López-Rodríguez,
M.M.; Aguilera-Vásconez, R.P.; Fernández-Sola, C.; Hernández-Padilla J.M.;
Jiménez-Lasserrotte M.M. y Granero-Molina J. (2020) Sexual Desire and Excitement in Relation to Physical
Activity in Young Adults. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de
la Actividad Física y el Deporte vol. 20 (77) pp.
133-153 Http://cdeporte.rediris.es/revista/revista77/artdeseo1135.htm
DOI: 10.15366/rimcafd2020.77.009
DESEO Y EXCITACIÓN SEXUAL EN
RELACIÓN CON LA ACTIVIDAD FÍSICA EN JÓVENES ADULTOS
SEXUAL DESIRE AND EXCITEMENT IN RELATION TO PHYSICAL ACTIVITY IN YOUNG
ADULTS
López-Rodríguez, M.M.1; Aguilera-Vásconez, R.P.2;
Fernández-Sola, C.3; Hernández-Padilla J.M.3; Jiménez-Lasserrotte
M.M.4 y Granero-Molina J.5
1 PhD. Grupo de Investigación de Ciencias de la Salud CTS-451. Universidad de
Almería (España). mlr295@ual.es
2 Psicóloga Clínica. Máster en
Ciencias de la Sexología. Universidad de Almería (España) natiaguileravas@gmail.com
3 PhD. Departamento Enfermería, Fisioterapia y Medicina. Universidad
de Almería (España).
cfernan@ual.es, j.hernandez-padilla@ual.es
4 PhD. Cruz Roja Española. Almería (España). marjil@cruzroja.es
5 PhD. Grupo de Investigación de Ciencias de la Salud CTS-451. Universidad de
Almería (España).
jgranero@ual.es
Código UNESCO
/ UNESCO Code: 6199 Otras especialidades
psicológicas (psicología del deporte) Other psycological specialities (Sport
Psycology)
Clasificación
del Consejo de Europa / Classification of the Council of Europe: 15
Psicología del Deporte / Sports Psychology
Recibido 25 de mayo de 2018
Received May 25, 2018
Aceptado 31 de agosto de 2018
Accepted August 31, 2018
RESUMEN
El deseo sexual es un estado de motivación que puede
inducir a la actividad sexual. La actividad física está relacionada con el
bienestar en social y sexual. El objetivo del presente estudio fue analizar el
deseo sexual en relación con la actividad física y su impacto en la excitación
e inhibición sexual en una población de jóvenes adultos. La muestra estuvo
conformada por 485 participantes (327 mujeres y 158 hombres), entre 18 y 35
años. Este estudio requirió el cumplimiento de un cuestionario
sociodemográfico, Inventario de Deseo Sexual (diádico y solitario),
Cuestionario de Actividad Física (IPAQ) y Escalas de Inhibición y Excitación
Sexual (SES-SIS). Los principales resultados mostraron relación entre el deseo
y la actividad física con la excitación y la inhibición sexual, concluyendo que
niveles de actividad medios y altos contribuyen de forma positiva en la sexualidad.
Futuras investigaciones podrían proponer el ejercicio como intervención en problemas
de deseo.
PALABRAS CLAVE: Deseo Sexual; Actividad física; Conducta Sexual; Salud Sexual
ABSTRACT
Sexual desire is a state of motivation that can induce to participate in sexual activity. Physical activity is related to the well-being in both social and sexual relationships. The aim of this study was to analyze sexual desire in relation to physical activity and its impact on sexual excitation and inhibition in a population of young adults. The total sample consisted of 485 participants (327 women and 158 men), aged between 18 and 35 years. This study required the fulfillment of a sociodemographic questionnaire, the Sexual Desire Inventory (dyadic and solitary), the Physical Activity Questionnaire (IPAQ) and the Sexual Inhibition and Sexual Excitation Scales (SES-SIS). The main results showed that there is a relationship between desire and physical activity with excitement and sexual inhibition, concluding that medium and high activity levels contribute positively in people's sexual behavior. Future research could propose exercise as an intervention in problems of desire.
KEYWORDS: Sexual Desire; Physical activity; Sexual Behavior; Sexual Health.
INTRODUCCIÓN
La sociedad constituye el eje
central en la implantación de estereotipos de belleza y así,
en las sociedades occidentales, los cuerpos delgados son un
indicador de buena salud y de atractivo sexual. Debido a esto, algunas
personas intentan aproximarse a estos cánones por medio de la realización
de actividad física o intervenciones estéticas. (Penhollow y Young, 2008;
Sacamori, Felizola, Kruguer, Sperandio y Cardoso, 2013; Uhlmann, Donovan,
Zimmer-Gembeck, Bell, y Ramme, 2018). Esto conduce a considerar el efecto
que estas prácticas ejercen sobre el sexo opuesto y cómo la
distorsión de la imagen corporal afecta al deseo sexual (Haavio-Mannila y Purhonen,
2001).
El deseo sexual
es un estado de motivación que puede inducir a las personas a buscar
o participar en una actividad sexual (Corona et al., 2013). Este deseo,
provocado por la interacción entre los procesos cognitivos internos,
neurofisiológicos y componentes afectivos, que harán perpetuar la especie o
provocar placer en el sujeto que la experimenta (Corona et al., 2013), se puede reconocer en dos
formas: el deseo sexual solitario, que es un tipo de deseo que no
involucra a un compañero e implica abstenerse de la intimidad con los
demás, y el deseo sexual diádico, relacionado con la cercanía e
intimidad con el otro (Ortega, Zubeidat y Sierra, 2006; Dosch, Ghisletta, y Van der Linden, 2016).
A nivel hormonal, la comunicación endocrina es importante en el campo
diádico de la medicina sexual ya que puede afectar al cerebro sexual (mediante
el deseo) o al cuerpo sexual (a través de la excitación,
erección/lubricación) (Corona, Isidori, Aversa, Burnett y Maggi,
2016).
