 |
23,38 |
-1,95 |
0,051 |
n/s |
SD |
9,07 |
9,76 |
7,89 |
||||
Ansiedad Proc.Ter. |
Med |
28,20 |
28,03 |
28,38 |
-0,57 |
0,568 |
n/s |
SD |
10,34 |
11,01 |
9,66 |
(n/s) p> 0,05; (*)
0,05 >p> 0,01 (**) 0,01>p>0,001 (***) 0,001 >p
Autoconcepto Físico,
Ansiedad e Índice de Masa Corporal en estudiantes de la UNACAR
Tabla 6. Matriz de
correlación entre los distintos factores de Ansiedad, Autoconcepto Físico y el
IMC
|
IMC |
Templ |
Estado |
Rasgo |
Habil |
C. Fis |
Fuerz |
Atrac |
A G |
AFG |
IMC |
1 |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Templer |
-0,076 0,220 |
1 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Estado |
0,086 0,166 |
0,230 0,000 |
1 |
|
|
|
|
|
|
|
Rasgo |
0,042 0,494 |
0,445 0.000 |
0,585 0,000 |
1 |
|
|
|
|
|
|
Habilidad |
-0,406 0,000 |
-0,212 0,001 |
-0,248 0,000 |
-0,255 0,000 |
1 |
|
|
|
|
|
C. Física |
-0,409 0,000 |
-0,169 0,006 |
-0,238 0,000 |
-0,195 0,001 |
0,694 0,000 |
1 |
|
|
|
|
Fuerza |
-0,312 0,000 |
-0,031 0,616 |
-0,095 0,125 |
-0,146 0,017 |
0,655 0,000 |
0,679 0,000 |
1 |
|
|
|
Atractivo |
-0,429 0,000 |
-0,027 0,657 |
-0,385 0,000 |
-0,435 0,000 |
0,443 0,000 |
0,465 0,000 |
0,520 0,000 |
1 |
|
|
A.G. |
-0,240 0,000 |
-0,286 0,000 |
-0,414 0,000 |
-0,606 0,000 |
0,455 0,000 |
0,392 0,000 |
0,276 0,000 |
0,544 0,000 |
1 |
|
A.F.G. |
-0,406 0,000 |
-0,178 0,004 |
-0,482 0,000 |
-0,497 0,000 |
0,526 0,000 |
0,576 0,000 |
0,494 0,000 |
0,842 0,000 |
0,592 0,000 |
1 |
(n/s) p> 0,05; (*)
0,05 >p> 0,01 (**) 0,01>p>0,001 (***) 0,001 >p
En la tabla 6 observamos la correlación existente entre el IMC, las
dimensiones del Autoconcepto Físico y los tres distintos tipos de Ansiedad
estudiados.
Indicar que no existe correlación entre el IMC y la AE, AR, AT. Sin embargo
hay que señalar que se aprecia como el IMC correlaciona negativamente con todas
las dimensiones del CAF, a mayor IMC peor resultado en todas las dimensiones.
DISCUSIÓN
Autoconcepto físico y ansiedad. Educación
Física vs Enfermería
En relación al primer objetivo, los
datos de nuestra investigación reflejan valores significativamente superiores
de los estudiantes de Educación Física con respecto a los de Enfermería en
prácticamente todas las dimensiones específicas, siendo el Autoconcepto General
prácticamente insensible a esta comparación. Nuestros resultados respecto al
Autoconcepto General, están en la línea de los encontrado por Contreras,
Fernández, García, Palou, y Ponseti, (2010), los de Goñi, Ruiz de Azúa, y
Rodríguez, (2004) y los de Moreno y
Cervelló, (2005).
Nuestros resultados también muestran que los
estudiantes de enfermería presentan niveles de ansiedad estado superiores a los
de educación física siendo la ansiedad rasgo y la referente a procesos terminales
inferiores en los alumnos de enfermería aunque no existen diferencias
significativas. Sugerimos que la ansiedad estado puede estar relacionada con el
tipo de estudios o contenidos de los que se trata en enfermería, así como la
responsabilidad que conlleva la práctica durante su formación. Numerosos estudios han
puesto de manifiesto cómo los alumnos de ciencias de la salud, entre ellos los
de enfermería, durante su formación están sometidos a muchos más factores
estresantes y más potentes que los de otras carreras (Benbunan, Cruz-Quintana, Roa, Villaverde
y Benbunan, 2007).
