DOI: https://doi.org/10.15366/rimcafd2021.81.009
ORIGINAL
ESFUERZOS DE ALTA INTENSIDAD DURANTE LA
COMPETICIÓN EN EL FÚTBOL PROFESIONAL
HIGH INTENSITY
EFFORTS DURING COMPETITION IN PROFESSIONAL FOOTBALL
Ramos-Álvarez,
J.J.1; Jiménez-Borrero, F.A.2; Paredes-Hernández, V.3;
Gallardo, J.M.4 y Romero-Moraleda, B.5
1 Doctor en Medicina y Cirugía. Especialista en Medicina de
la Educación Física y el Deporte. Departamento de Radiología, Rehabilitación y
Fisioterapia. Universidad Complutense de Madrid (España) jjramosa@ucm.es
2 Especialista en
Medicina de la Educación Física y el Deporte. Servicios Médicos del CF Rayo Majadahonda.
Servicios Médicos del At de Madrid, SAD (España) fabio_jimenezb@hotmail.com
3 Doctor en Ciencias de la
Actividad Física y del Deporte. Facultad de Educación y Salud. Universidad
Camilo José Cela. Madrid (España). Servicios Médicos Real Madrid CF. vparedes@ucjc.edu
4 Doctora en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Facultad de Educación y Salud. Universidad Camilo José Cela. Madrid (España) jgperez@ucjc.edu
5
Profesora Doctora
Departamento de Educación Física, Deporte y Motricidad Humana. Universidad
Autónoma de Madrid (España) blanca.romero@uam.es
Código UNESCO/UNESCO Code:
3299 Medicina del Deporte/Sport Medicine.
Clasificación del Consejo
de Europa/ Council of Europe
classification: 11 Medicina del Deporte/ Sport medicine.
Recibido 31 de enero de 2019 Received January 31, 2019
Aceptado 6 de junio de 2019 Accepted June
6, 2019
RESUMEN
El objetivo de este trabajo fue cuantificar el número y
duración de los esfuerzos de muy alta intensidad y esprint (EMAVS) y el
intervalo de recuperación entre ellos en 36 futbolistas profesionales de
primera y de segunda división. Los jugadores fueron monitorizados a través de
dispositivos GPS durante dos partidos oficiales.
La duración promedio de los EMAVS fue de 2,58±0,44
segundos con un intervalo
medio entre los mismos de 107,07±67,00 sg. La FC media durante los EMAVS se situó en 164,92±12,39 p.p.m., alcanzando el 85% de la FC máxima. No se encontraron
diferencias significativas entre la duración de los EMAVS, los intervalos entre
ellos y la FC alcanzada (p≤ 0,05 en todos los casos), con gran
variabilidad individual.
La utilización de la duración de los EMAVS, los tiempos de
recuperación y la FC alcanzada durante los mismos, serían de gran utilidad para
diseñar los entrenamientos interválicos en el fútbol.
PALABRAS CLAVE: entrenamiento interválico; sprint,
fútbol, rendimiento, carrera de alta velocidad
ABSTRACT
The aim, of this work was to quantify the number and
duration of the very high-speed running and sprinting events (VHSRS) and the
recovery interval between them in 36 first and second division professional
soccer players. The players were monitored through GPS devices during two
official matches.
The average duration of the EMAVS was 2.58 ± 0.44
seconds with an average interval between them of 107.07 ± 67.00 s. The mean heart
rate (HR) during the EMAVS was 164.92 ± 12.39 p.p.m.,
reaching 85% of the maximum HR. No significant differences were found between
the duration of the EMAVS, the intervals between them and the HR reached
(p≤0.05 in all cases), with great individual variability.
The use of the duration of the VHSRS, the recovery
times and the HR reached during them, would be very useful to design the
interval training in football.
KEY
WORD: interval training;
sprint, soccer, football, performance, high-speed running
INTRODUCCIÓN
El éxito en la competición depende en gran medida del
rendimiento físico de los futbolistas. Existe una gran variedad de estudios
para evaluar dicho rendimiento, pero actualmente se necesitan métodos más
concretos para valorar sus capacidades físicas (Juárez-Toledo,
Domínguez-García, Laguna-Camacho, Sotomayor-Serrano y Balbás-Lara, 2018). Además,
hoy en día, el nivel y el número de competiciones en las que participan los
equipos de fútbol es alto, muchos partidos en cortos espacios de tiempo. Estas
variables condicionan unas demandas físicas elevadas, aspectos que condicionan el
rendimiento (García-Concepción, Peinado, Paredes-Hernández, &
Alvero-Cruz, (2015).
