Catalá
Mesón, P. y Peñacoba Puente, C. (2019). Perceived
Effectiveness (vs Use) of Coping (ACSQ) in Soccer Players. Revista
Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 19
(76) pp. 655-672 Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista76/artefectividad1083.htm
DOI: 10.15366/rimcafd2019.76.007
ORIGINAL
EFECTIVIDAD PERCIBIDA (VS USO) DEL AFRONTAMIENTO (ACSQ) EN FUTBOLISTAS
PERCEIVED EFFECTIVENESS (VS USE) OF COPING (ACSQ) IN SOCCER PLAYERS
Catalá Mesón,
P.1 y Peñacoba
Puente, C.2
1 Prof. Asociado de Universidad,
Universidad Rey Juan Carlos (España) patricia.catala@urjc.es
2 Catedrática de Universidad,
Universidad Rey Juan Carlos (España) cecilia.penacoba@urjc.es
Código UNESCO / UNESCO code: 611104 Medida de la Personalidad/ Personality
assessment
Clasificación Consejo de Europa / Council
of Europe classification: 15 Psicología del Deporte
Recibido 3 de enero de 2018 Received January 3, 2018
Aceptado 9 de diciembre de 2018 Accepted December 9, 2018
RESUMEN
Este
estudio analiza la estructura factorial de la versión española (Kim, Duda,
Tomás y Balaguer, 2003) del Cuestionario de Aproximación al Afrontamiento
en el Deporte (Approach to Coping in Sport Questionnaire, ACSQ-1, Kim, 1999;
Kim y Duda, 1997) en 562 futbolistas. Adicionalmente, se plantea la validación
de una versión adaptada del ACSQ diseñada para valorar la percepción de
efectividad. Los resultados del CFA ponen de manifiesto un ajuste satisfactorio
para ambos modelos ACSQ-uso y ACSQ-efectividad, observándose mejores
indicadores para el modelo de efectividad (x2/gl=2.57; CFI= .913; TLI= .904;
RMSEA= .058). Por otro lado, las relaciones de las diferentes dimensiones de
afrontamiento en su versión uso y en su versión efectividad con las variables
externas consideradas (ansiedad y autoconfianza) ponen de manifiesto el
diferente papel de ambos criterios, y la necesidad, por lo tanto, de contemplar
ambos indicadores en la valoración del coping en el ámbito deportivo.
PALABRAS CLAVE: estrategias de
afrontamiento, coping, uso, efectividad, deporte, fútbol.
ABSTRACT
This study examines the factorial
structure of the Spanish version (Kim, Duda, Tomás y Balaguer, 2003) of the
Approach to Coping in Sport Questionnaire (ACSQ-1, Kim, 1999; Kim y Duda, 1997)
in 562 soccer players. Additionally, a second aim of this study is to analyze
the psychometric properties of an adapted version of ACSQ designed to assess
perception of effectiveness. The results of CFA provided a satisfactory fit for
both models ACSQ-use and ACSQ-effectiveness, showing better indexes for
effectiveness model (x2/df = 2.57; CFI = .913; TLI = .904; RMSEA = .058).
Moreover, the relations between ACSQ-use, ACSQ-effectiveness and the external
variables (anxiety and self-confidence) show the different roles of both
criteria, and the need, therefore, of contemplate both indicators in the
assessment of coping in sport.
KEYWORDS: coping, use, effectiveness, sport, soccer players.
INTRODUCCIÓN
Desde la década de
los 80, las investigaciones sobre coping dentro de la psicología deportiva han
aumentado exponencialmente (Doron, Stephan y Le Scanff, 2013). Desde los
trabajos iniciales de Madden, Kirbkby y McDonald (1989), numerosos autores se han
centrado en describir las estrategias más empleadas por los jugadores
(Cirimele, 2011; Johnson y Ivarsson, 2011), las diferencias de uso entre deportes
individuales y colectivos (Park, 2000) o respecto al género (Chamorro,
Torregrosa, Sánchez-Miguel, Sánchez-Oliva y Amado, 2015; Kaiseler, Polman y
Nichols, 2012), o la relación del coping con el estrés (Flores et al., 2017; Ivarsson, Johnson y
Podlog, 2013; Kristiansen, Murphy y Roberts, 2012) y con el concepto de
resiliencia (Aranzana et al., 2016; García, Molinero,
Ruiz, Salguero, Vega y Márquez, 2014).
No es de
extrañar por tanto que, en este interés creciente por el coping deportivo, se
hayan empleado numerosos instrumentos para su medida, siendo muchos de ellos
adaptaciones de instrumentos diseñados en población general como es el caso del
Ways of Coping Questionnaire (WOCQ; Folkman y Lazarus, 1985) o el COPE
Inventory (Caver, Scheier y Weintraub, 1989), o sus correspondientes
adaptaciones al contexto deportivo como el Ways of Coping for Sport (WOCS; Madden,
Kirbkby y McDonald, 1989) y el Modified Ways of Coping
Questionnaire (MWOCQ; Crocker, 1992) con
relación al WOCQ o el Modified-COPE (MCOPER; Crocker y Graham, 1995) con
relación al COPE Inventory.
