DOI: http://dx.doi.org/10.15366/rimcafd2018.70.004
ORIGINAL
TIROS LIBRES INDIRECTOS EN FÚTBOL DE ALTO
NIVEL. IDENTIFICACIÓN DE VARIABLES EXPLICATIVAS
INDIRECT FREE KICKS IN FOOTBALL HIGH
PERFORMANCE. IDENTIFICATION OF EXPLANATORY VARIABLES
López-García, S.1; Maneiro-Dios, R.1; Ardá-Suárez, A.2; Rial-Boubeta, A.3; Losada-López, J.L.4 y Casal-Sanjurjo, C.A.6
1 Facultad de
Educación. Departamento de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Universidad
Pontificia de Salamanca. Salamanca (España) slopezga@upsa.es, rmaneirodi@upsa.es
2 Facultad de
Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Departamento de Ciencias de la
Actividad Física y el Deporte. Departamento de Educación Física y Deportiva. Universidad
de A Coruña. A Coruña (España) ardasd@udc.es
3 Facultad de
Psicología. Departamento de Psicología Social, Básica y Metodología.
Universidad de Santiago de Compostela. Santiago de Compostela (España) antonio.rial.boubeta@usc.es
4 Facultad de
Psicología. Departamento de Metodología de Ciencias del Comportamiento.
Universidad de Barcelona. Barcelona (España) jlosada@ub.edu
5 Facultad
de Ciencias de la
Actividad Física y Deportiva. Departamento de Ciencias de la Actividad Física y
el Deporte. Universidad Católica de
Valencia (San Vte Mártir). Valencia (España) ca.casal@ucv.es
CONFLICTO
DE INTERESES
Los autores declaran que no tienen conflictos de intereses.
Código
UNESCO / UNESCO code: 5899 Educación
Física y Deporte / Physical Education and
Sports.
Clasificación Consejo de Europa /
Council of Europe classification: 4. Educación Física y deporte comparado
/ Physical Education and sport compared
Recibido 25 de marzo de 2016 Received
March 25, 2016
Aceptado 28 de junio de 2016 Accepted
June 28, 2016
RESUMEN
Los
tiros libres indirectos son situaciones que se producen durante los partidos de
fútbol, siendo acciones potencialmente trascendentales en el resultado final.
Los objetivos fueron determinar la efectividad de estas acciones, identificar
las variables asociadas con el éxito, y proponer un modelo de tiro libre
indirecto exitoso.
Tras
registrar 447 tiros libres indirectos durante los 64 partidos del Mundial de
Sudáfrica 2010, y de realizar análisis estadístico, los
resultados indican una baja eficacia en el remate, remate entre los tres palos
y el gol. El 64,3% de los goles con procedencia en un tiro libre indirectos han
contribuido a sumar puntos en el resultado final. El modo de envío, número de
atacantes que intervienen y la organización ofensiva son variables que se han
revelado como moduladoras de la eficacia. Estos enunciados podrían suponer un
punto de partida para dotar a entrenadores de nuevas herramientas tácticas.
PALABRAS
CLAVE: Metodología
observacional, tiros libres indirectos, fútbol.
ABSTRACT
Indirect free kicks are situations that occur during football matches, with potentially transcendental actions in the final result. The objectives were to determine the effectiveness of these actions, identify variables associated with success, and propose a successful indirect free kick model.
After registering 447 indirect free kicks during the 64 games of the World Cup in South Africa 2010, and performing statistical analysis, results indicate a low efficiency in the shot, shot between the three posts and goal. 64.3 % of goals that came from indirect free kick contributed to score points in the final result. The mode of sending, number of attackers involved and the offensive organization are variables that have been revealed as modulators of effectiveness. These statements could be a starting point to equip coaches with new tactical tools.
KEY WORDS: Logistic Regression, observational methodology, football
1. INTRODUCCIÓN
Uno
de los principales rasgos característicos y diferenciadores entre el fútbol y
otras disciplinas deportivas radica en el tanteo final de los partidos. Abt,
Dickson y Mummery (2002), exponen que una de las razones por las que el fútbol
destaca dentro del deporte contemporáneo mundial es por la escasa frecuencia de
la consecución de gol en comparación con otros deportes. Lago (2008) y Tenga,
Ronglan y Bahr (2010), llegan a afirmar que en este tipo de deportes, donde el
tanteo es bajo o muy bajo, la simple finalización a portería,
independientemente de su consecuencia, es en sí mismo un indicador de éxito
dentro del juego.
Con el paso de los años, la diferencia en cuanto al
rendimiento entre los diferentes equipos se ha reducido, debido, entre otros
aspectos, a la constante profesionalización que el fútbol ha experimentado
(Frydenberg, 2011; Perea, 2008). En este sentido, Castellano (2009), concluye
que el fútbol está cambiando y que cada vez se marcan menos goles (Figura 1),
idea que también corrobora Castelo (1994), quien afirma que uno de los
principales problemas del fútbol proviene de la dificultad de crear
oportunidades de gol, puesto que en comparación con otros deportes, el fútbol
posee un índice muy bajo de eficacia, en términos de número de acciones
ofensivas y goles conseguidos.
En la búsqueda de una posible explicación, autores como
Wallace y Norton (2013), recogen que el aumento de la intensidad de juego,
junto a la densidad de los jugadores en zonas próximas al balón, son las
principales variables que dificultan la obtención de un elevado tanteo. En la
misma línea, Marques (1995), afirma que en el fútbol, al contrario que otros
deportes como el baloncesto o balonmano donde existe un elevado tanteo, el
momento decisivo es altamente aleatorio, puesto que se puede ganar un partido
en una única finalización y en cualquier momento del juego. En este sentido,
Dufour (1993), constata que de cada 100 ataques, apenas 10 terminan con un
remate a portería, y que únicamente uno termina en gol; mientras que para
Garganta y Pinto (1995), la relación entre el número de acciones ofensivas de
éxito es de 50 a 1, lo que viene a corroborar la extrema dificultad para
conseguir gol en el fútbol.
