DOI: http://doi.org/10.15366/rimcafd2018.72.006
ORIGINAL
Relación entre composición corporal y movimientos
realizados durante la marcha en mujeres
Associations between body composition and movements
during gait in women
Leirós-Rodríguez, R.1;
Romo-Pérez, V.2; Arce-Fariña, M.E.3 y García-Soidán, J.L.4
1 Doctora en
Fisioterapia. Facultad de Fisioterapia de la Universidad de Vigo (España) rleiros@uvigo.es
2 Doctor en Ciencias de
la Actividad Física y del Deporte. Facultad de Ciencias de la Educación y del
Deporte de la Universidad de Vigo (España) vicente@uvigo.es
3 Doctora en Ingeniería
Industrial. Centro Universitario de la Defensa de la Universidad de Vigo
(España) elena.arce@uvigo.es
4 Dotor en Medicina y
Cirugía. Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte de la Universidad
de Vigo (España) jlsoidan@uvigo.es
Código UNESCO / UNESCO
code:
240215 Envejecimiento somático / Somatic ageing
Clasificación del
Consejo de Europa / Council of Europe classification: 9. Cinantropometría /
Kineanthropometry
Recibido 14 de diciembre de
2016 Received December 14, 2016
Aceptado 24 de enero de
2017 Accepted January 24, 2017
RESUMEN
El objetivo de este trabajo es explorar las
relaciones entre los parámetros acelerométricos de la marcha y la composición
corporal en mujeres sanas. Para conseguirlo se realice un estudio transversal
con una muestra de 112 mujeres adultas sanas (64,1 ± 8,6 años). Las
participantes caminaron una distancia de 20 metros con un acelerómetro triaxial
situado a la altura de la cuarta vértebra lumbar. La prueba se repitió tres
veces y se utilizó la media de los tres ensayos para el análisis. También se
evaluaron indicadores clínicos (Timed Up and Go Test, prueba de los seis
minutos marcha y perímetro de cintura) y la composición corporal (bioimpedancia).
Los porcentajes de grasa corporal total y en miembros inferiores se
correlacionaron fuertemente con la aceleración media en eje vertical y el valor
mínimo de módulo vector de las aceleraciones. En mujeres mayores de 71 años, la
proporción de grasa corporal total y de miembros inferiores determina los
movimientos del cuerpo durante la marcha. Por tanto, la cantidad de masa grasa
está relacionada con la estabilidad en la marcha de las personas mayores.
PALABRAS CLAVE: Acelerómetros;
antropometría; biomecánica; composición corporal humana; caminar; personas
mayores; mujeres.
ABSTRACT
The aim of this paper is to explore the relationships
between gait parameters and body composition in healthy women. A
cross-sectional study with a sample composed of 112 healthy adult women (64.1 ± 8.6
years). The subjects walked a distance of 20 meters with a triaxial
accelerometer attached at the fourth lumbar vertebra. The test was repeated three
times and the mean of the three trials was used for the analysis. Clinical
indicators (Timed Up and Go Test, 6-Minute Walk Test and waist perimeter) and body composition (bioimpedance) were also evaluated. Total body and
lower limb fat mass percentages were strongly correlated with the average
acceleration in vertical axis and the minimum value of module vector of the
accelerations. In women over the age of 71, the percentage of total body fat
and lower limbs determines body movements during gait. Therefore, the amount of
fat mass is related to the stability in the gait of the elderly.
KEYWORDS: Accelerometers;
anthropometry; human biomechanincs; human body composition; walking; older
people; women.
1. INTRODUCCIÓN
En los últimos cincuenta años se está
produciendo un envejecimiento progresivo de las poblaciones en los países
desarrollados. La prevalencia de sobrepeso en estas edades provoca mayores
riesgos para la salud (enfermedades cardiovasculares, meabólicas, respiratorias
y osteoarticulares)1. Además, con el proceso de envejecimiento se pierden masa
ósea y muscular (sarcopenia) y se gana masa grasa2. Esta modificación de la composición corporal produce un
aumento del índice de masa corporal (IMC), parámetro indicador de morbilidad,
dependencia y mortalidad en personas adultas y mayores3. En consecuencia, el declive funcional incrementa el gasto
sanitario y asistencial4.
