Delgado-García, G.; Vanrenterghem, J.; Molina-García, P.; Gómez-López,
P.; Ocaña-Wilhelmi, F.; Soto-Hermoso, V.M. (2022) Upper
Limbs Asymmetries in Young Competitive Paddle-Tennis Players. Revista
Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 22
(88) pp. 827-843 Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista88/artasimetria1415.htm
DOI: https://doi.org/10.15366/rimcafd2022.88.007
ORIGINAL
ASIMETRÍA
ENTRE LOS MIEMBROS SUPERIORES EN JÓVENES PADELISTAS DE COMPETICIÓN
UPPER LIMBS ASYMMETRIES IN YOUNG COMPETITIVE
PADDLE-TENNIS PLAYERS
Delgado-García,
G.1; Vanrenterghem, J.2; Molina-García, P.3; Gómez-López,
P.4; Ocaña-Wilhelmi, F.4 y Soto-Hermoso, V.M.5
1 Estudiante de
doctorado. Departamento de Educación Física y Deportiva, Facultad de Ciencias
de la Actividad Física y el Deporte e Instituto Mixto Universitario Deporte y
Salud (iMUDS), Universidad de Granada (España) gabrieldg@ugr.es
2 Profesor de Universidad.
Department of Rehabilitation Sciences, Faculty of
Kinesiology and Rehabilitation Sciences, KU Leuven, University of Leuven
(Belgium) jos.vanrenterghem@kuleuven.be
3 Doctor en ciencias del
deporte. Departamento de Educación Física y Deportiva, Facultad de Ciencias de
la Actividad Física y el Deporte e Instituto Mixto Universitario Deporte y
Salud (iMUDS), Universidad de Granada (España) pablomolinag5@gmail.com
4 Profesor de universidad.
Departamento de Educación Física y Deportiva, Facultad de Ciencias de la
Actividad Física y el Deporte y Laboratorio de esquí (Skiing Lab) del Instituto
Mixto Universitario Deporte y Salud (iMUDS), Universidad de Granada (España) pjgomez@ugr.es, fjocana@ugr.es
5 Profesor de Universidad.
Departamento de Educación Física y Deportiva, Facultad de Ciencias de la
Actividad Física y el Deporte e Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud (iMUDS),
Universidad de Granada (España) vsoto@ugr.es
AGRADECIMIENTOS
Los autores quieren agradecer a todos
los atletas que participaron en esta investigación. Fue apoyada por el
Ministerio Español de Cultura y Deporte (FPU15/02949).
Los autores declaran que no existe
ningún conflicto de intereses.
Código UNESCO / UNESCO code: 3212 Salud pública / Public
Health
Clasificación del Consejo de Europa / Council of Europe
Classification: 11 Medicina del Deporte / Sport Medicine
Recibido 9 de julio de 2019 Received
July 9, 2019
Aceptado 15 de noviembre de 2020 Accepted
November 15, 2020
RESUMEN
Existe escasa literatura sobre las
asimetrías en el pádel, un deporte de naturaleza asimétrica. Para estudiar el
desarrollo de asimetrías en este deporte se evaluó, con bioimpedancia, la masa
magra de ambos miembros superiores de 96 jugadores de pádel jóvenes y de 76
esquiadores (grupo control) y se calculó el índice de simetría. Los jugadores
de pádel tuvieron una asimetría entre ambos miembros superiores mayor que los
esquiadores, cuando se consideró toda la muestra (7.2 ± 5 % vs. 1.4 ±
3.2 %; p < 0.001), en jugadores con un estado de madurez negativo (5,7 ± 3,2
% vs. 1,5 ± 3,8 %; p < 0,001) y en aquellos con un estado de madurez
positivo (8,3 ± 5,8 % vs. 1,3 ± 2,4 %; p < 0,001). Este estudio
revela que el pádel genera asimetrías de masa magra en los miembros superiores,
incluso antes de la edad de crecimiento pico.
PALABRAS CLAVE: Velocidad de
crecimiento pico, deporte de raqueta, deporte en la infancia, estado de
madurez, desequilibrios musculares.
ABSTRACT
There is little
literature on asymmetries in paddle tennis, a sport of an asymmetrical nature.
To study the development of upper limb asymmetries, 96 young paddle players and
76 skiers (control group) were evaluated via bioimpedance. The lean mass symmetry
index was then compared, considering the sport (paddle tennis players and
skiers) and the maturity offset (positive or negative). Paddle-tennis players
had a systematically greater upper limbs asymmetry than skiers (7.2 ± 5 % vs. 1.4 ± 3.2 %; p < 0.001). This also occurs when comparing only the subsamples
with a negative maturity offset (5.7 ±
3.2 % vs. 1.5 ± 3.8 %; p < 0.001) or with
a positive maturity offset (8.3 ±
5.8 % vs. 1.3 ± 2.4 %; p < 0.001). The study reveals that paddle tennis generates
asymmetries of lean mass in upper limbs, even before growth spurt.
