Terraza-Rebollo,
M.; Baiget, E.; Corbi, F. y Planas Anzano, A. (2017). Efectos del
entrenamiento de fuerza en la velocidad de golpeo en tenistas jóvenes / Effects
of Strength Training on Hitting Speed in Young Tennis Players. Revista
Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol 17
(66) pp. 349-366. Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista66/artevaluacion804.htm
DOI:
https://doi.org/10.15366/rimcafd2017.66.009
ORIGINAL
EFECTOS DEL ENTRENAMIENTO DE
FUERZA EN LA VELOCIDAD DE GOLPEO EN TENISTAS JÓVENES
EFFECTS OF STRENGTH
TRAINING ON HITTING SPEED IN YOUNG TENNIS PLAYERS
Terraza-Rebollo, M.1; Baiget, E.2;
Corbi, F.3 y Planas Anzano, A.4
1 Preparador físico escuela de
competición tenis, C.N. Lleida. Lleida (España) manuelterrazarebollo@gmail.com
2 Profesor Titular. Sport Performance Analysis Research Group (SPARG), Universidad de Vic, (España)
ernest.baiget@uvic.cat
3 Profesor Titular. Departamento de Salud y
Gestión. Institut Nacional d’Educació Física de Catalunya, Centro de Lleida.
Universidad de Lleida. Lleida (España) fcorbi@inefc.es
4 Profesor Titular. Departamento de Salud y
Gestión. Institut Nacional d’Educació Física de Catalunya, Centro de Lleida.
Universidad de Lleida. Lleida (España) tplanas@inefc.es
Código UNESCO / UNESCO code: 5899 Educación
Física y Deportes / Physical Education and Sport
Clasificación Consejo de Europa / European Council Clasification: 17.
Rendimiento Deportivo/Sports Performance
Recibido 30 de mayo de
2014 Received May 30, 2014
Aceptado 15 de
septiembre de 2015 Accepted September 15, 2015
RESUMEN
La velocidad de golpeo es uno de
los factores fundamentales para el rendimiento en tenis competitivo. El
objetivo del estudio fue determinar el efecto de dos métodos de entrenamiento
de fuerza sobre la velocidad de golpeo en tenis.
20 jugadores de nivel
regional (promedio ± SD: edad 15.5 ± 0.9 años; peso 61.4 ± 7.6
Kg; talla 170.3 ± 9.4 cm) fueron asignados aleatoriamente en tres grupos. Durante
8 semanas a 3 días·sem-1, un grupo realizó un entrenamiento adicional
con sobrecargas (SC), un segundo grupo entrenamiento adicional mediante
lanzamientos con balón medicinal y banda elástica (L) y un tercer grupo (C,
control) únicamente realizó el entrenamiento técnico-táctico. Todos los grupos
mejoraron los niveles de fuerza, excepto el grupo control. El grupo SC obtuvo
mayores incrementos en la velocidad de servicio. El grupo L mejoró la velocidad
de lanzamiento de balón medicinal aunque no hubo transferencia en la velocidad
de golpeo.
PALABRAS
CLAVE: entrenamiento fuerza,
tenis, velocidad de golpeo.
ABSTRACT
Nowadays,
hitting speed is an important component of tennis performance. The purpose of
this study was to determine the effect of two different strength training
methods on hitting speed. 20 tennis
players were (mean ± SD: age 15.5 ± 0.9 years; weight 61.4 ± 7.6 kg; height
170.3 ± 9.4 cm) randomly divided into 3 groups. During 8 weeks with a frequency
of 3 days per week, the first group (SC) performed one additional training with
overloads, the second group (L) completed an additional training with medicine
ball and elastic band; and the third group (C, control), only completed the
technical-tactical training. Each group increased their strength, except the
control group. SC group had the best improvement in serve speed. L group
increased the strength levels although there was no transfer from the improved
strength to the hitting speed.
KEY
WORDS: tennis, hitting speed, strength training, resistance
training.