No
obstante, la concepción del coping como proceso y la necesidad de contemplar
las variables específicas situacionales (Frydenberg y Lewis, 1994; Sellers,
1995), supuso la creación de cuestionarios específicos para su
medida en el ámbito deportivo, como es el caso del Athletic Coping Skill
Inventory-28 (ACSI-28; Smith, Schultz, Smoll y Ptaceck, 1995) o el Inventaire
des Strategies de Coping en Competition Sportive (ISCCS; Gaudreau y Blondin,
2002) entre otros. En este contexto, Kim y Duda (1997) diseñaron
el Approach to Coping in Sport Questionnaire (ACSQ).Inicialmente, se partió
de 78 ítems que se correspondían conceptualmente con trece dimensiones de
coping (Kim y Duda, 1997) sometidos a las correspondientes validaciones en
muestra coreana (Kim y Duda, 1997) y norteamericana (Kim, 1999). Sin embargo,
la baja consistencia interna de algunas de las dimensiones y los resultados de
nuevos análisis factoriales exploratorios revelan una estructura de seis
estrategias de afrontamiento (reestructuración cognitiva, calma emocional,
retraimiento mental, búsqueda del apoyo social, conductas de riesgo y
religiosidad). Desde esta estructura factorial, se procedió a la aplicación de
una versión reducida del ACSQ (32 ítems) a una muestra de deportistas coreanos (Kim,
Duda y Ntoumanis, 2003), replicando la estructura de seis factores y mostrando
adecuados indicadores de validez de constructo. Kim, Duda, Tomás y Balaguer
(2003) examinaron las propiedades psicométricas de la versión española del ACSQ
en una muestra de 190 deportistas, obteniendo, mediante AFC, indicadores
aceptables de ajuste. No obstante, la validación española cuenta únicamente con
28 ítems, valorando únicamente cinco de las seis dimensiones (reestructuración
cognitiva, calma emocional, retraimiento mental, búsqueda del apoyo social y
conductas de riesgo), debido a la resistencia mostrada por la muestra respecto
a la aplicación de la subescala de religiosidad, que queda por lo tanto
excluida de la versión española. El ACSQ ha sido empleado para analizar la
relación de las diferentes estrategias de afrontamiento con el bienestar y la
autonomía (Romero, Zapata, Letelier, López y García-Mas, 2013), así como con la
satisfacción, el disfrute y la persistencia en el deporte (Kim, 1999).
Un dato
especialmente relevante en la literatura del coping deportivo es el
planteamiento de la necesidad de distinguir entre uso y efectividad percibida.
Este hecho, ya era señalado por Márquez (2006), quién pone de manifiesto que
una importante limitación de los diferentes instrumentos de coping deportivo es
que se centran únicamente en el criterio de “uso”, descuidando por completo el
criterio de “efectividad”. Así, para los deportistas, el hacer uso de una
estrategia no garantiza que le resulte efectiva. El objetivo de una estrategia
efectiva es minimizar ciertos tipos de cogniciones y reducir la cantidad de
autorreflexiones, al menos en situaciones que requieran una rápida respuesta
física. Además, estas últimas pueden ser consideradas como desadaptativas para
el bienestar del jugador (Márquez, 2006). En cualquier caso, dado que el
fracaso en desencadenar una respuesta adecuada al estrés se traduce, con
frecuencia, en un empeoramiento de la capacidad de ejecución e incluso en un
abandono deportivo, es evidente que los deportistas que participan en deportes
competitivos necesitan emplear habilidades psicológicas y estrategias de
afrontamiento efectivas para lograr satisfacer sus expectativas y mejorar su
rendimiento (Romero, Zapata, Letelier, López, y García-Mas, 2013).
Aunque no
se conocen estudios específicos sobre la diferenciación entre uso y efectividad
percibida, de forma general, se observan diferentes resultados respecto al uso
y a la efectividad percibida de las diferentes estrategias. Así, la literatura
muestra que en el ámbito deportivo las estrategias más utilizadas son la
reevaluación positiva, el apoyo social, el aumento del esfuerzo, la
concentración en objetivos, la acción, la planificación, la comunicación y la
resolución de problemas (Giacobbi, Lynn, Wetherington, Jerkins, Bodenforf y
Langley, 2004;
Holt y Hogg, 2002; Kim, Duda, Tomás y Balaguer, 2003). En cambio, en los
escasos trabajos realizados respecto a la efectividad percibida, parece que la
calma emocional, la planificación activa o las conductas de riesgo son las
estrategias más efectivas (Romero, Zapata, Letelier, López y García-Mas, 2013).
Bajo
nuestro conocimiento, pese al interés planteado de contemplar indicadores tanto
de uso como de efectividad percibida en el coping deportivo, no existen
trabajos que analicen los aspectos diferenciales de ambos criterios, tal vez
porque tampoco se conocen instrumentos específicos de medida de la efectividad
percibida del coping deportivo. Como excepción, y precisamente con el ACSQ,
Romero, Zapata, Gracia-Mas, Brustad, Garrido y Letelier (2010) analizan el
posible efecto diferencial de la percepción de efectividad, añadiendo a la
versión española del ACSQ un ítem para su medida en cada una de las subescalas.
En
este contexto, el presente trabajo tiene dos objetivos fundamentales. En primer
lugar, y dado que la única validación española del ACSQ ha sido realizada en
deportistas en general, uno de nuestros objetivos es validar la estructura
factorial del ACSQ en su versión española en una muestra de futbolistas. Por
otro lado, en respuesta a la crítica realizada por Márquez (2006) y a esa
primera aproximación llevada a cabo por Romero et al. (2010), un segundo
objetivo es realizar un análisis comparativo de la estructura factorial de la
versión original española del ACSQ (“uso”) y de una adaptación de la misma utilizando el criterio
de percepción de efectividad (ACSQ-efectividad).
