Fernández-Río,
J., Medina Gómez, J. F., Ochando Cerdán, G. y Garro García, J. (2003). Una experiencia autocrítica en el trabajo
autónomo de la condición física. Opiniones del propio alumnado participante.
Revista Internacional de Medicina y Ciencias de
A
SELF-CRITICISM EXPERIENCE IN THE AUTONOMOUS WORK OF THE PHYSICAL CONDITION.
OPINIONS OF THE OWN PARTICIPATING STUDENT BODY
Fernández-Río, J.*, Medina
Gómez, J. F.**, Ochando Cerdán, G.*** y Garro García, J.****
*Doctor
en Pedagogía. Profesor de
**Doctorando
de
***Profesor
de Educación Física en el IES “Pintor Rafael Requena” de Caudete (Albacete).
*****Profesor
de Educación Física en el IES “Pérez Comendador” de Plasencia (Cáceres).
Cada
vez son más los docentes del área de Educación Física que se plantean conocer,
de verdad, qué es lo que piensan sus alumnos y alumnas sobre el trabajo que les
proponen en clase. De este modo piensan que pueden adaptar mejor todo el
proceso de enseñanza y aprendizaje a las necesidades, motivaciones e
inquietudes reales de su alumnado.
Uno
de los bloques de contenidos de Educación Física que más controversia desata
por el rechazo que provoca entre el alumnado es el de
Condición física, salud, trabajo autónomo, opiniones.
One of the most
controversial curricular contents of Physical Education, because of its
rejection among students, is physical fitness. We present here an experience on
this content that uses flexible working methods (students choose thier own
activities and work at their own pace) to prevent or minimize student´s
rejection. We also present opinions of students who participated in this
experience, that could help focus the teaching methods used in Physical
Education classes.
KEY WORDS
Physical
condition, health, autonomous work, opinions.
Durante el primer trimestre del curso 1999-2000 un
grupo de profesores de Enseñanza Secundaria decidimos probar un nuevo enfoque
para el tratamiento del bloque de contenidos de Condición Física en 1º de
Bachillerato (Fernández-Río, Garro,
Medina y Pérez, 2001). Las razones esgrimidas para este planteamiento
fueron múltiples y contundentes:
-
Conseguir
que nuestros alumnos y alumnas alcanzaran un nivel adecuado de autonomía en la
planificación y realización de un programa de acondicionamiento físico.
-
Buscar,
encontrar y llevar a la práctica nuevas maneras de trabajar el bloque de
contenidos de condición física, que ayudaran a lograr una más alta motivación
entre nuestro alumnado.
-
Implicar
y responsabilizar a nuestros alumnos y alumnas en la realización de actividad
física fuera del horario escolar.
-
Hacerles
ver las posibilidades de utilización de un programa de acondicionamiento físico
diseñado por ellos y ellas mismas como medio para mantener un estilo de vida
saludable en su futuro.
-
Experimentar
varios tipos de estilos de enseñanza poco utilizados por nosotros mismos como
docentes del Área de Educación Física, como son
Se llevó a cabo entonces un tratamiento de la
condición física que consistía en el planteamiento de un problema global a
nuestros alumnos y alumnas (mejora de su
condición física) que tenían que resolver para el final del 1er
trimestre; así como diversos problemas parciales a resolver en cada sesión de
Educación Física de dicho período (planificación
del trabajo de diferentes capacidades físicas).
Eran los propios alumnos y alumnas en parejas
los que decidían por su cuenta (aunque bajo la directa supervisión de su
profesor) el cómo, cuándo y dónde de su trabajo, gestionando ellos y ellas
mismas el tiempo disponible, y seleccionando y realizando los ejercicios y las
progresiones adecuadas en cada momento en función de los objetivos que se
hubiesen marcado.