Caminar es indispensable para el mantenimiento
de las actividades de la vida diaria y, calidad de vida de los mayores5,6. El exceso de peso puede contribuir al aumento de la carga
mecánica sobre las articulaciones de los miembros inferiores y, en
consecuencia, a la alteración de su movilidad7,8. Dado que el sobrepeso
es un problema de salud pública creciente, las intervenciones con el objetivo
de reducir el IMC y mejorar la composición corporal podrían ser también una
estrategia eficaz de prevención primaria y secundaria para problemas
funcionales9-11.
De hecho, la velocidad de la marcha es uno de los
signos más empleados para estimar la dependencia en gerontología12. Pero este indicador puede presentar deterioro cuando el desarrollo de
síndromes o patologías ya están instauradas. Esto es debido a que, con el
envejecimiento, se reducen lentamente la fuerza muscular y la amplitud de los
movimientos13. En consecuencia, los mayores prolongan la fase de apoyo y reducen el
tiempo de zancada. Estas adaptaciones se asocian con la disminución de los
movimientos de cadera en el plano sagital y un aumento de la inclinación
pélvica en el plano ántero-posterior14.
La utilización de acelerómetros en investigación
permite identificar precozmente características de la marcha que proporcionan
información adicional sobre el grado de funcionalidad del paciente o el riesgo
que éste puede tener a sufrir una caída15,16. El análisis
de la marcha basado en el estudio de las aceleraciones del cuerpo se ha
aplicado de manera válida y fiable para la predicción del riesgo de caída o
discriminar grupos de población17,18.
Identificar los factores que deterioran la estabilidad
de la marcha es fundamental para diseñar intervenciones para mantener la
independencia y la movilidad. Esto es especialmente importante en las mujeres
debido a su mayor esperanza de vida y la mayor incidencia de caídas en ellas en
relación con los hombres19.
El objetivo de este estudio fue el de explorar las
relaciones entre los parámetros de la marcha y la composición corporal en
mujeres sanas, con normopeso. Conocer dichas relaciones nos ayudará a
identificar prematuramente alteraciones de la marcha y de la composición
corporal, que nos permitan diseñar tratamientos preventivos del deterioro del
equilibrio y diagnosticar en estados iniciales, patologías que cursen con
alteración de la estabilidad.
2. MATERIAL Y MÉTODOS
2.1. Participantes
La muestra, obtenida mediante muestreo simple
aleatorio, estuvo compuesta por 112 mujeres adultas de entre 51 y 80 años y con
una media de edad de 64,1 ± 8,6 años. Los criterios de inclusión empleados
fueron: (a) la práctica de actividad física entre una y dos veces a la semana;
(b) capacidad para caminar más de 30 minutos con independencia; (c) mantener un
buen nivel de independencia y de estabilidad durante la marcha (objetivado
mediante la realización de la prueba Timed
Up & Go en 10 segundos como máximo)20.
Los
criterios de exclusion fueron: (a) la incapacidad de caminar
independientemente; (b) presentar un IMC inferior de 18,5 (infrapeso) o
superior a 29,9 (obesidad)21; (c) la presencia de alguna
contraindicación o enfermedad que impidiese la realización de alguna de las
pruebas de evaluación empleadas en este estudio; (d) la toma de farmacos que
alteren la respuestas y no estén contempladas en esas enf como pueden ser
ansioliticos o antidepresivos o antiparkinsonianos o inductores del sueños y sus dosis y hora de
ingesta, que dificulten la coordinación
y la velocidad de respuestas en las pruebas.
2.2.
Procedimiento
Tras informar cada
participante del procedimiento de evaluación que le sería aplicado, todas ellas
firmaron el consentimiento informado, de acuerdo a la Declaración de Helsinki
(rev. 2013). Anteriormente, esta investigación había recibido la aprobación del
Comité de Ética de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte de la
Universidad de Vigo (España) (código: 3-0406-14).
Se
solicitó a las participantes que recorriesen una distancia de 20 metros
(divididos en dos tramos de ida y vuelta de 10 metros), a una velocidad de
marcha normal. Tanto el comienzo como el punto final de giro del trayecto
estaban debidamente señalizados. La prueba se repitió 3 veces separadas por
intervalos de 30 segundos para evitar el efecto fatiga de la musculatura de miembros
inferiores22. Durante dicha prueba, las participantes se mantuvieron
descalzas con calcetines y ropa cómoda.
