DOI: 10.15366/rimcafd2019.75.008
ORIGINAL
AUTOCONCEPTO, ACTIVIDAD FÍSICA Y SUSTANCIAS NOCIVAS:
UN MODELO DE ECUACIONES ESTRUCTURALES
SELF-CONCEPT, PHYSICAL ACTIVITY AND HARMFUL
SUBSTANCES: A MODEL OF STRUCTURAL EQUATIONS
Castro-Sánchez, M.1;
Chacón-Cuberos, R.1; González-Valero, G.2;
Puertas-Molero, P.2; Muros, J.J.1 y Zurita-Ortega, F.1
1 Dr. Educación Física. Universidad de Granada (España) manuelcs@ugr.es,
rchacon@ugr.es, jjmuros@ugr.es, felixzo@ugr.es
2 Investigador del grupo HUM-238 de la Universidad de Granada
(España) gabri1322@correo.ugr.es, pilarpuertas@correo.ugr.es
Código
UNESCO: 6114.03
Psicología social. Comportamiento Colectivo / Social psychology. Collective
Behaviour
Clasificación
del Consejo de Europa: 15.
Psicología del deporte / Sport Psychology
Recibido 17 de
noviembre de 2017 Received November 17, 2017
Aceptado 13 de
noviembre de 2018 Accepted November 13, 2018
RESUMEN
La presente
investigación pretende definir y contrastar un modelo explicativo del consumo
de alcohol y tabaco, y la práctica de actividad física en función de las cinco
dimensiones del autoconcepto en una muestra de 2.134 adolescentes de la
provincia de Granada (España). Los instrumentos empleados fueron el
Cuestionario de Autoconcepto Forma-5, Test para la Identificación de Trastornos
en el Uso de Alcohol-AUDIT, Test para la Dependencia a la Nicotina-FTND y un
cuestionario ad-hoc para controlar la práctica de actividad física. En esta
investigación se planteó un modelo de ecuaciones
estructurales que se ajustó de forma adecuada (χ2 = 79,476; gl = 8; p =
0,000; CFI = 0,968; NFI = 0,964; IFI = 0,968; RMSEA = 0,065). Los resultados
obtenidos muestran una relación positiva entre el consumo de alcohol y el consumo de tabaco, y relaciones negativas entre el
autoconcepto familiar, emocional y académico con el consumo de alcohol.
PALABRAS CLAVE: autoconcepto; tabaco; alcohol; actividad física;
adolescentes.
ABSTRACT
The present research aims to define and
contrast an explanatory model of alcohol and tobacco consumption, and the
practice of physical activity according to the five dimensions of self-concept
in a sample of 2.134 adolescents from the province of Granada (Spain). The
instruments used were the Self-concept Questionnaire Form-5, Test for the
Identification of Disorders in the Use of Alcohol-AUDIT, Test for the
Nicotine-FTND Unit and an ad-hoc questionnaire to control the practice of
physical activity. In this research, a model of structural equations was
presented that was adjusted appropriately (χ2 = 79.476, gl = 8, p = 0,000,
CFI = 0,968, NFI = 0,964, IFI = 0,968, RMSEA = 0,065). The results obtained
show a positive relationship between alcohol consumption and tobacco
consumption, and negative relationships between family, emotional and academic
self-concept with alcohol consumption.
KEYWORDS: self-concept; tobacco; alcohol; physical activity;
teenagers.
