Suárez-Luginick, B.; Rueda-Ojeda,
J.; Collazo-García, C.L.; Rodríguez-López,
E.S.; Otero-Campos, A.; Navarro-Cabello, E. (2022) Muscle Activation in Runners
with Iliotibial Band Syndrome. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de
la Actividad Física y el Deporte vol. 22 (86) pp. 335-348 Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista86/artactivacion1341.htm
DOI: https://doi.org/10.15366/rimcafd2022.86.009
ORIGINAL
ACTIVACIÓN MUSCULAR EN CORREDORES CON EL SÍNDROME DE LA BANDA ILIOTIBIAL
MUSCLE ACTIVATION IN RUNNERS WITH ILIOTIBIAL
BAND SYNDROME
Suárez-Luginick, B.1; Rueda-Ojeda,
J.2; Collazo-García, C.L.3; Rodríguez-López, E.S.4,
Otero-Campos, A.5 y Navarro-Cabello, E.6
1 Doctor en
Ciencias de la Actividad física y deporte. Grado en fisioterapia. Universidad
Politécnica de Madrid (España) bruno.suarez@entrenamadrid.es
2 Doctorando
en Ciencias de la Actividad física y deporte. Universidad Politécnica de Madrid
(España) javier.rueda.7792@gmail.com
3 Licenciado en Ciencias de la Actividad física y deporte. Grado en fisioterapia. Universidad Politécnica de Madrid (España) cesar.collazo@entrenamadrid.es
4
Profesora asociada.
Doctora en Fisioterapia. Universidad Camilo José Cela (España). esrodriguez@ucjc.edu
5 Profesor asociado.
Doctorando en Fisioterapia. Universidad Camilo José Cela (España). aotero@ucjc.edu
6
Titular de Universidad.
Universidad Politécnica de Madrid (España) enrique.navarro@upm.es
Código UNESCO / UNESCO code: 3204.04
Rehabilitación/Rehabilitation.
Clasificación
del Consejo de Europa / Council of Europe classification: 11.
Medicina del deporte / Sport Medicine
Recibido 26 de febrero de 2020 Received February 26, 2020
Aceptado 2 de julio de 2020 Accepted
July 2, 2020
Esta
investigación examinó las diferencias en la activación muscular en los músculos
de la cadera y muslo en corredores y corredoras con y sin el síndrome de la banda iliotibial (SFBI). Se
registró la actividad neuromuscular en 21 corredores durante la carrera (14
SFBI y 7 sanos). No se han encontrado diferencias significativas en la
actividad muscular media entre los corredores y corredoras lesionados. Sin
embargo, en el caso de las corredoras lesionadas, se han encontrado diferencias
entre el vasto lateral y el tensor fascia lata, y entre el vasto lateral y el
bíceps femoral (p<0,05 en ambos casos). En el caso de los corredores hombres
lesionados, se han encontrado diferencias entre el glúteo mayor
y el tensor fascia lata, y entre el glúteo mayor y el bíceps femoral (p<0,05
en ambos casos). Estos hallazgos proporcionan un mayor entendimiento de la
lesión y ayudarían a un tratamiento más específico.
PALABRAS
CLAVE: electromiografía, rodilla, síndrome de la banda iliotibial.
A study was performed to examine differences in hip
and thigh muscle activation in male and female runners with and without
iliotibial band syndrome (ITBS). The neuromuscular activity of 21 runners was
recorded during run (14 ITBS and 7 healthy). No significant differences were
observed in mean muscle activity in injured male and female runners. In
contrast, in female runners with ITBS, there were differences between the
vastus lateralis and the tensor fasciae latae and between the vastus lateralis
and the femoral biceps (p<0.05 in the two cases). With regard to male
runners with ITBS, differences in activity were observed between the gluteus
maximus and the tensor fasciae latae, and between the gluteus maximus and the
femoral biceps (p<0.05 in the two cases). These findings contribute to a
better understanding of iliotibial band syndrome and may be useful for the
design of targeted treatments.
KEY WORDS:
electromyography, knee, iliotibial band syndrome.