Figura 1. Evolución
de los goles medios marcados por partido en la historia de los mundiales, desde
Uruguay de 1930 hasta Sudáfrica de 2010. Fuente: Maneiro (2014, modificado de
Castellano 2009).
A la vista de estos datos, es plausible pensar que el gol
es una casuística relativamente infrecuente en el fútbol de alto nivel. Esta
idea ha sido recogida por algunos autores (Acar et al., 2009; Ardá, Maneiro,
Rial, Losada y Casal, 2014; Griffiths, 1999; Stanhope, 2001; Lago Peñas, Lago
Ballesteros, Dellal, y Gómez, 2010; Ensun, Williams y Grant, 2000; Hill &
Hughes, 2001; Pulling, Robins & Rixon, 2013; Sainz de Baranda & López
Riquelme, 2012; Taylor, James & Mellalieu, 2005 y Yamanaka et al., 2002),
que han intentado identificar las variables asociadas al gol, valorando la
forma de consecución de estos goles y buscando nuevas fórmulas para elevar
dicho tanteo. Muchos de ellos han llegado a la misma conclusión: las acciones a
balón parado (ABP) son un método potencialmente eficaz de incrementar
situaciones de gol.
Las acciones a balón parado son situaciones del juego en donde la
reanudación del mismo se realiza mediante un saque desde balón parado, ya sea
con la mano (saques de banda); o con el pie (saques de esquina, penalti, saques
de centro o tiros libres directos e indirectos). Estas últimas ABP (tiros
libres indirectos) también han sido objeto de estudio pero en menor medida que
los saques de esquina. Así De Paz & Yagüe (1995) analizan 100 goles de la
Liga Española en la temporada 1993-1994, y concluyen que el 29 % de ellos se
consiguen en ABP y concretamente el 31,03% proceden de tiros libres indirectos.
Roxburgh & Turner (2008, 2009, 2010, 2011) realizan diversos análisis de
los goles conseguidos en cuatro ediciones diferentes de la UEFA Champions
League entre los años 2007 y 2011 afirmando que casi el 6% de los goles son
obtenidos por medio un tiro libre indirecto, Njororai (2013), analiza los goles
conseguidos en el Mundial de Sudáfrica 2010 y en sus resultados muestra que el
28,57% de los goles provienen de un tiro libre indirecto. Maneiro (2014),
recoge que se necesitan 5 tiros libres indirectos para conseguir un remate a
portería, 11 para que se produzca entre los 3 palos y 36 para que se consiga
gol.
En este sentido, autores como Armatas, Yiannakos y Sileloglou (2007), Bar‐Eli y Azar (2009); Carling et al., 2005 y
Sainz de Baranda & López Riquelme (2012), recogen que este tipo de acciones
pueden ayudar a elevar dicho tanteo, y más específicamente, los trabajos de
Casal, Maneiro, Ardá, Rial y Losada (2014) y Maneiro (2014) recogen que han
sido trascendentales en el marcador final de los partidos
Por ello, nos parece
importante analizar los tiros libres indirectos dentro del contexto del fútbol.
Para ello, el presente trabajo trata de describir cómo realizan los equipos de
más alto nivel este tipo de acciones, determinando el grado de eficacia de las
mismas y tratando de identificar los factores de rendimiento en este tipo de
situaciones, ofreciendo una valiosa información a los profesionales, algo que indudablemente
será de enorme utilidad para su labor.
2. MATERIAL Y MÉTODOS
2.1.
Muestra
Para el desarrollo del presente estudio, se han analizado 447
tiros libres indirectos del total de los 2.011 tiros libres directos e
indirectos ejecutados en los 64 partidos de la FIFA World Cup Sudáfrica 2010.
Para la selección de la muestra se han tenido en cuenta la localización de los
encuentros (todos los partidos se disputan en campo neutral), se trata de los
mejores equipos de selecciones a nivel mundial, y se ha considerado el resultado
parcial. Únicamente se codificarán los tiros libres indirectos que en cuatro
pases o menos (Bate, 1988) se envíe el balón a la zona de finalización.
2.2. Instrumentos
Se ha elaborado un instrumento ad hoc, un formato de campo construido a partir de los 12 sistemas de categorías recogidos en la tabla 1.
Tabla 1. Variables registradas en el instrumento ad hoc.
VARIABLES |
|
Tiempo (T) |
Hasta 30’ 31’- 60’ 61’-90’ |
Lugar del saque (LS) |
Extremo derecha Extremo izquierda Interior derecha Interior izquierda Frontal área de meta |
Lateralidad golpeo (LG) |
Natural Cambiado |
Nº jugadores ataque (JA) |
2-3 4-5 6 o más |
Nº jugadores defensa
(JD) |
4-5 6 o mas |
Contexto interacción
(COI) |
Inferioridad Igualdad |
Modo envío balón (MEB) |
Directo Indirecto |
Trayectoria del balón
(TB) |
Suelo Aérea |
Tipo de marcaje (MAR) |
Individual Zonal Combinado |
Nº atacantes intervienen
(NJ) |
1-2 3-4 |
Zona de envío (ZE) |
Primer palo Segundo palo |
Zona de finalización
(ZF) |
Primer palo Segundo palo |
Organización ofensiva
(OF) |
Estática Dinámica |
Resultado (R) |
Ganando Empatando Perdiendo |
Como instrumento de análisis, se ha utilizado el programa IBM SPSS Statistics 20. El método utilizado es el de la regresión logística binaria.
2.1.
Procedimiento
Dentro de los posibles diseños que puede presentar la metodología observacional, el presente trabajo lo situamos dentro del cuadrante IV, concretamente corresponde a un diseño nomotético, de seguimiento y multidimensional (Anguera, Blanco y Losada, 2001).
El instrumento de observación, ha sido fruto de la combinación de un
formato de campo y sistema de categorías, tal como describen Anguera, Blanco y
Losada (2001), como instrumento básico de la metodología observacional.
