Generador de Códigos QR CodesDelgado-García, G.; Vanrenterghem, J.; Molina-García, P.; Gómez-López, P.; Ocaña-Wilhelmi, F.; Soto-Hermoso, V.M. (2022) Upper Limbs Asymmetries in Young Competitive Paddle-Tennis Players. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 22 (88) pp. 827-843 Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista88/artasimetria1415.htm

DOI: https://doi.org/10.15366/rimcafd2022.88.007

 

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ORIGINAL

 

ASIMETRÍA ENTRE LOS MIEMBROS SUPERIORES EN JÓVENES PADELISTAS DE COMPETICIÓN

 

UPPER LIMBS ASYMMETRIES IN YOUNG COMPETITIVE PADDLE-TENNIS PLAYERS

 

Delgado-García, G.1; Vanrenterghem, J.2; Molina-García, P.3; Gómez-López, P.4; Ocaña-Wilhelmi, F.4 y Soto-Hermoso, V.M.5

 

1 Estudiante de doctorado. Departamento de Educación Física y Deportiva, Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte e Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud (iMUDS), Universidad de Granada (España) gabrieldg@ugr.es

2 Profesor de Universidad. Department of Rehabilitation Sciences, Faculty of Kinesiology and Rehabilitation Sciences, KU Leuven, University of Leuven (Belgium) jos.vanrenterghem@kuleuven.be

3 Doctor en ciencias del deporte. Departamento de Educación Física y Deportiva, Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte e Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud (iMUDS), Universidad de Granada (España) pablomolinag5@gmail.com

4 Profesor de universidad. Departamento de Educación Física y Deportiva, Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y Laboratorio de esquí (Skiing Lab) del Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud (iMUDS), Universidad de Granada (España) pjgomez@ugr.es, fjocana@ugr.es

5 Profesor de Universidad. Departamento de Educación Física y Deportiva, Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte e Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud (iMUDS), Universidad de Granada (España)  vsoto@ugr.es

 

AGRADECIMIENTOS

 

Los autores quieren agradecer a todos los atletas que participaron en esta investigación. Fue apoyada por el Ministerio Español de Cultura y Deporte (FPU15/02949).

 

Los autores declaran que no existe ningún conflicto de intereses.

 

Código UNESCO / UNESCO code: 3212 Salud pública / Public Health

Clasificación del Consejo de Europa / Council of Europe Classification: 11 Medicina del Deporte / Sport Medicine

 

Recibido 9 de julio de 2019  Received July 9, 2019

Aceptado 15 de noviembre de 2020  Accepted November 15, 2020

 

RESUMEN

 

Existe escasa literatura sobre las asimetrías en el pádel, un deporte de naturaleza asimétrica. Para estudiar el desarrollo de asimetrías en este deporte se evaluó, con bioimpedancia, la masa magra de ambos miembros superiores de 96 jugadores de pádel jóvenes y de 76 esquiadores (grupo control) y se calculó el índice de simetría. Los jugadores de pádel tuvieron una asimetría entre ambos miembros superiores mayor que los esquiadores, cuando se consideró toda la muestra (7.2 ± 5 % vs. 1.4 ± 3.2 %; p < 0.001), en jugadores con un estado de madurez negativo (5,7 ± 3,2 % vs. 1,5 ± 3,8 %; p < 0,001) y en aquellos con un estado de madurez positivo (8,3 ± 5,8 % vs. 1,3 ± 2,4 %; p < 0,001). Este estudio revela que el pádel genera asimetrías de masa magra en los miembros superiores, incluso antes de la edad de crecimiento pico.

 

PALABRAS CLAVE: Velocidad de crecimiento pico, deporte de raqueta, deporte en la infancia, estado de madurez, desequilibrios musculares.

 

ABSTRACT

 

There is little literature on asymmetries in paddle tennis, a sport of an asymmetrical nature. To study the development of upper limb asymmetries, 96 young paddle players and 76 skiers (control group) were evaluated via bioimpedance. The lean mass symmetry index was then compared, considering the sport (paddle tennis players and skiers) and the maturity offset (positive or negative). Paddle-tennis players had a systematically greater upper limbs asymmetry than skiers (7.2 ± 5 % vs. 1.4 ± 3.2 %; p < 0.001). This also occurs when comparing only the subsamples with a negative maturity offset (5.7 ± 3.2 % vs. 1.5 ± 3.8 %; p < 0.001) or with a positive maturity offset (8.3 ± 5.8 % vs. 1.3 ± 2.4 %; p < 0.001). The study reveals that paddle tennis generates asymmetries of lean mass in upper limbs, even before growth spurt.

 

KEYWORDS: Peak Height Velocity, Racket sport, Children's sport, Maturity Offset, Muscular imbalance.