El
síndrome de la banda iliotibial (SFBI) es una patología de diagnóstico clínico1, que
tiene como síntoma inicial el dolor que sufre el sujeto durante la carrera en
la parte lateral externa de alguna de sus rodillas2,3. Los
síntomas aparecen de forma progresiva por el roce continuado de la banda
iliotibial con el cóndilo femoral durante la fase de apoyo del ciclo de paso4. Según Fairclough et al.5 el
punto de mayor fricción se produce en los 30º de flexión de la rodilla, produciendo irritación e inflamación del tejido, bursa o grasa bajo el tracto
iliotibial. Las funciones de la banda iliotibial son las de estabilizar la
cadera y la rodilla, así como limitar la aducción de cadera y rotación interna
de la rodilla6,7.
El SFBI es la segunda lesión más común y primera causa de dolor lateral en la rodilla de los
corredores8,9. En el desarrollo del SFBI existe una relación directa entre aumento de
volumen e índice de lesión8,10. A nivel
cinemático, algunos autores han encontrado diferencias en los patrones de flexión y
extensión de la rodilla en corredores que habían sufrido previamente el SFBI en
comparación con corredores sanos11,12. Sin embargo, no se han
encontrado diferencias en los patrones de flexión y extensión de la rodilla en
corredores que sufren actualmente el SFBI11,13. Esto indica la posibilidad
de que puedan existir diferencias en otros ejes de movimiento, diferentes a la
flexoextensión y en los patrones de movimiento de otras articulaciones14. La excesiva aducción de la cadera12,15-20
y rotación interna tibial7,11,12,18,20, se
han citado como factores de riesgo para sufrir el SFBI. En cambio, no se han
encontrado diferencias en la aducción de cadera ni en la rotación interna
tibial en corredores con síntomas actuales21-25. Esta diferencia,
indica una tasa de tensión mayor de la banda iliotibial para estabilizar la
cadera y la rodilla característico de los corredores lesionados26.
Estos hallazgos confirman lo citado por Foch et al.27 que la
alteración cinemática
depende del status de la lesión.
La tensión en la banda iliotibial (ITB) puede
verse afectada por la contracción de los músculos glúteo mayor, tensor de la
fascia lata y vasto lateral28-30. Durante la fase de desaceleración
el aumento en la aducción de cadera en corredores con SFBI requiere una gran
contribución de la musculatura de la cadera para responder al momento de
aducción de cadera31. Se sugiere que, un factor en el desarrollo del
SFBI es la incapacidad de la musculatura de la cadera para contrarrestar el
momento de aducción, ya sea por debilidad o disfunción neuromuscular9,13,19,32.
La fatiga muscular también se ha demostrado que produce cambios en la técnica
en los corredores con SFBI11,21,33. Una característica de la fatiga
muscular es un cambio en la señal electromiográfica en contracciones submáximas34.
Se han encontrado tres investigaciones
de electromiografía (EMG) con participantes que sufren el SFBI. Baker et al.21
muestran que la activación del músculo tensor de la fascia lata en corredores
lesionados aumentó en comparación con los controles durante el minuto 3 de
carrera. Brown et al.34 afirman que el músculo glúteo medio de las corredoras femeninas
con SFBI no muestra deficiencias de fuerza máxima, sino que muestra una menor
resistencia a la fatiga. Foch et al.35 muestran que la actividad del
glúteo medio es similar en corredoras que han sufrido el síndrome de la banda
iliotbial en comparación con las corredoras sanas. Más datos son
necesarios sobre los efectos de la EMG en la función muscular de la cadera y
muslo en corredores que sufren el SFBI.
Las investigaciones tienen en cuenta la
pierna que está afectada por la lesión, pero no, que respuesta puede tener la
pierna no afectada. En otras patologías, como la rotura de ligamento cruzado
anterior (LCA) se ha estudiado la diferencia de EMG entre piernas en post
operados36. En SFBI, Suárez et al.25 han
reportado que no existen diferencias cinemáticas entre
ambas piernas. Fredericson et al.31
afirman que la pierna lesionada ofrece una menor fuerza abductora que la pierna
no lesionada. Pero, no se ha registrado ninguna investigación que compare la
actividad neuromuscular de los músculos de la cadera y el muslo de ambas
piernas en sujetos que sufren actualmente el SFBI, motivo de desarrollo de este trabajo.
