Salar-Andreu, C.S.;
Moreno-Murcia, J.A.; y Ruiz-Pérez, L.M. (2018). Validación del inventario evolutivo acuático IDEA de 6 a 12 meses / Validation
on the Inventory of Evolutionary Aquatic Development IEAD (IDEA) in 6 To 12
Month Old Babies. Revista
Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. vol. 18
(71) pp. 555-576 Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista71/artvalidacion944.htm
DOI: http://dx.doi.org/10.15366/rimcafd2018.71.010
ORIGINAL
VALIDACIÓN DEL INVENTARIO EVOLUTIVO ACUÁTICO IDEA DE 6 A 12 MESES
VALIDATION OF THE INVENTORY OF EVOLUTIONARY AQUATIC DEVELOPMENT IEAD
(IDEA) IN 6 TO 12 MOTH OLD BABIES
Salar-Andreu, C.1; Moreno-Murcia, J.A.2 y
Ruiz-Pérez, L.M.3
1 Profesor Asociado.
Departamento Patología y Cirugía. Universidad Miguel Hernández de Elche
(España) csalar@umh.es
2 Catedrático de
Universidad. Dpto. Psicología de la Salud. Universidad Miguel Hernández de
Elche (España) j.moreno@umh.es
3 Catedrático de
Universidad. Dpto. Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Universidad
Politécnica de Madrid (España) luismiguel.ruiz@upm.es
AGRADECIMIENTOS
La realización de este trabajo fue
posible gracias a la disposición y ayuda de padres y técnicos de las diferentes
piscinas del territorio nacional, en especial a los padres, niños y técnicos de
la Asociación Proyecto Vitae, sin los cuales no podría haberse realizado este
trabajo.
Código UNESCO / UNESCO code: 6199. Otras
especialidades psicológicas / Other psychological specialties
Clasificación del Consejo de Europa /
Council of Europe Classification:
15 Psicología del Deporte / Sport
Psychology
Recibido 22 de agosto 2016 Received August 22, 2016
Aceptado 28 de octubre de 2017 Accepted October 28, 2017
RESUMEN
Son escasos los instrumentos que evalúen el desarrollo
global del niño en el medio acuático. El objetivo de este estudio fue crear,
diseñar y validar un “Inventario del desarrollo evolutivo acuático (IDEA)” para
bebés de 6 a 12 meses. La validación se llevó a cabo a través de dos estudios.
En el primer estudio participaron 211 bebés, de los cuales 110 eran niños y 101
niñas, mientras que el segundo estudio estuvo compuesto por un total de 831
bebés (448 niños y 383 niñas) de 6 a 12 meses. Se diseñó una escala compuesta
por 14 ítems agrupados en cuatro áreas teóricas (social, cognitiva, lenguaje y
acuática). Tanto la consistencia interna como las evidencias de validez
permiten concluir que la escala puede ser una herramienta eficaz y puede ser
utilizada con ciertas garantías en contextos educativos y de investigación.
PALABRAS
CLAVE: Medición,
infancia, desarrollo motor, competencia acuática, actividades acuáticas,
evaluación.
ABSTRACT
There are very few instruments that evaluate
children’s overall development in an aquatic environment. This study aimed to
create, design and validate an “Inventory of evolutionary aquatic development”
IEAD (IDEA) for 6 to 12 month old babies. Two studies were used to carry out
the validation: the first study involved 211 babies (110 boys and 101 girls),
while the second study involved 831 babies (448 boys and 383 girls). A scale was
comprised of 14 items grouped into four theoretical areas (social, cognitive,
language and aquatics). Internal consistency as well as evidence of validity
led to the conclusion that the resulting scale could be an effective tool and
could be used with certain guarantees in educational and research contexts.
KEY WORDS: Measurement,
infancy, motor development, aquatic competence, aquatic activities, evaluation.
INTRODUCCIÓN
Conocer a los niños más pequeños en el medio acuático reclama
poseer instrumentos que permitan comprender cómo es el comportamiento de los
niños, y favorecer el desarrollo de una programación individual, proporcionando
información a las familias y a los profesionales acerca de los progresos
conseguidos, valorando de este modo la estrategia de intervención (FEAPAT[1],
2005).
Esta evaluación del
desarrollo evolutivo en la primera infancia ha sido motivo de estudio e
investigación en el siglo XX. Este esfuerzo dio como resultado el desarrollo de
diferentes tests, baterías y escalas de observación y
medición, para estas edades (v.g. Hebbeler, Spiker, Bailey, Scarborough, Sangeeta, y Simeonsson, 2007).
Sin embargo, todavía son escasos los instrumentos dirigidos a evaluar el
desarrollo durante el primer año de vida en el medio acuático, por lo que se
hace necesario llevar a cabo estudios en esta dirección.
