DOI:
http://doi.org/10.15366/rimcafd2019.74.008
ORIGINAL
PORTERO-JUGADOR
EN SITUACIONES DE INFERIORIDAD NUMÉRICA OFENSIVA EN BALONMANO: ¿PENALIZACIÓN O
VENTAJA?
GOALKEEPER-FIELD
PLAYER IN SITUATIONS OF OFFENSIVE NUMERICAL INFERIORITY IN HANDBALL: PENALTY OR
ADVANTAGE?
Beiztegui-Casado, C.1;
Oliver-Coronado, J.2 y Sosa-González, P.I.2
1 Graduada en Ciencias de
la Actividad Física y del Deporte. Universidad de Sevilla (España) cristinabeiz4@gmail.com.
2 Profesores Asociados,
Departamento de Educación Física y Deporte, Universidad de Sevilla (España) joliver@us.es, psosa@us.es
Código
UNESCO / UNESCO Code: 5899 Otras
especialidades pedagógicas (Educación Física y Deporte)
Clasificación
Consejo de Europa / Council of Europe Classification: 17. Otras (Rendimiento Deportivo) / Other ().
Recibido 5 de junio de 2017 Received June 5, 2017
Aceptado 30 de noviembre de 2017 Accepted November 30, 2017
RESUMEN
El
objetivo principal fue analizar el resultado final de la acción ofensiva entre
los equipos que utilizan, o no, el portero-jugador en situaciones de
inferioridad numérica ofensiva en balonmano. Los objetivos secundarios se
centran en analizar cómo es la utilización y el
comportamiento del portero-jugador y su relación con el resultado final
ofensivo y la posterior acción con respecto al contraataque del equipo
contrario.
Se
analizaron las actas oficiales de 86 partidos del 22º Campeonato del Mundo de
Balonmano Femenino (Dinamarca 2015) y se realizó el visionado, análisis y
registro de las 927 situaciones de inferioridad numérica ofensiva, así como el
estudio estadístico pertinente con SPSS v.24.
Los
resultados demuestran que el uso del recurso táctico o estratégico del portero-jugador
favorece la obtención de gol en situaciones de inferioridad numérica ofensiva y
no penaliza al equipo que lo utiliza, al no existir diferencia significativa en
la probabilidad de recibir gol en contraataque.
PALABRAS CLAVE: balonmano, portero-jugador,
inferioridad numérica ofensiva, rendimiento deportivo.
ABSTRACT
The main goal was to analyze
the end results in offensive actions between teams that do or do not employ the
goalkeeper-field player in situations of offensive numerical inferiority in
handball. The secondary objectives focus on analyzing the use and behavior of
the goalkeeper-field player, as well as its role in the final offensive result
and following actions in terms of the opposing team’s counterattack.
86 official match reports from
the 22nd Women's Handball World Championship (Denmark 2015) were analyzed,
and the
viewing, analysis and registration of the 927 situations of offensive numerical
inferiority were carried out, as well as the pertinent statistical study with
SPSS v.24.
The results show that the
tactical or strategic use of the goalkeeper-field player favors goal scoring in
situations of offensive numerical inferiority and does not punish the team
which employs it, since there’s no significant difference in the probability of
conceding a goal in counterattack.
KEY WORDS: Handball, goalkeeper-field player, offensive
numerical inferiority, sports performance.
1.
INTRODUCCIÓN
Uno
de los temas principales de las ciencias del deporte es la investigación sobre
rendimiento deportivo. El balonmano es un deporte bastante estudiado tanto en
etapas de formación (Antúnez, García, Sáez, Valle y García, 2013; García,
Ibáñez, Feu, Cañadas y Parejo, 2008; Oliver y Sosa, 1996) como en alto
rendimiento (González, 2012; González, Botejara, Puñales, Trejo y Ruy, 2013; de
Pablos, 2015; Lozano y Camerino, 2012; Sierra-Guzmán, Sierra-Guzmán, Sánchez y
Sánchez, 2015; Sousa, Prudente, Sequeira, López-López y Hernández-Mendo, 2015).
