DOI: https://doi.org/10.15366/rimcafd2021.83.005
ORIGINAL
TRATAMIENTO DE LA LATERALIDAD EN GIMNASIA RÍTMICA: ESTUDIO CENTRADO EN
ENTRENADORAS Y ENTRENADORES
LATERALITY TREATMENT IN RHYTHMIC GYMNASTICS: RESEARCH
BASED IN COACHES
Estrada-Marcén, N.1;
Redondo-Laencina, P.2; Casterad-Seral, J.3 y Cid-Yagüe, L.4
1 Doctora, Facultad de Ciencias de la
Salud y el Deporte. Universidad de Zaragoza (España) nereaes@unizar.es
2 Egresada, Facultad de Ciencias de la Salud y el
Deporte. Universidad de Zaragoza (España) paularlaencina@gmail.com
3 Profesor, Facultad de Ciencias de la
Salud y el Deporte. Universidad de Zaragoza (España) jcaster@unizar.es
4 Doctora, Departamento de
Educación Física, Deporte y Motricidad Humana. Universidad Autónoma de Madrid (España) lourdes.cid@uam.es
Código
UNESCO / UNESCO code: 5801 Teoría
y métodos educativos / Educational theory and methods
Clasificación
del Consejo de Europa: 5. Didáctica y metodología / Didactics and methodology. 12.
Aprendizaje motor / Motor learning.
Recibido 24 de junio
de 2019 Received June 24, 2019
Aceptado 6 junio 2020 Accepted
June 6, 2020
RESUMEN
Durante muchos años se han estudiado los
factores de los que depende la lateralidad humana, no habiéndose podido
establecer ningún resultado concluyente hasta el momento. El deporte es un
ámbito en el que frecuentemente se pretenden realizar cambios en la lateralidad.
Encontramos estudios que afirman que la dominancia lateral se puede cambiar
mediante el entrenamiento y la aplicación de técnicas de modificación de la
conducta motriz (Bilbao & Oña, 2006). Pretendemos
obtener una visión general del tratamiento de la lateralidad en el entrenamiento
de la Gimnasia Rítmica, basado en las opiniones y experiencias de entrenadoras
y entrenadores. Para la recogida de información se diseñó un cuestionario,
participando 83 personas. El análisis permitió
describir el tratamiento que en el entrenamiento de Gimnasia Rítmica se da a la
lateralidad. El uso de los miembros contralaterales propiciado en el
entrenamiento es relativamente frecuente (60%), pero no suele producir cambios
en el lado hábil.
PALABRAS
CLAVE: Lateralidad, dominancia lateral, Gimnasia
Rítmica, entrenadoras, gimnastas.
ABSTRACT
The factors on which
human laterality depends have been studied for many years, and no conclusive
result has been established so far. Sport is an area in which it is often
intended to make changes in the laterality of athletes. We found studies that
state that lateral dominance can be changed through training and the
application of techniques for modifying motor behavior (Bilbao & Oña, 2006). We were looking to obtain an overview of the
treatment of laterality in the training of Rhythmic Gymnastics, based on the
opinions and experiences of coaches. A questionnaire was designed to collect
information, with 83 coaches participating. The analysis describes the
treatment that Rhythmic Gymnastics trainers give to laterality. The use of
contralateral members favored by coaches is relatively frequent (60%), but
usually does not produce changes on the skillful side.
KEYWORDS: laterality,
lateral dominance, rhythmic gymnastics, coaches, gymnasts.
1.
INTRODUCCIÓN
Han sido numerosos los
autores que, a lo largo del tiempo, han definido el concepto de “lateralidad”.
Para los primeros autores que abordan el tema, el término tiene dos enfoques:
el cuantitativo y el cualitativo. Un ejemplo de enfoque cuantitativo es el de Pieron en 1968 (Lerbet, 1977) que habla
de un predominio de un lado del cuerpo en manos y ojos, diferenciando entre
diestros/zurdos y manuales/oculares. Harris en 1961 (Lerbet, 1977), aporta
otra definición, que en predominio es cuantitativa pero en capacidad es
cualitativa, y afirma que lateralidad significa la preferente utilización y la
superior aptitud de un lado del cuerpo frente a otro, dándose además de en
manos y ojos, también en los miembros inferiores. Como ejemplo de definición
cualitativa tenemos la que propone Hildreth en 1949 (Lerbet, 1977), que
expone que la lateralidad depende del grado de la habilidad con que utilizamos
cada lado del cuerpo.
Algunos autores incluyen
también en la definición de lateralidad otras zonas corporales, como el oído (Morais & Bertelson, 1975) o incluso la lengua según
Subirana en 1952 (Lerbet, 1977). Por otro
lado, autores posteriores comienzan a incluir en el término “lateralidad”, el
concepto de “hemisferios cerebrales”. Para Ortigosa (2004), la
lateralidad es el resultado del proceso de lateralización, es decir, un desarrollo
evolutivo a través del que queda definido el predominio de una parte del cuerpo
sobre otra.