La imagen corporal de mujeres y
hombres, acompañada con variables de aptitud física ha demostrado ser predictor
significativo de la satisfacción sexual (Penhollow y Young, 2008;
Pujols, Meston y Seal, 2010; Sacamori et al., 2013). Estas
percepciones o sentimientos sobre el cuerpo, tienen influencias socioculturales,
grupales, e intrapersonales tan fuertes que pueden afectar a las experiencias
sexuales y la salud de las personas (Mor, Pujols et al., 2010; Parfionov,
Davidovitch y Grotto 2014). Así, la percepción de una imagen corporal
deficiente relacionada con una menor eficiencia, asertividad y estima sexual,
conduciría a la evitación sexual, y a un menor deseo diádico
y solitario (Dosch et al., 2016). Por el contrario, una imagen
corporal positiva asociada a una mayor frecuencia de actividad sexual,
aventura, oportunismo y funcionamiento (Koyuncu, Tok, Canpolat y Catikkas,
2010; Pujols et al., 2010), conduciría a experiencias sexuales
más frecuentes, sentirse deseables, y tener menos dificultades en este
campo (Huang, Lee y Chang, 2007; Penhollow y Young, 2008).
Haciendo referencia a cómo
impacta la percepción de uno mismo en el deseo sexual, se deben considerar la
excitación e inhibición sexuales. Según el modelo de Control Dual de la
respuesta sexual, la excitación sexual es el resultado total del balance
entre la excitación y la inhibición sexual, siendo los dos,
además, independientes de existir y necesarias para la adaptación
(Bancroft, Graham, Janssen, y Sanders, 2009). En relación a esto, aquellos individuos
con altos niveles de excitación se han relacionado con conductas sexuales de
riesgo, e individuos con altos niveles de inhibición, con una mayor
posibilidad de padecer una disfunción sexual (Granados, Salinas y Sierra, 2017;
Moyano y Sierra, 2014).
Son varias las investigaciones que
resaltan los beneficios encontrados a largo plazo en la realización
del ejercicio físico, (Kulig, Brener y McManus, 2003; Jiménez, Zagalaz,
Molero, Rulido y Ruiz, 2013) mediante la prevención de enfermedades o la mejora
del funcionamiento cognitivo, articular y muscular (Adeniyi, Adeleye, y
Adeniyi, 2010; Corona et al., 2016; La
Vignera, Condorelli, Vicari, D´Agata y Calogero, 2011; La Vignera, Condorelli,
Vicari, D´Agata y Calogero, 2012; Hackney, Lane, Register-Mihalik y O´Leary,
2017; Sgrò y Di Luigi, 2017; Stojanovska, Apostolopoulos, Polman y Borkoles,
2014).
A pesar de estos beneficios, la participación
deportiva de tipo competitivo se ha relacionado con un inicio
sexual tardío (Miller, Sabo, Farrell, Barnes y Melnick, 1998), y
la de tipo lúdico, con un inicio precoz en las relaciones sexuales (Nogueira,
Wijtzes, van de Bongardt, van de Looij-Jansen, Bannink y Raat, 2016)
mientras que la práctica de alto rendimiento se ha llegado a relacionar con
problemas de sexualidad (Sgrò y Di Luigi, 2017). Así, se ha señalado que las
mujeres deportistas de alto rendimiento refieren insatisfacción de la imagen
corporal y ansiedad de cuerpo social (Koyuncu et al., 2010) relacionando su
participación en los deportes con una menor actividad sexual y riesgo de
embarazo (Habel, Dittus, De Rosa, Chung y Kerndt, 2010; Miller
et al., 1998; Sgrò y Di Luigi, 2017). Del mismo modo, en ambientes
deportivos de tipo competitivo, los hombres también podrían
generarse dudas sobre su físico, que podría influir
negativamente en el comportamiento sexual (Sgrò y Di
Luigi, 2017). A su vez, varios
estudios (Habel et al., 2010; Miller et al.,
1998; Taliaferro, Rienzo y Donovan, 2010) señalan una menor actividad
sexual en las mujeres atletas, mientras que en los
hombres ocurría lo contrario. Otros estudios
(Lane, Register-Mihalik, O´Leary y Hackney, 2016; Sgrò y Di Luigi, 2017) consideran que altos niveles
de entrenamiento contribuyen a la disminución de la libido en
los hombres y a la formación de espermatozoides anormales, mientras
que en las mujeres provocaría amenorreas, disfunciones
menstruales o infertilidad (Hackney et al., 2017) suponiendo esto
sobreadaptaciones fisiológicas a nivel físico que conllevan ahorro de recursos
bioenergéticos (menor líbido).
Por el contrario, ciertas
investigaciones coinciden en que las personas que practican actividad
física de tipo competitivo pueden evitar el consumo de alcohol, drogas o
actividades sexuales por mantenerse enfocados en su rendimiento (Kulig et
al., 2003), lo que conllevaría a alejarse de situaciones de riesgo (Habel et
al., 2010; Sgrò y Di Luigi, 2017). Además, se ha señalado que el ejercicio
mejora la función eréctil en hombres sanos, y jóvenes (Hsiao et al., 2012; La
Vignera et al., 2011; La Vignera et al., 2012; Sgrò y Di Luigi,
2017), impactando en su impulso sexual, función orgásmica y
satisfacción (Sgrò y Di Luigi, 2017), mientras que el yoga en las mujeres
potencia el deseo, excitación, lubricación, orgasmo, y satisfacción sexual (Finley,
2017). A su vez, la participación deportiva se ha relacionado también con
una mayor competencia social, habilidades de resolución de problemas, autoestima, autoeficiencia,
logros académicos (Taliaferro et al., 2010; Stojanovska et al.,
2014) y bienestar general (Huang et al., 2007; Penhollow y Young,
2008), así como mayores niveles de felicidad y satisfacción con la vida
(Jiménez et al., 2013; Sacomori, Felizola, Kruguer, Sperandio, y Cardoso, 2013).
A nivel médico, se ha
señalado que la actividad física mejora la función sexual de mujeres
deprimidas (Lorenz y Meston, 2012; Lorenz y Meston, 2013; Finley,
2017; Stojanovska et al., 2014), mejorando síntomas de tristeza (Sgrò
y Di Luigi, 2017) y ansiedad (Huang et al., 2007). Del mismo
modo, el ejercicio ha mostrado ser efectivo como tratamiento para la disfunción
eréctil (Esposito et al., 2009; La Vignera et al., 2012; Sgrò y Di Luigi, 2017)
o para mejorar niveles de disfunción sexual, peso, y testosterona (Khoo et al.,
2013), inclusive como acompañamiento de inhibidores de la fosfodiesterasa-5
(iPDE 5) que suelen constituir el tratamiento de la disfunción
eréctil (Maio, Saraeb y Marchiori, 2010). Por el contrario, el
sedentarismo ha mostrado una influencia negativa en la salud en general, y
en la salud sexual en particular (La Vignera et al., 2011; Sgrò y Di
Luigi, 2017).