El objetivo común de estas investigaciones es determinar la aportación
cuantitativa de determinadas variables de juego en los resultados finales de
las acciones en equipos de alto rendimiento de balonmano. Toda esta información
es relevante a la hora de diseñar planteamientos tácticos o estratégicos que
posibiliten el máximo rendimiento optimizando los resultados del juego.
Las
variables que influyen en el rendimiento deportivo son numerosas y es difícil
conocer las más relevantes. Entre los artículos encontrados que investigan
sobre variables de juego asociadas al éxito, la mayoría se centran en estudios
de eficacia de lanzamientos (de Pablos, 2015; Montoya, 2011; Rivilla-García, Navarro
Grande y Sampedro, 2012), pero el de Antón (2010) presenta un objetivo distinto.
Antón
(2010) habla sobre una posible nueva aportación táctico-estratégica, el “portero
falso”. Durante su artículo hace un análisis evolutivo sobre el juego en
inferioridad numérica ofensiva y un análisis de las variables que condicionan
la utilización de este recurso táctico, planteándose la siguiente pregunta: ¿es
realmente una aportación novedosa e interesante el uso del “portero falso” en
el juego en inferioridad numérica ofensiva? Una vez formulada la pregunta, hace
un recorrido por el uso que se ha hecho y se hace, resultados de acciones
observadas personalmente en diferentes campeonatos, ventajas e inconvenientes
de su utilización, etc. Finalmente, deja abierta la posibilidad de realizar un
estudio más amplio con suficiente rigor científico que refleje unos resultados
estadísticos fiables y generalizables.
Aunque
esta estrategia o recurso táctico se ha venido utilizando, bien de forma
sistemática o puntual, y casi siempre en situación de inferioridad numérica
ofensiva, por diferentes equipos en numerosos campeonatos nacionales e
internacionales, lo cierto es que se han encontrado pocos trabajos publicados
que analicen su utilidad y rendimiento. La escasa literatura científica encontrada
sobre este tema, la necesidad de buscar respuestas acerca de ello y la propia
vinculación personal con el balonmano, son las razones que justifican la
realización de este estudio cuyo objetivo principal
es conocer, analizar y comparar el resultado final de las acciones ofensivas en
inferioridad numérica entre equipos que utilizan o no el portero-jugador
(“portero falso”), además de estudiar el comportamiento del portero-jugador y
su relación con el resultado final ofensivo y la posterior acción con respecto
al contraataque del equipo contrario.
2. MATERIAL Y MÉTODO
2.1. Muestra
La muestra empleada está formada por las 927 situaciones de
inferioridad numérica ofensiva generadas por los 24 equipos femeninos
participantes en el 22º Campeonato del Mundo de Balonmano Femenino celebrado en
Dinamarca, en diciembre de 2015.
Se recoge y registra la información de 86 partidos de los 88
celebrados en las distintas fases del Campeonato. De esos 86 partidos se
recogieron 707 exclusiones (2 minutos de duración) que generaron 927
inferioridades numéricas ofensivas (154 con portero-jugador y 773 sin portero-jugador).