Debido a
que no existe un consenso claro sobre cómo afecta la lesión a la
actividad neuromuscular de corredores y corredoras que sufren la lesión en el
instante de ser analizados, el propósito de este estudio fue determinar las
diferencias en la actividad muscular de los músculos de cadera y muslo entre
hombres y mujeres lesionados con el SFBI. Y debido a que las mujeres son el
doble de propensas a sufrir esta patología8, determinar también las
diferencias en la actividad muscular de los músculos de la cadera y muslo,
entre mujeres lesionadas y sin la lesión en el momento de ser analizadas. Con base en el estudio de Baker et al.21, se
hipotetizó que existen diferencias en la actividad muscular entre corredores
hombres y mujeres que sufren el síndrome de la banda iliotibial, y que las
corredoras con SFBI actual muestran una alteración en la actividad
neuromuscular en comparación con las corredoras sanas.
21
corredores de resistencia entrenados en actividades recreacionales divididos en
3 grupos, mujeres lesionadas, hombres lesionados y corredoras no lesionadas (rango
de edad: 24-58 años; altura: 1.70 ± 0.08 m; masa corporal: 64.9 ± 12.65 kg)
participaron voluntariamente en este estudio trasversal (Tabla 1). Todos los
participantes cumplieron con los criterios de inclusión: (1) mayores de 18
años, (2) volumen semanal mínimo 20 km, (3) diagnóstico médico previo, (4) historial clínico típico, con dolor durante la carrera, (5)
dolor sobre el cóndilo femoral durante el estudio, (6) no sufrir otras
patologías relacionadas con la rodilla. Después de recibir información
detallada sobre los objetivos y procedimientos del estudio, cada sujeto firmó
un formulario de consentimiento informado para participar, que cumplía con los
estándares éticos de la Declaración de
Helsinki37. Este estudio ha sido aprobado por el comité de ética de
la Universidad Politécnica de Madrid, Madrid, España.
Tabla 1.
Participantes
|
SFBI
hombres |
SFBI
mujeres |
No lesionados |
n |
9 |
5 |
7 |
Altura (m) |
1,77 (,05) |
1.65
(.06) |
1.62
(.05) |
Peso (kg) |
77,19
(7,75) |
56.94
(4.8) |
54.2
(6.82) |
IMC (kg.m-2) |
24.64
(1.94) |
20.91
(2.49) |
20.49
(1.82) |
Velocidad (m/s) |
3,04
(0,43) |
2.74
(0.44) |
2.66
(0.31) |
*
Valores son media (desviación estándar)
**
IMC: Índice de masa corporal
Los
sujetos fueron evaluados individualmente en un día. La sesión de prueba comenzó
con la recopilación de datos antropométricos,
medición y colocación de los sensores electromiográficos. Los
sujetos corrieron con sus zapatillas habituales en una superficie plana. El
área de registro fue una pista de cinco metros por quince metros de longitud
delimitado por conos. El recorrido a realizar fue explicado detenidamente a cada
participante, y en él las corredoras corrieron a velocidad libremente elegida11,14,25,38
hasta que se obtuvieron cuatro grabaciones con cada pierna. Con el fin de no
alterar la técnica de carrera, no se dio información alguna a los corredores
sobre el proceso de toma de datos. Anteriormente, los corredores realizaron un
calentamiento estandarizado de 10 minutos de duración en el mismo circuito.
Para fines
descriptivos, se determinaron la estatura corporal (cm) y la masa corporal (kg)
utilizando un tallímetro de precisión y una balanza
(modelo Pino Blue Soehnle® Corp., Alemania). Todas las medidas fueron tomadas
con los participantes vistiendo ropa interior. El índice de masa corporal (IMC)
se calculó a partir de la masa corporal y la altura de los sujetos (kg.m-2).