KEYWORDS: Peak Height Velocity, Racket sport, Children's sport, Maturity Offset,
Muscular imbalance.
1. INTRODUCCIÓN
En todo el mundo hay más de 12 millones
de personas que juegan al pádel. Este deporte se practica en 78 países y cuenta
con un total de 35 federaciones nacionales (International
Padel Federation [IPF], 2020). En el caso particular de España es muy
popular, siendo el número diez en la lista de los deportes más practicados (García et al., 2015) y uno de los más
populares en los centros deportivos municipales (Águila
et al., 2009). El número practicantes en España en 2015 fue de 5,2
millones (Courel-Ibáñez et al., 2017) y
el número de licencias incrementó de 6137 a 72266 entre los años 2000 y 2018 (Ministerio de Educación Cultura y Deporte del
Gobierno de España [MECD], 2020). El pádel profesional también está
adquiriendo una gran importancia, tal y como se deduce del número de horas de
entrenamiento semanal que dedican los jugadores de élite (De la Fuente et al., 2014). Desafortunadamente,
también ocupa el sexto lugar de los deportes con un mayor número de lesiones y
el segundo en la lista de los deportes que requieran más rehabilitación después
de una lesión (García et al., 2015),
siendo la mayor parte de las lesiones de naturaleza intrínseca (García–Fernández et al., 2019).
Los jugadores de pádel, al igual que
otros deportistas de raqueta, constituyen un caso interesante para el estudio
de la plasticidad fenotípica muscular y ósea en respuesta a un entrenamiento
asimétrico, ya que ejercen sistemáticamente mayores fuerzas con el miembro superior
dominante que con el opuesto (Lucki y Nicolay,
2007). La naturaleza asimétrica de los deportes de raqueta ha dado lugar
a numerosos estudios que analizan las diferencias en los miembros superiores,
concluyendo la mayor parte que estos deportes promueven el desarrollo temprano
de asimetrías debido a la hipertrofia muscular del miembro superior dominante (Sanchis-Moysi et al., 2010; Sanchis-Moysi et al., 2016).
Los deportistas de raqueta muestran diferencias entre el miembro superior dominante
y el no dominante en volumen (Rogowski et al.,
2008), en circunferencias segmentales (Lemos
et al., 2019), en la masa magra (Filipcic
et al., 2016; Sanchis-Moysi et al., 2010), en la densidad mineral ósea (Haapasalo et al., 1998; Sanchis-Moysi et al., 2010),
en el contenido mineral óseo y en el área ósea (Sanchis-Moysi
et al., 2010). Estas asimetrías parecen ocurrir en edades tempranas,
incluso antes de la etapa de crecimiento rápido definida por la etapa de
velocidad máxima de crecimiento en altura (o edad de crecimiento pico en altura)
(Rogowski et al., 2008) y dependen, entre
otros factores, del número de horas semanales de entrenamiento (Haapasalo et al., 1998; Sanchis-Moysi et al., 2010)
o de la edad a la que se inició la práctica deportiva (Ireland et al., 2014).
Aunque hay pocos estudios al respecto,
algunos autores sugieren que las asimetrías musculares podrían estar asociadas
con lesiones por sobreuso debido a la repetición de acciones y gestos
específicos (Castillo-Lozano y Casuso-Holgado,
2014). Así, un perfil muscular desequilibrado de los músculos del hombro
(a nivel dominante/no dominante y agonista/antagonista) en deportes que
incluyen lanzamientos por encima de la cabeza se asocia con un mayor riesgo de
lesiones por sobreuso debido a microtraumas repetitivos en los tejidos blandos
(estructuras capsulares y ligamentosas) (Edouard
et al., 2013). Por otro lado, los desequilibrios musculares de los
miembros superiores producidos por el entrenamiento asimétrico podrían provocar
una escoliosis torácica (Swārd, 1992).
Contrario a esta idea Zaina et al. (2016)
concluyen que el tenis no provoca deformidades de la columna en niños en
crecimiento. Teniendo en cuenta lo
anterior parece necesario estudiar y cuantificar las asimetrías en esta
población, para determinar en qué medida los programas de entrenamiento deben
incluir ejercicios orientados a disminuir las asimetrías. A pesar de que
existen numerosos estudios en otros deportes de raqueta que investigan sobre
las asimetrías, no conocemos ningún estudio en esta línea en el caso del pádel.
Comprender la probabilidad de
desarrollar asimetría entre miembros superiores en los jugadores de pádel
podría ayudar a prevenir lesiones por sobreuso. El objetivo del estudio
fue describir el desarrollo de asimetrías entre miembros superiores en jóvenes jugadores
de pádel y compararlo con una muestra similar de esquiadores alpinos. Se
sostiene la hipótesis de que los jugadores de pádel mostraran una mayor
asimetría entre miembros superiores que los esquiadores alpinos incluso antes
de la edad de crecimiento pico, definida por la etapa de velocidad máxima de
crecimiento en altura.