Según Broca en 1865 (Mayolas Pi, 2003), la superioridad funcional
de un lado del cuerpo sobre el otro se determina, no por la educación, sino por
el predominio de uno de los hemisferios cerebrales. Denomina a este hemisferio
el “hemisferio dominante” y explica que, debido al entrecruzamiento de las
fibras nerviosas que van desde la corteza cerebral hasta la médula espinal,
este hemisferio será el contrario al del lado corporal más hábil. Más adelante,
ya no se habla de hemisferio dominante, sino de especialización hemisférica.
Para Martin (1979) todas las
partes del cerebro interactúan y el procesamiento motriz no se sitúa en un solo
hemisferio, sino que ambos aportan información al movimiento.
En 2013 en un amplio estudio
de neuroimagen, Nielsen, Zielinski, Ferguson, Lainhart & Anderson (2013), encontraron que las
regiones cerebrales lateralizadas mantienen funciones como el lenguaje y el
procesamiento visoespacial. Y afirman que se ha conjeturado que los individuos
pueden ser dominantes de un hemisferio según la personalidad y el estilo
cognitivo, pero los datos de neuroimagen no han proporcionado evidencia clara
de si existen tales diferencias fenotípicas en la fuerza de las redes izquierda
o derecha dominantes.
Según Ocklenburg
et al. (2017), la
lateralización es un principio fundamental de la organización del sistema
nervioso, pero sus determinantes moleculares son en su mayoría desconocidos. En
humanos, durante muchos años se ha considerado la expresión asimétrica de los
genes de la corteza cerebral como base de la lateralidad corporal. Sin embargo,
los fetos humanos ya muestran asimetrías considerables en los movimientos del
brazo antes de que la corteza motora esté funcionalmente vinculada a la médula
espinal, lo que hace más probable que las asimetrías de expresión génica
espinal formen la base molecular de la mano.
Los diversos autores que han
estudiado la lateralidad también proponen distintas clasificaciones para ella.
Una de ellas es la de Ortigosa (2004) que
distingue principalmente entre lateralidad homogénea y no homogénea. Y en
distintas clasificaciones surge el concepto de “lateralidad contrariada”, que
se refiere a un cambio en la dominancia lateral del sujeto impuesto o forzado
de forma externa, que suele afectar sobre todo a nivel manual. Un ejemplo sería
el del niño zurdo manual que es obligado a realizar las tareas escolares con la
mano derecha, aunque parece que estas situaciones son cada vez más
excepcionales.
De esta forma, numerosos
estudios han demostrado que parece posible modificar la lateralidad de una
persona mediante el entrenamiento y el aprendizaje motor. Algunas estrategias
válidas para el tratamiento del cambio de tendencia en la lateralidad motora son
el reforzamiento positivo, el feedback, y los
procedimientos de extinción de conducta (Bilbao
& Oña, 2006). En relación a todo esto,
sabemos que el deporte es un ámbito en el que existe aprendizaje motor
constante, lo que hará que sea un entorno en el que se puedan aplicar técnicas
de modificación de la conducta motriz para realizar cambios en la lateralidad
de los deportistas. Además, en muchas modalidades deportivas, tener una
lateralidad u otra, o incluso ser ambidiestro, supone un factor determinante en
el rendimiento.
En el caso concreto de la
Gimnasia Rítmica (GR), existe una gran diversidad de formas de tratar la
dominancia lateral de las gimnastas. Al ser una disciplina con gran componente
artístico, muchos entrenadores y entrenadoras optan por entrenar el lado no
dominante de sus gimnastas para aumentar la igualdad en los conjuntos y
conseguir una coreografía más armónica visualmente, con la que poder obtener
una mayor puntuación en este apartado. Otras, prefieren centrarse en trabajar
el lado dominante, dejando de lado el no dominante, para conseguir una mayor
especificidad y un mayor rendimiento en las acciones concretas, lo que, a
priori, también les haría conseguir más puntos en la competición. Por otro
lado, en GR se utilizan unos aparatos que requieren un manejo monolateral (pelota, aro y cinta) y otros que requieren la
utilización de las dos manos, ya sea porque tienen dos terminaciones (cuerda) o
porque están formados por dos implementos (mazas). Además, en los aparatos monolaterales, hasta el inicio de este nuevo ciclo
olímpico, el Código de Puntuación de GR (Fédération Internationale de Gymnastique, 2016) recogía que la coreografía
debía tener un equilibrio 50-50 de elementos ejecutados con cada mano, lo que
en muchas ocasiones no se cumplía.
En este deporte existen dos
modalidades de competición: individual y conjuntos, y es posible que las mismas
gimnastas que compiten de manera individual, luego formen parte de un conjunto.