INTRODUCCIÓN
La adolescencia es un periodo de transición entre
la niñez y la adultez, produciéndose multitud de cambios a nivel físico,
cognitivo y social, como el desarrollo de los caracteres sexuales o la
adquisición del rol adulto (Booker y Dunsmore, 2017). La etapa adolescente
supone un cambio radical en el estilo de vida de la persona, produciéndose
cambios en las relaciones sociales y en su estilo de vida, culminando esto con
el abandono del hogar familiar, la inserción en el mercado laboral o el inicio
de estudios superiores (Jolliffe, Farrington, Piquero, MacLeod y van de Weijer,
2017). Además, los cambios sociales que se producen al abandonar la niñez y
entrar en la etapa adulta adquiriendo la mayoría de edad legal, modifican la
conducta de la persona al adquirir un rol diferente a nivel social (Bewick,
Koutsopoulou, Miles, Slaa y Barkham, 2010; Ray, Frick, Thornton, Wall Myers,
Steinberg y Cauffman, 2017). Durante la adquisición del rol adulto, se suelen
manifestar conductas propias de la adultez y conductas más infantiles, debido a
que el sujeto no habrá afianzado su identidad personal adulta de forma completa
hasta completar la adolescencia (Haapanen y Tervo, 2012; Klemanski, Curtiss,
McLaughlin y Nolen-Hoeksema, 2017). Motivado por esta inestabilidad emocional,
en las sociedades posindustriales, los adolescentes suelen presentar un
carácter inestable, siendo muy influenciables por su grupo de iguales, ya que
no han afianzado los mecanismos necesarios para controlar los estresores
propios de la adultez (Bewick et al., 2010; Rutland y Killen, 2017).
El consumo de tabaco y alcohol goza de gran
popularidad entre la población adolescente, llegando a representar el paso de
la niñez a la adultez, e incluso reafirmando la condición de adulto en el
adolescente (Mezquita, Stewart, Kuntsche y Grant, 2016; Gaete y Araya, 2017).
El consumo de estas sustancias provoca patrones de uso y dependencia que
acarrearán futuras enfermedades crónicas y diversos problemas de salud
asociados a su consumo (Kobiella et al., 2014). En la actualidad el consumo de
drogas legales como el alcohol y el tabaco están descendiendo en la población
adolescente, aunque los niveles siguen siendo altos, sobre todo en el caso del
alcohol, debido a que las políticas sanitarias llevadas a cabo para la
reducción del consumo de tabaco están teniendo efecto en la sociedad
(Hernández, Orozco y Ríos, 2017). La
adolescencia suele ser la etapa en la que se inicia el consumo de dichas
sustancias, debido a la ausencia del control parental, la influencia y presión
social que ejerce el grupo de iguales, además de los cambios contextuales y
cognitivos que se producen (Carver, Elliott, Kennedy y Hanley, 2017). En la
sociedad actual, el alcohol actúa como medio de socialización, debido a que su
ingesta modifica las sensaciones y emociones, alterando los procesos de
pensamiento y juicio crítico, provocando una fase de excitación que predispone
a relacionarse con los iguales (Mezquita et al., 2016; Pegg, O'Donnell, Lala y
Barber, 2017). El tabaco ha perdido gran parte de su atractivo social, aunque
produce una fuerte adicción, debido al alto contenido en nicotina y demás
sustancias que contiene, las cuales alteran el estado emocional del sujeto,
generando una dependencia hacia la sustancia en cuestión (Kobiella et al.,
2014).
El consumo de alcohol y tabaco está socialmente
aceptado en la sociedad, debido a que son drogas blandas o legales, aunque
conllevan unos riesgos y efectos perjudiciales para la salud de extrema
gravedad. En el caso del alcohol, según la OMS (2015) el consumo de esta
sustancia provoca más de tres millones de muertes al año en todo el mundo,
además de constituir un factor de riesgo a la hora de padecer diversas
enfermedades y trastornos cardiovasculares como la cirrosis o el cáncer
hepático, entre otros (Maurage, Joassin, Speth, Modave, Philippot y Campanella,
2012; Connor, 2017; Eliott, Forster, McDonough, Bowd y Crabb, 2017). El tabaco
provoca según la OMS (2015) más se de seis millones de muertes al año en todo
el mundo, duplicando al alcohol, además el consumo de esta sustancia se
relaciona de forma directa con el padecimiento de enfermedades como el enfisema
pulmonar, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, diversas cardiopatías y
el cáncer de pulmón (Haldorsen, Martinsen, Kjærheim y Grimsrud, 2017; Vrana,
Kern y Anderson, 2017). Tras el análisis de estos datos se hace necesario
controlar el consumo de ambas sustancias en la etapa adolescente, por
representar el inicio del consumo y adicción a ellas, promoviendo su prevención
y control por parte de los estamentos sanitarios estatales (Kuipers, Brandhof,
Monshouwer, Stronks y Kunst, 2017).