2. MÉTODOS
2.1. PARTICIPANTES
Se trata de un estudio transversal
realizado con dos muestras de jóvenes deportistas de alto nivel de competición:
una formada por 96 jugadores de pádel (43 chicas) y otra formada por 76
esquiadores alpinos (a partir de ahora sólo utilizaremos el término
"esquiadores") de los que 33 eran chicas. Las características
demográficas y de composición corporal aparecen en detalle en la tabla 1. Todos
los sujetos presentaban ranking nacional y participaban en competiciones de
alto nivel en el momento de la recolección de datos (mayo de 2018).
La muestra seleccionada de jugadores de
pádel incluía a algunos de los mejores jugadores de todas las ciudades de
Andalucía que podría ser considerada como una de las regiones con los mejores jugadores
de pádel del mundo. En un estudio reciente, los esquiadores mostraron un bajo
nivel de asimetría tanto para la masa magra de miembros superiores como de miembros
inferiores (Björklund et al., 2017) por
lo que estos atletas podrían ser considerados como una población de control
para la investigación actual. Estudios anteriores también utilizaron una
muestra de un deporte supuestamente simétrico como grupo control (Rogowski et al., 2008).
Los criterios de inclusión del estudio
fueron los siguientes: I) frecuencia de entrenamiento de al menos 3
días por semana; II) participación periódica en campeonatos regionales,
nacionales y/o internacionales; III) ausencia de lesiones musculoesqueléticas
en el mes anterior a la toma de datos. Pedimos a los participantes que ayunaran
al menos dos horas antes de la evaluación y que no realizaran ningún tipo de
actividad física vigorosa en las 48 horas previas.
El estudio se llevó a cabo de acuerdo
con las normas éticas establecidas en la Declaración de Helsinki (World Medical Association, 2001). Los atletas
y sus padres recibieron información sobre el estudio antes de las pruebas, y firmaron
un consentimiento informado.
2.2. PROCEDIMIENTOS
E INSTRUMENTOS
Medición
de bioimpedancia
La composición corporal se midió
mediante impedancia bioeléctrica (AIB), con un dispositivo de doble frecuencia
(20 kHz y 100 kHz) que utiliza un sistema de electrodos táctiles de ocho puntos
(Inbody 230, Biospace Co., Ltd.; Seúl, Corea) (Faria
et al., 2014; von Hurst et al., 2016). Según los fabricantes es adecuado
para individuos de una amplia gama de edad (3-99 años de edad) y permite medir
los cinco segmentos del cuerpo: tronco, miembro inferior derecho e izquierdo y miembro
superior derecho e izquierdo. El AIB es un buen método para determinar el agua
corporal y la masa libre de grasa en personas sin alteraciones de líquidos
corporales y electrolitos (Alvero et al., 2011).
Se deben utilizar ecuaciones de predicción ajustadas a la edad y al sexo,
adecuadas a la población y que deben haber sido validadas frente a métodos de
referencia. Se basan en la estrecha relación que hay entre las propiedades
eléctricas del cuerpo humano, la composición corporal de los diferentes tejidos
y el contenido total de agua en el cuerpo (Alvero
et al., 2011). Como todos los métodos indirectos de estimación de la
composición corporal, el AIB depende de algunas premisas relativas a las
propiedades eléctricas del cuerpo, de su composición y estado de madurez, su
nivel de hidratación, la edad, el sexo,
la raza y la condición física (Kyle et al., 2004). Además, se muestra como una alternativa válida a la
absorciometría dual de rayos X para evaluar la masa muscular con un coeficiente
de correlación por encima de 0,85 (Ling et al.,
2011; Miyatani et al., 2000) y es válido en estudios de composición
corporal apendicular en niños (Kriemler et al.,
2008).
El tiempo dedicado a evaluar a un sujeto
fue de aproximadamente tres minutos. Primero se midió la altura basándose en la
metodología ISAK (Carter, 2002) con un tallímetro
Seca 220 (Seca, Hamburgo, Alemania; precisión de 1 mm) y luego se realizó el AIB.
Los ocho electrodos del AIB se distribuyeron de la siguiente manera
(bilateralmente): talones (2), metatarsianos (2), dedos II-V de la mano (2) y
pulgar (2). De acuerdo con las directrices de los fabricantes, los brazos se
abrieron aproximadamente 20 grados desde el tronco. El software del fabricante
(Lookin'Body 120, Biospace Corp., Seúl, Corea) calculó automáticamente los
parámetros de composición corporal.
Variables
de asimetría
Para evaluar las asimetrías, se utilizó
el índice de simetría (%) con la fórmula que utiliza el promedio en el
denominador (Björklund et al., 2017).
Para calcular el índice de simetría entre los miembros superiores, empleamos
esta fórmula:
donde MMd y MMnd son la masa magra del miembro
superior dominante y del miembro superior no dominante, respectivamente.