Históricamente, una de las estrategias ha sido el empleo de
escalas evolutivas ya utilizadas en otros tramos de edad, pero adaptándolas a
los más pequeños (Quiles, Van-der Hofstadt, y Quiles,
2004). No obstante, ya se empiezan a encontrar instrumentos de medida
específicos para los niños más pequeños (Meisels y Atkins-Burnett, 2000). En edades tempranas, el desarrollo
evolutivo ha sido evaluado casi exclusivamente en su dimensión motriz (Berk, 2003). Una vez que el
niño domina el agarre manual, la marcha o manipula objetos, con la aparición
del lenguaje, las escalas dirigen su atención a otras dimensiones de la persona
(emocional, social, cognitiva o afectiva), disminuyendo su interés por el
comportamiento motor (Rosenbaum, 2005), al que sólo
se presta atención si el bebé presenta algún tipo de dificultad.
Los primeros instrumentos disponibles para evaluar la
competencia motriz en la primera infancia (Barnett y Peters, 2004; Vallaey y Vandroemme, 1999; Wiart y Darrah, 2001) estuvieron dirigidos a grupos
específicos para conocer si el desarrollo motor seguía unas pautas establecidas
(Burton y Miller; 1998; Burton y Rodgerson, 2001; Ikeda y Aoyagi, 2008; Lazslo y Bairstow, 1985; Ruiz,
Rioja, Graupera, Palomo, y García, 2015). Otros han valorado la secuencia de cambio en el
desarrollo de los patrones de movimiento (Gallahue y Ozmun, 2006; Haywood y Getchell, 2005). Durante las últimas décadas, la
investigación en desarrollo motor se ha centrado principalmente en los
problemas evolutivos de coordinación motriz en niños y adolescentes (Gómez,
Ruiz, y Mata, 2006; McCarron, 1997; Ruiz, 2005; Yoon, Scott, y Hill, 2006; Wiart, y Darrah, 2001). Estos instrumentos suelen valorar los
aspectos cuantitativos de la competencia motriz, y se centran en el rendimiento
coordinativo global y fino de los niños. La
mayoría de ellos se dirigen específicamente a la detección temprana y la
valoración de los déficit en el desarrollo del sistema perceptivo-motor (Bruininks y Bruininks, 2005;
Henderson, Sugden, y Barnett,
2012; Ruiz et al., 2015; Smits-Engelsman Henderson, y Michels,
1998; Zimmer, y Volkamer, 1987).
También existen otro tipo de instrumentos que valoran los
aspectos cualitativos de la competencia motriz, y centran su atención en los
movimientos de las diferentes partes del cuerpo durante la realización de
diferentes de tareas motrices (Burton y Miller, 1998; McClenaghan,
y Gallahue, 1985), o analizan globalmente sus
habilidades fundamentales (Barnett, Ridgers, Zask, y Salmon (2015).
Cuando se trata del primer año de vida, con frecuencia
surgen dudas con respecto a qué se debe registrar, o medir, para evaluar su
desarrollo. Qué indicativos del progreso son los más adecuados y valiosos de
constatar. La mayoría de baterías de medición se centran en las áreas
cognitivas, del lenguaje y motriz (Barnand y Kelly,
1990; Cicchetti y Wagner, 1990; McCune,
Kalmanson, Fleck, Glazewski, y Sillari, 1990),
mientras que otras (Bayley, 2005; Brazelton,
1973) también prestan atención a los aspectos psicosociales, afectivo-emocionales
o familiares. Es por ello, que para comprender mejor el proceso evolutivo del
bebé en esta fase es importante que la evaluación recoja información de todas
las dimensiones (cognitiva, social-emocional, lenguaje y motriz).
Uno de los ámbitos en el que la ausencia de instrumentos de
medida para evaluar el desarrollo evolutivo es notable, es el referido al medio
acuático. Los especialistas afirman que el neonato es capaz de desenvolverse en
el agua instintivamente debido al “recuerdo” de su etapa fetal, donde se
encontraba sumergido en el líquido amniótico (Diem, Bresges,
y Hellmich, 1978; Le Camus, 1993). También se afirma
que las sensaciones oculares y laberínticas que el bebé experimenta en el agua,
tanto en posición ventral como dorsal, le resultan familiares debido al tiempo
que pasa en la cuna y en los brazos del adulto en posiciones similares (Sigmundsson y Hopkins, 2010; Martins, Costa, Marinho, y Barbosa, 2012; Moreno y de Paula, 2005). Es por ello,
se podrían aprovechar las posibilidades que el medio acuático tiene como
entorno que favorece y facilita no sólo el movimiento, sino también la
interacción con sus iguales, con la familia y con los objetos, favoreciendo los
aspectos tónico, fásico, verbal, gestual y afectivo
del niño (Espejo, García, y Martínez, 2012).