Para la medición de las
aceleraciones se utilizó un acelerómetro triaxial ActiGraph GT3X+® (ActiGraph,
Estados Unidos). El acelerómetro se colocó directamente sobre la piel a la
altura de la apófisis espinosa de la cuarta vértebra lumbar. La fijación del
dispositivo se aseguró con un cinturón ajustable y cinta adhesiva
hipoalergénica para cerciorar que el aparato no se movía independientemente al
tronco del sujeto, durante la realización de las pruebas. La ubicación tras L4
se eligió como un indicador en superficie del centro de gravedad del cuerpo
cuando éste se encuentra en bipedestación, ésta decisión se tomó teniendo en
cuenta la literature existente y un estudio previo que confirm esta
localización como la más adecuada para comparar los registros acelerométricos
de la marcha23,24. Este acelerómetro permite almacenar series temporales de
datos de aceleración en una memoria flash no volátil. Las pequeñas dimensiones
de los módulos (4,6 x 3,3 x 1,5 cm), unidas a su poco peso (19 gramos), hacen
de este instrumento una de las mejores opciones para evaluar cambios en la
posición corporal. La precisión de los acelerómetros es de 3 mg/LSB y su rango
de medición de ± 6 g. La frecuencia de registro elegida fue de 30 Hz.
Antes de cada sesión de
evaluación cada acelerómetro se inicializó con el software específico, el mismo
donde se enviaron los datos registrados tras cada ronda de recolección de
datos. Todos los acelerómetros empleados en el estudio fueron calibrados en
estática antes de su uso y configurados para que propocionaran los datos en
espacios de tiempo de 1 segundo.
Este instrumento
proporciona los datos acelerométricos registrados en los tres ejes del espacio,
siendo estos: eje 1 o vertical (correspondiente a los movimientos en el plano
transversal); eje 2 o medio-lateral (correspondiente a los movimientos en el
plano sagital); y el eje 3 o ántero-posterior (correspondiente a los
movimientos en el plano frontal). El promedio de las aceleraciones registradas
en los tres intentos fueron empleadas para el análisis. De entre los datos
promediados se seleccionaron las aceleraciones máximas, mínimas y medias de
cada eje y el modulo vectorial resultante (o Root Mean Square) de las mismas.
2.3.
Indicadores clínicos
Las
participantes realizaron una batería de pruebas y mediciones clínicas
relacionadas con el equilibrio y el estado fisico:
(a) Timed Up & Go (TUG): es una prueba clínica que
evalúa la marcha y las transferencias de sedestación a bipedestación y la
marcha a lo largo de 3 metros. Fue elegida porque se correlaciona con factores
como el riesgo de caída o el grado de dependencia20.
(b) Test de los 6 Minutos Marcha (6MM): es empleado para medir la
distancia máxima que una persona puede caminar en seis minutos. Esta prueba es útil
como medida de la movilidad25.
(c) Perímetro de Cintura umbilical (PC): esta variable antropométrica se escogió por su relación con
el estado de salud en las personas mayores26. El PC se midió a nivel del
ombligo en bipedestación con las piernas separadas 25-30 cm entre sí, usando
una cinta métrica metálica no flexible Lufkin W606PM (Lufkin, Mexico),
calibrada a 0,1 cm. La cinta se colocó sobre la piel sin ninguna compresión y
en el plano horizontal respecto al suelo. La estimación se realizó después de
la espiración.