En cuanto a los instrumentos
utilizados para la valoración de la actividad física, algunos estudios optan
por utilizar ítems específicos no validados (Miller et al., 1998; Habel et
al., 2010; Huang et al., 2007; Nogueira et al., 2016; Taliaferro et
al., 2010) o diarios (Esposito et al., 2009; Skoyen, Blank, Corkery y Butler,
2013). Sin embargo, el cuestionario validado más utilizado en la literatura
consultada para esta investigación, fue el Cuestionario Internacional de
Actividad Física (IPAQ) (Crespo-Salgado, Delgado-Martín, Blanco-Iglesias y
Aldecoa-Landesa, 2015; Sacomori et al., 2013; Sigmundová et al., 2015, Hackney
et al., 2017).
Por tanto, y debido al vínculo demostrado
entre actividad física y sexualidad (Sgrò y Di Luigi, 2017), este estudio se
propone analizar el deseo sexual en relación con la actividad física y su
impacto en la inhibición o excitación sexual en una población de jóvenes
adultos. De este modo se pretende conocer el efecto del ejercicio físico sobre
el deseo sexual y la inhibición/desinhibición sexual. Además, como objetivo
específico, se analizan en este estudio posibles diferencias en estas variables
en relación al género y la edad de los participantes.
Por lo tanto, nos planteamos como
hipótesis la existencia de puntuaciones significativamente mayores en deseo y
excitación sexual en individuos con un nivel de ejercicio medio o alto, con
respecto a aquellos con un nivel de actividad bajo.
MÉTODO
Participantes
En el presente estudio
correlacional participaron 485 personas (327 mujeres y 158 hombres) de edades comprendidas
entre 18 a 35 años, con una media de 22,84±3,22 en hombres y 22,25±3,44 en las
mujeres. El 36,5% (n=177) de los sujetos tenían 20 años o menos, mientras que
otro 35,9% (n=174) se situaba entre los 21 y 23 años. El 16,3% (n=79) tenían
entre 24 y 26 años, el 7,2% (n=35) entre los 27 y 29 años, y el 4,1% (n=20) restante
contaba con 30 años o más. Para el reclutamiento de los participantes se
utilizó un muestreo de conveniencia y se creó un cuestionario online, a través
de la plataforma Google Drive, anunciándolo en redes sociales y webs
universitarias (www.ual.es). El formulario estructurado contenía datos
sociodemográficos, escalas de actividad física, deseo sexual, así como un inventario
de excitación e inhibición sexual.
Componentes de los instrumentos
Sociodemográfico.
El cuestionario sociodemográfico
recogió datos como edad, sexo, nivel de estudios y existencia de una
pareja estable (al menos 3 meses de relación) (Anexo).
Actividad Física
Se aplicó el Cuestionario
Internacional de Actividad Física (IPAQ) (www.ipaq.ki.se) en su versión corta, consistente en 7 preguntas
que valoran la actividad física realizada. Este instrumento fue elegido debido
a que permite estimar el tiempo semanal invertido en la realización de
actividades físicas de forma sencilla, habiendo sido anteriormente utilizado en
este tipo de estudios (Sacomori et al., 2013; Sigmundová et al., 2015; Hackney
et al., 2017) así como en el Eurobarómetro de la Comisión Europea (European
Opinion Research Group, 2003). Así mismo, se utilizó la versión corta de este
cuestionario con el objetivo de facilitar su realización a los participantes.
Dicha versión se encuentra además validada en población española (Román-Viñas,
Ribas-Barba, Ngo, y Serra-Majem, 2013) con una correlación moderada para
actividad física total (r=0,27; p<.05) y tiempo dedicado a actividad física
vigorosa (r=0,38; p<.01), así como una sensibilidad y especificidad del 75%
(κ = 0,33).Las preguntas de este cuestionario están relacionadas
con tareas deportivas, laborales y de sedentarismo, distinguiendo así entre
tres factores como son caminata, actividades físicas moderadas y actividades
físicas vigorosas (Crespo-Salgado et al., 2015). Para determinar los niveles de
IPAQ se multiplicaron los minutos de ejercicio por el total de días en que se
realiza, obteniendo así la puntuación total. Bajo esta puntuación se clasificó a
los participantes en: Nivel de Actividad Bajo (<600), Nivel de Actividad
Medio (entre 600 y 3000) y Nivel de Actividad Alto (>3000). En nuestra
muestra se obtuvo un alfa de Cronbach de 0,80 y una correlación ítem-total
corregida entre 0.72 y 0.80. Por su parte, el análisis de fiabilidad mostró
coeficientes de correlación de Spearman entre 0,33 y 0,72.
Deseo Sexual
El deseo sexual de los
participantes se evaluó a través del Inventario de Deseo
Sexual de Spector, Carey y Steinberg, (1996), adaptado
al español por Ortega, Zubeidat y Sierra (2006). Este inventario
mide el deseo sexual de las personas a través de 13 preguntas que evalúan el
nivel de deseo sexual de la persona. Este instrumento distingue dos factores,
deseo sexual diádico (ítem 1-9) que se refiere a actividades sexuales en
las que se involucra a una pareja, y deseo sexual solitario (ítem 10-13) que se
refiere al interés en actividades sexuales que no involucran a una pareja.
Todos los ítems puntúan mediante una escala tipo Likert. La adaptación española
presenta valores alfa de Cronbach óptimos, así como una validez adecuada (0.87
para el deseo sexual diádico y 0.88 para el deseo sexual solitario) y una
correlación entre los dos factores de 0,49 (Ortega et al., 2006). Además, se
determinó el nivel de Deseo Sexual utilizando 45 como punto de corte ("Sexual Desire Quiz. Maze Women's Sexual
Health", 2018), y clasificando la muestra por encima de dicho punto de
corte con un Nivel de Deseo Sexual Normal, y por debajo con un Nivel de Deseo Sexual
Bajo (Spector et al., 1996). En el
presente estudio se obtuvo un alfa de Cronbach de 0,85 y una correlación
ítem-total corregida entre 0.53 y 0.90. Por otra parte, los coeficientes de
correlación de Spearman entre los ítems se sitúan entre 0,34 y 0,83.