INTRODUCCIÓN
El tenis competitivo requiere
de una buena condición física, un gran nivel de habilidades motrices y un
componente táctico y estratégico muy elevado, siendo un deporte de rendimiento
multifactorial (Fernández et al., 2006, Unierzyski, 2006; Baiget, 2008; Fernández
et al., 2012; Fernández et al., 2013). Durante los últimos años, los
requerimientos en este deporte han cambiado notablemente: las distancias
cubiertas en los desplazamientos, los elevados niveles de fuerza producida y los cambios en la mecánica
de los golpeos han convertido al tenis en un deporte sumamente exigente, desde
un punto de vista condicional (Kovacs, 2010). Todo ello sugiere, que se ha
producido una importante evolución desde un deporte en el que las habilidades
puramente técnico-tácticas eran las máximas responsables del rendimiento, hasta
un nuevo contexto en el que las capacidades físicas adquieren un gran
protagonismo (Fernández et al., 2012). Estos
cambios han influido en las demandas físicas y fisiológicas de los partidos de
tenis, provocando un mayor énfasis en la potencia y velocidad de juego (Sarabia
et al., 2010). Paralelamente a este hecho, existe una mayor preocupación en
intentar mejorar estas capacidades mediante el entrenamiento. Aunque en algunos
casos, los medios y métodos utilizados han presentado poco rigor científico, debido
a que éstos se han basado mayoritariamente en la intuición y experiencia de los
entrenadores y no en la aplicación del método científico (Fernández et al.,
2006).
Por
otro lado, el desarrollo de la fuerza juega un papel importante en el
entrenamiento del tenis y tiene como principales objetivos la optimización de
los golpes y de los desplazamientos así como la prevención de lesiones (Kovacs,
2006; Ortiz, 2004). Actualmente, la velocidad de golpeo es un factor
determinante para el rendimiento en el tenis moderno (Signorile et al.,
2005; Baiget, 2011). Con el fin de incrementarla, los entrenamientos de fuerza
deberán ir encaminados a mantener y/o mejorar los valores óptimos de fuerza
útil o aplicada (Baiget, 2011), mejorando la potencia que se manifiesta en el
gesto competitivo (Badillo y Serna, 2002). Para ello, es de vital importancia
utilizar métodos de entrenamiento que se adecuen a las necesidades específicas
de cada deporte y disponer de herramientas de control que nos permitan
monitorizar su evolución (Van den Tillaar y Ettema, 2004).
Diversos
estudios han demostrado que el entrenamiento de la fuerza explosiva a través
del entrenamiento del CEA (ciclo estiramiento-acortamiento) permite mejorar la
velocidad de golpeo en deportes como el tenis (Treiber et al., 1998; Fernández et al.,
2013; Genevois et
al., 2013) o el béisbol (Escamilla et al., 2012). En este sentido,
diversos autores recomiendan realizar lanzamientos rotacionales de balón
medicinal para estimular la velocidad de golpeo en tenis (Roetert y
Ellenbecker, 2008; Roetert et al., 2009; Earp y Kraemer, 2010; Baiget, 2011) o la
utilización de sobrecargas (Kraemer et al., 2000; Kraemer et al.,
2003). Los objetivos del presente estudio son observar la efectividad del
entrenamiento mediante balón medicinal y sobrecargas sobre la velocidad de
golpeo de servicio, derecha y revés y analizar las relaciones existentes entre
la velocidad máxima de lanzamiento de balón medicinal y la velocidad de golpeo
en jugadores de tenis cadetes y juveniles.
MATERIAL y MÉTODO
Participantes
20
tenistas de competición (15 chicos y 5 chicas), de categoría cadete y junior
participaron en este estudio (promedio ± SD: edad 15,5 ± 0,9 años; peso 61,4 ±
7,6 Kg; talla 170,3 ± 9,4 cm). Las características generales de los sujetos se
muestran en la Tabla 1. Ninguno de los sujetos participantes experimentó modificaciones
significativas en sus características antropométricas durante la realización
del estudio. Los criterios de inclusión en
este estudio fueron: Poseer una experiencia previa en el entrenamiento
en tenis superior a 4 años, no practicar ningún otro deporte de competición, no
haber participado en ningún entrenamiento específico de la fuerza y durante los
últimos seis meses no haber padecido ninguna lesión. Todos
los sujetos participaron de manera voluntaria en el estudio y fueron
previamente informados de los objetivos, métodos y riesgos derivados de su
participación. Ninguno de los sujetos participantes en este estudio recibió
recompensa económica o en especie por su participación. Todos los
participantes, o sus tutores legales en el caso de ser menores de edad,
firmaron un documento de consentimiento informado. Este estudio se diseñó
teniendo en cuenta los principios de la Declaración de Helsinki de 1975,
revisada en el 2008 y su protocolo fue aprobado por el comité de ética local.
