DOI: https://doi.org/10.15366/rimcafd2022.86.008
ORIGINAL
CORRELACIÓN ENTRE
ECO-INTENSIDAD MUSCULAR Y SALTO VERTICAL EN ESCOLARES
CORRELATION BETWEEN MUSCLE ECO-INTENSITY AND VERTICAL JUMP IN SCHOOLS
Giraldo-García,
J.¹; Cardona, D.² y Hernández-Hernández, E.³
¹ Doctorando en Ciencias de la actividad Física y del Deporte.
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, España. Médico Especialista en
Medicina Aplicada a la Actividad física y al Deporte. Docente Planta, Facultad
de Educación Física, Recreación y Deporte. Politécnico Colombiano Jaime Isaza
Cadavid de Medellín (Colombia) juangiraldo@elpoli.edu.co
² PhD en Ciencias del Deporte. Docente Planta, Facultad de Educación Física,
Recreación y Deporte. Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid de Medellín
(Colombia) dcardona@elpoli.edu.co
³ PhD Departamento de Deporte e Informática. Universidad Pablo de Olavide
de Sevilla (España) ehernandez@upo.es
Código
UNESCO/ UNESCO code:
2411.06 Fisiología del ejercicio / Exercise Physiology. 3299.15 Medicina del
deporte/ Sports Medicine.
Clasificación
Consejo de Europa:
6. Fisiología del ejercicio / Exercise Physiology.
11. Medicina del deporte / Sports Medicine.
Recibido
25 de marzo de 2020 Received
March 25, 2020
Aceptado 10 de agosto de
2020 Accepted August 10, 2020
RESUMEN
Objetivo:
analizar las
correlaciones entre la eco-intensidad (EI) del músculo cuádriceps medido por
ecografía cuantitativa, y el salto vertical en niños en edad escolar.
Metodología: Se realizó un estudio transversal, comparativo y no aleatorio. Se
utilizó una muestra intencional compuesta por 184 niños escolares, entre 7 y 10
años. Imágenes transversales fueron obtenidas del cuádriceps femoral derecho
por ecografía para determinar la eco-intensidad del recto femoral o anterior,
vasto intermedio o crural y vasto lateral o externo. La fuerza explosiva fue
medida mediante las pruebas de Salto con contra-movimiento (CMJ) y saltos
repetidos por quince segundos (RJ15). Resultados: La
EI de los componentes evaluados del cuádriceps se correlacionan
significativamente con las mediciones derivadas del salto vertical tipo CMJ y
RJ15 en niños y niñas entre 7 y 10 años (PP15R vs Dif 1C, Dif 2C, Dif 3C, r=
0,53-0,59).
PALABRAS CLAVE: Desarrollo muscular, Niños, Músculo cuádriceps,
Ultrasonografía.
ABSTRACT
Objective: to analyze the
correlations between the quadriceps muscle eco-intensity (IE) measured by
quantitative ultrasound and the vertical jump in school-age children.
Methodology: a cross-sectional, comparative and non-randomized study was
carried out. An intentional sample composed of 184 school children, between 7
and 10 years old, was used. Transversal images of the right femoral quadriceps
were obtained by ultrasound to determine the echo intensity of the rectus
femoris or anterior, vastus intermedius and vastus
lateralis. Explosive force was measured by with countermovement jump (CMJ)
and repeated jumps for fifteen seconds (RJ15). Results: The EI of the evaluated
components of the quadriceps correlates significantly with the measurements
derived from the vertical jump type CMJ and RJ15 in boys and girls between 7
and 10 years (PP15R vs .Dif 1C, Dif 2C, Dif 3C, r= 0,53-0,59).
KEY WORDS: Muscle development, Child, Quadriceps muscle,
Ultrasonography.
