Códigos QR / Qr Codes Manrique Arribas, J.C.; Gea Fernández, J.M. y Álvaro Garzón, M. (2013). Perfil y expectativas del técnico de deporte escolar en el municipio de Segovia (España) / Profile and expectations of the school sports assistant in the municipality of Segovia, Spain. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 13 (50) pp. 367-387. Http://cdeporte.rediris.es/revista/ revista50/artperfil383.pdf

 

 

ORIGINAL

 

PERFIL Y EXPECTATIVAS DEL TÉCNICO DE DEPORTE ESCOLAR EN EL MUNICIPIO DE SEGOVIA (ESPAÑA)

 

PROFILE AND EXPECTATIONS OF THE SCHOOL SPORTS ASSISTANT IN THE MUNICIPALITY OF SEGOVIA, SPAIN

 

Manrique Arribas, J.C.1; Gea Fernández, J.M.2 y Álvaro Garzón, M.3

 

1 Doctor en Educación. Escuela Universitaria de Magisterio de Segovia. Universidad de Valladolid e-mail: manrique@mpc.uva.es,

2   Escuela Universitaria de Magisterio de Segovia. Universidad de Valladolid geasanra@yahoo.es,

3 Investigadora contratada por el proyecto I+D VA035A08. Diplomada en Magisterio, especialista en Educación Física monica22sg@hotmail.com

 

Código UNESCO / UNESCO Code: 6307 Cambio y desarrollo social / Social Change and Development

Clasificación Consejo de Europa / Council of Europe Classification: 16 Sociología del deporte / Sociology of Sport

 

Recibido 20 de mayo de 2011 Received May 20, 2011

Aceptado 14 de octubre de 2011 Accepted October 14, 2011

 

AGRADECIMIENTOS

 

Este trabajo es fruto del proyecto de I+D VA035A08, titulado: “Planificación y desarrollo de un programa de actividad física regular para la franja de población de 8-16 años en la ciudad de Segovia. Actividad Física Regular, Obesidad y Salud. Diagnóstico de la situación del Deporte en Edad Escolar en la ciudad de Segovia y desarrollo de un Plan de actuación para la mejora del mismo”. Subvencionado por la Junta de Castilla y León (BOCyL, 5-05-2009) y mediante el convenio entre la Universidad de Valladolid y el Excmo. Ayuntamiento de Segovia, para los años 2008-2010.

 

RESUMEN

 

La finalidad de este trabajo es analizar las características de los técnicos del deporte escolar (DE) en el municipio de Segovia y conocer su opinión acerca del modelo de iniciación deportiva con el que más se identifican. Una vez analizados los resultados obtenidos a través de unos cuestionarios sus características generales son: varón, joven, sin titulación deportiva, o si la posee es de primer nivel; estudiante universitario y que presenta una especial predisposición a seguir trabajando en esta actividad. Respecto al enfoque de DE con el que más se identifican manifiestan que éste debe plantearse con criterios educativos, que garantice hábitos de práctica física en el futuro y no centrarse en la competición, ni especializarse en un solo deporte. Las conclusiones indican que para mejorar el DE habría que asegurar unas condiciones mínimas de profesionalidad al técnico deportivo, exigirle una formación adecuada y reconocerle económica y socialmente para garantizar su dedicación.

 

PALABRAS CLAVE: Deporte escolar, técnicos deportivos, profesionalización, metodologías activas, deporte educativo, actividad extraescolar

 

ABSTRACT

 

The following study analyses the characteristics of School Sports Assistants in Segovia Municipality, with the aim of ascertaining which initiation model they identify with. The results shows that their general characteristics are: male, young, lack a qualification in sport or, where they have one, it is at basic level, are university students, and are predisposed to continue working in this field. Regarding the approach to school sports with which they identify more closely, they argue that it should be conceived from an educational perspective that will guarantee physical practice habits in the future, rather than focusing on competition or specializing on a single sport. The conclusion argues that in order to improve school sports, the sports assistant should be expected to have the appropriate professionalism. He or she should also be required to have the appropriate academic training and his or her performance should be acknowledged both economically and socially.

 

KEY WORDS: School Sport, School Assistant, Professionalization, Active Methodologies, Education Sport, Extracurricular Activity.

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Según se indica en el Plan Integral para la Actividad Física y el Deporte, Versión 1 (Hernández, 2010), que el Consejo Superior de Deportes (CSD) ha elaborado para que sea implementado durante los próximos 6 años, la actividad física y el deporte escolar (DE) es “aquella práctica deportiva realizada por niños y niñas y por los y las jóvenes que están en edad escolar, tanto dentro como fuera de los Centros Escolares y una vez finalizado el horario escolar” (Hernández, 2010:52).