Después de
proporcionar el consentimiento informado y completar los cuestionarios, los
participantes fueron preparados para las mediciones electromiográficas (EMG). Se afeitó la piel, se raspó con papel de lija y
se limpió con alcohol para una detección óptima de las señales musculares. Los
electrodos se unieron al músculo vasto lateral
(VL), bíceps femoral (BF)
glúteo
mayor (GMAX), glúteo medio (GMED), y tensor fascia lata (TFL) de ambas
extremidades. La colocación de los sensores se realizó según las recomendaciones del protocolo SENIAM39. La
ubicación para el VL fue a un 66% en la línea que transcurre desde la espina
iliaca antero superior al lado lateral de la rótula, para el BF al 50% en la
línea entre la tuberosidad isquiática y el epicóndilo lateral de la tibia, el
GMAX al 50% en la línea entre las vértebras sacras y el trocánter mayor, el
GMED al 50% en la línea desde la crista iliaca hasta el trocánter y el TFL en
la línea desde la espina iliaca antero superior al cóndilo femoral lateral en
el 1/6 proximal. Se utilizaron
electrodos inalámbricos para electromiografía de
superficie (Trigno Delsys® 1000 Hz). Se registró la actividad
media durante la fase de apoyo de los músculos Glúteo Mayor, Vasto Lateral, Tensor Fascia Lata, Bíceps
Femoral y Glúteo Medio. Para la determinación de los instantes que definen el
ciclo de carrera se utilizó un sistema de captura 3D Vicon (120Hz) y
plataformas de fuerza Kistler (1000HZ). Los datos de EMG fueron filtrados,
rectificados y normalizados usando la actividad media durante todo el ciclo de
carrera. A todas las señales se le aplicó un filtro a paso banda tipo
Butterworth con unas frecuencias de corte de 20Hz y 300Hz y se suavizó la señal mediante el cálculo del Root Mean Square (RMS) con un
tamaño de ventana de 0,05’’ y un solapamiento de
0,025’’.
Se tomaron
los valores medios electromiográficos de la pierna lesionada de hombres y
mujeres para establecer la comparación entre ambos. Así mismo se comparó la
actividad electromiográfica de la pierna lesionada y la pierna sana. Por otro
lado, se comparó la actividad de los músculos VL, GMAX, GMED, TFL y BF entre
hombres y mujeres lesionados. Finalmente se comparó la actividad de los mismos
músculos entre la pierna lesionada de las corredoras y la pierna dominante de
las corredoras sanas.
La comparación de los datos entre los
tres grupos fue realizada con SPSS 20.0 (SPSS Inc., Chicago, IL, USA) mediante
dos ANOVAS. En la primera comparación entre corredores hombres y mujeres
lesionados se utilizó una ANOVA de medidas repetidas con cuatro factores:
Músculo (5), Pierna (2) y Repeticiones (3) como factores de medidas repetidas y
como factor independiente el Sexo (2). En la segunda comparación entre
corredoras sanas y lesionadas se utilizó una ANOVA de medidas repetidas con
cuatro factores: Músculo (5), Pierna (2) y Repeticiones (3) como factores de
medidas repetidas y como factor independiente estar o no lesionada (2). Para la
información de los resultados se agruparán las variables en relación a las
hipótesis planteadas en el apartado introducción. El nivel de significación se
fijó en p<0,05. Los resultados se interpretaron con tamaños del efecto
utilizando el valor de la d de Cohen. Los valores de umbral para los tamaños de
efecto se establecieron como, grande mayor de 0.8 y medio entre 0.5 y 0.8
respectivamente40.
En el
análisis de las medidas EMG de la pierna lesionada de los
corredores hombres y mujeres lesionados (tabla 2) no se han encontrado
diferencias significativas al comparar la activación media en cada músculo, en
las 3 repeticiones analizadas (figura 1).
