DOI: https://doi.org/10.15366/rimcafd2022.86.013
ORIGINAL
CONDICIÓN PSICOFISIOLÓGICA EN EL DESEMPEÑO DE
TAREAS SANITARIO-MILITARES CON MASCARILLA QUIRÚRGICA
PSYCHOPHYSIOLOGICAL
CONDITION IN THE PERFORMANCE OF SANITARY-MILITARY TASKS WITH SURGICAL MASK
Gómez Oliva, E.1;
de la Vega Marcos, R.2; Robles Pérez, J.J.3;
Ruiz Barquín, R.4; Calvo Piernagorda, C.M.5 y Gómez
Crespo, J.M.1
1 Escuela Militar de
Sanidad, Academia Central de la Defensa, Ejército Español (España) made2511@hotmail.com, jgomcre@et.mde.es
2 Departamento de
Educación Física, Deporte y Motricidad Humana. Facultad de Formación de
Profesorado y Educación. Universidad Autónoma de Madrid (España) ricardo.delavega@uam.es
3 Escuela Central de
Educación Física, Escuela de Guerra del Ejército, Ejército Español (España) jrobper@et.mde.es
4 Departamento
Interfacultativo de Psicología Evolutiva y de la Educación. Facultad de
Formación de Profesorado y Educación. Universidad Autónoma de Madrid (España) roberto.ruiz@uam.es
5 Universidad Nacional
de Educación a Distancia. Departamento de Psicología de la Personalidad,
Evaluación y Tratamientos Psicológicos (España) cristobal.calvo@psi.uned.es
AGRADECIMIENTOS
Los autores quieren expresar su gratitud a la Escuela Central de Educación
Física, a la Escuela Militar de Sanidad y a la Escuela Militar de Ciencias de
la Educación por su profesionalidad y apoyo para la realización de esta
investigación.
Código UNESCO / UNESCO
code: 610907
Evaluación del rendimiento (Psicología Industrial).
Clasificación Consejo de Europa / Council of Europe Classification:
17. Otras (Rendimiento deportivo) / Other (sport performance).
Recibido 28 de enero de
2020 Received January 28, 2020
Aprobado 24 de mayo de 2020 Accepted
May 24, 2020
RESUMEN
Se ha analizado, mediante un diseño cuasi-experimental con
19 sanitarios (33.7 ± 5.1 años), la importancia de la condición física,
cognitiva y el rendimiento al portar un equipo de protección con mascarilla
quirúrgica durante situaciones de entrenamiento en contextos significativos de
intervención militar. Se midieron la frecuencia cardíaca y su variabilidad, los
niveles de glucosa, la termorregulación, la fuerza explosiva y el esfuerzo
percibido en tareas de rendimiento motor específicas (tapping test, torniquete,
municionamiento), y de rendimiento cognitivo y decisional (triaje). Los
resultados indican diferencias significativas (p < 05) en función de la condición física (glucemia y fuerza
explosiva), del género (fuerza explosiva y torniquete), del hábito tabáquico
(esfuerzo percibido) y del cuerpo de pertenencia (nivel de glucemia) en el
grupo de estudio. Como conclusión, se destaca la importancia del entrenamiento
físico y psicológico para la mejora de la respuesta operativa en situaciones
sanitario-militares que requieren el uso de mascarilla quirúrgica.
PALABRAS CLAVE: mascarilla quirúrgica,
equipos de protección, capacidades psicofisiológicas, fatiga, Covid.
ABSTRACT
Using a quasi-experimental design with 19 health workers (33.7 ± 5.1
years), the importance of physical and cognitive condition and performance when
wearing protective equipment with a surgical mask during training situations in
significant contexts of military intervention has been analysed. Heart rate and
its variability, glucose levels, thermoregulation, explosive strength and
perceived effort in specific motor performance tasks (tapping test, tourniquet,
ammunition), and cognitive and decisional performance (triage) were measured.
The results indicate significant differences (p < 05) depending on the
physical condition (blood glucose and explosive strength), gender (explosive
strength and tourniquet), smoking habit (perceived effort) and specialty
(glucose level) in the study group. In conclusion, the importance of physical
and psychological training is highlighted to improve the operational response
in health-military situations that require the use of a surgical mask.
KEY WORDS: surgical mask, protective
equipment, psychophysiological abilities, fatigue, Covid.
En la actualidad, son
cada vez más frecuentes los ataques biológicos, químicos, nucleares o
radiológicos (NBQR) donde el personal militar o sanitario requiere de una alta
demanda fisiológica y cognitiva para poder desarrollar las tareas propias de su
misión. De este modo, el avance en las tecnologías y equipos ha ido en aumento,
no sólo para velar por la salud de nuestros pacientes sino también para
proteger la de nuestros profesionales que precisan emplear estos equipos de
protección, mejorando su capacidad y eficiencia cuando portan estos
dispositivos, llegando a ser utilizados en múltiples
ocasiones cada año (Cantalejo-Pérez et al., 2017).
En todo el mundo, el personal sanitario desempeña su rutina con la
delicada labor de atender a pacientes con alguna enfermedad infecciosa o
manipular muestras potencialmente contagiosas. Para asegurar la integridad de
su salud es de vital importancia seguir las precauciones y estándares a la hora
de utilizar Equipos de Protección Personal (EPP) adecuados (Morelos-Ramírez, Ramírez Pérez, Sánchez-Dorantes,
Chavarín-Rivera, y Meléndez-Herrada, 2014). No debe olvidarse, por otra parte, la importancia de portar este
tipo de equipamiento en labores de prevención de ataques químicos o nucleares,
en donde resulta esencial la adecuada preparación de los técnicos militares
para el adecuado desarrollo de sus funciones, incluyendo la preparación física
necesaria para cumplir sus misiones cubriendo las distancias y portando los
pesados equipos de autoprotección cuando procede (Arribas Garde y Beléndez, 2015). Según la Organización
del tratado Atlántico Norte, los avances en el campo científico y
biotecnológico han propiciado un incremento en el desarrollo de armas de
destrucción masiva (ADM) y bioterrorismo contra civiles europeos (OTAN, 2015). Ante la creciente amenaza terrorista, la mayoría de los países han
creado Unidades Operativas especializadas en la lucha contra ADM (Lorenzo Lozano et al., 2017), siendo en España la Escuela de Defensa
Nuclear, Biológica y Química (NBQ) (NBQ,
2012), la encargada de
analizar, investigar y preparar a las unidades para estas labores y el
Regimiento NBQ el encargado de desarrollar esta labor y garantizar la
preparación física y mental de su personal. Conseguir una
efectiva coordinación y actuación conjunta implica que los profesionales
sanitarios estén altamente preparados, no solamente en conocimientos derivados
de los protocolos del Ministerio de Sanidad, sino que también deben estarlo en
procedimientos militares NBQR (Sánchez-Díaz, 2018).