El estudio de la competencia acuática infantil ha sido
tratado por diversos autores y desde varios puntos de vista. Se considera a Myrta McGraw (1935) una de las primeras investigadoras que
analizó el comportamiento de los niños pequeños menores de tres años en el
agua. Existen otros investigadores que han estudiado la evolución motriz en
relación con el agua (Azemar, 1974; Erbaugh, 1979; Le
Camus, 1974; Mayerhorfer, 1952), llegándose a hablar
del estudio de la competencia acuática como un ámbito concreto y específico (Langerdorfer y Bruya, 1995; Quan et al., 2015).
El interés por desarrollar instrumentos que puedan ofrecer
datos sobre cómo es la competencia motriz de los más jóvenes en el medio
terrestre (Ruiz y Graupera, 2015; Ruiz et al., 2017)
como acuático (Jorge, Edison, Roberta, y Victor, 2013) ha aumentado. Así, por
ejemplo, Moreno en 2005 diseñó una serie de instrumentos para medir la
competencia motriz acuática en escolares de 4 a 11 años, posteriormente Moreno
y Ruiz (2008) desarrollaron y validaron
una escala pictórica para evaluar la competencia acuática percibida en niños de
4 y 5 años. Este esfuerzo también ha estado dirigido al diseño de instrumentos
para medir la competencia motriz y el ajuste mental de niños y niñas con
necesidades especiales a través de la Water
Orientation Test Alyn 2
(WOTA 2) (Tirosh, Katz-Leurer
y Getz, 2008).
El propósito
principal de este estudio ha sido contribuir a este esfuerzo investigador con
el objetivo de desarrollar y validar un inventario para explorar el desarrollo
evolutivo de los bebés de 6 a 12 meses en el medio acuático.
Estudio 1
MÉTODO
PARTICIPANTES
La muestra estuvo compuesta por 211 bebés, de los cuales
110 eran niños y 101 niñas. Sus edades oscilaron entre los 6 y 12 meses, con
una edad media de 8.6 meses (DT = 1.9
meses). El estudio se realizó en varias zonas de la geografía española (zona
centro, noreste y sur) en las que se desarrollaron varios programas de
actividad acuática en instalaciones tanto públicas como privadas.
MEDIDAS
Con el propósito de explorar el comportamiento del bebé en
una situación real y natural, sin la manipulación del entorno de práctica, la
versión final del Inventario del Desarrollo Evolutivo Acuático (IDEA) es
un instrumento que permite evaluar las competencias acuáticas básicas de los
niños y niñas de edades comprendidas entre los seis y los 12 meses. Los ítems
se presentan en un formato normalizado que especifica la situación, los materiales
que deben estar presentes, los procedimientos de administración y los criterios
de medida para puntuar la respuesta.
El inventario está formado por 14 ítems agrupados en cuatro
áreas (Anexo I): área personal/social/emocional compuesto por tres ítems (e.g. “Entrada al agua”), el área comunicativa formada por
tres ítems (e.g. “Asocia palabras con acciones u
objetos”), el área cognitiva por tres ítems (e.g.
“Explora o investiga el entorno”), y el área de motricidad acuática compuesta
por cinco ítems (e.g. “Equilibración
en flotación dorsal”). Se utilizó una rúbrica como sistema de valoración de los
comportamientos del infante en cuatro puntos. Por ejemplo, el ítem AMA3 que
tiene que ver con el control de la respiración, donde se estimula en el niño al
chapoteo y se observa cómo actúa cuando se moja, el 1 corresponde a “No chapotea y si percibe la sensación de agua
en su rostro se asusta o llora”, el 2
a “Chapotea con cuidado y se muestra molesto ante la sensación de agua en su
rostro”, el 3 a “Chapotea
con cuidado, pero cuando se moja de forma accidental continúa con el juego sin
inhalar agua” y el 4 a “Chapotea
con manos y/o piernas y cuando le cae agua en el rostro no se asusta,
disfrutando de la actividad”.
DESARROLLO DEL INVENTARIO
Para que los procedimientos de aplicación del inventario y
su puntuación fuera lo más objetivo posible en las diferentes áreas del mismo
se siguieron una serie de pasos. En primer lugar, se construyó el inventario a
partir de una extensa revisión bibliográfica, donde se fueron seleccionando los
aspectos más importantes sobre los que giraban los diferentes ítems. La
redacción de los ítems fue fruto del trabajo de campo de diferentes docentes
universitarios expertos en la temática y la validación semántica de tres
profesores de actividades acuáticas. Asimismo, se consideró la estructura de
otros instrumentos tales como las escalas de Batelle
y Bayley (De la Cruz y González, 1966; Bayley, 1977).
Con todo ello se diseñó un inventario preliminar compuesto
por 18 ítems agrupados en 4 áreas social, cognitiva, del lenguaje y acuática.
Este inventario fue analizado por ocho expertos en psicología evolutiva,
motricidad acuática y desarrollo motor, los cuales comprobaron la importancia y
pertinencia de los mismos y su adecuación a las edades requeridas, lo que
permitió establecer su validez de criterio.