 

De manera genérica, y recogiendo las opiniones de diferentes autores, los objetivos que debe cumplir cualquier proyecto deportivo ofrecido en el marco de la actividad física y el DE estarán en relación con los siguientes supuestos:

 

a- Ofrecer una actividad física y deportiva inclusiva, participativa, integradora, coeducativa, adaptativa, lúdica, educativa, multideportiva, sana, segura y que promueva la reflexión y el trabajo colaborativo en los escolares (Castejón, 1995; Delgado Noguera, 2007; Díaz-Suárez, 2007; Fraile, 2004; González, 2004; Gray y Leyland, 2008; Monjas, 2008; Telama, Yand, Vilkari, Valimaki, Vann y Raitakari, 2005; Thune y Furberg, 2001; Trepat de Francisco, 1995; WHO, 2007).

 

b- Complementar, a través de la actividad física y deportiva, la labor formativa desarrollada en los centros educativos, especialmente en lo referente a los valores y los hábitos saludables, entendiendo el deporte educativo como un medio para desarrollar las aptitudes motrices y psicomotrices en relación con las capacidades afectivas, cognitivas y sociales que conforman su personalidad (Blázquez, 1995; Cagigal, 1975; Castejón, 1995, 2004; García Ferrando, 1991; Gómez y García, 1993; Giménez, 2003a; Gutiérrez Cardeñosa, 1998, 1998b; Hernández Moreno, 1994; Latorre, 2006; Latorre, Gómez, Rodríguez y Romero, 2002; López Parralo, 2006; Martínez y Buscarais, 1999; Monjas 1998, 2004, 2008 y Petrus, 1997).

 

c- Adaptar la práctica de la actividad física y del deporte, especialmente la competición, a las finalidades y necesidades de cada etapa educativa (Devís, 1996). El deporte de competición lleva, en la mayoría de las ocasiones, a que entre los escolares se desarrollen actuaciones de discriminación, exclusión, violencia, trampas, etc.; que se alejan del aspecto educativo que debe promover el deporte. Por tanto, hay que tener prudencia a la hora de plantear un deporte competitivo que pueda contribuir al abandono deportivo de la población escolar (Devís, 1996; Díaz-Suárez, 2007; Fraile, 1996, 2001 y 2004; Latorre, 2006; Nuviala y Nuviala, 2005; Solar, 1998).

 

d- Para poder desarrollar programas e itinerarios deportivos adaptados a estos objetivos es necesario contar con profesionales, educadores y educadoras de la actividad física y del deporte en edad escolar adecuadamente formados y preparados para llevar a cabo la relevante tarea que se les encomienda. De hecho, el propio CSD se plantea como uno de sus ejes estratégicos (Eje de actuación número 8):

 

revisar y proponer medidas para asegurar una adecuada formación inicial y permanente de los profesionales implicados en el desarrollo de la actividad física y el deporte en edad escolar, así como llevar a cabo las acciones formativas necesarias para informar y formar a los adultos vinculados directa o indirectamente con la promoción de la actividad física y deportiva en estas edades: padres y madres, espectadores, directivos de entidades y Asociaciones deportivas, gerentes, Federaciones, etc. (Hernández, 2010: 34).

 

Esta actuación también ha sido resaltada como necesaria por: Cruz, 1987; Fraile, 1996; Fraile, 2001; Martínez, Álvarez y Bores, 2005; Martínez del Castillo, Puig, Boix y Mollet, 1991; Martins, Márquez y González, 2005; Solar, 1998 y Zulaika, Infante, Iturriaga y Rodríguez, 2006.

 

De los conocimientos que tenga el monitor, de su implicación y de la manera de poner en práctica un modelo educativo del deporte, dependerá que el DE tenga el éxito esperado. Uno de sus mayores logros que se plantea se basa en garantizar que sus usuarios adquieran una adherencia a la actividad física a lo largo de toda su vida, en los que creará unos hábitos y actuaciones positivos hacia el ejercicio físico y una manera de entender la competición en la que los resultados no condicionen la práctica (Contreras, de la Torre y Velázquez, 2001; Giménez, 2003b; Latorre, 2006). En estas edades se hace imprescindible realizar una apropiada iniciación deportiva, en la que el joven deportista aprende la práctica de uno o varios deportes, así como desarrollar metodologías de enseñanza deportiva que contribuyan a mejorar la comprensión de la estructura interna del deporte a practicar. Será muy difícil conseguir dicha comprensión si se utilizan estilos de enseñanza tradicionales, basados en la repetición de movimientos o de gestos analíticos (Devís y Peiró, 1992; Fraile, 2004; Romero, 2001), puesto que éstos se basan en la reproducción de modelos demasiado técnicos que favorecen la exclusión de los más desfavorecidos y menos capaces, y crean un ambiente demasiado competitivo. De ahí que los modelos activos en la iniciación deportiva se consideren más adecuados, ya que mediante un aprendizaje significativo basado en la reflexión, iniciativa y decisión del escolar es más fácil la asimilación de los conceptos deportivos y una mayor integración y participación de todos los participantes (Giménez, 2003a; Monjas, 2008; Sánchez-Bañuelos, 1984).

