López-García, R.; Cruz-Castruita, R.M.;
Morales-Corral, P.G.; Banda-Sauceda, N.C.; Lagunés-Carrasco, J.O. (2019).
Evaluation of Bone Mineral with DEXA in Youth Soccer
Players. Revista
Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol.
19 (76) pp. 617-626 Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista76/artevaluacion1098.htm
DOI: 10.15366/rimcafd2019.76.004
ORIGINAL
EVALUACIÓN
DEL MINERAL ÓSEO CON LA DEXA EN FUTBOLISTAS JUVENILES
EVALUATION OF BONE MINERAL WITH DEXA IN YOUTH SOCCER PLAYERS
López-García, R.1; Cruz-Castruita,
R.M.2; Morales-Corral, P.G.3; Banda-Sauceda, N.C.4
y Lagunés-Carrasco, J.O.5
1 Doctor en Ciencias de la Actividad Física y
Deporte. Docente e investigador de la Facultad de Organización Deportiva.
Universidad Autónoma de Nuevo León (México) ricardo.lopezgr@uanl.edu.mx
2 Doctora
en Ciencias de Enfermería. Docente e investigador de la Facultad de
Organización Deportiva. Universidad Autónoma de Nuevo León (México) rosa.cruzcst@uanl.edu.mx
3 Doctor en Medicina del Deporte. Docente e investigador
de la Facultad de Organización Deportiva. Universidad Autónoma de Nuevo León
(México) pedro.moralescr@uanl.edu.mx
4 Máster
en Alto Rendimiento Deportivo. Docente de la Facultad de Salud Pública y
Nutrición. Universidad Autónoma de Nuevo León (México) nancy.bandasc@uanl.edu.mx
5 Máster en Alto Rendimiento Deportivo. Docente
de la Facultad de Organización Deportiva. Universidad Autónoma de Nuevo León (México)
jlaguneshb23@gmail.com
CONFLICTO DE
INTERÉS: En
la presente investigación no existe ningún conflicto de interés.
Código UNESCO / UNESCO code: 2402 Antropología (Física) / Anthropology (Physics)
Clasificación Consejo de Europa / Council of
Europe classification: 8.
Cinantropometría / Kineanthropometry
Recibido
6
de febrero de 2018 Received February 6, 2018
Aceptado
7
de mayo de 2018 Accepted May 7, 2018
RESUMEN
El objetivo de este
estudio fue evaluar la densidad mineral ósea (DMO) y el contenido mineral óseo
(CMO) de los segmentos corporales durante un periodo de entrenamiento de seis
meses. Se evaluaron a 41 futbolistas juveniles profesionales en dos momentos,
una al comienzo (TI) y otra al final (TF) de la intervención con el equipo de
absorciometría dual de rayos X (DEXA). Se lograron aumentos significativos en
la DMO en los segmentos corporales de la cadera, columna lumbar, triangulo de
Ward, tronco y del cuerpo total (p<0.05). También se obtuvo un incremento
significativo del CMO en la cadera, columna lumbar, pierna, tronco y costillas
(p<0.05). El entrenamiento de futbol fortaleció el CMO y la DMO del hueso de
la extremidad inferior y de la caja torácica, con lo cual el fútbol podría ser una
actividad útil para la mejorar la mineralización y fortalecimiento del hueso,
para prevenir lesiones y fracturas.
PALABRAS
CLAVES:
Futbol, DEXA, mineral, densidad, hueso.
ABSTRACT
The objective of this
study was to assess bone mineral density (BMD) and bone mineral content (BMC)
of body segments for a six months training period. 41 professional youth
players were evaluated in two moments, one at the beginning (TI) and another at
the end (TF) of the intervention with the dual energy x-ray absorptiometry
equipment (DEXA). Significant increases
in BMD were achieved in the body segments of the hip, lumbar spine, ward
triangle, trunk and total body (p <0.05). There was also a significant
increase in BMC in the hip, lumbar spine, leg, trunk and ribs (p <0.05).
Soccer training strengthened the BMC and BMD of the lower limb bone and the rib
cage, which could be a useful activity to improve bone mineralization and
strengthening, to prevent injuries and fractures.
KEYWORDS: soccer, DEXA,
mineral, density, bone.