 

 

1. INTRODUCCIÓN

 

En todo el mundo hay más de 12 millones de personas que juegan al pádel. Este deporte se practica en 78 países y cuenta con un total de 35 federaciones nacionales (International Padel Federation [IPF], 2020). En el caso particular de España es muy popular, siendo el número diez en la lista de los deportes más practicados (García et al., 2015) y uno de los más populares en los centros deportivos municipales (Águila et al., 2009). El número practicantes en España en 2015 fue de 5,2 millones (Courel-Ibáñez et al., 2017) y el número de licencias incrementó de 6137 a 72266 entre los años 2000 y 2018 (Ministerio de Educación Cultura y Deporte del Gobierno de España [MECD], 2020). El pádel profesional también está adquiriendo una gran importancia, tal y como se deduce del número de horas de entrenamiento semanal que dedican los jugadores de élite (De la Fuente et al., 2014). Desafortunadamente, también ocupa el sexto lugar de los deportes con un mayor número de lesiones y el segundo en la lista de los deportes que requieran más rehabilitación después de una lesión (García et al., 2015), siendo la mayor parte de las lesiones de naturaleza intrínseca (García–Fernández et al., 2019).

 

Los jugadores de pádel, al igual que otros deportistas de raqueta, constituyen un caso interesante para el estudio de la plasticidad fenotípica muscular y ósea en respuesta a un entrenamiento asimétrico, ya que ejercen sistemáticamente mayores fuerzas con el miembro superior dominante que con el opuesto (Lucki y Nicolay, 2007). La naturaleza asimétrica de los deportes de raqueta ha dado lugar a numerosos estudios que analizan las diferencias en los miembros superiores, concluyendo la mayor parte que estos deportes promueven el desarrollo temprano de asimetrías debido a la hipertrofia muscular del miembro superior dominante (Sanchis-Moysi et al., 2010; Sanchis-Moysi et al., 2016). Los deportistas de raqueta muestran diferencias entre el miembro superior dominante y el no dominante en volumen (Rogowski et al., 2008), en circunferencias segmentales (Lemos et al., 2019), en la masa magra (Filipcic et al., 2016; Sanchis-Moysi et al., 2010), en la densidad mineral ósea (Haapasalo et al., 1998; Sanchis-Moysi et al., 2010), en el contenido mineral óseo y en el área ósea (Sanchis-Moysi et al., 2010). Estas asimetrías parecen ocurrir en edades tempranas, incluso antes de la etapa de crecimiento rápido definida por la etapa de velocidad máxima de crecimiento en altura (o edad de crecimiento pico en altura) (Rogowski et al., 2008) y dependen, entre otros factores, del número de horas semanales de entrenamiento (Haapasalo et al., 1998; Sanchis-Moysi et al., 2010) o de la edad a la que se inició la práctica deportiva (Ireland et al., 2014).

 

Aunque hay pocos estudios al respecto, algunos autores sugieren que las asimetrías musculares podrían estar asociadas con lesiones por sobreuso debido a la repetición de acciones y gestos específicos (Castillo-Lozano y Casuso-Holgado, 2014). Así, un perfil muscular desequilibrado de los músculos del hombro (a nivel dominante/no dominante y agonista/antagonista) en deportes que incluyen lanzamientos por encima de la cabeza se asocia con un mayor riesgo de lesiones por sobreuso debido a microtraumas repetitivos en los tejidos blandos (estructuras capsulares y ligamentosas) (Edouard et al., 2013). Por otro lado, los desequilibrios musculares de los miembros superiores producidos por el entrenamiento asimétrico podrían provocar una escoliosis torácica (Swārd, 1992). Contrario a esta idea Zaina et al. (2016) concluyen que el tenis no provoca deformidades de la columna en niños en crecimiento.  Teniendo en cuenta lo anterior parece necesario estudiar y cuantificar las asimetrías en esta población, para determinar en qué medida los programas de entrenamiento deben incluir ejercicios orientados a disminuir las asimetrías. A pesar de que existen numerosos estudios en otros deportes de raqueta que investigan sobre las asimetrías, no conocemos ningún estudio en esta línea en el caso del pádel.

 

Comprender la probabilidad de desarrollar asimetría entre miembros superiores en los jugadores de pádel podría ayudar a prevenir lesiones por sobreuso.  El objetivo del estudio fue describir el desarrollo de asimetrías entre miembros superiores en jóvenes jugadores de pádel y compararlo con una muestra similar de esquiadores alpinos. Se sostiene la hipótesis de que los jugadores de pádel mostraran una mayor asimetría entre miembros superiores que los esquiadores alpinos incluso antes de la edad de crecimiento pico, definida por la etapa de velocidad máxima de crecimiento en altura.