INTRODUCCIÓN
Saltar
representa un movimiento multi-articular complejo, del cual, la potencia
mecánica externa producida como el empuje de los pies contra el suelo es
frecuentemente usada como medida de la potencia producida por los extensores de
rodilla (1). También es considerado como un indicador de condición física
muscular por su asociación positiva entre la masa magra muscular, el contenido
mineral óseo y el nivel de condición física (2,3). El
CMJ y los saltos continuos (RJ) son saltos que requieren activación excéntrica
moderada seguida de una activación concéntrica alta. En concreto, el CMJ es la prueba más utilizada cuando se quieren
establecer niveles de capacidad física muscular, ya que permiten obtener indicadores
de porcentajes y potencia pico en miembros inferiores (4–6), además de presentar una alta
confiabilidad intra-prueba (7). En niños se ha encontrado una alta
correlación entre la altura del salto vertical y los datos obtenidos en la
plataforma de fuerza (8). Prueba de ello son algunos trabajos como los realizados por O’Brien y colaboradores
(2009), quienes hallaron una alta correlación entre la potencia del salto y el
volumen muscular del cuádriceps femoral (1). Otro estudio, además,
evidenció que las medidas antropométricas de volumen como la circunferencia del
muslo se correlacionan positivamente con el salto vertical, y el salto largo en
niños de 7 a 10 años de edad (9). Una manera más
precisa de medir el área de sección transversa del músculo, en lugar del
perímetro de una región anatómica, es la ecografía que mide el espesor muscular
de una manera confiable. Este sistema tiene el inconveniente, y en particular
en la edad escolar, de que no siempre los cambios funcionales del músculo van
acompañados de un aumento del tamaño del mismo (10). Así pues, surge el
concepto de calidad muscular medida por ecografía con la EI, la cual está
relacionada con aspectos fisiológicos del tejido musculo-esquelético evaluado.
Menor EI expresa mejor calidad del musculo. En
población adulta, los estudios que utilizan la EI muestran diferencias
atribuidas a patologías, pero también relacionadas con el nivel de actividad
física. En
estos casos, la EI disminuye con la práctica regular de ejercicio (11). La
disminución de la EI en adultos se ha intentado explicar por una disminución del
contenido graso, un aumento del contenido de carbohidratos, o ambos (12). También, en edad
avanzada, se asocia la fibrosis como una posible causa del aumento de la EI
durante el envejecimiento (13). En niños son pocos
los estudios que evalúen la EI relacionada con pruebas de fuerza y potencia
muscular, siendo más contradictorios los resultados (14). De hecho, en estas edades se han encontrado diferencias en la EI
con respecto al género, las cuales no existen cuando se compara el tamaño del
músculo por área de sección transversa, o por el espesor muscular (15). Además, la EI medida en ambas extremidades
no diferencia entre dominante y no dominante, y su confiabilidad está en
relación con el tamaño del área de interés (13). Por lo tanto, los resultados de los trabajos consultados parece indicar
que la EI puede ser una herramienta más adecuada que el espesor, a la hora de
evaluar el músculo, y el relacionarlo con una medida de potencia anaeróbica
como es el salto vertical, permitiría además valorar el porcentaje de fibras
rápidas (16).
En un estudio realizado a través de
resonancia magnética, y comparando el metabolismo anaeróbico de niños y
adultos, se observaron que la diferenciación
del tipo de fibra ocurre relativamente en edades tempranas, y a los 6 años de
edad, el perfil histoquímico del músculo esquelético es similar al de un adulto
joven (17). Los RJ15 han sido utilizados para determinar el porcentaje de
fibras rápidas al evaluar el desempeño anaeróbico durante los saltos (16). Recientes estudios han probado la confiabilidad y
validez del CMJ repetido para evaluar el rendimiento anaeróbico (18). De hecho, se ha encontrado una relación
positiva entre el rendimiento de potencia anaeróbica y el % de fibras FT
(fibras musculares rápidas), % de área de fibras FT y relación área FT/área ST
(de fibras musculares lentas) del cuádriceps humano (19). Sin embargo, otros hallazgos han demostrado que la capacidad para
producir fuerza dinámica de los músculos extensores de la rodilla por área de
sección transversa es menor en niños que en adultos jóvenes (15). Lo cual pone en evidencia la necesidad de investigar alternativas de
evaluación por imágenes en menores, distintas al tamaño del músculo (que se ha
visto es menor en estas edades), y que puedan relacionarse con pruebas
funcionales, como es el caso de la EI. De este modo, y con objeto de
estudiar el tipo de fibras y el predominio del metabolismo
(aeróbico-anaeróbico) en el músculo cuádriceps, el propósito del presente
estudio es analizar las correlaciones entre la EI del músculo cuádriceps medido
por ecografía cuantitativa, y el salto vertical en niños en edad escolar.
