DOI: https://doi.org/10.15366/rimcafd2017.66.006
ORIGINAL
INCIDENCIA DE LESIONES DEPORTIVAS EN
JUGADORES Y JUGADORAS DE BALONCESTO AMATEUR
INJURY
INCIDENCE RATE AMONG AMATEUR BASKETBALL PLAYERS
López
González, L.1; Rodríguez Costa, I. y Palacios Cibrián, A.3
1 Grado en Fisioterapia.
Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud. Universidad de Alcalá. España. luislopezgonzalez4@gmail.com
2 Departamento de Enfermería
y Fisioterapia. Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud. Universidad de
Alcalá. España. isabel.rodriguezc@uah.es
3 Departamento de Fisioterapia y Podología. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Europea de Madrid. España. anpaci69@gmail.com
Código
UNESCO / UNESCO Code:
321311 (Fisioterapia)
Clasificación
Consejo de Europa / Council of Europe classification: 14. Fisioterapia y Rehabilitación
/ Physiotherapy and Rehabilitation.
Recibido 16 de junio de 2014 Received
June 16, 2014
Aceptado 11 de marzo de 2015 Accepted March 11, 2015
RESUMEN
El objetivo del
presente estudio es conocer las tasas de incidencia lesional en entrenamiento y
competición, tipos de lesión y tiempo de baja deportiva en jugadores/as de
baloncesto amateur de las categorías
comprendidas entre Benjamín y Senior. Se realizó un seguimiento de las lesiones
sufridas en 25 equipos (289 jugadores/as de entre 8-34 años) adscritos a los
juegos municipales y federados de la Comunidad de Madrid. Se contabilizaron 48
lesiones durante 10.961 Exposiciones de los jugadores/as a la actividad (AEs).
Un 16,61% se lesionó durante este periodo. Las tasas de incidencia fueron
1,77-11,8/1.000 AEs para el sexo femenino y 3,63-9,3/1.000 AEs para el
masculino en práctica y competición respectivamente. El esguince de ligamento
fue el tipo de lesión más común (45,83%) y el esguince de tobillo el
diagnóstico lesional más frecuente para la muestra total (20,83%). El mecanismo
de lesión y tiempo de baja difirió entre sexos.
PALABRAS
CLAVE: deporte,
epidemiología, incidencia, lesiones, baloncesto, jugadores de baloncesto.
ABSTRACT
The purpose of the
present study was to determine the injury rate both in practice and competition,
injury diagnoses and time loss in amateur basketball players within Benjamin
and Senior categories. Injuries suffered in 25 teams (289 basketball players
aged 8-34) were followed up as long as they were affiliated with municipal and
federation competitions in Madrid (Spain). 48 injuries were sustained during
10961 athletes’ exposures (AEs). 16.61% of basketball players got injured during
this time. Injury rate was 1.77-11.8 per 1000 AEs for girls and 3.63-9.3 per 1000
AEs for boys in practice and competition respectively. Ligament sprains became
the most common injury diagnoses (45.83%) and ankle sprain the most common
injury (20.83%). As for mechanisms that resulted in injury and time loss there
were wide differences according to gender.
KEY WORDS: sport, epidemiology,
incidence, injuries, basketball, basketball players.
En la actualidad, el
interés creciente por el hábito deportivo en Estados Unidos (EE.UU) y Europa
especialmente, explica que el baloncesto gane en número de participantes
afianzándose como uno de los deportes “rey”. Inevitablemente unido a este
hecho, también lo hace en número de lesiones (1). Esto ha suscitado un mayor interés
dentro de la comunidad científica en los últimos 10 años (1-4). En EE.UU las
visitas al departamento de emergencias entre los niños de edad escolar y la
población de adultos más jóvenes son las que ocupan el puesto más alto, con un
total de entre 2,6 y 4,3 millones (5,6) de visitas anuales. A estas edades, el
baloncesto es precisamente la actividad deportiva que más comúnmente conduce al
género masculino al hospital y la segunda más frecuente para el género femenino;
tanto por lesiones leves-moderadas (6)
como por lesiones severas (7).
La epidemiología de lesiones
en el baloncesto conforma una entidad ampliamente estudiada en la actualidad. Parte
de los estudios hallados se centra en determinados grupos de la élite abarcando
un solo sexo (8,9). Otros establecen conclusiones a partir de la comparación,
ya sea por sexos (1,10,11) o distintos niveles de competición de la élite (8,9,12).
Los hay que estudian la epidemiología de las lesiones que se producen en el
baloncesto amateur o en deportes
escolares (entre los cuales se incluye el baloncesto) que no forman parte de la
élite. Entre ellos se encuentran grupos de adolescentes (7,13-17), niños (6),
adultos (18) o mezclas de distintos rangos de edad (2,3,19). Otros pocos relacionan
las lesiones deportivas con los hábitos de entrenamiento (16) o las posiciones
de juego adoptadas en el campo (13,15,18).