En individuales se suele tender a una especialización o preferencia por uno de
los lados del cuerpo (zurdo o diestro), sobre el cual se trabaja más
insistentemente con el fin de obtener un rendimiento mayor de la gimnasta en el
menor tiempo posible.
Así, el problema viene
cuando esta gimnasta individual, muy especializada en un solo lado corporal,
tiene que formar parte de un conjunto. Existe la posibilidad de que no todas
las gimnastas del conjunto estén especializadas en el mismo lado de su cuerpo.
Que cada gimnasta utilice su lado preferencial del cuerpo para ejecutar un
elemento técnico común a todas las gimnastas del equipo o que cada una maneje
el aparato con una mano diferente, puede resultar un hándicap para la
puntuación artística del ejercicio, puesto que se verá reducida la simetría en
la coreografía. Sin embargo, si se le hace cambiar a una o a varias gimnastas
del conjunto el lado en el que está especializada para aumentar la armonía
visual, también puede suponer una disminución del rendimiento final, ya que, en
principio, serán menos hábiles que si utilizaran su lateralidad natural.
En la GR, es común el mayor
desarrollo de uno de los lados del cuerpo sobre el otro. Cuando esas
diferencias sobrepasan ciertos límites podrían motivar causar desequilibrios en
el desarrollo físico de las gimnastas, llegando en algunos casos extremos a
provocar alargamientos de hasta 3 centímetros en el miembro inferior más
solicitado, una torsión de pelvis o escoliosis lumbar (Lisitskaya,
1995). Estas desigualdades
extremas son generalmente consecuencia de un trabajo erróneo, y se suelen
identificar de forma tardía, dificultando su corrección (Batista,
Bobo, & Ávila-Carvalho, 2015).
Todo esto hace que la
dominancia lateral en la GR sea un tema de estudio muy interesante, en el que,
además, existen pocos estudios previos. Nuestra intención es conocer el
tratamiento de la lateralidad de las gimnastas por parte de entrenadoras y
entrenadores.
2.
METODOLOGÍA
Para la realización de este
trabajo se ha empleado una metodología cuantitativa de corte descriptivo,
llevándose a cabo un estudio transversal basado en la muestra.
Una vez establecidos los objetivos del estudio, se creó un
cuestionario a partir del que se llevó a cabo el proceso de recogida de información,
el procesamiento de datos, y el análisis los mismos, siguiendo el procedimiento
marcado por Campos Izquierdo, Martínez del Castillo, Mestre
Sancho & Pablos Abella (2007). Se trataba de un
cuestionario auto-administrado, en versión on-line. Debido
a la falta en la bibliografía de cuestionarios validados en torno a este tema,
tanto para la GR como para cualquier otro deporte, el cuestionario utilizado es
de diseño propio. Se partió para ello de estudios sobre la temática (Bilbao & Oña,
2006; Mayolas Pi, 2011; Squadrone, Gallozzi & Pasquini, 1995), así como de la entrevista semiestructurada a 5 entrenadoras en activo
para establecer los aspectos clave de estudio y el carácter de las preguntas. El
cuestionario estaba diseñado al efecto en base a la temática de estudio y los
objetivos planteados. Se pretendía con esta herramienta realizar preguntas
sobre una muestra de la población estudiada con la finalidad de producir
descripciones cuantitativas de diversos aspectos dirigidos al logro de los
objetivos de la propia investigación. Se contemplaban en el cuestionario
preguntas tanto de tipo abierto (párrafo y respuesta corta) como cerrado
(casillas de verificación, desplegables y selección múltiple), así como
cuestiones que contrastasen el cumplimiento de los criterios de inclusión.
Se contactó con los/as participantes de la
muestra en distintas competiciones de carácter nacional y autonómico de GR, informando
sobre la finalidad del estudio y solicitando los datos para
proceder al envío de la encuesta. El cuestionario se pasó a formato web
utilizando la aplicación online Google Forms, incluida en la suite de oficina de Google Drive. Esto permitió que se
pudiera distribuir de forma rápida y sencilla, con un sistema fácil de acceso
que favoreciera la participación, realizando un click
en un link. Este link se envió junto con un breve mensaje introductorio donde
se explicaba la finalidad del estudio, las características del cuestionario, y
se detallaban los criterios de inclusión. Se incluyó una casilla de verificació previa al cuestionario para que el participante
diera su consentimiento informado para el tratamiento de los datos con fines de
investigación, Las vías empleadas para el envío fueron el correo electrónico o
la aplicación de móvil Whatsapp,
en función de los datos de contacto que nos hubieran proporcionado.
Tratamiento de
los resultados
Las respuestas obtenidas en
el cuestionario desde Google Forms, se
recogieron y organizaron automáticamente a través del software Microsoft Excel.