(d) Bioimpedancia: La
cuantificación de la composición corporal se realizó mediante bioimpedancia
electrónica, siguiendo un protocolo validado para su uso en investigación27. Todos las participantes fueron
analizadas en ayunas, en ropa interior y por la mañana, después de ir al
servicio y advirtiéndoles de que el día anterior no deberían realizar ningún
esfuerzo intenso. Primero, se les midió la altura con una balanza-tallímetro
SECA 700 (SECA, Berlín, Alemania). La altura se comprobó 2 veces si había
coincidencia y si no se hacía una tercera estimación, hallando la media, con un
margen de error de ± 1 mm) y después se les midió el peso con la misma
balanza-tallímetro. Con un margen de error de ±50 g, se comprobó 2 veces el
peso si había coincidencia y si no, se hacía una tercera estimación, para
hallar la media. A continuación, fueron evaluados mediante el analizador
multifrecuencia por bio-impedancia (InBody720, Biospace Japan Inc., Tokyo,
Japón®) para estimar los parámetros relacionados con su composición corporal: impedancia, masa muscular, masa grasa y sus
porcentajes (para el cuerpo en su totalidad, miembros inferiores y tronco).
2.4.
Análisis estadístico
Para
el análisis de resultados, la muestra se dividió en tres grupos de edad: G1
entre 51 y 60 años (n = 29); G2, entre 61 y 70 años (n = 55) y G3, entre 71 y 80
años (n = 28).
Para
la estadística descriptiva se utilizó la media como medida de tendencia central
y la desviación típica como medida de dispersión.
Para
comprobar si las diferencias entre los grupos son significativas se empleó el
análisis de la varianza (ANOVA) con la corrección de Bonferroni. Para
identificar las relaciones existentes entre las variables analizadas se empleó
el coeficiente de correlación. Se empleó la regresión lineal utilizando las
variables acelerométricas (como variable independiente) y las pruebas de
evaluación física y funcional (como variables dependientes), con ajuste para la
variable edad, mediante el método de mínimos cuadrados.
Todas
las técnicas estadísticas se aplicaron con el programa SPSS de Windows versión
17.0 y con el nivel de significación fijado en p < 0,05.
3.
RESULTADOS
Los resultados no
mostraron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos en los
que se dividió la muestra para el peso, IMC o el porcentaje de masa grasa
total. Entre los grupos G1 y G3, hubo diferencias en la altura, PC, 6MM,
impedancia y el porcentaje de masa grasa en las extremidades inferiores (Tabla
nº1). Entre los grupos G1 y G2, hubo diferencias en el PC y el porcentaje de
masa grasa en las extremidades inferiores. Sólo el TUG identificó diferencias
entre los tres grupos de edad (Tabla nº1).
Tabla 1. Análisis descriptivo
y comparación entre grupos de edad de las variables de estudio
Variables |
Total (n=112) |
G1 (n=29) |
G2 (n=55) |
G3 (n=28) |
|
||||
|
Media (DT) |