MATERIAL Y
MÉTODOS
PARTICIPANTES
Se contó
con la colaboración de 562 jugadores de fútbol, todos ellos varones,
pertenecientes a seis equipos de la Comunidad de Madrid. La edad media de los
participantes fue de 15,29 años (D.T= 1,86, rango [12-19 años]). Todos los
participantes entrenan entre dos y tres veces por semana y compiten
regularmente en fútbol federado nivel regional y/o nacional. La distribución de
los participantes en las categorías incluidas fue la siguiente: infantil
(28,3%, n=159), cadete (32,7%, n=184) y juvenil (39%, n=219).
INSTRUMENTOS
Estrategias
de afrontamiento en el deporte. Se empleó el Cuestionario de Aproximación
al Afrontamiento en el Deporte (Approach to Coping in Sport Questionnaire, ACSQ-1)
en su versión española (Kim, Duda, Tomás y Balaguer, 2003). El cuestionario
consta de 28 ítems en los que el deportista debe responder en una escala Likert
de 5 puntos (de 1 "nunca" a 5 "siempre") la alternativa que
indique con qué frecuencia usa ciertas estrategias de afrontamiento en las
situaciones competitivas. El instrumento permite la evaluación de cinco
estrategias de afrontamiento: calma emocional, reestructuración
cognitiva, retraimiento mental, conductas de riesgo y búsqueda de apoyo
social.
Para
estudiar la percepción de efectividad en el empleo de las estrategias de
afrontamiento, se añadió a la versión original española ACSQ-1
(anteriormente descrita), una columna adicional donde los jugadores debían
indicar la efectividad para cada uno de los 28 ítems, empleando igualmente una
escala tipo Likert de 5 puntos (de 1 “nada efectiva” a 5 “muy efectiva”). Así,
con la adaptación realizada, se disponía para cada uno de los ítems de una
medida de “uso” y de una medida de “percepción de efectividad”.
Ansiedad competitiva. Se aplicó el Inventario de
Ansiedad Estado Competitiva 2 (Competitive State Anxiety Inventory 2, CSAI-2;
Martens, Burton, Vealey, Bump y Smith, 1990). Se empleó la versión española de
Capdevila (1997). Este cuestionario evalúa los componentes cognitivos y
somáticos de la ansiedad estado y la autoconfianza con relación a la ejecución
deportiva referida a la competición. Consta de 27 ítems, con un formato de
respuesta tipo Likert de 4 puntos (de 1 “nada” a 4 “mucho”). Los valores de
alpha de Cronbach en nuestra muestra para las diferentes dimensiones son las siguientes:
ansiedad somática (0,82), ansiedad cognitiva (0,76) y autoconfianza (0,82).
PROCEDIMIENTO
Se empleó
un muestreo por conveniencia, solicitando la participación de 6 clubs de la
Comunidad de Madrid, con los que diferentes miembros del equipo de
investigación mantenían relación bien por su participación como psicólogas en
los mismos o por formar parte de diferentes convenios de
investigación-formación entre la universidad a la que pertenece el equipo y el
club. A través de los coordinadores deportivos de los equipos se informó a los
entrenadores y a los padres y se obtuvo así el permiso de éstos últimos para
poder proceder a pasar los correspondientes cuestionarios de autoinforme. Estos
fueron entregados a los niños y adolescentes por uno de los investigadores
antes del inicio del entrenamiento con el fin de evitar la fatiga y/o las
posibles respuestas emocionales (p.e. después de un buen o mal entrenamiento).
Un total de 620 cuestionarios fueron distribuidos, de los cuales 562 fueron
devueltos y correctamente cumplimentados (tasa de retorno: 90,64%).
ANÁLISIS ESTADÍSTICOS
Para el análisis
de datos se utilizó el programa Mplus 6,0 (Muhten y Muthen, 1998-2010) y el
paquete estadístico SPSS para Ciencias Sociales (SPSS 21) (Armonk, Nueva York,
EE.UU.). El cálculo de los análisis descriptivos, la estimación de la
consistencia interna y de las relaciones entre las dimensiones del ACSQ y
respecto a las variables externas al cuestionario (ansiedad competitiva) fueron
realizados con el programa SPSS, mientras que el análisis de la estructura
interna del cuestionario se llevó a cabo con el programa Mplus 6.0. Los
estadísticos y los criterios de ajuste adoptados se explican con detalle en los
subapartados correspondientes de resultados.
RESULTADOS
ANÁLISIS DESCRIPTIVO DE LOS ÍTEMS
Se
realizaron los análisis descriptivos (media, desviación típica, asimetría y
curtosis) de los 56 ítems: 28 ítems de uso (Tabla 1) y 28 ítems de percepción
de efectividad (Tabla 2). Siguiendo las recomendaciones de Bollen y Log (1994),
se puede observar que los índices de asimetría y curtosis son próximos al valor
cero y por debajo del valor absoluto de 2, lo que indica semejanza con la curva
normal. Por tanto, se procede a la utilización de técnicas factoriales de
máxima verosimilitud en el análisis factorial confirmatorio.
Tabla 1.