Posteriormente, se trasladaron los datos al paquete estadístico SPSS versión
19.0 para poder analizarlos. Se realizó un
análisis de los datos de tipo descriptivo, obteniendo frecuencias y
porcentajes, o medias y desviaciones típicas, en función de la naturaleza de
los datos. Se aplicó en algunos casos para verificar la independencia de dos
variables entre sí la prueba χ² de Pearson, para un nivel de significancia del 5%. Se emplearon gráficos de
barras y sectores realizados a través de Microsoft Excel para presentar
determinados resultados de forma más visual.
Perfil de la
muestra
La
población objeto de estudio eran entrenadoras y entrenadores de GR en activo,
desarrollando su labor profesional en cualquiera de los niveles de competición federada
en España. No se acotaron edades ni años de experiencia profesional, y tampoco
se tuvieron en cuenta aspectos formativos como criterio de inclusión. El
objetivo fue conocer el tratamiento llevado a cabo durante los entrenamientos
con respecto a la utilización de la derecha o la izquierda en los diferentes
segmentos corporales, y su influencia en el desarrollo y afirmación de la
lateralidad.
Se
obtuvieron 88 respuestas al cuestionario, siendo 5 descartadas en el estudio
por presentar preguntas incompletas. De las 83 personas que se seleccionaron
finalmente como muestra del estudio, 82 eran mujeres y 1 hombre, por lo que se
empleará a partir de ahora el término “entrenadoras” en femenino. Esta muestra
no se puede considerar representativa al ser 1159 las entrenadoras federadas
por la Real Federación Española de Gimnasia en el momento de realización del
trabajo de campo.
La
media de edad de la muestra es de 21±6 años, y la experiencia media como
entrenadoras era cercana a los 3 años.
3.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En primer lugar, es de
resaltar que el 100% de las entrenadoras que cumplimentaron el cuestionario
habían sido anteriormente deportistas en esta disciplina. En la figura 1 se
expone el máximo nivel al que llegaron a competir.
Figura 1: Máximo nivel al que compitieron como gimnastas
(n=83)
Se incluyeron en el
cuestionario una serie de preguntas acerca de su experiencia como deportistas
en relación al tratamiento de su lateralidad. Al consultarles si alguna vez les
cambiaron la lateralidad en algún aspecto concreto durante su vida deportiva, y
si este cambio ha resultado permanente en el tiempo o no, observamos que existe
mayor cantidad de entrenadoras que sí sufrieron un cambio en su lateralidad (60%)
pero que, dentro de este subgrupo, son sólo al 28% de ellas este cambio les
supuso que su lado hábil pasara a ser el contrario del que era.
A las 50 entrenadoras que experimentaron
algún cambio en su lateralidad se les pidió que contaran su experiencia
personal respecto a este tema mediante pregunta abierta. Estos son algunos de
los testimonios más interesantes y que más se repiten:
- Algunos participantes
se vieron obligados a cambiar su lateralidad por culpa de una lesión, sin
especificar qué lesiones ni en qué segmentos corporales.
- Varias entrenadoras
explican que el haberles obligado a manejar el aparato con su mano no
dominante, les ha permitido ser hábiles después con ambas manos.
- Otras
exponen que eran zurdas de pierna y sus compañeras de equipo eran todas
diestras. Así, tras entrenar su lado no dominante para igualar al resto de su
conjunto, pasaron a ser más hábiles con la pierna derecha.
- También
existen casos en que ocurre lo mismo que en el caso anterior pero con la lateralidad manual, a nivel de técnica de
aparato.
- Uno de
los casos que resultan más interesantes es el de una entrenadora que explica lo
siguiente: “Mi lateralidad innata es de pierna izquierda. En los conjuntos
tenía que trabajar con la derecha. Me resultaba algo más incómodo
pero me venía bien para compensar. Mi rendimiento era mejor con la izquierda y
en la temporada de individuales volvía a trabajar con mi lado dominante.” Este
caso llama la atención puesto que se trata de una gimnasta que entrenaba y competía
medio año utilizando una pierna como dominante y el otro medio la pierna
contraria.
A partir de aquí, dejamos de
lado su experiencia como gimnastas y nos centramos en analizar los resultados
sobre su labor como entrenadoras.
Hasta este nuevo ciclo
olímpico, el Código de Puntuación de GR exigía un equilibrio (50-50) en el
manejo de aparato entre la mano dominante y la no dominante en los ejercicios
de GR individual. Los resultados obtenidos al preguntar si, como entrenadoras,
cumplían esa norma al diseñar los montajes, se presentan en la figura 2:
Figura 2: Frecuencia con la que las entrenadoras manifiestan cumplir la norma
del “50-50” en sus montajes
A pesar de que la suma de
las columnas “siempre” y “casi siempre” represente un 57’8% de la muestra de
total, existe un gran número de entrenadoras que sólo cumplían esta norma “a
veces” o “casi nunca”. No hay estudios previos en los que apoyarnos que nos permitan
explicar estos resultados, pero pensamos que podría ser debido a que resulta
muy difícil que una gimnasta esté tan compensada como para que en su ejercicio
exista realmente un equilibrio claro entre el manejo del aparato con la mano
izquierda y con la derecha. Entonces, y a pesar de que no cumplir esta norma
del Código pudiera suponer una menor puntuación, una mala ejecución con la mano
menos hábil podría suponer una pérdida de puntos aún mayor, por lo que no
merecería la pena el cumplimiento de la norma.