2.2. Instrumento y variables de
la investigación
El instrumento que se ha ideado y diseñado ad hoc para este análisis es una planilla de observación, validada
por un grupo de expertos donde se definen y registran las siguientes variables:
Tabla 1. Variables
de la investigación, descripción y categorías
Variables |
Descripción |
Categorías |
FASE |
En este apartado se diferencian
las distintas fases en las que se divide el campeonato |
-
Fase de grupos -
Octavos de final -
Copa Presidente -
Cuartos de final -
Semifinales -
Final -
Partidos de clasificación |
EQUIPO |
Identificación numérica (1 al 24) de cada uno de los equipos
participantes en el Campeonato del Mundo ordenados alfabéticamente en inglés. |
|
PORTERO-JUGADOR |
Existencia o no de la figura del portero-jugador
en la situación de inferioridad numérica ofensiva analizada. Consiste en la
utilización del portero como jugador de campo o la sustitución de este por un
jugador de campo vestido con una camiseta del mismo color que la de su
portero que le identifica como portero. |
-
Portero-jugador. -
No portero-jugador. |
RFEI |
Resultado Final del Equipo en Inferioridad. Se recogen los distintos
resultados finales de las acciones del equipo en inferioridad numérica
ofensiva. |
-
Gol a favor. -
No hay gol (lanza fuera). -
No hay gol (parada portera). -
No hay gol (falta técnica, pasos, dobles,
pisando…). -
No hay gol (error pase-recepción). -
No hay gol (interceptación del balón). -
No hay gol (falta en ataque). -
No hay gol (juego pasivo). -
No hay gol (provoca 7 metros y gol). -
No hay gol (provoca 7 metros y falla). -
No hay gol (blocaje). |
Si existe la figura del
portero-jugador continuamos con estas variables: |
||
RFOES
|
Resultado Final Ofensivo del Equipo en Superioridad. Una vez que
el equipo en inferioridad numérica ofensiva pierde la posesión del balón,
analizamos si existe fase de contraataque con resultado favorable o no, por
parte del equipo en superioridad numérica. |
-
No existe contraataque. -
Contraataque y no lanzamiento. Ataque
posicional: el equipo en superioridad numérica inicia el contraataque pero
finalmente este no se completa y se realiza ataque posicional. -
Contraataque y no lanzamiento. Pérdida de
balón: el equipo en superioridad numérica inicia el contraataque perdiendo la
posesión del balón. -
Contraataque y gol. -
Contraataque y no gol. |
MINUTO |
Minuto del partido en el que se
produce la exclusión de un jugador que obliga a ese equipo a atacar en inferioridad
numérica durante 2 minutos. Se agrupan en intervalos de 5 minutos (0,00 a
4,59; 5,00 a 9,59, etc.). |
|
TANTEO |
Diferencia de goles del equipo que utiliza el portero-jugador
respecto al equipo contrario, en el momento en el que el equipo en
inferioridad numérica ofensiva hace uso de este recurso táctico (+2, -3,
etc.). |
|
ZONA
DE BANQUILLO |
Situación del portero-jugador en
el campo respecto a la zona de cambio. En este apartado se diferencian tres
zonas de juego en función de la situación del portero-jugador al salir al
terreno de juego |
Se divide el terreno de juego en
tres zonas según puesto específico: -
Zona de banquillo: El portero-jugador se
sitúa entre la zona más cercana a su zona de cambio (extremo, lateral o
pivote, cercanos a su zona de cambio) y la zona central del campo, es decir,
a 6 m. máximo paralelos a la línea de banda de su zona de cambio. -
Zona contraria al banquillo: El
portero-jugador se sitúa entre la zona más alejada de su zona de cambio
(extremo, lateral o pivote alejados de la zona de cambio) y la zona central
del campo, es decir, a 6 m. máximo paralelos a la línea de banda opuesta a su zona de
cambio. -
Zona central: El portero-jugador se sitúa en
la zona central del campo (central o pivote situados
en el centro del terreno de juego) entre la zona de banquillo y la zona contraria al banquillo, es
decir, a más de 8 m. de distancia de las dos líneas de banda. |
POSICIÓN
DEL JUGADOR |
Puesto específico donde se sitúa el portero-jugador al entrar en
el terreno de juego: |
-
Extremo derecho. -
Extremo izquierdo. -
Lateral derecho. -
Lateral izquierdo. -
Central. -
Pivote. -
Segundo pivote. |
IPF
|
Intervención del Portero-jugador.