 

Los técnicos y monitores deportivos son los encargados directos de poner en marcha los programas relacionados con el DE. Ellos son los que deben tomar las decisiones clave para un correcto desarrollo de la actividad: cómo organizar los entrenamientos, cómo gestionar los grupos de escolares, cómo participar en los encuentros semanales y, sobre todo, decidir qué modelo de DE quieren desarrollar (Delgado, 2002; Fraile, 2001 y 2004; Giménez, 2003b; Latorre, 2006). Muchas veces sus acciones las realizan de manera inconsciente, llevados por su voluntarismo, pero sin los conocimientos específicos que requiere su puesta en práctica (Fraile, 2001 y 2004; Latorre, 2006). En concreto, Martínez del Castillo, J. (2001) ya denunciaba la escasez de profesionales titulados y suficientemente formados para llevar a cabo programas de DE. Aun hoy, esta falta de implicación es consecuencia del escaso reconocimiento económico que se les da. Según Fraile (2004), en la mayoría de las ocasiones, ante la escasez de formación pedagógica de los técnicos deportivos del deporte escolar, éstos suelen utilizar estrategias metodológicas que siguen un modelo de enseñanza tradicional y directivo, probablemente por coincidir con el modelo de enseñanza que sus entrenadores emplearon con ellos.

 

La cualificación de los entrenadores encargados de dirigir grupos o equipos en el DE es una variable importante para diagnosticar, a priori, la calidad del trabajo realizado por los técnicos responsables. Por eso, es necesario analizar el perfil del personal encargado de dirigir el DE, tanto académico como deportivo; así como evaluar las consecuencias del voluntarismo o de la escasa remuneración. En esta línea son interesantes los trabajos realizados por Álamo, Amador y Pintor (2002) y Santos y Sicilia (1998).

 

En cualquier planteamiento que se haga de DE es necesario diseñar y evaluar un modelo del perfil del educador o técnico de la actividad física y del DE. Entre otras cualidades que debe poseer este profesional podemos resaltar las siguientes:

 

·         Que posea la titulación oficial exigida para desarrollar esta actividad (Fraile, 2004; García-Aranda, 1995; González Carballude, 2004; Martins et al, 2005; Monteagudo, 2000; Solar, 1998; Trepat de Francisco, 1995).

·         Que conozca tanto los contenidos deportivos como los objetivos educativos a desarrollar en este contexto.

·         Que evite las especializaciones prematuras.

·         Que genere situaciones de práctica divertidas.

·         Que no oriente su enseñanza hacia el resultado y sí hacia el proceso.

·         Que utilice métodos activos de aprendizaje.

·         Que adapte las reglas de los deportes a las cualidades de los practicantes.

·         Que haga conocer la lógica interna de los diferentes deportes.

·         Que sepa ejercer de juez y árbitro con dotes educativas.

·         Que asista a cursos de formación continuada.

 

Es necesario tener claras estas cualidades para que en todas las Comunidades Autónomas se establezcan y pongan en funcionamiento las titulaciones específicas cumpliendo los criterios generales definidos y que regulen el ejercicio profesional en su territorio. Aunque ya se han hecho estudios locales sobre la temática (Álamo, 2001, 2004; Álamo y Amador, 2010; Campos, González, Pablos y Marín, 2007; González Carballude, 2004; González, Campos y Pablos, 2008; Maiztegui y Asenjo, 2000; Martins et al, 2005; Nuviala y Nuviala, 2005; Nuviala, León, Gálvez y Fernández, 2007; Solar, 1998), no existe ningún estudio sobre esta situación en la ciudad de Segovia, por lo que consideramos importante analizar cuál es la situación actual de los técnicos del DE en este Municipio, conocer cómo plantean la actividad y evaluar su futuro como profesionales.

 

Por tanto, la finalidad de este estudio es doble:

 

1- Analizar las características de los monitores y técnicos encargados de llevar a cabo el deporte escolar en la ciudad de Segovia.