La tasa de lesión en el
baloncesto amateur ha sido cifrada entre
1,83 y 7,9 para jugadores/as adolescentes por cada 1.000 AEs a la actividad (13).
La mayor parte de los estudios (7-10,12-14,17) señala que la incidencia de
lesión disminuye más del 50% en ambos géneros durante los momentos de práctica,
en comparación con los momentos de competición, tanto para el baloncesto amateur (7,13,14,17) como para el
baloncesto de élite o semiprofesional (8-10,12).
Son limitados los
estudios (2,3,5,19) que analizan muestras que engloben distintos rangos de edad,
asociando los resultados a unas características de población muy específicas. Por
otro lado, apenas se han hallado estudios que analicen la relación entre la
adopción de una posición de juego en concreto y el riesgo de sufrir un
determinado tipo de lesión en jugadores/as de baloncesto amateur, normalmente porque se configuran en un contexto
hospitalario (2,6). Los que sí tienen en cuenta
este factor no llegan a unos resultados concluyentes, principalmente debido a
la heterogeneidad de las muestras, que presentan una edad o nivel de juego diferentes
(13,16).
En este sentido, el
propósito del presente estudio es conocer la tasa de incidencia lesional en
entrenamiento y competición para cada sexo en las distintas categorías; describir
las lesiones y posiciones en el terreno de juego más incidentes y en qué
proporción afectan las lesiones a los distintos sectores corporales, así como
sus consecuencias en términos de “baja deportiva”.
Sujetos
Se llevó a cabo un
estudio descriptivo epidemiológico longitudinal prospectivo entre los meses de
Octubre-Diciembre de 2013. Para la selección accesible de los participantes se
realizó un muestreo consecutivo no probabilístico. Se obtuvo una muestra
formada por 2 clubes de baloncesto amateur,
un total de 25 equipos adscritos a la Federación Madrileña de Baloncesto, todos
ellos jugadores/as a nivel municipal y federado. Únicamente se incluyó en el
estudio a las categorías comprendidas entre Benjamín y Senior, siempre y cuando
cumplieran el requisito anteriormente citado (ver Tabla 1). Todos ellos se
encontraban en la primera fase de temporada y presentaban un calendario de
entrenamiento y competición similar.
Previa inclusión en el
estudio, se contactó con los presidentes de cada club, quienes autorizaron su
puesta en marcha y remitieron al investigador a los entrenadores, a los cuales
se reunió para explicarles las condiciones del estudio y entregarles el consentimiento
informado. Se excluyeron del estudio a aquellos equipos no comprendidos en las
categorías Benjamín-Senior, o con un nivel de competición por encima de los
juegos municipales o federados de la Comunidad Autónoma de Madrid, por disponer
de unos estilos de juego poco representativos del baloncesto amateur. Igualmente, fueron excluidos
aquellos equipos cuyo entrenador o jugadores/as no estuvieran de acuerdo en la
facilitación de los datos al investigador principal en las condiciones expuestas
en los siguientes apartados.
Tabla
1. Edades por categoría (A día 31-12-2013)
Fueron admitidos los
equipos que cumplieron los criterios de inclusión y exclusión y cuyo entrenador
responsable entregó el consentimiento firmado.
La muestra final estuvo
compuesta por: 208 jugadores (72%) de entre 8 y 34 años y 81 jugadoras de entre
8 y 23 años (28%). La edad media (DE) fue de 13,71 (4,72) años para el sexo
masculino y de 13,53 (3,2) años para el femenino. En la Tabla 2 se muestra el
nº de exposiciones a la actividad (AEs), el Tiempo de Exposición (TE) y sus
distribuciones en las categorías; así como su recuento total desde el 1 de
Octubre hasta el 31 de Diciembre de 2013.
Recogida de
datos
La recogida de los
datos se realizó de manera prospectiva. Semanalmente, el investigador principal
del estudio acudió a las instalaciones donde cada equipo desarrollaba su
actividad o contactó con el entrenador/a responsable vía telefónica para llevar
a cabo un registro de las nuevas lesiones sufridas. Para evitar distorsionar
los resultados del estudio, tan sólo fueron incluidas en él aquellas lesiones
ocurridas durante el desarrollo de la actividad, bien durante momentos de
entrenamiento o partido. La lesión ocurrida se tuvo en cuenta siempre y cuando
mantuviera al/a la deportista alejado/a de la actividad durante, al menos, un
día. Si el/la jugador/a lesionado/a no fue previamente diagnosticado/a por un
médico, fisioterapeuta o profesional de la salud, su lesión tampoco se tuvo en
cuenta para el presente estudio.
