García–Fernández, P.;
Guodemar–Pérez, J.; Ruiz-López, M.; Rodríguez-López, E.S.; García-Heras, A.;
Hervás–Pérez, J.P. (2019) Epidemiology of Injuries in Professional and
Amateur Spanish Paddle Players. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de
la Actividad Física y el Deporte vol. 19 (76) pp. 641-654 Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista76/artepidemiologia1090.htm
DOI: 10.15366/rimcafd2019.76.006
ORIGINAL
EPIDEMIOLOGÍA LESIONAL EN JUGADORES ESPAÑOLES
DE PADEL PROFESIONALES Y AMATEUR
EPIDEMIOLOGY
OF INJURIES IN PROFESSIONAL AND AMATEUR SPANISH PADDLE PLAYERS
García–Fernández,
P.1; Guodemar–Pérez, J.2; Ruiz-López, M.3;
Rodríguez-López, E.S.2; García-Heras, A.4; Hervás–Pérez,
J.P.2
1 Departamento de Radiología,
Rehabilitación y Fisioterapia, Facultad de Medicina, Universidad Complutense de
Madrid, Madrid (España) pablga25@ucm.es
2 Departamento de
Fisioterapia, Facultad de Salud, Universidad Camilo José Cela. Villanueva de la
Cañada, Madrid (España) jguodemar@ucjc.edu, esrodriguez@ucjc.edu, jphervas@ucjc.edu
3 Departamento de
Enfermería, Facultad de Salud, Camilo José Cela. Villanueva de la Cañada,
Madrid (España) mrlopez@ucjc.edu
4 Departamento de
Fisioterapia, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Alfonso X,
Villanueva de la Cañada, Madrid (España) aranka_76@hotmail.com
Código
UNESCO / UNESCO code: 3212 Salud pública / Public Health
Clasificación del Consejo de Europa /
Council of Europe Classification: 11
Medicina del Deporte / Sport Medicine
Recibido 23 de enero de 2018 Received
January 23, 2018
Aceptado 12 de febrero de 2018 Accepted
February 12, 2018
RESUMEN
Se realizó un estudio epidemiológico
descriptivo, observacional y retrospectivo, analizando la incidencia y las
características de las lesiones sufridas por jugadores de pádel españoles profesionales
y no profesionales. Se registraron las lesiones sufridas por 478 jugadores
entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2016. Se registraron datos sobre el
número de lesiones, lesiones más frecuentes, distribución, tipo, ubicación, el
momento en que ocurrieron y la causa de las lesiones que afectan el sistema
locomotor. La tasa de lesiones en esta población fue de 2,75 lesiones por 1000
horas de exposición al riesgo. Las lesiones leves y aquellas con mecanismos de
lesión intrínseca fueron las más frecuentes, y tuvieron lugar el final de la
práctica deportiva. La extremidad inferior fue el área corporal más lesionada,
y el tejido más lesionado fue el sistema musculo-tendinoso. A su vez, la
epicondilitis fue la patología más común.
PALABRAS CLAVE: pádel; epidemiología; lesión; extremidades inferiores; músculos
ABSTRACT
An epidemiological
study was conducted using retrospective, observational and descriptive
methodologies. We sought to analyse the incidence and features of injuries
sustained by professional and non-professional Spanish Padel players. In total,
478 injuries were registered in 2016 from January 1st to December 31st.
We collected data on the number of injuries, the most frequent injuries, their
distribution, type, location, the moment at which these occurred and the cause
of the injuries affecting the locomotor system. We found that the injury rate
in this population was 2.75 injuries per 1000 hours of risk exposure. The most
frequent injuries were those which were mild or with mechanisms of intrinsic
injury, and most occurred towrdas the end any given game or practice. The lower
limb was the most frequently injured body area, and the most injured tissue was
the muscle-tendinous system. In turn, epicondylitis was the most common
pathology.
KEYWORDS: Padel; epidemiology; injury; lower extremity;
muscles.