Como resulta evidente,
la comunidad sanitaria debe tener un personal bien entrenado para este tipo de
escenarios (de la
Calle-Prieto et al., 2018). Como ha quedado
patente en diferentes investigaciones, el uso de equipos de protección frente a
riesgos biológicos, puede resultar especialmente duro y arduo para los
trabajadores, imponiendo una carga de estrés muy elevada para cualquier
intervención (Anderson-Fletcher,
Vera, y Abbott, 2015; Fogel et al., 2017; Verbeek et al., 2018). En este sentido,
factores como la exposición al calor y la hipohidratación inducirían estados de
tensión fisiológica y psicológica elevados durante la realización de las tareas
específicas a realizar (Adams
et al., 2019).
Según varias
investigaciones relevantes (Gómez,
1994; Ramírez et al, 2015), el uso del equipo de protección por
los profesionales les puede afectar en su rendimiento y fatiga. Algunos de los
motivos señalados serían una menor sensibilidad, los efectos de deterioro en la
respuesta dérmica y motriz en tareas que exigen un uso prolongado de los
equipos de protección, una reducción de la agudeza visual y la sensación
disneica derivada del uso de las mascarillas. Estas variables, como es lógico,
plantean la importancia y la necesidad de vincular y estudiar el entrenamiento
de la condición física con la respuesta operativa de los profesionales que
desarrollan esta delicada labor.
El estudio de la influencia
del estrés y la fatiga en el rendimiento contextual militar es relativamente
reciente en investigación (Vartanian
et al., 2018). En este sentido,
Arnillas-Gómez (2017) señala que cuando los sanitarios desarrollan su función
asistencial con un EPP, presentan un aumento significativo en su estado de
ansiedad. Información sobre la respuesta psicofisiológica permite desarrollar
entrenamientos específicos en situaciones reales o simuladas (Clemente-Suárez,
de la Vega, Robles-Pérez, Lautenschlaeger, y Fernández-Lucas, 2016). Estudios anteriores
han analizado cambios en el estado de ánimo, fatiga, respuesta ante estrés y
rendimiento cognitivo en situaciones militares (Lieberman,
Tharion, Shukitt-Hale, Speckman, y Tulley, 2002, Balagué, Hristovski y
Aragonés, 2011). Es interesante
conocer los procesos de fatiga, tanto metabólicamente como física y
cognitivamente (Crowder,
Beekley, Sturdivant, Johnson, y Lumpkin, 2007). Se han encontrado
diferencias significativas a nivel metabólico en la activación del sistema
nervioso simpático y sus respuestas asociadas en función al equipo que porta el
combatiente, así como en función de sus habilidades (Clemente-Suárez
y Robles-Pérez, 2013). Cognitivamente,
estudios hasta la fecha indican que, en situaciones de estrés, se producen
alteraciones de la memoria, un aumento de la ansiedad, y alteraciones en la
respuesta perceptiva y atencional (Bonet,
Parrado y Capdevila, 2017; Morris, 2015; Starcke, Wolf, Markowitsch, y Brand,
2008).
Dentro de la literatura
científica actual, debe destacarse el reciente estudio que revela diferencias
psicofisiológicas significativas al portar una mascarilla de protección frente
ataque NBQR (Gómez-Oliva,
Robles-Pérez, Ruiz-Barquín, Hidalgo-Bellota, y de la Vega, 2019), no conociéndose si
éstas pueden estar presentes con equipos de protección respiratoria de menor
índole, tipo mascarilla quirúrgica o filtering facepiece nivel 2 (FPP2). Así,
se considera importante conocer si dichos cambios pueden producirse con equipos
aparentemente más confortables, pero igualmente empleados por personal
sanitario-militar. En este sentido, resulta de especial importancia los
resultados encontrados en estudios recientes que sugieren el gran tiempo
uniformados con el equipo, así como el esfuerzo realizado con él, disminuye
notablemente las condiciones psicofisiológicas del profesional (Bonnin-Arias,
Navarro-Valls, Lobato-Rincón, Ramírez-Mercado, y Sánchez-Ramos, 2010; Costello,
Stewart, y Stewart, 2015 Simón-Grima., Estrada-Marcén,
Cremades-Arroyos y Serrano-Ostáriz, 2020).
Por último, debe
ponerse en relieve la importancia del estudio sobre esta temática por el
contexto actual por el COVID-19 (Huang et al., 2020), que ha requerido una
enorme exigencia psicológica y fisiológica al personal sanitario, tanto civil
como militar, lo que conlleva el planteamiento de la importancia de estudiar el
papel modulador que puede tener el entrenamiento y mejora de la condición
física como optimizadora de la respuesta operativa del personal militar en
situaciones como las que, por desgracia, hemos sido expuestos y que pueden
volver a producirse en un futuro.