Previo comienzo del
registro de las lesiones, cada club facilitó al investigador principal los
datos de cada subgrupo que formaba parte de la muestra, incluyéndose entre
ellos: Tiempo semanal de Exposición a la actividad en horas (TE) de
entrenamiento y partido para cada jugador/a, nº de AEs semanales de cada
jugador/a en entrenamiento y partido, horarios de entrenamiento y nº de
jugadores/as de 1º o 2º año para cada categoría.
Variables
de las lesiones ocurridas
En un informe mensual
para cada equipo se agruparon las variables analizadas por estudios
epidemiológicos previamente divulgados y cada
lesión se clasificó atendiendo a:
1.
Sexo,
Edad, Categoría y Club al que pertenece el/la jugador/a lesionado/a.
2.
Sector
corporal que abarca la lesión: Cabeza-Raquis Cervical-Complejo Orofacial (COF),
Miembro Superior, Tronco, Miembro Inferior, Otras.
3.
Zona
de lesión: cabeza, raquis cervical, hombro, codo, muñeca, mano, dedo de la
mano, rodilla, tobillo…
4.
Tipo
de Lesión: esguinces de ligamento, fracturas-luxaciones, contusiones, lesiones
músculo-tendinosas (tendinitis, fascitis, desgarros y roturas fibrilares,
distensiones musculares…), heridas-laceraciones, hernias-raquialgias, otras
lesiones.
5.
Diagnóstico
de Lesión: “Ej: tendinitis de la pata de ganso”.
6.
Etiología
o Mecanismo de Lesión: contacto con otro jugador o caída de un jugador encima,
contacto con el balón o material deportivo, salto-aterrizaje del jugador, caída
del jugador al suelo, lesión en carrera-sprint, cambios abruptos de dirección y
lesiones por estrés o sobrecarga.
7.
Contexto
deportivo: lesión durante práctica o competición.
8.
Posición
de juego: Base, Escolta, Alero, Ala-Pívot, Pívot.
9.
Tiempo
de Baja deportiva: 1-7 días, 8-21 días, >21 días (lesiones severas).
Análisis Estadístico
Para el análisis
estadístico se utilizó el Statistical
Package for the Social Sciences software (SPSS®) (versión 22). Tras
comprobar que las variables seguían una distribución normal se emplearon, como
índices de tendencia central y de dispersión de las variables cuantitativas de
la muestra, la media aritmética y la desviación estándar (DE). Para las
variables categóricas se emplearon las frecuencias absolutas y relativas; tanto
para la descripción muestral como de las lesiones en todas sus dimensiones. La tasa
de incidencia lesional se calculó como el nº de lesiones sufridas por cada 1.000
AEs y 1.000 horas del jugador/a en cada categoría. Además, se obtuvo el Riesgo
Relativo (RR) en la muestra total para cada sexo en práctica y competición. La
precisión de este parámetro se expresó con un Intervalo de Confianza (IC) del
95%.
Datos
Generales de Incidencia lesional
Durante la primera fase
de la temporada se contabilizaron 48 lesiones a lo largo de las 10.961 AEs de
los jugadores y jugadoras a la actividad (7.548 para el sexo masculino y 3413
para el femenino). Esto supuso un total de 13.645,15 horas de dedicación, bien
en práctica o competición y generó una tasa de incidencia de 4,37 lesiones/1.000
AEs para la muestra total. Un 16,61% los jugadores/as se lesionaron en el
periodo de seguimiento.
De todas las lesiones, 27 (56,2%) se
produjeron durante los momentos de práctica de la actividad y 21 (43,7%)
durante los momentos de competición, lo que supuso una tasa de incidencia de
3,03 y 10 para cada 1.000 AEs respectivamente para la muestra total en práctica
y competición. Por otro lado, 9 de las 48 fueron lesiones severas y supusieron
unas tasas de incidencia de 0,56 y 1,9 por cada 1.000 AES en práctica y competición
respectivamente.