Las ocho sesiones de observación dedicadas a la formación
de los observadores se llevaron a cabo aplicando el criterio de deriva
consensuada entre los observadores, de modo que solamente se registraba cuando
se producía el acuerdo. Todos los autores del
artículo son expertos en investigación con esta metodología, además de doctores
en Ciencias del Deporte y entrenadores nacionales de fútbol.
Para elaborar este intrumento de
observación ad hoc, el presente
estudio se apoya y fundamenta además en diferentes criterios y categorías
recogidos en trabajos previos, tal y como se puede ver en la Tabla 2.
Tabla 2. Variables previamente cotejadas empíricamente en otros trabajos.
VARIABLES |
FUENTE |
Tiempo |
-
Armatas,
Yiannakos & Sileloglou (2007). -
Jinshan
et al. (1993). -
Abt,
Dickson & Mummery (2002). -
Acar et al. (2009). |
Lateralidad
del saque |
-
Saraiva
(2007). -
Carling
et al. (2005). -
Perea
(2008). |
Lateralidad del golpeo |
-
Carling
et al. (2005). -
Silva
(2011). -
Sainz
de Baranda & López-Riquelme (2012). -
Olsen
y Larsen (1997). -
Taylor,
James & Mellalieu (2005). |
Modo de envío del balón |
-
Saraiva
(2007). -
Carling
et al. (2005). |
Tipo de marcaje |
-
Sainz
de Baranda & López-Riquelme (2012). -
Castelo
(1999). |
Nº atacantes que intervienen |
-
Casal, Maneiro, Ardá, Rial, y Losada
(2014) -
Maneiro (2014) |
Zona de envío |
-
Silva
(2011) |
Zona de finalización |
-
Saraiva
(2007). -
Carling
et al. (2005). -
Silva
(2011). -
Taylor
et al. (2005). |
Trayectoria del balón |
-
Casal, Maneiro, Ardá, Rial, y Losada
(2014) -
Maneiro (2014) |
Organización ofensiva |
-
Ardá,
Maneiro, Rial, Losada, y Casal (2014) -
Maneiro (2014) |
Resultado parcial del partido |
-
Casal
(2009). |
El control de calidad de los datos se llevó a cabo,
mediante un análisis de concordancia interobservadores por medio del
coeficiente de Kappa de Cohen. El valor promedio de Kappa,
Por lo que se refiere al
análisis de datos, de acuerdo a los objetivos planteados que a continuación se
presentan, se plantean tres tipos de análisis o aproximaciones complementarias:
una de carácter descriptiva o univariada,
otra comparativa o bivariada y una
tercera de carácter explicativa o multivariada.
A nivel univariado se plantea conocer la incidencia real de este tipo de ABP en
el fútbol de máximo nivel (cuántos tiros libres indirectos se ejecutan por
partido, el modo de ejecución de los mismas o prácticas más habituales, así
como el grado de eficacia alcanzado. A nivel bivariado, mediante la realización
de diferentes tablas de contingencia (acompañadas del contraste Chi-cuadrado y
medidas de asociación) se intentará identificar aquellas variables que puedan
estar asociadas a la eficacia alcanzada y, que de alguna manera, pudieran
erigirse como condicionantes de ésta. A nivel multivariado, la realización de
una Regresión Logística Binaria permitirá poner a prueba estadísticamente
diferentes modelos explicativos. La integración de los tres tipos de análisis
habrá de traducirse en recomendaciones prácticas que expertos y profesionales
puedan trasladar al ámbito aplicado, redundando en un mejor rendimiento de sus
equipos.
3. RESULTADOS
Por lo que respecta a la
incidencia de este tipo de acciones durante los partidos, cabe señalar que en
los 64 partidos disputados en el FIFA
WOLRD CUP 2010, se ejecutaron un total de 2011 tiros libres, lo que supone
un promedio de 31,42 por partido. De estas 2011 acciones, se han recogido para
el estudio un total de 447, los que cumplen con los criterios de selección. De
este modo, se puede destacar que un 77,7% de los tiros libres ejecutados
corresponden a tiros libres directos, mientras que un 22,3% corresponden a
indirectos o directos ejecutados como indirectos con búsqueda inmediata de gol,
con un promedio de 6,9 acciones/partido. A pesar de que este dato revela que se
trata de una casuística moderada en términos cuantitativos en el fútbol de alto
nivel (más de 3 tiros libres indirectos con búsqueda inmediata de
gol/equipo/partido) y potencialmente trascendental en términos de resultado (en
la medida en que supone 7 situaciones concretas que pueden acabar en gol), lo
cierto es que su eficacia resulta muy limitada (Figura 2). En concreto,
únicamente el 3,1% de este tipo de acciones finalizan en gol, únicamente un
8,1% finalizan con un remate entre los 3 palos y, por último, sólo un 23% de
este tipo de acciones finalizan con un remate.
Figura 2. Eficacia de los tiros libres indirectos
en función de los criterios utilizados.
Una primera interpretación de estos resultados lleva a
constatar empíricamente la reducida eficacia de este tipo de acciones, puesto
que se necesitan más de 4 tiros libres indirectos con búsqueda inmediata de gol
para que se produzca 1 remate a portería, 12 para que se produzca 1 remate
entre los 3 palos y más de 31 para conseguir 1 gol.
Sin embargo, y como se puede observar en la Figura 3, los
goles que proceden de tiro libre indirecto resultan moderadamente
trascendentales en el resultado final de los partidos, ya que el 64,3% de los
goles han contribuido a sumar puntos en el resultado final de los partidos.
Figura 3. Trascendencia
de los tiros libres indirectos en el resultado final.
ANÁLISIS BIVARIADO
Para identificar algunas de las variables que pueden estar
modulando o condicionando la eficacia de este tipo de ABP, se procedió a la
realización de diferentes tablas de contingencia, comparando el grado de
eficacia alcanzado en diferentes situaciones o en función de diferentes
variables de interés. La aplicación de un contraste Chi-cuadrado y el cálculo
del correspondiente coeficiente de contingencia, permite confirmar que la
eficacia está asociada estadísticamente con algunas variables concretas, tal y
como se recoge en la tabla 2, vinculada a las acciones de remate.