Estadísticos descriptivos y pesos factoriales de los ítems del ACSQ- uso
Factor |
Item |
Media |
SD |
Asim. |
Kurt. |
Peso |
CE |
Me
imaginé a mí mismo ejecutando la técnica adecuada |
3,87 |
1,10 |
-0,92 |
0,19 |
0,50 |
CE |
Me imaginé a mí mismo manejando
mejor la situación |
3,73 |
1,11 |
-0,67 |
-0,21 |
0,60 |
CE |
Intenté bloquear los pensamientos
negativos |
3,77 |
1,20 |
-0,65 |
-0,68 |
0,59 |
CE |
Me mantuve calmado y centrado en lo
que estaba haciendo |
3,80 |
1,08 |
-0,76 |
0,00 |
0,60 |
CE |
Mantuve un estado emocional positivo
para contrarrestar el problema que causaba mis sentimientos negativos |
3,59 |
1,13 |
-0,60 |
-0,28 |
0,59 |
CE |
Mantuve mi mente en los aspectos
importantes de mi tarea |
3,77 |
1,03 |
-0,72 |
0,01 |
0,67 |
CE |
Respiré profundamente para relajarme |
3,64 |
1,19 |
-0,55 |
-0,59 |
0,41 |
RC |
Intenté buscar algo bueno en lo que
había pasado |
3,71 |
1,07 |
-0,54 |
-0,25 |
0,57 |
RC |
Hice lo que se tenía que hacer, cada
cosa a su tiempo |
3,58 |
1,13 |
-0,52 |
-0,40 |
0,42 |
RC |
Consideré la situación como una
posibilidad de aprender |
3,95 |
1,04 |
-0,82 |
0,12 |
0,62 |
RC |
Pensé sobre cuál sería la mejor
forma de manejar el problema |
3,75 |
1,03 |
-0,58 |
-0,26 |
0,63 |
RC |
Pensé en profundidad sobre qué pasos
debía dar a continuación |
3,64 |
1,05 |
-0,59 |
-0,11 |
0,59 |
RC |
Me propuse nuevas metas para esa
situación |
3,84 |
1,01 |
-0,74 |
0,17 |
0,48 |
RM |
Pensé que no había nada que hacer y
lo acepté |
2,20 |
1,20 |
0,61 |
-0,62 |
0,43 |
RM |
Dejé de trabajar mis puntos débiles,
(me di por vencido) |
1,66 |
1,14 |
1,58 |
1,24 |
0,76 |
RM |
Abandoné mis intentos de conseguir
mis objetivos |
1,69 |
1,15 |
1,51 |
1,04 |
0,83 |
RM |
Acepté mis sentimientos y me di
cuenta de que la situación no podía cambiarse |
2,53 |
1,34 |
0,33 |
-1,11 |
0,59 |
RM |
Dejé de intentar conseguir mi meta |
1,70 |
1,23 |
1,57 |
1,04 |
0,78 |
RM |
Comprendí que no podía hacer nada
sobre lo que estaba pasando |
2,30 |
1,28 |
0,57 |
-0,82 |
0,54 |
CR |
Utilicé técnicas más complejas para
enfrentar la situación |
3,36 |
1,01 |
-0,25 |
-0,37 |
0,54 |
CR |
Intenté utilizar habilidades y
técnicas más complejas para enfrentar el problema |
3,44 |
1,12 |
-0,46 |
-0,42 |
0,70 |
CR |
Intenté utilizar habilidades,
estrategias, o técnicas que apenas había practicado antes |
3,07 |
1,23 |
-0,04 |
-0,95 |
0,59 |
CR |
Fui cambiando de una estrategia a
otra continuamente |
2,69 |
1,23 |
0,26 |
-0,88 |
0,36 |
BAS |
Si mis padres estaban presente en el
partido, hablé con ellos sobre cómo me sentía |
2,90 |
1,47 |
0,05 |
-1,37 |
0,40 |
BAS |
Pedí consejo a mi entrenador sobre
cómo manejar la situación |
3,12 |
1,27 |
-0,21 |
-0,93 |
0,60 |
BAS |
Le conté a mi entrenador (a) como me
sentía para conseguir su comprensión |
2,66 |
1,31 |
0,19 |
-1,11 |
0,72 |
BAS |
Busqué apoyo emocional de mi
entrenador (a) o compañeros (a) |
2,78 |
1,26 |
0,07 |
-1,01 |
0,64 |
BAS |
Hablé con alguien (entrenador,
compañeros, o padres), que podía hacer algo concreto sobre el problema |
3,14 |
1,21 |
-0,18 |
-0,82 |
0,68 |
CE:
Calma emocional; RC: reestructuración cognitiva; RM: retraimiento mental; CR:
conductas de riesgo; BAS: Búsqueda de apoyo social
Tabla 2.
