DOI: https://doi.org/10.15366/rimcafd2021.83.009
ORIGINAL
EFECTOS DE LA MARCHA NÓRDICA SOBRE LA RESISTENCIA AERÓBICA
DE ADULTOS MAYORES
EFFECTS OF NORDIC
WALKING ON THE AEROBIC ENDURANCE OF OLDER ADULTS
Jódar
Reverte, M.1; Paredes Ruiz, M.J.1; Martínez
González-Moro, I.2 y Ferrer López, V.3
1 Grupo de Investigación
Ejercicio Físico y Rendimiento Humano. Universidad de Murcia (España) mariajodarreverte@gmail.com,
mariajoseparedesruiz@gmail.com
2 Titular de Universidad.
Grupo de Investigación Ejercicio Físico y Rendimiento Humano. Universidad de
Murcia (España) igmartgm@um.es
3 Profesor Universidad de
Murcia. Grupo de Investigación Ejercicio Físico y Rendimiento Humano. Universidad
de Murcia (España) vferrer@um.es
AGRADECIMIENTOS
Y FINANCIACIÓN: Agradecemos la colaboración de la asociación Nordic Walking Murcia. Así mismo,
este estudio ha sido financiado por el Grupo de Investigación Ejercicio Físico
y Rendimiento Humano de la Universidad de Murcia.
Código UNESCO / UNESCO code:
9915 Medicina del Deporte / Sports Medicine
Clasificación Consejo de
Europa / Council of Europe Classification: 11. Medicina del Deporte / Sports Medicine
Recibido
23
de junio de 2019 Received June 23, 2019
Aceptado
26
de octubre de 2019 Accepted October 26, 2019
RESUMEN
Introducción: El
Objetivo fue evaluar los efectos sobre
la resistencia aeróbica de un programa de ejercicio físico basado en la marcha
nórdica para la mejora de la condición física en adultos mayores. Metodología: La población se
compuso de 29 sujetos, los cuales realizaron un programa de marcha nórdica de
doce semanas de duración, con un mínimo de
dos sesiones semanales. Se llevaron a cabo dos mediciones; una previa y otra
posterior, mediante prueba de esfuerzo. Resultados: La población mostró mejoras significativas en cuanto a la intensidad
alcanzada durante la prueba de esfuerzo. Así mismo se observaron aumentos
significativos (p<0,05) en las variables consumo de oxígeno y frecuencia
cardíaca. Conclusiones: El programa de marcha nórdica ha
aumentado la condición física de nuestra población, encontrando mejoras a nivel
cardiorrespiratorio tanto en hombres como mujeres.
PALABRAS
CLAVE: ergoespirometría, marcha nórdica,
capacidad funcional, ancianos, resistencia aeróbica.
ABSTRACT
Introduction: The
objective was to evaluate the effects on aerobic endurance of a physical
exercise program based on Nordic walking for the improvement of physical
condition in older adults. Methodology:
The population consisted of 29 subjects, the results of a twelve-week Nordic
walking program, with a minimum of two weekly sessions. Two measurements were
carried out; a previous and a subsequent one, through an effort test. Results: The population showed
improvements in the intensity reached during the stress test. Likewise,
significant increases (p <0.05) were observed in the variables oxygen
consumption and heart rate. Conclusions:
The Nordic walking program has increased the physical condition of our
population, finding improvements at the cardiorespiratory level in both men and
women.
KEYWORDS: ergospirometry, Nordic walking, functional capacity, elderly, aerobic endurance.
INTRODUCCIÓN
La Marcha Nórdica (MN) es un deporte
emergente que tiene su origen en Finlandia en 1930, sin embargo, esta práctica
no se consolidó
como la conocemos a día de hoy hasta finales del siglo XX1. Actualmente
se desconoce el número de practicantes, aunque es un hecho que su práctica se
ha extendido a nivel mundial2.En España, esta disciplina está
regulada y coordinada por la Federación Española de Deportes de Montaña y
Escalada (FEDME)2.
Esta actividad consiste en caminar con unos
bastones diseñados específicamente para ello. De este modo se consigue implicar
toda la musculatura del tren superior e inferior, así mismo se reduce la carga
en las articulaciones, rodillas, tobillos, cadera. El uso de estos bastones
hace que la persona incline el cuerpo ligeramente hacia delante, además de
exigir una coordinación contra-lateral de manos y
pies3.