Debido a la escasa bibliografía sobre el tema y la relevancia
que tiene en el contexto militar, como objeto principal de este estudio, y
basándonos en lo conocido sobre afectación psicofisiológica en combatientes que
portan mascarillas NBQR (Gómez-Oliva et al., 2019), se pretende
analizar cómo se ve afectada la respuesta psicofisiológica, cognitiva y
de rendimiento al portar un equipo de protección con mascarilla quirúrgica en
contextos significativos de intervención militar, en función del hábito
tabáquico, la forma física y el cuerpo militar de pertenencia. La consecución
de los objetivos planteados permitirá conocer la eficiencia laboral de los
profesionales sanitarios cuando precisan equiparse con este tipo de
dispositivos de protección respiratoria en contextos de elevado estrés, y poder
así orientar a futuros estudios que apunten a una preparación específica si
fuera necesario.
El diseño de investigación aplicado es cuantitativo
prospectivo cuasi-experimental pre-post, formado por un grupo experimental y un
grupo control no equivalente (León y Montero, 2007). El muestreo es incidental
por conveniencia.
La población diana se corresponde a personal militar
comisionado al destacamento de Alhucemas (Islas y Peñones de España) durante un
periodo total de un mes y seis días del segundo tercio del año 2018. El
muestreo fue de carácter incidental no aleatorio y se requirió de la
participación voluntaria en la investigación, quedando la muestra limitada a un
total de 19 soldados (edad 33.7±5.1 años,
índice de masa corporal 26.7±4.4 kg/m2, condición física 73.5±14
puntos y hábito tabáquico 2.2±2.4 puntos).
Las distintas especialidades de los sujetos del estudio fueron:
artillería antiaérea (AAA), artillería de campaña (ACA), infantería (INF),
compañía de mar (MAR) y transmisiones (TRANS).
Todos los participantes habían realizado pasado las pruebas
físicas internas de Ejército en ese mismo año. Quedaron excluidos aquellos con
antecedentes personales de enfermedad relevante crónica, sujetos con
tratamiento farmacológico, sujetos con IMC ≤ 20 o IMC ≥ 38 y
sujetos con alta experiencia en uso de cualquier tipo de mascarillas.
Todos los participantes
cumplimentaron un formulario de consentimiento informado y el estudio fue
planteado de acuerdo a la Declaración de la 18º
Asamblea médica Mundial de Helsinki (1964). Se conformaron dos
grupos asignados de forma aleatoria, no estableciéndose un grupo control
equivalente, el experimental con 10 soldados, que implicaba el uso de
mascarilla quirúrgica, y el grupo control, con 9 (n = 19). Los grupos en función de cada una de las variables de estudio quedaron
distribuidos en: i) Edad (Grupo 1 (E1 n = 9): ≤ 33 años y Grupo 2
(E2 n = 10): >33 años); ii) Peso y talla por IMC (Alimentación,
1986)(Grupo 1 (IMC1 n = 7): ≥ 20 y < 25, Grupo 2 (IMC2 n = 8): ≥
25 y < 30 y Grupo 3 (IMC3 n = 4): ≥ 30); iii) Género (Grupo 1 (nhombre
= 17) y Grupo 2 (nmujer = 2):
Mujer); iv) Nivel de preparación física -se rige por las pruebas físicas
anuales que supera el personal militar, mediante la aplicación del Test General
de la Condición Física (Doctrina, 2017), ponderado por género y edad
(Grupo 1 (TGCF1 n = 9): ≥ 75 puntos y Grupo 2 (TGCF2 n = 10): < 75
puntos)-; v) Especialidad y hábito tabáquico: se valoró en función al Test de
Fagerström (Vega Torrens, 2018) (Grupo 1 (Fn n=10): No fumadores, Grupo 2
(Fdb n=6): Fumador con dependencia baja (≤ 3 en Fagerström) y Grupo 3
(Fdma n = 3): Fumador con dependencia moderada-alta (≥ 4 en Faferström).
Instrumentos
Las variables psicofisiológicas se midieron de la siguiente
manera:
-
Frecuencia
Cardiaca, variabilidad cardiaca: Dispositivo OmegaWave Coach+ (Omegawave Ltd.,
Espoo, Finlandia). Dispositivo innovador que evalúa los sistemas nerviosos
simpático y parasimpático a través de una banda elástica en tórax y electrodos
en la mano dominante y frente. Se empleó el programa Coach+ con un IPad mini 2
32GB. Dicho dispositivo registra variables como HRV y DC potencial (Morris, 2015).
-
Glucosa
en Sangre: Glucómetro marca GLUCOMEN LX PLUS. Se realizó mediante muestra
capilar (Hurtado, 2010; Martínez–Jimenez, 2007).
-
Termorregulación:
Termómetro de funcionamiento por infrarrojos modelo T-ONE.
-
Fuerza
explosiva: Salto contramovimiento (CMJ) con estructura longitudinal (Clemente–Suárez y Robles–Pérez, 2013).
-
Esfuerzo
percibido: Escala de Borg (Clemante–Suárez y Robles–Pérez, 2013).
-
Rendimiento
motor: Tapping test. Mide Tiempo Espontáneo motor y su regulación (ritmos
rápido, cómodo y lento) mediante el punteo en cuatro (4) cuadrantes de 10x10cm.
Prueba que presenta un alfa de Cronbach de .88 (Estrada Contreras et al., 2013).
Las pruebas sanitario-militares a realizar fueron:
-
Colocación
de un Torniquete a otro sujeto. Se creó una Escala de Medida ad hoc tipo Check-list para la
valoración de su correcta colocación. Los ítems para valorar fueron: por encima
de la lesión 5-7cm y evitando articulaciones, asegurar la varilla, apretar
hasta la ausencia de pulso en la extremidad, anotar la hora de colocación y
tiempo inferior a 30”.
-
Resolución
de tres casos de Triaje por el método START en un total de 45” como máximo.
-
Municionar
un cargador modelo pistola HK completo, un total de 15 proyectiles parabelum de
9mm, en el menor tiempo posible.