Estadísticos descriptivos y pesos factoriales de los ítems del ACSQ-
efectividad
Factor |
Item |
Media |
SD |
Asim, |
Kurt, |
Peso |
CE |
Me
imaginé a mí mismo ejecutando la técnica adecuada |
3,69 |
1,09 |
-0,54 |
-0,39 |
0,53 |
CE |
Me imaginé a mí mismo manejando
mejor la situación |
3,61 |
1,08 |
-0,32 |
-0,74 |
0,69 |
CE |
Intenté bloquear los pensamientos
negativos |
3,83 |
1,14 |
-0,74 |
-0,35 |
0,62 |
CE |
Me mantuve calmado y centrado en lo
que estaba haciendo |
3,98 |
1,08 |
-0,99 |
0,38 |
0,62 |
CE |
Mantuve un estado emocional positivo
para contrarrestar el problema que causaba mis sentimientos negativos |
3,80 |
1,08 |
-0,68 |
-0,16 |
0,63 |
CE |
Mantuve mi mente en los aspectos
importantes de mi tarea |
3,87 |
1,06 |
-0,70 |
-0,31 |
0,68 |
CE |
Respiré profundamente para relajarme |
3,93 |
1,15 |
-0,91 |
-0,06 |
0,48 |
RC |
Intenté buscar algo bueno en lo que
había pasado |
3,71 |
1,06 |
-0,54 |
-0,25 |
0,60 |
RC |
Hice lo que se tenía que hacer, cada
cosa a su tiempo |
3,58 |
1,13 |
-0,53 |
-0,40 |
0,56 |
RC |
Consideré la situación como una
posibilidad de aprender |
3,95 |
1,04 |
-0,82 |
0,12 |
0,62 |
RC |
Pensé sobre cuál sería la mejor forma de manejar el problema |
3,81 |
1,05 |
-0,73 |
-0,03 |
0,63 |
RC |
Pensé en profundidad sobre qué pasos
debía dar a continuación |
3,75 |
1,09 |
-0,70 |
-0,12 |
0,62 |
RC |
Me propuse nuevas metas para esa
situación |
3,93 |
1,02 |
-0,77 |
0,08 |
0,61 |
RM |
Pensé que no había nada que hacer y lo
acepté |
3,07 |
1,44 |
-0,15 |
-1,28 |
0,58 |
RM |
Dejé de trabajar mis puntos débiles
(me di por vencido) |
3,21 |
1,65 |
-0,25 |
-1,59 |
0,78 |
RM |
Abandoné mis intentos de conseguir
mis objetivos |
3,08 |
1,67 |
-0,13 |
-1,64 |
0,83 |
RM |
Acepté mis sentimientos y me di
cuenta de que la situación no podía cambiarse |
3,12 |
1,39 |
-0,15 |
-1,19 |
0,67 |
RM |
Dejé de intentar conseguir mi meta |
3,15 |
1,74 |
-0,17 |
-1,72 |
0,87 |
RM |
Comprendí que no podía hacer nada
sobre lo que estaba pasando |
2,99 |
1,44 |
-0,06 |
-1,33 |
0,67 |
CR |
Utilicé técnicas más complejas para enfrentar
la situación |
3,45 |
1,00 |
-0,16 |
-0,48 |
0,49 |
CR |
Intenté utilizar habilidades y
técnicas más complejas para enfrentar el problema |
3,48 |
1,11 |
-0,40 |
-0,50 |
0,67 |
CR |
Intenté utilizar habilidades,
estrategias, o técnicas que apenas había practicado antes |
3,33 |
1,25 |
-0,28 |
-0,92 |
0,52 |
CR |
Fui cambiando de una estrategia a
otra continuamente |
3,10 |
1,29 |
-0,06 |
-1,08 |
0,53 |
BAS |
Si mis padres estaban presente en el
partido, hablé con ellos sobre cómo me sentía |
3,31 |
1,35 |
-0,32 |
-1,23 |
0,44 |
BAS |
Pedí consejo a mi entrenador sobre
cómo manejar la situación |
3,58 |
1,25 |
-0,63 |
-0,55 |
0,64 |
BAS |
Le conté a mi entrenador (a) como me
sentía para conseguir su comprensión |
3,12 |
1,34 |
-0,22 |
-1,09 |
0,63 |
BAS |
Busqué apoyo emocional de mi
entrenador (a) o compañeros (a) |
3,31 |
1,37 |
-0,37 |
-1,05 |
0,66 |
BAS |
Hablé con alguien (entrenador,
compañeros, o padres), que podía hacer algo concreto sobre el problema |
3,46 |
1,24 |
-0,51 |
-0,66 |
0,76 |
CE:
Calma emocional; RC: reestructuración cognitiva; RM: retraimiento mental; CR:
conductas de riesgo; BAS: Búsqueda de apoyo social
ANÁLISIS FACTORIAL CONFIRMATORIO
Para el
estudio de la estructura interna se empleó el análisis factorial confirmatorio.
Atendiendo a la naturaleza ordinal de los datos, optamos por el estimador
robusto Weighted Least Squares Mean and Variance Adjusted (WLSMV). Dado el
escaso número de valores faltantes, consideramos aceptable tratarlos mediante
la técnica de eliminación por pares (Graham, 2009; Muthén y Muthén, 1998-2010).
En este análisis nos basamos en la matriz de datos originales para contrastar
los siguientes modelos atendiendo a cada versión del ACSQ (ACSQ-uso,
ACSQ-efectividad).
Como
indicadores de ajuste se emplearon los siguientes: ratio chi-cuadrado/grados de
libertad (x2/gl; Wheaton, Muthén, Alwin y Summers, 1977),
Comparative Fit Index (CFI; Bentler, 1990), Tucker-Lewis Index (TLI; Bentler y
Bonett, 1980) y Root Mean Square Error of Approximation (RMSEA; Steiger y Lind,
1980). Se encuentra generalmente aceptado (Hu y Bentler, 1995) que los índices
de ajuste incrementales deben ser mayores que .90 con valores de RMSEA por
debajo de .08. Los resultados ponen de manifiesto un mejor ajuste del modelo de
efectividad (x2/gl= 2,57; CFI= 0,913; TLI= 0,904; RMSEA= 0,058)
con respecto al modelo de uso (x2/gl= 2,76; CFI= 0,889; TLI=
0,879; RMSEA= 0,059).
CORRELACIONES
ENTRE ESCALAS
La Tabla 3
muestra las correlaciones entre las diez dimensiones del ACSQ (tanto uso como
efectividad). Un primer dato de interés son las correlaciones que mantienen el
uso y la efectividad de una misma estrategia. Dichas correlaciones, en todos
los casos positivas y significativas, oscilan entre 0,60 y 0,70 para tres de
las estrategias (calma emocional, reestructuración cognitiva y
búsqueda de apoyo social), siendo inferiores en el caso de las conductas
de riesgo (0,49). Las correlaciones entre el uso y la efectividad del
retraimiento mental son muy débiles (0,12).
Tabla 3.