MATERIALES
Y MÉTODOS
Participantes
El estudio estuvo formado por una
muestra intencional de 191 niños escolares (113 niños y 78 niñas), entre 7 y 10
años, pertenecientes a dos escuelas de iniciación deportiva, y una escuela de
educación básica primaria de la ciudad de Medellín, Colombia. Los criterios de
exclusión considerados fueron: la presencia de enfermedad cardiovascular o
metabólica, lesiones músculo-esqueléticas, estadio de maduración sexual
definido por el método Tanner autorreportado diferente a 1 (20) o no realizar
correctamente los saltos. Por estos criterios fueron excluidos 7 menores (4
niños y 3 niñas). Los niños y sus padres firmaron un asentimiento y un
consentimiento informado, respectivamente. El protocolo del estudio fue
aprobado por el comité de ética de la Institución Universitaria Politécnico
Colombiano Jaime Isaza Cadavid.
Diseño
Se realizó un estudio transversal,
correlacional y no aleatorio. Todos los participantes asistieron al laboratorio
de la institución universitaria Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, o a
un salón adecuado como laboratorio en las instalaciones del colegio San José de
las Vegas, y de la escuela Lucrecio Jaramillo, todas ellas instituciones
educativas de la ciudad de Medellín, (Colombia). La fase de toma de datos tuvo
lugar entre octubre de 2018 y marzo de 2019, y en ella se realizaron las
medidas antropométricas: masa corporal, estatura y porcentaje de grasa. Luego
se realizó la ecografía del cuádriceps derecho, y posteriormente se realizaron
los saltos CMJ y RJ15. Las variables de estudio fueron las siguientes:
Ultrasonido
cuantitativo
Las imágenes transversales del
cuádriceps femoral en la extremidad derecha fueron obtenidas mediante un equipo
de ultrasonido mode B (B-Ultrasonic Diagnostic System, Contec, CMS600P2,
Republica de China). Un transductor lineal (ganancia: 58, frecuencia: 7,5 MHz;
profundidad: 6 centímetros), cubierto con un gel transmisor soluble en agua en
cantidad suficiente para evitar la compresión de la superficie dérmica, fue
colocado perpendicular al eje transversal del cuádriceps femoral en el punto
medio entre la espina ilíaca anterosuperior y el polo superior y, entre ésta, y
el ángulo supero-externo de la rótula para las imágenes anterior y lateral,
respectivamente. Los sujetos fueron evaluados en supino, estando al menos 5
minutos de reposo, y sin realización de ejercicio físico vigoroso previo ese
día. Se realizaron dos imágenes en corte transversal de cada punto medio. La imagen
congelada fue digitalizada y posteriormente analizada por el software libre
ImageJ (National Institute of Health, USA, versión IJ 1.46). Para una mayor
fiabilidad de la EI, solo se usaron cortes transversales (21). Las imágenes del
corte transversal anterior fueron usadas para medir la EI del recto femoral y
del vasto intermedio. Las imágenes del corte transversal lateral fueron usadas
para medir la EI del vasto externo y del vasto intermedio en vista lateral. La
EI de los diferentes músculos evaluados se cuantificó usando la función de
histograma en ImageJ. La región de interés fue seleccionada como la mayor área
rectangular de cada músculo sin incluir fascia. La media de las dos imágenes
fue expresada como un valor entre 0 (negro) y 255 (blanco). Se realizó la
corrección de la EI con el espesor del tejido celular subcutáneo propuesta por
Young y se midió el porcentaje de grasa con el método propuesto por el mismo
autor para todos los músculos (22). Además, como
estrategia de control, se realizó la diferencia de la EI de la grasa con
respecto a cada porción del cuádriceps evaluado que corresponde a la Dif1C a
Dif6C (23). El coeficiente de
variación de dos medidas en diferentes momentos, el mismo día, de diez sujetos fue del 0,4% para la EI.