Participación que tiene este jugador durante la posesión del balón de su
equipo. |
-
No recibe balón. -
Pasa balón. -
Interviene iniciando un procedimiento táctico
colectivo. -
Interviene durante un procedimiento táctico
colectivo. -
Interviene finalizando un procedimiento
táctico colectivo. -
No termina la posesión. Pasa balón: El
portero-jugador abandona el campo antes de que termine la posesión de su
equipo, habiendo participado en la acción ofensiva. -
No termina la posesión. No recibe ni pasa
balón: El portero-jugador abandona el campo antes de que termine la posesión
de su equipo sin participar en la acción ofensiva. |
2.3. Técnica de recogida y
análisis de datos
En este estudio, de diseño observacional-notacional y transversal,
la recogida de datos se realizó a través de las actas oficiales de los partidos
publicadas por la IHF, así como a través de la grabación digital y el visionado
de esos 86 partidos, registrándose y codificándose las diferentes variables
objeto de estudio en la planilla de observación diseñada al efecto. Posteriormente,
los datos registrados se volcaron en
el programa IBM SPSS (Statistical Package for Social
Sciencies) v.24.0 para su análisis estadístico.
Para el análisis descriptivo y comparativo se ha utilizado la
distribución de frecuencias y tablas cruzadas con frecuencias observadas y
esperadas, mediante la prueba o test Chi-cuadrado de Pearson, considerando que
la diferencia es significativa cuando el valor de p < 0,05.
Los
observadores tuvieron un periodo de entrenamiento previo, y para el control de
calidad de los datos se realizó un análisis de concordancia inter-observadores
por medio del coeficiente Kappa de Cohen, obteniendo un 0,96 de concordancia.
3. RESULTADOS
Los resultados se estructuran en dos fases, la primera
eminentemente descriptiva donde se pretende ofrecer una información general del
comportamiento de las variables objeto de estudio, y la segunda referida al
análisis comparativo de los datos sobre el resultado final de las acciones de
juego en inferioridad numérica ofensiva.
3.1. Análisis descriptivo
-
El 63,8% (591/927) de las situaciones de inferioridad numérica
ofensiva se produjeron en la fase preliminar del Campeonato, disminuyendo a
medida que avanzaba el mismo, de manera directamente proporcional al número
de equipos que permanecía en competición |
-
El recurso táctico del portero-jugador se utiliza en 154
ocasiones de las 927 (16,6%) situaciones de inferioridad numérica ofensiva
producidas como consecuencia de las 707 exclusiones, con más frecuencia, 16,2% (25/154) a
partir del minuto 25 del primer periodo y entre el 40-45 del segundo periodo,
16,2% (25/154). -
En
base a la distribución de frecuencias, la utilización del portero-jugador es
de un 6,5% del total en las situaciones de empate en el marcador (10/154), un
poco mayor, 7,8% (12/154) cuando la diferencia de goles es negativa (-1 y -3
goles), y es máxima cuando la diferencia de goles a favor es superior a 5,
18,8% (29/154), y también cuando la diferencia de goles en contra es superior
a 5, 11% (17/154). -
El
portero-jugador se ubica con mayor frecuencia en la zona central del campo,
con un 44,2% (68/154) del total de las ocasiones, seguida de la zona más
cercana a la zona de cambio, 36,4% (56/154), siendo la menos utilizada la
zona más alejada de la zona de cambio con un 19,4% (30/154). -
El
puesto específico ocupado con mayor frecuencia es el de central, con un 43,6%
de las ocasiones (67/154), siguiendo en frecuencia el puesto de lateral