Numerosos estudios consideran la marcha
nórdica como una actividad fácil, segura y saludable4, 5. Por lo que
además de fines
competitivos se emplea como base de planes de entrenamiento para la mejora de la
salud y de la condición física tanto en poblaciones específicas como en sujetos
sanos3, 6.
Según la normativa de la FEDME las
competiciones suelen hacerse sobre recorridos de una longitud entre 10 y 42 km7;
así, por el tipo de ejercicio que se realiza, por el tiempo que duran sus
sesiones y por las características metabólicas predominantes, podemos
considerar que es un deporte de resistencia aeróbica6. Por tanto, la
prueba médico-deportiva más adecuada para la valoración de sus participantes,
tanto desde el punto de vista de salud y adaptación como de rendimiento es la
ergoespirometría8. La ergometría estudia la respuesta del corazón ante
el ejercicio físico mediante el análisis electrocardiográfico9, 10.
Esta prueba se emplea para el diagnóstico, seguimiento y prevención de la
cardiopatía isquémica11, 12 y del rendimiento de los deportistas13,
14. Si a esto se añade el estudio espirométrico con la cuantificación de
los gases respiratorios y se obtienen los valores de consumo máximo de oxígeno,
cociente respiratorio y umbrales ventilatorios se pueden aportar datos sobre la
adaptación al ejercicio que son utilizables para valorar el rendimiento de
estos deportistas y la planificación del entrenamiento8. Por tanto,
los valores obtenidos mediante la prueba ergoespirométrica
pueden emplearse en diferentes planes de entrenamiento adecuándolos a las
distintas capacidades físicas de cada sujeto15.
Cada vez son más los estudios que analizan
los efectos de un programa de MN en poblaciones concretas, como pueden ser
sujetos con diabetes16, sobrepeso u obesidad17, 18,
enfermedad de Parkinson19, 20, enfermedad pulmonar obstructiva
crónica 21, 22, enfermedades cardiovasculares23, 24, 25,
entre otros. La mayoría de los autores coinciden en que la MN es una actividad
bien tolerada y que puede servir para contrarrestar los aspectos negativos
asociados a la inactividad, ayudando de este modo a mantener un óptimo
rendimiento general26. Algunos de ellos se han realizado empleando
la ergometría con análisis de gases para la evaluación de la respuesta
fisiológica del organismo ante tal actividad27, 28. Por ello la
realización de este estudio puede aportar conocimiento sobre la recomendación
de esta actividad en adultos mayores para la mejora y el mantenimiento de la
salud.
OBJETIVO
Evaluar los efectos
sobre la resistencia aeróbica de un programa de entrenamiento de marcha nórdica
para la mejora de la condición física en adultos mayores.
MATERIAL Y MÉTODO
Sujetos
La población la formaron 26 sujetos 9 varones y 17 mujeres; con una
edad media de 50.4 ± 5.8 años. Los participantes se inscribieron de forma
voluntaria a través de la Federación de Montañismo de la Región de Murcia. Se
incluyeron sujetos mayores de 40 años. Para determinar la exlusión de los
participantes se realizó un cuestionario de antecedentes en salud para detectar
a los participantes que debido a una
enfermedad, alteración y/o lesión fueran incapaces de realizar el programa de
entrenamiento y/o la prueba de esfuerzo. Previamente a la
recogida de datos se informó a los participantes de los objetivos y
procedimientos del estudio, todos ellos firmaron el correspondiente documento
de consentimiento informado. Además, el estudio fue aprobado la Comisión de
Ética de la Investigación de la Universidad de Murcia.
Diseño
Se trata de un estudio de carácter
observacional, descriptivo, prospectivo. A cada participante se le realizaron dos evaluaciones, una antes del
programa de entrenamiento y otra después de este. Cada evaluación consistía en
la recogida de datos antropométricos, composición corporal y prueba de esfuerzo
con análisis de gases.