Los ítems fueron presentados con una escala tipo Likert de
cinco puntos que valoraba de cada ítem, la claridad de lenguaje, pertinencia
práctica y relevancia teórica. Se determinó el coeficiente de validez de
contenido (CVc) utilizando el criterio de
Hernández-Nieto (2002) y se obtuvo un coeficiente de 0.80, el cual indicó que
los contenidos propuestos poseían una satisfactoria validez y concordancia. Según
la escala establecida por el autor, para interpretar diversos intervalos del
coeficiente, cuando el CVc es igual o mayor a 0.80 y
menor de 0.90 la validez y concordancia son satisfactorias. Se comprobó que
todos los ítems correspondían a lo que inicialmente se buscaba a excepción de
tres ítems, alguna representación gráfica y modificación semántica de los
mismos, quedando por tanto la escala en un total de 15 ítems.
PROCEDIMIENTO
Se contactó con los responsables de las instalaciones
deportivas que habían aceptado participar en el estudio, así como con los
monitores de los cursos de estimulación y natación acuática para bebés a fin de
informarles del objetivo de la investigación y las actividades a evaluar. Uno
de los autores (CSA) fue la que personalmente evaluó a cada uno de los niños
pasando los diferentes ítems del inventario mientras observaba las clases, sin
influir en la dinámica o desarrollo de la misma. La participación fue voluntaria
y se preservó el anonimato de los participantes, adjuntando un código numérico
para cada niño y zona geográfica. Previamente los padres fueron informados de
la naturaleza del estudio y firmaron una hoja de consentimiento. El tiempo de
observación de cada niño fue de 30 minutos aproximadamente.
ANÁLISIS DE DATOS
Para establecer la estructura factorial del instrumento se
llevó a cabo un análisis factorial exploratorio (AFE). Asimismo, se analizó la
consistencia interna del instrumento mediante el coeficiente de alfa de Cronbach. Para el análisis de los datos se utilizaron los
paquetes estadísticos SPSS 21.0.
RESULTADOS
Análisis factorial exploratorio
Se llevó a cabo un análisis factorial exploratorio de
componentes principales con rotación oblimin. Tras un
primer análisis, el ítem 4 (“manipulaciones”) no alcanzó la saturación mínima
establecida (.40). Se eliminó el citado ítem y se volvió a realizar un nuevo
análisis, donde los 14 ítems se agruparon en cuatro áreas (Tabla 1): Socio-emocional
compuesto por tres ítems, el área Comunicativa formada por tres ítems, el área
Cognitiva por tres ítems, y el área de Motricidad acuática compuesta por cinco
ítems. Estos cuatro factores obtuvieron autovalores
mayores de 1.00 (4.48, 3.35, 2.59 y 2.20, respectivamente), explicando una
varianza total del 84.24% (29.87%, 22.37%, 17.29 y 14.70%, respectivamente).
Tabla 1. Inventario
del Desarrollo Evolutivo Acuático en Niños de 6 meses a 1 año (IDEA
6-12)
Ítems |
ASE |
AL |
AC |
AMA |
1.
Entrada al agua |
.73 |
|
|
|
2. Responde
a su nombre girándose cuando se le llama desde cualquier ángulo de la piscina |
.74 |
|
|
|
3. Juega
al CUCU |
.78 |
|
|
|
4. Asocia
palabras con acciones u objetos |
|
.76 |
|
|
5.
Chapurrea expresivamente |
|
.59 |
|
|
6. Emite
sonidos consonante-vocal |
|
.47 |
|
|
7. Explora
o investiga el entorno |
|
|
.49 |
|
8.
Explora objetos |
|
|
.83 |
|
9.
Levanta una taza para conseguir un juguete |
|
|
.65 |
|
10.
Desplazamiento/propulsión |
|
|
|
.65 |
11.
Zambullida |
|
|
|
.60 |
12.
Control de la respiración |
|
|
|
.37 |
13. Equilibración en flotación dorsal |
|
|
|
.83 |
14. Equilibración en vertical |
|
|
|
.68 |
Nota: ASE = Área
Socio-emocional, AL = Área del Lenguaje, AC = Área Cognitiva, AMA= Área Motriz
Acuática
Análisis de consistencia interna
Estudio 2
MÉTODO
PARTICIPANTES
En el segundo estudio participaron 831 bebés de seis a 12
meses de edad, de los cuales 448 eran chicos y 383 chicas (M = 8.68, DT
= 2.27). Con las mismas características del estudio 1.
MEDIDAS
Se utilizó el inventario (IDEA) final ya descrito en el
estudio 1.
PROCEDIMIENTO
Para la recogida de información se empleó el mismo procedimiento descrito en el
estudio 1.