INTRODUCCIÓN
El ejercicio y el
deporte durante la etapa de crecimiento aceleran los niveles del mineral óseo,
suministrando estímulos apropiados al hueso, logrando un fortalecimiento y un mantenimiento
(Cervinka, Tittweger, Hyttinen, Felsenberg y Sievänen, 2011; Creighton, Morgan,
Boardley y Brolinson, 2001; Meyer et al., 2004; Quintas, Ortega, López-Sobaler,
Garrido y Requejo, 2003), para prevenir el padecimiento de fracturas en edades
futuras (Christoffersen et al., 2015). Realizar actividad física en la
adolescencia y en la etapa del adulto joven se pueden alcanzar el pico más alto
de masa ósea (Van Langendonck et al., 2003), sin olvidar que la estructura del
hueso también puede alterarse por el metabolismo de los tejidos óseos, la
predisposición genética del sujeto, el comportamiento del sistema endocrino (Oh
et al., 2005), control hormonal (Sun, Davies, Blair, Abe y Zaidi, 2006) y la ingesta de
algunos minerales como el calcio y fosforo (Manuel Gómez, 2006).
Varios estudio con
población en atletas o en personas que realizan actividad física descubrieron
los diferentes efectos que pueden causar la mineralización o la remodelación
ósea. Deportes donde el hueso tiene una importante carga o un alto impacto,
suele tener efectos positivos en el mineral óseo (Kontulainen et al., 2001;
Morel, Combe, Francisco y Bernard, 2001), tales como el tenis, voleibol y el
fútbol. Sin embargo los deportes como el ciclismo y natación, que se practica
mayormente sin ninguna carga a la masa ósea, ya sea soportar el peso corporal o
tener bajo impacto sobre el hueso, no suelen tener aumentos significativos del
mineral óseo en su cuerpo (Söderman,
Bergström, Lorentzon, y Alfredson, 2000; Milgrom et al., 2000).
Otros deportes donde no
suelen tener efectos positivos en la masa ósea son en los de resistencia como
el maratón, marcha y de larga distancia (Calbet, Dorado,
Diaz-Herrera, y Rodríguez-Rodríguez, 2001), donde por el déficit de ingesta de calorías,
pueda no estar cumpliendo los requerimientos necesarios que necesita el cuerpo
de algunos minerales, vitaminas y proteínas, afectando la absorción del hueso,
teniendo una mineralización ósea no muy efectiva. (Vicente-Rodríguez et al.,
2004)
El futbol donde aplica diferentes
cambios de direcciones, saltos, caídas, arranques e inmovilizar, afecta en gran
medida la parte inferior del cuerpo, debido a la fuerza de reacción en los
movimientos, que hace aumentar el estimulo del hueso (Calbet et al., 2001). Se
ha justificado que los futbolistas suelen tener un alto aumento en el CMO
(Calbet et al., 2001; Vicente-Rodríguez et al., 2004), provocado por el trabajo
físico en algunas zonas del cuerpo, ya que las células óseas en especial la
formación de los osteoblastos puede comportarse diferentes en estas zonas, en
comparación a las zonas no trabajadas (Khan, 2001; Scott, Khan, Duronio y Hart,
2008). Es por eso que es calificado un deporte de alto
impacto y osteogénico (Calbet et al., 2001).
Nuestro
objetivo de este estudio fue evaluar la DMO y el CMO de los segmentos
corporales (columna, cadera, brazos, piernas, tronco, costillas y cuerpo total)
así como la columna lumbar y la zona del femoral (cuello, trocánter y triángulo
de Ward) durante un periodo de entrenamiento de seis meses en futbolistas
juveniles, donde se les realizo dos tomas de medición, una al inicio y otra al
final.
MATERIAL Y MÉTODO
Se
realizó un estudio longitudinal con un total de 41 atletas de futbol juvenil de
un equipo profesional
(15.85 ± 0.98 años de edad), donde se les
evaluó la DMO y el CMO por medio de la DEXA, realizando una toma inicial y una
al final de un periodo de entrenamiento de seis meses de duración. Los atletas
firmaron una carta de consentimiento informado, para el permiso del escaneo con
la DEXA. Se incluyeron en el estudio a los futbolistas que no presentaban
ningún tipo de lesión física al inicio y durante el tiempo de evaluación.