En este caso, la tabla 3
recoge los resultados para el primer criterio, donde únicamente se produce el
REMATE. El
número de variables que presentan una relación estadísticamente significativa
es de 6: el Contexto de interacción
(χ2=10,01, p=0,007), el Modo de
envío del balón (χ2=20,47, p<0,001), la Trayectoria del balón (χ2=27,03, p<0,001), el Número de atacantes que intervienen
(χ2=52,50, p<0,001), la Organización
ofensiva (χ2=59,01, p<0,001) y el Resultado del partido (χ2=7,25, p=0,02).
Tabla 3.
Eficacia
de los tiros libres indirectos en función de diferentes variables de interés.
Muestra: FIFA World Cup 2010, (Criterio 1 “REMATE”: SÍ/NO).
VARIABLES |
CRITERIO 1: REMATE |
|||||
% Sí |
% No |
χ2 |
Sig. |
Coef. Contingencia |
||
Tiempo |
Hasta 30’ |
18,2 |
81,8 |
2,84 |
0,24 |
--- |
31’- 60’ |
26,8 |
73,2 |
||||
61’-90’ |
24 |
76 |
||||
|
Extremo derecha |
10,5 |
89,5 |
3,92 |
0,41 |
--- |
Extremo izquierda |
26,1 |
73,9 |
||||
Lugar |
Interior derecha |
23,4 |
76,6 |
|||
|
Interior izquierda |
19,1 |
80,9 |
|||
|
Frontal área de meta |
26,5 |
73,5 |
|||
Lateralidad
golpeo |
Natural |
23,8 |
76,2 |
0,92 |
0,76 |
--- |
Cambiado |
22,2 |
77,8 |
||||
Nº jugadores ataque |
1-3 |
29,1 |
70,9 |
1,99 |
0,36 |
--- |
4-5 |
21,7 |
78,3 |
||||
6 o más |
21,8 |
78,2 |
||||
Nº jugadores defensa |
1-4 |
27,5 |
72,5 |
4,74 |
0,09 |
--- |
5-6 |
27,6 |
72,4 |
||||
7 o más |
18,9 |
81,1 |
||||
Contexto interacción |
Inferioridad |
21,7 |
78,3 |
10,01 |
0,007 |
0,14 |
Igualdad |
50 |
50 |
||||
Superior |
0 |
100 |
||||
Modo envío balón |
Directo |
19,2 |
80,8 |
20,47 |
<0,001 |
0,21 |
Indirecto |
45,5 |
54,5 |
||||
Trayectoria balón |
Suelo |
60 |
40 |
27,03 |
<0,001 |
0,24 |
Aérea |
19,9 |
80,1 |
||||
Tipo de marcaje |
Individual |
35 |
65 |
2,20 |
0,33 |
--- |
Zonal |
25,7 |
74,3 |
||||
Combinado |
21,8 |
78,2 |
||||
Nº atacantes intervienen |
1-2 |
18,3 |
81,7 |
52,50 |
<0,001 |
0,33 |
3-4 |
69 |
31 |
||||
Zona envío |
Primer palo |
22,7 |
77,3 |
0,009 |
0,92 |
--- |
Segundo palo |
23,5 |
76,5 |
||||
Zona finalización |
Primer palo |
22,6 |
77,4 |
0,01 |
0,89 |
--- |
Segundo palo |
23,5 |
76,5 |
||||
Organización ofensiva |
Estática |
7,3 |
92,7 |
59,01 |
<0,001 |
0,34 |
Dinámica |
38,3 |
61,7 |
||||
Resultado |
Ganando |
33,7 |
66,3 |
7,25 |
0,02 |
0,12 |
Empatando |
21,5 |
78,5 |
||||
Perdiendo |
18,5 |
81,5 |
Los datos revelan una mayor eficacia cuando el contexto de interacción está en igualdad, el modo de envío es
indirecto, la trayectoria del balón no presenta fase aérea, cuando intervienen
3 o 4 atacantes sobre el balón, la organización ofensiva es dinámica y el
equipo ejecutor va ganando.
Por último, en la tabla 4, se recogen los resultados
obtenidos para el segundo de los criterios utilizados (“Remate entre los tres
palos”: Si/No). Atendiendo a este segundo criterio (más restrictivo), son 4 las
variables o situaciones que implican niveles de eficacia significativamente
diferentes: el modo de envío del balón
(χ2=12,39, p<0,001), la trayectoria
del balón (χ2=13,51, p<0,001), el número de atacantes que intervienen (χ2=43,86, p<0,001), y
la organización ofensiva
(χ2=24,43, p<0,001).
Tabla 4. Eficacia de los tiros
libres indirectos en función de diferentes variables de interés. Muestra: FIFA World Cup 2010, (Criterio 2 “Remate entre los tres palos”: Si/No).