Como alternativa al desarrollo de conductas dañinas
durante la adolescencia, se plantea la necesidad de promover políticas sociales
relacionadas con la adquisición de conductas saludables de práctica de
actividad física, debido a los innumerables beneficios que conlleva, como la
reducción del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, mejoras a nivel
cognitivo, fisiológico y social (Lewis, Napolitano, Buman, Williams y Nigg,
2017). En la adolescencia se produce un abandono de la práctica de actividad
física (Bonet, Parrado y Capdevila, 2017), motivada por diversos factores
culturales, aunados a la menor disponibilidad de tiempo para el ocio y el
tiempo libre, por lo que debe ser tarea fundamental de los estados la
adquisición de hábitos de práctica de actividad física por parte de la
población, desde las edades más tempranas (Schlechter, Rosenkranz, Milliken y
Dzewaltowski, 2017).
Durante la adolescencia se interrelacionan multitud
de factores cognitivos y sociales que influyen sobremanera en el desarrollo
personal, propiciando la adquisición de patrones que se repetirán durante la
adultez, ya sean saludables, como la práctica de actividad física, o dañinos,
como el consumo de sustancias nocivas; por estos motivos se hace imprescindible
analizar los factores cognitivos que influyen en la adolescencia. Por lo que en
la presente investigación se considera la necesidad de analizar el autoconcepto
los adolescentes, entendido como una representación mental de cómo un individuo
se ve a sí mismo (Hattie, 2014), compuesta por diversos factores -sociales,
emocionales, físicos, familiares y académicos- (García y Musitu, 1999;
Shavelson, Hubner y Stanton, 1976).
Multitud de investigaciones han analizado el
autoconcepto en relación con diversas variables y en diferentes etapas, siendo
la adolescencia una de las más estudiadas (Zurita, Castro, Álvaro, Rodríguez y
Pérez, 2016). En su estudio, Moreno, Moreno y Cervelló, (2009) encontraron que
los adolescentes no fumadores tenían una mejor imagen corporal; por otro lado,
Dudovit, Li y Chung (2013) mostraron que el autoconcepto predice
comportamientos relacionados con el consumo abusivo de alcohol en adolescentes,
haciendo patente la necesidad de intervenir en el desarrollo de un autoconcepto
saludable durante la niñez y la adolescencia para evitar problemas derivados de
esto. Ante esta panorámica, resulta primordial continuar investigando sobre las
relaciones entre factores cognitivos, sociales y contextuales que afecten al
adolescente e influyan sobre la elección de hábitos saludables y/o dañinos
(Jackson, Von Eye, Fitzgerald, Zhao y Witt, 2010; Rhodes, Devlin, Steinberg y
Giovannetti, 2017).
Partiendo de la bibliografía analizada, se plantea
un supuesto teórico que sustenta esta investigación mediante el siguiente
modelo hipotético (Figura 1) con los siguientes factores; Factor 1:
Autoconcepto Académico (AA), Factor 2: Autoconcepto Social (AS), Factor 3:
Autoconcepto Familiar (AFM), Factor 4: Autoconcepto Físico (AF), Factor 5:
Autoconcepto Emocional (AE), Factor 6: Práctica de Actividad Física (A.
Física), Factor 7: Consumo de alcohol (ALCOHOL) y Factor 8: Consumo de tabaco
(TABACO).
Figura 1. Modelo
hipotético de consumo de sustancias nocivas, práctica de actividad física y
autoconcepto.