Excitación / Inhibición sexual
Se aplicó la versión española, de
las Escalas de Inhibición Sexual/Excitación Sexual- Forma Breve
(SIS/SES-SF; Carpeter, Janssen, Graham, Vorts y Wichertas, 2011), adaptada y
validada por Moyano y Sierra (2014). Este inventario consta de 14
preguntas calificadas en escala Likert de 4 puntos, que miden tres
sub-escalas: La Escala de Excitación Sexual (SES) que evalúa por
interacciones sociales, la Escala de Inhibición Sexual 1 (SIS1) con ítems
relacionados con la distracción o concentración en el acto sexual, y la
Escala de Inhibición Sexual 2 (SIS2) que evalúa el miedo del sujeto a ser
descubierto o a contagiarse por una infección de transmisión sexual (Moyano
y Sierra, 2014). De acuerdo a la
puntuación obtenida, se clasificó a los participantes en los diferentes niveles
de excitabilidad (SES, SIS1 y SIS2). Aquellos participantes con igual
puntuación en dos escalas, se agruparon en: SES-SIS1; SES-SIS2 y SIS. Los
indicadores de fiabilidad de la versión en castellano fueron adecuados en ambos
sexos, alcanzándose valores alfa de Cronbach que oscilan entre 0,60 de SIS2 y 0,72
de SES, y las correlaciones ítem-total corregidas en cada factor oscilaron entre
0,28 y 0,64. Así mismo, se obtuvieron correlaciones significativas entre los
factores, excepto entre SES y SIS1, demostrándose independencia entre ellos
(Moyano y Sierra, 2014) En el presente estudio se obtuvo un alfa de Cronbach entre
0,69 de SIS1 y 0,75 de SES, y una correlación ítem-total corregida de cada
factor entre 0,30 y 0,77. Por otra parte, los coeficientes de correlación entre
SES y SIS1 muestran también en nuestro estudio que dichos factores son
independientes.
PROCEDIMIENTO
La evaluación se realizó a través de un cuestionario
online, creado en la plataforma Google
Drive, cuyo enlace fue distribuido en diversas redes sociales. La muestra
fue recogida entre los meses de diciembre 2017 y marzo 2018. Cuando los
participantes accedían al enlace se les presentó el consentimiento informado
del estudio con las instrucciones para realizarlo. La participación fue
voluntaria, sin ningún tipo de compensación. Además, tres cuestiones actuaban
como filtro muestral, permitiendo o no que el participante pudiera continuar
realizando el cuestionario online. En primer lugar la persona debía tener entre
18 y 35 años de edad. Además debía contestar de forma negativa a dos cuestiones
relativas a la existencia de limitación física y de enfermedad crónica que
impidieran o afectaran de algún modo a la realización de actividad física.
Para la realización del estudio se obtuvo la
aprobación del comité de Ética de la Universidad de Almería. Al inicio del
cuestionario se informó a los individuos sobre los propósitos de la
investigación, así como el carácter voluntario y anónimo de su participación.
Todos los participantes dieron su consentimiento para la realización del
estudio. El anonimato y la confidencialidad se aseguraron durante la
recopilación y el análisis de datos, bajo los tratados de legislación europea
sobre protección de datos (COM, 2012)
ANÁLISIS ESTADÍSTICO
Todos los
análisis estadísticos se llevaron a cabo con el programa SPSS v. 23.0 para
Windows (SPSS Inc., Chicago, IL, USA). Los datos cuantitativos se muestran como
media y desviación estándar, y los datos cualitativos como frecuencias y
porcentajes. Se verificó que todas las variables se ajustaban a la normalidad
mediante la prueba KS. Las variables continuas se analizaron mediante pruebas t
de Student y ANOVA, utilizando test de Bonferroni para el análisis post hoc, y
eta cuadrado para el análisis del tamaño del efecto. Para el estudio de las
variables categóricas se utilizó el test de chi-cuadrado. Las correlaciones se analizaron
mediante el método de Pearson.
RESULTADOS
Para empezar
se realizó un análisis univariante de los datos obtenidos, encontrando una
media de edad del total de la muestra de 22,44±3,37 años. Así mismo, el 50,5% de
la población refirió tener pareja durante al menos tres meses en el momento del
estudio, mientras que el 40,0% afirmaba no tenerla y el 9,5% manifestaba algún
tipo de relación íntima durante ese intervalo de tiempo, pero sin ser
considerado pareja. Según la puntuación total en la escala de deseo sexual se
clasificó a un 84,7% de la población en un nivel de deseo sexual normal, frente
a un 15,3% clasificado con un nivel de deseo sexual bajo. Los niveles de IPAQ determinaron
una mayoría de participantes con nivel de actividad alto (45,6%), seguido de un
nivel de actividad medio (34,2%). En las escalas de excitabilidad sexual, un 60,2%
de la población mostró la mayor puntuación en SES y un 27,4% en SIS2.
Al comparar
las variables entre hombres y mujeres se observaron diferencias significativas
en las puntuaciones de actividad moderada, actividad vigorosa (p<.05), con
medias superiores al grupo de hombres. En relación a este dato se apreciaron
también diferencias significativas entre sexos para el nivel de actividad (p<.05),
encontrando que el 22,9% de las mujeres poseían un nivel de actividad bajo,
frente al 14,6% de los hombres. Por otro lado, los hombres mostraron también
puntuaciones significativamente mayores en las escalas de deseo y SES (p<.05).
Sin embargo, la puntuación en SIS2 obtuvo medias significativamente más altas
(p<.05) entre las mujeres. Del mismo modo, se observó también un mayor porcentaje
de mujeres con pareja (53,80%) (Tabla 1).