VARIABLES |
CRITERIO 3: REMATE ENTRE TRES PALOS |
||||||
% Sí |
% No |
χ2 |
Sig. |
Coef. Contingencia |
|||
Tiempo |
Hasta 30’ |
6,8 |
93,2 |
0,43 |
0,80 |
--- |
|
31’- 60’ |
8,1 |
91,9 |
|||||
61’-90’ |
8,9 |
91,1 |
|||||
|
Extremo derecha |
5,3 |
94,7 |
1,70 |
0,79 |
--- |
|
Extremo izquierda |
13 |
87 |
|||||
Lugar |
Interior derecha |
8,6 |
91,4 |
||||
|
Interior izquierda |
6,1 |
93,9 |
||||
|
Frontal área meta |
8,6 |
91,4 |
||||
Lateralidad golpeo |
Natural |
7,2 |
92,8 |
0,24 |
0,62 |
--- |
|
Cambiado |
9 |
91 |
|||||
Nº jugadores ataque |
1-3 |
6,3 |
93,7 |
2,96 |
0,22 |
--- |
|
4-5 |
7,2 |
92,8 |
|||||
6 o más |
12,8 |
87,2 |
|||||
Nº jugadores defensa |
1-4 |
10 |
90 |
1,19 |
0,54 |
--- |
|
5-6 |
6,3 |
93,7 |
|||||
7 o más |
9 |
91 |
|||||
Contexto interacción |
Inferioridad |
7,8 |
92,2 |
1,13 |
0,56 |
--- |
|
Igualdad |
13,6 |
86,4 |
|||||
Superior |
0 |
100 |
|||||
Modo envío balón |
Directo |
6 |
94 |
12,39 |
<0,001 |
0,17 |
|
Indirecto |
19,7 |
80,3 |
|||||
Trayectoria balón |
Suelo |
25,7 |
74,3 |
13,51 |
<0,001 |
0,18 |
|
Aérea |
6,6 |
93,4 |
|||||
Tipo de marcaje |
Individual |
5 |
95 |
0,45 |
0,79 |
--- |
|
Zonal |
9,5 |
90,5 |
|||||
Combinado |
7,9 |
92,1 |
|||||
Nº atacantes
intervienen |
1-2 |
5,2 |
94,8 |
43,86 |
<0,001 |
0,31 |
|
3-4 |
35,7 |
64,3 |
|||||
Zona envío |
Primer palo |
7,7 |
92,3 |
0,01 |
0,89 |
--- |
|
Segundo palo |
8,5 |
91,5 |
|||||
Zona finalización |
Primer palo |
8,4 |
91,6 |
0,01 |
0,91 |
--- |
|
Segundo palo |
7,7 |
92,3 |
|||||
Organización ofensiva |
Estática |
1,4 |
98,6 |
24,43 |
<0,001 |
0,23 |
|
Dinámica |
14,5 |
85,5 |
|||||
Forma Finalización |
Cabeza |
33,9 |
66,1 |
0,003 |
0,96 |
--- |
|
Pie |
36,4 |
63,6 |
|||||
Resultado |
Ganando |
12,8 |
87,2 |
5,61 |
0,06 |
--- |
|
Empatando |
5,4 |
94,6 |
|||||
Perdiendo |
10,1 |
89,9 |
|||||
En concreto, se observa que la tasa de remate entre los
tres palos es mayor cuando el modo de
envío es indirecto, la trayectoria
del balón no presenta fase aérea, intervienen
en la jugada 3 ó 4 atacantes y la organización
ofensiva es dinámica.
En la tabla 5 se recogen los resultados obtenidos para el
tercer criterio (“Gol”: Si/No). Tal y como se puede observar, para el criterio
más restrictivo de todos son 3 las variables o situaciones que implican niveles
de eficacia significativamente diferentes: el Modo de Envío (χ2=6,90; p=<0,009), el Número de atacantes que intervienen (χ2=15,16; p=<0,001), y
la Organización ofensiva (χ2=8,57; p=0,003). Se ha podido
comprobar que la tasa de goles es mayor cuando el modo de envío es indirecto, intervienen
en la jugada 3 ó 4 atacantes y la organización
ofensiva es dinámica.
Tabla 5. Eficacia de los tiros libres indirectos
en función de diferentes variables de interés. Muestra: FIFA World Cup 2010, (Criterio 3 “GOL”: SÍ/NO).
VARIABLES |
CRITERIO 3: GOL |
||||||
% Sí |
% No |
χ2 |
Sig. |
Coef. Contingencia |
|||
Tiempo |
Hasta 30’ |
3 |
97 |
0,36 |
0,83 |
--- |
|
31’- 60’ |
2,4 |
97,6 |
|||||
61’-90’ |
3,6 |
96,4 |
|||||
|
Extremo derecha |
0 |
100 |
9,14 |
0,05 |
--- |
|
Extremo izquierda |
13 |
87 |
|||||
Lugar |
Interior derecha |
1,6 |
98,4 |
||||
|
Interior izquierda |
3,5 |
96,5 |
||||
|
Frontal área meta |
3,1 |
96,9 |
||||
Lateralidad golpeo |
Natural |
2,1 |
97,9 |
1,02 |
0,31 |
--- |
|
Cambiado |
4,2 |
95,8 |
|||||
Nº jugadores ataque |
1-3 |
2,5 |
97,5 |
0,27 |
0,87 |
--- |
|
4-5 |
3,4 |
96,6 |
|||||
6 o más |
2,6 |
97,4 |
|||||
Nº jugadores defensa |
1-4 |
5 |
95 |
2,00 |
0,36 |
--- |
|
5-6 |
1,7 |
98,3 |
|||||
7 o más |
3,9 |
96,1 |
|||||
Contexto interacción |
Inferioridad |
3,3 |
96,7 |
0,82 |
0,66 |
--- |
|
Igualdad |
0 |
100 |
|||||
Superior |
0 |
100 |
|||||
Modo envío balón |
Directo |
2,1 |
97,9 |
6,90 |
0,009 |
0,14 |
|
Indirecto |
9,1 |
90,9 |
|||||
Trayectoria balón |
Suelo |
5,7 |
94,3 |
0,16 |
0,68 |
--- |
|
Aérea |
2,9 |
97,1 |
|||||
Tipo de marcaje |
Individual |
0 |
100 |
0,85 |
0,65 |
--- |
|
Zonal |
4,1 |
95,9 |
|||||
Combinado |
3,1 |
96,9 |
|||||
Nº atacantes
intervienen |
1-2 |
2 |
98 |
15,16 |
<0,001 |
0,20 |
|
3-4 |
14,3 |
85,7 |
|||||
Zona envío |
Primer palo |
2,4 |
97,6 |
0,45 |
0,50 |
--- |
|
Segundo palo |
4 |
96 |
|||||
Zona finalización |
Primer palo |
3,1 |
96,9 |
<0,001 |
1 |
--- |
|
Segundo palo |
3,2 |
96,8 |
|||||
Organización ofensiva |
Estática |
0,5 |
99,5 |
8,57 |
0,003 |
0,15 |
|
Dinámica |
5,7 |
94,3 |
|||||
Forma Finalización |
Cabeza |
13,6 |
86,4 |
<0,001 |
1 |
--- |
|
Pie |
13,6 |
86,4 |
|||||
Resultado |
Ganando |
3,5 |
96,5 |
2,37 |
0,30 |
--- |
|
Empatando |
2,1 |
97,9 |
|||||
Perdiendo |
5 |
95 |
|||||
Por último, una segunda
lectura de carácter transversal, por un lado a nivel de criterios y, por otro,
a nivel de categorías, permite destacar el papel “clave” de 4 variables
concretas en la eficacia de los tiros libres indirectos:
1.