ANÁLISIS DE DATOS
Para confirmar la estructura factorial del instrumento se
llevó a cabo un análisis factorial confirmatorio (AFC). Asimismo, se analizó la
consistencia interna del instrumento mediante el coeficiente de alfa de Cronbach, y se obtuvieron los estadísticos descriptivos
(medias y desviaciones típicas) así como las correlaciones bivariadas
de todas las variables. Para el análisis de los datos se utilizaron los
paquetes estadísticos SPSS 21.0 y AMOS 21.0
RESULTADOS
Análisis
factorial confirmatorio
Se realizó un análisis factorial confirmatorio para
examinar la validez de constructo del inventario IDEA. Se consideraron una
serie de índices de bondad de ajuste. Así, basándonos en las aportaciones de
diferentes autores (Bentler, 1990; Bollen y Long,
1993; McDonald y Marsh, 1990), los índices que se
consideraron para evaluar la bondad del modelo de medición fueron: χ2,
χ2/gl, RMSEA (Root
Mean Square Error of Aproximation),
RMSR (Root Mean Square
Residual) y los índices incrementales (IFI, CFI y TLI). Estos índices de ajuste
son considerados aceptables cuando el χ2/gl es
inferior a 5, los índices incrementales (IFI, CFI y TLI) son superiores a .90 y
los índices de error (RMSEA y/o RMSR) son inferiores a .05 (Bentler,
1990).
Se utilizó el método de estimación de máxima verosimilitud
junto con el procedimiento de bootstrapping,
ya que el resultado del coeficiente multivariado de Mardia
fue 61.56, lo que indicaba falta de normalidad multivariada de los datos. Por
ello, siguiendo a Finney y DiStefano
(2006) se utilizó el método robusto de estimación de máxima verosimilitud (Byrne, 2001). Tras un primer análisis, los resultados
globales del modelo no ajustaban adecuadamente. Atendiendo a los índices de
modificación, se establecieron cuatro interacciones de errores estandarizados
(en concreto, entre los errores de los ítems 7 y 8; 8 y 9; 10 y 11; 13 y 14) y
se llevó a cabo un nuevo análisis cuyos resultados mostraron un mejor ajuste
del modelo: ((χ2 (40, N = 831) = 1374.14, p = .000; χ2/d.f. = 21.14; CFI = .90; IFI = .90; RSMR = .04).
Análisis
de consistencia interna
La consistencia interna de cada uno de los factores
presentó los siguientes resultados: .70 para el factor socio-emocional, .91 para
el factor comunicativo, .79 para el factor cognitivo y .80 para el factor motricidad
acuática.
Análisis
descriptivo y correlaciones bivariadas
El área socio-emocional fue la que presentó un mejor
resultado, seguida del área cognitiva, de motricidad acuática y comunicación.
Los datos del análisis de correlación revelaron que los cuatro factores
correlacionaron positivamente entre sí (Tabla
2).
Tabla 2. Estadísticos Descriptivos y Correlaciones de
Todas las Variables
Variables |
M |
DT |
1 |
2 |
3 |
4 |
1.
Socio-emocional |
3.08 |
.87 |
- |
.79** |
.80** |
.82** |
2.
Comunicación |
2.80 |
.75 |
- |
- |
.81** |
.82** |
3.
Cognitivo |
3.02 |
.75 |
- |
- |
- |
.83** |
4.
Motricidad |
2.99 |
.75 |
- |
- |
- |
- |
Nota: ** p < .001
DISCUSIÓN
El propósito principal de este estudio fue el desarrollo y
validación de un Inventario Evolutivo para explorar la competencia motriz de
los bebes de 6 a 12 meses en el agua. Fruto de esta investigación de presenta
el Inventario de Desarrollo Evolutivo Acuático (IDEA) para niños de 6 a
12 meses. El diseño planteado teóricamente terminó confirmándose con la
psicometría realizada.
El inventario desarrollado ha quedado compuesto por un
total de 14 ítems agrupados en cuatro áreas (Anexo 1). Tanto el análisis de su
estructura factorial mediante análisis factorial exploratorio (AFE) como
confirmatorio (AFC), como su fiabilidad han mostrado resultados muy favorables
y satisfactorios.
En cuanto a la composición del instrumento, el área socio-emocional
quedó constituida por tres ítems dónde se aprecian la competencia del bebé para
establecer interacciones sociales y emocionales significativas, su actitud ante
la tarea presentada, su relación con los adultos o los iguales, el juego, las
normas, la expresión de sus sentimientos y su identificación de él mismo como
persona (v.g. “Responde a su nombre girándose cuando se le llama desde
cualquier ángulo de la piscina”). El área comunicativa quedó constituida por
tres ítems relacionados con la recepción y expresión de pensamientos e ideas
por medios verbales y no verbales, competencia para discriminar, comprensión
del significado de los mensajes, de los sonidos, de reglas gramaticales y la
utilización del significado en el medio acuático (v.g. “Asocia palabras con
acciones u objetos”). El área cognitiva quedó establecida por tres ítems que
exploran habilidades y competencias de tipo conceptual, valorando la
discriminación perceptiva, la memoria, el razonamiento y el desarrollo
conceptual (v.g. “Explora o investiga el entorno”).