Antropometría
El protocolo de las mediciones antropométricas se realizó por una persona
certificada (nivel III) por la Internacional de Avances de la Cineantropometría
(ISAK), con técnicas descritas en el Manual de Protocolo Internacional para la
valoración Antropométrica (Stewart, 2010). Se citó a los
futbolistas a primera hora con un ayuno de 8 horas y si haber realizado ninguna
práctica deportiva, donde se les evaluó el peso con una báscula Tanita® TBF-410 (0 - 200 kg ± 0.01 kg) y la
estatura con un estadiómetro Seca® 213 (20 - 205 cm ± 5 mm). Para
después obtener el índice de masa corporal (IMC).
Absorciometría
dual de rayos X (DEXA)
La valoración de la DMO
(g/cm2) y el CMO (g) se realizo a través del equipo de la DEXA de la
marca General Electric (GE) (GE Medical Systems Ultrasound & Primary Care
Diagnostics LLC®) Radiodensitómetro óseo con software enCORE Modelo LU43616ES.
Las regiones evaluadas fueron la columna, cadera, brazos, piernas, tronco,
costillas, cuerpo completo, columna lumbar (L1-L4) y la zona del femoral. En
los brazos y piernas se midieron ambas extremidades del lado derecho e
izquierda logrando el valor medio de ambas. La columna lumbar (L1-L4) se
especifica del valor medio de las columnas L1, L2, L3 y L4 de la zona lumbar.
En la zona del femoral (cuello, trocánter y
triangulo de Ward) se evaluó del lado derecho e izquierdo de las extremidades
inferiores y se obtuvo el valor medio de ambas.
Los criterios de
clasificación de la DMO fue arrojada por el software del equipo de la DEXA, en
donde la Organización Mundial de la Salud (OMS), proporciona unos rango en la
DMO de una puntuación T mayor o igual a -1 como calcificación adecuado, entre
-1 y -2.5 como clasificación osteopenia baja y un menor o igual de -2.5 como
clasificación osteoporosis.
Análisis
estadístico.
Se realizó un análisis
estadístico con el programa del paquete SPSS en Windows versión 21.0. En la
cual la estadística descriptiva determino las medias y desviaciones estándar de
las variables: mediciones básicas (edad, peso, talla e IMC) y de las mediciones
de la DMO y el CMO de los segmentos corporales. También se utilizó la prueba de
t-student para comparar la correlación de la toma inicial a la toma final de
las variables DMO y CMO de las regiones del cuerpo. Se utilizo un nivel de
análisis estadístico de significancia de p
< 0.05.
RESULTADOS
La tabla 1 muestra las
características de las mediciones básicas de los sujetos de estudio. En el peso corporal se encontró un aumento
significativo de la TI a la TF (p<0.05). En lo que se
refiere al IMC también se logro un aumento significativo de la TI a
la TF (p<0.05), arrojando un
promedio dentro del peso normal de los percentiles por edad (5 – 85) (NCHS,
2000).
La
DMO obtuvo aumentos de la TI a la TF en todos los segmentos corporales (Tabla
2), logrando incrementos significativos en la región de la cadera, en la
columna lumbar, en el triángulo Ward, en el tronco y en el cuerpo total durante
seis meses de entrenamiento (p<0.05). También se muestran que todos los
valores de la DMO de la TI y de la TF se encuentran dentro de la puntuación T
como nivel adecuado en la densidad del hueso (mayor o igual a -1).
En
la tabla 3 se encuentra los valores del CMO donde se obtuvo una disminución de
la TI a la TF de las regiones corporales del trocánter (-1.34 g) y de los
brazos (-1.2 g). En las demás regiones del cuerpo se lograron cambios positivos
en estos seis meses de entrenamiento, logrando aumentos significativos en las
regiones de la cadera, columna lumbar, piernas, tronco y en las costillas (p<0.05).