Tabla
2. Parámetros (media ± desviación estándar), % del
ciclo de paso, EMG de los músculos de la pierna lesionada de los corredores
lesionados.
|
SFBI
Mujer |
SFBI
hombres |
Diferencias |
P-valor |
d |
GMAX (%
ciclo paso) |
136.48%
(41.27%) |
153.18% (32.62%) |
16.70%
(37.20%) |
0.26 |
0.45 |
VL (% ciclo
paso) |
235.45% (117.63%) |
174.13% (93.0%) |
61.32%
(106.03%) |
0.16 |
0.58 |
TFL (% ciclo
paso) |
110.74%
(20.98%) |
109.28%
(16.58%) |
1.45%
(18.91%) |
0.84 |
0.08 |
BF (% ciclo paso) |
116.10% (29.06%) |
108.42% (22.97%) |
7.67%
(26.19%) |
0.47 |
0.29 |
GMED (%
ciclo paso) |
145.47%
(51.35%) |
138.11%
(40.59%) |
7.36%
(46.28%) |
0.69 |
0.16 |
*EMG
= Electromiografía; % ciclo de paso; GMAX = Glúteo mayor; VL = Vasto lateral; TFL = Tensor fascia
lata; BF = Bíceps femoral; GMED = Glúteo medio.
**
Valores son media (desviación estándar)
+
Diferencias significativas entre la pierna lesionada de hombres y mujeres
lesionadas
Figura 1. Activación muscular de los corredores lesionados.
*EMG
= Electromiografía; % ciclo de paso; GMAX = Glúteo mayor; VL = Vasto lateral; TFL = Tensor
fascia lata; BF = Bíceps femoral; GMED = Glúteo medio.
Se han
encontrado diferencias significativas (p<0,05) al realizar una comparación entre los músculos estudiados
de la pierna lesionada de las corredoras lesionadas. En la
comparación de VL con TFL, la diferencia ha sido (124,71% ± 84,49%) con un
tamaño del efecto alto 1,48. También ha sido significativa la diferencia entre
VL y BF (p<0,05), la diferencia ha sido (119,35% ± 85,68%) con un tamaño del
efecto alto 1,39.
El VL (235,45% ± 117,64%) es el músculo
con mayor activación, seguido del GMAX (145% ± 7%) y del GMED (142% ± 9%), siendo las diferencias entre
ellos no significativas. TFL (110% ± 4%) y BF (112% ± 5%)
presentaron activaciones significativamente menores.
Entre los músculos estudiados de la pierna
lesionada de los corredores hombres lesionados existen diferencias
significativas (p<0,05). En la comparación de GMAX con TFL, la diferencia ha
sido (43,90% ± 25,88%) con un tamaño del efecto alto 1,70. También, ha sido
significativa la diferencia entre GMAX y BF (p<0,05), la diferencia fue
(44,76% ± 28,22%) con un tamaño del efecto alto 1,59.
Los datos
de esta investigación muestran que no se han encontrado diferencias entre la
activación muscular de los músculos de la pierna lesionada y los
músculos de la pierna no lesionada de las corredoras lesionadas (tabla 3).
Tabla 3. Parámetros (media ± desviación estándar), % del ciclo de
paso, EMG entre piernas de las corredoras lesionadas.
|
Pierna
SFBI |
Pierna
sana |
Diferencias |
P-valor |
d |
GMAX (%
ciclo paso) |
146.17%
(37.10%) |
126.79%
(37.50%) |
19.38%
(37.30%) |
0.44 |
0.52 |
VL (%
ciclo paso) |
259.32%
(115.35%) |
211.59%
(71.22%) |
47.73%
(95.86%) |
0.41 |
0.50 |
TFL (%
ciclo paso) |
108.11%
(33.98%) |
113.37%
(21.75%) |
5.26%
(28.53%) |
0.82 |
0.18 |
BF (% ciclo
paso) |
103.57% (24.44%) |
128.63%
(24.17%) |
25.06%
(24.31%) |
0.11 |
1.03 |
GMED (%
ciclo paso) |
160.81%
(47.24%) |
130.14%
(50.75%) |
30.67%
(49.03%) |
0.38 |
0.63 |
*EMG
= Electromiografía; % ciclo de paso; GMAX = Glúteo mayor; VL = Vasto lateral; TFL = Tensor
fascia lata; BF = Bíceps femoral; GMED = Glúteo medio.