El
modo de envío.
2.
La
trayectoria del balón.
3.
El
número de atacantes que intervienen sobre el balón.
4.
La
organización ofensiva.
Para dar cuenta del
tercer objetivo planteado (elaboración de un modelo explicativo de la eficacia
de los tiros libres indirectos) se procedió a realizar diferentes Análisis de
Regresión Logística Binaria (tabla 6). Como
Variable Dependiente se utilizaron los tres criterios considerados (todos ellos
en formato dicotómico), mientras que como Variables Independientes o
predictores se utilizaron aquellas variables que mostraron una relación
estadísticamente significativa con cada uno de los tres criterios (6 en el caso
del primero, 4 en el caso del segundo y 3 en el caso del tercer criterio). El análisis fue realizado mediante el método Stepwise, utilizando como criterio de
inclusión el estadístico de Wald.
REMATE f(x) = a + b1 (Contexto de
interacción) + b2 (Modo de envío)
+ b3
(Trayectoria) + b4 (Nº atacantes
que intervienen) + b5
(Organización ofensiva) + b6
(Resultado) + e
REMATE ENTRE TRES PALOS f(x) = a + b1 (Modo de
envío) + b2
(Trayectoria) +
b3 (Nº atacantes que
intervienen) + b4
(Organización ofensiva) + e
GOL f(x) = a + b1 (Modo de
envío) + b2 (Nº atacantes que
intervienen) + b3 (Organización
ofensiva) + e
Tal y como se recoge
en la Tabla 6, la realización de los tres análisis (uno por criterio o Variable
Dependiente), dio como resultado modelos estadísticamente significativos en los
tres casos, si bien su capacidad explicativa fue moderada (R2=0,36
en el caso del Remate, R2=0,26 para el Remate entre los tres palos y
R2=0,18 en el caso del Gol). Dos variables concretas entraron en la
ecuación en los tres criterios: la Organización Ofensiva y el Nº de atacantes
que intervienen. Respecto
a la primera de ellas, los signos negativos asociados a los
coeficientes logísticos (B) revelan una mayor eficacia cuando la organización
es dinámica (categoría de referencia), con valores de OR de entre 0,10 y 0,12,
lo cual revela que la tasa de éxito (remate, remate entre los tres palos o gol)
es aproximadamente 10 veces mayor cuando el libre indirecto es ejecutado bajo
una organización ofensiva dinámica, que bajo una organización estática.
Respecto al Nº de atacantes que intervienen, los coeficientes logísticos (B)
son también negativos, lo cual indica que la probabilidad de éxito es también
mayor cuando intervienen en la jugada 3-4 atacantes, en lugar de hacerlo tan
sólo 1-2, con pronósticos entre 5,55 (OR=0,18) y 7,14 (OR=0,14) veces mejor.
Tabla 6. Resultados de la Regresión
Logística Binaria
En el caso del primer
criterio (Remate), se incorporan a la ecuación la Trayectoria y el Contexto de
Interacción. En el primer caso con un coeficiente positivo (B=1,92) y un OR=
6,84, lo cual revela que cuando el libre indirecto es ejecutado con una
trayectoria no aérea la tasa de remate es casi 7 veces mayor. Por su parte, el
coeficiente asociado al Contexto de Interacción es negativo (B=-1,26) y su
OR=0,28, lo que indica un pronóstico 3,57 veces mejor cuando la falta es
ejecutada en un contexto de igualdad que cuando se ejecuta en inferioridad.
Estimados los valores
de los diferentes parámetros es posible expresar cada una de las ecuaciones
predictivas en términos de unidades Logit y, a partir de aquí estimar la
probabilidad de remate, remate entre los tres palo o de gol cuando nos situamos
en la opción deseada en cada variable, maximizando así la estrategia. Así, por
ejemplo, en el caso del Criterio 2 (Remate entre los tres palos), si la
organización ofensiva es dinámica (1) e intervienen en la jugada 3-4 jugadores
atacantes (1), tendríamos que
Logit (p)= -0,26 -2,26 (1) – 1,97 (1)
En tales
circunstancias la probabilidad de remate estimada sería de 0,434. Como
consecuencia, cabría decir que la disponibilidad de un modelo logístico hace
que la probabilidad de remate entre los tres palos pase de 0,081 (en ausencia
de modelo alguno) a 0,434, multiplicándose por cinco.
4. DISCUSIÓN
El presente trabajo se planteó con la intención de dar
respuesta a tres objetivos complementarios. En primer lugar se consideró de
interés para la investigación en el ámbito del fútbol poder disponer de datos
empíricos que permitiesen conocer objetivamente el grado de eficacia de los
tiros libres indirectos en las competiciones de alto nivel. En segundo lugar,
una vez comprobado el desempeño alcanzado en este tipo de acciones, se
consideró importante ser capaces de identificar aquellas variables o elementos
tácticos que pueden estar modulando dicho desempeño, recurriendo para ello a un
análisis bivariado. Por último, el tercer objetivo fue elaborar diferentes
modelos integradores capaces de explicar y/o predecir la eficacia de este tipo
de acciones, recurriendo para ello a un enfoque o análisis de carácter
multivariado.
En primer lugar, a
nivel descriptivo, se ejecutaron un total de 2.011 tiros libres, lo que
arroja una media de 31,42 por partido. Este dato coincide con muchos de los
trabajos recogidos: Castelo (1986), Ensum et al. (2000), Hernández Moreno et
al. (2011), Olsen y Larsen (1997) y Siegle & Lames (2012), que observan
entre 30 y 37 tiros libres por partido, siendo muy pocos los trabajos que se
sitúan fuera de este margen. Únicamente es posible describir los trabajos de
Arias (1996), Castelo (1999), y Yamanaka et
al. (2002), que observan porcentajes más elevados, entre 40 y 50 acciones por
partido. Si únicamente se considera el número de tiros libres indirectos,
observamos que este dato se reduce a 447 acciones, lo que representa el 22,3%,
dato que coincide con el trabajo de Van Meerbeek, Van Gool & Bollens
(1988).