2- Analizar la valoración que hacen de la situación actual del deporte escolar, así como el modelo de enseñanza deportiva con el que más se identifican y les gustaría realizar.

 

METODOLOGÍA

 

Muestra

 

La muestra engloba la práctica totalidad de la población de monitores que participan en el deporte escolar de la ciudad (58 de 59 posibles, 98%); distribuidos según los centros: 28 de colegios públicos (48,27%), 12 de institutos públicos (20,68%) y 18 de colegios concertados, donde se imparte primaria y secundaria (31,05%). De los 58 monitores encuestados, el 68,97% son hombres y el 31,03% son mujeres. Por grupos de edad, la mayoría de los monitores se encuentran en la franja de menos de 25 años (70,7%). Especialmente significativa es la concentración de mujeres en esta franja (88,9%), además de que es donde la diferencia entre el número de hombres (25) y mujeres (16) es menos apreciable (Tabla 1).

 

Tabla 1. Distribución de monitores por sexo y franjas de edad

 

Hombres

Mujeres

Frecuencia

Porcentaje válido

Frecuencia

Porcentaje válido

Por Sexo

40

68,97%

18

31,03 %

 

Por franja de edad

 

Frecuencia

 

Porcentaje válido

 

Frecuencia

 

Porcentaje válido

Menos de 25 años

25

62,5%

16

88,9 %

De 25 a 35 años

7

17,5 %

1

5,6 %

De 36 a 45 años

5

12,5 %

1

5,6 %

De 46 a 55 años

3

7,5 %

0

0 %

 

Instrumentos de obtención de datos

 

La toma de datos se realizó mediante un cuestionario sobre el Perfil del Técnico Deportivo de Deporte Escolar y una escala de valoración de la Actividad Física Deportiva en Deporte Escolar.

 

Para la construcción de la Escala de Valoración de la Actividad Físico-Deportiva en Edad Escolar (EVAF-D) se consideraron instrumentos ya validados (Latorre, 2006; Monjas, 2008). En una primera fase, se recogieron unas muestras relacionadas con la actividad físico-deportiva, que fueron evaluadas por distintos expertos, profesionales de la materia. De todos ellas, fueron seleccionadas las más pertinentes por su relevancia (los ítems deberían estar claramente relacionados con el objeto de estudio) y claridad (fácilmente comprensibles, con afirmaciones simples) con las que se realizaron los primeros pre-test. En cada uno de los ítems de la escala se responde según el grado de acuerdo con el enunciado en una escala tipo Líkert de cinco puntos (valores de 0 a 4). Este hecho permite considerar todas las preguntas como variables numéricas, ya que según O’Brien (1979), Schroeder, Sjoquist y Stephan (1990) y Díaz (2002) una variable ordinal puede tratarse como métrica cuando tenga cinco o más categorías.

 

La escala EVAF-D final consta de 7 ítems y de 12 el Cuestionario sobre el perfil del Técnico de DE y la organización de esta actividad (Tabla 2).

 

Tabla 2. Instrumentos de toma de datos

Tipo de instrumento

Nombre

Tipo de preguntas

Subescalas

Preguntas

Cuestionario

Cuestionario sobre el perfil del Técnico de DE y la organización de esta actividad.

Escala Líkert de cinco alternativas.

Datos personales de contextualización.

 

Organización del DE

Indica el grado de acuerdo con las siguientes afirmaciones sobre la práctica físico-deportiva:

-La capacitación profesional de los profesores y monitores es un elemento fundamental para la calidad educativa de estas actividades.

-Es necesario regular mejor la competición escolar para asegurar planteamientos verdaderamente educativos.

-Actualmente el comienzo de la competición se realiza en edades muy tempranas.

-Estoy interesado en continuar con esta actividad.

-Estoy satisfecho con la remuneración que recibo por estas actividades.

-Estoy interesado en mejorar mi formación para tender hacia la profesionalización.

-Estas actividades no permiten una profesionalización adecuada.

Escala

Escala de valoración de la Actividad Físico-Deportiva en Edad Escolar

(EVAF-D).

Escala Líkert de cinco alternativas.

 

Indica el grado de acuerdo con las siguientes afirmaciones sobre la práctica físico-deportiva:

-Conseguir hábitos de práctica para el futuro es muy importante

-Realizar actividades físico-deportivas puede llegar a hacerte rico y famoso

-Se practican actividades porque es importante competir y ganar.

-La práctica de actividades es buena para la salud.

-Practicar deporte quita horas para el estudio.

-Realizar actividades físico-deportivas enseña a colaborar con otros compañeros.

-Los chicos y las chicas pueden practicar los deportes extraescolares juntos.