Nota.
A. AA: Autoconcepto Académico; AF: Autoconcepto Físico; AS: Autoconcepto
Social; Física: AE: Autoconcepto Emocional; AFM: Autoconcepto Familiar; A.
Física: Actividad Física; ALCOHOL: Consumo de alcohol; TABACO: Consumo de
tabaco.
En el modelo desarrollado, el cual se basa en el
planteado por Chacón, Castro, Caracuel, Padial, Collado y Zurita (2016) se
pretende comprobar la relación entre todas las dimensiones del autoconcepto y
el consumo de alcohol, debido a la existencia de multitud de estudios que
analizan dicha relación en la adolescencia, indicando que el consumo de dicha
sustancia se encuentra determinada por factores psicosociales (Murray,
Farrington y Sekol, 2012; Mezquita et al., 2016). También se pretende comprobar
la asociación del autoconcepto académico, físico y social con la práctica de
actividad física. No se ha contemplado la relación con el autoconcepto
emocional y familiar, debido a que en la adolescencia se produce un alejamiento
por parte del sujeto del núcleo familiar (Bewick et al., 2010). Se ha buscado
establecer las pertinentes relaciones con la finalidad de que no se vean
afectados los índices de ajuste del modelo, y así obtener un modelo sintetizado
y parsimonioso (Marsh, 2007).
El autoconcepto académico, el autoconcepto social y
el autoconcepto familiar actúan en el modelo como variables exógenas, mientras
que el autoconcepto físico y emocional, así como el consumo de alcohol y tabaco
y la práctica de actividad física actúan como variables endógenas. Las flechas
bidireccionales (covarianzas) relacionan las variables exógenas, mientras que
las flechas unidireccionales revelan los efectos (directos e indirectos) entre
las variables endógenas empleadas. Se asocian términos de error de predicción a
las variables endógenas, las cuales reciben el efecto de otras y precisan de
variables error. La estimación de los parámetros fue realizada a través del
método de máxima verosimilitud (ML) por ser coherente, no sesgado e invariante
al tipo de escala.
De este modo, este estudio plantea como objetivos:
a) analizar y establecer las relaciones existentes entre las diferentes
dimensiones del autoconcepto, las variables asociadas al consumo de sustancias
dañinas (alcohol y tabaco) y la práctica de actividad física; b) definir y
contrastar un modelo explicativo de consumo de sustancias nocivas y práctica de
actividad física en función del autoconcepto y sus dimensiones en adolescentes
españoles; c) analizar el efecto del autoconcepto en el consumo de alcohol y
tabaco y en la práctica de actividad física a partir del modelo explicativo
confeccionado.
MÉTODO
Participantes
Se realizó un estudio descriptivo, exploratorio y de
corte transversal en el que participaron un total de 2.134 adolescentes españoles,
de los cuales 1.062 eran chicos (49,8%) y 1.072 eran chicas (50,2%), con edades
comprendidas entre los 15 y los 18 años (M=15,93 años; DT= 0,853), provenientes
de centros de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) de la provincia de
Granada. De un total de 18.930 estudiantes matriculados para el curso académico
2.014/2.015 (datos provistos por la Consejería de Educación), se estableció una
muestra representativa de 2.134 estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria
(ESO) (error muestral de 0,02; IC = 95,5%) usando técnicas de muestreo
aleatorio estratificado, como indican Santos, Muñoz, Juez y Cortiñas (2003).
Los centros educativos y estudiantes colaboraron voluntariamente en el
desarrollo de la investigación.
Variables e Instrumentos
La presente
investigación tomó como referencia las siguientes variables e instrumentos de
medida:
Cuestionario Autoconcepto Forma-5 (AF-5). Este instrumento fue elaborado por García
y Musitu (1999) y se fundamenta en el modelo teórico de Shavelson et al. (1976).