 

2. MÉTODOS

 

2.1. PARTICIPANTES

 

Se trata de un estudio transversal realizado con dos muestras de jóvenes deportistas de alto nivel de competición: una formada por 96 jugadores de pádel (43 chicas) y otra formada por 76 esquiadores alpinos (a partir de ahora sólo utilizaremos el término "esquiadores") de los que 33 eran chicas. Las características demográficas y de composición corporal aparecen en detalle en la tabla 1. Todos los sujetos presentaban ranking nacional y participaban en competiciones de alto nivel en el momento de la recolección de datos (mayo de 2018).

 

La muestra seleccionada de jugadores de pádel incluía a algunos de los mejores jugadores de todas las ciudades de Andalucía que podría ser considerada como una de las regiones con los mejores jugadores de pádel del mundo. En un estudio reciente, los esquiadores mostraron un bajo nivel de asimetría tanto para la masa magra de miembros superiores como de miembros inferiores (Björklund et al., 2017) por lo que estos atletas podrían ser considerados como una población de control para la investigación actual. Estudios anteriores también utilizaron una muestra de un deporte supuestamente simétrico como grupo control (Rogowski et al., 2008).

 

Los criterios de inclusión del estudio fueron los siguientes: I) frecuencia de entrenamiento de al menos 3 días por semana; II) participación periódica en campeonatos regionales, nacionales y/o internacionales; III) ausencia de lesiones musculoesqueléticas en el mes anterior a la toma de datos. Pedimos a los participantes que ayunaran al menos dos horas antes de la evaluación y que no realizaran ningún tipo de actividad física vigorosa en las 48 horas previas.

 

El estudio se llevó a cabo de acuerdo con las normas éticas establecidas en la Declaración de Helsinki (World Medical Association, 2001). Los atletas y sus padres recibieron información sobre el estudio antes de las pruebas, y firmaron un consentimiento informado.

 

2.2. PROCEDIMIENTOS E INSTRUMENTOS

 

Medición de bioimpedancia

 

La composición corporal se midió mediante impedancia bioeléctrica (AIB), con un dispositivo de doble frecuencia (20 kHz y 100 kHz) que utiliza un sistema de electrodos táctiles de ocho puntos (Inbody 230, Biospace Co., Ltd.; Seúl, Corea) (Faria et al., 2014; von Hurst et al., 2016). Según los fabricantes es adecuado para individuos de una amplia gama de edad (3-99 años de edad) y permite medir los cinco segmentos del cuerpo: tronco, miembro inferior derecho e izquierdo y miembro superior derecho e izquierdo. El AIB es un buen método para determinar el agua corporal y la masa libre de grasa en personas sin alteraciones de líquidos corporales y electrolitos (Alvero et al., 2011). Se deben utilizar ecuaciones de predicción ajustadas a la edad y al sexo, adecuadas a la población y que deben haber sido validadas frente a métodos de referencia. Se basan en la estrecha relación que hay entre las propiedades eléctricas del cuerpo humano, la composición corporal de los diferentes tejidos y el contenido total de agua en el cuerpo (Alvero et al., 2011). Como todos los métodos indirectos de estimación de la composición corporal, el AIB depende de algunas premisas relativas a las propiedades eléctricas del cuerpo, de su composición y estado de madurez, su nivel de hidratación, la edad, el sexo, la raza y la condición física (Kyle et al., 2004). Además, se muestra como una alternativa válida a la absorciometría dual de rayos X para evaluar la masa muscular con un coeficiente de correlación por encima de 0,85 (Ling et al., 2011; Miyatani et al., 2000) y es válido en estudios de composición corporal apendicular en niños (Kriemler et al., 2008).

 

El tiempo dedicado a evaluar a un sujeto fue de aproximadamente tres minutos. Primero se midió la altura basándose en la metodología ISAK (Carter, 2002) con un tallímetro Seca 220 (Seca, Hamburgo, Alemania; precisión de 1 mm) y luego se realizó el AIB. Los ocho electrodos del AIB se distribuyeron de la siguiente manera (bilateralmente): talones (2), metatarsianos (2), dedos II-V de la mano (2) y pulgar (2). De acuerdo con las directrices de los fabricantes, los brazos se abrieron aproximadamente 20 grados desde el tronco. El software del fabricante (Lookin'Body 120, Biospace Corp., Seúl, Corea) calculó automáticamente los parámetros de composición corporal.

 

Variables de asimetría

 

Para evaluar las asimetrías, se utilizó el índice de simetría (%) con la fórmula que utiliza el promedio en el denominador (Björklund et al., 2017). Para calcular el índice de simetría entre los miembros superiores, empleamos esta fórmula:

 

 

donde MMd y MMnd son la masa magra del miembro superior dominante y del miembro superior no dominante, respectivamente.