Fuerza explosiva
La
fuerza explosiva fue medida mediante las pruebas CMJ y RJ15. Al inicio de la sesión,
todos los participantes realizaron un calentamiento dinámico general,
finalizando con la realización de seis saltos, con un progresivo nivel de
esfuerzo. Los niños
realizaron el CMJ en tres ocasiones, y el mejor salto fue el usado para el
análisis estadístico. Tras dos minutos de recuperación, realizaron el RJ15 que
consistió en saltos CMJ consecutivos durante 15 segundos. A lo largo de la
prueba, se estimuló verbalmente a los niños. Para
asegurar la correcta ejecución de cada salto, durante su ejecución, fueron
evaluados a través de una check list, donde se comprobó si cada salto cumplía,
o no, con los aspectos claves para una correcta ejecución del salto. Aquellos
saltos que no los cumplían fueron considerados como no válidos. Los
saltos fueron medidos en un tapete AXON JUMP® (Axon Bioengeniería Deportiva,
Buenos Aires, Argentina) con el software Axon Jump 4.0, que midió el tiempo de
vuelo y, además, en el caso del RJ, el tiempo de contacto. En todos los saltos
los niños debían mantener “las manos en la cintura”. El RJ se realizó para
calcular la potencia promedio (PP= g2*Tf
*15/4n(15-Tf)) y el % de distribución de fibras FT (%FT = 48.31+( g2*Tf
*15)/1.04n (15-Tf) (16). La potencia del CMJ se
obtuvo con la fórmula de Sayers (Potencia
CMJ(W)=(51.9*alturaCMJ(cm))+(48.9*masa corporal(Kg))-2007) (24). La potencia del CMJ por
distancia de empuje se obtuvo con la fórmula propuesta por Jiménez-Reyes et.
al. (P= mg((h/hpo2)+1)
√gh/2) (25).
Antropometría
La
masa corporal y la estatura fueron medidas sin calzado y en ropa deportiva. El
porcentaje de grasa corporal fue estimado por el método de Lohman, con los
pliegues grasos medidos en dos sitios: tríceps y subescapular (26). Además, se midió la
distancia de empuje de la forma propuesta por Jiménez-Reyes et. al (25).
Análisis
estadístico
Para el análisis descriptivo de los aspectos sociodemográficos y
ecográficos se utilizaron frecuencias absolutas, frecuencias relativas e
indicadores de resumen como la media aritmética, la desviación estándar, la
mediana, el rango intercuartílico, mínimos y máximos. Se estableció el criterio
de normalidad de algunas variables por medio de la prueba de Jarque-Bera, y el criterio de
homocedasticidad con la prueba de Levene. Para evaluar la correlación entre
pruebas funcionales y los aspectos ecográficos se utilizó el coeficiente de
correlación de Spearman, y se representó en una matriz de correlaciones. Un
valor p < 0.05 se consideró estadísticamente significativo.
RESULTADOS
Los resultados referentes a los aspectos
sociodemográficos, de salto vertical y ecográficos son presentados por valores
de media y desviación estándar en la tabla 1. Producto de la aplicación de los
criterios de exclusión se analizaron los datos de 184 menores (75 niñas, edad:
9.41±0.91 años. 109 niños, edad: 8.97±1.14).
Tabla
1. Estadística descriptiva.
|
Niñas(n=75) |
Niños(n=109) |
||||
Variable |
Significado |
Media |
SD |
Media |
SD |
|
Edad |
Edad decimal en años |
9.41 |
0.91 |
8.97 |
1.14 |
|
Masa |
Masa corporal (Kg) |
32.33 |
6.37 |
32.27 |
8.61 |
|
Est |
Estatura (cm) |
136.09 |
8.04 |
134.20 |
8.18 |
|
IMC |
Índice de masa muscular
(Kg/m²) |
17.32 |
2.36 |
17.75 |
3.38 |
|
PG |
% de grasa |
18.21 |
5.71 |
16.24 |
7.11 |
|
CMJ |
Altura del salto con contra movimiento (cm) |
19.94 |
3.18 |
20.33 |
4.28 |
|
PCMJ |
Potencia del salto CMJ