Datos de Incidencia lesional por sexo y categoría
En el baloncesto femenino
se contabilizaron 12 lesiones, 7 durante la práctica (58,3%) y 5 durante la
competición (41,7%). Esto se tradujo en valores de incidencia de 1,77 y 11,8
lesiones/1.000 AEs respectivamente para la práctica y competición (ver Tabla
3). En el baloncesto masculino se produjeron 36 lesiones, 22 (61,1%) en
momentos de práctica y 14 (38,9%) en competición lo que supuso unas tasas de
incidencia de 3,63 y 9,3 lesiones/1.000 AEs
Benjamín |
Alevín |
Infantil |
Cadete |
Junior |
Senior |
|||||||||||||
Varón (n=33) |
Mujer (n=4) |
Varón (n=48) |
Mujer (n=22) |
Varón (n=39) |
Mujer (n=21) |
Varón (n=30) |
Mujer (n=16) |
Varón (n=23) |
Mujer (n=9) |
Varón (n=35) |
Mujer (n=9) |
|||||||
Edad, años |
8,27 (0,45) |
8,5 (0,50) |
10,52 (0,50) |
10,73 (0,45) |
12,44 (0,50) |
12,52 (0,50) |
14,4 (0,49) |
14,63 (0,48) |
16,43 (0,50) |
16,33 (0,47) |
22,26 (3,04) |
20,22 (1,69) |
||||||
AEs Totales/ Semana |
3 (0) |
3 (0) |
3 (0) |
3 (0) |
3,72 (0,45) |
4 (0) |
3,6 (0,49) |
4 (0) |
3,57 (0,50) |
4 (0) |
2,71 (0,45) |
4 (0) |
||||||
AEs de Práctica/Semana |
2 (0) |
2 (0) |
2 (0) |
2 (0) |
2,72 (0,45) |
3 (0) |
2,6 (0,49) |
3 (0) |
2,57 (0,50) |
3 (0) |
1,71 (0,45) |
3 (0) |
||||||
AEs de Competición/
Semana |
1 (0) |
1 (0) |
1 (0) |
1 (0) |
1 (0) |
1 (0) |
1 (0) |
1 (0) |
1 (0) |
1 (0) |
1 (0) |
1 (0) |
||||||
AEs Totales a día
31/12/13 |
1.056 |
128 |
1.536 |
704 |
1.651 |
945 |
1.224 |
736 |
951 |
459 |
1.130 |
441 |
||||||
TE/ Semana, horas |
3,36 (0,22) |
3,37 (0,21) |
3,24 (0,21) |
3,39 (0,21) |
4,22 (0,45) |
5,02 (0,5) |
4,37 (0,16) |
5,14 (0,19) |
4,28 (0,25) |
4,5 (0) |
3,69 (1,26) |
6 (0) |
||||||
TE de Práctica/
Semana, horas |
2,36 (0,22) |
2,37 (0,21) |
2,24 (0,21) |
2,39 (0,21) |
2,72 (0,45) |
3,52 (0,5) |
2,87 (0,16) |
3,64 (0,19) |
2,78 (0,25) |
3 (0) |
2,19 (1,26) |
4,5 (0) |
||||||
TE de Competición/
Semana, horas |
1 (0) |
1 (0) |
1 (0) |
1 (0) |
1,5 (0) |
1,5 (0) |
1,5 (0) |
1,5 (0) |
1,5 (0) |
1,5 (0) |
1,5 (0) |
1,5 (0) |
||||||
TE Total a día
31/12/13 |
1.212 |
147,5 |
2.160,5 |
814,5 |
1.787,5 |
1.151 |
1.433 |
938,25 |
1.186 |
435 |
1.718,4 |
661,5 |
||||||
Tabla
2. Características de la muestra y Exposición al
entrenamiento. Media (DE).
LESIONES |
AES de los/las jugadores/as |
Tasa de Lesión/ 1.000 AEs |
TE de los/las jugadores/as (horas) |
Tasa de Lesión/1.000 horas |
RR (95 % IC) |
||||||
|
|||||||||||
|
|||||||||||
Nº Total |
n=48 |
10.961 |
4,37 |
13.645,15 |
3,52 |
|
|||||
Práctica |
n=27 |
8.866 |
3,03 |
10.348,65 |
2,61 |
3,29 (1,86-3,96) |
|||||
Competición |
n=21 |
2.095 |
10 |
3.296,5 |
6,37 |
|
|||||
Baloncesto Femenino |
n=12 |
3.413 |
3,5 |
4.147,75 |
2,89 |
|
|||||
Práctica |
n=5 |
2.821 |
1,77 |
3.337,75 |
1,5 |
6,67 (2,11-21,02) |
|||||
Competición |
n=7 |
592 |
11,8 |
810 |
8,64 |
|
|||||
Baloncesto Masculino |
n=36 |
7.548 |
4,76 |
9.497,4 |
3,79 |
|
|||||
Práctica |
n=22 |
6.045 |
3,63 |
7.010,9 |
3,14 |
2,56 (1,31-5,00) |
|||||
Competición |
n=14 |
1.503 |
9,3 |
2.486,5 |
5,63 |
|
|||||
Tabla
3. Incidencia lesional por sexos.
hablando de práctica y
competición respectivamente. El riesgo de lesión fue significativamente mayor
en competición que en la práctica tanto para jugadoras (RR, 6,67; 95% IC:
2,11-21,02) como para jugadores de baloncesto (RR, 2,56; 95% IC: 1,31-5,00).
Aunque los datos de incidencia lesional fueron superiores para el sexo
masculino, los resultados no fueron estadísticamente significativos al comparar
el RR entre sexos (RR, 0,73; 95% IC: 0,38-1,42).