La capacidad de los futbolistas para repetir esfuerzos
intermitentes de muy alta velocidad y esprint (≥19,8 km / h) (EMAVS) (Bishop,
Girard, & Mendez-Villanueva, 2011; Rampinini et al., 2007), es una de las variables que puede contribuir a determinar
su rendimiento, debido a que en estos períodos de alta intensidad es donde se
realizan las acciones decisivas del partido (Bishop et
al., 2011; Buchheit, Simpson, & Mendez-Villanueva, 2013; Girard,
Mendez-Villanueva, & Bishop, 2011; Stolen, Chamari, Castagna, &
Wisloff, 2005; Wragg, Maxwell, & Doust, 2000). Cuando los períodos de recuperación entre EMAVS duran más
de 60 s, la capacidad de repetir el esfuerzo requerido en la acción posterior
no se ve afectado (Bishop
& Claudius, 2005; Duffield, King, & Skein, 2009). Sin embargo, cuando la duración es menor de 60 s, el
rendimiento del jugador puede verse mermado, no alcanzado la intensidad que
requiere esa acción de juego (Bishop,
Edge, Davis, & Goodman, 2004; Girard et al., 2011). Aunque estos eventos pueden representar solo el 0,5-3% de
la actividad de un futbolista durante un partido (Buchheit,
Mendez-villanueva, Simpson, & Bourdon, 2010; Stolen et al., 2005), la aleatorización en la repetición de los mismos puede,
en algunos casos, dejar un tiempo insuficiente para la recuperación completa.
La capacidad de repetirlos dependerá en gran medida, del metabolismo oxidativo
del jugador y su capacidad de resintetizar los
depósitos de fosfocreatina, amortiguación de H+ y de factores
neuromusculares como la excitabilidad muscular, la transmisión adecuada de los
impulsos nerviosos y el reclutamiento de fibras musculares (Bishop
et al., 2011; Gantois et al., 2017; Haseler, Hogan, & Richardson, 1999;
Rodriguez-Fernandez, Sanchez Sanchez, Rodriguez-Marroyo, Casamichana, &
Villa, 2017).
Algunos autores informan que los futbolistas profesionales
tienen una mayor capacidad de realizar esfuerzos máximos que los futbolistas de
categorías inferiores (Andersson,
Randers, Heiner-Moller, Krustrup, & Mohr, 2010; Impellizzeri et al., 2008), lo que podría ayudar a determinar la categoría en la que
un jugador pudiera competir (Gabbett
& Mulvey, 2008). Por otro lado, también se ha informado
que el entrenamiento interválico a la máxima intensidad mejora la capacidad de
los jugadores de deportes de equipo (Taylor,
Macpherson, Spears, & Weston, 2015). Sin embargo, cualquier aplicación específica
del entrenamiento interválico (IT) exige que se tenga en cuenta el tipo de
deporte que se practica, la duración del período entre EMAVS y las características
individuales de los propios deportistas (Viana et
al., 2018).
Actualmente, el uso de las nuevas tecnologías en el fútbol
ha permitido analizar exhaustivamente las demandas físicas y técnico-tácticas
en competición. La utilización de dispositivos GPS con acelerómetro y banda de
frecuencia cardiaca (FC) incorporados permite conocer variables de volumen e
intensidad tanto en competición como en entrenamiento. Sin embargo, son muchos los estudios que
describen estos parámetros promediados, sin conocer qué ocurre entre los
periodos de alta intensidad(Bradley,
Di Mascio, Peart, Olsen, & Sheldon, 2010; Buchheit et al., 2013; Di Salvo,
Gregson, Atkinson, Tordoff, & Drust, 2009; Impellizzeri et al., 2008). Debido a esa falta de información que permitiría tener en
cuenta la duración de los periodos de alta intensidad y la recuperación media
entre los mismos para modelar el entrenamiento, el objetivo del presente
trabajo fue registrar el número y la duración de los EMAVS competición en
jugadores de fútbol de primera y segunda división española. Como objetivo
secundario se comparó el número y duración de los EMAVS entre los jugadores de
primera y segunda división y entre las diferentes posiciones tácticas.