derecho, lateral izquierdo y el extremo derecho, con un 20,1% (31/154), 14,3%
(22/154) y 13,6% (21/154), respectivamente. -
Una
vez ocupado su puesto específico, el portero-jugador interviene en un 40,3% (62/154)
de las veces en un procedimiento táctico colectivo, lo inicia en el 5,8%
(9/154), y lo finaliza en 6,5% (10/154) de las ocasiones. No recibe balón en
el 14,9% (23/154) de las intervenciones, y no finaliza el tiempo de posesión
en el campo en el 21,4% (33/154) de las mismas. -
En el 35,7% (293/927) del total de las situaciones ofensivas en
inferioridad se obtienen 331 goles a favor. Por el contrario, en el 64,3%
(634/927) de estas situaciones de inferioridad no se obtiene gol, bien por
acciones de lanzamiento 29,7% (275/927) (parada o lanzamiento fuera), bien
por éxito de acción defensiva contraria 7,4% (68/927) (blocaje e
interceptación), error en el pase-recepción 10,7% (99/927) o por falta
técnica en el 9% (83/927) de las ocasiones. -
Finalizada
la posesión del equipo en las situaciones de inferioridad numérica ofensiva
se produce gol del equipo contrario en un 14% (130/927) de las situaciones
analizadas, a consecuencia de contraataque. Además de un 8,7% (81/927)
adicional de contraataques no finalizados en gol. No obstante, la situación
más frecuente fue la no existencia de contraataque 66,7% (618/927). |
3.2. Análisis comparativo
-
La utilización del portero-jugador en las distintas fases del
Campeonato, es mayor en la fase preliminar, aunque la significación estadística
quede limitada por el tamaño muestral en la Fase de grupos.
Los resultados más relevantes se muestran en la Tabla 2.
Tabla 2. Resultados
más relevantes por categorías de análisis y obtención de gol o no gol.
Categorías |
Gol |
No gol |
No portero-jugador |
261/773
(33,76%) |
512/773
(66,23%) |
Gol en contra sin portero-jugador |
109/773 (14,1%) |
664/773 (85,89%) |
Portero-jugador |
70/154
(45,45%) |
84/154
(54,54%) |
Gol en contra con portero-jugador |
21/154 (13,64%) |
133/154 (86,36%) |
Zona de banquillo |
26/154
(16,9%) |
30/154
(19,5%) |
Zona contraria al banquillo |
12/154 (7,9%) |
18/154 (11,7%) |
Zona central |
32/154
(20,7%) |
36/154
(23,3%) |
Extremo derecho |
12/154 (7,8%) |
9/154 (5,8%) |
Extremo izquierdo |
1/154
(0,6%) |
8/154
(5,2%) |
Lateral derecho |
15/154 (9,7%) |
16/154 (10,4%) |
Lateral izquierdo |
8/154
(5,2%) |
14/154
(9,1%) |
Central |
32/154 (20,8%) |
35/154 (22,7%) |
Pivote |
2/154
(1,3%) |
2/154
(1,3%) |
No recibe balón |
10/154 (6,5%) |
13/154 (8,4%) |
Pasa balón |
17/154
(11%) |
33/154
(21,4%) |
Interviene iniciando un procedimiento táctico |
7/154 (4,5%) |
2/154 (1,3) |
Interviene durante un procedimiento táctico |
29/154
(18,8%) |
33/154
(21,4%) |
Finaliza un medio táctico |
7/154 (4,5%) |
3/154 (1,9%) |
-
La
probabilidad de obtener un resultado final de gol en inferioridad numérica
ofensiva es mayor con la utilización del recurso táctico del portero-jugador
que sin ella, con una diferencia estadísticamente significativa (p =
0,006). Así, con portero falso, se obtienen 70 goles en 154 situaciones de
inferioridad, lo que supone un 45,45%, frente a 261 goles en 773 situaciones de
inferioridad ofensiva sin portero-jugador, lo que supone un 33,76%.
-
Por
otro lado, existe un alto porcentaje (55,2%) de situaciones en las que no
participa el portero-jugador y no acaban con éxito ofensivo (gol), frente a tan
solo un 9% donde participa el portero-jugador y no acaba con éxito ofensivo.