 

Para el cálculo de la fiabilidad de la EVAF-D se ha utilizado el Alfa de Cronbach, obteniendo un valor de 0,78, valor que puede ser considerado alto, lo que nos asegura que nuestras medidas y sus resultados sean fiables.

 

Procedimiento de recogida de información y Análisis de la información

 

            La administración de los cuestionarios se realizó por parte del equipo de investigación y de profesores colaboradores durante las últimas semanas del curso 2008/2009. Los cuestionarios tenían un carácter anónimo y fueron autocumplimentados por los sujetos de la muestra. Los datos obtenidos fueron categorizados y analizados mediante el paquete estadístico SPSS 15.0.

 

RESULTADOS

 

Perfil del técnico de Deporte Escolar

 

La experiencia que demuestran tener los técnicos deportivos en el DE varía según la franja de edad. Así, entre los menores de 25 años, son mayoría los que llevan trabajando 1 ó 2 años (38,2% y 32,4%, respectivamente), aumentando a 3 (36,4%) en la franja de 25 a 35 y a más de 4 en la de 36 a 45 años (71,5%).

 

En cuanto a la permanencia en la actividad, según el sexo de los técnicos, la mayoría de los varones llevan 2 años de continuidad (29,7%), seguidos de los que permanecen más de 4 años (21,6%). En cuanto a las mujeres, el 35,3% lleva trabajando en esta actividad 1 año y el 29,4, 2 años.

 

Referente a la formación inicial que poseen los técnicos de DE, el 36,2% no ha realizado ningún estudio relacionado con la Educación Física y el deporte. Entre los que cursan estudios universitarios destacan los que realizan o han realizado la diplomatura en Magisterio en la especialidad de Educación Física (44,8%), mientras que sólo el 12,06% de los monitores estudian o son licenciados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Por tanto, son mayoría los que declaran cursar o haber cursado estudios universitarios, 56,9% (Tabla 3). En cuanto a las titulaciones específicas deportivas, hay que destacar que el 65,5% de los monitores no posee ningún título deportivo. Entre los que la poseen, la de entrenador de primer nivel es la que más monitores tiene (23,7%), pero muy pocos son los que deciden seguir ampliando su formación en este sentido, pues sólo el 6,8% tiene el segundo nivel y el 5,1% el tercero (Tabla 4).

 

Tabla 3. Distribución de monitores por titulación académica

Estudios

Frecuencia

Porcentaje válido

Sin estudios específicos de EF.

21

36,2

TAFAD

4

6,8

Diplomados en EF.

26

44,8

Licenciados en CC. AFYD.

7

12,1

Totales

58

100

 

 

Tabla 4. Distribución de monitores por titulación deportiva

Titulación deportiva

Frecuencia

Porcentaje válido

Sin titulación

38

65,5

Entrenador 1º Nivel

14

24,1

Entrenador 2º Nivel

4

6,8

Entrenador 3º Nivel

2

3,4

Totales

58

100

 

Por otro lado, la mayoría, tanto en el apartado de estudios como en el de titulación deportiva, afirma realizar alguna actividad física y deportiva de manera regular. Prácticamente se mueven en niveles por encima del 80%, salvo en el caso de los licenciados, que sólo alcanzan el 62,5%.

 

En cuanto al interés por continuar desarrollando en el tiempo esta actividad y convertir el DE en una profesión para realizarla en exclusividad, se ve esta realidad, cuanto menos, lejana. Son los más jóvenes, especialmente los que tienen menos de 25 años (52,71%), los estudiantes de la licenciatura de CC. AFYD. (71,4%) y los que no poseen ninguna titulación deportiva (59,6%), los que piensan que esta actividad puede ser una salida profesional para dedicarse a ella en exclusividad (Tabla 5).

 

Tabla 5. El DE permite dedicarse a él profesionalmente en exclusividad

Franja de edad

Porcentaje válido

Estudios relacionados con la EF y el Deporte

Porcentaje válido

Titulación deportiva

Porcentaje válido

Menos

De 25 años

52,71

Sin estudios

35

Sin titulación

59,6

De 25

 a 35 años

45,4

TAFAD

25

1º Nivel

54,6

De 36  a 45 años

28,5

Diplomado en EF.

62,4

2º Nivel

50

De 46 a 55 años

0

Licenciado en CC. AFYD.

71,4

3º Nivel

0

 

Respecto a la remuneración recibida, si atendemos a los grupos de edad y a las titulaciones académicas y deportivas, aproximadamente uno de cada tres monitores no está de acuerdo con la cantidad de dinero recibida, especialmente entre los técnicos deportivos de 2º nivel (66,6%) (Tabla 6).