[95% IC] |
Media (DT) |
[95% IC] |
Media (DT) |
[95% IC] |
Media (DT) |
[95% IC] |
|
Edad (años) |
64,1 (8,6) |
[62,5-65,7] |
53,6 (5,6)a***,b*** |
[51,4-55,7] |
64,4 (2,7)a***,c*** |
[63,6-65,1] |
74,5 (4,8)b***,c*** |
[72,7-76,4] |
|
Peso (kg) |
65,6 (10,1) |
[63,7-67,5] |
63 (7,6) |
[60,1-65,9] |
66,4 (11,1) |
[63,4-69,5] |
66,5 (10,1) |
[62,5-70,4] |
|
Altura (cm) |
154 (5,5) |
[153-155] |
155,6 (5,1)b* |
[153,6-157,5] |
154,2 (5,5) |
[152,7-155,7] |
151,8 (5,3)b* |
[149,8-153,9] |
|
IMC (kg/m2) |
27,6 (4,1) |
[26,8-28,3] |
26 (3,3) |
[24,8-27,3] |
28 (4,7) |
[26,7-29,2] |
29 (3,2) |
[27,1-29,5] |
|
PC (cm) |
91,9 (9) |
[89,7-94,1] |
85,4 (6,6)a*,b** |
[81,4-89,4] |
92,4 (9,2)a* |
[89,2-95,7] |
95,2 (8,1)b** |
[91,5-98,9] |
|
TUG (s) |
6,1 (1,1) |
[5,9-6,3] |
5,5 (0,8)a*,b*** |
[5,2-5,8] |
6 (0,8)a*,c** |
[5,8-6,3] |
6,8 (1,3)b***,c** |
[6,3-7,3] |
|
6MM (m) |
592,5 (88,9) |
[575,6-609,5] |
613,6 (54,4)b* |
[592,9-634,2] |
600,5 (101,4) |
[572,5-628,4] |
552,9 (82,5)b* |
[519,6-586,3] |
|
Cuerpo |
IMP (S) |
633,5 (60,6) |
[622,2-644,8] |
656,3 (54,9) b* |
[635,4-677,2] |
630,8 (65,2) |
[613,2-648,5)] |
615,2 (50,3)b* |
[595,7-634,7] |
MM (kg) |
39,4 (3,4) |
[38,7-40] |
39,2 (2,6) |
[38,2-40,2] |
39,7 (3,7) |
[38,7-40,7] |
38,9 (3,3) |
[37,6-40,2] |
|
%MG |
24 (7,1) |
[22,6-25,3] |
21,8 (5,5) |
[19,7-23,9] |
24,8 (8) |
[22,6-26,9] |
24,7 (6,5) |
[22,2-27,2] |
|
Tronco |
MM (kg) |
22,6 (1,8) |
[22,3-22,9] |
22,5 (1,4) |
[21,9-23] |
22,8 (1,9) |
[22,3-23,3] |
22,4 (1,8) |
[21,7-23,1] |
|
%MG |
31,7 (6,6) |
[30,4-32,9] |
30,1 (5,8) |
[27,8-32,3] |
32 (7,1) |
[30,1-34] |
32,6 (6,3) |
[30,2-35] |
MMII |
MM (kg) |
6,4 (0,6) |
[6,3-6,5] |
6,4 (0,5) |
[6,2-6,6] |
6,4 (0,7) |
[6,2-6,6] |
6,2 (0,6) |
[6-6,5] |
%MG |
42,2 (4,8) |
[41,3-43] |
40 (4)a*, b** |
[38,5-41,5] |
42,6 (4,9)a* |
[41,2-43,9] |
43,6 (4,5)b** |
[41,8-45,3] |
IMC: Índice de masa corporal; PC: Perímetro de
cintura; TUG: Timed Up & Go Test; 6MM: Test de los 6 minutos marcha; IMP: Impedancia;
MM: Masa muscular; %MG: Porcentaje de masa grasa; MMII: Miembros inferiores;
DT: Desviación típica; IC: Intervalo de confianza.
a: comparación entre G1 y G2; b: comparación
entre G1 y G3; comparación: G2 y G3
*p valor
< 0,05
**p valor
< 0,01
***p valor
< 0,001
En la Tabla nº2 se observa una reducción de los
valores de las aceleraciones registradas en los tres ejes y su módulo vectorial
a medida que aumenta la edad. Esta reducción fue muy significativa para los valores
mínimos registrados en los ejes 1 y 3 y los valores máximos en el eje 2. Sólo
los valores máximos del módulo vectorial obtuvieron diferencias significativas
entre los tres grupos de edad. La duración media de los tres intentos
diferencia al G3 de los otros dos pero no encuentra diferencia significativa
entre G1 y G2.
Tabla 2. Rangos y valores
acelerométricos medios (en g) para cada eje y RMS.