**
Valores son media (desviación estándar)
+ Diferencias significativas entre músculos de la pierna sana y de la pierna lesionada de las
corredoras lesionadas
En el caso
de los corredores hombres lesionados, los datos confirman que no hay
diferencias entre la activación muscular de los músculos
de la pierna lesionada y los músculos de la pierna no lesionada (tabla 4).
Tabla 4.
Parámetros (media
± desviación estándar), % del ciclo de paso, EMG entre piernas de los
corredores hombres lesionados.
|
Pierna
SFBI |
Pierna
sana |
Diferencias |
P-valor |
d |
GMAX (%
ciclo paso) |
144,50%
(39,35%) |
161,88%
(39,77%) |
17,38%
(39,56%) |
0.38 |
0,44 |
VL (%
ciclo paso) |
170,78%
(122,35%) |
177,48%
(75,54%) |
6,70%
(101,68%) |
0.88 |
0,07 |
TFL (%
ciclo paso) |
111,93%
(36,05%) |
106,65%
(23,07%) |
5,28%
(30,26%) |
0.77 |
0,17 |
BF (%
ciclo paso) |
111,31%
(25,92%) |
105,54%
(25,63%) |
5,77%
(25,78%) |
0.63 |
0,22 |
GMED (%
ciclo paso) |
145,84%
(50,11%) |
130,38%
(53,82%) |
15,46%
(52,00%) |
0.57 |
0,30 |
*EMG
= Electromiografía; % ciclo de paso; GMAX = Glúteo mayor; VL = Vasto lateral; TFL = Tensor fascia
lata; BF = Bíceps femoral; GMED = Glúteo medio.
**
Valores son media (desviación estándar)
+ Diferencias significativas entre músculos de la pierna sana y de la pierna lesionada de los
corredores lesionados
Al comparar los músculos de la pierna
dominante de las corredoras sanas y la pierna lesionada de las corredoras
lesionadas (tabla 5), no se han encontrado diferencias significativas en la
activación muscular (figura 2).
Tabla 5. Parámetros (media ± desviación estándar), % del ciclo de
paso, EMG entre corredoras lesionadas y corredoras sanas.
|
SFBI |
Sanas |
Diferencias |
P-valor |
d |
GMAX (%
ciclo paso) |
126,79%
(31,34%) |
128,45%
(31,34%) |
1,66%
(31,34%) |
0.93 |
0,05 |
VL (%
ciclo paso) |
211,59%
(57,03%) |
157,48%
(57,03%) |
54,11%
(57,03%) |
0.14 |
0,95 |
TFL (%
ciclo paso) |
113,37%
(19,57%) |
92,44%
(19,57%) |
20,93%
(19,57%) |
0.10 |
1,07 |
BF (%
ciclo paso) |
128,63%
(36,91%) |
107,66%
(36,91%) |
20,97%
(36,91%) |
0.35 |
0,57 |
GMED (%
ciclo paso) |
130,14%
(40,59%) |
150,22%
(40,59%) |
20,08%
(40,59%) |
0.42 |
0,49 |
*EMG
= Electromiografía; % ciclo de paso; GMAX = Glúteo mayor; VL = Vasto lateral; TFL = Tensor
fascia lata; BF = Bíceps femoral; GMED = Glúteo medio.
**
Valores son media (desviación estándar)
+ Diferencias significativas entre músculos de la pierna dominante y pierna lesionada de las
corredoras lesionadas.
Figura 2. Activación muscular de las corredoras lesionadas y sanas.
*EMG = Electromiografía; % ciclo de paso; GMAX
= Glúteo mayor; VL = Vasto lateral; TFL = Tensor fascia lata; BF = Bíceps
femoral; GMED = Glúteo medio.
DISCUSIÓN
El
objetivo de este estudio fue determinar las diferencias en la
actividad muscular de los músculos de cadera y muslo entre hombres y mujeres
lesionados con el síndrome de la banda iliotibial. Y debido a que las mujeres
son el doble de propensas a sufrir esta patología8, determinar
también las diferencias en la actividad muscular de los músculos de cadera y
muslo entre mujeres lesionadas y sin la lesión en el momento de ser analizadas.