Tabla 1:
Características generales de los grupos (promedio ± DE). SC: grupo
experimental trabajo con sobrecargas;
L: grupo experimental trabajo de lanzamientos de balón medicinal y goma
elástica; CON: grupo control. *No hubo
diferencias significativas (p < 0.05) en las comparaciones de altura, masa y
edad entre los grupos control y experimentales.
|
n |
Edad (años) |
Peso (Kg) |
Talla (cm) |
SC |
7 |
14,9 ± 0,7 |
62,5 ± 10,1 |
170,8 ± 13,3 |
L |
7 |
16,0 ± 0,8 |
58,4 ± 3,8 |
167,5 ± 5,9 |
CON |
6 |
15,4 ± 0,9 |
63,6 ± 7,9 |
173,1 ± 7,8 |
Instrumentación
Para
la realización de las valoraciones se utilizó un radar (Stalker Pro, EUA) que
fue calibrado siguiendo las indicaciones del fabricante, antes del registro de
cada uno de los sujetos participantes en el estudio. Este instrumento fue
validado previamente por Sedano et al. (2009) y utiliza un sistema de
microondas de banda Ka, con 20 miliwatts de potencia y con dos bocinas
polarizadas destinadas a la transmisión y recepción conjunta de las señales.
Este tipo de banda opera a una frecuencia de 34,7 GHz, lo que le hace menos
vulnerable a la presencia de ruidos electromagnéticos. Para evitar el error
provocado por el efecto coseno, el radar fue colocado en la misma línea de
desplazamiento de la pelota y fueron eliminados aquellos golpeos que no
cumpliesen este criterio. Sólo fueron consideradas las velocidades de golpeo
máximas, utilizando el criterio
propuesto por Fernández et al.
(2013). Este mismo instrumento ha sido utilizado en tenis para valorar la
velocidad de servicio (Blackwell & Knudson, 2002; Girard et al., 2005) y de
los golpeos de derecha y de revés (Signoreli et al., 2005; Corbi, 2008). Para
los test de golpeo, se utilizaron pelotas homologadas por la Federación
Internacional de Tenis (Babolat Gold). Con el fin de garantizar que no
existiese variabilidad en el nivel de presión de las pelotas, en cada una de
las sesiones de valoración se utilizaron pelotas nuevas. Para los test de
lanzamiento, se utilizó una pelota medicinal Salter de 2 kg.
Protocolo
Todos
los sujetos participantes en el estudio fueron asignados de manera aleatoria
estratificada a tres grupos de entrenamiento: grupo experimental 1 (SC), grupo
experimental 2 (L) y grupo control (CON). La inclusión de un grupo control se
justificó ante la necesidad de poder controlar la influencia del entrenamiento
técnico-táctico realizado en la pista de tenis durante la duración del estudio,
y como forma de controlar la aparición de una posible mejora, fruto de la
maduración natural de los sujetos.
No
se constataron diferencias significativas entre grupos una vez organizados.
Durante un periodo de 8 semanas, los tres grupos realizaron el mismo
entrenamiento técnico-táctico. El grupo SC realizó un entrenamiento adicional
con sobrecargas en el gimnasio, el grupo L realizó un entrenamiento adicional
mediante lanzamiento de balón medicinal y entrenamiento con banda elástica y el
grupo CON realizó únicamente el entrenamiento regular de tenis. El
entrenamiento tuvo una duración de 8 semanas, a razón de 3 sesiones por semana.
Los dos grupos experimentales realizaron 2 horas de entrenamiento
técnico-táctico en pista y una hora de preparación física adicional, el grupo CON
únicamente realizó las dos horas de entrenamiento técnico-táctico. Durante las
sesiones adicionales de preparación física de los grupos experimentales se
realizaron los entrenamientos de fuerza orientados a mejorar la velocidad de golpeo.
El entrenamiento consistió en un calentamiento de 15 min donde se incluyó
carrera continua, estiramientos dinámicos y posteriormente, los ejercicios
específicos pertinentes con una duración total de 45 min (Ayala et al., 2012).
Durante la fase de intervención, los jugadores no introdujeron ninguna
modificación técnica en sus golpes, ni cambiaron de raqueta o de tensión de
cordaje. Todos los sujetos asistieron a un mínimo del 80% de las sesiones de
entrenamiento programadas.
La
semana anterior al inicio de la intervención, se convocó a todos los
participantes en el estudio a una sesión informativa en la que todos los
sujetos entregaron el documento de consentimiento informado, se les explicó el
protocolo de estudio y fueron instruidos en la técnica correcta de realización
de cada ejercicio. El grupo SC realizó los ejercicios con un carácter del
esfuerzo entre 6 (12) y 10 (14), dependiendo del ejercicio (González Badillo
& Gorostiaga, 1995; González-Badillo & Ribas, 2003; González Badillo,
2008). La velocidad de ejecución fue máxima (intencionalidad máxima) en los dos
métodos de entrenamiento, ya que la mayor transferencia parece que se produce
cuando la velocidad de ejecución es elevada y ésta permite equiparar los
niveles de potencia desarrollada entre sujetos (González Badillo y Gorostiaga,
2011). En el trabajo de fuerza en
gimnasio, se prescribieron 3 series por ejercicio siguiendo las directrices
propuestas por Rhea et al. (2004). Los protocolos de entrenamiento utilizados
en los diferentes grupos de este estudio pueden ser consultados a continuación
en las tablas 2 y 3.