Variable |
Muestra (n=112) |
G1 (n=29) |
G2 (n=55) |
G3 (n=28) |
|
Eje vertical |
Máximo |
60 ± 15,2 |
68,2 ± 19,6b** |
61,9 ± 14,7 |
54,6 ± 11,5b** |
Mínimo |
4,1 ± 5,1 |
7,4 ± 7,1a***, b** |
3,9 ± 2,1a*** |
2,9 ± 3,1b** |
|
Media |
39,7 ± 12,1 |
43,5 ± 14,1b* |
39,2 ± 11,2c* |
36,5 ± 9,3b*, c* |
|
Eje medio-lateral |
Máximo |
49 ± 13 |
53,9 ± 15,6a*,b* |
47,3 ± 11a* |
44,3 ± 10,8b* |
Mínimo |
5,8 ± 3,8 |
6,7 ± 4,7b* |
6,64 ± 3,6 |
4,5 ± 3,8b* |
|
|
Media |
21 ± 6,5 |
23,6 ± 5,1b* |
20,5 ± 5,2 |
18,6 ± 4,1b* |
Eje ántero-posterior |
Máximo |
41,6 ± 11,7 |
48,5 ± 12,1b* |
41,8 ± 12,4 |
32,5 ± 10,8b* |
Mínimo |
7 ± 5,6 |
9,6 ± 6,1a***, b** |
7,2 ± 4,3a*** |
5 ± 6,5b** |
|
|
Media |
22,4 ± 8,3 |
27,7 ± 9,7a*, b* |
23,5 ± 7,1a* |
21,2 ± 6,9b* |
Módulo vectorial |
Máximo |
76,6 ± 16,2 |
84,9 ± 20a*, b*** |
76,5 ± 13,6a*,c* |
68,2 ± 11,9b***,c* |
Mínimo |
23,2 ± 10,1 |
28,6 ± 13,8b* |
23,7 ± 6,8 |
20,7 ± 7,7b* |
|
|
Media |
54,1 ± 12,6 |
60 ± 15,5b*** |
59,9 ± 10,1c* |
44,6 ± 9,9b***,c* |
Duración (s) |
Media |
16,4 ± 2,7 |
14,1 ± 2,3b* |
16,8 ±2,4c* |
17,7 ± 3,1b*,c* |
a: comparación entre G1 y G2; b: comparación
entre G1 y G3; comparación: G2 y G3
*p < 0,05; **p < 0,01; ***p < 0,001
Los registros acelerométricos
mostraron que hubo una reducción de las aceleraciones en los tres ejes y módulo
vectorial según progresaba el grupo de edad (Figura nº1). Esta reducción fue
muy significativa para los valores mínimos registrados en los ejes vertical (p
= 0,001) y ántero-posterior (p = 0,001) ejes y los valores máximos en el eje
medio-lateral (p = 0,03). Los valores máximos del RMS obtuvieron diferencias
significativas entre los tres grupos de edad (p < 0,001). La duración media
de los tres intentos diferencia el G3 de los otros dos grupos (p < 0,01),
pero no encuentra diferencias significativas entre G1 y G2.
Figura 1. Progresión
del índice de masa corporal y del módulo vectorial de las aceleraciones por
grupo de edad
Sólo el G3 mostró correlaciones significativas
entre las variables de composición corporal y de análisis de la marcha. El
porcentaje de masa grasa (%MG) total se correlacionó con la misma intensidad
con los valores mínimos del eje vertical y RMS (r = -0,52; p = 0,03). El %MG de
los miembros inferiores se correlacionó con el valor medio del eje
medio-lateral (r = 0,58; p = 0,01), la duración media del test acelerométrico
(r = -0,55; p = 0,02) y del TUG (r = 0,4; p = 0,04). Las cantidades absolutas
de grasa y masa muscular no mostraron resultados significativos (p > 0,05).
El
análisis de regresión lineal mostró la influencia de las variables clínicas y
de composición corporal sobre las aceleraciones del cuerpo (Tabla nº3). Los
resultados identificaron una fuerte relación entre las pruebas clínicas
funcionales y las acelerometrías. Los resultados medios en los ejes vertical y
medio-lateral y RMS están condicionados por los resultados de TUG y 6MM. Sólo
el eje vertical mostró relación con el PC. Los porcentajes de grasa se
relacionaron fuertemente con la aceleración media del eje vertical y la mínima
del RMS. De entre ellos, el que más información aportaba fue el %MG de miembros
inferiores. Las cantidades absolutas de masa muscular y grasa no obtuvieron
resultados significativos.