Por otra parte, que no haya diferencias en ansiedad
ante los procesos terminales estaría indicando que no hay una especial
preocupación por la muerte en las poblaciones estudiadas, aceptan que a pesar que
la muerte es inevitable, universal e irreversible,
no
obstante, la ven como algo lejano y que no les atañe. La literatura informa
que a pesar de que los más jóvenes son los que vivencian todo lo relacionado con
la muerte con mayor ansiedad la ansiedad ante la muerte tiende a disminuir con
la edad (López Castedo et al.,2004; Schmidt
Rio-Valle, 2007).
Autoconcepto
físico y ansiedad. Ciclos superiores Vs Ciclos inferiores
En relación con el segundo objetivo,
nuestro trabajo refleja que con el aumento de la edad hay una mejora que
fluctúa desde significativa a altamente significativa en la percepción que
tienen los estudiantes en las dimensiones de Fuerza, Condición Física y
Autoconcepto físico general y Habilidad; no encontrando nuevamente diferencias
ni en el Atractivo Físico ni en el autoconcepto General. Goñi, Ruiz de Azúa, y
Rodríguez, 2004 estudian la tendencia de estas dimensiones no encontrando
diferencias en edades preadolescentes ni tampoco tendencias evolutivas que
respondan a ningún patrón determinado. Moreno, Cervelló y Moreno (2008) al
comparar grupos de sujetos de 18 a 20 años con los de 20 a 23 no encontraron
diferencias entre sí, aunque si con grupos de menor edad. Los resultados de
Soriano, Navas y Holgado (2011) coinciden con los encontrados en varias
investigaciones precedentes (Esnaola, 2008; Moreno et al., 2008; Novo y Silva, 2003) donde se obtiene un descenso
estadísticamente significativo en las puntuaciones de autoconcepto físico,
condición física, fuerza y atractivo físico, conforme aumenta la edad. Los
datos de la literatura plantean que habría que incidir en estudios que
profundicen teniendo en cuenta otros factores diferentes a la edad.
Tomando
en cuenta lo anterior, nuestros resultados sugieren que la formación puede ser
una variable moduladora del autoconcepto físico y la ansiedad. Respecto al CAF
en los ciclos inferiores es más baja y mejora a medida que se va avanzando en
los cursos formativos, en todas las variables. Se puede plantear, desde esta
perspectiva, que a mayor formación aumenta de forma significativa la habilidad
física, la condición física, la fuerza y el autoconcepto físico general. Se ha
planteado que el desarrollo de programas experienciales contribuye a aumentar
la conciencia de las actitudes personales y el incremento de la competencia
percibida (Schmidt- Rio Valle et al,
2012).
Respecto
a la ansiedad, la literatura informa que la formación permite enfrentarse mejor a los procesos
terminales, es una variable que regula la propia ansiedad estado y mejora
considerablemente el afrontamiento ante la muerte de los futuros profesionales
de ciencias de la salud. Según la bibliografía consultada, una mejor formación permite
a los profesionales sanitarios un mayor afrontamiento ante tareas y situaciones
clínicas estresantes y un incremento de la calidad asistencial en los procesos
de fin de vida, de modo que expresan sentirse más preparados y capaces de
trabajar con pacientes en procesos de fin de vida (Benbunan et al., 2007;Marti-Garcia et al.,2014; Schmid-Rio Valle et al, 2012)
Autoconcepto físico y
ansiedad. Comparación por género en estudiantes de Educación Física
En
relación con el tercer objetivo, hemos podido comprobar las diferencias muy
significativas en las dimensiones de Condición Física y Fuerza a favor de los
varones y significativas en el Autoconcepto General a favor de las
mujeres. Los varones valoran mejor su
habilidad física, condición física, fuerza, atractivo físico y autoconcepto
físico general que las mujeres, si bien el autoconcepto general de los varones
es menor que el de las mujeres. Los trabajos consultados coinciden en estas dos
dimensiones con nuestros resultados, si bien en Habilidades, Atractivo Físico y
Autoconcepto Físico General los resultados de los varones sí que presentan
valores significativamente superiores al de mujeres y en nuestro caso no son
significativas (Crocker, Eklund y Kowalski, 2000; Moreno et al., 2008). Se ha planteado que el autoconcepto juega una posición
determinante en el complejo proceso del desarrollo psicosocial de los
individuos, donde se enmarca la relevancia del mismo para llegar a comprender
la forma en que los sujetos regulan sus propias conductas en diferentes
contextos como lo son: familiar, social, académico, físico, emocional. Los
estudios en autoconcepto muestran que en el mismo intervienen variables
diferentes que la condición física, existiendo estudios que muestran el peso de
la dimensión emocional a favor de las mujeres en la formación del autoconcepto general (González y Landero,
2008; Fariña, Arce, Novo, Seijo, Vásquez, 2005).