El área de la motricidad acuática la conforman cinco ítems
que evalúan la capacidad del bebé para usar y controlar sus movimientos tanto
globales como finos, incluyendo en la valoración los comportamientos de
desplazamiento, manipulación, equilibración, giros,
percepción espacio-temporal, inmersión y respiración (v.g. “Equilibración
dorsal”).
Tradicionalmente, escalas como la desarrollada por Bayley (2005) y Brazelton (1973)
habían evaluado principalmente los aspectos cognitivos, del lenguaje, social-emocional
y de competencia motriz en el medio terrestre, en niños con o sin discapacidad
(Andraca, Pino, de la Parra, Rivera, y Castillo,
1998; García-Navarro, Taraconte, Sarduy,
Abdo, Galvizú, Torres, y
Leal, 2000; Haywood
y Getchell, 2005). En el presente estudio, las dimensiones obtenidas poseen
la misma estructura que estos inventarios y lo traslada al medio acuático de
forma rigurosa en cuanto a su validez de criterio, contenido, fiabilidad y
adecuación para ser empleado por los profesionales en estas edades. No obstante,
se hacen necesarios más estudios que confirmen estas propiedades de medida en
distintos contextos, para comprobar finalmente las bondades psicométricas de
las distintas áreas, así como valorarlo en un número mayor de infantes, explorando
con más detalle las diferencias por sexo.
La facilidad y sencillez en su empleo es muy probable que
permita obtener información de gran interés para la planificación de los
programas acuáticos para estas edades. En definitiva, se presenta un inventario
que permite evaluar el desarrollo evolutivo en el medio acuático de bebés de 6
a 12 meses, y en el que se valoran todas las áreas de desarrollo del bebé. Su
empleo
puede ayudar a la planificación tanto a corto como a largo plazo. Los
resultados a corto plazo pueden servir para establecer los puntos fuertes y
débiles, lo que guiará la planificación de las sesiones y el diseño de los
objetivos. Mientras que a largo plazo permitirá comprobar la evolución del
participante.
Su aplicación ha sido pensada para
obtener datos en una situación formal pero en un entorno abierto en el que no
se vea influido el comportamiento del bebé en el agua. La recogida de datos
reclamará la observación del bebé ante la tarea-problema y la entrevista a los
acompañantes (familiares). Estas dos fuentes de información proporcionarán
datos relevantes para llevar a cabo una evaluación completa de las diferentes
áreas y competencias del infante, siendo también posible, si se cree
conveniente, su aplicación de forma independiente, tanto en el medio educativo
como clínico. En este sentido, la totalidad de los ítems pueden ser aplicados a
diferentes tipos de trastornos mediante las modificaciones creadas para esta
finalidad, permitiendo adaptaciones en los casos de déficit visual, auditivo,
cognitivo y/o motriz. Asimismo, la utilización de un sistema de valoración de
cuatro puntos ha permitido realizar una evaluación sensible que tiene en cuenta
tanto las habilidades que el participante empieza a adquirir como las que ya
están enteramente adquiridas, realizando una evaluación individual y
personalizada.
CONCLUSIONES Y
APORTACIONES PEDAGÓGICAS
Para finalizar
y como valoración global de las relaciones encontrados en nuestro estudio,
señalamos las siguientes conclusiones que vienen a resumir las principales
aportaciones del estudio:
-
Los
procedimientos han sido pensados para obtener datos a través de la aplicación
de las pruebas en una situación estructurada pero en un entorno abierto y sin
aislar al participante del mismo. La recogida de datos viene dada por la
observación de la tarea y la entrevista a los acompañantes (familia). Estas dos
fuentes proporcionan datos que permiten una evaluación completa de las
diferentes áreas y capacidades del infante.
-
La
utilización de un sistema de valoración de cuatro puntos permite realizar una
evaluación sensible que tiene en cuenta tanto las habilidades que el
participante empieza a adquirir como las que están ya enteramente adquiridas.
-
Para
facilitar la evaluación la escala está dividida por áreas, siendo posible
aplicarlas de forma independiente, si se cree conveniente, tanto en el medio
educativo como clínico.
-
El
contenido de las conductas e hitos de desarrollo son directamente compatibles
con el desarrollo normalizado del participante, así como las adquisiciones de
los programas de educación acuática.
-
Gracias
a la utilización de la escala se puede planificar tanto a corto como a largo
plazo. Los resultados a corto plazo pueden servir de diagnóstico, lo que guiará
la planificación de las clases y diseño de objetivos. Mientras que a largo
plazo permitirá comprobar la evolución del participante.