Correlaciones entre factores ACSQ - uso y ACSQ- efectividad
Factor |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
1.Uso calma emocional |
0,69** |
-0,19** |
0,27** |
0,25** |
0,65** |
0,55** |
0,10* |
0,30** |
0,28** |
2.Uso reestructuración cognitiva |
|
-0,13** |
0,29** |
0,26** |
0,55** |
0,69** |
0,13** |
0,41** |
0,29** |
3.Uso retraimiento mental |
|
|
0,26** |
0,25** |
-0,28** |
-0,26** |
0,12** |
0,07 |
0,02 |
4.Uso conductas de riesgo |
|
|
|
0,30** |
0,14** |
0,20** |
0,06 |
0,49** |
0,21** |
5.Uso búsqueda de apoyo social |
|
|
|
|
0,13** |
0,16** |
0,09* |
0,15** |
0,61** |
6.Efectividad calma emocional |
|
|
|
|
|
0,73** |
0,19** |
0,41** |
0,39** |
7.Efectividad reestructuración cognitiva |
|
|
|
|
|
|
0,21** |
0,49** |
0,43** |
8.Efectividad retraimiento mental |
|
|
|
|
|
|
|
0,41** |
0,34** |
9.Efectividad conductas de riesgo |
|
|
|
|
|
|
|
|
0,36** |
10.Efectividad búsqueda de apoyo
social |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
* p<0,05, **p<0,01
Respecto
al uso de las diferentes estrategias de afrontamiento, todas las correlaciones
son significativas y en su mayoría positivas. Las correlaciones más elevadas se
observan entre la calma emocional y la reestructuración cognitiva (0,69),
oscilando el resto entre 0,25 y 0,30. Las únicas correlaciones negativas se
observan entre el retraimiento mental y la calma emocional y reestructuración
cognitiva.
En
relación con la percepción de efectividad, se observan correlaciones
significativas y positivas para todas las estrategias, con los valores más
elevados en la relación entre la calma emocional y la reestructuración
cognitiva (0,73) y los valores más bajos en la relación entre retraimiento
mental y la calma emocional (0,19) y la reestructuración cognitiva (0,21).
DESCRIPTIVOS
Y CONSISTENCIA INTERNA DE LAS ESCALAS
Como puede
observarse en la tabla 4, las puntuaciones de las escalas del ACSQ son muy
similares (en un rango de entre 3 y 4), siendo, en general, las puntuaciones de
efectividad más elevadas que las de uso. Las puntuaciones más bajas se obtienen
en el uso de retraimiento mental; esta estrategia obtiene igualmente la
puntuación más baja en lo referente a la percepción de efectividad. Las puntuaciones
más altas tanto con relación al uso como a la percepción de efectividad se
observan en la calma emocional y en la reestructuración
cognitiva.
Tabla 4.
Estadísticos descriptivos, consistencia interna y correlaciones entre las
dimensiones de ACSQ- uso y ACSQ- efectividad y ansiedad y autoconfianza
Factor |
Media |
SD |
alpha |
Rango |
Asim, |
V1 |
V2 |
V3 |
1.Uso calma emocional |
3,74 |
0,68 |
0,71 |
1-5 |
-0,37 |
-0,06 |
0,00 |
0,29** |
2.Uso reestructuración cognitiva |
3,74 |
0,65 |
0,67 |
1-5 |
-0,35 |
-0,06 |
-0,01 |
0,26** |
3.Uso retraimiento mental |
2,01 |
0,80 |
0,73 |
1-4,5 |
0,76 |
0,20** |
0,21** |
-0,15** |
4.Uso conductas de riesgo |
3,14 |
0,76 |
0,57 |
1-5 |
-0,07 |
0,04 |
0,11* |
0,07 |
5.Uso búsqueda de apoyo social |
2,92 |
0,86 |
0,70 |
1-5 |
-0,11 |
0,19** |
0,14** |
0,09* |
6.Efectividad calma emocional |
3,82 |
0,70 |
0,76 |
1-5 |
-0,52 |
-0,10* |
-0,10* |
0,27** |
7.Efectividad reestructuración cognitiva |
3,80 |
0,71 |
0,74 |
1-5 |
-0,54 |
-0,10* |
-0,10* |
0,27** |
8.Efectividad retraimiento mental |
3,09 |
1,14 |
0,82 |
1-5 |
-0,18 |
0,03 |
0,01 |
0,10* |
9.Efectividad conductas de riesgo |
3,34 |
0,77 |
0,57 |
1-5 |
-0,11 |
-0,04 |
0,03 |
0,18** |
10.Efectividad búsqueda de apoyo social |
3,36 |
0,89 |
0,71 |
1-5 |
-0,28 |
0,05 |
0,01 |
0,15** |
*
p<0,05, **p<0,01; V1: ansiedad somática; V2: ansiedad cognitiva; V3:
autoconfianza
Respecto a
la consistencia interna, los mayoría de los valores oscilan entre 0,70 y 0,80,
observándose los valores más bajos en las conductas de riesgo (tanto en uso
como en efectividad, alpha=0,57).
VALIDEZ
EXTERNA DE LA ESCALA
Para
obtener indicadores de la validez externa del ACSQ-uso y del ACSQ-efectividad
se procedió a realizar las correspondientes correlaciones de Pearson entre las
distintas escalas de ambos cuestionarios y las variables de ansiedad cognitiva,
ansiedad somática y autoconfianza (ver Tabla 4).
Con
respecto al uso de las estrategias, se observan correlaciones positivas del
retraimiento mental y la búsqueda de apoyo social tanto con la ansiedad
somática como con la ansiedad cognitiva. Además, el uso de conductas de riesgo
también correlaciona positivamente con la ansiedad cognitiva. La autoconfianza
correlaciona positivamente con las estrategias de calma emocional,
reestructuración cognitiva y búsqueda de apoyo social y negativamente con el
retraimiento mental.