Tabla 1. Comparación de las
variables según el sexo de los participantes. |
|
|||||||||
|
|
Hombres |
Mujeres |
Prueba Levene |
|
|||||
|
|
n=158 |
n=327 |
|
||||||
|
|
M |
D.E |
M |
D.E |
F |
p |
t |
p |
|
Edad |
22,84 |
3,22 |
22,25 |
3,44 |
0,68 |
.40 |
1,81 |
.07 |
||
Caminata |
2.049,91 |
3.114,24 |
1.537,02 |
2.225,27 |
8,28 |
.01 |
1,85 |
.06 |
||
Actividad Moderada |
1.455,24 |
3.437,54 |
742,67 |
1.787,31 |
14,13 |
.00 |
2,45 |
.01 |
||
Actividad Vigorosa |
2.304,05 |
3.867,26 |
1538,32 |
3.922,99 |
1,45 |
.22 |
2,02 |
.04 |
||
IPAQ |
5.809,20 |
7.657,46 |
3818,01 |
6.256,96 |
6,82 |
.01 |
2,84 |
.00 |
||
Deseo |
66,65 |
14,70 |
55,16 |
16,66 |
2,51 |
.11 |
7,39 |
.00 |
||
Deseo Diádico |
49,03 |
10,72 |
43,67 |
11,80 |
0,12 |
.72 |
4,82 |
.00 |
||
Deseo Solitario |
17,65 |
6,75 |
11,47 |
8,58 |
21,08 |
.00 |
8,61 |
.00 |
||
SES |
14,32 |
3,27 |
12,83 |
3,60 |
1,97 |
.16 |
4,37 |
.00 |
||
SIS1 |
8,02 |
2,46 |
8,37 |
2,55 |
0,22 |
.63 |
-1,43 |
.15 |
||
SIS2 |
11,19 |
2,82 |
11,88 |
3,09 |
1,44 |
.23 |
-2,34 |
.02 |
||
|
|
Frec. |
% |
Frec. |
% |
|
|
X² |
p |
|
Nivel IPAQ |
Bajo |
23 |
14,6% |
75 |
22,9% |
|
|
9,35 |
.01 |
|
Medio |
48 |
30,4% |
118 |
36,1% |
|
|
||||
Alto |
87 |
55,1% |
134 |
41% |
|
|
||||
Nivel Deseo |
Bajo |
10 |
6,3% |
64 |
19,6% |
|
|
14,45 |
.00 |
|
Normal |
148 |
93,7% |
263 |
80,4% |
|
|
||||
Nivel Exc. |
SES |
118 |
74,7% |
174 |
53,2% |
|
|
21,26 |
.00 |
|
SES-SIS1 |
0 |
0,0% |
2 |
0,6% |
|
|
||||
SES-SIS2 |
9 |
5,7% |
30 |
9,2% |
|
|
||||
SIS |
1 |
0,6% |
4 |
1,2% |
|
|
||||
SIS1 |
2 |
1,3% |
12 |
3,7% |
|
|
||||
SIS2 |
28 |
17,7% |
105 |
32,1% |
|
|
||||
Pareja |
Con Pareja |
69 |
43,7% |
176 |
53,8% |
|
|
6,29 |
.04 |
|
|
Sin Pareja |
68 |
43% |
126 |
38,5% |
|
|
|||
|
Otras relaciones |
21 |
13,3% |
25 |
7,6% |
|
|
|||
Nota: M = Media; D.E = Desviación estándar;
Exc.=Excitabilidad; p para la
comparación de sexos (t de Student
para variables continuas y X² = chi-cuadrado
para variables categóricas). Nivel de Excitabilidad: SES-SIS1; SES-SIS2; SIS: Igual
puntuación en ambas escalas. |
||||||||||
Así mismo se
analizaron posibles diferencias entre la población con y sin pareja, obteniendo
diferencias sólo para el deseo solitario (p<.01) con medias superiores para
el grupo sin pareja.
A
continuación se realizó un análisis de diferencia de medias en función de
subniveles de edad. Para ello, y para que el número de integrantes de los
grupos fuera comparable, se consideró un grupo que reunía a la muestra mayor de
27 años. En este análisis la variable relativa a tener pareja mostró
diferencias significativas, encontrando un mayor porcentaje de sujetos con
pareja entre el grupo mayor de 27 años. Las variables SES y deseo junto con sus
dos subescalas obtuvieron también diferencias significativas. Así, el análisis
post hoc de SES señaló diferencias entre el grupo de 21 a 23 años con respecto
al grupo de más de 27 años (p<.01). Por otra parte, las diferencias
significativas en el deseo y sus subescalas, se encontraron entre los dos grupos
de menor edad, con respecto al grupo de más de 27 años (p<.01 en ambos
casos) (Tabla 2).
Tabla 2. Comparación
de las variables según grupo de edad de los participantes. |
||||||||||||||||
|
18-20 años n=177 |
21-23 años n=174 |
24 y 26 años n=79 |
27-35años n=55 |
Prueba Levene |
|
||||||||||
|
M |
D.E |
M |
D.E |
M |
D.E |
M |
D.E |
F |
p |
F |
p |
||||
Caminata |
1710,87 |
2605,66 |
1486,74 |
1797,76 |
F |
p |
1680,00 |
2928,86 |
3,17 |
.02 |
1,35 |
.25 |
||||
Actividad Moderada |
1040,95 |
3314,00 |
714,83 |
1249,34 |
1540,66 |
2652,61 |
771,64 |
1714,94 |
3,04 |
.02 |
2,20 |
.08 |
||||