Tabla 2: Ejercicios utilizados en el método de sobrecargas
(SC) y [carácter del esfuerzo]. Se realizaron
3 series de cada ejercicio con 1 minuto de recuperación entre ejercicios y 3
minutos entre series.
DÍA 1 |
DÍA 2 |
DIA 3 |
Press banca horizontal en barra
[8(12)] |
Dominadas agarre medio y supino
[6(12)] |
Aperturas con mancuerna en
banco inclinado (30º) [8(12)] |
Curl de tronco en el suelo 50 |
Curl de tronco en el suelo 50 |
Curl de tronco en el suelo 50 |
Press de piernas en prensa
inclinada [8(12)] |
½ sentadilla [8(12)] |
Press de piernas en prensa
inclinada [8(12)] |
Derecha/revés barra [6(12)] |
Arrancada mancuerna [6(12)] |
Tirar barra [6(12)] |
Extensión tronco banco 20 kg |
Extensión tronco en banco 20 kg |
Extensión tronco en banco 20 kg |
Rotación externa del hombro con
mancuerna tumbado [10(14)] |
Rotación externa del hombro con
mancuerna tumbado [10(14)] |
Rotación externa del hombro con
mancuerna tumbado [10(14)] |
Remo a la cintura con mancuerna
a una mano [8(12)] |
Pull-over con mancuerna [8(12)] |
Remo a la cintura con mancuerna
a una mano [8(12)] |
Rotación interna en polea alta
de pie [10(14)] |
Rotación interna en polea alta
de pie [10(14)] |
Rotación interna en polea alta
de pie [10(14)] |
Tirar barra [6(12)] |
Derecha/revés barra [6(12)] |
Arrancada mancuerna [6(12)] |
Tabla 3: Ejercicios utilizados en el método de lanzamientos
con pelota medicinal y tubo eslástico (LT). Se realizaron 3 series de 6
repeticiones por cada ejercicio. Peso del balón medicinal: 2 kg.
PELOTA MEDICINAL |
TUBO ELÁSTICO |
Lanzamiento lateral de derecha
y de revés |
Rotación de tronco a dos manos |
Lanzamiento de pecho |
Jalón de tronco cruzado a 1
mano |
Lanzamiento frontal por encima
de la cabeza a dos manos y frontal |
|
Lanzamiento por encima de la
cabeza a dos manos posterior |
|
Lanzamiento frontal por encima
de la cabeza a 1 mano |
|
Lanzamiento contra el suelo a
ambos lados |
|
Imagen 1: A: Posición inicial lanzamiento lateral (derecha-revés).
B: Posición final lanzamiento lateral (derecha-revés). C: Posición inicial
lanzamiento de pecho. D: Posición final lanzamiento de pecho.
Imagen 2: A: Posición inicial lanzamiento por encima de la cabeza
a dos manos. B: Posición final lanzamiento por encima de la cabeza a dos manos.
C: Posición inicial lanzamiento de espaldas por encima de la cabeza a dos
manos. D: Posición final lanzamiento de espaldas por encima de la cabeza a dos
manos.
Imagen 3: A: Posición inicial lanzamiento por encima de la cabeza
a una mano. B: Posición final lanzamiento por encima de la cabeza a una mano.
C: Posición inicial lanzamiento contra el suelo a dos manos. D: Posición final
lanzamiento contra el suelo a dos manos.
Imagen 4: A: Posición inicial de rotación de tronco con tubo. B:
Posición final de rotación de tronco con tubo. C: Posición inicial jalón
cruzado a una mano. D: Posición final de jalón cruzado a una mano.
Para
la valoración de la velocidad de golpeo y lanzamiento se realizaron tres
mediciones: pre-test (dos días antes de la intervención), inter-test (a las 4
semanas de intervención) y post-test (cinco días después de la intervención).