Con ello, se planteó la hipótesis de que las corredoras con SFBI exhibirían
patrones electromiográficos diferentes a las corredoras no lesionadas.
Contrariamente
a nuestra hipótesis, en este estudio no se
identificaron diferencias significativas de las medias de los
músculos del grupo SFBI, teniendo en cuenta la variable independiente del
género (figura 1). Sin embargo, sí demostró una diferencia en la comparación entre los propios músculos de cada
grupo. Solamente tres estudios anteriores han examinado la actividad muscular
de la cadera y muslo en corredores con SFBI21,34,35. En el
estudio de Baker et al.21 la muestra de corredores lesionados estaba
formado por hombres y mujeres, esto dificulta la comparación con nuestros
datos, ya que en este caso no disponemos de grupos individualizados por el
género. En los casos de Brown et al.34 y Foch et al.35,
analizaron corredoras del sexo femenino, tampoco ofreciendo datos de la
comparación entre sexos. Respecto al sexo y la lesión de la banda iliotibial,
hasta la fecha no se ha podido constatar ningún estudio previo que relacione,
mediante EMG, la activación media de los músculos de la pierna lesionada
respecto a la no lesionada, por lo que no podemos comparar los resultados del
presente estudio.
Previamente, algunos autores estudiaron
las diferencias entre corredores y corredoras lesionadas realizando un análisis
cinemático, llegando a la conclusión de que el estado de la lesión produce una
alteración cinemática14,25. Por ello, se necesitan más
investigaciones sobre EMG y síndrome de la banda iliotibial para poder disponer
de afirmaciones contundentes en este tema.
En la
comparación entre los músculos, se ha encontrado una diferencia
entre sexos con un tamaño del efecto alto. Tanto en los hombres como en las
mujeres lesionadas el músculo con mayor actividad ha sido el VL, pudiera
deberse a la comunicación de la fascia de dicho músculo con la banda
iliotibial, por lo que su actividad se verá afectada en los pacientes con SFBI.
En cambio, en la comparativa con otros músculos la significación ha sido
distinta en hombres que, en mujeres, dando lugar a una pequeña diferencia en el
patrón de movimiento basado en el género. En las mujeres lesionadas ha sido
significativa con un tamaño del efecto alto, la relación en VL vs TFL y VL vs
BF. En los hombres, la relación positiva se ha producido entre GMAX vs TFL y
GMAX vs BF.
Los datos de este estudio deben ser
tenidos en cuenta, pero deben ser tomados con cautela, sobre todo a la hora de
plantear las fases de recuperación funcional de dichos corredores. Conocer el
nivel de actividad de determinados músculos puede darnos una idea de cómo puede
afectar la fatiga a diferentes estructuras. Brown et al.34 encontraron
que en un estado post-fatiga, los corredores con SFBI mostraron un valor de la
frecuencia media inicial significativamente más bajo que cuando estaban en un
estado pre-fatigado. La disminución de la magnitud de la frecuencia media
inicial en los corredores lesionados sugiere que músculo glúteo medio de los corredores con SFBI es
menos resistente a la fatiga que el de sus homólogos sanos. Estos hallazgos
resaltan la importancia del entrenamiento de resistencia al glúteo medio como
componente de la rehabilitación de un corredor.
En la
comparación entre las piernas, no se encontraron diferencias
significativas entre pierna lesionada y no lesionada tanto en hombres como en
mujeres en los grupos de corredores con SFBI p > 0,05. En otras patologías,
como la rotura de ligamento cruzado anterior (LCA), se ha estudiado la
diferencia de EMG entre piernas en post operados, encontrando una activación
neuromuscular alterada presente hasta un año después de la reconstrucción del
LCA, en comparación con el miembro sano36.