(w) |
608.65 |
347.11 |
626.04 |
440.91 |
|
PCMJR |
Potencia del salto CMJ en
vatios relativa (w/Kg) |
17.57 |
8.65 |
17.88 |
10.04 |
|
PCMJDE |
Potencia en vatios del
CMJ por distancia de empuje |
602.65 |
190.53 |
592.99 |
168.23 |
|
PCMJDER |
Potencia del CMJ por
distancia de empuje relativa (w/Kg) |
18.72 |
4.86 |
18.59 |
3.84 |
|
%FT |
% de fibras rápidas |
5.15 |
7.90 |
6.21 |
8.64 |
|
PMRJ |
Potencia media RJ en 15
segundos (w) |
13.14 |
3.10 |
14.96 |
3.48 |
|
RFE |
Resistencia a la fuerza
explosiva |
0.89 |
0.05 |
0.89 |
0.04 |
|
PP15 |
Potencia pico del mejor
salto en 15 segundos (w) |
141.83 |
29.81 |
148.75 |
37.65 |
|
PP15R |
Potencia pico mejor salto
en 15 segundos relativo (w/Kg) |
4.44 |
0.70 |
4.69 |
0.86 |
|
EIG |
EI grasa región anterior
del muslo |
142.63 |
7.49 |
146.48 |
9.78 |
|
EIRFC |
EI del recto femoral
corregida |
169.43 |
14.44 |
158.37 |
18.90 |
|
PGRF |
% de grasa del recto
femoral |
20.41 |
1.33 |
19.39 |
1.74 |
|
EIVIC |
EI del VI muslo anterior |
152.39 |
15.01 |
143.48 |
15.84 |
|
PGVI |
% de grasa del vasto
intermedio medido por US |
22.55 |
1.70 |
21.55 |
1.79 |
|
Dif1C |
Diferencia entre EIG y
EIRFC |
-26.80 |
17.55 |
-11.88 |
24.24 |
|
Dif2C |
Diferencia entre EIG y
EIVIC |
-9.76 |
17.25 |
3.00 |
19.75 |
|
Dif3C |
Diferencia entre EIG y
media de EIRFC y EIVIC |
-18.28 |
16.33 |
-4.44 |
20.83 |
|
EIGL |
EI grasa región lateral
del muslo |
136.93 |
7.26 |
135.40 |
11.41 |
|
EIVLC |
EI del vasto lateral
corregida |
171.65 |
12.93 |
163.53 |
17.46 |
|
PGVL |
% de grasa del vasto
lateral medido por US |
24.76 |
1.46 |
23.84 |
1.98 |
|
EIVIEC |
EI del VI corregida en
muslo externo |
150.77 |
14.58 |
139.31 |
17.72 |
|
PGVIE |
% de grasa del VI Medido
por US región externa |
22.38 |
1.66 |
21.08 |
2.01 |
|
Dif4C |
Diferencia entre EIG y EI
del VL |
-34.73 |
12.27 |
-28.13 |
16.89 |
|
Dif5C |
Diferencia entre EIG y
EIVI región externa |
-13.85 |
15.34 |
-3.91 |
18.89 |
|
Dif6C |
Diferencia entre EIG y
media de EIVL y VI región externa |
-24.29 |
12.09 |
-16.02 |
16.09 |
|
A continuación, se muestran las
correlaciones representadas en tres matrices (figuras1, 2 y 3). En cada una de ellas,
la intensidad del color azul define mayor correlación positiva, mientras que la
intensidad del color rojo define mayor correlación negativa. La figura 1 recoge
las correlaciones entre la EI y el porcentaje de grasa muscular de los
componentes evaluados del cuádriceps en toda la muestra, con las diferentes
variables del salto vertical. La variable CMJ, presenta valores r con las
variables de EI que oscilan entre -0,32 y -0,46 (EIRFC, PGRF, EIVIC, PGVI,
EIVLC, PGVL, EIVIEC), y entre 0,25 y 0,47 (Dif1C a Dif6C). Las mejores
correlaciones se observan con la PP15R entre -0,42 y -0,50 (EIRFC, PGRF, EIVIC,
PGVI, EIVLC, PGVL, EIVIEC), y entre 0,37 y 0,59 (Dif1C a Dif6C).
Figura 1. Resultados de las correlaciones entre
la EI y el porcentaje de
grasa muscular de los componentes evaluados del cuádriceps en toda la muestra.
La figura 2 muestra las correlaciones
entre la EI y el porcentaje de grasa muscular de los componentes evaluados del
cuádriceps en el grupo de niñas, con las diferentes variables. La variable FT
con las variables de EI presenta valores r entre -0,30 y -0,41 (EIRFC, PGRF,
EIVIC, PGVI, EIVLC, PGVL, EIVIEC), y entre 0,27 y 0,41(Dif1C a Dif6C). Las
mejores correlaciones se observaron en la variable CMJ, con valores r entre
0,35 y 0,48(Dif1C, Dif2C, Dif3C).