Las mascarillas quirúrgicas empleadas fueron de la marca
3M, modelo de cuatro cintas de ajuste. Fueron colocadas en el grupo
experimental, tras realizar la primera tanda de tareas sanitario-militares,
permaneciendo 3 minutos colocadas e iniciando de nuevo las tareas portándolas. En relación con el tiempo que se porta la mascarilla, se basa en la
dinámica de abastecimiento y consumo de energía. El metabolismo aeróbico puede requerir
hasta tres minutos para su activación (Vinuesa Lope y Vinuesa Jimenez, 2016) y por ello las mantuvieron dicho tiempo antes de reanudar
el protocolo.
Los participantes también fueron equipados con un doble par
de guantes, como marca la normativa NBQ de referencia (NBQ, 2012), aportando también un
posible incremento en la dificultad de la realización de tareas de precisión
manual (Álvarez y Ledesma, 2018; López, Polo, Fortún, Navarro, y Centella, 2018).
Las variables psicofisiológicas medidas en el protocolo
fueron las siguientes: frecuencia
cardiaca (Omega WaveÒ (OW)),
termorregulación (Temperatura), glucosa en sangre (Glucemia), variabilidad de
la frecuencia cardiaca (OWRMSSD) y fuerza explosiva (CMJ). Las variables
psicológicas tomadas fueron el esfuerzo percibido (Borg) y el rendimiento motor
(Ttest). Por otro lado, se analizaron
variables en función a grupos como edad, peso y talla (IMC), género,
especialidad militar, preparación física base (TGCF) y hábito tabáquico
(Fagerström) de los participantes.
Dos días previos a la realización del protocolo, se realizó
una sesión de entrenamiento a modo de recordatorio sobre las tareas requeridas
en la investigación: a) colocación del Torniquete y b) realización de Triaje en atención a
múltiples víctimas según método START (sistema estándar en las Fuerzas Armadas)
(Kuckelman, Derickson, Long, y Martin, 2018).
A nivel de control, se controló la ingesta de alimentos y
de bebidas, de manera que ningún participante pudiera consumir sustancias
estimulantes durante la realización del estudio. Se evaluó el pre-post de las
actividades militares (Figura 1), se colocaron la mascarilla quirúrgica y doble
guante (GE) o ninguna mascarilla y doble guante durante tres minutos (GC).
Inmediatamente después se realizaron de nuevo las tareas específicas militares
y, por último, se volvieron a medir las variables dependientes señaladas.
Figura 1. Protocolo
de estudio. Secuencia y tiempo de medida de variables
Se utilizó estadística descriptiva hallando frecuencias absolutas
y porcentajes. Como estadísticos de tendencia central y de dispersión se
emplearon la media aritmética, la desviación típica, el coeficiente de
variación, el mínimo, el máximo, el rango y la normalidad de la muestra
(Shapiro-Wilk). Para el cálculo estadístico diferenciador de muestras
intragrupo se utilizó Wilcoxon y para comparar los grupos independientes se
empleó la prueba de la U de Mann-Whitney. Se tomó 0.05 como p valor. Los datos
recogidos se trataron con el programa SPSS Statistics Versión22 (versión 22,
SPSS Inc. Chicago, III., EE.UU.).
A posteriori, para valorar las condiciones
psicofisiológicas vinculadas al empleo de mascarillas en función a la edad, el
peso y la talla, el género, el nivel de preparación física de base, la
especialidad militar y el hábito tabáquico se conformaron grupos. Dichos grupos
quedaron distribuidos en: i) Edad (Grupo
1 (E1): ≤ 33 años y Grupo 2 (E2): >33 años); ii) Peso y talla por IMC (Alimentación, 1986) (Grupo 1 (IMC1): ≥ 20 y < 25, Grupo 2 (IMC2): ≥
25 y < 30 y Grupo 3 (IMC3): ≥ 30); iii) Género (Grupo 1 (V): Varón y
Grupo 2 (M): Mujer); iv) Nivel de preparación física -se rige por las pruebas
físicas anuales que supera el personal militar, mediante la aplicación del Test
General de la Condición Física (Doctrina, 2017), ponderado por género y edad (Grupo 1 (TGCF1): ≥ 75
puntos y Grupo 2 (TGCF2): < 75 puntos)-; v) Especialidad (AAA, ACA, INF, MAR
y TRANS) y hábito tabáquico: se valoró en función al Test de Fagerström (Vega Torrens, 2018) (Grupo 1 (Fn): No fumadores, Grupo 2 (Fdb): Fumador con
dependencia baja (≤ 3 en Fagerström) y Grupo 3 (Fdma): Fumador con
dependencia moderada-alta (≥ 4 en Faferström).
En relación con las variables dependientes
los datos obtenidos en la comparación intragrupo (Tabla 1), indican que en el
grupo sin mascarilla hay una disminución significativa en la glucemia capilar y
un aumento significativo en la fuerza explosiva (p < .05). En el grupo experimental, la temperatura disminuyó
significativamente, manteniendo un nivel de confianza mayor al 95%, tras
realizar las tareas sanitario-militares con mascarilla quirúrgica. No aparecen
diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos en el esfuerzo
percibido inicial (6±0), aumentando significativamente en todas las medidas del
protocolo experimental y siendo superiores en el grupo que portaba la
mascarilla.