Se obtuvo una edad
media de lesión en la muestra general y una DE de 15,12 (3,53) años; con pocas
diferencias entre sexos: 14,75 (2,92) para el sexo femenino y 15,25 (3,71) años
para el masculino. Se observó un pico de mayor incidencia a los 16 y a los 22
años y un pico de menor incidencia a los 10 y entre los 18-21 años para ambos
sexos. En la Tabla 4 se exponen las tasas de incidencia/1.000 AEs para las
distintas categorías en práctica y competición.
En relación a las
diferencias por sexo en cuanto a las lesiones severas, es de destacar que en el
sexo femenino éstas sólo tuvieron lugar en momentos de competición y su
incidencia fue de 3,36/1.000 AEs de competición. La edad media en que surgieron
las lesiones mencionadas para este sexo y su desviación estándar fue de 13 (2)
años. Sin embargo, del baloncesto masculino se extraen unas cifras de 0,82 y de
1,33/1.000 AEs de práctica y competición respectivamente; y una edad media de
aparición y DE de 16,57 (3,54).
Características de las lesiones
Muestra total: de las
48 lesiones que se produjeron en la muestra completa; el sector corporal más
afectado fue el miembro inferior con un 56,25%, seguido del miembro superior
(29,17%) y de la cabeza-tronco-COF (14,58%). Las zonas del cuerpo más
comúnmente lesionadas fueron la rodilla (22,92%), el tobillo/pie (22,92%) y los
dedos de la mano (16,67%). A éstas les siguieron la pierna (10,42%), la
cabeza-raquis cervical-COF (8,33%), el antebrazo-muñeca (8,33%), la zona
dorso-lumbar (6,25%) y, finalmente, el hombro (4,17%).
El tipo de lesión más
común fue el esguince de ligamento (45,83%), seguido de contusiones (16,67%) y
fracturas-luxaciones (16,67%), lesiones músculo-tendinosas (12,5%), raquialgias
(4,17%) y heridas-laceraciones (4,17%). En la figura 1 se especifican los tipos
de lesión más comunes diferenciando los momentos de práctica (P) de la
actividad de los momentos de competición (C).
De todos los esguinces
sufridos, el más incidente se produjo sobre el ligamento lateral externo (LLE)
del tobillo (45,45%), que se convirtió en el diagnóstico lesional más frecuente
para la muestra total (20,83%). La incidencia de sufrir este tipo de lesión en
la muestra total fue de 0,56/1.000 AEs de práctica y de 2,39/1.000 AEs de
competición en baloncesto amateur.
Todas las lesiones
generadas en el periodo del estudio supusieron un tiempo de baja deportiva de
115,43 semanas: un 43,75% de las lesiones mantuvieron alejado/a al/a la
jugador/a entre 8-21 días, un 35,41% entre 1-7 días y un 20,83% durante más de
21 días, siendo consideradas severas.
Los mecanismos de
lesión más comunes quedan representados en la Figura 2, diferenciando los
momentos de práctica de los momentos de competición. La caída al suelo del
jugador/a supuso un 22,92% de todas las lesiones (especialmente en
competición), seguida de cerca por el contacto o choque entre jugadores/as
(16,67%) o con el material deportivo (14,58%).
Al relacionar el tipo
de lesión más frecuente, el esguince de ligamento, con los mecanismos de lesión
más recurrentes se observa que un 27,27% de los esguinces fue provocado tras el
salto-aterrizaje del jugador/a, bien sobre el terreno de juego o sobre el pie
de un adversario, comprometiendo al complejo ligamentario del tobillo; el
22,72% de se produjo tras el choque con el material deportivo, concretamente el
balón de baloncesto, y generó afectación sobre los dedos de la mano y el 18,18%
fue provocado en acciones de cambios de dirección, con consecuencias sobre la
articulación de la rodilla.
Por posiciones, los
jugadores/as con mayor predisposición a la lesión fueron el alero y el pívot, ambos
con un 27,08%. Detrás, se situó el escolta, con un 25%. Las últimas posiciones
fueron ocupadas por el ala-pívot y el base (10,41%).
Por sus estilos de
juego, las lesiones más comunes entre los aleros y escoltas fueron el esguince
de ligamento (32%), tanto del LLE del tobillo como de los dedos de las manos, y
la contusión (24%). El mecanismo de lesión que con mayor frecuencia derivó en lesión
deportiva en este tipo de jugadores fue la caída al suelo (32%) y el contacto
con el balón (20%). Aunque entre los ala-pívots y pívots la lesión más
incidente también fue el esguince de ligamento (61,11%), la zona del cuerpo con
mayor afectación fue la rodilla: el 54,54% de todos los esguinces se produjeron
en esta articulación. Los mecanismos lesionales más comunes fueron, en este
caso, el contacto con otro jugador, el cambio de dirección y el salto-aterrizaje
(22,22% en todos ellos).
Por
último, el esguince de ligamento se convirtió en la lesión que más repercusión tuvo
para los bases (60%). Un 66,67% de ellos afectó al complejo ligamentario del
tobillo y se produjo como consecuencia de saltos-aterrizajes.