En la figura 3 se muestra las
correlaciones entre la EI y el porcentaje de grasa muscular de los componentes
evaluados del cuádriceps en el grupo de niños, con las diferentes variables del
salto vertical. La variable PP15R con las variables de EI muestra las mejores
correlaciones con un valor r entre -043 y -0,52 (EIRFC, PGRF, EIVIC, PGVI,
EIVLC, PGVL, EIVIEC), y entre 0,44 y 0,66 (Dif1C a Dif6C)
Figura
2. Resultados de las correlaciones entre la EI y el porcentaje de grasa muscular de los
componentes evaluados del cuádriceps en niñas.
Figura 3. Resultados de las correlaciones entre la EI y el porcentaje de
grasa muscular de los componentes evaluados del cuádriceps en niños.
DISCUSIÓN
La ecografía musculo-esquelética es un
campo joven pero prometedor en la población en general, y en los niños en edad
escolar en particular, cuando se trata de evaluar aspectos fisiológicos del
tejido muscular. En este trabajo se han evaluado tres componentes del
cuádriceps, dos por ser los más utilizados por la comunidad científica (el
recto femoral y el vasto lateral); y el tercero (el vasto intermedio) porque
puede ser evaluado por ambos cortes, tanto en el anterior como en el lateral.
La razón que motiva el uso de pocos puntos en la toma de imagen, es encontrar
una manera sencilla de evaluar la calidad del músculo en los niños, y a su vez,
que sirva de herramienta para valorar los cambios que se presentan en los
menores, producto de la práctica de actividad física. A esto contribuye algunos
de los resultados presentados en este trabajo, como el hecho de que la EI del
vasto intermedio tuviese unas correlaciones similares tanto en la toma
anterior, como en la lateral, con las variables del salto vertical, lo que
demuestra un bajo nivel de variabilidad en las medidas realizadas por
ecografía, a pesar de realizarse en diferentes puntos anatómicos del músculo
vasto intermedio. Esto va en la línea de lo encontrado en otros estudios
consultados. Así, Santos y colaboradores (2017) al evaluar la reproducibilidad
de la evaluación ecográfica de los cuatro componentes del cuádriceps, demostró
una confiabilidad moderada a muy alta de las medidas de EI, donde la fiabilidad
mejoraba con la medición en corte transversal (21). De la misma forma,
Jenkins y colaboradores (2015) concluyeron en un estudio sobre la evaluación
ecográfica del bíceps braquial, que la imagen transversal simple de este
músculo para la cuantificación del espesor muscular y la EI es comparable con
una ecografía panorámica en confiabilidad, siendo una medida técnica más simple
de realizar (27).
La mejor correlación se evidenció, en
ambos géneros, entre la EI (EIRFC, PGRF, EIVIC, PGVI, EIVLC, PGVL, EIVIEC,
Dif1C, Dif2C, Dif3C, Dif4C, Dif5C, Dif6C) con la potencia pico del RJ15 (PP15R)
cuando el valor es relativo a la masa corporal, siendo un poco mejores en los
niños que en las niñas. Los niños y las niñas tienen la misma cantidad de masa
grasa en valores absolutos durante estos años, pero las niñas tienen mayor masa
grasa relativa (% Grasa) debido a la menor cantidad de masa magra comparado con
los niños. A la edad de 5 años la grasa relativa es 1% mayor en las niñas, y es
6% más a la edad de 10 años con respecto a los niños (28), lo que puede
explicar, al menos parcialmente, las diferencias encontradas. Esta diferencia
también se explica, en parte, porque la potencia de salto fue mayor en niños al
compararlo con las niñas en términos absolutos, aunque se vuelven similares al
observar los valores relativos a la masa corporal. Estos resultados y su
posible explicación van en la línea de los aportados por Sahrom y
colaboradores, quienes compararon ambos géneros en edad pre-púber (2014) (29). Ellos encontraron una
diferencia en el CMJ en pre-púberes del 7% a favor de los niños, pero una
potencia concéntrica media relativa al peso corporal similar en ambos géneros.