Tabla 1. Variables
fisiológicas y psicológicas antes y después de las tareas sanitario-militares,
entre grupos.
|
PRE |
POST |
z |
p |
|
|
SIN MASCARILLA QX HR |
64.7±10.7 |
63.5±6.9 |
-.119 |
.905 |
|
|
OWFC (lpm) |
64±11.1 |
62.1±5.6 |
-.211 |
.833 |
|
|
OWRMSSD (lpm) |
61.4±35.1 |
52.7±25.8 |
-1.718 |
.086 |
|
|
Temperatura (Cº) |
36.3±0.3 |
36.2±0.3 |
-.417 |
.677 |
|
|
Glucemia (mg/dl) |
96.1±9 |
85.7±12.1 |
-2.194 |
.028* |
|
|
TTest1(1-2) |
37.8±13.6 |
36±15.5 |
-.654 |
.513 |
|
|
TTest1(1-3) |
37.8±13.6 |
34.6±13.5 |
-.841 |
.400 |
|
|
TTest1(1-4) |
37.8±13.6 |
34.9±17.7 |
-.211 |
.833 |
|
|
TTest4(1-2) |
0.1±0.3 |
0.3±0.7 |
-1.000 |
.317 |
|
|
TTest4(1-3) |
0.1±0.3 |
0.3±0.7 |
-.816 |
.414 |
|
|
TTest4(1-4) |
0.1±0.3 |
0.7±0.9 |
-1.890 |
.059 |
|
|
Borg1-2 (0-10) |
6 |
7.7±1.9 |
-2.060 |
.039* |
|
|
Borg1-3 (0-10) |
6 |
7.9±2.1 |
-2.041 |
.041* |
|
|
Borg1-4 (0-10) 1-4 |
6 |
8.6±2 |
-2.530 |
.011* |
|
|
CMJ (cm) |
180.4±31.5 |
189.9±28.1 |
-2.103 |
.035* |
|
|
TriajeTiempo (seg.) |
55.5±25.9 |
49.4±20.6 |
-1.955 |
.051 |
|
|
TriajeFin (seg.) |
2.2±0.7 |
1.9±0.8 |
-.750 |
.453 |
|
|
TorniqueteTiempo (seg.) |
49.5±13.9 |
40.8±12.6 |
-1.836 |
.066 |
|
|
TorniqueteFin (seg.) |
3±0.9 |
3.3±0.5 |
-1.000 |
.317 |
|
|
MuniciónTiempo (seg.) |
69.6±27.1 |
74.5±24.7 |
-1.007 |
.314 |
|
|
CON MASCARILLA QX HR OWFC |
69.7±13.4 |
72.8±14.3 |
-1.373 |
.170 |
|
|
OWFC (lpm) |
73.3±18.6 |
77.5±32.1 |
-.059 |
.953 |
|
|
OWRMSSD (lpm) |
50.2±40.2 |
49.6±24 |
-.357 |
.721 |
|
|
Temperatura (Cº) |
36.4±0.4 |
36.3±0.4 |
-1.997 |
.046* |
|
|
Glucemia (mg/dl) |
98±16.8 |
98.6±21 |
-.153 |
.878 |
|
|
TTest1(1-2) |
34±15.4 |
33.4±15.3 |
-.480 |
.631 |
|
|
TTest1(1-3) |
34±15.4 |
32.3±15.7 |
-1.366 |
.172 |
|
|
TTest1(1-4) |
34±15.4 |
31.5±15.2 |
-1.548 |
.122 |
|
|
TTest4(1-2) |
2.7±1.3 |
0.4±0.7 |
-1.000 |
.317 |
|
|
TTest4(1-3) |
2.7±1.3 |
0.2±0.4 |
-1.342 |
.180 |
|
|
TTest4(1-4) |
2.7±1.3 |
0.6±0.8 |
-.577 |
.564 |
|
|
Borg1-2 (6-20) |
6 |
8.2±1.7 |
-2.536 |
.011* |
|
|
Borg1-3 (6-20) |
6 |
8.2±2.3 |
-2.388 |
.017* |
|
|
Borg1-4(6-20) 1-4 |
6 |
9.9±3.54 |
-2.527 |
.012* |
|
|
CMJ (cm) |
186.3±28.1 |
185.5±27.7 |
-.298 |
.766 |
|
|
TriajeTiempo (seg.) |
45.6±17.5 |
48.8±19.1 |
-.770 |
.441 |
|
|
TriajeFin (seg.) |
2.7±1.3 |
2.3±1.2 |
-.604 |
.546 |
|
|
TorniqueteTiempo (seg.) |
46.4±15 |
44.2±16.4 |
-.459 |
.646 |
|
|
TorniqueteFin (seg.) |
3.4±0.8 |
3.5±1 |
-.264 |
.792 |
|
|
MuniciónTiempo (seg.) |
67.9±23.4 |
124.4±193.1 |
-.561 |
.575 |
|
|
*p<.05
Al realizar la comparación entre grupos independientes
(Tabla 2), no se obtuvieron diferencias significativas en ninguna de las
variables.
Tabla 2. Variables fisiológicas y psicológicas inter
grupos.