Se compone de 30 ítems que se puntúan mediante una escala tipo Likert de 5
opciones, donde 1 es “Nunca” y 5 es “Siempre”. El autoconcepto queda agrupado
en cinco dimensiones según este instrumento, las cuales son: autoconcepto
académico (ítems 1, 6, 11, 16, 21 y 26), autoconcepto social (ítems 2, 7, 12,
17, 22 y 27), autoconcepto emocional (ítems 3, 8, 13, 18, 23 y 28),
autoconcepto familiar (ítems 4, 9, 14, 19, 24 y 29) y autoconcepto físico
(ítems 5, 10, 15, 20, 25 y 30). En el estudio de García y Musitu (1999) se
estableció una fiabilidad (determinada mediante el coeficiente alpha de Cronbach)
de α = 0,810, valor similar al detectado en este trabajo de investigación
(α = 0,833).
Escala de consumo de tabaco, extraída del cuestionario “Fagerström Test
for Nicotine Dependence (FTND)”, el cual fue desarrollado por Heatherton,
Kozlowski, Frecker y Fagerström (1991) y traducido al castellano por
Villareal-González (2009). Este instrumento permite medir la cantidad de
cigarros que fuma el adolescente, su impulso por fumar y la dependencia que
tiene hacia la nicotina. Se compone de 6 ítems, cuatro de los cuales son de
tipo dicotómico (0=No y 1=Si), mientras que los dos restantes se evalúan
mediante una escala tipo Likert de tres opciones. La fiabilidad para este
instrumento en este estudio fue de α = 0,956, valor prácticamente idéntico
al obtenido por Villareal-González (2009) en el trabajo original (α = 0,970).
Escala de consumo de alcohol, extraída del instrumento “Alcohol Use
Disorders Identification Test (AUDIT)”. Este fue desarrollado por Saunders et
al. (1993) y traducido al castellano por Rubio (1998). Se compone de 10 ítems,
siendo los ocho primeros valorados mediante una escala de tipo Likert de cinco
opciones, donde 0 es “Nunca” y 5 “A Diario”. Las dos últimas cuestiones se
cuantifican mediante una escala de tipo Likert de tres opciones (0, 2 y 4). El
instrumento es valorado mediante sumatoria que oscila entre 0 y 40 puntos y
concreta dimensiones por factores. En el estudio original Rubio (1998) obtuvo
una fiabilidad de α = 0,800, mientras que en la presente investigación fue
de α = 0,832.
Cuestionario Ad-hoc para medir la práctica de
actividad física, en el que se
preguntada si practicaban o no actividad física, con respuesta dicotómica
(0=No; 1=Si).
Procedimiento
En
primer lugar se procedió a solicitar la colaboración de los participantes a
través de una carta informativa elaborada desde el Área de Corporal de la
Universidad de Granada. En esta se detallaba la naturaleza y objetivos del estudio
a realizar, así como se solicitaba el consentimiento de los participantes y sus
tutores legales. Posteriormente se realizó la recogida de datos. Un total 2.211
estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) tomaron parte en el
estudio, teniendo que invalidar 77 cuestionarios por encontrarse mal
cumplimentados; configurando una muestra final de 2.134 participantes. La
aplicación de los instrumentos se realizó en horario lectivo en el centro
descrito sin que ocurriese ningún tipo de incidencia. Asimismo, los
investigadores estuvieron presentes con el fin de asegurar una correcta
aplicación de los instrumentos. Se aseguró el anonimato a todos los
estudiantes, los cuales participaron de manera voluntaria y respetando el
acuerdo sobre ética de Investigación de Helsinki. El Comité Ético de
Investigación de la Universidad de Granada aprobó este estudio.