En el estudio que aquí se presenta, solo
se ha considerado la EI como medida ecográfica cuantitativa. No se ha tenido en
cuenta el espesor muscular porque en las edades objeto de estudio no existen
diferencias significativas entre niñas y niños. En estudios realizados por
Kanehista (1995), Welsman (1997) y Özdemir(1995) no se
encontraron diferencias en el área de sección trasversa de los músculos
evaluados en tres estudios diferentes, con una muestra donde se incluían grupos
de edad similar al aquí presentado (15,30,31). Un primer caso, entre
dorsi-flexores y planti-flexores; un segundo caso, realizado en Turquía, en el
cuádriceps en 500 niños y niñas sanas; y un tercer estudio, que evaluó el volumen
muscular del muslo de niños y niñas por RM. Siguiendo esta línea de trabajo, se
ha realizado el análisis estadístico incluyendo ambos sexos. De igual manera,
se analizó cada subgrupo de niños y de niñas independientemente. Aquí solo se
han analizado las medidas inherentes a la EI que define la calidad del músculo,
sin considerar el tamaño de éste. En adultos, al comparar la EI con la medición
del músculo por mCSA o por espesor muscular se observa que la pérdida de tejido
contráctil muscular con el envejecimiento es mayor que la disminución en el
tamaño muscular (32). También en adultos,
la EI mostró significativa correlación con la edad y con el espesor y la fuerza
muscular (32). La explicación en el
adulto de estas correlaciones se basan en que con el aumento de la edad se
aumenta la infiltración muscular grasa y fibrosa, lo que genera EI mayor, y por
esta misma razón, que los músculos sean menos fuertes. Mientras, en los niños
en la edad estudiada, los resultados podrían ser dados por la disminución de la
EI que se explica por un aumento del contenido de glucógeno y/o una disminución
del contenido graso intramuscular. La
evolución natural de la potencia anaeróbica es el aumento significativo entre
los 6 y los 12 años de edad, cuando los niveles de testosterona permanecen sin
cambios (33), corroborado por la altura del salto, el cual se duplica entre los 5 y
los 13 años, de forma similar en niños y niñas (16). Estas evidencias podrían explicar las correlaciones significativas entre la
EI y los parámetros derivados de la potencia del salto vertical, tanto en el
CMJ como en el RJ15. Estas correlaciones son prácticamente iguales al ser medida
la EI en la región anterior del muslo (RF y VI), cuando se evalúan tanto en
general como al hacerlo por género. Son levemente menores en las niñas al
compararlas con las correlaciones de los niños en el vasto lateral. Es
importante también mencionar que las correlaciones mejoraron al realizar la
corrección de la EI (EIRFC, EIVIC, EIVLC, EIVIEC, Dif1C…DIF6C) propuesta por
Young (2017) (22), al compararlas con
las correlaciones sin corrección. Mejora que también se evidencia en otra
investigación realizada en adultos (34). En este estudio, las
correlaciones de la EI, sin corrección (datos no mostrados en las tablas
presentadas en los resultados) con medidas del salto vertical, fueron menores a
las encontradas con la EI corregida. La EI corregida tuvo mejores correlaciones
que las encontradas en niños preadolescentes (12±1 años) en el estudio
realizado por Stock (2017) en el que evaluaron también la relación entre el
salto vertical y las medidas ecográficas con corrección de la EI (35).
Las correlaciones son
negativas al contrastar el valor de la EI del músculo con varias medidas
derivadas del salto vertical, pero son positivas al relacionarlas con las diferencias
entre la EI grasa y la EI muscular. Estas correlaciones fueron moderadas al
relacionar la muestra global, y se mantuvo moderada al evaluar
independientemente las niñas y los niños. Esto significa que los niños y niñas
de mejor rendimiento en salto tienen una menor EI, lo que se ha denominado como
mejor calidad del músculo. La disminución de la EI al
relacionarla con el aumento del salto vertical produce una correlación
negativa. Pero, al evaluar las diferencias entre la EI grasa y la muscular (Dif1C…DIF6C),
una disminución de la EI muscular, que corresponde con mejor calidad de éste,
aumenta la diferencia lo que implica que al relacionarla con el aumento en el
salto vertical produce una correlación positiva. Por lo tanto, una disminución
de la EI o un aumento de la diferencia entre la EI de la grasa subcutánea y del
músculo tienen la misma interpretación, una mejor calidad muscular. Otros estudios han demostrado
estas correlaciones entre el salto vertical y la EI en hombres y mujeres
jóvenes, con edad media de 24,3 en hombres y 21,5 en mujeres (36). Esta menor EI está relacionada
en adultos mayores con un menor contenido graso. Un estudio realizado de Stock
et al (2017), realizado en niños entre 11 y
14 años, muestra correlaciones similares a las encontradas en nuestro estudio
entre la EI y la altura del salto vertical, tanto en el recto femoral como en
el vasto lateral (35). Pero por ser una edad
límite entre la pre y la pubertad, cabe la posibilidad de que hayan evaluado
niños que iniciaron su etapa puberal, donde la presencia de testosterona está
relacionada positivamente con la fuerza de extensores de pierna en adolescentes
(37). Además, coincide con el
período de torpeza puberal (38), lo que puede sesgar esta
relación. Esta menor EI en niños escolares se podría explicar como un mayor
contenido de glucógeno, y un menor contenido graso. Este menor contenido
graso fue medido en nuestro estudio como porcentaje de grasa muscular (PGRF,
PGVI, PGVL, PGVIE) propuesto por
Young(2016) (11), y se correlaciona
significativamente con variables del salto vertical (CMJ, PCMJDER, PMRJ, FT,
PPRJ15).