Figura 1. Comparación de la
obtención de gol con portero-jugador vs. sin portero-jugador.
-
No existen diferencias estadísticamente significativas (p =
0,879) entre la utilización o no del portero-jugador y la probabilidad de
recibir gol en contra como consecuencia de un contraataque por parte del equipo
contrario en superioridad numérica. El equipo contrario consigue un 2,3% de
goles en contraataque cuando se ha utilizado el portero-jugador, frente a un
11,8% de goles cuando no se utiliza, y un 14,3% frente a un 71,6% de
situaciones en las que el equipo en inferioridad numérica no recibe goles en
contraataque, utilizando y no utilizando el portero-jugador, respectivamente.
Figura 2. Comparación de la
obtención de gol en contraataque con portero-jugador vs. sin portero-jugador.
-
El resultado final de la acción con la utilización del
portero-jugador no se ve influenciado por la zona en la que se coloca
inicialmente éste en el campo con respecto al banquillo (p = 0,854 / p
= 0,504 / p = 0,722), ni por el puesto específico que ocupa.
-
Señalar que, aunque sin significancia estadística, el mayor número
de goles se obtienen cuando el portero-jugador ocupa la zona central del campo
y el puesto específico de central.
-
Analizando el comportamiento del recurso táctico del
portero-jugador y su intervención en el juego, no se aprecian diferencias
significativas. Tanto si interviene durante un procedimiento táctico (p = 0,787), como si interviene
finalizando un procedimiento táctico (p
= 0,107).
Sin embargo, sí existen diferencias significativas cuando el
portero-jugador inicia un procedimiento táctico (p = 0,045), obteniendo gol en un 4,5% de ocasiones, frente al 1,3%
del total de situaciones de inferioridad en las que inicia el procedimiento
táctico y no se consigue gol.
-
No se aprecian diferencias (p
= 0,237) en la obtención de un resultado de gol cuando el portero-jugador no
recibe balón o no termina la posesión, es decir, abandona el campo antes de
finalizar la posesión del balón en inferioridad numérica ofensiva.
-
Los equipos que utilizan el portero-jugador
suelen recurrir al mismo procedimiento táctico independientemente de las
circunstancias del partido, es decir, cada uno repite, con un alto porcentaje,
la utilización de un mismo procedimiento táctico.
Tabla 3. Distribución
de frecuencias y % de uso del procedimiento táctico más utilizado por cada equipo.
Equipo |
Procedimiento
táctico |
Total
de inferioridades con portero-jugador |
% |
Noruega |
20 |
24 |
83,33% |
Rumania |
13 |
21 |
61,90% |
Argentina |
4 |
7 |
57,14% |
Holanda |
14 |
25 |
56% |
Japón |
21 |
43 |
48,83% |
Suecia |
10 |
28 |
35,71% |
4. DISCUSIÓN
Como se comentó anteriormente, se ha encontrado poca literatura con la
que establecer comparaciones para realizar la discusión. Tan solo se dispone de
la publicación de Antón (2010) en la que expresa su experiencia y la de otros entrenadores en relación a
este recurso, así como sus registros de competiciones, sin realizar un análisis
estadístico.
Antón (2010), destaca en su artículo, que en grandes
competiciones son muy pocos los equipos que utilizan este recurso, “en el
Campeonato Mundial Femenino de China solo la usó Argentina” (Antón, 2010,
p.16), lo que contrasta con el 37,5% (9/24) de equipos que lo utilizan en este
Campeonato del Mundo Femenino de 2015. De igual manera destaca que su uso se
limita en la mayoría de los casos a situaciones “límite”, mientras que el
presente estudio pone de manifiesto que la utilización del portero-jugador es
de un 6,5% en las situaciones de empate en el marcador, un poco mayor (11%)
cuando el equipo va perdiendo por más de cinco goles, y es máxima (18,8%) cuando
el equipo va ganando por más de cinco goles. Aún más, lejos de utilizarse en
situaciones “límite”, equipos como Noruega, Holanda, Japón y Suecia, lo
utilizan de forma casi sistemática (en más del 50% de sus situaciones en
inferioridad numérica ofensiva).