Diferencias
entre sexos (Figura 3): Para el sexo femenino, la región del cuerpo con un
mayor número de lesiones fue la rodilla (41,67%), un 50% de ellas como
consecuencia de movimientos bruscos o cambios abruptos de dirección. En
términos de incidencia esto se traduce en 0,35 lesiones de rodilla por cada
1.000 AEs de práctica y 6,76 lesiones de rodilla por cada 1.000 AEs de
competición en baloncesto amateur femenino.
Según los datos se puede decir que el RR de las jugadoras de la muestra de
padecer lesiones de rodilla es de casi 20 veces más en momentos de competición
que en la práctica.
En el baloncesto
masculino, la región del cuerpo receptora de un mayor número de lesiones fue el
tobillo-pie (25%), seguido de la rodilla (16,67%) y los dedos de la mano (16,67%).
Además, se observó que el riesgo de sufrir lesiones en los dedos de la mano es
idéntico en situaciones de práctica o competición, pero el riesgo de sufrir
lesiones en la rodilla es el doble y en tobillo es el triple en momentos de
competición frente a los momentos de práctica.
El esguince de
ligamento se convirtió en la lesión más incidente para el sexo femenino y
masculino (58,33% y 41,67% respectivamente). Para las jugadoras de baloncesto, la
fractura-luxación ocupó un 2º puesto con unos valores del 16,67% de todas las
lesiones. En el jugador de baloncesto las lesiones por contusión (22,22%)
tuvieron un porcentaje superior que las fracturas-luxaciones (16,67%), ocupando
el 2º y el 3er puesto.
Al hablar del
diagnóstico lesional más incidente en la muestra general, el esguince de LLE
del tobillo, las tasas de incidencia ascienden a 0,35 y 1,69 por cada 1.000 AEs
en jugadoras de baloncesto amateur y
a 0,83 y 2,66 AEs en jugadores de baloncesto amateur en práctica y competición respectivamente.
Los mecanismos de
lesión que con mayor frecuencia derivaron en una lesión para la jugadora de
baloncesto amateur, difieren con los
resultados para la muestra general. Se observa una mayor tendencia a la lesión
por choques entre jugadoras (25%) o por sobrecarga (16,67%) durante la práctica
y una mayor tendencia a la lesión por cambios de dirección (25%) o por
contactos con el material deportivo (16,67%) durante la competición. Para el
jugador de baloncesto amateur la
caída al suelo fue el mayor mecanismo generador de lesiones (30,56%),
especialmente en competición, seguida del contacto entre jugadores y con el
material deportivo (13,89% en cada caso).
El resultado fue un
tiempo de ausencia deportiva de 189 días (27 semanas) para el sexo femenino y
619 días (88,42 semanas) para el masculino: un 50% de las lesiones mantuvo a la
jugadora lesionada durante 1-7 días, un 33,33% durante 8-21 días y un 16,67%
durante más de 21 días. En el jugador de baloncesto un 30,56% de las lesiones
mantuvo al jugador lesionado entre 1-7 días, un 50% entre 8-21 días y un 19,44%
durante más de 21 días.
Según el conocimiento
de los autores, éste es el primer estudio que aporta datos epidemiológicos
sobre la incidencia lesional en baloncesto amateur
en España que tiene en cuenta a todas las categorías de formación
(Benjamín-Senior) y calcula el RR para cada sexo en práctica y competición con
un IC del 95%, a través de un seguimiento prospectivo. Además, considera otras
variables no contempladas por otros estudios (lesiones severas, tiempo de baja
deportiva, edad media de incidencia lesional o posición en el campo).
Incidencia
lesional por sexo y edad
A diferencia de otras
investigaciones, el valor de la incidencia lesional en la muestra general se
encuentra por debajo de lo esperado: 16,61% frente al 78,72% observado por
otros autores como Sánchez Jover & Gómez Conesa (16). Esta variabilidad de
resultados se debe principalmente a las diferencias metodológicas entre ambos,
pues aunque la muestra utilizada para la elaboración de este último estudio (16)
fue visiblemente menor (47 jugadores/as pertenecientes a la selección murciana
de baloncesto) el periodo de seguimiento se prolongó tres temporadas. Esto proporcionó
más tiempo a que se instauraran lesiones en un mayor número de jugadores.