Otro elemento para
analizar es que se ha considerado la ganancia de fuerza en el niño primordialmente
por razones neurológicas. Un estudio realizado por Behm
et. al. (2008) concluye que la ganancia de fuerza inducida por el entrenamiento
en niños puede ser explicada, en parte, por la hipertrofia muscular, aunque es
mayormente explicada por adaptaciones neurológicas, tales como, el incremento
de activación de unidades motoras, u otros cambios como la coordinación
inter-muscular o el aprendizaje neuromuscular (39). En este estudio se ha comprobado que los niños que tienen
mayor potencia anaeróbica, evaluado por el salto vertical, podrían tener su
explicación en una mejor condición metabólica muscular, con tendencia hacia lo
anaeróbico, ya que el contenido de glucógeno que conlleva aumento del contenido
de agua es una de las razones, sino la más importante, para explicar la
disminución de la EI del músculo. Esto quiere decir, que hay diferencias en la
EI muscular entre quienes hacen un mejor salto al compararlos con los de menor
resultado. Además, es
importante mencionar que el CMJ en pre-púberes también tiene una alta
correlación con la densidad mineral ósea en región lumbar y en cadera (40), lo que confirma la asociación entre la capacidad física, específicamente
la potencia muscular medida por el salto vertical y la salud ósea. Lo anterior
crea una asociación para explorar entre la calidad muscular medida por la EI y
la densidad mineral ósea. El CMJ, y en mayor medida el RJ15, evalúan la
capacidad de generar fuerza muscular con un estiramiento previo del musculo.
Además evalúan la coordinación intramuscular y el reflejo miotático, elementos
que hacen parte de la acción del sistema nervioso (38). Estos resultados
sugieren que aquellos niños con una EI muscular menor, independiente del sexo,
realizaron un mejor salto tipo CMJ que incluye una fase excéntrica, lo que
implica una mejor coordinación intramuscular y uso del componente elástico (no
evaluado con la EI), y de manera especial, pueden tener unas mejores
condiciones metabólicas (puede ser evaluado con la EI), tanto si el esfuerzo
implica un solo salto o saltos repetidos durante 15 segundos. Estos resultados
pueden contribuir al control del entrenamiento en edades tempranas a través de
la evaluación ecográfica de la EI del cuádriceps como un indicador del
metabolismo anaeróbico.
CONCLUSIONES
1. La EI de los componentes del cuádriceps recto femoral, el vasto
intermedio y vasto lateral se correlacionan significativamente con las mediciones
derivadas del salto vertical tipo CMJ y RJ15 en niños y niñas entre 7 y 10
años. Las medidas incluyen altura del salto, potencia del salto y porcentaje de
fibras rápidas.
2. Los resultados obtenidos sugieren que, en una muestra como la estudiada,
los escolares que obtienen una mejor capacidad de salto son los que tienen una
EI menor, lo que podría ser un indicador de un mayor contenido de glucógeno,
y/o un menor contenido de grasa intramuscular.
3. Posteriores estudios
son necesarios para corroborar si la relación entre la EI y el salto vertical
se debe al contenido del músculo de glucógeno y/o grasa.
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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte
- vol. 22 - número 86 - ISSN: 1577-0354