Análisis de los
Datos
Se utilizó el software estadístico IBM
SPSS® en su versión 24 para Windows con el fin de realizar los análisis
descriptivos básicos (medias y frecuencias). Se empleó el programa IBM AMOS® 23
para analizar las relaciones y efectos existentes entre los constructos
implicados del modelo estructural diseñado. Para ello se concretó un modelo de
análisis de rutas con las siguientes variables observables: autoconcepto
académico (AA), autoconcepto físico (AF), autoconcepto social (AS),
autoconcepto emocional (AE), autoconcepto familiar (AFA), práctica de actividad
física (A. Física), consumo de alcohol (Alcohol) y consumo de tabaco (Tabaco).
El ajuste del modelo fue comprobado con el fin de verificar la compatibilidad
del mismo y la información empírica obtenida. La fiabilidad del ajuste fue
realizada en base a los criterios de bondad de ajuste (Marsh, 2007, p.785). En
el caso del Chi-cuadrado, los valores no significativos asociados a p indican
un buen ajuste del modelo. El valor del índice de ajuste comparativo (CFI) será
aceptable con valores superiores a 0,90 y excelente para valores superiores a 0,95.
El índice de ajuste normalizado (NFI) deberá ser superior a 0,90. El valor del
índice de incremento de ajuste (IFI) será aceptable con valores superiores a 0,90
y excelente para valores superiores a 0,95. Por último, el valor del error
cuadrático medio de aproximación (RMSEA) será excelente si es inferior a 0,05 y
aceptable si es inferior a 0,08.
RESULTADOS
Los valores obtenidos en la evaluación de ajuste del modelo
indican un buen ajuste en todos los índices. El Chi-cuadrado presentó un valor
significativo de p (χ2 = 79,476; gl = 8; p = 0,000), aunque debe considerarse
que este estadístico, como índice, no tiene límite superior. Asimismo, no puede
interpretarse de manera estandarizada, además del problema que plantea su
sensibilidad al tamaño muestral. De este modo, se emplean otros índices de
ajuste estandarizados que son menos sensibles al tamaño muestral. El índice de
ajuste comparativo (CFI) mostró un valor de 0,968, el cual es excelente. El índice de ajuste normalizado
(NFI) y el índice de incremento de ajuste (IFI) muestran valores de 0,964 y 0,968 respectivamente, los
cuales son también excelentes. Finalmente, el error cuadrático medio de
aproximación (RMSEA) obtiene un valor aceptable de 0,065.
La Figura 2 revela los valores estimados de los parámetros.
Su magnitud ha de ser adecuada y los efectos significativamente distintos de
cero. Tampoco deben obtenerse estimaciones impropias como varianzas negativas.
Figura 2. Modelo
de ecuaciones estructurales.
Nota.
A. AA: Autoconcepto Académico; AF: Autoconcepto Físico; AS: Autoconcepto
Social; Física: AE: Autoconcepto Emocional; AFM: Autoconcepto Familiar; A.
Física: Actividad Física; ALCOHOL: Consumo de alcohol; TABACO: Consumo de
tabaco.
La Tabla 1 muestra relaciones estadísticamente significativas
al nivel de 0,001 en
la mayoría de relaciones entre variables excepto en siete. Los pesos con mayor
índice de regresión se corresponden a la relación entre consumo de tabaco y
alcohol, seguido de las relaciones entre autoconcepto social y físico,
autoconcepto social y emocional,
autoconcepto académico y físico, los cuales muestran una relación
positiva y directa. Asimismo, se observan relaciones negativas entre el
autoconcepto familiar y el consumo de tabaco, y entre el autoconcepto académico
y el consumo de alcohol. También existe una relación negativa entre el
autoconcepto familiar y el consumo de alcohol, y entre el autoconcepto
emocional y el consumo de dicha sustancia. Atendiendo al modelo planteado, para
la presente muestra poblacional, la práctica de actividad física no se
relaciona con el resto de variables analizadas en este estudio. En el caso de
las relaciones que no son estadísticamente significativas, el ratio crítico
(C.R.) es inferior a 2, ya que los valores superiores a 2 en este coeficiente
suponen que el parámetro es diferente de 0 de forma estadísticamente
significativa a nivel de 0,001
(Byrne, 2013). Por tanto, se afirma que las escalas empleadas en las variables
mencionas no poseen validez convergente.