Una particularidad importante de todo el
proyecto y que merece ser destacada es que exigía a los alumnos y alumnas
participantes que trabajasen algún parámetro de la condición física un tercer
día fuera del horario escolar; con lo que se pretendía involucrarlos en su
propio proceso de enseñanza y aprendizaje, incluso fuera del ámbito escolar y
darles una mayor responsabilidad en el mismo sin la “sombra vigilante” de su profesor de
Educación Física.
Una vez realizadas las pruebas pertinentes, y a la
luz de los buenos resultados obtenidos en la experiencia del año pasado (un
90,7% mejoró la prueba de fuerza–Resistencia abdominal, un 82,4% mejoró la
prueba de fuerza–velocidad del tren superior, un 71,1% mejoró la prueba de
velocidad, y un 69,4% del alumnado mejoró la prueba de resistencia) nos
asaltaron una serie de interrogantes que nos rondaban la cabeza, y que no
podíamos dejar de hacer explícitos:
¿Se podrían obtener valores tan satisfactorios
de mejora con otros grupos de alumnos y alumnas en cursos, centros y
localidades totalmente diferentes?
¿Se habían esforzado realmente nuestros
alumnos y alumnas en las pruebas iniciales, o las mejoras obtenidas en los
tests finales eran fruto de unos resultados iniciales irreales?
¿Habían trabajado nuestros alumnos y alumnas
con intensidad durante las diferentes sesiones planificadas por ellos y ellas
mismas, o las mejoras obtenidas eran fruto del azar u otras circunstancias como
el natural crecimiento y desarrollo del alumnado ?
¿Habían
realizado, realmente, el tercer día de trabajo de la condición física fuera del
horario escolar acordado previamente?
¿Si no lo habían hecho, cuáles eran las
razones por las que no habían cumplido con ese tercer día de trabajo pactado
previamente?
Al mismo tiempo, estábamos tan convencidos de la
bondad del tipo de metodología que habíamos empleado para el tratamiento de los
contenidos de
¿Cuál es la verdadera valoración que nuestros
alumnos y alumnas dan a esta manera de trabajar la condición física?
¿Cómo
consideran esta forma de trabajo en comparación con sus experiencias anteriores
en el mismo tema?
E incluso queríamos ir aún un poco más allá y conocer
por boca de los verdaderos interesados, aunque anónimamente:
¿Cómo se
podría mejorar esta manera de trabajar el bloque de contenidos de
¿Cuáles eran sus reacciones y comentarios ante
esta nueva experiencia de trabajo en Educación Física?
Nos planteamos, por tanto, replicar el estudio
realizado en el curso 1999-00 con una población de estudiantes totalmente
diferente de la anterior, y resolver cuantas dudas y cuestiones pudiésemos de
las que se nos habían planteado tras la realización de la pasada experiencia.
Para ello elegimos en el curso escolar
2001-2002 uno de los centros empleados en la experiencia anterior: el I.E.S.
Valle del Jerte de Plasencia (Cáceres) aunque con alumnado totalmente nuevo, y
cambiamos los otros por dos nuevos centros: el I.E.S. Jaranda de Jarandilla de
Realizamos exactamente los mismos
planteamientos y seguimos los mismos pasos que en la experiencia anterior:
Primero realizamos una evaluación inicial de
determinados parámetros de la condición física de nuestros alumnos y alumnas
como la velocidad, la resistencia, la fuerza–resistencia abdominal y la
fuerza–velocidad del tren superior; a continuación utilizamos 3 sesiones de
clase para “refrescar” a nuestro alumnado las principales nociones del trabajo
de la condición física (cargas de trabajo, factores influyentes: volumen e
intensidad, principios del entrenamiento: progresión, etc..) que ya habían
visto en cursos anteriores.
Con toda esta información, cada alumno diseñó
su propio programa de acondicionamiento físico, que llevó a cabo en las
siguientes 8 semanas durante las dos sesiones semanales de la clase de
Educación Física; además, los alumnos y alumnas participantes se comprometieron
a realizar un día de trabajo más en su tiempo libre. Al mismo tiempo, el
profesor proporcionaba constantemente el feedback necesario para mantener el
programa de trabajo dentro de límites satisfactorios.