Al igual que lo
reflejado en estudios de incidencia anteriores (7,13,14), versados en el
baloncesto amateur, se observa una
mayor predisposición a la lesión en momentos de competición frente a los
momentos de práctica en ambos géneros. Este hecho se asocia, muy probablemente,
a la mayor cantidad de situaciones de juego que el jugador/a es incapaz
predecir en un contexto de competición. Las diferencias de incidencia en
práctica y competición también fueron estadísticamente significativas en el
presente estudio y supusieron un RR mucho mayor para el sexo femenino en
competición que en la práctica en comparación con el sexo masculino. En otros
estudios (7,13,14), todos ellos desarrollados en población adolescente
perteneciente a 100 institutos representativos de EE.UU, no se hallaron
diferencias tan amplias en el RR para el sexo femenino entre práctica y
competición. Aunque se sospecha que la desigualdad se debe a las diferencias en
cuanto a las muestras estudiadas; en ninguno de ellos se describió la edad, el
nivel de juego de los/las participantes o la distribución de las exposiciones
del jugador/a al entrenamiento y competición durante la semana. Por ello se
desconoce si las muestras son equiparables a la empleada en este estudio.
Estudios longitudinales
prospectivos como el de Borowski et al.
(13) sitúan la tasa de incidencia de lesiones en 1,43 y 3,66 en el baloncesto
femenino amateur y en 1,38 y 2,93 en
el baloncesto masculino amateur/1.000
AEs de práctica y competición respectivamente. Según lo analizado en este
estudio, las tasas de incidencia fueron muy superiores. Ahora bien, Borowski et al. siguieron unos criterios más
estrictos para la inclusión de las lesiones en su estudio, un factor que hace
disminuir visiblemente sus tasas de incidencia.
Por otra parte, en el
presente estudio se lesionaron más hombres que mujeres, como ya anticipaban otras
investigaciones (1), y sólo la tasa de incidencia de lesión fue superior en el
grupo de las mujeres en el ámbito de la competición. Unas diferencias tan
amplias en las tasas de incidencia de práctica y competición para el sexo
femenino, frente a lo contemplado en el masculino, podría poner de manifiesto
un mayor riesgo de lesión para el sexo femenino pero una intensidad de
entrenamiento por debajo de los equipos masculinos, quienes se lesionan más en
este contexto en consecuencia.
Por llevarse a cabo con
muestras de edad muy concretas, son limitados los estudios revisados donde se
contemplan variables como la media de edad de aparición de las lesiones o los
intervalos en los que éstas más frecuentemente se instauran. Pappas et al. (6) en su estudio epidemiológico
de lesiones pediátricas en baloncesto, utilizando una muestra de población de
niños y adolescentes de 7-17 años que acudieron al hospital tras sufrir
lesiones al jugar al baloncesto, observa una mayor incidencia entre los 7 y los
11 años. Por su lado, Randazzo et al. (2),
en un estudio descriptivo análogo con una muestra de edad distinta (entre 5-19
años), encuentra un valor de incidencia mayor, entre los 15 y los 19 años.
Según los hallazgos del presente estudio la edad media (DE) de aparición de las
lesiones fue de 15,12 (3,53) años, con pocas diferencias por sexos, y los picos
de mayor incidencia a los 16 y a los 22 años de edad; unos resultados que se
aproximan más a los de Randazzo et al., posiblemente
por utilizar una muestra con edad más afín a la de este estudio.
Por último Pascual et al. (19) realizan una revisión de la
literatura con el fin de analizar la epidemiología de las lesiones en distintos
deportes (entre ellos el baloncesto) en una muestra de entre 8-70 años y
localizan un pico de mayor frecuencia de lesiones a los 17 años y otro menos
acusado a los 22; unas conclusiones que encajan en gran medida con lo hallado
en este estudio.
Tipos de lesión más incidentes en la muestra total
Dadas las
características de un deporte como el baloncesto, donde los saltos y los
cambios de dirección son constantes, no es de extrañar que de las 48 lesiones
acontecidas en el periodo del estudio la inmensa mayoría recayeran sobre el
miembro inferior; dato que respalda lo observado por otros estudios: 42,0% (6),
66,2-66,9% (14), 65,4-67,7% (13). Así
mismo el tipo de lesión más frecuente fue el esguince de ligamento (45,83%). Este
porcentaje sigue en consonancia con otras investigaciones (1,2,6,12-14,16,18).
El esguince fue seguido
de contusiones, fracturas-luxaciones y de lesiones músculo-tendinosas. Las 4
lesiones expuestas son las que ocupan los primeros puestos en todos los
estudios encontrados. Ahora bien, el orden elegido, sin embargo, se encuentra
muy supeditado a la clasificación lesional elegida y a la muestra de población
utilizadas por cada autor. Así, Borowski et
al. (13) y Kostopoulos & Dimitrios (18) conceden el segundo puesto a
las lesiones músculo-tendinosas (17,7% y 27% respectivamente), seguidos de
contusiones y fracturas-luxaciones en muestras de adolescentes de EE.UU y
Grecia respectivamente. Sin embargo, otros como Randazzo et al. (2) integran los esguinces y lesiones músculo-tendinosas en
un mismo grupo concediéndoles el primer puesto (44,8%) y otorgan el segundo a
las fracturas-luxaciones (22%), seguidas de las contusiones en una muestra de
población que engloba tanto a niños como a adolescentes de EE.UU.