Los datos encontrados en la
población de estudiantes de Educación Física sobre la percepción del dominio de
las habilidades, tal y como adelantábamos, no son coincidentes con los
encontrados por Moreno, Cervelló, Vera y Ruiz Pérez (2007), donde las mujeres
obtienen peor autoconcepto que los varones y que los valores de esta dimensión
son sensiblemente superiores al resto de las relacionadas con la práctica de la
actividad física (Contreras et al., 2010).
Como podemos observar, en nuestra población no existen diferencias
significativas y los valores absolutos en esta dimensión son prácticamente
semejantes.
Distintos trabajos nos dicen que los
hombres se sienten más a gusto con su cuerpo que las mujeres y generalmente se
consideran con buena presencia física (Dieppa et al., 2008; Ruiz de Azúa, Rodríguez y Goñi, 2005). Este hecho
puede explicarse, tal y como recoge Dieppa et
al (2008), porque los nuevos cánones de belleza están cada vez más
acentuados tanto en varones como en mujeres y porque las mujeres son mucho más
críticas y exigentes con sus cuerpos que los hombres.
Respecto a la ansiedad estado, las
mujeres presentan niveles superiores significativos a los varones y también se
observa una tendencia a la significación en la ansiedad rasgo. Uno de los atributos más comunes del
autoconcepto y la autoestima en nuestra
sociedad occidental, es la valoración de la apariencia física, teniendo un
impacto fundamental en la autovaloración de la gran mayoría de las personas. Se sabe que durante los
años de la adolescencia y juventud sobre todo, existe una gran presión social
hacia el atractivo físico (Gervilla, 2002; McCabe y Ricciardelli, 2004). Diferentes
estudios han señalado la mayor preocupación que muestran las mujeres por su
cuerpo y su imagen, siendo más críticas que los hombres y manifestando mayores
niveles de ansiedad asociados a esta presión social por el cuerpo. La literatura
informa del peso que tienen, sobre el cuerpo femenino, los modelos de exigencia
social basados en los estereotipos del
cuerpo perfecto (Raich, 2004), y la exigencia en proyectar socialmente una
imagen de "belleza y delgadez"
(Pastor y Bonilla, 2000). Las mujeres parecen mostrar de
manera significativa mayor preocupación que los hombres por su cuerpo (Maganto y Cruz, 2000; Sampedro, Tornero, Carnero y Sierra,
2012). Lawrie,
Sullivan, Davies, y Hill, (2006),
inciden en que los medios
publicitarios tienen mucha responsabilidad en que las mujeres comiencen más
prontamente a preocuparse por su cuerpo.
No se encuentran diferencias entre
hombres y mujeres respecto a la ansiedad ante los procesos terminales. Nuestros
datos sugieren, por una parte, que los alumnos y alumnas de Educación física no
contemplan la muerte como un tema de preocupación, y por otra es evidente que
estas temáticas no forman parte de su formación.