La duración del programa de entrenamiento fue de 12 semanas
consecutivas. Este programa fue el que habitualmente realiza el club
organizador sin que se modificara para el presente estudio, fue diseñado y
controlado por instructores experimentados de la FEDME. Previamente los
instructores adiestraron a los participantes en la técnica de la MN, la postura
a adoptar y el manejo de los bastones. Se realizaban dos sesiones semanales
(martes y jueves) de 90 minutos de duración en circuito urbano y una salida
mensual (sábado) por circuito extraurbano con 150 minutos. Cada sesión tiene
una parte inicial y otra de vuelta a la calma con ejercicios de estiramientos y
una central basada en la realización de un recorrido con una longitud entre
7-10 km los urbanos y 10-20 Km los extraurbanos. Durante los circuitos cada
participante adoptaba su ritmo y velocidad a su capacidad.
En ambas valoraciones se siguió el mismo
procedimiento. Tras las mediciones antropométricas (peso, talla y contornos de cintura
y cadera) y la exploración cardiovascular basal (anamnesis, auscultación,
presión arterial y electrocardiograma en reposo), a cada sujeto se le realizó
una prueba de esfuerzo máxima sobre un tapiz rodante modelo Run 7411 (Runner®)
con el registro continuo de las 12 derivaciones estándar del electrocardiograma
(electrocardiógrafo Cardioline®, modelo Click ECG) y de la presión arterial cada dos minutos (Metronik BL-6®).
Mediante el analizador de gases.
Metalyzer® 3 B de Cortex se
realizó el estudio de gases espirados, a partir del consumo máximo de oxígeno,
el cociente respiratorio y la ventilación máxima.
Se utilizó un protocolo de Bruce modificado en rampa con una
duración máxima de 15 minutos en el que la prueba se iniciaba con una velocidad
de 1,9 Km/hora aumentando progresivamente la pendiente y/o lay/o la velocidad
hasta llegar a lo 8Km/h y 18% de pendiente. Durante la misma se registró la
frecuencia cardíaca cada minuto y la presión arterial cada dos minutos durante
el esfuerzo y a los minutos 1, 3 y 5 de recuperación. Estas mediciones han sido
realizadas por un equipo conformado por un médico especialista en Ciencias del
Deporte y una enfermera.
La prueba finalizaba cuando el sujeto llegaba
al máximo de su capacidad y lo indicaba alzando el brazo, en ese momento se
iniciaba el periodo de recuperación. De igual modo se anotaba el motivo de
finalización de la prueba. Para establecer la maximalidad
de la prueba se comprueba que se supera el 1.1 en el cociente respiratorio y el
85% de la frecuencia cardíaca máxima prevista para su edad.
Análisis
estadístico
Se utilizó el programa SPSS versión 24. Las
variables cuantitativas se presentan mediante su media y desviación típica y
las variables cualitativas con sus frecuencias absolutas y porcentajes. Previamente se
determinó la normalidad de las distribuciones con el test de Shapiro Wilk y se han comparado las medias de variables
independientes mediante la prueba de los rasgos de Wilcoxon y las relacionadas
con la T pareada. La relación entre variables cuantitativas se ha
realizado con la correlación de Pearson. Los análisis se realizaron con un
intervalo de confianza del 95% y p ≤ 0,05. El Índice de masa corporal se
ha obtenido a partir de la fórmula masa corporal/ talla al cuadrado y la masa
grasa relativa mediante el procedimiento de Woolcott
y Bergman29, a partir de la altura y el perímetro de cintura,
empleando la ecuación ajustada en función del género.
Para el análisis de los datos se dividió a
la población en dos grupos según su experiencia previa en MN, veteranos (n=9)
con más de dos años de experiencia y noveles (n=17), sin experiencia.
RESULTADOS
En la tabla I mostramos las características
antropométricas de ambos grupos, separados por sexos.