-
Se
aplica de forma individual y está tipificada.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Número de citas propias de
la revista / Journal's own references: 0
(0%)
Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 18 - número 71 -
ISSN: 1577-0354
Anexo I
IDEA
(Inventario del Desarrollo Evolutivo en el Medio Acuático) de 6 a 12 meses
Ítem y procedimiento |
Representación |
Evaluación |
ASE1 Entrada
al agua El niño
entra en la piscina en brazos del acompañante y se observa su reacción |
|
1. El niño
entra llorando. 2. El niño
entra con gesto asustado y agarrándose fuertemente al acompañante. Observa el
vaso, los juguetes y compañeros. 3. El niño
entra a la piscina contento, observa el vaso, juguetes y compañeros,
participa de forma moderada en los juegos. 4.
4. El niño entra contento, permanece libre
ante el agarre, se mueve y juega. |
ASE2 Responde
a su nombre girándose cuando se le llama desde cualquier ángulo de la piscina Estando el niño jugando en el agua sujeto
por una estrella formada por flotadores tubulares, se le llama por su nombre
y se observa su respuesta. Se le puede llamar hasta 3 veces. Se valora
que el niño mueva la cabeza, ojos o que cambio la posición del cuerpo al
menos 2 de las 3 veces. Adaptación
auditiva o antes trastornos emocionales: El examinador se esforzará por atraer
la atención visual del bebé. Utilizará una voz fuerte, usando el lenguaje de
signos u otros gestos y valorándose que el bebé siga con la cabeza, ojos o
cambio de posición al examinador. |
|
1. No
responde. 2. Responde
una vez cuando el interlocutor se encuentra frente a él/ella. 3. Responde
una vez a su nombre desde otro lugar o posición, o dos veces cuando el
interlocutor se encuentra en frente. 4.
Responde siempre y desde cualquier lugar o
posición. |
ASE3 Juega al
CUCU Se
incita al niño para que juegue sujeto por flotadores tubulares con forma de
estrella. El acompañante se esconde debajo del agua y observa si al salir el
niño mira hacia el lugar por donde se asoma, llamando su atención diciendo
cosas como “cucú, tachán, aquí estoy”. |
|
1. No juega
nada, se muestra indiferente ante la salida del agua. 2. Se
muestra pasivo, observa la salida pero no interactúa ni participa en el
juego. 3. Participa
en el juego a veces, siguiendo con la mirada y expresiones cuando salimos
cerca de su campo de visión. 4.
Participa activamente con expresiones y
demanda el juego. |
AL1 Asocia
palabras con acciones u objetos Tras
plantear durante 2/3 clases ciertos juegos y acciones, se pide al bebé que señale,
vocalice, realice una acción o mire a su alrededor buscando la respuesta.
Algunos ejemplos pueden ser: ¿Dónde
están las pelotas? ¿Puedes
hacer burbujitas con las manos? A ver cómo haces burbujitas ¿Puedes
meter el patito al agua? Adaptación
ante deficiencias motoras: Si el niño tiene una deficiencia motriz que
le impide la realización de la acción se valorará la intención de realizarla
y el acompañante, si existe esa intención, le ayudará en la realización de la
misma. |
|
1. El niño
no responde ante ninguna acción o palabra. 2. Sólo
responde a una acción. 3. Responde
sólo a acciones o búsqueda de objetos. 4.
Responde tanto a las acciones que se le
plantean como a los objetos, buscándolos, señalándolos o nombrándolos. |
AL2 Chapurrea
expresivamente Se observa al niño en el agua y se valora si
chapurrea expresivamente en el juego. |
|
1. El niño
no emite ningún sonido. 2. El niño
chapurrea a veces. 3. El niño
chapurrea cuando se le demanda juego o disfruta de la acción. 4.
El niño chapurrea siempre. |
AL3 Emite
sonidos (consonantes-vocales) Se
observa el vocabulario del niño durante el juego, observando si llama a la
mamá ⁄papá⁄ acompañante y si tras expresiones como “llama a
mamá“, repite con sonido consonante-vocal. |
|
1. El niño
no emite ningún sonido consonante-vocal. 2. El niño
emite muy pocas veces el sonido consonante-vocal o sólo lo emite por
imitación y sólo a veces. 3. El niño
emite algunos sonidos e imita casi siempre los que se le proponen. 4.
El niño emite sonidos siempre e imita los que se le proponen. |
AC1 Explora
o investiga el entorno Se
coloca al niño con el flotador tubular en forma de estrella y se observa su
comportamiento ante el entorno. |
|
1. El niño
permanece quieto sin mostrar atención por lo que ocurre en la piscina. 2. El niño
observa la piscina y lo que ocurre en ella. 3. El niño
observa la piscina e intenta coger algún objeto o interactuar con algún niño
cercano. 4.