En cuanto a las rutinas de entrenamiento
que aplican las entrenadoras, en la figura 3 se expone con qué frecuencia hacen
trabajar a sus gimnastas con el mismo número de repeticiones para derecha e
izquierda, en ejercicios de técnica corporal (TC) y de técnica de aparato (TA).
Figura 3: Frecuencia con la que las entrenadoras manifiestan trabajar con sus
gimnastas con el mismo número de repeticiones con lado derecho y con lado
izquierdo, tanto en ejercicios de Técnica corporal (TC) como en Ejercicios de
Técnica de Aparato (TA)
Puede observarse que existe
un porcentaje mayor de entrenadoras que consideran el trabajo compensatorio de
la TC más importante que el de la TA, ya que en TC la mayoría de la muestra (un
60,2%) señala la opción de “siempre”, mientras que en TA está más repartido
entre las demás opciones. Hemos hallado una correlación positiva
estadísticamente significativa (r=0,408; p=0,000) entre el trabajo de la TC y
el trabajo de la TA. Es decir, las entrenadoras que con más frecuencia trabajan
el mismo número de repeticiones para ambos lados en TC, también lo harán en TA.
En relación también con la TC
y la TA, se cuestiona a la muestra sobre una situación concreta: todas las
componentes de un conjunto de GR son más hábiles con un lado del cuerpo, salvo
una que lo es con el contrario. Se les pregunta si cambiarían la lateralidad de
esta gimnasta para aumentar la igualdad del equipo.
Si se contextualiza la respuesta
para la realización de las dificultades corporales, el porcentaje de
entrenadoras que buscaría cambiar la dominancia lateral de una gimnasta para
aumentar la igualdad del equipo en TC sería del 46%, frente al 54% que no lo
haría. Y al contextualizar la situación en relación con la lateralidad a la
hora de manejar el aparato, el porcentaje de entrenadoras que buscarían cambiar
la dominancia lateral de una gimnasta para aumentar la igualdad del equipo en
TA es del 49%, frente al 51% que no lo haría. En ambos casos existe una
cantidad bastante similar de entrenadoras que sí cambiarían la lateralidad de
una gimnasta en beneficio de la igualdad del equipo que de entrenadoras que no
lo harían, tanto en TC como en TA.
A las entrenadoras que
respondieron que “no” a las anteriores preguntas, se les pidió que expusieran
las tácticas que usarían para que la desigualdad en lateralidad entre las
gimnastas del equipo no supusiera un hándicap en el valor artístico del
ejercicio. Estas son las estrategias que más se repiten o las que hemos
considerado de mayor interés:
- Estrategias
para TC:
·
Hacer que la gimnasta con lateralidad diferente realice una
dificultad distinta al resto.
·
Utilizar formaciones del tipo 1-4, que permitan que la gimnasta
realice los elementos con su parte dominante, colocándola en la dirección opuesta
o en el centro, para que quede simétrico.
·
Colocarla estratégicamente durante todo el montaje y diseñar la
coreografía en función de esta gimnasta.
·
Utilizar formaciones originales en las que la gimnasta con
lateralidad diferente quede visualmente estética.
·
Realizar las dificultades en canon o en diferentes direcciones.
- Estrategias para TA:
·
Colocarla estratégicamente durante todo el montaje y diseñar la
coreografía en función de esta gimnasta.
·
Aprovechar su lateralidad para crear algún intercambio original e
interesante.
·
Realizar formaciones 1-4, de modo que quede simétrica la
diferencia.
·
En los intercambios, prestar atención a que dos gimnastas con
lateralidad distinta no se lancen entre ellas frente a frente, ya que los
aparatos podrían chocar.
·
Buscar manejos de aparato que queden igual de estéticos aunque se realicen con
el lado contrario.
·
Realizar los lanzamientos en canon, en diferentes direcciones o en
varios tiempos por subgrupos 1-2-2.
En este caso, también son
varias las entrenadoras que exponen que sí cambiarían la lateralidad de la
gimnasta con dominancia lateral distinta en según qué momentos. Por ejemplo, en
elementos sencillos de manejo de aparato o en los pasos de danza, adaptando los
movimientos del aparato a los que la gimnasta con lateralidad diferente supiera
realizar con su mano no dominante.