Tabla
1. Pesos de regresión y pesos estandarizados de regresión
Relaciones
entre variables |
P.R. |
P.E.R. |
|||||
Estimaciones |
S.E. |
C.R. |
P |
Estimaciones |
|||
AF |
<--- |
AA |
0,218 |
0,021 |
10,589 |
*** |
0,206 |
AF |
ß- |
AS |
0,422 |
0,022 |
19,289 |
*** |
0,376 |
AE |
<--- |
AS |
0,361 |
0,024 |
15,321 |
*** |
0,331 |
AE |
<--- |
AFM |
0,110 |
0,021 |
5,310 |
*** |
0,115 |
A.Física |
<--- |
AA |
-0,009 |
0,014 |
-0,662 |
0,508 |
-0,015 |
A.Física |
<--- |
AF |
0,007 |
0,015 |
0,482 |
0,630 |
0,012 |
Tabaco |
<--- |
AFM |
-0,612 |
0,082 |
-7,422 |
*** |
-0,173 |
Tabaco |
<--- |
AE |
0,169 |
0,085 |
1,985 |
0,047 |
0,046 |
Tabaco |
<--- |
AS |
0,390 |
0,098 |
3,984 |
*** |
0,097 |
A.Física |
<--- |
AS |
0,022 |
0,016 |
1,399 |
0,162 |
0,033 |
Alcohol |
<--- |
AS |
0,240 |
0,176 |
1,367 |
0,172 |
0,031 |
Alcohol |
<--- |
A.Física |
0,240 |
0,213 |
1,130 |
0,258 |
0,021 |
Alcohol |
<--- |
Tabaco |
0,825 |
0,036 |
22,695 |
*** |
0,430 |
Alcohol |
<--- |
AF |
0,818 |
0,143 |
5,735 |
*** |
0,120 |
Alcohol |
<--- |
AE |
-0,377 |
0,143 |
-2,631 |
0,009 |
-0,053 |
Alcohol |
<--- |
AA |
-1,149 |
0,148 |
-7,779 |
*** |
-0,159 |
Alcohol |
<--- |
AFM |
-0,714 |
0,149 |
-4,800 |
*** |
-0,105 |
1P.R., Pesos de Regresión; P.E.R., Pesos Estandarizados de Regresión;
S.E., Estimación del error; C.R., Ratio Crítico. 2A. Física: Actividad Física; AA: Autoconcepto Académico;
AS: Autoconcepto Social; AFM: Autoconcepto Familiar; AF: Autoconcepto Físico;
AE: Autoconcepto Emocional. 3 *** Relación entre variables estadísticamente
significativa al nivel 0,005. |
DISCUSIÓN
Esta investigación analiza el modelo de autoconcepto
compuesto por cinco dimensiones –académica, física, social, emocional y
familiar- (Fuentes, García, Gracia y Lila, 2011) en adolescentes, así como su
relación con la práctica de actividad física, el consumo de alcohol y tabaco.
El modelo de ecuaciones estructurales que se ha propuesto se ajusta de forma
adecuada, fundamentando los resultados obtenidos en investigaciones previas
realizadas en contextos similares (Bustos, Oliver y Galiana, 2015; Dudovitz, Li
y Chung, 2013; Jackson et al., 2010; McKay, Sumnall, Cole y Percy, 2012; Zurita
et al., 2016).
Como principales resultados se indica que todas las
dimensiones del autoconcepto se relacionan entre ellas, excepto la dimensión
emocional y familiar. Sin embargo, estudios como los de Bustos et al. (2015) y
Rodríguez-Fernández, Droguett y Revuelta (2012) obtuvieron una relación directa
entre la dimensión emocional y la familiar. Es necesario ser cauteloso con
estos resultados, ya que esta ausencia de relación puede deberse a la
disminución de las relaciones familiares que se produce durante la
adolescencia, por entrar en una etapa de mayor independencia social y emocional
(Haapanen y Tervo, 2012; Berg, Kiviruusu, Karvonen, Rahkonen y Huurre, 2017).