Por otro lado, este mismo autor expone que nunca ha
presenciado un gol favorable como consecuencia de esta estrategia, ni un
lanzamiento a portería por parte de este jugador, lo que contrasta con lo
obtenido en este trabajo en el que el portero-jugador finaliza la jugada en el
6,4% (10/154) de las veces, consiguiendo gol a favor en un 4,5% de ellas (7/10).
Así mismo, en la presente investigación se obtiene que se consiguen más goles
en inferioridad numérica con la utilización del recurso del portero-jugador que
sin la utilización del mismo, con una diferencia estadísticamente significativa
(p = 0,006). Se obtienen 70 goles (45,45%) en 154 situaciones de
inferioridad numérica con portero-jugador, frente a 261 goles (33,76%) en 773
situaciones de inferioridad sin portero-jugador.
En este estudio, el análisis de los datos refleja que
aunque no existen diferencias significativas en el comportamiento del portero-jugador,
existe una mayor frecuencia de uso en el puesto específico del central (43,6%),
y participación durante un procedimiento táctico en el 40,3% de las situaciones.
En cuanto
a la “penalización” por el uso del portero-jugador, (Antón, 2010, p.19) señala
el inconveniente de “dejar la portería vacía y sin protección” y la posibilidad
del equipo contrario de conseguir gol a favor como consecuencia de un
contraataque, debido a la pérdida del balón por parte del equipo atacante. En
nuestro estudio observamos tan solo un 2,3% del total de goles en contra como
consecuencia del contraataque por parte del equipo contrario cuando se utiliza
el portero-jugador, frente a un 11,8% cuando no se utiliza en situaciones de
inferioridad numérica ofensiva.
Por
último, los equipos que utilizan el recurso táctico del portero-jugador, lo
hacen independientemente de las circunstancias del partido, y, además,
repitiendo el mismo procedimiento táctico con alta frecuencia. Destacar que
tres de los cuatro primeros clasificados del Campeonato (Noruega, Holanda y
Rumanía) son de los que más utilizan este recurso y repiten con más frecuencia el
procedimiento táctico utilizado.
5. CONCLUSIONES
-
El uso del recurso estratégico del portero-jugador
favorece la obtención de gol en situaciones de inferioridad numérica ofensiva
frente a su no utilización.
-
La utilización del portero-jugador en
situaciones de inferioridad numérica ofensiva no “penaliza” al equipo que la
utiliza, ya que no existe diferencia en la probabilidad de recibir gol en
contraataque. Es decir, el sufrir una exclusión de 2 minutos apenas supone
penalización para el equipo infractor en ataque si utiliza el portero-jugador.
-
El porcentaje de uso del portero-jugador es
significativamente mayor en la Fase Preliminar (Preliminary Round) que en las
fases más avanzadas del Campeonato.
-
En la muestra analizada, se recurre al recurso
táctico del portero-jugador fundamentalmente cuando la diferencia de goles es
mayor, tanto a favor, como en contra. El recurso táctico del portero-jugador es
menos utilizado cuando el tanteo es más igualado.
-
El portero-jugador se utiliza con más
frecuencia en los minutos finales de la primera parte del partido y a mitad de
la segunda parte, disminuyendo claramente en los diez últimos minutos de
partido.
·
No existen diferencias significativas en el
comportamiento del portero-jugador en relación a la zona de banquillo (más
cercana, más alejada y zona central) donde se sitúa para iniciar su acción, ni
en relación al puesto específico que ocupa en el terreno de juego.