DISCUSIÓN
La medición de la
estructura ósea, principalmente de la DMO y en el CMO en deportistas, es de
suma importancia para su rendimiento, salud y prevenir futuras lesiones. Hay
disciplinas donde las exigencias de rendimiento son mayores unas que otras, o
hay deportes que suele tener un alto impacto con el hueso por los movimientos
mecánicos que realiza el cuerpo, que suelen tener cambios en su mineral óseo en
un periodo determinado, y pueda que resulte perjudicial o beneficiario al
esqueleto humano, es por eso que se debe de llevar un control del
comportamiento del mineral óseo durante el periodo de entrenamiento o
competición. Por lo que el objetivo de este estudio fue evaluar
la DMO y el CMO de las regiones corporales durante un periodo de entrenamiento
de seis meses en futbolistas juveniles.
Hay deportes que se
consideran de bajo impacto como el ciclismo y natación por tener un efecto
osteogénico negativo en el hueso, y hay deportes de alto impacto como el
futbol, voleibol, gimnasia y levantamiento de pesas, donde contribuyen al desarrollo y mantenimiento en la
estructura ósea (Sherk et al., 2014). Esta teoría comprueba que algunos
estudios que se realizaron con nadadores (Maïmoum et al., 2004) y ciclistas
(Abe et al., 2014) obtuvieron una DMO baja del cuerpo completo en comparación
con estudios que se les realizo a gimnastas (Hind, Gannon, Whatley, Cooke y Truscott, 2012), voleibolistas (López-García,
Hernández-Cruz, Rangel-Colmenero y García-Sánchez, 2015), levantadores de pesas (Lafforgue, 2013) y en nuestros
resultados con futbolistas.
En lo que se refiere a las zonas del cuerpo de la DMO, se tiene que
detallar específicamente la región evaluada debido a las diferentes cargas
mecánicas y movimientos técnicos ejecutada por la práctica deportiva y que puedan
afectar al esqueleto humano. En este estudio la región donde logro una mayor
DMO fueron las zonas inferiores como las piernas, triangulo de Ward y el cuello
del femoral. Caso contrario se dio en las extremidades superiores, donde junto
a la región de las costillas, arrojaron la DMO más baja de las demás zonas
evaluadas del cuerpo, estos resultados son similares a varios estudios
transversales en deportes como el futbol (Morel et al., 2001; Wittich, Oliveri, Rotember y Mautalen,
2001; McCLANAHAN et al., 2002; Calbet et al., 2001), tenis,
béisbol, basquetbol y futbol americano (McCLANAHAN
et al., 2002).
Los deportes de alto
impacto donde producen una gran fuerza de contacto en las zonas inferiores como
el futbol (Morel et al., 2001; Fredericson
et al., 2007; Hinrichs, Chae, Lehmann, Allolio y Platen,
2010; Calbet
et al., 2001; El Hage, Jaber,
Jacob, Moussa, y Theunynck, 2013; Silva,
Goldberg, Teixeira y Dalmas, 2011) y deportes de combate (Hinrichs et al., 2010), obtuvieron una DMO
en la columna lumbar y el cuello de femoral mayor que en deportes de bajo
impacto como corredores (Fredericson
et al., 2007),
ciclismo (Hinrichs et al., 2010), triatlón
(Hinrichs et al., 2010), natación
(Silva et al., 2011) y tenis (Silva et al., 2011), ya que estos deportes producen
movimientos de tensión muscular sin tener un impacto en el hueso. Estos
resultados se ven reflejados en nuestro estudio ya que durante seis meses de
entrenamientos se encontraron aumentos significativos de la columna lumbar y
triangulo Ward (p<0.05).
En la literatura se ha
encontrado estudios longitudinales sobre la evaluación del CMO en deportes como
el voleibol, basquetbol y softball (Carbuhn,
Fernández, Bragg, Green, y Crouse, 2010), en el cual lograron aumentos
del cuerpo total, estos resultados son muy similares a nuestro estudio donde
arrojo aumentos durante seis meses de entrenamiento, pero hay que
considerar que esta población tiene una edad de 15.85 ± 0.98 años, etapa donde
todavía hay un crecimiento corporal, y eso puede aumentar en gran medida al CMO
por el crecimiento y desarrollo del hueso.
CONCLUSIONES
De los hallazgos más
importantes que se encontró en este estudio después de seis meses de
evaluación, fue que las extremidades inferiores obtuvo aumentos significativos (p<0.05), eso se debe que la
práctica del futbol afecta en gran medida al esqueleto, principalmente la zona
inferior debido a los diferentes movimientos mecánicos del cuerpo, como son los
saltos, cambios de direcciones y la intensidad en que se practica (Calbet et
al., 2001). Esto concluye que un entrenamiento a largo plazo fortalecerá la DMO
de todas las regiones evaluadas, así como las partes inferiores tienen
beneficios en el CMO en los futbolistas.