También se calculó la asimetría entre los
miembros inferiores como una medida de control, para comprobar que las
asimetrías ocurrieron localmente en los miembros superiores. Para determinar la
asimetría entre ambos miembros inferiores se utilizó la misma ecuación, pero
usando el valor absoluto de la diferencia en el numerador, para tener
información únicamente en la magnitud de las asimetrías y eliminar el efecto de
la dirección de la asimetría. Debido al hecho de que ambos miembros inferiores están
involucrados de manera similar en el soporte del cuerpo no esperamos que los
patrones de asimetría de los miembros inferiores tuvieran un comportamiento
similar a los de los miembros superiores, por lo que decidimos eliminar la
información de la dirección de las asimetrías y centrarnos únicamente en la
magnitud.
Determinación del
estado de madurez
El estado de madurez (EM) es
el intervalo de tiempo antes o después de la etapa de crecimiento
máximo, definido por el pico de crecimiento en altura, que es el momento
en que se crece más rápido en altura durante la adolescencia. El EM fue
estimado basándose en las ecuaciones de Moore et al. (2015) que utiliza la altura y la edad como variables predictoras:
donde R2 = 0.898 y SEE= 0.528
donde R2 = 0.896 y SEE= 0.542
Luego dividimos ambas muestras (tanto a
los jugadores de pádel como a los esquiadores) en dos grupos: sujetos con un EM
negativo y sujetos con un EM positivo. Es muy probable que la mayoría de los
sujetos con un EM negativo aún no hubieran alcanzado su pico máximo de
crecimiento de la masa magra (Rauch et al.,
2004).
2.3 ANÁLISIS
ESTADÍSTICO
El análisis se llevó a cabo utilizando
el software OriginLab 9 (OriginLab Northampton, MA). Se tomaron como medidas de
descriptivas de la muestra: la altura del cuerpo (cm), la masa corporal (kg),
la grasa corporal (kg), el índice de masa corporal (kg/m2), la masa
magra del miembro superior dominante (kg), la masa magra del miembro
superior no dominante (kg), la masa magra del miembro inferior derecho (kg) y
la masa magra del miembro inferior izquierdo (kg). El índice de masa corporal
se transformó en centiles (Centers for Disease
Control and Prevention [CDC], 2010). También se calcularon las
ecuaciones de regresión lineal que relacionan la edad con la masa magra de miembros
superiores e inferiores.
Tanto las variables de composición
corporal mencionadas como el índice de simetría (%) se compararon entre ambas
muestras de deportistas (para todos los sujetos, considerando sólo los sujetos
con un EM negativo o sólo los que presentaban un EM positivo) realizando
pruebas t independientes o el test de Mann-Whitney cuando no se cumplía
la condición de normalidad. Se realizó una prueba de Chi cuadrado para ver si
el número de niñas, de jugadores zurdos y de niños categorizados en los grupos
de peso según los centiles de IMC era similar entre ambas muestras. Para
disminuir la probabilidad de cometer el error de tipo 1 y basándose en la
corrección de Bonferroni, el nivel alfa se fijó en p < 0,001 (0,05/41
comparaciones ≈ 0,001). Antes de este análisis se realizó una prueba de
Shapiro Wilk o una prueba de Kolmogorov Smirnov (cuando el tamaño de la muestra
era superior a 50) para comprobar la normalidad y una prueba de Levene para
evaluar la homogeneidad de las varianzas. Los tamaños del efecto de las
comparaciones de medias se calcularon con el programa gratuito Psychometrica (Lenhard y Lenhard, 2016). El tamaño del efecto
se evaluó mediante la escala de Cohen (1988):
I) 0-0.20, "efecto insignificante"; II) 0,20-0,50, "efecto
pequeño"; III) 0,50-0,80, "efecto medio"; IV) 0,80-1,
"efecto grande".
Finalmente, se realizó un análisis de
regresión lineal múltiple, incluyendo el índice de simetría como la variable
dependiente y la edad, el sexo y el deporte como variables independientes.
3. RESULTADOS
No hubo
diferencias significativas entre los jugadores de pádel y el grupo control para
los parámetros demográficos y de composición corporal, ni cuando se analizó toda
muestra, ni en los sujetos con un estado de madurez negativo o positivo estudiados
por separado (p > 0.05 en todos los casos; Tabla 1).