El consumo de alcohol se relaciona de forma directa con el
consumo de tabaco, mostrando una relación directa de gran fortaleza, debido a
que el consumo de ambas sustancias se suele simultanear. Multitud de
investigaciones muestran como los jóvenes que consumen una mayor cantidad de
alcohol son los que más fuman, debido a que ambas drogas pueden consumirse a la
vez, potenciando una los efectos de la otra (Lindgren, Neighbors, Gasser,
Ramirez y Cvencek, 2017; Matuszka, Bácskai, Czobor y Gerevich, 2017). Al
analizar el consumo de tabaco en relación con el autoconcepto familiar se ha
encontrado una relación negativa, mostrando como la familia influye sobremanera
en el consumo de sustancias nocivas. Chartier, Thomas y Kendler (2017) indican
que el consumo de alcohol y tabaco puede relacionarse con conductas de
evitación o escape de situaciones problemáticas familiares, lo que explicaría
los resultados que indican que los adolescentes que poseen un autoconcepto
familiar pobre son los que más tabaco consumen (Murray, Durazzo, Mon, Schmidt y
Meyerhoff, 2015).
Cuando se analizó la asociación entre consumo de alcohol y
autoconcepto, se encuentran relaciones positivas con las dimensiones física y
social, mientras que se observa una relación
negativa con la académica. Esto puede deberse a que en la adolescencia
imperan los motivos sociales para el consumo de alcohol, lo que justificaría la
relación entre el consumo de dicha sustancia y la dimensión social del
autoconcepto (Pegg et al., 2017). También se asocia el consumo de sustancias
nocivas a un rendimiento académico bajo y al abandono escolar en las etapas
pre-puberal y adolescente (Kelly, Chan, Mason y Williams, 2015). La ingesta de
drogas, legales o ilegales, se asocia a situaciones familiares disfuncionales,
en las que la influencia del entorno familiar es escasa y el sujeto se apoya en
el grupo de iguales fundamentalmente, careciendo de disciplina (Maurage et al.,
2012).
Al analizar la práctica de actividad física en relación con
el resto de variables no se ha encontrado asociación, aunque en estudios como
el de Moreno, Moreno y Cervelló (2013) se encontró una relación entre el
autoconcepto físico y la intención de ser físicamente activo, al igual que en
el estudio de Revuelta, Esnaola y Goñi (2016).
Es necesario indicar las principales limitaciones con las que
cuenta esta investigación, entre las que cabría destacar el uso de un diseño
descriptivo de corte transversal, que no permite establecer relaciones
causa-efecto entre las variables. Además hubiese sido interesante ampliar el
número de variables analizadas en relación con la práctica de actividad física
en la adolescencia, así como incorporar un mayor número de variables
psicológicas, como los niveles de autoestima y ansiedad.
Como principales conclusiones de la investigación, se extrae
que el modelo de ecuaciones estructurales planteado se ajusta con una buena
fiabilidad y de forma apropiada, por lo que genera una visión amplia de la
relación entre los factores psicológicos como el autoconcepto en relación con
el consumo de sustancias nocivas. Se han encontrado relaciones positivas entre
las dimensiones social y física del autoconcepto con el consumo de alcohol, así
como una relación negativa entre la dimensión académica y el consumo de dicha sustancia.
Del mismo modo, el consumo de tabaco se relaciona de forma directa con el
consumo de alcohol, actuando el autoconcepto como un factor de riesgo en el
consumo de sustancias nocivas en adolescentes. No se ha encontrado relación
entre la práctica de actividad física y el resto de variables analizadas en el
modelo propuesto.
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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte
-
vol. 19 - número 75 - ISSN: 1577-0354