El
test consistió en la valoración de la velocidad
de golpeo de 12 servicios planos por sujeto (6 por cada hemisferio de la pista),
12 golpes de revés y 12 derechas (6 paralelas y 6 cruzadas) y 3 lanzamientos de
balón medicinal de 2 Kg por encima de la cabeza a dos manos y 3 lanzamientos a
una mano. En todo momento se animó a los participantes a realizar los golpeos y
los lanzamientos a la máxima intensidad posible. Sólo fueron considerados como válidos,
los golpes que fueron dirigidos dentro del terreno de juego y en la trayectoria
designada. Entre golpeos, se recuperó 20 segundos y entre test 3 minutos.
Durante las sesiones de entrenamiento no se realizó ningún tipo de esfuerzo
máximal 48 horas previas a la realización de los test. No se ingirieron
alimentos ricos en carbohidratos 2 horas antes de la realización de los test.
Análisis estadístico
Se
ha presentado la media y la desviación estándar como estadísticos descriptivos.
Para determinar las diferencias entre grupos de peso, talla y edad se ha
aplicado ANOVA de un factor (ONEWAY) después de comprobar el ajuste a la
normalidad de las variables mediante la prueba de Shapiro-Wilk.
Con
el objetivo de comparar los diferentes tipos de entrenamiento, se ha realizado
un análisis de la variancia de medidas repetidas de tres grupos (inter-sujeto:
entrenamiento sobrecargas -SC-, entrenamiento lanzamiento y goma elástica -L-,
control -CON-) por tres momentos (intra-sujeto: pre-test, inter-test y
post-test). Cuando el ANOVA ha determinado la existencia de diferencias
significativas, se han calculado los contrastes el post hoc con el
método de Bonferroni. El nivel de significación se ha establecido en p <
.05. El programa utilizado para el análisis estadístico ha sido SPSS Statistics
versión 20.
RESULTADOS
No
se detectaron diferencias significativas en la edad cronológica (F2,17
= 2,935; p = ,08), peso (F2,17 = 0,837 ; p = ,45) y talla (F2,17
= 0,569 ; p = ,577) entre los grupos (Tabla 1). Los estadísticos descriptivos
relacionados con la velocidad de golpeo, pueden ser consultados en la Tabla 4.
No se constataron diferencias significativas durante el pre-test entre los tres
grupos analizados en la velocidad de golpeo del servicio (F2,17 = 0,110; p =
,897), velocidad del golpeo de derecha (F2,17 = 0,639; p = ,540), velocidad del
golpeo de revés (F2,17 = 2,340; p = ,1278) y velocidad del lanzamiento de balón
medicinal a dos manos (F2,17 = 1,297; p = ,299) y velocidad de golpeo a una
mano (F2,17 = 0,412; p = ,669).
Se
observan correlaciones estadísticamente significativas entre las velocidades en
la mayoría de las variables estudiadas, excepto entre el lanzamiento del balón
medicinal a dos manos y los golpeos de derecha y de revés, aunque las correlaciones
entre el lanzamiento del balón medicinal a una mano y los golpeos de derecha y
revés no fueron tan altas como las del resto (Tabla 5).
Tabla
4: Velocidad de
golpeo (promedio ± DE) obtenidos
en los tres test (T1, T2 y T3). CON: Control; SC: Grupo entrenamiento
con sobrecargas; L: Grupo entrenamiento de lanzamientos con balón medicinal y
banda elástica.
|
|
PRE-TEST (T1) |
INTER-TEST (T2) |
POST-TEST (T3) |
||||||||
|
CON (n=6) |
SC (n=7) |
L (n=7) |
CON (n=6) |
SC (n=7) |
L (n=7) |
CON (n=6) |
SC (n=7) |
L (n=7) |
|||
SERVICIO (Km/h) |
150,3± 14,6 |
146,57± 14,39 |
149,43± 15,38 |
147,50± 16,87 |
147,7± 18,63 |
150,8± 16,89 |
148,67± 15,48 |
152,57± 17,16 |
151,57± 16,62 |
|||
DERECHA (Km/h) |
135,67± 11,74 |
140,43± 11,73 |
143,14± 15,32 |
137,83± 8,09 |
139,8± 12,39 |
140,2± 17,99 |
139,17± 5,95 |
142,86± 12,48 |
136,86± 11,42 |
|||
REVÉS (Km/h) |
117,33± 7,31 |
124,14± 7,22 |
128,00± 11,36 |
117,33± 4,55 |
124,5± 13,16 |
124,7± 10,58 |
118,17± 2,32 |
126,29± 7,78 |
124,57± 8,18 |
|||
LANZ 2 MANOS (Km/h) |
32,62± 2,88 |
33,00± 4,90 |
29,71± 4,28 |
32,83± 3,06 |
34,00± 5,26 |
32,57± 3,91 |
33,17± 3,31 |
34,43± 3,60 |
32,43± 3,65 |
|||
LANZ 1 MANO (Km/h) |
31,67± 3,67 |
33,00± 5,63 |
30,71± 4,54 |
32,33± 3,93 |
34,57± 4,89 |
31,86± 3,84 |
32,67± 2,86 |
34,14± 5,08 |
33,71± 4,35 |
|||
En
la velocidad de golpeo de servicio, se detectan diferencias estadísticamente
significativas (F (2,17) = 3,028; p = ,04; ES = 0,151; 1-β =
0,548) entre Pretest y Postest (Mdif = 2,16 km/h; p = ,030; IC95%
0,238 a 4,080 km/h) y Intertest y Postest (Mdif = 2,25 km/h; p =
,037; IC95% 0,152 a 4,341 km/h).