-
Diferencias por sexos
La zona más receptora
de lesiones para el sexo masculino fue el tobillo-pie y para el sexo femenino
la rodilla. Este contraste entre sexos podría atribuirse a las diferencias anatómicas
(alineación y laxitud articular principalmente) y madurativas en el momento de
la pubertad. Así como en el género masculino se lleva a cabo un desarrollo neuromuscular
que podría proteger la articulación de la rodilla ante impactos y torsiones importantes,
estas adaptaciones no se producen en el género femenino en la misma medida (6).
Los mecanismos lesionales que con mayor frecuencia derivaron en lesión
(aterrizaje del jugador sobre el terreno de juego o pie de un adversario y
cambios abruptos de dirección) se encuentran muy sujetos a los gestos técnicos
y requerimientos físicos que se le exige al jugador/a de baloncesto. Sin
embargo, el estudio prospectivo de Meewisse et
al. (20) desarrollado en 318 jugadores de baloncesto intercolegial en EE.UU.
explica que el mecanismo de lesión que derivó en lesiones con mayor frecuencia
fue el choque contra el adversario. Un nivel de juego superior en la muestra
utilizada en su estudio podría condicionar una mayor predisposición al contacto
entre los jugadores por hacerse con el espacio, el cual resulta muy limitado
para los 10 jugadores que lo comparten.
El diagnóstico lesional
más común para la muestra total fue el esguince de tobillo. Sus tasas de
incidencia por géneros se asimilan a lo observado por Sánchez Jover & Gómez
Conesa (16), quienes obtienen un valor de 1,5/1.000 AEs, pero hacen una
diferenciación por sexos ni contexto deportivo.
En lo referente al
tiempo de baja deportiva de la muestra de este estudio, las jugadoras mostraron
mayor predilección a la recuperación, ya que el 50% de las lesiones generaron
un tiempo de baja deportiva de 1-7 días, frente al 33,56% en los jugadores.
Borowski et al. (13) reflejan
resultados algo discordantes, ya que el 47,7% de las lesiones en jugadoras y el
55,3% en los jugadores los mantuvo lesionados entre 1-7 días.
Incidencia por posiciones adoptadas
Siguiendo las líneas de
Vanderlei et al. (15) se comprueba que acciones que requieren velocidad, explosividad y cambios de dirección, como es
el caso del base y alero-escolta, provocaron una mayor incidencia de esguinces
de tobillo que las posiciones interiores, y fueron consecuencia de saltos-aterrizajes
para el base y caídas al suelo para el alero-escolta. Sobre las posiciones
interiores, donde el contacto entre jugadores por hacerse con el espacio es
vital y la estatura y peso muy superior a los jugadores exteriores, las
lesiones de tipo traumático fueron de las más comunes. Igualmente, el esguince
de rodilla se convirtió en una de las lesiones más incidentes, probablemente
por el mayor impacto que ha de soportar la articulación con respecto al resto
de posiciones.
Limitaciones del estudio
Se requiere un tiempo
de seguimiento muestral mayor al empleado en este estudio para obtener
resultados más consistentes en todas las categorías. Por otro lado, tan sólo se
tuvieron en cuenta las lesiones diagnosticadas por profesionales de salud y,
sin embargo, hubo un porcentaje de ellas que no se incluyó por este motivo de
exclusión que podría hacer variar las tasas de incidencia obtenidas. Por
último, el hecho de que la muestra pertenezca a una sola zona geográfica hace
que se cuestione la extrapolación de los resultados al resto de jugadores/as de
baloncesto amateur de otros
territorios de España.
Por ello, son
necesarios más estudios prospectivos con un mayor seguimiento que definan las
características y nivel de juego de la muestra con más precisión y que permitan
corroborar y extrapolar los resultados.
CONCLUSIONES
Las tasas de incidencia
variaron mucho por sexo y categorías y existió una incidencia mayor en momentos
de competición que en momentos de práctica de la actividad para ambos sexos,
observándose picos de mayor incidencia a los 16 y 22 años. Por otro lado, los
valores de incidencia lesional fueron siempre superiores en el baloncesto
masculino, salvo en momentos de competición, donde se obtuvo una tasa superior
para el sexo femenino.
La zona mayor receptora
de lesiones para el sexo masculino fue el tobillo-pie y para el sexo femenino
la rodilla y los mecanismos de lesión más repetidos fueron el aterrizaje del
jugador sobre el terreno de juego o pie de un adversario en el primer caso y
cambios abruptos de dirección en el segundo. El tipo de lesión más común fue el
esguince de ligamento para ambos sexos, seguido de fracturas-luxaciones,
contusiones y lesiones músculo-tendinosas y el diagnóstico lesional por excelencia,
el esguince de tobillo (20,83%).
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- vol. 17 - número
66 - ISSN: 1577-0354