Actividad Vigorosa |
1481,81 |
3532,60 |
1919,26 |
3923,33 |
2437,47 |
5337,81 |
1423,27 |
2300,22 |
1,74 |
.15 |
1,31 |
.27 |
||||
IPAQ |
4233,63 |
7598,53 |
4120,84 |
5375,04 |
6162,60 |
8497,26 |
3874,91 |
4948,47 |
2,36 |
.07 |
2,00 |
.11 |
||||
Deseo |
56,79 |
15,96 |
57,29 |
17,62 |
61,78 |
15,07 |
66,65 |
17,71 |
1,32 |
.26 |
6,26 |
.00 |
||||
Deseo Diádico |
43,60 |
11,28 |
45,30 |
12,43 |
46,86 |
10,68 |
49,55 |
11,19 |
0,86 |
.46 |
4,18 |
.01 |
||||
Deseo Solitario |
13,19 |
8,13 |
11,99 |
8,63 |
14,92 |
7,74 |
17,11 |
9,32 |
2,25 |
.08 |
6,10 |
.00 |
||||
SES |
13,36 |
3,28 |
12,68 |
3,74 |
13,73 |
3,36 |
14,60 |
3,75 |
2,05 |
.10 |
4,68 |
.00 |
||||
SIS1 |
8,48 |
2,41 |
8,07 |
2,43 |
7,94 |
2,59 |
8,64 |
3,00 |
1,44 |
.23 |
1,62 |
.18 |
||||
SIS2 |
11,94 |
2,87 |
11,74 |
3,03 |
10,94 |
3,01 |
11,51 |
3,34 |
1,07 |
.36 |
2,11 |
.10 |
||||
|
Frec. |
% |
Frec. |
% |
Frec. |
% |
Frec. |
% |
|
|
X² |
p |
||||
Nivel IPAQ |
Bajo |
40 |
22,6% |
39 |
22,4% |
10 |
12,7% |
9 |
16,4% |
|
|
7,58 |
.27 |
|||
Medio |
60 |
33,9% |
57 |
32,8% |
25 |
31,6% |
24 |
43,6% |
|
|
|
|
||||
Alto |
77 |
43,5% |
78 |
44,8% |
44 |
55,7% |
22 |
40,0% |
|
|
|
|
||||
Nivel Deseo |
Bajo |
29 |
16,4% |
32 |
18,4% |
8 |
10,1% |
5 |
9,1% |
|
|
4,72 |
.19 |
|||
Normal |
148 |
83,6% |
142 |
81,6% |
71 |
89,9% |
50 |
90,9% |
|
|
|
|
||||
Nivel Exc. |
SES |
108 |
61,0% |
92 |
52,9% |
54 |
68,4% |
38 |
69,1% |
|
|
22,99 |
.08 |
|||
SES-SIS1 |
1 |
0,6% |
0 |
0,0% |
1 |
1,3% |
0 |
0,0% |
|
|
|
|
||||
SES-SIS2 |
18 |
10,2% |
18 |
10,3% |
2 |
2,5% |
1 |
1,8% |
|
|
|
|
||||
SIS |
1 |
0,6% |
4 |
2,3% |
0 |
0,0% |
0 |
0,0% |
|
|
|
|
||||
SIS1 |
5 |
2,8% |
3 |
1,7% |
4 |
5,1% |
2 |
3,6% |
|
|
|
|
||||
SIS2 |
44 |
24,9% |
57 |
32,8% |
18 |
22,8% |
14 |
25,5% |
|
|
|
|
||||
Pareja |
Con Pareja |
66 |
37,3% |
98 |
56,3% |
47 |
59,5% |
34 |
61,8% |
|
|
32,74 |
.00 |
|||
Sin Pareja |
100 |
56,5% |
57 |
32,8% |
22 |
27,8% |
15 |
27,3% |
|
|
|
|
||||
Otras relaciones |
11 |
6,2% |
19 |
10,9% |
10 |
12,7% |
6 |
10,9% |
|
|
|
|
||||
Nota: M = Media; D.E =
Desviación estándar; Exc.=Excitabilidad; p
para la comparación de sexos (F= Anova
para variables continuas y X² = chi-cuadrado para
variables categóricas). Nivel de Excitabilidad: SES-SIS1; SES-SIS2; SIS: Igual puntuación en ambas escalas.
Posteriormente
se procedió a comparar los tres niveles de actividad según la puntuación en
IPAQ (nivel de actividad alto, medio y bajo) encontrando diferencias
significativas en deseo sexual, puntuación en SES y puntuación en SIS1. No
obstante, los valores de eta cuadrado mostraron un tamaño del efecto débil para
estas variables. Posteriormente, mediante análisis post hoc se observó que el
grupo con nivel de actividad bajo obtuvo medias significativamente más bajas en
la puntuación de deseo con respecto a los otros dos grupos (p<.05). Del
mismo modo, las medias en la puntuación SES del grupo con nivel de ejercicio
bajo resultaron significativamente más bajas con respecto al grupo de actividad
moderada (p<.01) y al grupo de actividad alta (p<.05). Sin embargo, la
puntuación en SIS1 obtuvo una media más alta en el grupo con un nivel de actividad
bajo, encontrando diferencias significativas con respecto al grupo con
actividad alta (p<.05). Además, se observaron diferencias significativas
(p<.05) en el porcentaje de sujetos con pareja, encontrando en el grupo con nivel
de actividad bajo un 60,2% de población con pareja. Por último, en cuanto al
nivel de excitabilidad, en el grupo con nivel de actividad medio el 64,5% de
los participantes tiene un SES más alto, frente a un 45,9% en el grupo
de actividad baja (Tabla 3).