Posteriormente se realizaron los mismos tests
hechos al comienzo del proyecto para comprobar los cambios producidos con el
discurrir del tiempo.
Finalmente, y quizá para nosotros la parte más
importante de todo este proyecto, para conocer en profundidad las opiniones de
los alumnos y alumnas participantes en la presente experiencia, les sometimos a
una encuesta de opinión anónima de la que pudimos extraer una gran cantidad de
valiosa información.
Respondiendo al primer interrogante que nos
planteamos, encontramos que los datos obtenidos en los dos estudios realizados
con poblaciones totalmente diferentes han sido muy similares en todos los
tests, incluso estadísticamente hablando:
-
En la
prueba de Resistencia, el porcentaje alumnos y alumnas que mejoraron sus
resultados fue un poco mejor este año que el anterior: 71,7% frente a 69,4%;
aunque por sexos, los chicos de este año mejoraron más que los del año pasado:
75% frente a 68,4%, mientras que las chicas empeoraron un poco: 68% frente a 70,5%;
estadísticamente (p³ 0,01) ambos resultados son
similares.
-
En la
prueba de Fuerza–Resistencia, el porcentaje de alumnos y alumnas que
mejoraron sus resultados fue un poco peor este año que el anterior: 89,8% frente a 90,7%; aunque por sexo, los chicos de este año volvieron a mejorar
los resultados: 95,2% frente a 92,5%, mientras que las chicas repetían la
tendencia de retroceso: 85,8% frente a 88,8%; estadísticamente (p³ 0,01) ambos resultados son también similares.
Gráfico 1
-
En la
prueba de Velocidad, el porcentaje de alumnos y alumnas que mejoraron sus
resultados este año también fue un poco inferior al del año pasado: 65,9% frente a 71,7%; aunque por sexo, se vuelve a repetir la tendencia, y
mientras los chicos de este año mejoran los resultados de los del año pasado:
84,2% frente a 74,7%, las chicas presentan peores resultados: 53,5% frente a
67,4%; estadísticamente (p³ 0,02) también ambos resultados
son similares.
-
En la
prueba de Fuerza–Velocidad, el porcentaje de alumnos y alumnas que
mejoraron sus resultados fue parecido aunque un poco inferior este año que el
anterior: 76,9% frente a 82,4%; y, en este caso, por sexo, ni
los chicos: 76,5% frente a 83,6%, ni las chicas: 76,2% frente a 81%, mejoran
sus resultados este año; aunque estadísticamente (p³ 0,01) ambos resultados son similares.
Gráfico 2
Ahora bien, con respecto a nuestra inquietud por
saber si nuestros alumnos y alumnas se habían esforzado en las pruebas de
esfuerzo iniciales realizadas obtuvimos los siguientes datos: el 44,3% declaró haberse esforzado mucho, el 52% regular, y sólo un 3,7% declaró haberse esforzado poco en los tests iniciales.
A la pregunta: ¿en que grado has llevado a la
práctica tu programa de condición física?: el 45,6% declaró que mucho, el 50% que regular y tan sólo un 4,4% declaró que poco.
A la pregunta: ¿has cumplido con el 3er
día de trabajo del plan de entrenamiento?: el 23,2% del alumnado declaró que mucho,
el 64,5% que regular y sólo el 12,3% que poco.
|
MUCHO |
REGULAR |
POCO |
Esfuerzo en las pruebas iniciales
|
44,3 % |
52 % |
3,7 % |
Puesta
en práctica del programa |
45,6 % |
50 % |
4,4 % |
Cumplimiento
del 3er día de trabajo |
23,2 % |
64,5 % |
12,3 % |
Tabla 1
Un dato muy importante a destacar es que los
alumnos y alumnas participantes en el presente programa de acondicionamiento
físico valoraron éste con una alta nota de 7,23
(notable); lo que puede considerarse como un éxito, ya que el trabajo de la
condición física suele ser uno de los aspectos del programa de Educación Física
que se imparte en nuestros centros de secundaria y de bachillerato menos
valorados por el alumnado. Es habitual leer y escuchar valoraciones negativas
como aburrido, carente de sentido, latoso, rollo, etc.. por parte de nuestros
alumnos y alumnas cuando hablan acerca de las sesiones de condición física que
tienen que “sufrir” en sus clases de Educación Física de cualquier nivel
educativo.