|
SIN
MASCARILLA QX |
CON MASCARILLA QX |
z |
P |
PRE HR1 |
64.7±10.7 |
69.7±13.4 69.7±13.4 |
-.832 |
.405 |
OWFC1 (lpm) |
64±11.1 |
73.3±18.6 |
-1.144 |
.253 |
OWRMSSD1 (lpm) |
61.4±35.1 |
50.2±40.2 |
-.939 |
.348 |
Temperatura1 (Cº) |
36.3±0.3 |
36.4±0.4 |
-.452 |
.651 |
Glucemia1 (mg/dl) |
96.1±9 |
98±16.8 |
-.041 |
.967 |
TTest1(1) |
37.8±13.6 |
34±15.4 |
-1.067 |
.286 |
TTest2(1-4) |
0.1±0.3 |
2.7±1.3 |
-1.432 |
.152 |
Borg1 (6-20) |
6 |
6 |
.000 |
1.000 |
CMJ1 (cm) |
180.4±31.5 |
186.3±28.1 |
-.408 |
.683 |
TriajeTiempo1 (seg.) |
55.5±25.9 |
45.6±17.5 |
-1.022 |
.307 |
TriajeFin1 (seg.) |
2.2±0.7 |
2.7±1.3 |
-1.365 |
.172 |
TorniqueteTiempo1(seg.) (seg.) |
49.5±13.9 |
46.4±15 |
-.490 |
.624 |
TorniqueteFin1 (seg.) |
3±0.9 |
3.4±0.8 |
-.910 |
.363 |
MuniciónTiempo1 ((seg.) |
69.6±27.1 |
67.9±23.4 |
-.163 |
.870 |
POST HR2 OWFC |
63.5±6.9 |
72.8±14.3 |
-1.324 |
.185 |
OWFC2 (lpm) |
62.1±5.6 |
77.5±32.1 |
-1.474 |
.141 |
OWRMSSD2 (lpm) |
52.7±25.8 |
49.6±24 |
-.163 |
.870 |
Temperatura2 (Cº) |
36.2±0.3 |
36.3±0.4 |
-.205 |
.837 |
Glucemia2 (mg/dl) |
85.7±12.1 |
98.6±21 |
-1.470 |
.141 |
TTest3(1-2) |
36±15.5 |
33.4±15.3 |
-.449 |
.653 |
TTest3(1-3) |
34.6±13.5 |
32.3±15.7 |
-.409 |
.683 |
TTest3(1-4) |
34.9±17.7 |
31.5±15.2 |
-.285 |
.775 |
TTest4(1-2) |
0.3±0.7 |
0.4±0.7 |
-.317 |
.751 |
TTest4(1-3) |
0.3±0.7 |
0.2±0.4 |
-.230 |
.818 |
TTest4(1-4) |
0.7±0.9 |
0.6±0.8 |
-.184 |
.854 |
Borg2 (6-20) |
7.7±1.9 |
8.2±1.7 |
-.760 |
.447 |
Borg3 (6-20) |
7.9±2.1 |
8.2±2.3 |
-.466 |
.641 |
Borg4 (6-20) |
8.6±2 |
9.9±3.54 |
-.619 |
.536 |
CMJ2 (cm) |
189.9±28.1 |
185.5±27.7 |
-.531 |
.595 |
TriajeTiempo2 (seg.) |
49.4±20.6 |
48.8±19.1 |
-.082 |
.935 |
TriajeFin2 (seg.) |
1.9±0.8 |
2.3±1.2 |
-1.069 |
.285 |
TorniqueteTiempo2 (seg.) |
40.8±12.6 |
44.2±16.4 |
-.408 |
.683 |
TorniqueteFin2 (seg.) |
3.3±0.5 |
3.5±1 |
-.276 |
.783 |
MuniciónTiempo2 (seg.) |
74.5±24.7 |
124.4±193.1 |
-.572 |
.568 |
*p<.05
Al comparar los grupos en función del IMC
(Tabla 3), se obtuvieron diferencias significativas, a favor del grupo con
sobrepeso respecto al de normopeso, en tanto que realizan la tarea con más
rapidez (p < .05).
En relación con el género, se hallaron
diferencias significativas en la fuerza explosiva del inicio y final del protocolo
y en el tiempo de colocación del torniquete la primera vez que se realizó la
tarea. El género femenino presenta una fuerza explosiva menor, sin embargo, el
tiempo en colocar el torniquete la primera vez que lo realizan es inferior a
los hombres.
Teniendo en cuenta el nivel de preparación
física, se hallaron diferencias significativas (tabla 3) en la glucemia capilar
que presentan tanto al inicio como al final del estudio. El grupo con mejor
preparación física, parte y finaliza con una glucemia significativamente más
baja. Así mismo, se obtuvieron diferencias significativas en relación con la
fuerza explosiva. El grupo con mejor condición física y menor valor de
glucemia, también presentó una mayor fuerza explosiva (p < .05). En la comparación basada en el hábito tabáquico de los
participantes, se encontraron diferencias significativas (tabla 3) entre el
grupo de no fumadores y fumadores con dependencia baja en la tercera y cuarta
escala de esfuerzo percibido del protocolo. Los fumadores con dependencia baja
presentaron menor sensación de esfuerzo percibido (tabla 3).
Teniendo en cuenta las diferentes
especialidades militares, se hallan diferencias en la glucemia final de
protocolo entre el grupo Artillería Antiaérea en su comparación con los grupos
de Infantería y Marina. Artillería antiaérea presenta un valor de glucemia
capilar superior al final de la intervención frente el resto de las
especialidades.
En relación con la edad de los
participantes, se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la
frecuencia cardiaca al comenzar (tabla 3), siendo el grupo más longevo el que
registraba valores inferiores en frecuencia cardíaca inicial.
Tabla 3. Otras variables que pueden influir.