·
Con respecto a la obtención de gol, la intervención
del portero-jugador sí muestra diferencias significativas cuando interviene
iniciando un procedimiento táctico, no así cuando su intervención consiste en
no recibir balón, pasar balón, intervenir durante el procedimiento táctico,
intervenir finalizando el procedimiento táctico o abandonar el terreno de juego
antes de finalizar la posesión.
·
Los equipos que utilizan el portero-jugador
suelen recurrir al mismo procedimiento táctico independientemente de las
circunstancias del partido.
·
Tres de los cuatro primeros clasificados del
Campeonato (Noruega, Holanda y Rumania) son de los que más utilizan este
recurso y repiten en mayor porcentaje el procedimiento táctico utilizado.
Como reflexión final, ¿habría que
plantearse permitir el uso del portero-jugador si siendo consecuencia de una
“penalización” por una sanción de exclusión de 2 minutos, según este estudio
acaba beneficiando al equipo infractor en ataque si utiliza el portero-jugador?
6. APLICACIONES PRÁCTICAS Y FUTURAS LÍNEAS
DE INVESTIGACIÓN
Una vez finalizado este estudio, y
aunque sus resultados y conclusiones se limitan a la competición analizada, las
implicaciones que esta investigación puede suponer, entre otras, son:
-
Aportar conocimiento a los técnicos acerca de la utilización y el
rendimiento del portero-jugador en balonmano, y ayudarles con ello a diseñar
planteamientos tácticos o estratégicos que les hagan adaptarse al juego, tanto
ofensiva, como defensivamente, favoreciendo su rendimiento y éxito deportivo
frente a otros equipos.
-
Facilitar información contrastada científicamente a la Federación
Internacional de Balonmano, acerca del juego realizado en el Campeonato del
Mundo Femenino de 2015, con respecto al rendimiento de la utilización del
portero-jugador.
-
Resaltar la gran aplicabilidad que tiene el estudio para
contribuir a mejorar y avanzar en el juego del balonmano, tanto a nivel
nacional como internacional.
-
Tener en consideración y dar importancia al juego que se realiza
en el balonmano femenino de alto rendimiento.
-
Apuntar hacia donde se dirigen las líneas de juego del balonmano
en inferioridad numérica ofensiva, y ayudar a otros investigadores a tener
estudios sobre esta temática para poder continuar desarrollando esta línea de
investigación, y discutir los resultados.
-
Por último, sería importante resaltar también algunas líneas de
futuro que podría conllevar esta investigación:
o
Extrapolar este estudio a una muestra de categorías más jóvenes.
o
Extrapolar este estudio a una muestra de categoría masculina.
o
Realizar un estudio comparativo entre categorías masculinas y
femeninas.
o
Continuar el estudio enfocándolo al prisma defensivo.
o
La muestra podría ser la de un solo equipo, o de varios equipos, y
realizar un seguimiento durante distintos Campeonatos, de Europa o del Mundo, e
incluso durante más tiempo, por ejemplo, un ciclo olímpico.
o
Hacer un estudio comparativo con el cambio de norma que entró
oficialmente en vigor en junio de 2016 para los JJ.OO. de Río de Janeiro. Esta
nueva norma expone que se permite atacar con 7 jugadores y no incluye la
necesidad de que uno de ellos sea un jugador identificado como portero. Esto
posibilita que el portero abandone el terreno de juego cuando su equipo
recupere la posesión del balón y que en su lugar entre un jugador de campo para
atacar con 7. Cuando termine la posesión del balón, cualquiera de los jugadores
puede abandonar el terreno de juego para que entre el portero, frente a la
antigua norma de que sólo podía abandonar el campo para que entrase el portero
el jugador que vestía el mismo color de camiseta que su portero.
7. REFERENCIAS
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Número de citas totales / Total references: 14 (92,9%)
Número de citas propias de la
revista / Journal's own references: 1 (7,1%)
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vol. 19 - número 74 - ISSN: 1577-0354