INTRODUCCIÓN
El pádel es un híbrido entre los
deportes de pared y los de red que se juega en parejas en una pista totalmente
cerrada por fondos de longitud interior de 10 metros y por laterales de
longitud interior de 20 metros separados por una red dispuesta a una altura de
0,88 metros. La Federación Internacional de Pádel es el organismo que rige este
deporte y vela por el cumplimiento y modificación de un sistema de
reglamentación de 17 normas (Federación Internacional de Pádel, 2016;
Courel-Ibáñez et al., 2017).
A diferencia de otros deportes como el
fútbol, donde la International Federation of Association Football (FIFA)
elaboró de forma consensuada una definición de lesión (Fuller et al., 2006a;
Fuller et al., 2006b), en el pádel no hay una definición de consenso sobre qué
es considerado lesión, algo que dificulta el llevar a término estudios
epidemiológicos y que además puedan ser comparados con otros deportes.
Son escasos los estudios que, sobre las
lesiones durante la práctica del pádel, se han llevado a cabo, y éstos, sitúan
el índice de incidencia personal, número de jugadores lesionados por cada 100
deportistas, en una horquilla que desde el 49,8% al 86,7%. (Castillo-Lozano y
Casuso -Holgado, 2015; Castillo-Lozano y Alvero-Cruz, 2016).
Los miembros inferiores se han señalado
como la ubicación general más frecuente de las lesiones en el pádel, si
atendemos a la ubicación precisa, el complejo articular del codo es el más
afectado, siendo el tejido de asiento más habitual de las lesiones el
musculotendinoso (Castillo-Lozano y Casuso-Holgado, 2015; García González y
otros, 2015; Castillo-Lozano y Alvero-Cruz, 2016).
Son escasos los estudios realizados que
analicen las lesiones en el pádel y al tratarse de un deporte que cuenta con
millones de practicantes (Gil Solés, 2014), se plantea como objetivo del
presente estudio el analizar a los
jugadores profesionales y no profesionales en la Comunidad de Madrid para describir
y evaluar los datos del número de lesiones, las lesiones más frecuentes, la
distribución, tipo, localización (tejidos y localización anatómica), momento en
que se producen y causa de las lesiones del aparato locomotor.
MATERIAL
Y MÉTODOS
Diseño
del estudio
Estudio epidemiológico observacional,
descriptivo, retrospectivo de tipo transversal.
Métodos
Se realizó un muestreo por conglomerados
en una etapa, considerando todos los clubes pertenecientes a la Federación
Madrileña de Pádel.
Se decidió incluir en el estudio a todos
los jugadores de pádel federados con edades comprendidas entre los 14 y 65
años, de cualquier nivel de juego, de ambos sexos, hubieran tenido o no lesión
en los últimos doce meses previos a la realización del estudio, para poder
determinar la incidencia y prevalencia de lesiones durante la práctica de
pádel.
Sobre un total de 130 clubes, la muestra
estuvo compuesta por los 5 clubes con mayor número de licencias que acepatron
participar en el estudio. Después de informar a los 576 jugadores federados
pertenecientes a los clubes seleccionados de la realización y los objetivos del
estudio de investigación, 514 (83.5%) jugadores se ofrecieron para participar.
De estos, 478 (77.7%) cumplían los criterios de inclusión, resultando esta
muestra significativa, al 95% de nivel de confianza y con un intervalo de
confianza de 1.96 sigmas, para la población de estudio. Un 61% fueron jugadores
aficionados, un 26% semiprofesionales, un 4,5% profesionales y un 8,5%
entrenadores.
Todos los participantes firmaron un
consentimiento informado antes de la recogida de datos y el estudio se realizó
de acuerdo con los principios de la declaración de Helsinki para la
investigación con seres humanos (WMA, 2013).
Procedimiento
Se recogieron todas las lesiones
producidas desde el 1 de enero al 31 de diciembre de 2016. Las encuestas se
realizaron, siempre por la mismo personal investigador, durante el periodo
comprendido entre el 1 de febrero al 30 de marzo de 2017.
Se incluyeron en el estudio todas las
lesiones producidas durante el entrenamiento o competición durante la práctica
de pádel. La totalidad de los entrenamientos y partidos se desarrollaron en
césped artificial o moqueta.
Se consideró lesión toda aquella
incidencia que precisó tratamiento sanitario de cualquier tipo, o causado baja
en entrenamiento o competición (Ekstrand et
al., 2004).