GRUPO |
x̄ ± σ 1 |
x̄ ± σ 2 |
x̄ ± σ 3 |
x̄ ± σ 4 |
x̄ ± σ 5 |
≠ |
z |
p |
|
|
|
|
IMC HR |
64.7±10.7 |
|
|
|
|
|
-.119 |
.905 |
|
|
|
|
MunicionTiempo1 |
84.9±22.3 |
56.2±14.8 |
65.6±27.3 |
|
|
1-2 |
-2.777 |
.005* |
|
|
|
|
(sec.) With Qx
Mask HR OWFC |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Género |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
CMJ1 (cm) |
188.4±25.4 |
138±7.1 |
|
|
|
1-2 |
-1.993 |
.046* |
|
|
|
|
TorniqueteTiempo1 |
52.5±22.5 |
31.5±1.1 |
|
|
|
1-2 |
-1.993 |
.046* |
|
|
|
|
(sec.) |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
CMJ2 (cm) |
191.9±20.8 |
137±5.6 |
|
|
|
1-2 |
-2.259 |
.024* |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Condición Física |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Glycemia1
(mg/dl) |
91.6±10.6 |
104.9±12.8 |
|
|
|
1-2 |
-2.456 |
.014* |
|
|
|
|
CMJ2
(cm.) |
200.7±18.7 |
173±25.7 |
|
|
|
1-2 |
-2.369 |
.018* |
|
|
|
|
Glycemia2
(mg/dl) |
83.1±13.6 |
104.1±14.8 |
|
|
|
1-2 |
-2.655 |
.008* |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Hábito
Tabáquico |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Borg3
(0-10 |
9.6±2.2 |
6.3±0.5 |
7.3±1.5 |
|
|
1-2 |
-2.510 |
.012* |
|
|
|
|
Borg4
(0-10) |
11.2±3.1 |
7.6±1.1 |
7.7±1.5 |
|
|
1-2 |
-2.296 |
.022* |
|
|
|
|
MunitionTime2
(sec.) |
131.8±191.2 |
58±10 |
87.3±16 |
|
|
1-2 |
-2.049 |
.040* |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
2-3 |
-2.286 |
.022** |
|
|
|
|
Especialidad Militar |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Glucemia2
(mg/dl) |
107±14.4 |
93.4±15.5 |
76±2.8 |
76±14.1 |
82 |
1-3 |
-2.058 |
.040* |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
1-4 |
-2.058 |
.040* |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
1-5 |
-2.058 |
.040* |
|
|
|
|
Edad |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
OWFC1
(lpm) |
76.3±17 |
62.7±12 |
|
|
|
1-2 |
-2.207 |
.027* |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
*p<.05; ≠diferencias entre
qué grupo
Parece interesante comparar con estudios como el de
Martín-Rodríguez (2017), sobre repercusiones
fisiológicas del uso de equipos de protección individual frente a riesgos
biológicos, donde entre sus conclusiones se objetiva una distribución homogénea
de las variables dependientes por sexo, no encontrándose diferencias
estadísticamente significativas, diferente a lo hallado en el presente estudio,
al haber encontrado diferencias que hacen alusión a la fuerza explosiva o al
tiempo en colocar un torniquete. Martín-Rodríguez (2017) también plantea en su
estudio que los profesionales que presentan un nivel de actividad física
media-alta toleran mejor las labores con un traje de protección biológica,
coincidente con nuestro estudio cuando comparamos por condición física de los
sujetos, donde hablamos de una disminución de glucemia estadísticamente
significativa en el grupo con mejor condición física frente al opuesto. De ahí,
se puede obtener un hallazgo muy relevante que nos hace reflexionar sobre
posibles líneas futuras de estudio, donde se explore si esa disminución es causada
por haber tenido un rendimiento mejor, o por el contrario, esa disminución es
en respuesta y adaptación a la situación de estrés generada (Marik y Bellomo, 2013).
Martín-Rodríguez (2017) obtiene como hallazgo que un
porcentaje elevado de sujetos les sobrepasa su umbral anaeróbico recomendado,
suponiéndoles un esfuerzo significativo, en nuestro caso se hallan diferencias
significativas en el esfuerzo percibido por los participantes al portar
mascarilla de protección respiratoria según la Escala de Borg. También comenta
que les disminuye la hemoglobina, les aumenta la temperatura y presentan un
patrón de mala tolerancia al esfuerzo tras el uso del equipo de protección individual,
y que estas condiciones son mantenidas después de un periodo de 10’. En el
presente estudio se puede decir que tras
portar la mascarilla quirúrgica de protección respiratoria se obtiene una
disminución significativa de la temperatura, no coincidente con el aumento que
plantea Martín-Rodríguez, pero sí con el hallado por Gómez-Oliva et al (2019). Esta disminución de
la temperatura nos conduce a la necesidad de un entrenamiento específico para
mantener el acondicionamiento físico y la operatividad a pesar de encontrar
condiciones adversas. En futuros estudios sería interesante investigar una
regla que permita valorar qué tipo de profesionales en base a sus cualidades
físicas presentan mejor adaptabilidad y tolerancia en el trabajo en situaciones
de incidente NBQR.
En el estudio sobre respuestas fisiológicas de policías que
portan equipos NBQ en simulaciones (Blacker et al., 2013), concluyen que existe un aumento en la temperatura
corporal, aunque no hallan diferencias significativas. En nuestro caso, como ya
se ha comentado, se encontró una disminución y sí era significativa.
La disfunción del Nodo Sinoauricular (NSA), aumenta con la
edad, aunque no todos los adultos mayores se ven afectados de la misma manera (Moghtadaei et al., 2016; Monfredi y Boyett, 2015). En relación con la frecuencia cardiaca, Stein et al.
(2010) analizan el tiempo de reacción de los trabajadores que portan equipos,
observando cómo se eleva la frecuencia en trabajadores, aunque sin hallar diferencias
significativas. En nuestra investigación existen diferencias significativas en
la frecuencia cardiaca en función a los grupos de edad, siendo inferior en el
grupo con edad avanzada, tanto al inicio como al final de la intervención. Sin
embargo, sí es coincidente con Stein que la frecuencia cardiaca aumenta al
final de la intervención en el equipo que porta mascarillas de protección
respiratoria, aunque no existan diferencias significativas con el grupo
control.
Los niveles de glucosa en la sangre son más altos en el
grupo con la peor condición física, lo que resalta la importancia del
entrenamiento físico para las Unidades que necesitan usar este tipo de equipo.
Estos resultados apuntan en la misma dirección a los encontrados por
Clemente-Suárez y Robles-Pérez (2012), al analizar la
respuesta de los soldados a condiciones de combate simétricas y asimétricas.
Continuando con los niveles de glucosa en sangre, se hallan diferencias
significativas entre la especialidad de AAA frente a INF y MAR. No se han
hallado estudios sobre glucosa en sangre en dicha especialidad, pero sí en los
inicios de su historia expertos plantean que deberían regular oscilaciones
inherentes a su actividad muscular (Purkiss, 1954), considerando de utilidad el tratamiento de los problemas
psicofisiológicos ya que ofrecen analogías y correlaciones que ayudan a una
mejor comprensión de complejos fenómenos, para los que deben estar preparados.
En el estudio realizado por Maynard, Kao y Craig (2016),
sobre equipos de protección y seguridad militar contra ataques por EVE, el
esfuerzo percibido aumenta al portar los equipos de seguridad, como ocurre en el
presente estudio con las mascarillas quirúrgicas, aunque no suponga una
diferencia significativa frente al grupo control. Así, se considera importante
preparar a todo militar que se pueda enfrentar a portar un equipo similar
largos periodos de tiempo.