Tabla I.- Características antropométricas
|
Varones |
Mujeres |
||
|
Veteranos (n=4) |
Noveles (n=5) |
Veteranas (n=8) |
Noveles (n=12) |
Edad (años) |
52,2 ± 8,9 |
48,6 ± 4,2 |
49,7 ± 6,2 |
51,1 ± 4,3 |
Talla (cm) |
176,32 ± 3,93 |
180,02 ± 5,21 |
162,60 ± 4,33 |
164,71 ± 5,43 |
Masa corporal (Kg) |
71,90 ± 2,73 |
88,46 ± 4,98 |
67,66 ± 6,71 |
67,38 ± 12,26 |
Cintura (cm) |
88,75 ± 4,99 |
99,90 ± 6,06 |
91,93 ± 6,21 |
90,58 ± 11,47 |
IMC (Kg/m2) |
23,15 ± 1,50 |
27,40 ± 2,23 |
25,60 ± 2,28 |
24,79 ± 3,80 |
Masa grasa relativa
(%) |
24,17 ± 2,14 |
27,84 ± 2,52 |
40,48 ± 2,60 |
39,20 ± 3,85 |
En mujeres no existen diferencias significativas entre veteranas y noveles.
En cambio, los hombres sin experiencia presentan valores significativamente más
altos que los veteranos en cuanto a la masa corporal (t= 5,912 p=0,001),
contorno de cintura (t= 2,952 p=0,021), e IMC (t=3,236 p=0,014), indicando que
para una talla similar poseen más masa grasa.
Tres de los sujetos, todos ellos varones, consiguieron realizar, en la
primera valoración, el protocolo completo de la prueba de esfuerzo establecido
en 15 escalones de un minuto cada uno, con una velocidad máxima de 8 km/hora y
una pendiente del 18%, estos en la segunda evaluación volvieron a completar el
protocolo. En la tabla II mostramos los valores obtenidos por estos
participantes al finalizar ambas valoraciones.
Tabla II.- Comparación de las características ergométricas de los sujetos que
completaron el protocolo en ambas evaluaciones, mediante el test de Wilcoxon.
n=3 |
Pre-programa |
Post-programa |
t |
Sig. |
FC (lat/min) |
165,66 ± 24,90 |
168,00 ± 27,49 |
593 |
>0,05 |
FC % |
97,24 ± 14,50 |
98,62 ± 16,11 |
593 |
>0,05 |
RER |
1,06 ± 0,06 |
1,03 ± 0,07 |
180 |
>0,05 |
VO2 (ml/Kg/min) |
33,33 ± 3,05 |
34,33 ± 5,03 |
1000 |
>0,05 |
Ventilación (l/min) |
71,95 ± 8,69 |
74,65 ± 9,66 |
1000 |
>0,05 |
La tabla III muestra la comparación de los valores medios de cada una
de las variables entre ambas valoraciones, separados por sexo, en aquellos
sujetos que no completaron el protocolo de evaluación en la primera evaluación
y que por tanto eran susceptibles de mejorarlo en la segunda.
Tabla
III.- Comparación de las características
ergométricas de los sujetos que no completaron el protocolo en la
primera evaluación. |
||||||||
|
Varones
(n=6) |
Mujeres
(n=20) |
||||||
|
Pre |
Post |
t |
Sig. |
Pre |
Post |
t |
Sig. |
FC (lat/min) |
169,3 ± 9,1 |
174 ± 8,02 |
2,340 |
0,066 |
164,7 ± 15,9 |
172,1 ± 15,8 |
2,969 |
0,008 |
FC % |
99,93 ± 3,64 |
102,72 ± 3,62 |
2,406 |
0,061 |
97,3 ± 8,92 |
101,64 ± 7,99 |
2,975 |
0,008 |
Velocidad (Km/h) |
6,53 ± 0,53 |
7,06 ± 0,56 |
5,060 |
0,004 |
5,97 ± 0,93 |
6,47 ± 0,83 |
3,926 |
0,001 |
Pendiente (%) |
16 ± 0,89 |
16,83 ± 0,75 |
5,000 |
0,004 |
15,05 ± 1,43 |
15,88 ± 1,32 |
3,570 |
0,003 |
Tiempo (min) |
11,27 ± 1,38 |
12,486 ± 1,53 |
4,379 |
0,007 |
1,10 ± 0,06 |
1,13 ± 0,06 |
1,158 |
0,265 |
RER |
1,13 ± 0,04 |
1,15 ± 0,09 |
0,442 |
0,677 |
9,87 ± 2,03 |
11,12 ± 2,10 |
4,030 |
0,001 |
VO2 (ml/Kg/min) |
35,33 ± 3,61 |
37,83 ± 3,43 |
4,443 |
0,007 |
25,56 ± 3,54 |
27,81 ± 3,53 |
4,980 |
0,000 |
Ventilación (l/min) |
91,3 ± 19,26 |
104,3 ± 29,11 |
2,066 |
0,094 |
58,93 ± 8,7 |
64,63 ± 6,94 |
3,427 |
0,003 |
Pre= Valoración previa al
programa Post = Valoración tras el programa
Se observa un aumento significativo de la
velocidad tanto en hombres como en mujeres (t= 5,06 p=0,004) y (t= 3,93
p=0,000), respectivamente. Además, la pendiente ascendió significativamente,
casi un grado tanto en hombres (t= 5,00 p=0,004), como en mujeres (t=3,57