 

También se calculó la asimetría entre los miembros inferiores como una medida de control, para comprobar que las asimetrías ocurrieron localmente en los miembros superiores. Para determinar la asimetría entre ambos miembros inferiores se utilizó la misma ecuación, pero usando el valor absoluto de la diferencia en el numerador, para tener información únicamente en la magnitud de las asimetrías y eliminar el efecto de la dirección de la asimetría. Debido al hecho de que ambos miembros inferiores están involucrados de manera similar en el soporte del cuerpo no esperamos que los patrones de asimetría de los miembros inferiores tuvieran un comportamiento similar a los de los miembros superiores, por lo que decidimos eliminar la información de la dirección de las asimetrías y centrarnos únicamente en la magnitud. 

 

Determinación del estado de madurez

 

El estado de madurez (EM) es el intervalo de tiempo antes o después de la etapa de crecimiento máximo, definido por el pico de crecimiento en altura, que es el momento en que se crece más rápido en altura durante la adolescencia. El EM fue estimado basándose en las ecuaciones de Moore et al. (2015) que utiliza la altura y la edad como variables predictoras:

 

 

 

donde R2 = 0.898 y SEE= 0.528

 

 

 

donde R2 = 0.896 y SEE= 0.542

 

Luego dividimos ambas muestras (tanto a los jugadores de pádel como a los esquiadores) en dos grupos: sujetos con un EM negativo y sujetos con un EM positivo. Es muy probable que la mayoría de los sujetos con un EM negativo aún no hubieran alcanzado su pico máximo de crecimiento de la masa magra (Rauch et al., 2004).

 

2.3 ANÁLISIS ESTADÍSTICO

 

El análisis se llevó a cabo utilizando el software OriginLab 9 (OriginLab Northampton, MA). Se tomaron como medidas de descriptivas de la muestra: la altura del cuerpo (cm), la masa corporal (kg), la grasa corporal (kg), el índice de masa corporal (kg/m2), la masa magra del miembro superior dominante (kg), la masa magra del miembro superior no dominante (kg), la masa magra del miembro inferior derecho (kg) y la masa magra del miembro inferior izquierdo (kg). El índice de masa corporal se transformó en centiles (Centers for Disease Control and Prevention [CDC], 2010). También se calcularon las ecuaciones de regresión lineal que relacionan la edad con la masa magra de miembros superiores e inferiores. 

 

Tanto las variables de composición corporal mencionadas como el índice de simetría (%) se compararon entre ambas muestras de deportistas (para todos los sujetos, considerando sólo los sujetos con un EM negativo o sólo los que presentaban un EM positivo) realizando pruebas t independientes o el test de Mann-Whitney cuando no se cumplía la condición de normalidad. Se realizó una prueba de Chi cuadrado para ver si el número de niñas, de jugadores zurdos y de niños categorizados en los grupos de peso según los centiles de IMC era similar entre ambas muestras. Para disminuir la probabilidad de cometer el error de tipo 1 y basándose en la corrección de Bonferroni, el nivel alfa se fijó en p < 0,001 (0,05/41 comparaciones ≈ 0,001). Antes de este análisis se realizó una prueba de Shapiro Wilk o una prueba de Kolmogorov Smirnov (cuando el tamaño de la muestra era superior a 50) para comprobar la normalidad y una prueba de Levene para evaluar la homogeneidad de las varianzas. Los tamaños del efecto de las comparaciones de medias se calcularon con el programa gratuito Psychometrica (Lenhard y Lenhard, 2016). El tamaño del efecto se evaluó mediante la escala de Cohen (1988): I) 0-0.20, "efecto insignificante"; II) 0,20-0,50, "efecto pequeño"; III) 0,50-0,80, "efecto medio"; IV) 0,80-1, "efecto grande".

Finalmente, se realizó un análisis de regresión lineal múltiple, incluyendo el índice de simetría como la variable dependiente y la edad, el sexo y el deporte como variables independientes.

 

3. RESULTADOS

 

No hubo diferencias significativas entre los jugadores de pádel y el grupo control para los parámetros demográficos y de composición corporal, ni cuando se analizó toda muestra, ni en los sujetos con un estado de madurez negativo o positivo estudiados por separado (p > 0.05 en todos los casos; Tabla 1).