 

 

Tabla 6. Grado de insatisfacción con la remuneración recibida por realizar las actividades incluidas en DE

Franja de edad

Porcentaje válido

Estudios

Porcentaje válido

Titulación deportiva

Porcentaje válido

Menos de 25 años

67,3

Sin estudios

30

Sin titulación

25,7

De 25 a 36 años

9,1

TAFAD

33,3

1º Nivel

28,9

De 36 a 45 años

33,4

Diplomado en EF.

29,2

2º Nivel

66,6

De 46 a 55 años

33,3

Licenciado en CC. AFYD.

26,6

3º Nivel

33,3

 

En general, los monitores dedican a las actividades relacionadas con el DE entre 2 y 4 horas. Por franjas de edad, a medida que aumenta ésta, el número de horas de dedicación también lo hace. La mayoría de los menores de 25 años dedica 2 horas (42,9%); en la de 25 a 35, 3 horas (50,8%); 3 horas también en la de 36 a 45 (47,6%); y en la de 46 a 55, son mayoría los que dedican 4 horas (66,6%). Por sexos, los hombres que dedican 3 horas son un 41,6%, siendo muy similar al porcentaje que dedican 2 horas (34,8%) y ligeramente menor los que dedican 4 horas (23,6%). En el caso de las mujeres, el mayor porcentaje es para las que dedican 2 horas (48,9%), seguido de las que trabajan 3 horas (27.2%) y, en menor medida, las que ocupan 4 horas (23,9%).

 

Expectativas y valores asociados al DE desde la perspectiva de los monitores

 

Casi la totalidad de los técnicos (94,6%) opina estar bastante o muy de acuerdo con la afirmación: conseguir hábitos de práctica en actividad física es importante para el futuro (tabla 14). Sin embargo, sólo el 7,9% de los monitores estima que los escolares practican actividades deportivas extraescolares por competir y ganar, que es un planteamiento más educativo y alejado de la búsqueda del rendimiento que suele perseguir el deporte federado (Tabla 7).

 

En lo que sí que parece que están bastante o muy de acuerdo es en que el DE reporta importantes beneficios para la salud (96,6%). Además, opinan mayoritariamente que la actividad físico-deportiva enseña a colaborar con otros compañeros (94,9%) y que este proceso de colaboración en la práctica de actividades deportivas extraescolares la deben realizar de manera conjunta chicos y chicas (79,7%) (Tabla 7).

 

La opinión que tienen los monitores sobre la influencia de la práctica de esta actividad en el seguimiento de los estudios se encuentra menos definida. El 28,8 % está bastante convencido de que el DE les influye en las horas que deben dedicar al estudio, lo que puede influir en la asistencia regular de los escolares a la actividad (Tabla 7).

 

Los monitores y técnicos del DE expresan estar bastante o muy de acuerdo (66,1%) en que los maestros y profesores de Educación Física participen en la programación y en el diseño de las actividades deportivas extraescolares, con lo que asumen que es necesaria la coordinación entre el trabajo que se realiza desde esta asignatura y el que se realiza en las AFD extraescolares (tabla 7). Sin embargo, los monitores opinan estar menos de acuerdo (42,4%) en que la opinión de los padres es importante en la programación y organización de estas actividades (Tabla 7), dando a entender que su voz es poco relevante para hacer una buena planificación del DE.

 

 

Tabla 7. Evaluación de los valores y actitudes que definen un modelo determinado de DE (suma de los valores: bastante de acuerdo y muy de acuerdo)

Ítem

Porcentaje

Conseguir hábitos de práctica en actividad física es importante para el futuro.

94,9

Se practican actividades porque es importante competir y ganar

7,9

La práctica de actividades físicas es buena para la salud

96,6

Realizar actividades físico-deportivas enseña a colaborar con otros compañeros

94,9

Practicar deporte quita horas para el estudio

28,8

Los chicos y las chicas pueden practicar los deportes extraescolares juntos

79,7

Es importante que los profesores de Educación Física participen en la programación y diseño de las actividades extraescolares deportivas

66,1

La capacitación profesional de los profesores y monitores es un elemento fundamental para la calidad educativa de estas actividades

84,8

Es necesario regular mejor la competición escolar para asegurar planteamientos verdaderamente educativos

71,2

La opinión de los padres es importante en la programación y organización de estas actividades

42,4

Actualmente, el comienzo de la competición se realiza en edades muy tempranas

44,0

Actualmente, el comienzo de la especialización en una modalidad deportiva se realiza a edades muy tempranas

33,9

 

El 71,2% de los monitores y técnicos del DE expresa estar bastante o muy de acuerdo en que es necesario regular mejor la competición escolar para asegurar planteamientos verdaderamente educativos, en coherencia con los principios que deben regir los objetivos del DE (Tabla 7). El adaptar las reglas y los espacios a las capacidades y cualidades motrices de los escolares, el integrar a todos los participantes que voluntariamente quieran participar o el relativizar el resultado parecen planteamientos que los monitores aprecian como valores que se han de desarrollar en esta actividad, para que realmente se considere educativa.