p=0,000). Del mismo modo observamos un incremento significativo del tiempo,
aumentando más de un minuto en ambos grupos. El consumo máximo de oxígeno es
otra de las variables que asciende significativamente en ambos grupos, (t=4,44
p=0,0007) en hombres y (t=4,98 p=0,000)
en mujeres. Además, en mujeres destaca el aumento significativo de la
frecuencia cardíaca máxima (t= -2,96 p=0,000) y del porcentaje de frecuencia
cardíaca (t= -2,97 p=0,000)
DISCUSIÓN
El objetivo del
presente estudio fue analizar el efecto de un programa de marcha nórdica de 12
semanas de duración sobre la resistencia aeróbica de adultos mayores. Los
resultados obtenidos indican un aumento significativo de la intensidad
alcanzada durante la prueba de esfuerzo posterior al programa de ejercicio, que
se ha objetivado con aumentos significativos en el tiempo de esfuerzo y por
tanto en la velocidad y pendiente máxima alcanzada. Ello se ha acompañado con
valores más altos en el consumo máximo de oxígeno.
Estudios
anteriores al nuestro analizan los efectos de la marcha nórdica sobrepoblaciones
similares a la nuestra y con un número de sujetos parecido, pero con una media
de edad más avanzada, en torno a los 60-70 años, todos ellos han sido sujetos
sanos y en ambos se buscaba el efecto del ejercicio sobre capacidades
funcionales30, 31.
Hemos tenido en cuenta la experiencia
previa en la práctica de marcha nórdica dividiendo a nuestra población en
veteranos y noveles, esta separación no
se ha visto en la bibliografía referente a la práctica de esta disciplina en
adultos mayores, tampoco en las otras poblaciones con personas con
diabetes16, hipertensión32, sobrepeso u obesidad17,
18, enfermedades cardiovasculares23, 24, 25, Parkinson19, 20o
cáncer de mama33 que han
practicado marcha nórdica. Se ha considerado esta división puesto que un nivel
de experiencia previo puede hacer que los cambios no se produzcan o sean leves
debido a la habituación al ejercicio.
Para evaluar la
resistencia aeróbica empleamos el protocolo de Bruce modificado en rampa,
diversos estudios utilizan instrumentos o pruebas diferentes como prueba de
campo al aire libre30, test de Cooper34 o test de la
marcha de 6 minutos35. En nuestro trabajo, consideramos la
realización de la prueba ergométrica en condiciones de laboratorio ya que un
medio controlado supone mayor exactitud en los resultados obtenidos y aumenta
la fiabilidad de las comparaciones.
El plan de
entrenamiento llevado a cabo tuvo una duración de 12 semanas consecutivas, al igual que en
otros estudios revisados24, 25, 30, 36. Además se realizaron un
mínimo de dos sesiones semanales y una sesión mensual extra de mayor
duración. El número de sesiones es variable entre las diferentes publicaciones, algunos
cuentan con dos30, pero la mayoría realizan tres sesiones semanales34,
37, 38. Aunque el número de sesiones semanales de nuestro programa es
inferior al de otros estudios, los resultados muestran que algo más de dos
sesiones resultan suficientes para inducir cambios positivos en esta población,
a pesar de ello si se aumenta el número se obtendrían mayores beneficios.
Nuestros
resultados muestran que la marcha nórdica proporciona beneficios a nivel
cardiorrespiratorio. Tras doce semanas de entrenamiento la población mostró
mejoras significativas en cuanto a la intensidad alcanzada durante la prueba de
esfuerzo. Esto explica el incremento en las variables frecuencia cardíaca y
consumo máximo de oxígeno en ambos grupos, puesto que el trabajo realizado fue
mayor.