MATERIAL Y MÉTODOS
Diseño del estudio
Este trabajo se diseñó como un estudio de casos
comparativo, transversal (nivel de evidencia III). Dada su naturaleza no
invasiva y la importancia de los datos obtenidos con respecto al entrenamiento y
competición de los jugadores, no se requirió la aprobación del comité de ética.
Todos los datos se trataron de forma anónima, y los sujetos del estudio
conocían solo sus propios resultados. Todos los sujetos proporcionaron su
consentimiento informado para ser incluidos, de acuerdo con los principios de
la Declaración de Helsinki con respecto a la investigación en sujetos humanos.
Procedimiento
Los sujetos de estudio fueron 36 futbolistas profesionales
masculinos; 21 pertenecientes a dos equipos de la primera división española, y
15 a dos equipos de la segunda división española (edad 24,3±2,9 años, estatura
180,0 ± 0,07 cm y peso 75,13 ± 7.59). Todos se ofrecieron voluntariamente para
participar. Los datos fueron recogidos durante dos partidos seleccionados al
azar entre lo jugados por sus equipos. Se recogieron un total de 72 registros.
Todos los equipos involucrados tenían planes de
entrenamiento similares: realizaban 5 sesiones de entrenamiento semanales más
partido. El plan semanal consistía en: sesión de recuperación/compensatorio el
día posterior a partido, descanso, 3 sesiones de adquisición táctica, más
sesión de activación el día anterior a competir de nuevo. Además de la división
en la que jugaron, los jugadores se agruparon según su posición táctica, es
decir, defensas (n = 8 entre los jugadores de la primera división y 6 entre los
jugadores de la segunda división), centrocampistas (n = 9 y 5 respectivamente)
y delanteros (n = 4 y 4 respectivamente).
Durante los partidos seleccionados, los jugadores fueron
monitorizados a través de un dispositivo GPS (GPSports
EVO 10 Hz. Camberra. Australia) con acelerómetro incorporado (100 Hz) que se
colocaban por medio de un chaleco entre las escápulas que también registraba
por medio de un sensor la FC. Se registraron los siguientes datos: el número de
EMAVS realizados a ≥19,8 km / h, la duración de cada uno, el intervalo
entre ellos y la FC alcanzada durante ellos. Para utilizar los datos de un
jugador, tenía que haber jugado durante al menos 80 minutos. Todos los datos
fueron recolectados en septiembre (el primer mes) de la temporada 2017-2018.
Análisis estadístico
Se utilizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov
para confirmar que las variables cuantitativas mostraron una distribución
normal. Se realizó la ANOVA para detectar diferencias entre la división y la
posición táctica. Se realizaron pruebas de comparación múltiple post hoc de
Bonferroni para identificar diferencias significativas. La significación se
estableció al p <0,05. Todos los cálculos se realizaron utilizando el
software SPSS v.21.0 para Windows.
RESULTADOS
La Tabla 1 muestra el número de EMAVS, la duración de los
mismos, la FC alcanzada y el intervalo de tiempo entre EMAVS.
No se observaron diferencias significativas entre los
jugadores de primera y segunda división en relación a las variables
antropométricas: altura (180,0 ± 0, 07 cm vs. 180,4 ± 5.7 cm [p> 0.01]),
peso (75,13 ± 7.59 kg vs. 77,4 ± 5,9 Kg [p> 0,01]), o edad (24,36 + / 2,93
años vs. 26,2 +/- 3,76 años; p> 0,01.
Número de EMAVS, su
duración y el intervalo entre ellos
No se observaron diferencias significativas entre los
jugadores de primera y segunda división en la duración de los EVAMS (Figura 1),
ni en el intervalo entre ellos (Figura 2), (p> 0,05 en ambos casos).
Los delanteros de segunda división mostraron un mayor
número de EMAVS en comparación a los de primera división (p=0,025). Para el
resto de posiciones no se observaron diferencias significativas en el número de
EMAVS entre los jugadores de primera y segunda división (p> 0,05) (Figura
3).