Tras conocer la opinión de
la muestra en cuanto a cambios de lateralidad en TC y TA y habiéndoles hecho
reflexionar sobre el tema, se les pregunta si, en definitiva, consideran
adecuado cambiar la lateralidad de una gimnasta con el fin de obtener mejores
logros competitivos. La muestra sigue estando dividida, entre el “sí” y el
“no”, con unos porcentajes prácticamente similares: 52% sí la cambiarían,
frente al 48% que no la cambiarían.
A estas 43 participantes
(52%) que responden afirmativamente, se les pregunta a partir de qué niveles
competitivos realizarían estos cambios en la lateralidad de sus gimnastas o si
lo harían a cualquier nivel. Un 33% de la muestra haría el cambio a cualquier
nivel, mientras un 9% lo haría a partir de nivel escolar, 14% a partir de nivel
autonómico. Cabe destacar que un 44% del subgrupo que ha respondido “sí” al
cambio de lateralidad, expone que sólo lo harían a partir de nivel nacional, es
decir, a un
nivel competitivo bastante alto. Esto podría ocurrir porque, llegados a este
nivel, cobran más relevancia los resultados que en niveles anteriores. Así, las
entrenadoras intentarán lograr puntuaciones mayores en competición, cuidando
mucho más los detalles de igualdad, coordinación, simetría y compenetración
entre sus gimnastas. También es posible que, al encontrarnos en un nivel en el
que las gimnastas tienen un rendimiento bastante alto, sea más fácil producir
un cambio de lateralidad. En principio, las gimnastas serán más hábiles que en
niveles inferiores y contarán con más horas de entrenamiento para perfeccionar
los movimientos con su lado menos hábil.
Se vuelve a consultar a la
totalidad de la muestra sobre si realizarían o no un cambio en la lateralidad
de un/a gimnasta a cualquier edad. El 75% de la muestra opina que no lo haría a
cualquier edad. Existen algunas categorías en las que se cree más conveniente
realizar estos cambios. Como a cada una de estas/os entrenadoras se le dejaba
señalar más de una opción de edad, así quedan las respuestas totales por
categorías:
Figura 4: Categorías en las que consideran
las entrenadoras adecuado cambiar la dominancia lateral de sus gimnastas
Puede observarse en el
gráfico cómo la línea va descendiendo claramente conforme avanzamos en las
categorías. De esta forma, las categorías donde con más frecuencia se cambiaría
la lateralidad de una gimnasta serían las de prebenjamín (6-8 años) y benjamín
(8-10 años). Así, los resultados apuntan a que las entrenadoras consideran más
adecuados los cambios de lateralidad a edades tempranas. Estos resultados van en línea de la teoría del desarrollo
de Gesell de 1958 (Gil Madrona, Contreras
Jordán & Gómez Barreto, 2008) en la que se expone que el
aprendizaje depende del desarrollo. Es decir, será en las etapas de desarrollo
(infancia y niñez) donde se adquirirán con mayor facilidad nuevos aprendizajes.
Así, si incluimos un cambio de lateralidad en una etapa en la que el individuo
aún se está desarrollando, será mucho más fácil que asimile y se adapte a este
nuevo aprendizaje, que si lo hacemos más adelante.
Al consultar la opinión de
la muestra sobre qué cambios de lateralidad se dan con mayor frecuencia en GR,
si los manuales o los pédicos, entre las
entrenadoras, existe un número casi similar de las que creen que se dan con más
frecuencia los cambios en lateralidad manual y las que creen más frecuentes los
pédicos (figura 5).
Figura 5: Cambios de lateralidad más frecuentes en GR en opinión de las
entrenadoras
Además, en la figura 6 se
analiza si estos cambios son más frecuentes de derecha a izquierda o de
izquierda a derecha, tanto en manos como en pies.
Figura 6: Frecuencia con la que se producen cada uno de los cambios de
lateralidad expuestos en opinión de las entrenadoras
Existe un claro predominio
de los cambios de zurda a diestra frente a los de diestra a zurda, tanto en
pies como en manos. Estos resultados parecen razonables, ya que aproximadamente
sólo un 10% de la población es zurda (Zurita et al., 2010). Debido a esto, en
un conjunto de GR, lo normal será que haya menos gimnastas zurdas que diestras
y, por lo tanto, será más fácil cambiar la lateralidad de las primeras, puesto
que serán menor en número.
También se les cuestiona sobre
qué lateralidad creen más ventajosa para una gimnasta que se dedica de forma
más específica a la GR individual. Un 84% de la totalidad de personas
cuestionadas opina que es indiferente si son diestras o zurdas., un 12% opina
que diestras, y únicamente un 4% opina que zurdas. De estos resultados se
deduce que no parece haber una dominancia lateral más propicia que otra para la
práctica de la GR individual. Sin embargo, para determinados deportes sí se
considera ventajoso tener una lateralidad dominante específica (Grouios,
2004). Por ejemplo, Hageman (2009), recoge
que hay una sobrerrepresentación de zurdos en la mayoría de los deportes
interactivos de competición directa, respecto al cómputo de zurdos en la
población global. En el caso de los deportes individuales, no parece resultar
ventajosa a nivel táctico una lateralidad específica.