 

Tabla 1. Medidas descriptivas y de composición corporal de las muestras analizadas (Medias ± DE)

Muestra

Variable

Jugadores pádel

Esquiadores

T, Z (#), 𝛘2 (##)

Valor de P

Todos los sujetos

N

96

76

 

 

Zurdos (n)

8

6

0,017##

0,900

Niñas (n)

43

33

0,032##

0,857

 

EM estimado (años)

0,8 ± 2,3

0,3 ± 2,5

1,388

0,167

 

Edad (años)

13,8 ± 2,5

13,2 ± 2,8

1,512

0,132

 

Altura (cm)

159.1 ± 12.6

156.6 ± 14.9

1,145

0,253

 

Peso (kg)

53,5 ± 14,8

50,7 ± 15,3

1,220

0,224

 

MME (kg)

23,2 ± 7

21,6 ± 6,9

1,498

0,136

 

GC (kg)

11,1 ± 6,2

10,9 ± 6,7

0,196

0,844

 

IMC (kg/m2)

Infrapeso (n) (< 5º centil)

Normopeso (n) (Centil 5º – 85º)

Sobrepeso (n) (≥ 85º centil)

20,7 ± 3,7

2

70

24

20,2 ± 3,7

4

53

19

0,954

1,290##

 

 

0,341

0,525

 

 

EM negativo

N

38

37

 

 

Zurdos (n)

2

2

0,001##

0,978

 

Niñas (n)

10

12

0,338##

0,561

 

EM estimado (años)

-1,5 ± 1,2

-1,9 ± 1,2

1,245#

0,213

 

Edad (años)

11,5 ± 1,6

10,9 ± 1,7

1,591

0,116

 

Altura (cm)

147.6 ± 10.1

145.5 ± 11.5

0,820

0,415

 

Peso (kg)

42,3 ± 12,2

39,9 ± 9,4

0,599#

0,549

 

MME (kg)

17,7 ± 4,6

16,7 ± 4,3

0,960

0,340

 

GC (kg)

9,1 ± 6,3

8,4 ± 4,2

0,001#

1

 

IMC (kg/m2)

Infrapeso (n) (< 5º centil)

Normopeso (n) (Centil 5º – 85º)

Sobrepeso (n) (≥ 85º centil)

19,1 ± 3,7

1

26

11

18,6 ± 2,8

2

24

11

0,355#

0,400##

 

 

0,723

 

 

 

EM positivo

N

58

39

 

 

Zurdos (n)

6

4

0,0002##

0,989

 

Niñas (n)

33

21

0,088##

0,767

 

EM estimado (años)

2,2 ± 1,4

2,3 ± 1,5

0,011#

0,991

 

Edad (años)

15,3 ± 1,7

15,4 ± 1,8

-0,173#

0,863

 

Altura (cm)

166.6 ± 7.4

167.2 ± 8.9

-0,295

0,768

 

Peso (kg)

60,8 ± 11,4

60,9 ± 12,5

-0,052#

0,959

 

MME (kg)

26,9 ± 5,8

26,3 ± 5,5

0,394#

0,694

 

GC (kg)

12,3 ± 5,8

13,3 ± 7,7

-0,408#

0,683

 

IMC (kg/m2)

Infrapeso (n) (< 5º centil)

Normopeso (n) (Centil 5º – 85º)

Sobrepeso (n) (≥ 85º centil)

21,8 ± 3,2

1

44

13

21,7 ± 3,7

2

29

8

0,158#

0,920

 

 

0,874

0,631

 

 

*EM: Estado de madurez; MME: Masa muscular esquelética; GC: Grasa corporal; IMC: Índice de masa corporal

T, Z (#), 𝛘2 (##) : Estadísticos para las pruebas t de Student, Mann-Whitney y Chi-cuadrado.

 

Las rectas de regresión que relacionan la edad y la masa magra apendicular fueron visualmente similares entre los esquiadores y los jugadores de pádel en casi todos los casos (Figura 1). Las rectas de regresión para el miembro superior dominante y no dominante para los esquiadores (Figura 1e vs. Figura 1f) fueron muy similares tanto en el valor de la ordenada en el origen como en la pendiente. Lo mismo sucedió para las rectas de regresión del miembro inferior derecho e izquierdo, tanto en los jugadores de pádel (Figura 1c vs. Figura 1d) como en los esquiadores (Figura 1g vs. Figura 1h). El único caso donde pareció haber una diferencia más notable fue entre las pendientes de las rectas de regresión de los miembros superiores de los jugadores de pádel (0,24 vs. 0,21; Figura 1a vs. Figura 1b).

 

 

Jugadores de pádel

 

Esquiadores

Masa magra

 MSD (kg)

Masa magra

 MSND (kg)

Masa magra

 MID (kg)

Masa magra

 MII (kg)

 

Edad (años)

Edad (años)

 

*MSD: miembro superior dominante; MSND: miembro superior no dominante; MID: Miembro inferior derecho; MII: Miembro inferior izquierdo

Figura 1. Relación entre la masa magra de miembros superiores e inferiores y la edad en los jugadores de pádel y en los esquiadores.