Los jugadores con una o varias lesiones debían haber conseguido una
recuperación completa de estas lesiones en estudio para un correcto análisis de
sus consecuencias. Se incluyeron en el estudio las lesiones de nueva aparición
durante el periodo a investigar, excluyéndose recidivas de lesiones previas,
lesiones crónicas, así como cualquier lesión no relacionada con la práctica de
este deporte.
Instrumentos
El presente estudio utilizó un formulario
de recopilación de datos siguiendo las últimas recomendaciones para la
realización de estudios en el tenis (Pluim et al., 2009). En dicho cuestionario
se recopilaron datos personales, antropométricos, datos sobre la práctica
deportiva de Pádel y datos específicos sobre las lesiones sufridas.
Las lesiones se clasificaron de acuerdo
con su ubicación anatómica en áreas principales y categorías equivalentes al
sistema OSICS (Sistema de Clasificación de Lesiones Deportivas Orchard),
(Schoffl et al., 2011). Para clasificar las lesiones según el tipo se utilizó
el citado sistema OSICS (versión 10) que incluye un total de 1.626 posibles
diagnósticos (Rae y Orchard, 2007).
Análisis
estadístico
Se utilizó el paquete estadístico SPSS
versión 21,0 para Windows para el análisis estadístico, considerando p <0,05.
Se calcularon los coeficientes de
correlación de Pearson y se interpretaron sobre la base de las variables
cuantitativas, para analizar las correlaciones, así como los coeficientes de
correlación de Spearman cuando se utilizaron variables categóricas. Se
calcularon las pruebas de contraste de Chi-cuadrado para analizar la asociación
entre variables cualitativas con respecto a lesiones y atletas.
Se utilizó la prueba de
Kolmogorov-Smirnov para analizar si las variables cuantitativas se distribuían
normalmente, con el fin de comparar los medios mediante la prueba t de Student
en el caso de dos medias o el ANOVA en el caso de tres o más medias. Cuando no
se encontró normalidad en la distribución de los datos, se utilizó la prueba no
paramétrica de Wilcoxon para comparar dos medias y se utilizó la prueba de
Kruskal-Wallis para comparar dos o más medias (Pérez, 2009).
RESULTADOS
Población
de estudio
Se obtuvieron resultados de un total de
478 jugadores de pádel federados, pertenecientes a diferentes clubes de la
Comunidad de Madrid, España. De estos, 332 (69.5%) eran hombres y 146 (30.5%)
mujeres.
Incidencia
lesional
Se registraron 515 lesiones en total. La
incidencia lesional o el número de lesiones por 1000 horas de exposición al
riesgo fue de 2,75 lesiones por 1000 horas de práctica deportiva y 8,44
lesiones por 1000 partidos, por lo que la tasa de lesiones personales o el
número de deportistas lesionados por cada deportista fue de 65,6%. La tasa de
lesiones o el número de lesiones por cada 100 jugadores fue de 108 lesiones. El
número de lesiones aumentó significativamente con la edad (p = 0,045) y con el
aumento del IMC (p = 0,009).
Región
corporal afectada
Las lesiones que afectaron la extremidad
inferior fueron las más frecuentes, con 211 lesiones registradas (41,0%),
seguidas de las de la extremidad superior con 183 lesiones registradas (35,5%)
(Figura 1).
Figura 1. Localización anatómica de las lesiones
En cuanto a la ubicación exacta, el área
más afectada fue el codo, con 105 lesiones registradas (20,48%), seguidas de
pie y rodilla, con 59 (11,45%) y 56 (10,84%) lesiones, respectivamente (Tabla
1).
Localización anatómica de las lesiones |
Frecuencia |
Porcentaje |
Codo |
105 |
20,48% |
Pie |
59 |
11,45% |
Rodilla |
56 |
10,84% |
Columna lumbar |
47 |
9,04% |
Hombro |
44 |
8,43% |
Pierna / Región sural |
44 |
8,43% |
Cuello / Columna Cervical |
44 |
8,43% |
Tobillo |
40 |
7,83% |
Muñeca |
25 |
4,82% |
Columna Dorsal |
12 |
2,42% |
Región Femoral / Muslo |
9 |
1,81% |
Pelvis / Sacro / Glúteo |
9 |
1,81% |
Cabeza / Cara |
9 |
1,81% |
Brazo |
6 |
1,20% |
Antebrazo |
3 |
0,60% |
Dedos |
3 |
0,60% |
Total |
515 |
100,00% |
Tabla 1. Región del cuerpo afectada
Tejido y
lesión más frecuente
Las lesiones tendinosas fueron las más
frecuentes, 40,4%, seguidas de lesiones musculares, que representaron el 30,7%.