 

El 44% de los monitores y técnicos del DE considera estar bastante o muy de acuerdo en que se comienza a competir a edades muy tempranas. En principio, esta competición se realiza con el objetivo de establecer clasificaciones, que no es un objetivo prioritario a conseguir con esta actividad. Además, este tipo de diseño más competitivo conlleva que el joven deportista se especialice cuanto antes en un deporte. Una tercera parte de los técnicos del DE (33,9%) manifiesta estar bastante o muy de acuerdo con que se especializa pronto al escolar, lo que quiere decir que prácticamente dos terceras partes de ellos no lo ven así (Tabla 7).

 

DISCUSIÓN

 

La finalidad principal de este estudio era analizar las características de los monitores y técnicos del DE en la ciudad de Segovia y conocer sus opiniones acerca de los valores asociados a esta actividad.

 

El perfil general del monitor y del técnico que ha resultado de esta investigación atiende a las siguientes características: a) varón; b) joven, con menos de 25 años; c) con tan sólo dos años de permanencia en el DE y al que dedican entre 2 y 3 horas; d) no tiene titulación deportiva o, si la posee, es de primer nivel; e) estudiante universitario, que cursa la diplomatura de  Magisterio en la especialidad de Educación Física; f) realiza alguna actividad física y deportiva de manera regular; g) suele presentar una especial predisposición a seguir trabajando en esta actividad, sin embargo termina alejándose de ella ya que no le permite una profesionalización adecuada ante la falta de incentivos económicos.

 

Este perfil del técnico coincide con el que resultó de los estudios llevados a cabo en Álava (Maiztegui y Asenjo, 2000), Barcelona (Petrus, 1997; González Carballude, 2004), Huelva (Nuviala et al, 2007), Gran Canaria (Álamo et al, 2002; Álamo, 2004) y Lleida (Saura, 1996). Esta juventud de los técnicos y su consecuente falta de formación para desarrollar esta actividad convenientemente puede provocar incoherencias entre los planteamientos iniciales y su puesta en práctica. Por ello, estamos de acuerdo con la opinión de Delgado Noguera (2007) acerca de que se debe formar y actualizar no sólo a los técnicos deportivos, sino también a los dirigentes o colaboradores, delegados, árbitros y padres, para que sepan entender los objetivos planteados en el DE. Esta actividad requiere de personas debidamente preparadas, que posean la titulación necesaria para poder realizar correctamente servicios de enseñanza, dirección, gestión, preparación de entrenamientos y animación (Solar, 1998). Incluso, se debe potenciar la figura del maestro especialista de Educación Física del centro como tutor y asesor educativo de los monitores asignados a su colegio (Díaz-Suárez, 2007), para lo cual habrá que incentivar a estos docentes con recursos económicos y otras acciones de reconocimiento laboral y social (Álamo, 2004).

 

Estos técnicos deportivos desarrollan esta actividad durante un corto período de tiempo de su vida y la razón fundamental, que parece desprenderse según sus opiniones, es la inadecuada remuneración económica. Si estos responsables del DE no tienen asegurado su futuro como profesionales convenientemente pagados, lo normal es que terminen por alejarse de este trabajo. Estos resultados coinciden con los señalados por Campos y otros. (2007), González (2004), González et al (2008) en sus estudios elaborados en las comunidades Valenciana, Madrileña y Catalana, respectivamente. Por lo tanto, la principal dirección en la que se puede caminar para estabilizar profesionalmente a este colectivo es ofrecerle la progresiva profesionalización, para poder dar un deporte escolar de calidad (García Aranda, 1995).