Tabla 3. Comparación por grupos según el nivel de IPAQ. |
|
|||||||||||
|
|
Bajo |
Medio |
Alto |
Prueba Levene |
|
|
|||||
|
|
n= 98 |
n=166 |
n=221 |
|
|
|
|||||
|
|
M |
D.E |
M |
D.E |
M |
D.E |
F |
p |
F |
p |
ES |
Edad |
21,86 |
3,18 |
22,72 |
3,40 |
22,50 |
3,42 |
1,23 |
.29 |
2,06 |
.13 |
.01 |
|
Deseo |
54,91 |
16,62 |
60,17 |
14,51 |
59,72 |
18,46 |
3,11 |
.04 |
3,49 |
.03 |
.02 |
|
Deseo Diádico |
43,00 |
12,75 |
45,78 |
9,37 |
46,22 |
12,70 |
5,46 |
.00 |
2,70 |
.07 |
.01 |
|
Deseo Solitario |
11,91 |
8,02 |
14,27 |
8,34 |
13,60 |
8,82 |
1,11 |
.32 |
2,40 |
.09 |
.01 |
|
SES |
12,25 |
3,49 |
13,85 |
3,32 |
13,38 |
3,67 |
1,15 |
.31 |
6,44 |
.00 |
.03 |
|
SIS1 |
8,78 |
2,73 |
8,28 |
2,34 |
8,00 |
2,54 |
1,67 |
.18 |
3,26 |
.04 |
.01 |
|
SIS2 |
12,10 |
3,04 |
11,62 |
2,80 |
11,48 |
3,15 |
0,79 |
.45 |
1,46 |
.23 |
.01 |
|
|
|
Frec. |
% |
Frec. |
% |
Frec. |
% |
|
|
X² |
p |
|
Nivel Exc. |
SES |
45 |
45,9% |
107 |
64,5% |
140 |
63,3% |
|
|
19,25 |
.04 |
|
SES-SIS1 |
1 |
1,0% |
0 |
0% |
1 |
0,5% |
|
|
|
|||
SES-SIS2 |
11 |
11,2% |
14 |
8,4% |
14 |
6,3% |
|
|
|
|||
SIS |
3 |
3,1% |
1 |
0,6% |
1 |
0,5% |
|
|
|
|||
SIS1 |
6 |
6,1% |
2 |
1,2% |
6 |
2,7% |
|
|
|
|||
SIS2 |
32 |
32,7% |
42 |
25,3% |
59 |
26,7% |
|
|
|
|||
Pareja |
Con Pareja |
59 |
60,2% |
77 |
46,4% |
109 |
49,3% |
|
|
15,58 |
.00 |
|
Sin Pareja |
37 |
37,8% |
76 |
45,8% |
81 |
36,7% |
|
|
|
|
|
|
Otras relaciones |
2 |
2,0% |
13 |
7,8% |
31 |
14% |
|
|
|
|
|
|
Nota. Exc.=Excitabilidad; ES=Tamaño del Efecto; p para la comparación de variables (F= Anova para variables continuas y X² = chi-cuadrado para variables
categóricas). Nivel de Excitabilidad: SES-SIS1;
SES-SIS2; SIS: Igual puntuación en ambas escalas. |
|
Al analizar
las correlaciones, se observó relación entre deseo (diádico y solitario) y
variables como la edad (p<.01), y la puntuación SES (p<.01). Además, se observó
una correlación negativa entre el deseo solitario y la puntuación en SIS2
(p<.01). Por otro lado, aunque la puntuación IPAQ no muestra correlación con
las puntuaciones en la escala de deseo, se encontró que tanto dicha puntuación
IPAQ como la actividad vigorosa se correlacionaron negativamente con la
puntuación de SIS2 (p<.05) (Tabla 4).
Tabla 4. Correlación de las variables. |
||||||||||||
Caminata |
Actividad Moderada |
Actividad Vigorosa |
IPAQ |
Deseo |
Deseo Diádico |
Deseo Solitario |
SES |
SIS1 |
SIS2 |
|||
Edad |
Pearson |
0,01 |
0,02 |
0,02 |
0,03 |
0,16** |
0,14** |
0,12* |
0,11* |
0,04 |
-0,06 |
|
Caminata |
Pearson |
1 |
0,43** |
0,24** |
0,67** |
0,00 |
0,01 |
-0,01 |
0,06 |
0,02 |
-0,06 |
|
Actividad Moderada |
Pearson |
1 |
0,41** |
0,77** |
0,01 |
0,01 |
0,01 |
0,01 |
-0,07 |
-0,07 |
||
Actividad Vigorosa |
Pearson |
1 |
0,82** |
-0,04 |
-0,02 |
-0,06 |
-0,08 |
-0,05 |
-0,11* |
|||
IPAQ |
Pearson |
1 |
-0,02 |
-0,00 |
-0,03 |
-0,02 |
-0,05 |
-0,11* |
||||
Deseo |
Pearson |
1 |
0,88** |
0,76** |
0,57** |
-0,02 |
-0,08 |
|||||
Deseo Diádico |
Pearson |
1 |
0,38** |
0,53** |
-0,04 |
-0,02 |
||||||
Deseo Solitario |
Pearson |
1 |
0,40** |
0,02 |
-0,12* |
|||||||
SES |
Pearson |
1 |
0,08 |
-0,08 |
||||||||
SIS1 |
Pearson |
1 |
0,31** |
|||||||||
Nota: Pearson para correlación de variables; *p<.05; **p<.01 |
||||||||||||
DISCUSIÓN
Los
resultados del presente estudio ponen de manifiesto importantes hallazgos con
respecto a la relación entre el ejercicio y la sexualidad en jóvenes adultos. Así,
los datos obtenidos indican una relación entre el nivel de actividad física y
el deseo, la excitación y la inhibición sexual.
Para
empezar, aunque incluyó un número considerable de hombres, la muestra estuvo
conformada principalmente por mujeres. El nivel de ejercicio en nuestra muestra
de adultos jóvenes, con una mayoría de los sujetos con nivel medio y alto de
actividad, refleja lo expuesto en el estudio Sigmundová et al. (2015), donde se
señalaba un aumento de actividad física por parte de los adultos, obteniendo un
21,3%, en el nivel de actividad física bajo, similar al 20,2% obtenido en el
presente estudio.
Al comparar hombres
y mujeres se encontraron diferencias significativas en relación con el
ejercicio, coincidiendo con el estudio realizado por Jiménez-Torres, Godoy-Izquierdo
y Godoy (2012) donde, al igual que en nuestra muestra, la población de hombres realizaba
más ejercicio físico (moderado y vigoroso) que las mujeres. Estos autores
(Jiménez-Torres et al, 2012) relacionan este hecho en la población masculina
con una mayor motivación intrínseca, e implicación en la actividad física.
De forma
paralela al mayor porcentaje de mujeres con nivel de actividad bajo,
encontramos que existió en este estudio un mayor porcentaje de mujeres con
pareja. Esto puede estar relacionado con la investigación realizada por Davis,
Sandberg, Bradford y Larson (2016), que explica que, en la población femenina,
la condición de apego influye en su práctica de salud, por lo que, al estar en
una relación, las mujeres tenderían a reducir su actividad física.
Además, al
comparar distintos niveles de ejercicio, se encontró un mayor porcentaje de
sujetos con pareja en el grupo de nivel de actividad bajo. Esto podría verse
apoyado por el estudio de Skoyen et al., (2013), donde se concluye que el
involucrarse en actividades físicas y mantener una nutrición saludable podría
estar influenciado por la pareja. Sin embargo, estas diferencias no se reflejaron
en la comparación de las puntuaciones en IPAQ entre la muestra con y sin
pareja.
En nuestro
estudio, la puntuación en deseo solitario mostró medias significativamente más
altas en la muestra sin pareja. Esto puede relacionarse con lo mencionado por
Ortega et al. (2006), donde se explica que el deseo sexual solitario mejora las
necesidades sexuales del individuo, mientras que el deseo sexual diádico
asumiría un carácter emocional, es decir que velaría por los intereses sexuales
de la pareja.