También
se detectan en la evolución del grupo SG (ES = 0,534; 1-β = 0,945) entre
el Pretest y Postest (Mdif = 6 km/h; p = ,001; IC95% 2,763 a 9,237
km/h) y entre el Intertest y Postest (Mdif = 4,86 km/h; p = ,010;
IC95% 1,327 a 8,39 km/h).
En
la velocidad de golpeo del derecha, únicamente se detectan diferencias
estadísticamente significativas (ES = 0,239; 1-β = 0,430) en la evolución
del grupo L, entre Pretest y Postest ( Mdif = 6,29 km/h; p = ,035;
IC95% 0,501-12,07 km/h).
En
la velocidad de golpeo de revés no se aprecian diferencias estadísticamente
significativas entre grupos, ni entre momentos ni en la interacción entre
grupos y momentos.
En
la velocidad del lanzamiento de balón medicinal a dos manos, se detectan
diferencias estadísticamente significativas (F (2,17) = 6,448; p =
,01; ES = 0,275; 1-β = 0,877) entre Pretest y Intertest (Mdif =
1,34 km/h; p =,029; IC95% 0,151 a 2,52 km/h) y Pretest y Postest (Mdif
= 1,55 km/h; p = ,006; IC95% 0,505 a 2,59 km/h). En esta variable se rechaza la
Prueba de esfericidad de Mauchly y se utiliza la corrección de
Greenhouse-Geisser.
También
se detectan en la evolución del grupo L (ES = 0,39; 1-β = 0,741) entre el
Pretest y Intertest (Mdif = 2,86 km/h; p = ,008; IC95% 0,85 a 4,86
km/h) y entre el Pretest y Postest (Mdif = 2,71 km/h; p = ,005;
IC95% 0,856 a 4,47 km/h).
En
la velocidad del lanzamiento de balón medicinal a una mano, se detectan diferencias
estadísticamente significativas (F (2,17) = 7,912; p = ,002; ES =
0,318; 1-β = 0,936) entre Pretest y Postest (Mdif = 1,71 km/h;
p = ,001; IC95% 0,79 a 2,64 km/h).
También
se detectan en la evolución del grupo SC (ES = 0,592; 1-β = 0,981) entre
el Pretest y Postest (Mdif = 3,00 km/h; p = ,001; IC95% 1,442 a 4,56
km/h) y entre el Intertest y Postest (Mdif = 1,86 km/h; p = ,004;
IC95% 0,666 a 3,05 km/h).
Tabla 5: Niveles de correlación entre la velocidad de lanzamiento de balón
medicinal por encima de la cabeza a una y dos manos y la velocidad de golpeo en
el servicio, el golpeo de derecha y de revés en las tres mediciones: 1:
Pre-test, 2: Inter-test, 3: Post-test. (* p < .05; ** p < .001).
(n=20) |
Derecha
1 |
Revés
1 |
Lanzamiento Balón
(2 manos) 1 |
Lanzamiento Balón
(1 mano) 1 |
Servicio
1 |
,663** |
,642** |
,600** |
,617** |
Derecha
1 |
|
,667** |
,337 |
,477* |
Revés
1 |
|
|
,405 |
,489* |
Lanzamiento
Balón (2 manos) 1 |
|
|
|
,912** |
|
Derecha
2 |
Revés
2 |
Lanzamiento Balón
(2 manos) 2 |
Lanzamiento Balón
(1 mano) 2 |
Servicio
2 |
,716** |
,571** |
,567** |
,570** |
Derecha
2 |
|
,770** |
,288 |
,358 |
Revés
2 |
|
|
,348 |
,385 |
Lanzamiento Balón
(2 manos) 2 |
|
|
|
,947** |
|
Derecha
3 |
Revés
3 |
Lanzamiento Balón
(2 manos) 3 |
Lanzamiento Balón
(1 mano) 3 |
Servicio
3 |
,765** |
,691** |
,680** |
,736** |
Derecha
3 |
|
,696** |
,469* |
,511* |
Revés
3 |
|
|
,397 |
,524* |
Lanzamiento Balón
(2 manos) 3 |
|
|
|
,911** |
DISCUSIÓN
El presente estudio muestra que la realización de un
programa de entrenamiento de 8 semanas con sobrecargas, balones medicinales y
goma elástica tiene efectos positivos tanto sobre la velocidad de servicio como
la capacidad de lanzamiento de balón medicinal a una y dos manos. Estos
resultados justifican la introducción de programas para la mejora de la fuerza
en jugadores de tenis adolescentes.