Tabla 1. Medidas descriptivas y
de composición corporal de las muestras analizadas (Medias ± DE) |
|||||
Muestra |
Variable |
Jugadores pádel |
Esquiadores |
T, Z (#), 𝛘2 (##) |
Valor de P |
Todos los sujetos |
N |
96 |
76 |
|
|
Zurdos (n) |
8 |
6 |
0,017## |
0,900 |
|
Niñas (n) |
43 |
33 |
0,032## |
0,857 |
|
|
EM estimado (años) |
0,8 ± 2,3 |
0,3 ± 2,5 |
1,388 |
0,167 |
|
Edad (años) |
13,8 ± 2,5 |
13,2 ± 2,8 |
1,512 |
0,132 |
|
Altura (cm) |
159.1 ± 12.6 |
156.6 ± 14.9 |
1,145 |
0,253 |
|
Peso (kg) |
53,5 ± 14,8 |
50,7 ± 15,3 |
1,220 |
0,224 |
|
MME (kg) |
23,2 ± 7 |
21,6 ± 6,9 |
1,498 |
0,136 |
|
GC (kg) |
11,1 ± 6,2 |
10,9 ± 6,7 |
0,196 |
0,844 |
|
IMC (kg/m2) Infrapeso (n) (< 5º centil) Normopeso (n) (Centil 5º – 85º) Sobrepeso (n) (≥ 85º centil) |
20,7 ± 3,7 2 70 24 |
20,2 ± 3,7 4 53 19 |
0,954 1,290## |
0,341 0,525 |
EM negativo |
N |
38 |
37 |
|
|
Zurdos (n) |
2 |
2 |
0,001## |
0,978 |
|
|
Niñas (n) |
10 |
12 |
0,338## |
0,561 |
|
EM estimado (años) |
-1,5 ± 1,2 |
-1,9 ± 1,2 |
1,245# |
0,213 |
|
Edad (años) |
11,5 ± 1,6 |
10,9 ± 1,7 |
1,591 |
0,116 |
|
Altura (cm) |
147.6 ± 10.1 |
145.5 ± 11.5 |
0,820 |
0,415 |
|
Peso (kg) |
42,3 ± 12,2 |
39,9 ± 9,4 |
0,599# |
0,549 |
|
MME (kg) |
17,7 ± 4,6 |
16,7 ± 4,3 |
0,960 |
0,340 |
|
GC (kg) |
9,1 ± 6,3 |
8,4 ± 4,2 |
0,001# |
1 |
|
IMC (kg/m2) Infrapeso (n) (< 5º centil) Normopeso (n) (Centil 5º – 85º) Sobrepeso (n) (≥ 85º centil) |
19,1 ± 3,7 1 26 11 |
18,6 ± 2,8 2 24 11 |
0,355# 0,400## |
0,723 |
EM positivo |
N |
58 |
39 |
|
|
Zurdos (n) |
6 |
4 |
0,0002## |
0,989 |
|
|
Niñas (n) |
33 |
21 |
0,088## |
0,767 |
|
EM estimado (años) |
2,2 ± 1,4 |
2,3 ± 1,5 |
0,011# |
0,991 |
|
Edad (años) |
15,3 ± 1,7 |
15,4 ± 1,8 |
-0,173# |
0,863 |
|
Altura (cm) |
166.6 ± 7.4 |
167.2 ± 8.9 |
-0,295 |
0,768 |
|
Peso (kg) |
60,8 ± 11,4 |
60,9 ± 12,5 |
-0,052# |
0,959 |
|
MME (kg) |
26,9 ± 5,8 |
26,3 ± 5,5 |
0,394# |
0,694 |
|
GC (kg) |
12,3 ± 5,8 |
13,3 ± 7,7 |
-0,408# |
0,683 |
|
IMC (kg/m2) Infrapeso (n) (< 5º centil) Normopeso (n) (Centil 5º – 85º) Sobrepeso (n) (≥ 85º centil) |
21,8 ± 3,2 1 44 13 |
21,7 ± 3,7 2 29 8 |
0,158# 0,920 |
0,874 0,631 |
*EM: Estado de madurez; MME:
Masa muscular esquelética; GC: Grasa corporal; IMC: Índice de masa corporal T, Z (#), 𝛘2 (##) : Estadísticos
para las pruebas t de Student, Mann-Whitney y Chi-cuadrado. |
Las rectas de
regresión que relacionan la edad y la masa magra apendicular fueron visualmente
similares entre los esquiadores y los jugadores de pádel en casi todos los
casos (Figura 1). Las rectas de regresión para el miembro superior dominante y
no dominante para los esquiadores (Figura 1e vs. Figura 1f) fueron muy
similares tanto en el valor de la ordenada en el origen como en la pendiente.
Lo mismo sucedió para las rectas de regresión del miembro inferior derecho e
izquierdo, tanto en los jugadores de pádel (Figura 1c vs. Figura 1d)
como en los esquiadores (Figura 1g vs. Figura 1h). El único caso donde
pareció haber una diferencia más notable fue entre las pendientes de las rectas
de regresión de los miembros superiores de los jugadores de pádel (0,24 vs.
0,21; Figura 1a vs. Figura 1b).
|
Jugadores de pádel |
Esquiadores |
Masa
magra MSD (kg) |
|
|
Masa
magra MSND (kg) |
|
|
Masa
magra MID (kg) |
|
|
Masa
magra MII (kg) |
|
|
|
Edad (años) |
Edad (años) |
|
*MSD: miembro superior dominante; MSND: miembro
superior no dominante; MID: Miembro inferior derecho; MII: Miembro inferior
izquierdo |
Figura 1. Relación entre la
masa magra de miembros superiores e inferiores y la edad en los jugadores de pádel
y en los esquiadores.