Tabla 1. Mediciones básicas de
los sujetos de estudios de la TI a la TF.
|
Mediciones
básicas |
|||
|
T-I |
T-F |
Diferencia |
t |
Estatura (cm) |
172.02 ±
7.48 |
172.02 ±
7.48 |
|
|
Peso (kg) |
65.60 ±
7.20 |
66.25 ±
7.34 |
0.65 |
-2.078* |
IMC (kg/m2) |
22.13 ±
1.57 |
22.34 ±
1.51 |
0.21 |
-2.087* |
cm:
centímetros; kg: kilogramos; IMC: índice de masa corporal; kg/m2:
kilogramos sobre metros al cuadrado; TI: Toma inicial; TF: toma final. *p
≤ 0.05
Tabla 2. Mediciones de la DMO
de los sujetos de estudio de la TI a la TF.
|
DMO (g/cm2) |
|||
|
T-I |
T-F |
Diferencia |
t |
Columna |
1.12 ±
0.11 |
1.14 ±
0.11 |
0.02 |
-1.644 |
Cadera |
1.32 ±
0.10 |
1.34 ±
0.11 |
0.02 |
-3.180* |
Columna Lumbar |
1.27 ±
0.11 |
1.28 ±
0.11 |
0.01 |
-2.404* |
Cuello del femoral |
1.35 ±
0.13 |
1.48 ±
0.97 |
0.13 |
-0.883 |
Trocánter |
1.18 ±
0.15 |
1.19 ±
0.10 |
0.01 |
-0.680 |
Triangulo Ward |
1.33 ±
0.15 |
1.35 ±
0.16 |
0.02 |
-4.782* |
Brazos
|
0.95 ±
0.09 |
1.00 ±
0.18 |
0.05 |
-1.948 |
Piernas |
1.48 ±
0.09 |
1.49 ±
0.13 |
0.01 |
-0.703 |
Tronco |
1.12 ±
0.09 |
1.16 ±
0.14 |
0.04 |
-2.493* |
Costillas |
0.86 ±
0.08 |
0.87 ±
0.08 |
0.01 |
-2.730 |
Total |
1.32 ±
0.08 |
1.34 ±
0.08 |
0.02 |
-6.635* |
DMO:
densidad mineral óseo; g/cm2: gramos sobre centímetros al cuadrado;
TI: Toma inicial; TF: toma final. *p ≤ 0.05
Tabla 3. Mediciones del CMO de los
sujetos de estudio de la TI a la TF.
|
CMO (g) |
|||
|
T-I |
T-F |
Diferencia
|
t |
Columna |
176.3 ±
36.60 |
178.6 ±
39.05 |
2.3 |
-1.153 |
Cadera |
444.5 ±
62.65 |
455.4 ±
60.26 |
10.8 |
-3.746* |
Columna Lumbar |
74.4 ±
14.86 |
75.7 ±
14.36 |
1.2 |
-2.026* |
Cuello del femoral |
7.09 ±
0.95 |
7.09 ±
1.39 |
0 |
-0.004 |
Trocánter |
19.31 ±
12.00 |
17.97 ±
3.36 |
-1.34 |
0.706 |
Triangulo Ward |
4.20 ±
0.78 |
4.28 ±
0.72 |
0.08 |
-1.550 |
Brazos
|
357.5 ±
54.04 |
356.3 ±
76.45 |
-1.2 |
0.156 |
Piernas |
1245 ±
157.4 |
1259 ±
165.5 |
13.9 |
-4.620* |
Tronco |
861.2 ±
136.9 |
880.3 ±
136.3 |
19.1 |
-4.402* |
Costillas |
240.3 ±
52.35 |
246.2 ±
52.34 |
5.9 |
-2.326* |
Total |
2947 ±
378.1 |
2992 ±
382.5 |
45.8 |
-1.081 |
CMO:
contenido mineral óseo; g: gramos; TI: Toma inicial; TF: toma final. *p
≤ 0.05
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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 19 - número
76 - ISSN: 1577-0354