Los resultados obtenidos sugieren que la aplicación
de diversas metodologías para el entrenamiento de la fuerza (sobrecargas, balón
medicinal y gomas elásticas) permite mejorar la capacidad de lanzar cargas bajas
(2 kg) en todos los grupos estudiados, con excepción del grupo control. Las
magnitudes de los cambios provocados deberán ser consideradas en función del tamaño
de la muestra (Tejero-González et al., 2012). En nuestro estudio, la magnitud
de los cambios provocados puede considerarse como elevada (Cohen, 1988), hecho
que justifica la introducción de este tipo de metodologías de entrenamiento
como forma de mejorar el rendimiento.
Diversos autores han constatado que la aplicación de
programas de fuerza puede resultar especialmente interesante cuando éstos son
aplicados en grupos de población infantil y adolescente, en especial cuando hay
implicados procesos de adaptación neural relacionados con la capacidad de
activación, sincronización y reclutamiento de unidades motoras (Behringer et al.,
2011).
La inexistencia de mejoras en los niveles de fuerza
registrados en los tests de balón medicinal en el grupo control, tanto a una
como a dos manos, sugiere que ni el entrenamiento técnico-táctico realizado en
pista, ni la maduración natural del deportista en esta franja de edad, fruto de
un proceso madurativo normal, son elementos que hayan podido influir en el
incremento de los niveles de fuerza en los tests valorados. Diversos autores
han constatado un incremento considerable en la capacidad de generar fuerza fruto
del aumento de la estatura, la edad, la masa corporal y la maduración biológica
(Brent et al., 2013; Beuen & Thomis, 2000; Malina & Bouchard, 1991;
Malina, 1994), siendo estas modificaciones distintas en función del sexo del
deportista (Brent et al., 2013). En el caso de nuestro estudio, estas
diferencias no han sido constatadas, lo que garantiza que las posibles
diferencias de rendimiento observadas son fruto del protocolo de intervención
planteado y no de una modificación en los niveles basales de fuerza. Este hecho
podría deberse, al menos en parte, a que los tests seleccionados valoran
fundamentalmente la capacidad de generar niveles medios y bajos de fuerza en
relación a intervalos de tiempo pequeños,
y este tipo de manifestación de la fuerza parece estar menos influenciada por
los factores biológicos (Behm et al., 2008; Christou et al., 2006; Faigenbaum
et al., 2002, 2005).
En relación a los patrones específicos de
movimiento, la velocidad del servicio fue el patrón motor específico que más
mejoró, siendo el grupo de sobrecargas en el que mayores mejoras se experimentaron.
Estos resultados son similares a los observados por otros autores quienes en
tenis y beisbol observaron mejoras asociadas a un entrenamiento de estas
características (Fernández et al.,
2013; Genevois et al., 2013;
Escamilla et al., 2012). Fernández
et al.
(2013) en un estudio realizado a 30 tenistas varones de categoría junior
encontraron que con un entrenamiento de 6 semanas realizando ejercicios de la
musculatura del núcleo corporal (CORE), gomas elásticas y ejercicios con balón
medicinal, la velocidad de servicio mejoró significativamente (4.9%). Genevois et al. (2013) en un estudio realizado a 44 tenistas varones
adultos observaron que con un entrenamiento de 6 semanas de lanzamientos de
balón medicinal mejoró significativamente la velocidad de golpeo de derecha
(11%). Por otra parte, Escamilla et al. (2012), en un estudio realizado a 68
jugadores jóvenes (entre 14 y 17 años) de béisbol, el grupo que realizaba
ejercicios de lanzamientos con balón medicinal y ejercicios con bandas
elásticas mejoraron significativamente (2.1%) la velocidad de lanzamiento de
pelota.