Los valores de
masa magra apendiculares no mostraron diferencias significativas entre los jugadores
de pádel y los controles (Tabla 2). El único parámetro que fue estadísticamente
diferente entre las dos muestras fue la asimetría entre miembros superiores
(7,2 ± 5 % vs. 1,4 ± 3,2 %; p < 0,001) con un tamaño de efecto grande
(d de Cohen = 1,698). Esto también ocurrió cuando se consideraron solo
los sujetos con un EM negativo (5,7 ± 3,2 % vs. 1,5 ± 3,8 %; p <
0,001) o positivo (8,3 ± 5,8 % vs. 1,3 ± 2,4; p < 0,001), siendo la d
de Cohen de 1,294 y 2,514 respectivamente, lo que corresponde, en ambos casos,
a un tamaño de efecto grande (Cohen, 1988).
Tabla 2. Valores de masa magra y asimetría
apendicular de las muestras analizadas (media ± DE) |
|||||
Muestra |
Variable |
Jugadores pádel |
Esquiadores |
T, Z (#), X2 (##) |
Valor de P |
Todos los sujetos |
N |
96 |
76 |
|
|
Masa magra MSD (kg) |
2,15 ± 0,84 |
1,93 ± 0,75 |
1,744 |
0,082 |
|
|
Masa magra MSND (kg) |
1,99 ± 0,76 |
1,91 ± 0,75 |
0,708 |
0,479 |
|
Masa magra MID (kg) |
6,41 ± 2,04 |
5,97 ± 2,14 |
1,388 |
0,166 |
|
Masa magra MII (kg) |
6,38 ± 2,03 |
5,95 ± 2,14 |
1,353 |
0,177 |
|
Asimetría entre MS (%) |
7,2 ± 5 |
1,4 ± 3,2 |
8,487# |
< 0,001 |
|
Asimetría entre MI (%) |
1,1 ± 0,8 |
1,2 ± 1,1 |
-1,127 |
0,260 |
EM negativo |
N |
38 |
37 |
|
|
Masa magra MSD (kg) |
1,51 ± 0,52 |
1,4 ± 0,44 |
0,731# |
0,465 |
|
|
Masa magra MSND (kg) |
1,43 ± 0,49 |
1,38 ± 0,45 |
0,297# |
0,767 |
|
Masa magra MID (kg) |
4,72 ± 1,43 |
4,40 ± 1,36 |
1,009 |
0,316 |
|
Masa magra MII (kg) |
4,69 ± 1,42 |
4,37 ± 1,35 |
1,110 |
0,316 |
|
Asimetría entre MS (%) |
5,7 ± 3,2 |
1,5 ± 3,8 |
4,700# |
< 0,001 |
|
Asimetría entre MI (%) |
1,1 ± 0,9 |
1,4 ± 1,1 |
-0,906# |
0,365 |
EM positivo |
N |
58 |
39 |
|
|
Masa magra MSD (kg) |
2,57 ± 0,74 |
2,44 ± 0,63 |
0,585# |
0,559 |
|
|
Masa magra MSND (kg) |
2,36 ± 0,68 |
2,41 ± 0,63 |
-0,640# |
0,522 |
|
Masa magra MID (kg) |
7,52 ± 1,57 |
7,45 ± 1,60 |
0,186 |
0,853 |
|
Masa magra MII (kg) |
7,48 ± 1,55 |
7,44 ± 1,60 |
0,121 |
0,904 |
|
Asimetría entre MS (%) |
8,3 ± 5,8 |
1,3 ± 2,4 |
7,117# |
< 0,001 |
|
Asimetría entre MI (%) |
1 ± 0,8 |
1,1 ± 1 |
0,453# |
0,651 |
*MSD: Miembro superior dominante; MSND:
Miembro superior no dominante; MID: Miembro inferior derecho; MII: Miembro inferior
izquierdo *Los valores P menores de 0,05
acompañados de grandes tamaños de efecto están marcados en negrita. |
El análisis de
regresión múltiple, incluyendo la asimetría entre miembros superiores como
variable dependiente y la edad, el sexo y el deporte como variables
independientes, mostró una relación estadísticamente significativa (gl. = 168;
suma de cuadrados residual = 3091,2; p < 0,001; r2 ajustado =
0,32). La edad y el sexo no fueron predictores significativos (suma de
cuadrados = 63,5; p = 0,064 y suma de cuadrados = 0,28; p = 0,902;
respectivamente) pero el deporte sí (suma de cuadrados = 1355,6; p < 0,001).
En el caso de la asimetría entre los miembros inferiores, el mismo modelo no fue
estadísticamente significativo (gl. = 168; suma de cuadrados residual = 147,6; p
= 0,123).
4. DISCUSIÓN
Según nuestro
conocimiento, este es el primer estudio que describe el desarrollo de asimetrías
entre miembros superiores en jóvenes jugadores de pádel. Se apreciaron
asimetrías, tanto en aquellos jugadores con un EM negativo como en aquellos con
un EM positivo.