En las
investigaciones sobre la lesión de la banda iliotibial,
una de las principales diferencias entre las metodologías existentes es la
superficie de carrera. Este factor puede dar lugar a que sea difícil comparar
nuestros resultados con los de investigaciones previamente publicadas. Estas
incompatibilidades en la comparación por el terreno de carrera ya se han
producido en el análisis cinemático de la técnica de
carrera. Autores como Baker et al.21,
Miller et al.11 y Messier et al.38, Noehren et al.12 y
Phinyomark et al.14 en sus estudios ha optado por la realización de
la carrera en tapiz rodante, en cambio autores como Foch et al.22, Grau et al.23, Grau et al.24, Noehren et al.13, Suárez et al.25 y Suárez et al.41 lo han
hecho en suelo, siendo así la forma más exacta
de reproducir el terreno diario por el que transitan los corredores populares.
Autores como
Taunton et al.8
afirman que las mujeres corredoras tienen el doble de probabilidades de sufrir
SFBI en comparación con los corredores masculinos debido a su valgo anatómico fisiológico asociado. En nuestros resultados
no se han encontrado diferencias significativas en la comparación entre las
medias de EMG de los músculos seleccionados entre corredoras sanas y corredoras
que sufren la lesión de la banda iliotibial (figura 2). El inicio y la duración
de la actividad electromiográfica pueden ser un factor importante, incluso más
que la media de EMG en la evaluación de los factores contribuyentes en el SFBI35.
Por ejemplo, Willson et al.42 informaron que el pico máximo y medio
de EMG del GMED no fueron diferentes entre las mujeres con y sin síndrome del
dolor patelofemoral (SDPF), pero los corredores no lesionados activaron 24
milisegundos antes y 2 milisegundos más que los corredores sanos. En corredoras
con el SFBI, Foch et al.35 no encontraron diferencias ni en la
magnitud ni en la duración de la activación del glúteo medio entre corredoras
que habían sufrido la lesión y corredoras sanas.
Estudios
previos han examinado la fuerza muscular de la cadera en corredores con SFBI. Fredericson et al.,31 atribuye una fuerza de abducción de cadera
más débil en corredores lesionados. En cambio, Grau et al.23 afirman que la debilidad de los abductores de cadera parece no desempeñar
ningún papel en la etilogía del SFBI. En consonancia con estos resultados,
Brown et al.34 muestran que la fuerza de los abductores de cadera en
la extremidad lesionada de los corredores con SFBI no fue significativamente
diferente de la del grupo de control. Estos hallazgos fueron consistentes con
otros estudios cuyos resultados encontraron que no hay diferencias en la fuerza
isométrica o isocinética
entre corredores con SFBI y controles sanos13,22,23.
La
presente investigación pone de manifiesto que no se han encontrado diferencias
en la activación muscular media entre hombres y mujeres con SFBI, de los
músculos estudiados. En la comparación entre cada músculo por separado sí se
han encontrado diferencias, en las mujeres lesionadas cuando se compara la
actividad del músculo VL vs BF y VL vs TFL. En cambio, en los hombres, se ha
encontrado diferencias cuando la comparación es entre GMAX vs TFL y GMAX vs BF.
No se han objetivado diferencias en la activación muscular media entre la
pierna lesionada y no lesionada ni en hombres lesionados, ni mujeres
lesionadas. A la hora de determinar las diferencias en la actividad
neuromuscular, entre los músculos de la cadera y el muslo durante la carrera en
suelo, no se han encontrado diferencias entre mujeres sanas y corredoras que
sufren el SFBI en el momento de la investigación. Los hallazgos de este estudio
son significativos para orientar el tratamiento del SFBI. Proporciona datos
para una mayor comprensión de la lesión y del estado de la misma, ayudando en
la elección del tratamiento. La EMG ofrece datos a los profesionales para
ampliar la zona de tratamiento, no solo a la propia banda iliotibial, sino a
otras estructuras musculares incluso al miembro que no presenta dolor durante
la lesión. Teniendo en cuenta los resultados obtenidos recomendamos un trabajo
específico sobre los músculos VL, TFL y BF de la pierna lesionada en las
mujeres y sobre los músculos GMAX, TFL y BF de la pierna lesionada en los
hombres.
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Número de citas propias de la revista / Journal’s owm
references: 1 (2,38%)
Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 22 - número 86 - ISSN: 1577-0354