En relación al tipo de ejercicios seleccionados para
el desarrollo de la fuerza, se eligieron ejercicios de lanzamiento de balón
medicinal comparables mecánicamente con los golpeos de tenis (Roetert et al.,
2009; Earp y Kraemer, 2010), la utilización de balones medicinales es una
metodología que permite activar la cadena específica del movimiento en tenis
(Baiget, 2011), generando cierto nivel de transferencia al modificarse el peso
del balón medicinal (Van den Tillar y Marques, 2013). No obstante, en nuestro
caso, la mejora en la velocidad de lanzamiento de balón medicinal no fue
acompañada con una mejora de la velocidad en el golpeo de derecha.
Probablemente, la mejora en los test de lanzamiento fue debido a la
especificidad del entrenamiento aplicado y a las adaptaciones neurales
conseguidas fruto de dicho entrenamiento. Por otro lado, debemos asumir un
posible efecto de aprendizaje coordinativo asociado a la propia ejercitación de
los ejercicios utilizados en los tests durante los entrenamientos.
Respecto a la temporalización de las mejoras
observadas, éstas se produjeron tanto a corto (4 semanas) como a medio plazo (8
semanas), lo que justifica el acierto en la duración del protocolo
seleccionado. Aunque diversos autores han constatado que las mayores ganancias
de fuerza en deportistas jóvenes se producen a partir de las 8 semanas de
entrenamiento y hasta las 20 semanas (Westcott, 1992, Faigenbaum, 1993),
algunos autores (Fernández-Fernández et al., 2013; Treiber et al., 1998)) han
observado en el tenis, mejoras entre las 4 y las 6 semanas después de iniciarse
un entrenamiento de fuerza. Este hecho podría deberse a que a partir de las 4
semanas de aplicación de un entrenamiento de fuerza explosiva, ya se constatan
mejoras en los primeros 50 ms de la curva fuerza-tiempo, fruto de una mayor
activación electromiográfica de la musculatura implicada en el movimiento
(Tillin & Folland, 2014). De hecho, a partir de la primera y segunda semana
de entrenamiento ya se pueden observar mejoras en el umbral de activación y en
la frecuencia de activación muscular y en el potencial motor evocado (Griffin
& Cafarelli, 2003; Patten et al., 2001; Keen et al., 1994). Todo ello
sugiere que en las primeras semanas de entrenamiento, las mejoras observadas se
producen a expensas de adaptaciones de tipo cortical, espinal y neural (Griffin
& Cafarelli, 2005).
En relación a las correlaciones analizadas, se
constata la existencia de correlaciones aceptables (0,70-0,79) (Barrow &
McGee, 1971), entre el golpeo de derecha y el servicio, entre el golpeo de
derecha y el golpeo de revés y entre el servicio y el lanzamiento a una mano
(p<.001). El resto de movimientos analizados, presentaron niveles de
correlación cuestionables. Este hecho, podría deberse a diversas razones. En
primer lugar, a la existencia de similitudes en la organización espacio-temporal de las
cadenas cinéticas implicadas en los distintos patrones de movimiento analizados.
La correcta aplicación de los diferentes impulsos parciales generados por cada
articulación en un tiempo y en un espacio adecuados, garantiza la optimización
de la velocidad, tanto de golpeo como de lanzamiento (Hochmuth, 1984; Corbi,
2008). Además, se ha constatado la existencia de cierto grado de transferencia
entre distintas habilidades motoras con características similares (Zatsiorsky,
1995). En segundo lugar, el nivel de los deportistas analizados en este estudio
facilita la existencia de transferencias entre distintos tipos de golpeos. Los
deportistas de nivel bajo y medio parecen ser mucho más sensibles a cualquier
tipo de entrenamiento y a su posible transferencia entre movimientos distintos
(Issurin, 2008, 2013). Pese a todo, la necesidad de que existan unos altos
niveles de especificidad dentro de las adaptaciones de fuerza evita,
posiblemente, que se alcancen coeficientes mayores (Cale-Benzoor et al., 2014;
Langford et al., 2007).
CONCLUSIONES
La realización de un programa de entrenamiento de 8
semanas con sobrecargas, balones medicinales y goma elástica mejoró
significativamente tanto la velocidad de servicio como la capacidad de
lanzamiento de balón medicinal (2 Kg) a una y dos manos. Estos resultados
justifican la introducción de programas para la mejora de la fuerza en jugadores
de tenis adolescentes, ya que éste no solo parece mejorar sus niveles de fuerza
general sino también específica. Futuros estudios son necesarios para conocer
con mayor profundidad el tipo de metodología y temporalización que mejor
permita optimizar el rendimiento en los golpeos de tenis.
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vol. 17 - número 66 - ISSN: 1577-0354