El niño se acerca o demanda acercarse al
resto de compañeros e intenta coger los juguetes e interactuar con ellos. |
AC2 Explora
objetos Se coloca al niño con el flotador tubular en
posición vertical, se mueve un juguete flotando en el agua, si el niño no
intenta coger el juguete se le da. Adaptación
ante deficiencias motoras: Si el niño tiene una deficiencia motriz que
le impide la realización de la acción se valorará la intención de realizarla
y el acompañante, si existe esa intención, le ayudará en la realización de la
misma. |
|
1. El niño
no explora el juguete. 2. El niño
explora el juguete de 0 a 8 segundos. 3. El niño
explora el juguete de 8 a 14 segundos. 4.
El niño explora el juguete más de 14
segundos. |
AC3 Levanta
una taza para conseguir un juguete Se
coloca al niño con el flotador tubular frente a un tapiz o bordillo. Se mueve
un juguete por encima del tapiz para llamar su atención. Cuando lo esté
mirando se tapa con una taza. Al mismo tiempo se le dice. El…está escondido.
¿Dónde está el….? Se levanta la taza y se dice…aquí
está el….Se repite el mismo procedimiento otra vez. A la tercera vez se
termina sin levantar la taza esperando la respuesta del niño. Adaptación
ante deficiencias motoras: Si el niño tiene una deficiencia motriz que
le impide la realización de la acción se valorará la intención de realizarla
y el acompañante, si existe esa intención, le ayudará en la realización de la
misma. |
|
1. El niño
no muestra interés por conseguir el juguete. 2. El niño
mira la taza y hace gestos para que la levantemos. 3. El niño
intenta levantar la taza pero no lo consigue. 4.
El niño levanta la taza y consigue el
juguete. |
AMA1
Desplazamiento/propulsión El niño se desplaza por la piscina sujetado
por debajo de los brazos con dos flotadores tubulares, dejando libres brazos
y piernas. |
|
1. El niño
muestra una posición de paracaídas, en la que brazos y piernas están con
máxima extensión y tensión, no se relaja ante el movimiento. 2. El niño
se muestra en una posición de “colo”, se deja
sostener en brazos y su cuerpo acompaña el movimiento. 3. El niño
se muestra en una posición de semiflexión, los
brazos y piernas relajados, se mueven, pero no son capaces de facilitar el
desplazamiento o realizar chapoteo. 4.
El niño se muestra en una posición de semiflexión, los brazos y piernas se mueven acompañando
el movimiento, realizando chapoteo con las manos y movimiento de bicicleta
con los pies. |
AMA2 Zambullida El niño
sentado en el borde de la piscina y el acompañante desde el interior del
vaso, frente a él, le invita a entrar. Adaptación
ante deficiencias motoras: Se colocará al bebé sentado en el bordillo con el apoyo
suficiente para conseguir una sedestación estable, bien con material o con el
apoyo del acompañante. Se valorará su respuesta utilizando cualquier medio
adecuado para ello: respuesta verbal, gestos que manifiesten la intención de
entrar o no al vaso o el apoyo en el acompañante para realizar la acción. Si
necesita el apoyo del acompañante para realizar la acción, se valorará el
miedo o intención de realización de la misma, no la necesidad de apoyo ante
la acción. |
|
1. El niño
rechaza entrar al vaso. 2. El niño
entra al vaso con apoyo en brazos o antebrazos. 3. El niño
entra al vaso con apoyo de las manos. 4.
El niño entra al vaso de forma autónoma. |
AMA3 Control
de la respiración Se
estimula al niño al chapoteo y se observa cómo actúa cuando se moja. |
|
1. No
chapotea y si percibe la sensación de agua en su rostro se asusta o llora. 2. Chapotea
con cuidado y se muestra molesto ante la sensación de agua en su rostro. 3. Chapotea
con cuidado, pero cuando se moja de forma accidental continúa con el juego
sin inhalar agua. 4.
Chapotea con manos y/o piernas y cuando le
cae agua en el rostro no se asusta, disfrutando de la actividad. |
AMA5 Equilibración dorsal Se
sujeta al niño con apoyo en cabeza y se valora si se mantiene en flotación
dorsal. |
|
1. El niño
no acepta la posición, rehúsa sumergir la oreja en el agua, intenta
levantarse flexionando cuello, pelvis y tronco. 2. El niño
mantiene la posición sobre un punto fijo. 3. El niño
acepta la posición y la mantiene sobre un flotador tubular. 4.
El niño mantiene la posición en flotación
dorsal de forma autónoma. |
AMA6 Equilibración
vertical Se
observa el comportamiento del niño en posición vertical con apoyo en flotador
tubular. |
|
1. El niño
es incapaz de mantenerse solo con el apoyo del flotador tubular. 2. El niño
se mantiene quieto, con brazos y piernas en extensión y máxima tensión. 3. El niño
se mantiene sobre el flotador tubular y es capaz de chapotear o coger objetos
que se presenten a su mano. 4. El niño
se mantiene sobre el flotador tubular e inicia movimiento de brazos y piernas
para buscar el desplazamiento y agarre de objetos lejanos. |
Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 18 - número 71 -
ISSN: 1577-0354