En lo
referente a la percepción de efectividad, se observan correlaciones negativas
tanto de la calma emocional como de la reestructuración cognitiva con la
ansiedad somática y cognitiva. La autoconfianza mantiene correlaciones
positivas y significativas con todas las dimensiones de la versión
ACSQ-efectividad, siendo las más bajas las correspondientes al retraimiento
mental y las más elevadas las correspondientes a la calma emocional y la
reestructuración cognitiva.
DISCUSIÓN
El
presente trabajo pretende la confirmación de la estructura factorial del ACSQ
en una muestra de futbolistas españoles, valorando adicionalmente el posible
comportamiento diferencial (tanto a nivel de estructura factorial como de
validez externa) de dos posibles versiones del cuestionario: su versión
tradicional de “uso” y su versión de “percepción de efectividad”, diseñada esta
última específicamente para el presente trabajo.
Respecto a
la versión tradicional, centrada en el “uso” de las diferentes estrategias de
afrontamiento, nos parecía de interés, ante la ausencia de trabajos previos, la
validación de la estructura factorial del ACSQ en una muestra de deportistas
específicos, concretamente futbolistas. Esta decisión se ve fundamentada porque
desde la concepción del coping como proceso, el uso (y
también la percepción de efectividad) del mismo está sujeto a una gran heterogeneidad
debida a diferencias personales, contextuales o a las relacionadas con la
percepción del nivel de amenaza (Frydenberg y Lewis, 1994; Sellers,
1995). Si atendemos a las variables contextuales, diferentes trabajos han
mostrado el interés en el análisis de las variables psicológicas en futbolistas
dadas sus características diferenciales en comparación con otros deportes
colectivos de competición (Laurin, Nicolas, y Lacassagne, 2008; Readdy, Raabe,
y Harding, 2014).
El ACSQ en
su versión “uso” se comporta de manera similar a lo observado en muestras heterogéneas
de deportistas (Kim, Duda, Tomás y Balaguer, 2003). Los indicadores de ajuste
obtenidos con nuestra muestra (x2/gl= 2,76; CFI= 0,889; TLI=
0,879; RMSEA= 0,059), son muy similares aunque sutilmente inferiores a los
encontrados por Kim et al. (2003) (CFI = 0,90, TLI = 0,88, RMSEA = 0,048 y SRMR
= 0,068). Para explicar estas pequeñas diferencias, conviene señalar que los
indicadores de ajuste en el estudio de Kim, Duda, Tomás y Balaguer (2003) fueron
obtenidos tras reajustes de un modelo inicial no satisfactorio, que incluía la
covarianza de algunos de los ítems en varios factores. Los índices de
consistencia interna son igualmente similares a los encontrados por Kim, Duda,
Tomás y Balaguer (2003) en muestra española (entre 0,70 y 0,80). Destaca la
baja consistencia de la estrategia de conductas de riesgo, obteniendo los
alphas más bajos tanto en el estudio de Kim, Duda, Tomás y Balaguer (2003) como
en el nuestro. Sin embargo, esta baja fiabilidad de esta dimensión no se
observa ni en muestras americanas ni coreanas (Kim, Duda, Tomás y Balaguer, 2003).
Respecto a
la validez externa del “uso” de las diferentes estrategias de afrontamiento, se
observan correlaciones positivas del retraimiento mental, la búsqueda de apoyo
social y el uso de conductas de riesgo con la ansiedad (somática y/o cognitiva)
en la línea de lo encontrado por Kim, Duda, Tomás y Balaguer (2003). Un dato de
interés en este sentido es el papel diferencial de las estrategias de afrontamiento
en función de si la variable resultado considerada está vinculada a la
enfermedad (ansiedad, estrés) o a la salud (autoconfianza, bienestar
psicológico). Nuestros datos señalan que mientras el uso de conductas de riesgo
y de búsqueda de apoyo social se asocia a mayores niveles de ansiedad, el uso
de la calma emocional y de la reestructuración cognitiva se asocia a mayores
niveles de autoconfianza. El uso del retraimiento mental parece desempeñan un
papel mixto, contribuyendo en igual medida a incrementar los niveles de
ansiedad y a disminuir los niveles de autoconfianza. Aunque el hecho de que los
determinantes psicológicos de la salud no son los mismos que los de la
enfermedad es algo conocido en la literatura previa (Gantt, 2016), sin embargo
no se le ha prestado demasiada atención. En el ámbito deportivo, y con el
empleo del ACSQ, nuestros datos son coherentes con los encontrados en estudios
previos que ponen de manifiesto relaciones positivas de la autoconfianza, la
autonomía y el bienestar con el uso de la calma emocional y de la
reestructuración cognitiva (Pinto y Vázquez, 2013; Romero, Zapata, Letelier,
López y García- Mas, 2013).
De forma
similar a lo obtenido por Kim, Duda, Tomás y Balaguer (2003) en muestras
españolas, coreanas y americanas, encontramos que las mayores puntuaciones de
uso se observan en la calma emocional y la reestructuración cognitiva, y las
menores puntuaciones en el retraimiento mental. Romero, Zapata,
García-Mas, Brustad, Garrido y Letelier (2010), en una muestra
de tenistas, encontraron que la calma emocional era la estrategia más empleada.