Tabla 1: Número
medio de esfuerzos intermitentes de muy alta velocidad de carrera y esprint
(EMAVS), duración e intervalo de tiempo
entre ellos. Frecuencia cardiaca (FC) durante los EMAVS en primera y segunda
división, y entre las diferentes posiciones tácticas.
División
|
Posición |
Nº EMAVS |
Duración EMAVS |
Intervalo entre EMAVS (s) |
FC (lpm) |
1ª |
D (n=8) |
25,36±6,41 |
2,59±0,40 |
109,41±28,10 |
164,40±10,92 |
|
M (n=9) |
30,61±6,91 |
2,56±0,38 |
126,84±143,02 |
165,45±15,43 |
|
F (n=4) |
31,57±6,05 |
2,80±0,37 |
85,14±17,89 |
163,10±6,48 |
2ª |
D (n=6) |
25,56±8,52 |
2,35±0,53 |
105,33±28,36 |
174,74±9,90 |
M (n=5) |
27,35±9,28 |
2,57±0,54 |
64,75±8,18 |
160,66±14,07 |
|
|
F (n=4) |
42,25±6,85 |
2,66±0,28 |
108,82±44,98 |
165,22±6,41 |
Total |
n=36 |
28,35±8,35 |
2,58±0,44 |
107,07±67,00 |
164,92±12,39 |
D: defensas. M: mediocampistas.
F: delanteros.
Figura 1: duración de los EMAVS entre jugadores de
primera y segunda división, según su posición táctica.
Figura 2. Tiempo de los
intervalos entre EMAVS (sg) entre jugadores de primera y segunda división,
según su posición táctica.
Figura 3. Número de EMAVS entre jugadores de primera y
segunda división, según su posición táctica.
*Diferencias
significativas
Frecuencia cardiaca
No se observaron diferencias significativas entre los
jugadores de la primera y segunda división en la FC media alcanzada durante los
EMAVS (164,50 +/- 11,7 vs. 165,50 +/- 13,44 latidos por minuto respectivamente
[p = 0,45]), o entre jugadores de diferente posición táctica (p = 0,13) (Figura
4).
Figura 4. Frecuencia cardiaca media (FC) durante los
EMAVS entre jugadores de primera y segunda división, según su posición táctica.
DISCUSIÓN
El presente artículo, tuvo como objetivo comparar el
número, duración y recuperación de los EMAVS durante competición entre
futbolistas de primera y segunda división. Como principal hallazgo de nuestro
estudio no encontramos diferencias significativas en las variables analizadas
entre los jugadores de primera y segunda división. Secundariamente, la
descripción de este tipo de esfuerzos y la respuesta fisiológica puede permitir
el diseño específico del entrenamiento interválico para la mejora de los EMAVS.
Durante un partido de fútbol, los jugadores realizan una
media de 28,35±8,35 EVAMS de 2,58±0,44 sg de duración y con un intervalo medio
entre ellos de107,07±67,00 sg, alcanzando una FC media de 164,92±12,39
p.p.m, sin
diferencias significativas entre los jugadores de primera y segunda división,
ni entre los jugadores en diferentes posiciones, en términos de la duración de
EMAVS, la duración de los intervalos entre los mismos o la FC alcanzada durante
estos esfuerzos, tampoco se han encontrado diferencias entre posiciones
tácticas a excepción de los delanteros de segunda división. Las variaciones
individuales en estos datos y el disponer de dos criterios de evaluación: los
tiempos de esfuerzos y las frecuencias cardiacas durante los mismos, permitiría
diseñar entrenamientos interválicos individuales, en los que el jugador debería
alcanzar durante los esfuerzos de máxima intensidad el 85% de su FC, con recuperaciones
no superiores a 107 sg, dichos datos irían variando en el trascurso de la
temporada, en función de los datos obtenidos durante los partidos.