 

Los valores de masa magra apendiculares no mostraron diferencias significativas entre los jugadores de pádel y los controles (Tabla 2). El único parámetro que fue estadísticamente diferente entre las dos muestras fue la asimetría entre miembros superiores (7,2 ± 5 % vs. 1,4 ± 3,2 %; p < 0,001) con un tamaño de efecto grande (d de Cohen = 1,698). Esto también ocurrió cuando se consideraron solo los sujetos con un EM negativo (5,7 ± 3,2 % vs. 1,5 ± 3,8 %; p < 0,001) o positivo (8,3 ± 5,8 % vs. 1,3 ± 2,4; p < 0,001), siendo la d de Cohen de 1,294 y 2,514 respectivamente, lo que corresponde, en ambos casos, a un tamaño de efecto grande (Cohen, 1988).

 

Tabla 2. Valores de masa magra y asimetría apendicular de las muestras analizadas (media ± DE)

Muestra

Variable

Jugadores pádel

Esquiadores

T, Z (#), X2 (##)

Valor de P

Todos los sujetos

N

96

76

 

 

Masa magra MSD (kg)

2,15 ± 0,84

1,93 ± 0,75

1,744

0,082

 

Masa magra MSND (kg)

1,99 ± 0,76

1,91 ± 0,75

0,708

0,479

 

Masa magra MID (kg)

6,41 ± 2,04

5,97 ± 2,14

1,388

0,166

 

Masa magra MII (kg)

6,38 ± 2,03

5,95 ± 2,14

1,353

0,177

 

Asimetría entre MS (%)

7,2 ± 5

1,4 ± 3,2

8,487#

< 0,001

 

Asimetría entre MI (%)

1,1 ± 0,8

1,2 ± 1,1

-1,127

0,260

EM negativo

N

38

37

 

 

Masa magra MSD (kg)

1,51 ± 0,52

1,4 ± 0,44

0,731#

0,465

 

Masa magra MSND (kg)

1,43 ± 0,49

1,38 ± 0,45

0,297#

0,767

 

Masa magra MID (kg)

4,72 ± 1,43

4,40 ± 1,36

1,009

0,316

 

Masa magra MII (kg)

4,69 ± 1,42

4,37 ± 1,35

1,110

0,316

 

Asimetría entre MS (%)

5,7 ± 3,2

1,5 ± 3,8

4,700#

< 0,001

 

Asimetría entre MI (%)

1,1 ± 0,9

1,4 ± 1,1

-0,906#

0,365

EM positivo

N

58

39

 

 

Masa magra MSD (kg)

2,57 ± 0,74

2,44 ± 0,63

0,585#

0,559

 

Masa magra MSND (kg)

2,36 ± 0,68

2,41 ± 0,63

-0,640#

0,522

 

Masa magra MID (kg)

7,52 ± 1,57

7,45 ± 1,60

0,186

0,853

 

Masa magra MII (kg)

7,48 ± 1,55

7,44 ± 1,60

0,121

0,904

 

Asimetría entre MS (%)

8,3 ± 5,8

1,3 ± 2,4

7,117#

< 0,001

 

Asimetría entre MI (%)

1 ± 0,8

1,1 ± 1

0,453#

0,651

*MSD: Miembro superior dominante; MSND: Miembro superior no dominante; MID: Miembro inferior derecho; MII: Miembro inferior izquierdo

*Los valores P menores de 0,05 acompañados de grandes tamaños de efecto están marcados en negrita.

 

El análisis de regresión múltiple, incluyendo la asimetría entre miembros superiores como variable dependiente y la edad, el sexo y el deporte como variables independientes, mostró una relación estadísticamente significativa (gl. = 168; suma de cuadrados residual = 3091,2; p < 0,001; r2 ajustado = 0,32). La edad y el sexo no fueron predictores significativos (suma de cuadrados = 63,5; p = 0,064 y suma de cuadrados = 0,28; p = 0,902; respectivamente) pero el deporte sí (suma de cuadrados = 1355,6; p < 0,001). En el caso de la asimetría entre los miembros inferiores, el mismo modelo no fue estadísticamente significativo (gl. = 168; suma de cuadrados residual = 147,6; p = 0,123).

 

4. DISCUSIÓN

 

Según nuestro conocimiento, este es el primer estudio que describe el desarrollo de asimetrías entre miembros superiores en jóvenes jugadores de pádel. Se apreciaron asimetrías, tanto en aquellos jugadores con un EM negativo como en aquellos con un EM positivo.