Tabla 3. Modelos de regresión lineal para las
variables clínicas (variables continuas)
Variable |
β-PC |
β-TUG |
β-6MM |
β-IMP |
β-%MG |
|||
|
|
|
|
|
Cuerpo |
Tronco |
MMII |
|
Eje vertical |
Máximo |
-0,17* |
-0,01** |
1,53** |
0,52 |
-0,1** |
-0,08* |
-0,62* |
|
Mínimo |
-0,4 |
-0,03 |
0,01 |
0,81 |
-0,26 |
-0,21 |
-0,25** |
|
Media |
-0,22** |
-0,02** |
1,72** |
1* |
-0,14** |
-0,1* |
-0,95** |
Eje medio-lateral |
Máximo |
0,03 |
-0,02*** |
2,09** |
-0,93* |
0,05 |
0,03 |
0,04 |
Mínimo |
0,00 |
-0,04 |
4,87* |
-2,78 |
0,01 |
-0,05 |
-0,02 |
|
Media |
0,02 |
-0,04*** |
3,17** |
-2,55** |
0,18 |
0,11 |
0,16** |
|
Eje transversal |
Máximo |
-0,02 |
-0,03*** |
1,43 |
0,36 |
-0,1 |
-0,1 |
-0,04 |
Mínimo |
-0,36 |
-0,02 |
0,6 |
0,48 |
-0,26* |
-0,22 |
-0,22** |
|
Media |
0,02 |
-0,02 |
0,04 |
0,3 |
-0,16 |
-0,14 |
-0,1 |
|
Módulo vectorial |
Máximo |
-0,12 |
-0,03*** |
1,93*** |
0,21 |
-0,1* |
-0,09* |
-0,06 |
Mínimo |
-0,08 |
-0,02* |
1,23 |
0,19 |
-0,14* |
-0,13* |
-0,11** |
|
Media |
-0,17 |
-0,03*** |
1,96** |
0,45 |
-0,12* |
-0,1* |
-0,07* |
|
Velocidad |
Media |
0,67 |
0,22*** |
-3,66 |
0,72 |
-0,2 |
-0,09 |
-0,2 |
PC:
Perímetro de cintura; TUG: Timed Up & Go Test; 6MM: Test de los 6 minutos marcha;
IMP: Impedancia; %MG: Porcentaje de masa grasa; MMII: Miembros inferiores.
*p valor < 0,05
**p valor < 0,01
***p valor < 0,001
4. DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos sugieren que durante el
envejecimiento la proporción de grasa corporal total y de miembros inferiores
influencia los movimientos del cuerpo durante la marcha.
4.1. Relación entre pruebas
funcionales y parámetros de la marcha
Las correlaciones obtenidas por las pruebas clínicas de
evaluación funcional están en consonancia con estudios previos, como la
relación entre los resultados en la prueba TUG y la edad28. Este test también se correlacionó con la duración de la
prueba acelerométrica e la marcha. De todas las pruebas físicas y funcionales
empleadas, solamente el TUG (que evalúa indirectamente la velocidad de la
marcha) tuvo diferencias significativas entre los tres grupos de edad. Las
aceleraciones registradas y la velocidad de la marcha se fueron reduciendo
según progresaba la edad del grupo muestral. Estos resultados pueden ser fruto
de la reducción de la cadencia y de la longitud de la zancada15. Este aspecto es consistente con investigaciones previas,
que también observaron cómo se reducía la velocidad de la marcha conforme
avanza la edad, como resultado de adaptaciones neuromusculares durante el
envejecimiento14. Todo esto hace plausible que, durante el envejecimiento,
los cambios en la biomecánica de la marcha y la reducción de la velocidad
durante la misma, hacen más propensos a caer a las personas mayores, pero si
las aceleraciones registradas no aumenta, es que la marcha es todavía
coordinada y estable29.
4.2. Relación entre composición corporal y parámetros de la
marcha
Sólo
a partir de los 70 años tomó importancia la composición corporal. Destaca la
relevancia del %MG frente a la cantidad absoluta de la misma o de masa
muscular. La pérdida de importancia de la cantidad de masa muscular puede
deberse al cambio en el rendimiento de las funciones motoras durante la marcha,
asociado a la reducción de las funciones sensoriomotrices naturales durante el
envejecimiento14. En cualquier caso, la importancia de la masa muscular tiene evidencia que
la justifica19, pero su poca influencia
en este estudio puede deberse a que se trataba de una muestra de mujeres sanas
y con normopeso.
La
relevancia del %MG por encima de su cantidad absoluta puede deberse al aumento
de las infiltraciones de tejido graso en la musculature, típica manifestación
del envejecimiento30. De forma que, una
cantidad normal de grasa ante el mantenimiento de la masa muscular no es
indicativa de deterioro. Sin embargo, la sustitución progresiva del músculo por
tejido adiposo, y consecuente mayor proporción de ésta, es un factor que
influirá en el control postural y biomecánica de la marcha19.