En cuanto a la regularidad de los tiros libres indirectos,
observamos una media de 6,9 acciones por partido. Este dato se aproxima a los
propuestos por Casal, et al. (2014) y Silva (2011), quienes recogen valores de
6,31 y 8,2 respectivamente En cambio, se aleja de los trabajos de Van Meerbeek,
et al. (1988) y Carling et al. (2005), quienes recogen un promedio de 9,6 y 12
acciones por partido respectivamente.
Haciendo referencia a la eficacia de este tipo de acciones
en cuanto al Remate, observamos que únicamente se consiguen rematar el 23%,
dato que se sitúa en los valores de Casal, et al. (2014), que habla de un
21,8%, aunque discrepa del trabajo de Silva (2011), que habla de un porcentaje
de remate de 27,1%. Encontramos, a su vez, mayor porcentaje con respecto a
Mara, Weeler & Lyons (2012), que hablan de un 14%. Pero si el criterio
utilizado es si el remate se produce entre los 3 palos, observamos que este
porcentaje se reduce a 8,1%, dato que contradice el de Pérez y Vicente (1996),
quienes observan un 17,7%.
Por último, en cuanto al porcentaje de goles alcanzados,
únicamente el 3,1% de los tiros libres indirectos terminan en gol. Este dato
corrobora los estudios de Casal, et al. (2014), Castelo (1999) y Silva (2011),
quienes hablan de porcentajes del 1 y 3,2% respectivamente; y contradice de
nuevo el de Pérez y Vicente (1996), que recoge un 6,4%.
Sin embargo, a pesar de ser acciones de eficacia muy
reducida, se revelan como trascendentales en el desenlace de los partidos, en
la medida que el 64,1% de los goles obtenidos por medio de tiro libre indirecto
han sumado puntos para los diferentes equipos. Este dato refrenda lo encontrado
por Maneiro (2014), que encuentra un porcentaje similar y además propone la
necesidad de formular nuevas rutas tácticas para elevar dicho tanteo; y
coincide también con los trabajos de Castelo (1999) y Mombaerts (2000), que
afirman que los goles procedentes de acciones a balón parado pueden llegar a
decidir un partido en el que se enfrentan rivales de niveles similares.
A la vista de estos datos, es destacable pensar que estamos
de nuevo ante una gran ineficacia ofensiva, teniendo en cuenta que es una
casuística moderadamente frecuente y regular durante los partidos de
fútbol (casi 7 acciones por partido), potencialmente
importantes en el desempeño del partido, pero con una efectividad muy baja de
cara al gol.
Los motivos de esta gran ineficacia puede ser debido al
gran número de variables que necesita el equipo beneficiario del tiro libre
indirecto para conseguir el éxito en este tipo de acciones: ejecutar el tiro
libre indirecto con la potencia y dirección precisas, sincronismo perfecto de
todos los movimientos de los jugadores en
la zona de finalización; correcto timming
entre sacador y jugador que reciba el balón en condiciones de rematar a
portería; dominio del contexto espacio-temporal en el que se encuentra el
rematador para evitar la anticipación de un defensor; correcto cálculo de
trayectorias del balón y, por último, buena dirección del balón hacia zonas de
la portería donde el portero rival y los defensores no puedan evitar el gol
(Maneiro, 2014). Saraiva (2007), añade a
su vez que la necesidad de sorprender al rival es elevada para conseguir un
remate a portería en este tipo de acciones; mientras que Pérez y Vicente
(1996), destacan también “la eficacia a nivel de gol que se ha conseguido con
la ejecución rápida de este tipo de acciones, ya que es cuatro veces mayor que
la conseguida en la ejecución lenta” (p. 53).
A nivel ofensivo, el equipo atacante cuando dispone de un
tiro libre indirecto, únicamente presenta las ventajas de la elevada
certidumbre contextual que presenta la acción inmediatamente anterior a ser
puesto el balón en juego, y que permite poner en acción movimientos previstos
de antemano con el fin desestabilizar las maniobras defensivas y conseguir
mejor situación de remate. Otra posible ventaja de la que dispone el equipo
atacante es el hallarse en situación de ser el dueño del reinicio del juego, lo
que le permite hallarse en una situación estable y estática, con unos rivales
que deben respetar cierta distancia reglamentaria, proporcionándole una ventaja
temporal que en el juego dinámico no posee (Castelo, 1999; Faria & Tavares,
1996; Maneiro, 2014).
En lo referente al segundo
objetivo planteado, y mediante
la realización de diferentes tablas de contingencia (acompañadas de un
contraste Ji-cuadrado, se llevaron a cabo aproximaciones bivariadas, bajo las
que se pretendió contrastar la posible relación de variables asociadas a la eficacia
alcanzada.
En primer lugar, y por lo que respecta al contexto de
interacción en la zona de finalización, se ha podido comprobar que los tiros
libres que se ejecutan en un contexto de igualdad tienen más probabilidades de
ser rematados que en un contexto de inferioridad numérica con respecto al
defensor. Si bien no encontramos estudios específicos para poder contrastar
estos datos, en términos prácticos este dato puede estar asociado al igual
número de atacantes que defensores en zonas de finalización, provocando mayores
opciones de remate que si el contexto fuese en inferioridad para el equipo
atacante.