El número de EMAVS en los partidos de fútbol masculino y
femenino ha sido registrada por otros autores (Bradley
et al., 2010; Di Salvo et al., 2009; Gabbett, Wiig, & Spencer, 2013;
Ingebrigtsen, Dalen, Hjelde, Drust, & Wisløff, 2015). Pero hasta el momento ningún estudio ha asociado la FC a
la duración de los esfuerzos, ni a la recuperación entre los mismos, ni han
comparado los resultados entre futbolistas profesionales de diferentes
categorías. La duración de los EMAVS fueron
similares a los reportados por otros autores para otras ligas europeas de
primera división (Bradley
et al., 2010; Di Salvo et al., 2009; Ingebrigtsen et al., 2015) y más altos que las registradas en ligas menos
competitivas (Ingebrigtsen
et al., 2015). Todos los autores mencionados
encontraron diferencias en la duración de los EMAVS entre las diferentes
posiciones, con una disminución de los EVAMS en los centrales, a diferencia del
presente estudio. Al encontrar diferencias entre posiciones, se podrían
establecer grupos por posición en el entrenamiento interválico. No obstante, la
medición de datos durante la competición tendría por objeto establecer
intensidades individuales de entrenamiento, para lo cual también se podría
utilizar la FC.
La FC es una variable comúnmente utilizada en la monitorización
de la carga interna de entrenamiento (Alexandre
et al., 2012). Algunos autores han informado
diferencias en la FC medida durante los partidos de fútbol de los jugadores en
diferentes divisiones (Proietti
et al., 2017), pero no encontramos ningún estudio que describa el
comportamiento de la FC en los periodos de intervalo entre EMAVS, ni entre
jugadores de diferentes posiciones. Las FC registradas alcanzaron
aproximadamente el 85% del máximo teórico, similar a lo informado por otros
autores (Bloomfield,
Polman, & O'Donoghue, 2007; Bradley et al., 2009; Dellal et al., 2008;
Stolen et al., 2005). Sin embargo, nunca se ha establecido una relación sólida
entre la frecuencia cardíaca y el rendimiento (McLaren
et al., 2018); por lo tanto, algunos autores recomiendan utilizar diferentes
variables para guiar el diseño del entrenamiento interválico (Viana et
al., 2018). La medición de los esfuerzos y los tiempos de
recuperación entre ellos durante los partidos, aporta información para utilizar
en el diseño de este tipo de entrenamientos interválicos.
Actualmente existe una gran controversia en relación a los
esfuerzos máximos y supramáximos con respecto al
término alta intensidad. En el presente trabajo se han tenido en cuenta
aquellos esfuerzos realizados por encima de 19,8 km/h (Bishop
et al., 2011; Bradley et al., 2010; Rampinini et al., 2007), con el objetivo de
englobar todos los esfuerzos de alta intensidad y así describir las respuesta
de carga interna expresada a través de la FC.
La FC de los jugadores durante un partido
únicamente ha mostrado tener utilidad para monitorizar la respuesta interna del
jugador. En entrenamientos específicos para la mejora del rendimiento, es
necesario, aportar información tanto de la carga interna (FC) como de
parámetros de carga externa (número y duración de EMAVS) con el fin de conocer
la exigencia de estos entrenamientos y comparar esos estímulos con los
realizados en competición.
En cuanto a las limitaciones del estudio debemos
señalar que se trata de un descriptivo donde se analizó un bajo número de
partidos. Investigaciones futuras deberían analizar un mayor número de partidos
para conocer si existen diferencias entre los jugadores de diferentes
categorías y diferentes posiciones.
También se debe recordar que los esfuerzos máximos que un jugador puede hacer durante
un partido dependen también de su condición física individual (fuerza,
resistencia a la fatiga, etc.) en el momento del estudio, así como las condiciones
climáticas, las características del campo de juego o la disposición táctica del
equipo (Girard
et al., 2011). Finalmente, los datos obtenidos fueron
realizados durante el primer mes de competición al objeto de servir de
evaluación inicial. Sería recomendable seguir evaluando dichos parámetros en
diversos momentos de la temporada.
CONCLUSIONES
No se encontraron diferencias significativas en el número, duración
de los EMAVS, los intervalos entre ellos y la FC media alcanzada durante los
mismos entre los jugadores de fútbol de primera y segunda división, o entre
jugadores de diferentes posiciones tácticas. Solo los delanteros realizaron
mayor número de EMAVS. Esta información puede ser de gran utilidad para la
planificación de los entrenamientos interválicos (duración y recuperación de
esfuerzos) que persiguen la mejora de esta variable.
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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 21 - número 81 -
ISSN: 1577-0354