En tercer lugar, las lesiones ligamentosas totalizaron el 17,5% de las lesiones
totales (Tabla 2).
Tejido |
Frecuencia |
Porcentaje |
Articulaciones y
ligamentos |
90 |
17,5% |
Muscular |
159 |
30,7% |
Tendinoso |
208 |
40,4% |
Óseo |
6 |
1,2% |
Piel |
0 |
0,0% |
Otros |
52 |
10,2% |
Total |
515 |
100,0% |
Tabla 2.
Tejido involucrado
En cuanto al diagnóstico preciso, la
epicondilitis fue la lesión más frecuente: representó el 20,5% del total,
seguida de la fascitis plantar y las contracturas cervicales que, en ambos
casos, representaron 8,4% y de los esguinces que afectaron al ligamento lateral
externo del tobillo que representaron un 7,8% (Figura 2). Se ha podido
objetivar una dependencia estadísticamente significativa entre el nivel de
juego y el tipo de lesión (p = 0,032), los jugadores aficionados sufren tendinopatías
y fascitis plantar con mayor frecuencia, mientras que los profesionales
presentaron un mayor número de sobrecargas musculares.
Figura 2. Número de lesiones por tipo
Motivo de
la lesión y severidad
El motivo lesional que se registró con
más frecuencia fue el de no contacto, representando un 68,0% de total, siendo
la sobrecarga muscular con un 42,8% el motivo más frecuente entre las de este
tipo, observándose una fuerte correlación entre este motivo lesional y las
lesiones que afectan al hombro y al codo (p=0,000). Las de carácter extrínseco
fueron un 32,0% destacando entre estas el mal estado de las instalaciones, 11,0%,
o el deterioro y/o mal estado del material deportivo con un porcentaje del 6,4%.
La severidad de las lesiones, siguiendo
la propuesta de consenso para estudios epidemiológicos en el tenis de Pluim et
al. (2009), se clasificó en base a los días de baja que motivaban. Lesiones de
carácter mínimo (1-3 días), leve (4-7 días), moderado (8-28 días), grave (>
28 días a 6 meses). Las lesiones leves fueron las más frecuentes con un 30,1%,
presentando asociación estadísticamente significativa con las lesiones
musculo-tendinosas y que afectaron a los miembros superiores (p=0,041). Las
lesiones moderadas supusieron el 28,3% y en este caso presentaron significación
estadística con las lesiones ligamentosas y las que se asentaron en los
miembros inferiores (p=0,047). Las recidivas fueron del 25,0%, presentando una
asociación estadísticamente significativa con las lesiones que afectaron al
codo (p=0,018).
En el pádel, el 40,0% de las lesiones no
precisan de asistencia sanitaria ni motivan baja laboral. En cuanto a las que
sí lo precisaron, el 50,0% necesitó de un máximo de 10 sesiones de
fisioterapia. Existe una asociación estadísticamente significativa entre el
número de sesiones, la entidad de la lesión y las secuelas de las mismas,
objetivándose que las lesiones de mayor severidad reciben más atención
fisioterápica y presentan menos secuelas.
El 57,2% de las lesiones producidas
durante la práctica del pádel no produjo ninguna secuela. Entre las que sí lo
hicieron y como secuela dejaron dolor, este presento una asociación
estadísticamente significativa con las lesiones tendinosas que afectaron a codo
y hombro (p=0,000).
Equipamiento
y hábitos deportivos
En relación al material empleado por los
jugadores, la pala más utilizada es la de tipo lágrima, 35,0%, el 35,7% de los
encuestados utilizan palas con un peso inferior a los 370 gramos, siendo ésta
en el 55,0% de los casos, de superficie blanda. La utilización de un grip fino
y 1 overgrip es lo más frecuente.