Sin embargo, si atendemos de manera particular a la muestra española empleada
en el estudio de Kim, Duda, Tomás y Balaguer (2003), encontramos diferencias
respecto a nuestra muestra de futbolistas en el uso de las restantes
estrategias. En particular, la muestra de Kim, Duda, Tomás y Balaguer (2003)
obtiene puntuaciones considerablemente elevadas en la búsqueda de apoyo social
y puntuaciones más bien bajas en las conductas de riesgo. Los futbolistas
muestreados en el presente trabajo muestran puntuaciones elevadas en las
conductas de riesgo, incluso superiores a las obtenidas en búsqueda de apoyo
social. El fútbol tiene un orden técnico-táctico, físico,
psicológico y social que lo llevan a organizarse y optar por utilizar lo más
racional y lógico. Además, posee un equilibrio dinámico ya que debe tratar de
mantener la organización y la eficacia dentro de un cierto límite. Cuando se
rompe uno de sus elementos, no solo afecta a ese elemento sino al desempeño del
sistema por completo (Arruiz, 2009). En este ámbito, y aunque no se han
encontrado publicaciones al respecto, es conocido que son muchos los jugadores
que ante la oportunidad de mostrar sus destrezas hacen uso de técnicas o habilidades
que no habían practicado apenas con anterioridad o que consideran más complejas
buscando la satisfacción de aportar algo a los demás, y de mostrar al entorno
social de lo que son capaces, aumentando así su propio autoconcepto. Aunque es
necesaria una mayor investigación al respecto, en cualquier caso, estos datos
diferenciales encontrados en nuestra muestra de futbolistas respecto a otros
deportistas, apuntan a la necesidad de atender tanto a los factores personales
como situacionales para comprender el proceso de afrontamiento en el deporte
(Kim, 1999).
Respecto a
la “percepción de efectividad” de dichas estrategias, observamos que la
estructura factorial del ACSQ-efectividad replica la estructura conceptual de
cinco dimensiones, con indicadores de ajuste incluso superiores a los
observados en la versión tradicional ACSQ-uso. La consistencia interna de la
efectividad de las diferentes estrategias es igualmente superior a la observada
con relación al uso (salvo en el caso de la estrategia de conductas de riesgo
que mantiene valores alpha igualmente bajos). Las puntuaciones en efectividad
para la totalidad de las dimensiones son muy homogéneas entre sí y
considerablemente elevadas, siendo las más altas las correspondientes a calma
emocional y reestructuración cognitiva, y las más bajas las correspondientes a
retraimiento mental. Respecto a su relación con variables externas se observan
correlaciones negativas de la calma emocional y la reestructuración cognitiva
con la ansiedad; la “percepción de efectividad” de todas las dimensiones
muestra correlaciones positivas con la autoconfianza.
Pese a las
reflexiones de Márquez (2006) sobre la necesidad de incluir la percepción de
efectividad como un elemento esencial de la evaluación del coping, bajo nuestro
conocimiento, su evaluación ha sido ignorada en el ámbito deportivo. El trabajo
de Romero, Zapata, García-Mas, Brustad, Garrido y Letelier (2010) señala
la calma emocional y la reestructuración cognitiva como las estrategias percibidas
más efectivas por los tenistas con relación al rendimiento. Siguiendo dicho
trabajo, hemos pretendido validar la estructura factorial de una versión
ACSQ-efectividad, obteniendo indicadores de ajuste muy satisfactorios, por
encima incluso de la tradicional ACSQ-uso, apuntando en todo caso que uso y
percepción de efectividad son criterios diferenciales de aproximación al
coping. Prueba de ello son las correlaciones moderadas observadas en una misma
estrategia entre sus modalidades de uso y efectividad. Las más elevadas se observan,
como era esperable, en las estrategias adaptativas (como es el caso de la calma
emocional y la reestructuración cognitiva), mientras que las más bajas se
observan con relación al retraimiento mental. Parece, en el caso de las
estrategias menos adaptativas, que los jugadores son capaces de distinguir que
pese a que las empleen, no siempre son necesariamente efectivas.
Igualmente,
es importante resaltar que el hecho de que el futbolista perciba una estrategia
de afrontamiento como efectiva, con independencia de que sea o no adaptativa,
contribuye a mejorar la autoconfianza. Sin embargo, sólo la percepción de
efectividad en las adaptativas (calma emocional y reestructuración cognitiva)
contribuye a disminuir los niveles de ansiedad.
El
presente trabajo cuenta con algunas limitaciones. En primer lugar, la
validación se ha realizado en una muestra que, pese a ser suficientemente
numerosa respecto a estudios previos, presenta limitaciones en relación con la
zona geográfica y al género, lo que afecta a la generalización de los
resultados. Otra limitación son los bajos índices de consistencia interna
encontrados en la dimensión de conductas de riesgo (tanto uso como
efectividad), dato por otro lado, como se ha señalado, encontrado igualmente en
la validación original española (Kim, Duda, Tomás y Balaguer 2003). Finalmente,
señalar que se trata de un estudio correlacional del que no podemos inferir
relaciones causa-efecto.
CONCLUSIONES
El
presente trabajo proporciona apoyo empírico a la estructura factorial del
ACSQ-uso en una muestra de futbolistas españoles. Además, bajo nuestro
conocimiento, es el primer trabajo en validar la misma estructura del ACSQ
empleando el criterio de “percepción de efectividad”. Los resultados ponen de
manifiesto una mayor congruencia entre el uso y la efectividad en aquellas
estrategias más adaptativas (como es el caso de la calma emocional y
reestructuración cognitiva), observándose en todo caso que la efectividad
percibida (a diferencia del uso) de la estrategia de afrontamiento, sea
adaptativa o no, se relaciona de manera significativa con la autoconfianza del
deportista.
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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 19 - número
76 - ISSN: 1577-0354