Los valores de
masa magra del miembro superior coinciden con los datos reportados en trabajos
anteriores. En una investigación similar en el que se evaluó la composición
corporal de niños prepuberales menores de 10 años (también mediante AIB) la
masa magra del miembro superior fue de aproximadamente 1,35 kg (Kriemler et al., 2008). En el presente trabajo
-en los sujetos con un EM negativo- se hallaron valores más altos (1,38-1,51
kg; Tabla 2), pero la muestra tenía una media de edad también más alta que la
del estudio mencionado (Kriemler et al., 2008).
Filipcic et al. (2016), en una muestra de
jugadores de tenis de 11,29 ± 0,77 años (edad similar a la muestra de sujetos con
un EM negativo de este estudio) obtuvieron valores de masa magra para el miembro
superior dominante y no dominante más altos (1,61 ± 0,44 kg y 1,52 ± 0,42 kg,
respectivamente) pero la media de altura de los deportistas que evaluaron
también era un poco mayor (151,5 cm vs. 147.6 cm [Tabla 1]). Lo mismo sucedió con
la masa magra de los miembros inferiores, donde estos autores obtuvieron
valores superiores a 5 kg, mientras que en el presente estudio las medias
fueron de 4,69 kg para los padelistas y 4,37 kg para los esquiadores (Tabla 2).
En un grupo de tenistas con una edad media de 14,4 años, Filipcic et al. (2016) también obtuvieron
valores de masa magra más altos que la de los jugadores de pádel con un EM
positivo (con una edad media de 15,3 años) para el miembro superior dominante
(2,75 kg vs. 2,57 kg) y no dominante (2,61 kg vs. 2,36 kg). A
pesar de que los tenistas del estudio de Filipcic
et al. (2016) eran un poco más jóvenes que los jugadores de pádel con un
EM positivo, eran más altos (170,4 cm vs. 166.6 cm), lo que puede
justificar las diferencias. Esta divergencia de altura podría explicarse por el
hecho de que el estudio de Filipcic et al.
(2016) se realizó con jóvenes eslovenos que son más altos que los
españoles con la misma cohorte de nacimiento (NCD
Risk Factor Collaboration, 2016).
El principal hallazgo del presente
estudio fue que el pádel promueve asimetrías en los miembros superiores de los
adolescentes de aproximadamente un valor del 7,2 % (de un 5,7 % en los sujetos
con un EM negativo y de aproximadamente un 8,3 % en sujetos con un EM positivo [Tabla
2]). Estos resultados son similares a los datos reportados en estudios
anteriores en deportes de raqueta, como el de Filipcic
et al. (2016), quienes reportaron una asimetría de masa magra en los miembros
superiores de jugadores de tenis de 4,4-6,4%; o el de Rynkiewicz et al. (2013) quienes hallaron una asimetría de aproximadamente
un 4%. Tales asimetrías pueden llegar a ser mayores en los jugadores de tenis profesionales
(Sanchis-Moysi et al., 2010). Tanto en el
caso del tenis como en el del pádel, la asimetría entre los miembros superiores
es evidente, aunque no está claro qué deporte provoca mayores asimetrías. Para
poder dar respuesta a esa pregunta es necesario investigar el papel de ciertas
diferencias entre ambos deportes que podrían influir en la magnitud de las
asimetrías, tales como: el peso de la raqueta, siendo la raqueta de pádel más
pesada; el tipo de golpes que se ejecutan, siendo en el pádel muy frecuentes
las voleas, los remates y otros golpes por encima de la cabeza (Muñoz-Marín et al., 2016; Sánchez-Alcaraz et al.,
2020) y los reveses con una sola mano; o la dimensión de la pista, siendo
la pista de tenis de mayores dimensiones, lo que puede requerir una mayor
potencia de golpeo.
Tantos en los sujetos del presente
estudio como en otras muestras de jóvenes tenistas se hallaron asimetrías en
miembros superiores, incluso en sujetos con un EM negativo (Lemos et al., 2019; Rogowski et al., 2008).
Estos resultados no concuerdan con las conclusiones de trabajos anteriores que
indican que el entrenamiento de fuerza no provoca hipertrofia muscular en
preadolescentes, debido a los bajos niveles de andrógenos circulantes en esta
población (Ozmun, et al., 1993; Ramsay et al.,
1989). Un entrenamiento de resistencia de 20 semanas (3 días por semana)
aplicado en un grupo de chicos prepúberes resultó en cambios en algunas medidas
de fuerza que fueron independientes del área transversal del músculo (Ramsay et al., 1989). Del mismo modo, después
de un entrenamiento de 8 semanas, consistente en la realización de curls
de bíceps tres veces por semana, se detectaron cambios en la fuerza muscular de
los flexores del codo en prepúberes, pero no se observaron cambios en la
circunferencia del brazo o en los pliegues de la piel (Ozmun et al., 1993). Los autores concluyeron que la mayoría de las
ganancias de fuerza muscular a edades tempranas se debieron a aumentos en la
activación muscular (Ozmun et al., 1993).
En esta línea, otros autores sugieren que el desarrollo de la fuerza muscular
en niños prepúberes es impulsado por factores neuronales y no por hipertrofia
muscular (Granacher et al., 2011).