Por otro
lado, se observó en la muestra total mayoritariamente un nivel de deseo diádico,
lo cual se ha asociado con un buen funcionamiento sexual (Moyano y Sierra, 2014).
Con respecto al deseo sexual en las mujeres, este estudio obtuvo cifras
significativamente inferiores a las de los hombres. Diversos estudios
realizados en mujeres (Finley, 2017; Mehmet et al., 2010; Moyano y Sierra,
2014; Pujols et al., 2010) atribuyen este hecho a factores estresantes como
dificultades financieras, presiones académicas, profesionales o la distorsión
en la imagen corporal. Por otro lado, se observaron medias significativamente
mayores de excitabilidad en los hombres, mientras que en las mujeres se
evidenció un aumento en SIS2. Coincidiendo con estos resultados, la
investigación realizada por Moyano y Sierra (2014) concluye, que existe mayor
puntuación en SES por parte de los hombres debido a la manifestación de
fantasías sexuales, conductas sexuales con sus parejas o alta frecuencia en la
masturbación. Sin embargo, a diferencia del presente trabajo, las mujeres en el
estudio de Moyano y Sierra (2014), obtuvieron un alto puntaje en SIS1, debido a
la distracción durante la actividad sexual, mientras que la puntuación es SIS2 referente
al riesgo que tiene el sujeto de ser descubierto o al contagio de una
infección, resultó similar en ambos sexos. No obstante, la investigación sobre
la validez del autoinforme enfatiza sobre la importancia de la deseabilidad
social y las normas sociales percibidas que podrían derivar en un sesgo de
respuesta (Catania, Gibson, Chitwood, y Coates, 1990). En este sentido, del
mismo modo que en los estudios de Fisher (Fisher, 2007; Fisher, 2009) se
señalaba a que cierta información en varones estaba influenciada por las normas
sociales, el presente estudio considera la posibilidad de una mayor “deseabilidad
social” en el grupo de hombres, al intentar dar una imagen distorsionada más
positiva.
Siguiendo
con la comparación de los distintos niveles de ejercicio, los datos muestran
que la inhibición sexual relacionada con el miedo a ser descubierto o al
contagio de enfermedades (SIS2), obtuvo puntuaciones menores en el grupo con un
nivel de actividad alto. A su vez, aquellos sujetos con un nivel de actividad
moderado o alto, alcanzan mayores puntuaciones en las escalas de deseo y
excitación sexual. Esto concuerda con lo postulado por Huang et al. (2007),
Penhollow y Young (2008), y Hackney et al. (2017), quienes mencionan que el
ejercicio fomenta la deseabilidad sexual. Sin embargo, el estudio realizado por
Sacomori et al. (2013) sobre una muestra femenina no encontró relación
significativa entre el deseo y el nivel de ejercicio.
Como limitaciones
de este estudio podemos mencionar por un lado la recolección de datos mediante cuestionarios
autoadministrados online, generando así un sesgo de deseabilidad y la
imposibilidad de los investigadores de reconocer si un mismo sujeto contesta la
encuesta en más de una ocasión, así como observar determinadas conductas como
el porcentaje de intentos vs porcentaje de encuestas cumplimentadas. Además,
este estudio no tuvo en cuenta el tipo de actividad física realizada así como
el tipo de deporte (competitivo o no) o el nivel de competición (federado, alto
rendimiento o profesional). Del mismo modo, la no inclusión de variables
relevantes para los resultados como es la ocupación, el estado civil, el número
de hijos o la dedicación horaria a la actividad física-deportiva y actividades
extradeportivas pudo suponer también una limitación para este estudio. Así
mismo, la clasificación en deseo bajo o normal, o la inclusión de puntuaciones
elevadas dentro del grupo con deseo normal, pudo suponer otra limitación en el
estudio. Por último, la orientación sexual, que no fue tomada en cuenta en esta
investigación, podría de algún modo influir en la relación entre ejercicio y el
deseo.
Futuras
líneas de investigación podrían considerar el estudio de todas las variables
mencionadas anteriormente, así como el análisis de las diferencias con respecto
a un grupo con puntuaciones elevadas en deseo sexual o que pudiera presentar
cierto nivel de adicción al sexo. Así mismo, resultaría interesante determinar
si la relación entre ejercicio y deseo observada en este estudio, se produce de
modo similar en otro tipo de poblaciones.
CONCLUSIÓN
Los resultados del
presente estudio sugieren que el deseo sexual está relacionado con el nivel de
actividad física, lo que a su vez impacta en la inhibición y excitación sexual
del joven adulto. Estos datos nos llevarían a determinar que niveles de
actividad media y alta, contribuyen de forma positiva en la conducta sexual de
las personas, suponiendo un posible punto de partida para futuras
investigaciones capaces de proponer un programa de ejercicio como intervención
para aquellas personas con problemas del deseo, considerando la importancia de
niveles de actividad física adecuados, y su repercusión en la sexualidad. Así
mismo, como posibles implicaciones prácticas de los resultados obtenidos en
este estudio, cabría señalar el desarrollo de programas de ejercicio moderado
dirigido al aumento la libido en grupos de población con bajo deseo sexual.
REFERENCIAS
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Número de citas totales / Total references: 48 (100%)
Número de citas
propias de la revista / Journal's own references: 1
(2,1%)
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- vol. 20 - número 77 - ISSN: 1577-0354
ANEXO
Cuestionario socio-demográfico
Edad (años)
¿Padece alguna limitación física que impida o afectaran de algún modo a la
realización de actividad física?
Sí |
No |
¿Padece alguna enfermedad crónica que impida o afectaran de algún modo a la
realización de actividad física?
Sí |
No |
Género
Hombre |
Mujer |
¿Tienes pareja estable actualmente? (más de tres meses)
Sí |
No |
Mantengo una relación íntima que no considero pareja |
Nivel de estudios
Elemental (ESO, Certificado de Estudios Primarios,
...) |
Medio (Bachillerato, Ciclos formativos medio y
superior,....) |
Superiores (Universitarios: grado, máster,
doctorado...) |
Sin estudios |
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- vol. 20 - número 77 - ISSN: 1577-0354