En este sentido, los chicos valoraron un poco
más alto este programa 7, 41, que
las chicas 7, 12; aunque consideramos
que es de destacar esta nota tan alta otorgada por las alumnas, ya que ellas
suelen ser consideradas por los propios docentes como “las que más se quejan de
este tipo de trabajo de Educación Física”.
También consideramos que es importante
destacar que una gran mayoría de los alumnos y alumnas encuestados, un 71,7%, considera que este tipo de
metodología es mejor que otras ya experimentadas por ellos en cursos anteriores
para el trabajo de la condición física. Tan sólo un 4% la considera peor y
un 25,3 % igual que otras formas de trabajo. Por lo tanto se puede considerar
este tipo de metodología como un verdadero éxito, desde el punto de vista de
los “clientes” a los que está dirigida, para el tratamiento de este importante
aspecto del área de Educación Física.
Una de los aspectos fundamentales, sino el que
más, para nosotros del presente proyecto era conocer las motivaciones y las
opiniones de nuestros propios alumnos y alumnas con respecto a esta manera de
llevar el trabajo de Condición Física. Consideramos que si queremos mejorar la
calidad de
Exponemos a continuación algunos comentarios escritos
anónimamente por nuestro alumnado sobre la presente experiencia de trabajo que
creemos muy ilustrativos de su modo de pensar:
“por 1ª vez me ha gustado
“creo que es un buen método porque
yo nunca había hecho nada fuera de las horas de clase...”.
“está muy bien ya que tu trabajas
a tu ritmo y cuando realizas las pruebas no te sientes nerviosa por la
nota...”.
“me parece un plan muy bueno el de
este año, porque es una forma de mentalizarnos nosotras mismas de lo que
tenemos que hacer...”.
“las clases son menos pesadas y
más entretenidas planificándolas tu misma, que no seguir lo que nos impone un
profesor...”.
“hago deporte fuera de clase y me
gusta mantenerme en forma, y nunca lo había pensado así...”.
Algunos alumnos y alumnas nos han escrito por
qué razón han llevado a la práctica el programa de acondicionamiento que ellos
y ellas mismas habían diseñado y escrito:
“he cumplido mi entrenamiento porque quería mejorar mi condición
física...”.
“lo he hecho para mejorar físicamente...”.
“porque me interesa mantener la forma...”.
“no vale la pena engañarse a uno mismo, tenía que cumplir con mi
deber...”.
“si llevo el programa a la máxima
práctica dentro de algún tiempo seré capaz de volverlo a realizar...”.
“lo he hecho porque quiero tener una buena condición física...”.
“me parecía una buena idea y quería superarme...”.
“he cumplido con el programa porque me interesaba mejorar mi condición
física...”.
“quería saber hasta donde puedo llegar...”.
“he intentado esforzarme y no
mentirme a mi misma, por lo que he hecho todo lo que ponía...”.
Otro punto importante para nosotros era
conocer las razones que esgrimían, anónimamente, los propios alumnos y alumnas
para no realizar el trabajo del tercer día fuera de clase comprometido al
comienzo del programa, y entre las razones esgrimidas aparecieron las
siguientes:
“no creer que fuera tan necesario”, “tener que
estudiar para exámenes”, “tener que realizar otras actividades como idiomas,
música, entrenamiento de diversos deportes”, “cansancio”, “falta de ganas”,
“falta de voluntad”, “falta de tiempo”, “por las condiciones atmosféricas”,
“falta de motivación”, “olvido”, “falta de material”, “porque si no hay alguien
que me esté vigilando no lo hago”, “tener que trabajar”, etc.. En definitiva,
una amplia variedad de razones.