En la presente investigación se encontró
una mayor asimetría de masa magra medida mediante BIA en los jugadores de pádel
que en una cohorte similar de esquiadores, lo que nos lleva a pensar que el
pádel favorece la hipertrofia muscular o la actividad osteogénica incluso a
edades tempranas (en el caso de los padelistas con un EM negativo las
asimetrías fueron de aproximadamente un 5,7 %). En el pádel y en otros deportes
de raqueta, las fuerzas ejercidas sobre las estructuras musculoesqueléticas del
miembro superior dominante -a pesar de ser de intensidad moderada y de corta
duración- se ejercen a lo largo de cientos de repeticiones por práctica o
partido, y se acumulan a lo largo de varios años de participación deportiva (Lucki y Nicolay, 2007). El resultado más
importante de este estudio fue que la asimetría entre los miembros superiores
en los jugadores de pádel se produce antes de la edad de crecimiento pico. Por
lo tanto, es importante que los entrenadores que trabajan con las categorías de
edad más jóvenes lo tengan en cuenta al desarrollar los programas de entrenamiento
teniendo en cuenta que estás asimetrías podrían provocar problemas de salud
musculoesquelética más difíciles de tratar en edades más adultas. Por lo tanto,
sugerimos que en los jugadores de pádel el trabajo compensatorio comience desde
el momento en que se inicia el deporte. Esto puede hacerse con ejercicios
adaptados para los niños, como lanzar con ambos brazos, gatear, trepar con
ambos brazos, ejercicios acrobáticos con ambos brazos o manejar la raqueta con
la mano no dominante. También creemos que es conveniente animar a los jóvenes
jugadores de pádel a seguir combinando su deporte con actividades de naturaleza
simétrica y que sirvan para atenuar los desequilibrios musculares como el
Pilates (Alves de Araújo et al., 2012).
El presente estudio no está exento de
limitaciones. En primer lugar, el AIB no es el gold standard para medir
la masa magra y no puede detectar las diferencias específicas de los grupos
musculares. Conocer con mayor detalle las respuestas de desarrollo muscular de
determinados grupos musculares podría ayudar a revelar los primeros signos de
los mecanismos patofisiológicos de ciertas lesiones musculoesqueléticas, como
el pinzamiento del hombro o la tendinitis del manguito de los rotadores. Otra
limitación es la cuantificación del estado de madurez. Existen otros
procedimientos más estandarizados, como el de Mirwald
et al. (2002), que considera la edad cronológica, la estatura, la altura
sentada y la masa corporal. Utilizamos una fórmula relativamente reciente para
estimar el estado de madurez que ha sido menos empleada en la literatura (Moore et al., 2015). A pesar de estas
limitaciones, éste es -según nuestro conocimiento- el primer estudio que
intenta describir el desarrollo de la asimetría entre los miembros superiores
en jugadores de pádel jóvenes. Además, es poco probable que los resultados hubieran
sido sustancialmente diferentes con el uso de otros métodos debido a la
correlación altamente significativa entre el AIB y la ecuación de Moore et al. (2015) con los métodos de
referencia, como ya se indica en la sección de métodos. Teniendo en cuenta la
bibliografía previa de deportes de raqueta que estudia las asimetrías, futuros
estudios en padelistas podrían, además de evaluar la composición corporal de
padelistas mediante BIA, utilizar métodos que proporcionen información analítica
de las asimetrías, basados en medidas antropométricas (Lemos et al., 2019; Rogowski et al., 2008) o en densitometría
mineral (Sanchis-Moysi et al., 2016).
También sería interesante incluir variables como la fecha de inicio en la
práctica del deporte de naturaleza asimétrica o la relación entre el número de
horas de entrenamiento a la semana y la magnitud de las asimetrías, tal y como
han hecho otros autores expertos en la materia (Ireland
et al., 2014; Sanchis-Moysi et al., 2010).
Creemos que las descompensaciones de
masa magra observadas están estrechamente relacionadas con alteraciones
funcionales. Sin embargo, la mayoría de las investigaciones se han centrado en
las asimetrías estructurales o funcionales de forma aislada. Pensamos que se necesita
investigar sobre la posible relación entre las asimetrías estructurales y
trastornos musculoesqueléticos de tipo funcional en los deportes de raqueta,
incluido el pádel.
5. CONCLUSIONES
Según nuestro
conocimiento de la materia este es el primer estudio que describe el desarrollo
de asimetrías entre miembros superiores en jóvenes jugadores de pádel de
competición. Se observaron asimetrías antes y después de la edad de crecimiento
pico en altura y fueron mayores a las de un grupo control formado por
esquiadores. Todo esto lleva a pensar que estas asimetrías se deben a las
características intrínsecas del deporte. Deberían realizarse más estudios que cuantificaran
las asimetrías en padelistas utilizando métodos más analíticos (p. ej. densitometría
ósea o mediciones antropométricas) y estudios sobre la relación de estas
asimetrías con problemas de salud musculoesquelética en la edad adulta.
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