Hemos de tener en cuenta que llevamos a cabo
la prueba con carácter de maximalidad. Por tanto,
consideramos beneficioso un incremento de la frecuencia cardíaca debido al
aumento del esfuerzo realizado en la segunda valoración. En cambio, otros
estudios en los que la naturaleza del examen era submáximo30,
encuentran beneficioso el descenso de la frecuencia cardíaca entre pruebas,
teniendo en cuenta que no hay un aumento del esfuerzo entre ambas. Valoramos
que el aumento del esfuerzo tras el programa de ejercicio tiene mayor
influencia positiva sobre la condición física del individuo.
En cuanto al consumo de oxígeno, empleamos un
analizador de gases con medición directa, por el contrario, otros autores usan
métodos de estimación indirecta30. Consideramos que la medición
directa proporciona mayor precisión a los resultados, ya que cuenta con
una medición constante. De nuevo el consumo de oxígeno mostró un incremento
significativo debido al aumento del trabajo realizado por los participantes.
Encontramos otros
trabajos que han evaluado programas de entrenamiento de marcha nórdica en
personas mayores30, 31, 34 los cuales apuntan que esta actividad tiene un efecto
beneficioso sobre la capacidad de resistencia aeróbica de sus
practicantes.
Dentro de las
limitaciones del estudio, destaca que nuestra población cuenta con un alto
componente motivacional, ya que buscan con la práctica de la marcha nórdica
mejorar su condición física y estado de salud. Esto hace que sea difícil
extrapolar nuestros resultados a otros colectivos.
En cuanto a la
aplicabilidad práctica, consideramos que la información aportada por este estudio
permite elaborar programas de marcha nórdica destinados a la mejora de la salud
de adultos mayores. Para ello, se recomienda que previamente al programa de
ejercicio se valore de forma individualizada la condición física de cada
sujeto. De este modo, se conseguirá adecuar la intensidad del ejercicio en
función de los objetivos deseados, adaptando este a las necesidades,
preferencias y limitaciones del deportista.
CONCLUSIONES
Los resultados obtenidos muestran un
incremento de la intensidad alcanzada durante la prueba de esfuerzo, reflejando
mejoras a nivel cardiorrespiratorio en ambos grupos. Por lo tanto, podemos
concluir que el programa de ejercicio en marcha nórdica ha aumentado la
capacidad de resistencia aeróbica en nuestra población.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1.
Encarnación
A. Análisis biomecánico de la Marcha Nórdica: efectos de la experiencia y de la
velocidad de práctica sobre el patrón de presión plantar, las fuerzas de
reacción del suelo y los niveles de impacto. [Tesis doctoral]. Valencia: Departamento
de educación física y deportiva, Universidad de Valencia; 2012.
2.
Federación
Española de Deportes de Montaña y Escalada. Qué es la Marcha Nórdica
[Internet]. [cited 2019 Feb 23]. Disponible en:
http://www.fedme.es/index.php?mmod=staticContent&IDf=420
3.
Pérez-Soriano
P, Encarnación-Martínez A, Aparicio-Aparicio I, Giménez JV, Llana-Belloch S. Nordic walking: a systematic review. Eur J Hum Mov. 2014; 33:26–45.
4.
Vílchez
Barrera ME, Calvo-Arencibia A. Evidencia científica de la marcha nórdica en
Fisioterapia: revisión bibliográfica. Fisioterapia. 2016; 38(5):251–64.
5.
Martínez
Lemos RI, García O, Serrano V. Nordic Walking y salud: una revisión descriptiva. Cuadernos de
Psicología del Deporte. 2011; 11 (2):115-12.
6.
Tschentscher M, Niederseer D, Niebauer
J. Health benefits of nordic walking: A systematic
review. Am
J Prev Med. 2013;
44(1):76–84.
7. Federación Española de
Deportes de Montaña y Escalada. Reglamento de competiciones de marcha nórdica
FEDME. 2018. [Internet]. [cited2019 Abr
29]. Disponibleen:http://www.fedme.es/salaprensa/upfiles/1535_F_es.pdf
8.