Para finalizar, en la figura
7 se observa cómo la gran mayoría de la muestra piensa que sí es posible lograr
la ambidextría de una gimnasta para determinadas
técnicas.
Figura 7: Frecuencia de respuesta de las entrenadoras al ser consultadas sobre
la posibilidad de lograr la ambidextría de una
Gimnasta
4.
CONCLUSIONES
El entrenamiento
contralateral en las gimnastas de GR propiciados por sus entrenadoras son
relativamente
frecuentes (60%). Este entrenamiento suele ir encaminado a acciones concretas,
y no suelen producir que el lado más hábil de la gimnasta pase a ser el
contrario del que era (72% de las entrenadoras a las que se les cambió la
lateralidad, mantuvieron como más hábil su lado dominante original).
La mayoría de los cambios de
lateralidad en GR son debidos a lesiones en el miembro dominante o a la
necesidad de conseguir una igualdad entre las gimnastas de un mismo equipo.
Las entrenadoras trabajan
con más frecuencia con el mismo número de repeticiones para ambos lados en TC
(60%) respecto a TA (29%). Las entrenadoras que trabajan con más frecuencia el
mismo número de repeticiones en TC, también lo hacen en TA, y viceversa.
No hay un criterio claro
entre las entrenadoras a la hora de cambiar la lateralidad de las gimnastas en TC
para aumentar la igualdad de un equipo; un 46% forzaría el cambio, frente a un
54% que no lo haría. Tampoco lo hay en TA; un 49% lo haría y un 51% no lo
haría.
Al preguntar a las
entrenadoras si es justificable un cambio de lateralidad con el fin de
conseguir logros deportivos, tampoco encontramos un criterio claro. Un 52% lo
ve justificable y un 48%, no.
Existen estrategias,
utilizadas por las entrenadoras, para “disimular” la dominancia lateral
diferente (en TC y TA) de una o varias gimnastas dentro del equipo.
La mayoría de entrenadoras,
si tuvieran que cambiar la lateralidad de alguna de sus gimnastas, lo harían a
partir de nivel nacional y a edades tempranas (6-11 años).
La muestra opina que en la GR
se dan con mayor frecuencia los cambios de lateralidad de zurda a diestra que a
la inversa, aunque para una gimnasta que se dedica a la competición individual
parece ser indiferente su dominancia lateral.
La falta de estudios previos
puede suponer una limitación en este trabajo, ya que no permite contrastar los
resultados con otros trabajos. Por otro lado, al no aplicarse un cuestionario
validado, los resultados podrían tener problemas de fiabilidad.
5.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Batista, A., Bobo, M., & Ávila-Carvalho, E. L. L.
(2015). Flexibilidad en Gimnasia Rítmica: asimetría funcional en gimnastas
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own references: 2
Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 21 - número 83 -
ISSN: 1577-0354
ANEXO
Cuestionario dirigido a entrenadoras/es
A continuación, se expone un cuestionario que consta de 30 preguntas sencillas,
dirigidas a entrenadoras/es y
ex-entrenadoras/es de Gimnasia rítmica. Este cuestionario
pretende conocer cómo se trata la lateralidad de los/las gimnastas en nuestra disciplina deportiva, ya que es un ámbito poco estudiado
en comparación con otros deportes.
Por favor, contesta
a todas las preguntas con sinceridad, puesto que es anónimo.
Muchas gracias por tu colaboración.
1. Edad
2. Sexo
3. Nacionalidad
4. ¿Tienes algún
tipo de formación relacionada con el entrenamiento deportivo? (selecciona todos los que consideres)
- Ninguna
-Técnico de Nivel I de Gimnasia rítmica
-Técnico de Nivel
II de Gimnasia rítmica
-Técnico de Nivel
III de Gimnasia rítmica
- Licenciado/graduado en Ciencias de la actividad física y el deporte
- Licenciado/graduado en Magisterio con mención de Educación
física
- Ciclo formativo de grado superior TAFAD
- Otros
5. Si has marcado en la respuesta anterior “otros”, por favor, especifica cuál.
6. ¿Cuánto tiempo has ejercido como
entrenadora?
- Menos de 1 año
- De 1 a 3 años
- De 3 a 5 años
- De 5 a 10 años
- De 10 a 20 años
- Más de 20 años
7. ¿En qué localidad has ejercido la mayor parte de tu actividad como entrenadora?
8. ¿Has practicado/practicas Gimnasia rítmica?
-Sí
-No
Si
la respuesta
es afirmativa, por favor, contesta a las siguientes preguntas:
9. ¿Cuál es el máximo
nivel en el que has practicado Gimnasia rítmica?