 

En cuanto a las expectativas y los valores asociados al DE, el conseguir que los escolares alcancen hábitos de práctica en actividad física para el futuro se considera una actitud muy importante. Se entiende que el niño que encuentra satisfacción practicando cualquier deporte y que mantiene esta motivación a lo largo del tiempo, es más factible que obtenga una buena salud a lo largo de su vida. Para desarrollar esta motivación en los jóvenes y que se acerquen contentos y con energías a la actividad, los técnicos consideran que es importante realizar sesiones de entrenamiento en las que se les enseñe a colaborar con otros compañeros y la práctica de chicas y chicos sea conjunta. Si estos técnicos piensan que los escolares se acercan al DE por razones que no son el competir y ganar, sería ilógico que las sesiones de entrenamiento fueran planteadas con actividades que generaran competitividad y que se basaran en la repetición de gestos y movimientos, lo que contribuiría a la monotonía. También habría que plantear convenientemente las competiciones, para que no favoreciesen el fracaso de los escolares al establecer clasificaciones que discriminaran a los menos dotados motrizmente. Con estos principios básicos claros, los monitores ven de manera positiva que el deporte debe integrar a toda la población escolar, sin tener en cuenta el nivel de destreza o habilidad de los participantes. De ahí que, como dice Díaz-Suárez (2007), hay que promover una actividad integradora y lúdica, con aprendizajes que se fundamentan en despertar la capacidad de reflexión sobre la práctica y no en la repetición y la automatización, que puedan fomentar esa segregación ya citada. Por eso creen que la competición hay que regularla mejor, sin seguir el modelo competitivo del deporte profesional, atendiendo a criterios más formativos que selectivos.

 

Gran parte de los técnicos del DE no cree que el comienzo de la especialización en una modalidad deportiva debería realizarse a edades tempranas. Más bien estarían por la labor de propiciar una promoción de muchos deportes y en un futuro tenga opción de elegir entre el que más le guste o más capacitado se encuentre. Así también lo indican autores como Delgado (2007), Fraile (2004) y todas las leyes que regulan la cultura física y el deporte en todas las Comunidades Autonómicas de España, que consideran que hay que propiciar una formación multideportiva y una competición educativa, formativa y recreativa. Sin embargo, según los datos recogidos, el monitor, al tener una escasa formación inicial, su intervención docente puede no desarrollarse de manera adecuada, al no emplear los recursos didácticos y metodológicos necesarios para que el alumnado adquiera una iniciación deportiva formativa e integral (González y Campos, 2010).

 

Por tanto, para que esta actividad se desarrolle de un modo coherente con los principios establecidos inicialmente, se necesita una implicación y una capacitación profesional de los monitores, que garantice una calidad educativa al DE. La integración de los profesores de Educación Física en el proceso de programación y en el diseño de las actividades extraescolares deportivas es un factor decisivo para el buen funcionamiento del Programa. Su experiencia y su conocimiento sobre el desarrollo evolutivo y motor de los escolares participantes, su predisposición para facilitar la instalación y los materiales durante los entrenamientos semanales y su labor como posibles tutores de los monitores que acceden a su centro son acciones básicas para que el DE se desarrolle con garantías de éxito, cuidando de que se produzca el menor número de abandonos de los participantes. En esta línea también han expresado su opinión: Álamo y Amador (2010); Fraile (2004); González Carballude (2004); Martins et al (2005); Monteagudo (2000) y Trepat de Francisco (1995).

 

CONCLUSIONES

 

            Tras los resultados encontrados en esta investigación, y después de ponerlos en relación con otros trabajos científicos, parece que los cambios en el DE en la ciudad de Segovia deberían pasar por cambiar el perfil del monitor deportivo. Para conseguir que se profesionalice y desarrolle sus expectativas en esta actividad es necesario que: a) curse estudios relacionados con la educación física y el deporte; b) posea una titulación deportiva, al menos de primer nivel; c) conozca los objetivos educativos del deporte mediante una formación inicial y continuada adecuada; d) tenga un reconocimiento económico y social acorde con la gran responsabilidad que adquiere en la creación de hábitos saludables y perdurables en el tiempo; d) oriente su enseñanza hacia el proceso y no hacia el resultado; d) prepare sesiones de entrenamiento que fomenten la reflexión del escolar; e) motive a sus alumnos con prácticas divertidas que se ajusten a la lógica interna del deporte ejecutado; y f) entienda la competición como lugar de encuentro con otros deportistas, en donde se pone de manifiesto lo aprendido durante las sesiones de entrenamiento semanal.

 

Este estudio puede resultar de interés para los investigadores y estudiosos de la temática del DE, así como para las diferentes poblaciones implicadas en el desarrollo del mismo: gestores y técnicos deportivos y profesorado de Educación Física. También puede ser de interés para las personas que investigan el tópico de la iniciación deportiva en la escuela en horario escolar y extraescolar.

 

Después de este estudio y análisis del perfil y de las expectativas del monitor de DE, la siguiente fase de esta investigación supone la implementación de un programa alternativo de DE basado en un modelo formativo e integrador para, posteriormente, evaluar los resultados obtenidos y la satisfacción de las diferentes poblaciones implicadas.

 

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Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte- vol. 13 - número 50 - ISSN: 1577-0354