Arós F, Boraita A, Alegría E, Alonso ÁM, Bardají A,
Lamiel R, et al. Guías de práctica clínica de la
Sociedad Española de Cardiología en pruebas de esfuerzo. Rev
Esp Cardiol. 2000; 53:
1063-1094.
9.
Arena R. Detecting
abnormal pulmonary hemodynamics with cardiopulmonary exercise testing. Med Sci
Sports Exerc. 2011; 43:982.
10.
Valdés
Martín A, Rivas Estany DE, Tadiana
D, Aguilar A, Lila D, Echevarria Sifontes A. Utilidad
de la Ergoespirometría en el diagnóstico y evaluación
de las enfermedades cardiovasculares. Rev Cubana Cardiol. 2016; 22(1).
11.
Calderón
FJ, Benito PJ, García A. Aplicación práctica de las pruebas de esfuerzo.
Selección. 2002; 11(4):202–9.
12.
Alegría
Ezquerra E, Alijar de Guimerá M, Cordo
Mollar JC, Chorro Gascó FJ, Pajarón López A. Utilidad
de la prueba de esfuerzo y de otros métodos basados en el electrocardiograma en
la cardiopatía isquémica crónica. Rev Española Cardiol. 1997; 50(1):6–14.
13.
Ronconi M, Alvero-Cruz JR. Respuesta de la
frecuencia cardíaca y consumo de oxígeno de atletas varones en competiciones de
duatlón sprint. Apunts Med l’Esport. 2011; 46(172):183–8.
14.
Álvarez
R, Campos DC, Portes P, Rey R, Martín B. Análisis de parámetros fisiológicos en
jugadores juveniles españoles de bádminton. Rev Int la Med y Ciencias la Act Fis y del Deport. 2016;
16(61):44–5.
15.
Bouzas
JC, Ottoline NM, Delgado M. Aplicaciones de la
frecuencia cardíaca máxima en la evaluación y prescripción de ejercicio. Apunts Med l’Esport.
2010; 45: 251-8.
16. Gram B, Christensen R, Christiansen C, Gram J. Effects of nordic walking and exercise in type 2 diabetes mellitus: a
randomized controlled trial. Clin J Sport Med. 2010; 20(5): 355-361.
17. Figard-Fabre H, Fabre
N, Leonardi A, Schena F. Physiological and perceptual
responses to Nordic walking in obese middle-aged women in comparison with the
normal walk. Eur J Appl Physiol. 2010; 108(6):1141–51.
18. Hagner-Derengowska
M, Kałużny K, Kochański
B, Hagner W, Borkowska A, Czamara A, et al. Effects of Nordic Walking and Pilates
exercise programs on blood glucose and lipid profile in overweight and obese
postmenopausal women in an experimental, nonrandomized, open-label, prospective
controlled trial. Menopause. 2015; 22(11):1215–23.
19. Cugusi L, Solla P, Serpe R, Carzedda T, Piras L, Oggianu M, et al. Effects of a
Nordic Walking program on motor and non-motor symptoms, functional performance
and body composition in patients with Parkinson’s disease. Neuro
Rehabilitation. 2015; 37(2):245–54.
20. Monteiro EP, Franzoni LT, Cubillos DM, De Oliveira Fagundes
A, Carvalho AR, Oliveira HB, et al. Effects of
Nordic walking training on functional parameters in Parkinson’s disease: a
randomized controlled clinical trial. Scand J Med Sci
Sports. 2017; 27(3):351–8.
21. Breyer M-K, Breyer-Kohansal R, Funk G-C, Dornhofer N, Spruit MA, Wouters
EF, et al. Nordic Walking improves daily physical activities in COPD: a randomised controlled trial. Respir Res. 2010; 11(1):112.
22. Barberan-Garcia A, Arbillaga-Etxarri A, Gimeno-Santos E, Rodríguez DA,
Torralba Y, Roca J, et al. Nordic walking enhances
oxygen uptake without increasing the rate of perceived exertion in patients
with chronic obstructive pulmonary disease. Respiration. 2015; 89(3):221–5.
23. Kocur P, Deskur-Śmielecka E, Wilk M, Dylewicz
P. Effects of Nordic Walking training on exercise capacity and fitness in men
participating in early, short-term inpatient cardiac rehabilitation after an
acute coronary syndrome — a controlled trial. Clin Rehabil.