 

Los valores de masa magra del miembro superior coinciden con los datos reportados en trabajos anteriores. En una investigación similar en el que se evaluó la composición corporal de niños prepuberales menores de 10 años (también mediante AIB) la masa magra del miembro superior fue de aproximadamente 1,35 kg (Kriemler et al., 2008). En el presente trabajo -en los sujetos con un EM negativo- se hallaron valores más altos (1,38-1,51 kg; Tabla 2), pero la muestra tenía una media de edad también más alta que la del estudio mencionado (Kriemler et al., 2008). Filipcic et al. (2016), en una muestra de jugadores de tenis de 11,29 ± 0,77 años (edad similar a la muestra de sujetos con un EM negativo de este estudio) obtuvieron valores de masa magra para el miembro superior dominante y no dominante más altos (1,61 ± 0,44 kg y 1,52 ± 0,42 kg, respectivamente) pero la media de altura de los deportistas que evaluaron también era un poco mayor (151,5 cm vs. 147.6 cm [Tabla 1]). Lo mismo sucedió con la masa magra de los miembros inferiores, donde estos autores obtuvieron valores superiores a 5 kg, mientras que en el presente estudio las medias fueron de 4,69 kg para los padelistas y 4,37 kg para los esquiadores (Tabla 2). En un grupo de tenistas con una edad media de 14,4 años, Filipcic et al. (2016) también obtuvieron valores de masa magra más altos que la de los jugadores de pádel con un EM positivo (con una edad media de 15,3 años) para el miembro superior dominante (2,75 kg vs. 2,57 kg) y no dominante (2,61 kg vs. 2,36 kg). A pesar de que los tenistas del estudio de Filipcic et al. (2016) eran un poco más jóvenes que los jugadores de pádel con un EM positivo, eran más altos (170,4 cm vs. 166.6 cm), lo que puede justificar las diferencias. Esta divergencia de altura podría explicarse por el hecho de que el estudio de Filipcic et al. (2016) se realizó con jóvenes eslovenos que son más altos que los españoles con la misma cohorte de nacimiento (NCD Risk Factor Collaboration, 2016).

 

El principal hallazgo del presente estudio fue que el pádel promueve asimetrías en los miembros superiores de los adolescentes de aproximadamente un valor del 7,2 % (de un 5,7 % en los sujetos con un EM negativo y de aproximadamente un 8,3 % en sujetos con un EM positivo [Tabla 2]). Estos resultados son similares a los datos reportados en estudios anteriores en deportes de raqueta, como el de Filipcic et al. (2016), quienes reportaron una asimetría de masa magra en los miembros superiores de jugadores de tenis de 4,4-6,4%; o el de Rynkiewicz et al. (2013) quienes hallaron una asimetría de aproximadamente un 4%. Tales asimetrías pueden llegar a ser mayores en los jugadores de tenis profesionales (Sanchis-Moysi et al., 2010). Tanto en el caso del tenis como en el del pádel, la asimetría entre los miembros superiores es evidente, aunque no está claro qué deporte provoca mayores asimetrías. Para poder dar respuesta a esa pregunta es necesario investigar el papel de ciertas diferencias entre ambos deportes que podrían influir en la magnitud de las asimetrías, tales como: el peso de la raqueta, siendo la raqueta de pádel más pesada; el tipo de golpes que se ejecutan, siendo en el pádel muy frecuentes las voleas, los remates y otros golpes por encima de la cabeza (Muñoz-Marín et al., 2016; Sánchez-Alcaraz et al., 2020) y los reveses con una sola mano; o la dimensión de la pista, siendo la pista de tenis de mayores dimensiones, lo que puede requerir una mayor potencia de golpeo.

 

Tantos en los sujetos del presente estudio como en otras muestras de jóvenes tenistas se hallaron asimetrías en miembros superiores, incluso en sujetos con un EM negativo (Lemos et al., 2019; Rogowski et al., 2008). Estos resultados no concuerdan con las conclusiones de trabajos anteriores que indican que el entrenamiento de fuerza no provoca hipertrofia muscular en preadolescentes, debido a los bajos niveles de andrógenos circulantes en esta población (Ozmun, et al., 1993; Ramsay et al., 1989). Un entrenamiento de resistencia de 20 semanas (3 días por semana) aplicado en un grupo de chicos prepúberes resultó en cambios en algunas medidas de fuerza que fueron independientes del área transversal del músculo (Ramsay et al., 1989). Del mismo modo, después de un entrenamiento de 8 semanas, consistente en la realización de curls de bíceps tres veces por semana, se detectaron cambios en la fuerza muscular de los flexores del codo en prepúberes, pero no se observaron cambios en la circunferencia del brazo o en los pliegues de la piel (Ozmun et al., 1993). Los autores concluyeron que la mayoría de las ganancias de fuerza muscular a edades tempranas se debieron a aumentos en la activación muscular (Ozmun et al., 1993). En esta línea, otros autores sugieren que el desarrollo de la fuerza muscular en niños prepúberes es impulsado por factores neuronales y no por hipertrofia muscular (Granacher et al., 2011).