Autoconcepto Físico,
Ansiedad e Índice de Masa Corporal en
estudiantes de la UNACAR
Respecto al último de los objetivos
planteados, en nuestro trabajo no hemos encontrado asociación alguna entre el
IMC y los distintos tipos de ansiedad estudiados aunque en la actualidad se han
realizado trabajos en donde se concluyen relaciones positivas entre ambas (Jorm
et al., 2003; Tapia, 2006). Estos
resultados hay que tomarlos con cautela puesto que, en nuestra población de
estudio, no existe una proporcionalidad entre el número de participantes
obesos/sobrepeso y normopeso. La bibliografía señala que a mayor IMC mayor
asociación de problemas psicológicos y de ansiedad (Collipal et al.,2006).
En nuestros resultados se aprecia un
efecto directo entre el IMC y las dimensiones del CAF. Existe una correlación
negativa, a mayor IMC menor puntuación en las distintas dimensiones del CAF. Estos datos, a pesar de que no
estamos ante una muestra clínica ni con altos niveles de sobrepeso, están en sintonía
con lo que muestra la bibliografía respecto a que un mayor IMC se relaciona con
un peor autoconcepto
(Adams y Bukowski, 2008; Jelalian et al.,
2011; Wallander et al., 2009) y
mayor riesgo de presentar síntomas de ansiedad y/o alteraciones emocionales (Eremis
et al., 2004; Scott et
al.,2008).
CONCLUSIONES
Los datos de nuestra investigación
reflejan valores significativamente superiores de los estudiantes de Educación
Física con respecto a los de Enfermería en prácticamente todas las dimensiones
específicas, a excepción del Autoconcepto General.
Nuestros resultados también muestran que los
estudiantes de enfermería presentan niveles de ansiedad estado superiores a los
de educación física pudiendo estar asociada con el tipo de estudios o
contenidos de los que se trata en enfermería, así como con la responsabilidad
que conlleva la práctica durante su formación. La formación y no la edad, para ambas muestras, puede
ser una variable moduladora del autoconcepto físico y la ansiedad.
En los estudiantes de educación
física, las mujeres presentan mayor autoconcepto
general que los varones y niveles superiores de ansiedad estado. En estos estudiantes no se encuentran diferencias entre hombres y mujeres
respecto a la ansiedad ante los procesos terminales. Nuestros datos sugieren,
por una parte, que los alumnos y alumnas de Educación física no contemplan la
muerte como un tema de preocupación, y por otra es evidente que estas temáticas
no forman parte de su formación. No hemos encontrado asociación alguna entre el IMC y
los distintos tipos de ansiedad estudiados aunque se aprecia un efecto directo
entre el IMC y las dimensiones del CAF, a mayor IMC menor puntuación en las
distintas dimensiones del CAF.
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Referencias
totales / Total references: 93 (100 %)
Referencias
propias de la revista / Journal's own references: 1 (1,08 %)
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Anexo 1
“Cuestionario Ad Hoc”
Primera letra
nombre MADRE |
Primera letra
nombre PADRE |
Tercera letra de tu nombre |
Última letra de tu nombre |
|
|
|
|
Edad en
años cumplidos |
Sexo |
Estudios |
Ciclo |
GRUPO |
|
|
|
|
|
Señala el
tiempo medio diario dedicado a actividad física, incluyendo el de las clases
de Educación Física una vez descontado los tiempos de descanso durante las
mismas. En caso de
que tus desplazamientos los realices de forma rápida y por un periodo igual o
superior a 15 minutos debes incluirlo. |
|||||||||
0,5 h |
1 h |
1,5 hs |
2 hs |
2,5 hs |
3 hs |
3,5 hs |
4 hs |
4,5 hs |
5 ó más (Especifica tiempo) |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Estado
donde naciste TU |
Estado donde nació tu PADRE |
Estado donde nació tu MADRE |
|
|
|
Estado donde nació tu ABUELO MATERNO |
Estado donde nació tu
ABUELA MATERNA |
Estado donde nació tu ABUELO PATERNO |
Estado donde nació tu
ABUELA PATERNA |
|
|
|
|
Introduce la talla y el peso que te anotaron en la
copia de tu carta de aceptación |
|
TALLA |
PESO |
|
|
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