2009; 23(11):995–1004.
24. Keast M-L, SlovinecD’Angelo ME, Nelson CRM, Turcotte SE, McDonnell LA,
Nadler RE, et al. Randomized trial of Nordic walking in patients with moderate
to severe heart failure. Can J Cardiol. 2013;
29(11):1470–6.
25. Spafford C, Oakley C, Beard JD. Randomized clinical trial comparing
Nordic pole walking and a standard home exercise programe
in patients with intermittent claudication. Br J Surg. 2014; 101(7):760–7.
26. Tschentscher
M, Niederseer D, Niebauer
J. Health benefits of nordic walking: A systematic
review. Am J Prev Med. 2013; 44(1):76–84.
27. Porcari
JP, Hendrickson TL, Walter PR, Terry L, Walsko G. The
Physiological Responses to Walking with and without Power PolesTM
on Treadmill Exercise. Res Q Exerc Sport. 1997;
68(2):161–6.
28. Sugiyama K, Kawamura M, Tomita H, Katamoto S.
Oxygen uptake, heart rate, perceived exertion, and integrated electromyogram of
the lower and upper extremities during level and Nordic walking on a treadmill.
J Physiol Anthropol. 2013;
32(1):2.
29. Woolcott
OO, Bergman RN. Relative fat mass (RFM) as a new estimator of whole-body fat
percentage -A cross-sectional study in American adult individuals. Sci Rep.
2018; 8(1):1–11.
30. Morat T, Krueger J, Gaedtke A, Preuss M, Latsch J, Predel H-G. Effects of 12 weeks of Nordic Walking and XCO
Walking training on the endurance capacity of older adults. Eur Rev Aging Phys
Act. 2017; 14(1):16.
31. Virág A, Karóczi CK, Jakab Á, Vass Z, Kovács É, Gondos T. Short-term
and long-term effects of nordic walking training on
balance, functional mobility, muscle strength and aerobic endurance among
Hungarian community-living older people: a feasibility study. J Sports Med Phys
Fitness. 2015; 55(11):1285–92.
32. Launois P, Khoudeir
A, Pujol V, García N, Fargas J, Mena J, et al. Does
Nordic walking helps to improve exercise capacity and weight control in
patients with resistant hypertension? Ann Phys Rehabil
Med. 2018; 6.
33. Malicka
I, Stefańska M, Rudziak
M, Jarmoluk P, Pawłowska
K, Szczepańska-Gieracha J, et al. The influence
of Nordic walking exercise on upper extremity strength and the volume of
lymphoedema in women following breast cancer treatment. Isokinet
Exerc Sci. 2011; 19(4):295–304.
34. Takeshima N, Islam MM, Rogers ME, Rogers NL, Sengoku N, Koizumi D, Naruse A. Effects of nordic
walking compared to conventional walking and band-based resistance exercise on
fitness in older adults. J Spots Sci Med, 2013; 12(3), 422-430.
35. Ossowski
ZM, Skrobot W, Aschenbrenner
P, Cesnaitiene VJ, Smaruj
M. Effects of short-term nordic walking training on
sarcopenia-related parameters in women with low bone mass: A preliminary study.
ClinInterv Aging. 2016; 11:1763–71.
36.
Prusik K, Kortas J, Prusik K, Mieszkowski
J, Jaworska J, Skrobot W,
et al. Nordic Walking Training Causes a Decrease in Blood Cholesterol in
Elderly Women Supplemented with Vitamin D. Front Endocrinol. 2018;9:42.
37. Kortas J, Kuchta
A, Prusik K, Prusik K, Ziemann E, Labudda
S, et al. Nordic walking training attenuation of oxidative
stress in association with a drop in body iron stores in elderly women.
Biogerontology. 2017; 18(4):517–24.
38. Schiffer T, Knicker A, Hoffman U, Harwig B,
Hollmann W, Strüder HK. Physiological responses to nordic walking, walking and jogging. Eur J Appl Physiol.
2006; 98(1):56–61.
Número
de citas totales/Total references: 38 (100%)
Número
de citas propias de la revista/Journal’s own references: 1 (2,63%)
Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 21 - número 83 - ISSN: 1577-0354