En lo que al calzado se refiere, el 97,4%
utiliza calzado de caña baja específico de pádel, siendo la suela tipo espiga
la más empleada, 70,0%. Además, los jugadores de pádel no utilizan una sola
superficie de juego, siendo el 64,0% los que alternan diferentes tipos de
pista.
El 61,0% de los jugadores de pádel lo
hace de forma recreativa y dedica fundamentalmente el tiempo de práctica al
entrenamiento con clase, dedicando de forma semanal 8,15 horas de media y
disputa 2,9 partidos por semana.
DISCUSIÓN
Los hallazgos de nuestro estudio han
revelado una incidencia lesional de 2,75 lesiones por cada 1000 horas de
práctica deportiva de pádel con 8,44 lesiones por cada 1000 partidos. Estudios
descriptivos epidemiológicos en tenis, con diseño de estudio y definición de
lesión comparables al nuestro, informan de una incidencia lesional similar a la
nuestra: 2,3 (Winge et al., 1989) y 3,0 (Jayanthi et al., 2005). El índice lesional personal o cantidad de
jugadores lesionados por cada 100 jugadores (dado que 313 jugadores resultaron
lesionados de 478 jugadores en total), fue de 65,6%. En otros estudios
epidemiológicos de pádel informan de un índice lesional personal de entre 49,9%
y 86,70%, por lo tanto, nuestro estudio está en el rango medio de esa horquilla
(Castillo-Lozano y Casuso-Holgado, 2015; García González et al., 2015;
Castillo-Lozano y Alvero-Cruz, 2016).
En cuanto a la ubicación anatómica de
las lesiones, la extremidad inferior fue la más afectada en nuestro estudio con
un 41,0%, seguida de la extremidad superior (35,5%) y el tronco (13,0%). Se han
observado resultados similares con respecto a la ubicación anatómica general en
el estudio de García González et al., (2015) y en el de Castillo-Lozano y
Alvero-Cruz (2016). En el tenis son varios los estudios que informan de mayor incidencia
en las extremidades inferiores (Steinbruk, 1999; Kuhne et al., 2004; Jayanthi
et al., 2005), también es el caso del bádminton y squash (Caine et al., 1996;
Fortington et al., 2015). Este hecho puede ser debido a las características
propias de este tipo de juegos, en donde se producen cambios de dirección
bruscos, aceleraciones y deceleraciones de gran intensidad, saltos con
recepciones inestables, etc. Todo ello conlleva una alta solicitación tanto a
nivel articular como muscular motivando así un elevado número de lesiones en las
extremidades inferiores.
El codo fue la zona de asiento más
frecuente con un 20,5% de todas las lesiones, seguido del pie (11,4%), la
rodilla (10,8%) y la región lumbar en el 9,0%. Otros estudios de pádel
describen resultados idénticos, identificando el codo como el área principal de
lesión (Castillo-Lozano y Casuso-Holgado, 2017; Castillo-Lozano y
Casuso-Holgado, 2015; Castillo-Lozano y Alvero-Cruz, 2016). El alto porcentaje
de lesiones que tiene el codo como zona de asiento lesional, podemos imputarlo
a la alta solicitación del complejo articular del codo, las continuas
contracciones excéntricas que se producen tras el golpeo para frenar el
movimiento, y que la pala de pádel no presenta un cordaje en el que se pueda
regular la tensión, lo que en nuestra opinión contribuiría de forma decisiva en
la disminución de la implicación de la zona al realizar el gesto técnico del
golpeo.
Las lesiones musculo-tendinosas halladas
han sido las más frecuentes, seguidas de las lesiones articulares y ligamentosas.
Estos mismos resultados han sido encontrados en el estudio epidemiológico en pádel
publicado por García González et al., (2015). En cuanto al tipo preciso de las
lesiones, predominó la tendinopatía con 208 lesiones (38,5%), fundamentalmente
en forma de epicondilitis (20,5%) y tendinitis del manguito de los rotadores (7,8%),
datos que concuerdan con el estudio de García González et al., (2015) y con
otros deportes de raqueta (Caine et al., 1996; Jayanthi et al., 2005).