Con respecto al modo de envío del balón a zona de
finalización, hemos detectado que los tiros libres indirectos que se envían al
área de forma indirecta (con más de un toque al balón) presentan más
posibilidades de remate entre los tres palos, remate en general y de gol que
los que se envían de forma directa. Este dato coincide con los resultados
encontrados por Casal, et al. (2014), Maneiro (2014) y Silva (2011). En
concreto, Maneiro (2014), afirma que una de las posibles explicaciones radica
en la incertidumbre que provoca en el equipo defensor, aumentando el abanico de
posibilidades de acción al establecerse pequeños eslabones, que son los pases, desencadenando
desajustes en los posicionamientos defensivos establecidos previamente. Castelo
(1999), habla de la “progresión del balón en dirección a la portería contraria,
construyendo la oportunidad de rematar”. (p. 121)
Respecto a la trayectoria de los envíos a la zona de
finalización, y a pesar de que la inmensa mayoría de los tiros libres
indirectos se envían al área con fase aérea, observamos que los envíos con un
pase raso (y por lo tanto, huyendo del clásico centro al área) presentan más
probabilidades de ser rematados entre los tres palos en particular y rematados
en general. Este dato de nuevo se sitúa en la línea de los valores de Casal, et
al. (2014), que apuntan además al factor sorpresa de este tipo de saques, pues
9 de cada 10 sí presentan trayectorias aéreas o de centro-remate, eliminándose
de este modo la previsibilidad que supone un centro aéreo. Ali, (1988), en este
sentido, afirma que se evita la ventaja que supone la altura de los defensores
rivales y portero, con mayor ventaja en los envíos aéreos.
En lo referente al número de jugadores que intervienen en
la jugada, los resultados arrojados demuestran que la probabilidad de rematar entre los tres palos, de rematar en
general y de conseguir gol es mayor cuando intervienen 3-4 atacantes. Este dato
se relaciona con lo expuesto por Silva (2011), que recoge que en el 63,63% de
los goles que proceden de un tiro libre indirecto intervienen 3-4 jugadores.
Ardá, et al. (2014), Casal, et al.
(2014), Grehaigne (2001) y Teodorescu (1984), recogen resultados en esta misma
línea, destacando la intervención de más de 2 atacantes en este tipo de
acciones para conseguir un remate o un gol. Maneiro (2014), destaca la fiabilidad y precisión de este tipo de
ejecuciones en contraposición de un centro aéreo, donde el balón se dirige a
una zona y a un a un compañero concreto.
A su vez, se ha encontrado que la probabilidad de remate
entre los tres palos, remate en general y de conseguir gol aumenta cuando la
organización ofensiva es dinámica. Autores como Cunha (1987) y Bonfanti y
Pereni (2002), hablan de movimientos de despiste (pp. 25-26) y desajuste por
parte de los jugadores atacantes en la zona de finalización para que el libre
indirecto tenga éxito. Autores como Castelo (1999) habla de la creación de espacio
libres (p.176) y falsas señales (p. 167), para simular las verdaderas
intenciones tácticas de los delanteros. Casal, et al. (2014) y Maneiro (2014)
recogen que la utilización de maniobras de creación y ocupación de espacios,
fintas, aclarados y arrastres permiten cortocircuitar el plan defensivo del
equipo rival, provocando la aparición de espacios óptimos para rematar.
En lo que respecto al momento del partido, se ha estimado
que los tiros libres indirectos que se ejecutan con el marcador parcial a favor
(ganando) presentan mayor probabilidad de ser rematados. A pesar de que este
dato no puede ser contrastado empíricamente con otros estudios debido a la
falta de literatura, consideramos que una de las causas asociadas puede ser
debido al objetivo del equipo defensor, potencialmente más preocupado en anotar
gol que en misiones defensivas.
En lo referente al tercer
objetivo planteado fueron
realizados diferentes análisis de regresión logística con la intención de
disponer de un modelo de éxito para este tipo de acciones. En este sentido,
conviene mencionar que si bien los resultados a nivel estadístico deben
considerarse discretos, ya que la capacidad explicativa es reducida, sí poseen
un elevado interés a nivel aplicado, ya que pueden contribuir a aumentar las
posibilidades de éxito o eficacia en este tipo de acciones. En concreto, de
todas las variables que presentan una relación estadísticamente significativa,
2 son las que están presentes en los 3 modelos de regresión logística, lo que
reporta la idea de que la clave del éxito en este tipo de acciones pasa por
hacer intervenir en la acción a 3-4 jugadores y con una estructura organizativa
ofensiva dinámica, basada en la constante creación de espacios hábiles y
aclarados de los jugadores en la zona de finalización, como la mejor manera de
llegar al éxito.
Los resultados empíricos obtenidos permiten pensar que el
modelo final defiende un fútbol con un mínimo de elaboración, basado en el
dominio táctico del contexto de finalización y del centro de juego, defendiendo
un fútbol moderno, basado en la asociación entre los jugadores, con maniobras
de engaño y despiste y priorizando los pases rasos (más seguros), sobre los
centros aéreos.
5. CONCLUSIONES
Las principales conclusiones que sobre este trabajo pueden
extraerse podrían resumirse en: 1) Los tiros libres indirectos son un tipo de
ABP que constituyen una casuística relativamente frecuente en el fútbol de alto
nivel (6,9 tiros libres indirectos por partido). 2) La eficacia de este tipo de
acciones es muy limitada, puesto que se necesitan 4 tiros libres indirectos
para que se produzca remate: 12 respectivamente para que se produzca un remate
entre los tres palos; y 31 tiros indirectos para que se produzca un gol. 3)
Lejos de las prácticas habituales de los equipos en cuanto al modo de ejecución
de este tipo de acciones, basadas en envíos directos, trayectorias aéreas y con
únicamente intervención de sacador y rematador, los resultados empíricos
obtenidos justifican, por el contrario, la alternativa táctica de aquellos
equipos que optan por dotar a este tipo de acciones de un mínimo de
elaboración, basado en organizaciones ofensivas dinámicas y con intervención de
tres o cuatro jugadores como la mejor manera de llegar al gol o conseguir un
remate. 4) Si ejecutamos el tiro
libre indirecto con una organización ofensiva dinámica y con la intervención de
entre 3 y 4 jugadores, la tasa de remates entre los tres palos aumentaría del
8,1% hasta el 43,4%.
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- vol. 18 - número 70 - ISSN: 1577-0354