Considerando los grupos de edad, existen varios factores
que reducen la fuerza muscular, principalmente el proceso de envejecimiento, la
actividad física disminuye con la edad y aumentan los comportamientos
sedentarios (Donini et al., 2013; Merizalde, Trujillo, López, Mancero, y Saá, 2019). En el caso de este estudio, no existieron diferencias en
fuerza explosiva ni en municionamiento relativas a los grupos de edad. Sin
embargo, en relación con los grupos de IMC, hallaron que las personas con
obesidad presentan disminución en su fuerza muscular de las extremidades
inferiores y experimentaron una disminución más pronunciada en la velocidad al
caminar en comparación con personas con IMC < 25 (Crespo, Keteyian, Heath, y Sempos, 1996; Merizalde et al., 2019), no coincidente con los resultados hallados en el presente
protocolo, ya que el grupo con peso > 25 realizó un municionamiento
significativamente más rápido que participantes con IMC < 25.
En el estudio de Chuquimango et al (2017) sobre razones que
intervienen en el uso de los equipos de protección personal, al contrario que
en el nuestro, la población fémina es superior, alcanzando un 83% de la
población total. También comentan que los trabajadores refieren no usar los
equipos de protección personal por la incomodidad que genera en la realización
de sus labores, siendo el protector respiratorio el de mayor porcentaje, lo que
se podría relacionar con el esfuerzo percibido que refieren los participantes
de nuestro estudio.
En el estudio realizado por Chávez et al (2012), analizan
la escala de Borg y su relación con la saturación de oxígeno en un grupo de 22
pacientes (14 fumadores y 8 no fumadores), obteniendo correlación entre ambas
variables y ninguna diferencia significativa en el esfuerzo percibido entre
fumadores y no fumadores. En el caso del presente estudio planteado con
mascarillas quirúrgicas, los fumadores con dependencia baja manifestaron
significativamente un esfuerzo percibido inferior que los no fumadores.
Sorprendentemente la realización de tareas
sanitario-militares, aunque no significativamente, fue conseguida en un tiempo
inferior en la segunda tanda de realización del protocolo, coincidente con
resultados hallados en el estudio sobre mascarillas NBQR (Gómez-Oliva et al., 2019) y estudios que analizan habilidades motoras finas y toma
de decisiones en situaciones de combate (Maynard, Kao, y Craig, 2016; Oksa, Rintamäki, y Mäkinen, 2006).
Al haberse encontrado alto porcentaje de fallos en
colocación del torniquete como ocurre en el reciente estudio sobre mascarillas
NBQR, se considera importante la realización de entrenamientos específicos (Clemente-Suárez et al., 2016; Grossman y Siddle, 2000), orientados a lograr un adecuado uso y empleo del
torniquete como elemento fundamental para tratar muertes evitables en el campo
de batalla.
Finalmente, comentar
como limitaciones
del estudio, existió dificultad a la hora de comparar por edades, género,
especialidad y preparación física base, ya que el tamaño muestral de los grupos
era heterogéneo. Sin embargo, la validez externa de los resultados obtenidos es
elevada, dado que la muestra es representativa al suponer casi un 65% de la
población diana. Por otro lado, no fueron controlables los aspectos
cronobiológicos y cronopsicológicos del estudio por dificultades con el
servicio militar y el desempeño laboral, considerándose de interés en algunas
de las variables, destacando la temperatura donde a lo largo del día puede
haber oscilaciones en los participantes (Costa et al., 2016).
Sin embargo, supondrá un avance en la investigación de la
importancia que toman las condiciones psicofisiológicas, al emplear equipos de
protección respiratoria durante un largo periodo de tiempo, debido a la escasa
literatura que existe sobre ello. Toda la información podría apuntar hacia
futuros estudios orientados a mejorar dichas condiciones, mejorando así en la
eficacia de trabajo como en los fallos que pueden provocarse en la retirada de
equipos, debido a las condiciones sufridas durante su empleo.
Así, como principales implicaciones de este trabajo,
destacar que los datos han sido recogidos por el propio investigador,
asegurando fiabilidad interna y, además, ha permitido un acercamiento a cómo
puede afectar parte del equipo de protección NBQR, mostrando interés y empatía
por las demandas de combatientes y profesionales que sienten incertidumbre en
las circunstancias donde precisan equiparse con un traje NBQR.
Al observar las diferentes variables dependientes portando mascarilla y
no haciéndolo durante el protocolo, se pueden observar las siguientes
diferencias estadísticamente significativas:
-
Sujetos grupo control: Diferencias estadísticamente significativas en
la Escala de Esfuerzo Percibido comparando el inicial antes de comenzar
protocolo con el Esfuerzo Percibido tras realizar las primeras tareas
sanitario-militares, a los tres minutos de colocarse doble par de guantes e
inmediatamente al acabar las segundas tareas sanitario-militares. Además,
existen diferencias estadísticamente significativas en la fuerza explosiva de
los participantes, siendo ésta superior al final del protocolo y en la glucemia
capilar, siendo esta inferior al final de las pruebas.
-
Sujetos grupo experimental: Se hallan diferencias estadísticamente
significativas en la Escala de Esfuerzo Percibido en las mismas medidas que el
grupo control, así como en la temperatura al final del protocolo siendo
inferior tras portar la mascarilla y realizar todas las tareas.
A modo de conclusión, el presente estudio sirve de base para futuras
investigaciones que pretendan analizar el entrenamiento de diferentes variables
físicas y psicológicas para la mejora del rendimiento operativo con el uso de
mascarilla.
Adams, E. L.,
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de citas totales / Total references: 57
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Número de citas propias de la revista / Journal's own references: 1
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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 22 - número 86 - ISSN: 1577-0354