Posiblemente estos datos se deban a una mala técnica en la ejecución del golpe
de revés, a la ausencia de acciones preventivas o la mala elección de la pala.
Por ello creemos que el dedicar tiempo al trabajo técnico en la ejecución del
gesto deportivo, sobre todo en las etapas iniciales y los niveles de formación,
junto con sesiones de fortalecimiento muscular general en donde se dé
importancia a la contracción excéntrica específica y controlada de la musculatura
más implicada en el golpeo, contribuiría de forma decisiva en la reducción de
este tipo de lesiones. Sin olvidar que la elección de la pala se realiza en
muchas ocasiones según criterios estéticos o publicitarios y no de acuerdo a la
morfología o necesidades del jugador siendo esta una causa frecuente de lesión.
Las lesiones de carácter intrínseco
fueron las más frecuentes, hecho contrastado en el estudio de García González
et al., (2015). Se ha podido constatar que las lesiones por no contacto afectan
con más frecuencia a los miembros superiores y las de carácter extrínseco
tienen atracción por los miembros inferiores, algo que también se observó en la
tipología las lesiones, las que afectaban a meniscos y ligamentos tienen un
origen extrínseco y las que afectaron a músculos y tendones carácter
intrínseco.
El 25,0% de las lesiones en nuestro
estudio fueron recidivantes. Estos hallazgos son similares a otros estudios de pádel,
como el de Navarro et al., (2013) en el que el 23,5% de las lesiones fueron
recidivas de una lesión que ocurrió antes del período de estudio, mientras que,
durante el período de estudio, el 24,5% de las lesiones recidivó.
En el 42,0% de los casos, las lesiones
ocurrieron durante la fase final de la actividad deportiva. Este hallazgo está
respaldado por un estudio epidemiológico en el que participaron 400 jugadores
de pádel que informa de datos similares, y que definieron esta fase como la más
lesiva (García González et al., 2015). Además, se evidenció una fuerte
asociación entre las lesiones que afectan las extremidades superiores y la
etapa final de los encuentros seguramente debido a la sobresolicitación y falta
de preparación física y/o técnica, mientras que las lesiones de las extremidades
inferiores se produjeron principalmente al comienzo de los partidos creemos que
debido a un inadecuado calentamiento del tren inferior.
Con respecto a los hábitos deportivos de
los participantes en el estudio, la alternancia de la pista cubierta con juego
al aire libre fue lo más frecuente y los jugadores que alternaron la posición
de revés y de derecha lo más común en nuestro estudio. Comparando estos datos
con otros estudios se observan diferentes combinaciones de tipo de pista y
posición, por lo que no es posible inferir una clara tendencia respecto de
estas variables (Castillo-Lozano y Casuso-Holgado, 2015; García González et al.,
2015; Castillo -Lozano y Alvero-Cruz, 2016).
El 62,0% de los jugadores tenían más de
seis años de experiencia practicando pádel, porcentaje similar al de otro
estudio realizado en 130 jugadores españoles de pádel (Castillo-Lozano y
Casuso-Holgado, 2017), dedicando un promedio de 8,15 horas por semana a la
práctica de pádel, jugando 2,9 partidos semanales. Ninguno de estos factores ha
demostrado ser relevante en términos de un aumento significativo en el número
de lesiones ni en el tipo o ubicación de las mismas. No se han encontrado
estudios de pádel que informen o relacionen estas variables. En el caso del
tenis, el aumento del tiempo de práctica se asoció con una mayor incidencia de
nuevos casos de epicondilitis en jugadores de tenis recreacionales que jugaban
más de dos horas al día, en comparación con aquellos que jugaban menos de dos
horas al día (Gruchow y Pelletier, 1979). Sin embargo, en el estudio de Jayanthi
et al., (2005), al analizar la incidencia de las lesiones sufridas por los
jugadores de tenis no informó de ninguna diferencia entre los jugadores que
jugaron menos de cuatro horas a la semana, de cuatro a seis horas o más de seis
horas por semana. En consecuencia, la posible relación entre tiempos de juego
mayores y un aumento de la incidencia lesional en deportes de raqueta no está
clara.