También queríamos conocer que materiales
adicionales habían usado nuestros alumnos y alumnas para la realización de su
programa de acondicionamiento, y poder así ajustar mejor a sus necesidades
futuros programas como el presente:
“materiales y ejercicios de años anteriores”,
“vídeos deportivos”, “enciclopedias”, “libros de gimnasia, aerobic y
mantenimiento”, “los entrenamientos de fútbol, karate, taekwondo”, “programas
de ordenador”, “ayuda de compañeros”, “libros de la biblioteca”, “mis clases de
aerobic”, “apuntes de mis hermanos mayores”, “el profesor de Educación Física
de otro centro”, “ejercicios de cuando jugaba al baloncesto”, “el preparador
físico”, etc.. También una amplia variedad.
Finalmente, y aunque la gran mayoría del
alumnado participante ha considerado esta manera de trabajar la condición física
como mejor que otras maneras que han experimentado con anterioridad (71,7% la
consideraron mejor), nos interesaba conocer directamente de los propios
afectados, cómo se podría mejorar esta manera de trabajar la condición física,
y nuestros alumnos y alumnas nos transmitieron valiosa información como:
“dando algunos ejercicios de orientación de
práctica...”; “dando más tiempo...”; “teniendo más información sobre ejercicios
variados, intensidad, velocidad...”; “más compromiso...”; “todos deberíamos poner
más de nuestra parte...”, etc..
-
Los alumnos y
alumnas participantes valoran con un notable esta forma de trabajo de
-
Asimismo, la
mayoría (71,7%) consideran esta manera de trabajar la condición física como
mejor que otras maneras experimentadas anteriormente.
-
Los resultados
han variado muy poco de un centro de enseñanza a otro; por lo que se demuestra
la bondad de esta forma de trabajo.
-
Parece
complicado mentalizar a nuestro alumnado de la necesidad de realizar un trabajo
físico constante fuera del aula de Educación Física, y ese debería ser uno de
nuestros primeros objetivos.
-
Se demuestra que
nuestro alumnado reciben y utilizan información de muchas fuentes
(entrenadores, revistas, enciclopedias, gimnasios, etc..), y es labor del
profesor de Educación Física tener en cuenta esta circunstancia para que se
produzca un correcto proceso de enseñanza y aprendizaje.
Quizás en futuras ediciones de este mismo tipo
de experiencia habrá que mentir “piadósamente” a nuestros alumnos y alumnas
para que todos se esfuercen al máximo en las pruebas iniciales y que los
resultados finales sean, de verdad, prueba del trabajo que hayan realizado
durante su programa de acondicionamiento físico; o quizás no sea necesario, ya
que deberíamos demostrarles que deben ser responsables ellos mismos de su
propio proceso de enseñanza y aprendizaje, y que no haciendo las pruebas bien y
obteniendo mejores resultados finales sólo sirve para engañarse a uno mismo y
no al profesor.
Queremos poner de manifiesto que nuestra
primera preocupación en la presente experiencia no era el conocimiento
cuantitativo del trabajo de
Muchos autores consideran que el docente debe
tener muy en cuenta las opiniones de sus alumnos y alumnas a la hora de
programar y llevar a cabo tanto unidades didácticas como tareas en su aula, y
parece evidente que, cuando más de 7 de cada 10 alumnos prefieren esta forma de
trabajo, parece importante escucharles y hacerles caso.
Así mismo, si lo que pretendemos es desarrollar en
nuestros alumnos y alumnas el gusto por la actividad física, y el interés por
el mantenimiento de una buena condición física en su vida futura, debemos
utilizar métodos que les atraiga, les enganche, les involucre y les convenza de
que pueden y deben utilizarlos para mejorar su estilo y su calidad de vida.
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número 11 - septiembre 2003 - ISSN: 1577-0354