 

En la presente investigación se encontró una mayor asimetría de masa magra medida mediante BIA en los jugadores de pádel que en una cohorte similar de esquiadores, lo que nos lleva a pensar que el pádel favorece la hipertrofia muscular o la actividad osteogénica incluso a edades tempranas (en el caso de los padelistas con un EM negativo las asimetrías fueron de aproximadamente un 5,7 %). En el pádel y en otros deportes de raqueta, las fuerzas ejercidas sobre las estructuras musculoesqueléticas del miembro superior dominante -a pesar de ser de intensidad moderada y de corta duración- se ejercen a lo largo de cientos de repeticiones por práctica o partido, y se acumulan a lo largo de varios años de participación deportiva (Lucki y Nicolay, 2007). El resultado más importante de este estudio fue que la asimetría entre los miembros superiores en los jugadores de pádel se produce antes de la edad de crecimiento pico. Por lo tanto, es importante que los entrenadores que trabajan con las categorías de edad más jóvenes lo tengan en cuenta al desarrollar los programas de entrenamiento teniendo en cuenta que estás asimetrías podrían provocar problemas de salud musculoesquelética más difíciles de tratar en edades más adultas. Por lo tanto, sugerimos que en los jugadores de pádel el trabajo compensatorio comience desde el momento en que se inicia el deporte. Esto puede hacerse con ejercicios adaptados para los niños, como lanzar con ambos brazos, gatear, trepar con ambos brazos, ejercicios acrobáticos con ambos brazos o manejar la raqueta con la mano no dominante. También creemos que es conveniente animar a los jóvenes jugadores de pádel a seguir combinando su deporte con actividades de naturaleza simétrica y que sirvan para atenuar los desequilibrios musculares como el Pilates (Alves de Araújo et al., 2012).

 

El presente estudio no está exento de limitaciones. En primer lugar, el AIB no es el gold standard para medir la masa magra y no puede detectar las diferencias específicas de los grupos musculares. Conocer con mayor detalle las respuestas de desarrollo muscular de determinados grupos musculares podría ayudar a revelar los primeros signos de los mecanismos patofisiológicos de ciertas lesiones musculoesqueléticas, como el pinzamiento del hombro o la tendinitis del manguito de los rotadores. Otra limitación es la cuantificación del estado de madurez. Existen otros procedimientos más estandarizados, como el de Mirwald et al. (2002), que considera la edad cronológica, la estatura, la altura sentada y la masa corporal. Utilizamos una fórmula relativamente reciente para estimar el estado de madurez que ha sido menos empleada en la literatura (Moore et al., 2015). A pesar de estas limitaciones, éste es -según nuestro conocimiento- el primer estudio que intenta describir el desarrollo de la asimetría entre los miembros superiores en jugadores de pádel jóvenes. Además, es poco probable que los resultados hubieran sido sustancialmente diferentes con el uso de otros métodos debido a la correlación altamente significativa entre el AIB y la ecuación de Moore et al. (2015) con los métodos de referencia, como ya se indica en la sección de métodos. Teniendo en cuenta la bibliografía previa de deportes de raqueta que estudia las asimetrías, futuros estudios en padelistas podrían, además de evaluar la composición corporal de padelistas mediante BIA, utilizar métodos que proporcionen información analítica de las asimetrías, basados en medidas antropométricas (Lemos et al., 2019; Rogowski et al., 2008) o en densitometría mineral (Sanchis-Moysi et al., 2016). También sería interesante incluir variables como la fecha de inicio en la práctica del deporte de naturaleza asimétrica o la relación entre el número de horas de entrenamiento a la semana y la magnitud de las asimetrías, tal y como han hecho otros autores expertos en la materia (Ireland et al., 2014; Sanchis-Moysi et al., 2010). 

 

Creemos que las descompensaciones de masa magra observadas están estrechamente relacionadas con alteraciones funcionales. Sin embargo, la mayoría de las investigaciones se han centrado en las asimetrías estructurales o funcionales de forma aislada. Pensamos que se necesita investigar sobre la posible relación entre las asimetrías estructurales y trastornos musculoesqueléticos de tipo funcional en los deportes de raqueta, incluido el pádel.

 

5. CONCLUSIONES

 

Según nuestro conocimiento de la materia este es el primer estudio que describe el desarrollo de asimetrías entre miembros superiores en jóvenes jugadores de pádel de competición. Se observaron asimetrías antes y después de la edad de crecimiento pico en altura y fueron mayores a las de un grupo control formado por esquiadores. Todo esto lleva a pensar que estas asimetrías se deben a las características intrínsecas del deporte. Deberían realizarse más estudios que cuantificaran las asimetrías en padelistas utilizando métodos más analíticos (p. ej. densitometría ósea o mediciones antropométricas) y estudios sobre la relación de estas asimetrías con problemas de salud musculoesquelética en la edad adulta.

 

6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte - vol. 22 - número 88 - ISSN: 1577-0354