La raqueta más común utilizada fue de tipo
lágrima, con un peso menor de 370 gramos y en el 55,0% de los casos, con una
superficie blanda. Observamos una tendencia a la asociación entre las lesiones
que afectan el miembro superior y las raquetas redondas, que pesan entre 371 y
380 gramos. El uso de un agarre fino y un sobregrip es lo más común, aunque este
no es un factor significativo en la aparición de lesiones, su ubicación o la
tipología de las mismas. No se han podido encontrar otros estudios de pádel que
analizaran el ancho del agarre y su relación entre las ubicaciones y los tipos
de lesiones. Nirschl (1992) especuló que sería necesario un agarre más cerrado
o duro si el grip es pequeño, aumentando la actividad muscular o necesitaría
menos fuerza con un grip más grueso, según este autor el uso de un tamaño del
grip adecuado, disminuiría el esfuerzo necesario para sostener la raqueta,
aumentando la eficiencia de los músculos del antebrazo y mano, y disminuyendo
la posibilidad de lesiones por sobreuso de las EESS. Varios estudios
retrospectivos con tenistas recreativos mostraron una asociación entre la
incidencia de epicondilitis y el uso de un grosor de puño inadecuado, bien
demasiado pequeño o demasiado grande (Gruchow y Pelletier, 1979; Hang y Peng, 1984).
En otro estudio más reciente en el que se evaluó la fuerza empleada por los
músculos extensores de la muñeca en jugadores de tenis intermedios y avanzados,
utilizando tres anchos de agarre diferentes, concluyeron que el tamaño de
agarre reduce los factores de riesgo mecánicos que producen lesiones por
sobrecarga en las extremidades superiores (Rossi et al., 2014). Sin embargo, en
un estudio de laboratorio controlado con 16 jugadores de tenis asintomáticos,
no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la actividad
electromiográfica de los músculos epicondileos entre los jugadores que usaron
un agarre que era más pequeño, mayor o igual que el recomendado por Nirschl
(1992) en el golpe de revés (Hatch et al., 2006). Es posible que el grosor de
agarre sea un factor de riesgo mecánico para la aparición de lesiones por uso
excesivo en la extremidad superior.
El 97,4% de los jugadores utiliza
calzado de caña baja específico de pádel, siendo la suela tipo espiga la más
empleada, 70,0%. El utilizar suela de
tipo omni se ha demostrado un factor que predispone de forma significativa a
sufrir lesiones en los miembros inferiores, presentando rechazo por esta
ubicación en las lesiones los otros tipos de suela. En la localización
anatómica precisa y en la tipología no hemos encontrados correlaciones
significativas. No se han encontrado en la literatura estudios de pádel que
analicen la relación entre el calzado y la localización y tipología lesional.
Las lesiones en el pádel están poco
influenciadas por el nivel de juego, solamente hemos hallado diferencias
estadísticamente significativas entre jugadores aficionados y profesionales en
cuanto a la ubicación general de las lesiones, siendo las lesiones de cabeza y
cuello las más frecuentes en el grupo de profesionales, y en cuanto a la
tipología, las lesiones musculares, concretamente las contracturas, son más
frecuentes en el grupo de profesionales. Posiblemente esto sea debido al
reducido número de jugadores profesionales en relación al abundante grupo de
jugadores federados de nivel aficionado.
Limitaciones
En el presente estudio el registrar los
datos mediante un cuestionario sobre las lesiones del año anterior puede
suponer un sesgo dado que en alguna ocasión se puede perder información
relevante, y en ocasiones, esta información puede ser influenciada por aspectos
subjetivos como el dolor percibido por el jugador.
CONCLUSIONES
La lesión de carácter leve y mecanismo
intrínseco es la más frecuente en el pádel, presentando una incidencia lesional
similar a la de otros deportes de raqueta.
El tejido musculo-tendinoso es el que
sufre mayor número de lesiones, siendo la patología más común la epicondilitis.
El miembro inferior es el más frecuentemente afectado y la ubicación específica
más habitual es el codo.
Los jugadores de pádel disputan una
media de 2,9 partidos semanales jugando en diferentes tipos de superficie y
utilizando de forma más frecuente la pala con forma de lágrima y superficie
blanda.
REFERENCIAS
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vol. 19 - número 76 - ISSN: 1577-0354