Una de las asociaciones más fuertes fue la de
la edad con los movimientos en plano horizontal. El mismo plano que obtuvo
fuerte correlación inversa con el %MG total y de miembros inferiores.
Anteriormente, se ha observado que con el envejecimiento se produce una
limitación de la movilidad de los miembros inferiores en el plano sagital, que
se compensa con un aumento de los movimientos de flexo-extensión (plano
horizontal)31. Este mecanismo se incentiva ante el exceso de masa grasa32.
El %MG de miembros inferiores también se
relaciona con la lenta velocidad de marcha observada en el grupo más mayor.
Estos resultados concuerdan con otros estudios que también relacionaron el
mayor IMC con fases de apoyo prolongadas durante la marcha3,32.
Ya se demostrado anteriormente la relación
entre el exceso de grasa abdominal y la incidencia de enfermedades
cardiovasculares, cáncer y mayor mortalidad de mujeres con menopausia33,34. Frente a las mujeres con predisposición
al acúmulo de grasa glúteo-femoral, con menor riesgo de morbimortalidad35. Posiblemente por este motivo, el grupo de mujeres mayores
de 71 años (sanas y con normopeso) mostró patrones de marcha caracterizados por
la proporción de grasa en miembros inferiores. Probablemente, mujeres de esta
edad con exceso de grasa abdominal no hubieran superado los criterios de
inclusión de este trabajo.
A su vez, el %MG y la velocidad determinaron
los movimientos en los planos horizontal y medio-lateral y su RMS. Estos
resutados también están sustentados por investigaciones anteriores, que habían
relacionado el exceso de masa grasa con modificaciones en los patrones de carga
en rodillas y pies y movilidad reducida de miembros inferiores en el plano
sagital32.
4.3. Aportaciones y
limitaciones del estudio
Estudios anteriores han explorado la
infuencia de la obesidad en la movilidad de las peronas mayores1,3,32. pero, que tengamos constancia, este es el
primer estudio que explora las relaciones entre la composición corporal y los
movimientos realizados durante la marcha en mujeres adultos y mayores con normo
y sobrepeso. En este trabajo, el %MG se ha relacionado con los movimientos
durante la marcha. Aun estando en normopeso, y sin patologías estructurales
asociadas, una proporción de masa grasa excesiva modifica la velocidad y
movimientos de la marcha en las mujeres mayores.
Finalmente, señalar las limitaciones de este
trabajo. El pequeño tamaño muestral y la ausencia de varones en la muestra hace
que los resultados obtenidos sean poco generalizables. Por otra parte, en el
futuro, sería de gran interés realizar un estudio longitudinal que relacione
las variaciones de la composición corporal con la estabilidad de la marcha
durante el envejecimiento. Una investigación de ese tipo permitiría determinar
y comparar la evolución paralela de los porcentajes de grasa y músculo y
parámetros cinemáticos de la marcha.
5. CONCLUSIONES
Este estudio muestra cómo un sencillo análisis
acelerométrico puede generar parámetros espacio-temporales que nos permiten
detectar precozmente alteraciones de la marcha en el entorno ambulatorio. Los
resultados obtenidos muestran que, en mujeres mayores de 71 años, la proporción
de grasa corporal total y de miembros inferiores determina los movimientos del
cuerpo durante la marcha. Aun estando en normopeso, y sin patologías
estructurales asociadas, una proporción de masa grasa excesiva tiene relación
con la velocidad y movimientos de la marcha en las mujeres mayores.
El
uso de acelerómetros y el análisis de la composición corporal mediante
bioimpedancia en mujeres mayores con normo y sobrepeso puede ayudar a la
identificación temprana de alteraciones de la marcha. Ambos métodos pueden
aplicarse fácilmente en el ámbio clínico en mujeres mayores que muestren
limitaciones funcionales y/o aumento de peso. Por lo tanto, la acelerometría
debe ser incorporada a la salud pública por las muchas posibilidades que ofrece
a los servicios de salud, tales como la mejora de los métodos de evaluación y
la optimización en el diseño de programas para mejorar la salud física.
6.
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Número de citas totales / Total
references: 35 (100%)
Número de citas propias de la revista / Journal's own references: 3 (8,6%)
Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 18 - número 72 -
ISSN: 1577-0354