- Escolar
- Autonómico
- Nacional
- Internacional
10. ¿Alguno/a de los entrenadores/as que has tenido te
ha
hecho cambiar tu lateralidad
innata en algún aspecto concreto? (por ejemplo: te
ha
hecho lanzar o ejecutar una dificultad con tu lado
no dominante para aumentar la
igualdad en un conjunto)
- Sí
- No
- Ns/nc
11. Si la respuesta es afirmativa, ¿este cambio ha producido que tu lado dominante pase
a ser el contrario del que era para ese aspecto concreto?
- Sí
- No
- Ns/Nc
12. En caso
de que hayan cambiado tu
lateralidad
en algún momento
de tu vida
deportiva, cuenta tu experiencia.
13. En el Código de Gimnasia
rítmica se expone que tiene que existir un equilibrio (50-50) en
el
manejo de aparato entre la mano dominante y la no dominante,
¿diseñas los ejercicios de tus gimnastas para que esto se cumpla?
- Siempre
- Casi
siempre
- A veces
- Casi nunca
- Nunca
14. ¿Trabajas
con
el mismo
número de
repeticiones
para
el lado dominante
de la
gimnasta
que para su
no dominante en
ejercicios de técnica
corporal?
- Siempre
- Casi
siempre
- A veces
- Casi nunca
- Nunca
15. ¿Trabajas
con
el mismo número
de repeticiones para el
lado
dominante de
la gimnasta que para su no dominante en ejercicios de técnica de aparato?
- Siempre
- Casi
siempre
- A veces
- Casi nunca
- Nunca
16. Si te encuentras a un conjunto
de gimnastas en el
que todas
las
componentes realizan las dificultades
corporales
con
el mismo lado del cuerpo salvo una
¿cambiarías la lateralidad de esta gimnasta para aumentar la igualdad del equipo?
- Sí
- No
17. Si la respuesta es
negativa, ¿qué
estrategias utilizas para que esto no
sea un
hándicap para el valor artístico del ejercicio? (Ejemplo, colocar a la
gimnasta en un
lugar de
la formación
en el que
quede estética la diferencia, hacer que
realice
otra
dificultad…)
18. Si te encuentras a un conjunto
de gimnastas en el
que todas
las
componentes manejan el aparato
con
la
mano derecha salvo una, que es zurda, ¿cambiarías la
lateralidad de esta gimnasta para aumentar la
igualdad del equipo?
-Sí
- No
19. Si la respuesta es
negativa, ¿qué
estrategias utilizas para que esto no
sea un
hándicap para el valor artístico del ejercicio? (Ejemplo, colocar a la
gimnasta en un
lugar de
la formación
en el que
quede estética la diferencia, hacer que
realice
otra
dificultad…)
20. En individuales, ¿qué crees que es más ventajoso ser?
-Diestra
-Zurda
-Indiferente
21. ¿Consideras adecuado cambiar la lateralidad de una gimnasta con el fin de obtener mejores logros competitivos?
- Sí
- No
22. En caso afirmativo, ¿en todos los niveles competitivos o sólo a partir de ciertos
niveles?
- En todos
- A partir de nivel
provincial
- A partir de nivel autonómico
- A partir de nivel nacional
23. Si quisieras cambiar la lateralidad de una gimnasta, ¿lo harías a cualquier edad?
- Sí
- No
24. En caso de respuesta negativa, ¿en qué categorías lo harías?
- Prebenjamín
-
Benjamín
- Alevín
- Infantil
- Junior
- Sénior
25. En Gimnasia rítmica, ¿Qué casos consideras que se dan con mayor frecuencia?
- Cambio de lateralidad manual
- Cambio de lateralidad pédica
- Ns/Nc
26. En Gimnasia rítmica, ¿Qué cambios consideras que se dan con mayor frecuencia en
lateralidad manual?
- De diestra
a zurda
- De zurda a diestra
- Ns/Nc
27. En Gimnasia rítmica, ¿Qué cambios consideras que se dan con mayor frecuencia en
lateralidad pédica?
- De diestra a zurda
- De zurda a diestra
- Ns/Nc
28. En Gimnasia rítmica, ¿cómo consideras de común el cambio de lateralidad de las
deportistas de alta competición por parte
de
los entrenadores/as?
- Muy frecuente
- Bastante frecuente
- Algo frecuente
- Poco frecuente
- Nada
frecuente
29. ¿Crees posible
lograr la
ambidextría
total
de un
deportista de
rítmica con el
entrenamiento adecuado?
- Sí
-No
- Ns/Nc
30. Por último, utiliza este espacio si lo deseas para escribir cualquier apreciación, comentario
o experiencia
en relación
a
la lateralidad en
la Gimnasia
rítmica.
Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 21 - número 83 -
ISSN: 1577-0354